viernes, 1 de agosto de 2014

REVISTA DON BALON, EL MADRID SE DEBATE ENTRE FALCAO Y JESE,./ REVISTA FOTOGRAMA, ENTREVISTA A MARIBEL VERDU ACTRIZ CINE,

TÍTULO: REVISTA DON BALON, EL MADRID SE DEBATE ENTRE FALCAO Y JESE,.

REGIS DUVIGNAU | Reuters Madrid se debate entre la necesidad de fichar un 9, que sería Falcao, y la ... James y Di María, insiste en llevar al Real Madrid a Falcao, que ..foto,.

Ancelotti debe decidir si acepta el ofrecimiento para fichar al delantero colombiano,.

A menos de dos semanas de jugarse el primero de los seis títulos a los que aspira, la Supercopa de Europa y, tras haber marcado un solo gol en los dos primeros partidos de pretemporada, en los que ha faltado Cristiano Ronaldo, el Real Madrid se debate entre la necesidad de fichar un 9, que sería Falcao, y la confianza en un Benzema como único delantero centro puro hasta el regreso de Jesé. Pese a que en el partido frente a la Roma (derrota blanca, con gol de Totti) se confirmó la falta de puntería del campeón de Europa y que Carlo Ancelotti aseguró tras la derrota por penaltis ante el Inter que el Madrid no se lanzará a por un ariete «porque no lo necesita», el técnico italiano no puede dar ahora por cerrado el capítulo de altas, Keylor Navas aparte.
Vendido Morata a la Juventus, el hecho de no disponer de un relevo para Benzema supone un riesgo y genera demasiadas dudas en el Real Madrid, ya que aunque Cristiano también puede actuar en punta y y Bale, Isco y James ser alineados como falsos 9, el puesto de delantero centro es el único que no está doblado en la plantilla y no se puede descartar aún a Falcao. Aunque el club estima que el verdadero fichaje para el ataque debe ser Jesé, el futbolista canario no regresará hasta finales de octubre y Falcao, mientras continúa con la recuperación de su grave lesión, se mantiene a la expectativa. Jorge Mendes, el agente del delantero colombiano del Mónaco que también representa a Cristiano, James y Di María, insiste en llevar al Real Madrid a Falcao, que siempre ha gustado a Florentino Pérez.
«El mercado se cierra el 31 de agosto y pueden pasar muchas cosas», reconoció la madrugada del miércoles el entrenador madridista, aunque reclama «pensar en los jugadores que están en este momento». Antes que contratar un 9, Ancelotti preferiría que se quedase Di María, pero mientras el extremo argentino prepara su marcha al París Saint-Germain, ahora le toca al técnico decidir si acepta o no el ofrecimiento para reforzar el equipo con Falcao. La convalecencia de Jesé y la tendinitis rotuliana que afectó a Cristiano en el tramo final de la pasada temporada y que este curso le obligará a descansar, complican la eficacia ofensiva de un equipo que, pese a que dispone de muchas armas y variantes para el gol, se expone a que Benzema caiga lesionado y su ausencia pueda trastocar todo el equipo de medio campo hacia adelante.
Los falsos 9
Ancelotti, salvo en partidos puntuales, no piensa retirar a Cristiano de la banda izquierda, que es donde mejor explota su velocidad y rompe como goleador, por lo que le quedaría apostar por Bale o Isco para la punta de ataque, aunque ninguno de los dos ha ofrecido el rendimiento que se esperaba cuando han jugado como falso 9. La posición natural de James es la de mediapunta y por ello tapona la progresión de Isco, aunque Ancelotti se plantea en principio colocar a la joven estrella colombiana como interior izquierdo para no modificar su habitual 4-3-3, con el letal tridente Bale-Benzema-Cristiano. La llegada de Falcao fomentaría la lucha con Benzema y la competencia en la posición de delantero, algo que ya se vivió entre Higuaín y el francés y que el Madrid no desearía que se repitiese la próxima temporada.
Porque con uno de los dos en el banquillo se pudiera tambalear la tranquilidad que ha conseguido trasladar al vestuario Ancelotti. Falcao también desea recalar en el Real Madrid, pero el colombiano se ha convertido recientemente en la principal imagen de reclamo de la nueva camiseta del equipo del Principado, y también para la venta de abonos, y de momento su club no se plantea el adiós. Cumplidos ya seis meses de la grave lesión de rodilla que le impidió acudir al Mundial, Falcao ha trabajado al menos ocho horas al día con Joaquín Juan, el fisioterapeuta que también trató a Cristiano de su tendinitis, y el colombiano quisiera incluso sumarse a la pretemporada del Real Madrid. También Jesé, la gran perla de la cantera blanca que puede actuar en todo el frente de ataque y destila clase y descaro, está esforzándose durante siete horas diarias para recuperarse cuanto antes. Se rompió el cruzado de la rodilla derecha el pasado 18 de marzo y trabaja con sesiones de gimnasio, piscina y bicicleta para reaparecer cuanto antes.
Aún le quedan al menos otros tres meses para volver. Demasiado tiempo para un equipo con una competición tan cargada y tantísimas exigencias.

TÍTULO:  REVISTA FOTOGRAMA, ENTREVISTA A MARIBEL VERDU ACTRIZ CINE,

foto- MARIBEL VERDU ACTRIZ CINE,
LA PILLÉ con las manos en la masa, subiendo la compra, ella sola, ocho bolsas, cuatro pisos. Venía además de comprar la lavadora en último día de oferta, una bosch o no sé qué. Y cuando llega él: "¡Mira, la he subido toda!", la compra. Así es Maribel, capaz de decir: "Me di cuenta ayer, saliendo del cine, que llevo ocho días sin dejar ni un minuto de ser feliz". La felicidad en términos contables y el piso impecable, de un orden monacal, y ella disculpándose, la asistenta por venir, "el baño ni te cuento", inmaculado el aseo. Eso pasa por llegar tan rápido a los sitios, visita intempestiva colándose en la casa, día de trasiego, el caos que vuelve a Madrid y los rezagados marchando en estampida, bendito septiembre que parecía no iba a empezar nunca. Maribel tiene prisa por cumplir los 30. Se lo dijo a Federico Luppi mientras rodaban en la Argentina Frontera sur, la película que Gerardo Herrero ha hecho sobre novela de Vázquez-Rial: literatura en estado puro, un guión de frases lapidarias. Y el actor filósofo le aconsejó a Maribel aflojar la premura: "Noooo, no hay que apurarse nunca en la vida; cuando llegues no habrá nadie esperándote", le dijo. La actriz fascinada con Luppi, un muerto vivo por el ansia de venganza, fascinada en la realidad y en la ficción, realista y mágica. Ella es Piera, la gallega Teresa hecha a sí misma madame de un prostíbulo. Buenos Aires fin del pasado siglo. Pregunta.-No conozco a ninguna mujer que quiera cumplir años; tampoco a ningún hombre. Respuesta.-Ay, yo sí, me hace feliz. Los años han pasado bien en mí. Hay gente que no crece bien, creo que estoy mejor ahora, en todo. El camino de la vida es tan largo... qué más da cumplir años. La gente de 50 que conozco está en el mejor momento, tiene más ilusión por todo: es la plenitud. Con la edad ganas conocimiento, y ganas miedos e inseguridades: hay que alimentarse de ellos.
P.-Fíjese, tiene 27 años y uno se siente tentado a tratarla como mujer madura.
R.-Di que tengo 28, porque los cumplo ahora y me hace mucha ilusión. Las mujeres a esta edad somos maduras, sobre todo si has llevado una vida como la mía, que empecé a los 13: viajando, relacionándome con gente, defendiéndome del mundo... he vivido mucho. Imagínate a los 50. Quiero ser como Carmen (Maura), la vida le ha hecho tan fuerte... ya no hay nada que pueda asustarla, nada más que la enfermedad.
P.-¿Ha estado Maribel muy presente o es que es muy natural?
R.-He estado muy presente, porque llevo 16 años haciendo películas.
P.-Parecen más, parece usted de toda la vida.
R.-Puede ser, sí, por naturalidad: parezco la prima. ¿No te parece mucho 16 años? Es que tuve la suerte de que las películas que hacía eran El año de las luces, La estanquera de Vallecas, 27 horas, Amantes... Entonces fui desde el principio como la actriz revelación, la niña prodigio, y todas esas cosas absurdas que se dicen.
P.-"La vida se cobra lo que te da" (frase 1, Frontera sur)...
R.-Qué frases: "Haz el amor de cualquier manera, de todas las maneras, pero jamás como todo el mundo" (frase 2).
P.-...¿quienes viven rápido suelen morir jóvenes?
R.-Que me quiten lo bailao, ¿sabes? (En vez de acobardarse, a Maribel se le enciende un brillo en las pupilas). Mañana me puedo morir y qué pena, porque a mí me gusta mucho la vida, pero ¡cómo me lo he pasado yo! Podría morirme a los 70 sin haber hecho nada, a lo mejor tener un hijo o... nada más: qué frustración. Pero muérete a los 30 años con una vida estupenda.
P.-¿La juventud de hoy va más lenta?
R.-Para nada, con 20 años terminan la carrera de Derecho.
P.-Me refiero a lo vital, ¿será porque ha crecido la esperanza media de vida o habrá crecido porque van más lentos?
R.-No me interesa. Pero ya que lo dices, la gente de 30 ó 40 años ha hecho de todo en su juventud, y los de ahora estudian y viven con sus padres, y si tal en vacaciones ponen copas.
"Yo no sé considerarme sensual, no lo sé, me da vegüenza, me parece prepotente: que lo digan los demás"
P.-¿Nunca ha pensado que también las libertades van a menos? R.-Creo que no.
P.-¿Después de la explosión de los 60 y 70, 80 en España, los 90 no le parecen cuando menos cautos?
R.-Yo veo por ahí muchas barbaridades. ¿Cautos?
P.-Está muy bien que me contradiga.
R.-Lo más heavy que he vivido fueron los 80: una animalada. Las cosas de entonces no las estoy viendo en los 90 (el recuerdo se le inunda de risa). Es verdad, tienes toda la razón. Estaba pensando en esa historia de Valencia, que sales un viernes y llegas un lunes a tu casa; ¿cómo se llama?, eso, la ruta del bakalao. Claro que esto en los 80 era muy normal, nos reíamos de lo de ahora.
P.-Pero no salía en la prensa.
R.-Ahí está, y ahora todo sale. ¿Y por qué?
P.-Será proteccionismo. ¿Cree que algún tiempo pasado fue mejor?
R.-A veces sí, pero me da pena, no me gusta pensarlo.
P.-Material de la nostalgia.
R.-Y la nostalgia está bien, qué haces sin nostalgia. Pero es triste vivir del pasado; lo que hay es sólo futuro, lo de ahora mismo es ya pasado. También me da pereza pensar en el futuro más allá de lo inmediato. Me quedo donde estoy, mi pesente es espectacular.
P.-Buenos Aires 1898, gran teatro de la humanidad al desnudo, ¿dónde se ve Maribel?
R.-No me lo he planteado, no trabajo así: si un trabajo está bien escrito es muy fácil interpretarlo. Pero seguramente regentaría un prostíbulo, lucharía por vivir bien, no me dejaría amilanar. ¿Tú qué prefieres ser, cabeza de ratón o cola de león?
P.-"Jodía y pensaba, jodía y pensaba" (frase 3), ¿se aconsejaba no pensar para no sufrir?
R.-Es que en esta vida se sufre con todo. Pensando se sufre, cuando el sufrimiento pasa y viene el olvido, el olvido qué es, sufrimiento también. La felicidad es sólo momentánea.
P.-¿Cuánto tiempo le parece que ha pasado desde que la cuna y la carne eran los únicos valores de la mujer?
R.-Creo que ya no sucede, en aquel entonces yo hubiera preferido vivir de la carne. Por la cuna te casabas con quien tu familia decidiese.
P.-¿La mujer siempre cuenta con esa triste posibilidad, prostituirse?
R.-El hombre también la tiene, la homosexualidad en la prostitución siempre ha existido, aunque fuera de forma muy clandestina. La prostitución es el oficio más antiguo del mundo. A mí nunca se me ha pasado por la cabeza esa posibilidad. Lógicamente se gana más en una noche que en una semana fregando suelos.
P.-Lo sabe sobre todo la mayoría que friega suelos.
R.-La profesión de puta me parece muy respetable, me quito el sombrero, hay que tener tanto valor para arriesgarse de esa manera... Yo me moriría, aunque, en un momento dado, si antes los lavo, no vaya a encontrar requesón por ahí, y los perfumo y les cobro 200.000 por acostarse conmigo... Te juro que nunca se me ha pasado por la imaginación.
P.-¿Cree que esta realidad ha condicionado la relación de las mujeres con los hombres?
R.-No, para nada. ¿Cómo se dice en masculino calientapollas? La profesión de puta me parece admirable.
P.-Madrid 1998, ¿todavía le cuesta a la mujer demostrar su inteligencia?
R.-Lo ha demostrado ya. Primero se supo que detrás de todo Napoleón había una Josefina. Y ahora ahí están, en lo más alto. Lo que sí es lamentable es que no se les pague igual, vomitivo me parece, y eso existe. No soy feminista recalcitrante, me encanta que me abran la puerta, y que me den fuego, una sola vez, toda la noche no, lo normal.
P.-Eso es sólo cortesía.
R.-Creo que hombres y mujeres somos iguales. Hay de todo, por ejemplo, yo no soy inteligente, soy lista.
P.-¿Por qué dice eso?
R.-Me lo dicen mis amigos.
P.-Es el tópico machista: mujer lista, hombre inteligente.
R.-Las mujeres somos larguísimas, es el sexto sentido que no tienen los hombres: si el hombre con el que vives un día emplea una palabra nueva o cambia de perfume, a una mujer jamás se le escapa: yo conozco a alguien que usa esa palabra. Ellos nunca se darían cuenta. P.-Ah, ¿y eso es ser lista, no inteligente?
R.-Mi padre también me dice que soy lista.
P.-¿Le ha preguntado a su madre?
R.-No.
P.-Vale. ¿Dónde le gustaría que le llevara el fin de milenio?
R.-A ningún sitio, que me deje donde estoy, con mi gente en mi mundo. Me da terror irme por ahí sin saber qué me voy a encontrar.
P.-Maribel, ¿las vivencias no han sido la escuela que no tuvo?
R.-Sí, absolutamente.
P.-De escolar repetidor a delantero centro en el campo de fútbol ha pasado a las citas cultas y el placer de la lectura.
R.-Lo de la lectura me viene de familia. Todos, por parte de padre y madre, han sido profesores. Mira, el padre de mi padre fue el fundador del colegio Lae. Mi madre con 12 años me regaló Niebla de Unamuno, y mi abuelo materno me hacía leer a Pereda, Peñas arriba, en formato pequeño con papel biblia, y leí A sangre fría con 12 años también. Era muy buena en letras, en todo lo que fuera memorizar, y un desastre en ciencias, en resolver problemas.
P.-Pues ha dado usted otra imagen, de chicarrona de calle.
R.-Qué va, siempre me gustó estar en casa con mis libros y mi música. Yo soy de moverme en casas.
P.-Si la cultura proporciona cierta felicidad, cierto bienestar, ¿por qué no se enseña a la gente para ello?
R.-¿Qué tiene el fútbol que no tenga la literatura? No lo sé. Hay quien no encuentra placer en un libro. Qué se le va a hacer. A mí tampoco me da esa felicidad, porque me considero muy inculta, leo sin parar, libros y prensa, y veo mucho cine, pero dicen que la cultura es lo que queda y a mí se me olvidan las cosas.
"No tengo instinto maternal, no quiero estar toda la vida pendiente de un hijo, bastante tengo ya con mi familia"
P.-No es lo mismo cultura que erudición. R.-Admiro mucho a la gente con memoria. Leo porque me proporciona placer. Lo que es importante es lo que te enseñan de pequeño, y luego saber rodearse.
P.-O sea elegir. Me parece que eso sí lo ha tenido usted presente, porque se ha rodeado de gente madura y preparada.
R.-Eso es fundamental. Estoy tan orgullosa de mis amigos. Ojo, es recíproco, uno tiene que dar cuando recibe. Hay que rodearse de gente positiva, alegre y optimista, aunque todo el mundo tiene momentos malos. Yo huyo de los tristes, hay tantos motivos para la felicidad momentánea, que es la única que existe.
P.-Y una vez alcanzado ese equilibrio emocional (se dice "evolucionada"), ¿sigue siendo consumidora compulsiva de grandes firmas del mercado?
R.-A que no sabes por qué siempre voy con cosas de marca: por mi inseguridad. Yo no me veo una tía con clase, estupenda, elegante. Tengo una amiga, en cambio, Ana, con una clase... y va de arriba abajo de cualquier cosa y te juro que parece de Armani.
P.-Maribel, ¿a medida que uno crece se desnuda con menos naturalidad?
R.-Las tetas están más caídas y todo es diferente. En Frontera sur, teóricamente tenía que hacer un desnudo completo, y convencí a Gerardo Herrero para enseñar sólo lo de abajo, que no me importa, porque además a todo el mundo le encanta mi culo, aunque yo no entiendo por qué.
P.-Usted misma me contó que había quedado segunda en el ranking de mujeres españolas más deseadas, ¿volvería a anunciar ropa interior?
R.-Sí, claro, si es igual de cuidado y remunerado el anuncio.
P.-¿Usted se considera sensual?
R.-Es que yo no sé considerarme, no lo sé, me da vergüenza, me parece prepotente: que lo digan los demás.
P.-¿De quién aprendió el talante de la madame?
R.-Me documenté porque me obligaron, leí un libro enorme sobre los prostíbulos de Argentina, y luego utilizo mucho mi imaginación y mi intuición.
P.-Teresa o Piera es una mujer valiente delante de los hombres, ¿a Maribel le pierde el corazón?
R.-Absolutamente, pero absolutamente.
P.-¿Por qué se empeña tanto en reivindicar el sufrimiento?
R.-Porque sufro. Es que me joroba que la gente piense de mí "ah, esta chica, qué risueña, qué feliz, sin problemas". He tenido mil problemas y responsabilidades y las he pasado canutas. Me he chupado todos los casting convocados, y colas, y vale: la siguiente. Soy feliz a ratos.
P.-Convenció a su querido Ricardo Franco de haber tenido vivencias duras suficientes para hacer La buena estrella, y lo hizo hablándole de la muerte de su abuela. Con todos mis respetos, parece un chiste macabro.
R.-Para mí fue tremendo en el momento, porque toda mi vida he vivido con mis abuelos maternos, entonces mi abuela era mi segunda o casi mi primera madre. Ahora, con el tiempo, efectivamente, veo que las abuelas se mueren. La putada es que en la vida se sale de todo, todo se olvida y pasa.
P.-¿Alguna vez se ha sentido lo que su madre no pudo ser?
R.-No lo sé, fue modelo para ganarse su dinerillo, pero en realidad era puericultora. Fue la que me apoyó siempre, porque es una locatis como yo, la más emprendedora: la vida sin riesgo no es nada para ella.
P.-Muchas mujeres sueñan con tener un hijo mientras usted quiere tener muchos perros, ¿de dónde le viene esa zoofilia?
R.-Es que no tengo instinto maternal, no quiero estar toda la vida pendiente de un hijo: bastante tengo ya con mi familia. No me atrevo y punto.
P.-¿Usted se consideraría "descendiente de un mono religioso o de un mono librepensador" (frase 5)?
R.-Librepensador, hombre por Dios.
P.-¿Escucha los consejos de los fantasmas?
R.-No, porque nunca me hablan. Y que no se aparezcan, por favor.
P.-¿A qué huele la miseria (y 6)?
R.-Esa frase es increíble. La miseria huele a miseria, a desgracia.
P.-¿A qué le olió Madrid ayer cuando llegó?
R.-Ah, soy una apasionada de Madrid. ¿Sabes cuál es mi olor favorito? El de la humedad, ese que viene cuando empieza a llover y... me vuelvo loca.
Estilismo de Ana Fernández. Maribel Verdú lleva un vestido azul con brillos metálicos y sandalias azules, todo de Paco Casado.
Maribel Verdú: "No quiero a mi alrededor gente que me complique la vida"

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