Prueba Mini John Cooper Works 2015: ángel y demonio,.foto
Esta prueba del Mini John Cooper Works 2015 me ha dejado bastante sorprendido. El Mini más potente es un pequeño misil capaz de ponerte los pelos de punta en una carretera de curvas, pero por primera vez, no tienes que sacrificar tu trasero en el intento: ¡Es un coche utilizable en el día a día! Puede ser razonablemente cómodo y hasta el consumo es más que satisfactorio.
El Mini John Cooper Works es siempre uno de esos
coches que gusta probar generación tras generación. Hoy me desplazo
hasta Mallorca para realizar una de esas pruebas en la que tu
espalda y tu cerebro mantienen un combate constante entre placer y
dureza, entre radicalidad y comodidad. Ya te adelanto que el Mini John Cooper Works 2015 me ha sorprendido, ¿Quieres saber por qué? Súbete conmigo a esta 'pelotilla' y vamos a ver de qué es capaz.
El Mini John Cooper Works 2015 se posiciona como la versión más deportiva de la renovada gama Mini y esto se nota nada más echar un vistazo al modelo cuando llego a la base de operaciones de la marca en Mallorca, el circuito de Llucmajor:
su aspecto es más bruto y encontramos los guiños estéticos que la marca
lleva dotando a su modelo más temperamental desde sus inicios: alerón,
llantas más grandes, frenos de mayor diámetro, doble trompeta de escape y
un paragolpes con tomas de aire más grandes.
Además de los cambios en la carrocería
del Mini John Cooper Works 2015, como elementos exclusivos también
encontramos una nueva configuración de color, formada por un verde
típicamente inglés llamado 'Rebel Green' combinado con un llamativo color rojo en el techo y en distintos detalles: el resultado es espectacular. No obstante, el Mini JCW
también está disponible con otros once colores, para combinarlo
completamente a tu gusto. Tras un primer vistazo ya estoy deseando
ponerme a sus mandos y ver de qué es capaz. Recojo las llaves de mi
unidad de pruebas y allá voy.
No te lo pierdas: Prueba Audi S1, el rival directo del Mini John Cooper Works
El interior del Mini John Cooper Works 2015
recibe más cambios de los que parece a simple vista, lo primero que me
llama poderosamente la atención son los nuevos baquets desarrollados
específicamente para este modelo. Recuerdo los duros asientos de su
antecesor, que sí, daban un toque racing muy auténtico, pero que eran
una tortura para tus riñones y espalda. Los nuevos asientos
son más confortables, tapizados en cuero y alcántara, cuentan con un
diseño espectacular y el agarre en la zona lumbar es perfecto. ¡No
empezamos mal!
Mi unidad de pruebas equipa la caja de cambios automática 'Steptronic' de seis velocidades que
cuesta 2.000 euros más que la opción manual, también de seis marchas.
Me guardo la llave en el bolsillo y aprieto el interruptor de arranque
situado en la consola centra. El motor de cuatro cilindros sobrealimentado de dos litros de cilindrada
toma aire y los escapes traseros te envuelven en el típico ronroneo
propio de los Mini más 'malotes'. Voy a empezar por un tramo de
carretera abierta (más tarde volveremos al circuito) por lo que decido
comenzar esta prueba en el modo de conducción MID, dentro de los tres
modos que incluye el sistema de reglaje Mini Driving Modes (MID, SPORT y ECO).
TÍTULO:Fernando González Molina,Hay prejuicios hacia mi cine porque busca la taquilla,.
"Me ponía hacer 'Palmeras en la nieve', es un cine que no se hace en España”,.
El
año se cierra con una superproducción española, la adaptación de la
novela de Luz Gabás. Su director analiza el estado de la industria y las
claves de la película,. fotos,.Fernando González Molina,
Uno de sus máximos representantes es Fernando González Molina, que con sólo tres películas en su haber parece haber encontrado la clave del éxito. Tanto en 'Fuga de Cerebros' como en 'Tres metros sobre el cielo' y 'Tengo ganas de ti' llevó a más de un millón de personas a ver sus historias. Ahora estrena (el 25 de diciembre) su proyecto más ambicioso, la adaptación de 'Palmeras en la nieve', la novela épica de Luz Gabás, que de la mano de Atresmedia y con un presupuesto de 10 millones de euros quiere volver a conectar con el público. A pesar de sus precedentes sigue enfrentándose a la decisión del respetable con cierto temor.
PREGUNTA. Menudo reto adaptar la novela de Luz Gabás en una superproducción española.
R. La verdad es que sí. El reto es lo que más miedo me dio, pero también fue uno de los grandes activos para hacerla. En la novela de Luz está claramente definida la película que había que hacer, el tono, el tamaño, el carácter épico de viaje y de cine espectáculo... Era un reto, pero me ponía hacerlo, estas películas no se suelen hacer en España, y menos en castellano.
P. ¿No tuvo tentaciones de hacerla en inglés?
R. Yo sí, porque ya he tenido varias veces la posibilidad de hacerlo, pero fueron los productores, especialmente Mercedes Gamero, la que me dijo que esta historia tenía sentido en castellano, y Sergio G. Sánchez, el guionista, me dijo que la singularidad era contar una historia de españoles en Guinea, así que verles hablando en ingles, y más en un filme donde los idiomas cuentan tanto, haría que esa verdad se perdiera.
P. 'Palmeras en la nieve' es una epopeya dramática al más puro estilo de 'Memorias de África', ¿tenía este referente en su cabeza?
R. Esos referentes están en mi vida, es el cine que me interesa, de viajes, que te transporta a otro lugar... Pero no vi esas películas de nuevo. También está 'Expiación', 'Benjamin Button', el cine de David Lean…
P. Comentaba que este cine no se hace en España.
R. Es que el cine histórico en España siempre se ha afrontado, salvo excepciones como 'Ágora', desde otro lugar. Para nosotros el contexto es eso, un contexto. Lo usamos como elemento para contar un drama de personajes. En España las películas históricas cuentan la historia y yo quería usar este contexto espectacular para contar una historia de personajes muy poderosa.
Es que el cine histórico en España siempre se ha afrontado, salvo excepciones como 'Ágora', desde otro lugar. Para nosotros el contexto es eso, un contextoP. En todas sus películas recurre a géneros que no se suelen hacer en España.
R. No es una decisión consciente, es el cine que me gusta a mí. Luego lo analizo a posteriori y es verdad que son cosas que no se hacían aquí, pero es algo intuitivo. Ahora voy a hacer algo completamente diferente, la adaptación de 'El guardián invisible', de Dolores Redondo, un thriller muy duro, muy seco y muy sueco.
P. ¿Cree que la crítica tiene prejuicios hacia este tipo de cine y de géneros?
R: Como vean los críticos la película yo no puedo hacer nada. Intento explicar la película de la forma más honesta posible para que entiendan lo que pretendía. Lo que me parece injusto es que juzguen la película sin tener en cuenta lo que la película propone y lo que la película quiere. Me pareció injusto en 'Fuga de cerebros', en 'Tres metros sobre el cielo' y me parecería injusto ahora.
Después de 'Tres metros sobre el cielo' y 'Tengo ganas de ti' hubo una polarización enorme entre la gente que vio la película y la crítica. Yo hago las pelis y sé que las coloco en el disparadero y que luego opinen lo que quieran, porque si no es un sufrimiento constante. Lo que deberíamos entender en España es que la gente tiene que ir a ver películas españolas al cine. Hay una dicotomía muy bestia, un desentendimiento entre la gente del cine español y el espectador. Lo que funciona es lo que ponemos verde. Hay un desajuste que tenemos que arreglar. Hay sitio para todos, se puede hacer cine de todo tipo, pero siento que hay ataques a pelis que están arrasando y es una falta de respeto a los cuatro millones de personas que han ido al cine, como pensando que solo están yendo porque se lo están anunciando en la televisión. La gente no es tonta.
Hay una dicotomía muy bestia, un desentendimiento entre la gente del cine español y el espectador. Lo que funciona es lo que ponemos verde.P. No cree que las televisiones están produciendo una polarización entre un cine comercial que funciona en taquilla y producciones de bajo presupuesto que no tiene promoción?
R. Evidentemente el apoyo de una 'major' y de una television es importante, yo lo agradezco, pero la gente no es tonta, hay películas que ven anunciadas y no van a verlas. No creo que 'La isla mínima' sea excesivamente comercial y la produjo Atresmedia. Creo que las televisiones deberían apoyar todo tipo de cine, pero también debemos entender que apoyan el cine que creen que va a llevar espectadores, pero se me escapa, no sé qué les hace decidir por unas pelis u otras. Yo no puedo quejarme, pero es verdad que tiene que haber sitio para todas, no todo puede ser 'Palmeras en la nieve', aunque también creo que hay que ser respetuoso con el público y sentarse y pensar ¿esta película para quién es?
P. ¿Qué opina de esos directores que dicen que no piensan en el espectador cuando dirigen?
R. Si no haces la película pensando en el público escribe una novela, las películas cuestan mucho dinero y tienen que tener un público. Esto no quiere decir que sólo las que tienen un millón de espectadores tengan sentido. Hay otras para un público menor que también lo tienen, pero tendrán que ser más baratas porque es difícil financiarlas, hay que tener claro a quién va dirigida tu película.
R. De momento sí. No sé por qué, pero mi manera de entender el cine y mi sensibilidad personal tienen mucho que ver con el público medio, lo que me interesa hacer es lo que a la gente le interesa ver, pero no lo analizo fríamente, es todo más natural. Es mi forma de entender el cine, algo anglosajona en ese sentido y muy volcada en la gente que va a verlo. Cuando dirijo me pongo en su lugar, dirijo desde el espectador, no sólo en el rodaje, también en el montaje, en la promoción, en cómo me gustaría que fuera el tráiler, el cartel...
P. Siendo una película de tanto presupuesto, ¿es la vez que más miedo tiene a la taquilla?
R. Muchísimo miedo. Por el tamaño, por la responsabilidad de la gente que se ha jugado su dinero para poder hacerla, por el equipo, por Luz Gabás, y porque tengo miedo de los prejuicios de la industria y de la prensa, no te lo voy a negar. Creo que existen prejuicios hacia mí y hacia Mario, y tengo miedo a que eso afecte y no se valore la película en su justa medida. Pienso que si fuera un director portugués desconocido con otro actor la película sería valorada de distinta manera. Espero que no sea así, pero creo que sí que existen ciertos prejuicios por nuestro éxito anterior.
Creo que existen prejuicios de la industria y de la prensa hacia mí y hacia Mario Casas, y tengo miedo a que eso afecte y no se valore en su justa medida.P. ¿Y de enfrentarse a 'Star Wars'?
R. Eso me da menos miedo, tenemos que convivir y no competir, somos públicos distintos. Hoy he ido a Callao y todas las pantallas de Madrid estaban llenas de 'Star Wars'. Está en 1.100 salas, nosotros en 600 más o menos, que son muchas, pero es imposible competir con eso. No hay grandes almacenes con líneas de ropa de 'Palmeras en la nieve', y creo que va a resistir bien en la taquilla porque es para otro público.
P. ¿Se esperaba más nominaciones para 'Palmeras en la nieve' en los Goya?
R. Sinceramente, yo no. Lo ví en las últimas semanas. Nosotros hemos tenido muy mala suerte con las fechas, porque se estrena el 25 de diciembre y las nominaciones se han adelantado, antes eran en enero. Nosotros nos jugábamos mucho con este lanzamiento y no hemos mandado DVD a los académicos, la única forma que había de verla era ir a los pases, que habrán ido 150 de los 1.500 que son, así que al final ha sido premiada en lo más evidente. Pero que no esté la banda sonora, ni la fotografía, ni Berta Vázquez... Siento que es porque no la han visto, porque hay muchos elementos inapelables como los efectos especiales o el sonido que, sinceramente, es porque creo que no se ha visto.
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