LA PRESENTADORA RAQUEL SANCHEL SILVA,. foto
" Los finales felices alternativos también existen",.
A los 37 años le dijeron que tenía los óvulos
contados y se sometió a un proceso de reproducción asistida. ¿Los
frutos? Dos hijos y una novela que habla de y para esas mujeres que han
sufrido para ser madres. Una catarsis tras la tormenta.
Ella misma tiene su propia historia. Acudió a un centro de reproducción asistida con 37 años, para saber qué posibilidades tenía de ser madre, y confiesa que lo que escuchó la dejó en shock. Ya entonces tuvo claro que quería escribir acerca de una realidad que en cierto modo sigue siendo un tabú. Retomó el proyecto años más tarde, cuando ella era una paciente más del centro. Por eso su embarazo ha transcurrido en paralelo a la escritura de esta novela, que acabó viendo la luz unas semanas después de que llegaran al mundo sus mellizos.
Para hablar de ella nos cita en una céntrica cafetería de Madrid. Parece cansada, pero feliz. "Los peques, ya sabes, que tienen sus propios horarios", dice reconociendo que criar mellizos es duro, pero tiene mucha ayuda de su pareja.
Mujerhoy. ¿Cree que estamos hechos un lío respecto a nuestras auténticas posibilidades de ser madres y padres?
Raquel Sánchez Silva. Sí, hay una desinformación que tiene mucho que ver con lo que la sociedad nos dice y con esa fantasía irreal, pero alimentada, de que los 40 son los nuevos 30 o de que los 50 son los nuevos 40. Nos gusta creérnoslo, porque además nos vemos bien, jóvenes. Pero es muy difícil creerse eso pensando que por dentro tu aparato reproductor es exactamente igual que el de una mujer de hace 50 o 100 años. Asociamos la juventud a nuestra fertilidad, y el hecho de decir "soy menos fértil" también significa aceptar "soy menos joven". Ese chicle de la juventud externa, que se estira y estira, no sirve para la fertilidad. Nos pensamos las cosas en exceso. Esperamos demasiado.
MH. ¿Qué se le pasó por la cabeza cuando, con 37 años, le dijeron que tenía los óvulos contados?
RSS. Me pareció duro darme cuenta de algo así. No queremos oír que el tiempo es esencial, que no puedes ser mamá cuando te dé la gana o que los 40 ya son una edad de declive real. Y precisamente de ahí viene la idea del libro: tenía la necesidad de contar datos, de dar mucha información médica, porque son cifras que pueden resultar novedosas pero, sobre todo, que resultan chocantes si no sabes nada del tema. Nos hace falta estar informados para tomar decisiones.
MH. Quería hacer un ensayo, pero sus editoras le recomendaron una novela. ¿Fue complicado pasar de la realidad a la ficción?
RSS. Al final resultó que esa mixtura de documentación y ficción acabó germinando de una manera muy natural. Contaba con una cantidad de datos ingente, porque el mundo de la reproducción asistida es algo que está en constante movimiento: cada día hay un avance, un dato que hace crecer y avanzar todo esto. Tenía tanta información que llegó un momento en que dije: "Voy a publicar el ensayo más tostón de la reproducción asistida de la historia". [Risas]. Creo que la ficción me ayudó a proporcionar esos datos de una forma más amable, más amena. Además, fue muy útil para acotar el tiempo. Dentro de cinco años, muchas de las cosas que aparecen en la novela seguirán siendo reales pero, afortunadamente, muchas otras habrán cambiado porque la ciencia nos brindará más y las leyes se abrirán más. Por eso la ficción me sirvió para concretar ese espacio de tiempo, para contar cómo es nuestra reproducción asistida ahora.
MH. ¿Y cómo ha sido el proceso de "parir" una novela sobre la reproducción asistida viviendo su propio embarazo?
RSS. Muy intenso. Lo he vivido desde todos los ángulos posibles: como paciente y también junto al profesional, porque he estado presente en los procesos viendo cómo lo vivía la mujer además de siendo yo esa mujer. Recuerdo que me acababan de decir que estaba embarazada y estaba presenciando cómo realizaban una fecundación in vitro. O que me encontraba en mi primer mes de embarazo y, entre las náuseas y mis barritas energéticas, estaba observando los espermatozoides moviéndose, los embriones dividiéndose... ¡Y todo eso estaba pasando dentro de mí al mismo tiempo en una fase un poquito más avanzada!
MH. ¿Qué sensación tenía?
RSS. Era como vivirlo y revivirlo. Vivir el embarazo, revivir lo vivido para quedarme embarazada, volverlo a vivir a través de lo que me contaban otras mujeres... Y todo ello sintiéndolo con la sensibilidad extrema de una mujer gestando. Para que te hagas una idea, eran como unos fuegos artificiales continuos. Al final, cuando estaba terminando la novela y notaba los piececitos de mis hijos dando patadas, casi ni llegaba a la mesa para escribir, porque la terminé estando de 35 semanas.
MH. No todas las historias tienen un final feliz. ¿Cree que nos preparan para que una pareja sin hijos sea una familia?
RSS. Estamos preparados para mucho más de lo que creemos. Yo estoy convencida de que, entre cuatro paredes, ese examen ya está aprobado, y con sobresaliente. Pero socialmente parece que no. En el libro hablo de una pareja, a la que conocí, que llegó a pensar que lo que no funcionaba era la mezcla de ambos porque no se podía saber qué era lo que pasaba para que no pudieran tener hijos. Estuvieron a punto de separarse para intentar ser padres cada uno por su lado. Pero no pudieron porque se querían. Ella decía que, cuando tuvieron claro que podían ser una familia de dos, vivieron el año más bonito de sus vidas. Después, se quedó embarazada. Y parece que ese es el final feliz único. Pero también hay muchos finales felices alternativos. No tengo más que ver a mis amigas, las que no son madres, que están felicísimas.
MH. Sin embargo, todavía se oyen frases como "Vosotros, ¿para cuándo?", dirigidas a parejas sin hijos. ¿Cree que damos por hecho la maternidad?
RSS. Creo que cada vez lo pensamos menos, pero todavía tenemos como un eco social. En mi mundo hay muchas mujeres que no han querido ser mamás, y las admiro y respeto muchísimo. Yo misma, como muchas otras, he dudado, lo he deseado, ha habido momentos de mi vida en que parecía que era una realidad y otros momentos en que pensaba que sería todo lo contrario... He vivido toda la paleta de colores posible. Por eso puedo decir que creo que todavía existe una gran parte de la sociedad que piensa que una mujer que no ha sido madre es una mujer egoísta.
MH. Pero quien decide no tener hijos también está tomando una decisión importante.
RSS. Por supuesto, y a mí me parece una decisión de una responsabilidad admirable. Porque una mujer que no quiere ser mamá, no debería ser mamá. Yo creo que eso va a ir calando, y que las adolescentes de ahora lo vivirán de distinta forma. Pero actualmente todavía hay ese deje, casi diría verbal o costumbrista, del "Y tú, ¿para cuando?". Tenemos esa mala costumbre, que es fea, de muy mala educación y absolutamente retrógrada. Por eso en la novela aparece Manuela, un personaje que tiene cero conflictos. Quería que hubiera una mujer que lo tuviese absolutamente claro, porque creo que todavía hay mujeres que piensan que la que ha decidido no ser madre en realidad está equivocada. ¿Quién puede ser tan presuntuosa y tan arrogante como para pensar si es correcto lo que siente otra mujer?
MH. Hablando de mujeres, ellas tienen el 90% del peso en esta novela. ¿Cree que la decisión de tener o no tener hijos recae principalmente en ellas?
RSS. Sí, así es la realidad en los centros de reproducción asistida. Si no, estaría contando algo que no es verdad. En ningún caso he querido criticar la actitud de los hombres en este proceso, pero es la que es: hay algunos que se implican más, pero la mayoría no lo hacen tanto como la mujer. He plasmado lo que pasa en un centro de este tipo, y ahí lo que ocurre es que la mujer es la fuerza centrípeta, centrífuga y todo lo que haga falta. Es la que consigue que todo ruede. Es la que va, es la que llama, es la que pide la cita, es la que llega, es la que se sienta, es la que lo cuenta... Y es la que, cuando le dan la mala noticia, se va a su casa y llora un rato o tres días pero después toma una decisión y es coherente con ella. La mayoría de las veces es la mujer la que tira de ese carro, pelea y lucha por ello. Es verdad que en algunos casos el hombre está ahí en la misma línea de intensidad. Pero de igual a igual no son muchas las parejas. Por algo se llama maternidad.
MH. En 'Tengo los óvulos contados' se habla mucho de ciencia, pero también de un elemento que se escapa a la fórmula científica y tiene su papel en el proceso de una nueva vida. ¿Cómo lo describiría?
RSS. Lo más bonito y destacable de esto es que, por muchos ensayos que se escriban o por muchas señoritas de la tele que hagan libros sobre esto, hay una parte incontrolable. Todas las cosas mágicas de la vida tienen un punto que no podemos comprender, y en la reproducción asistida también. Esa intuición, ese toque, ese algo que hay ahí y que es inaprensible, te lo reconocen los propios médicos. Hay quien lo llama azar, hay quien lo llama Dios... La ciencia no lo tiene acotado, no aparece en una analítica, pero cualquier buen profesional médico te dirá: "Esto se nos escapa". Porque puede haber un embrión que por su comportamiento, morfología y los parámetros que se analizan parece que no va a tener posibilidades, y de repente es el que deja embarazada a la mujer y se convierte en un niño fantástico. Hay algo de magia.
MH. Al final de su libro, da las gracias a su pareja y padre de sus hijos, a sus editoras, a los médicos... Y también a todas las personas que le han ayudado en este proceso que califica como "de regeneración vital". ¿Ha sido para usted como una catarsis?
RSS. Cuando escribí 'Mañana a las seis', mi anterior novela, también me decía que era una especie de catarsis, y ha pasado tan poco tiempo que pienso: "Menuda montaña rusa llevo". Este ha sido un momento de creación total. Quizá es que estoy atravesando una especie de crisis positiva. Quiero pensar que es la evolución natural, que me pasa como a cualquier otra persona: que estoy madurando.
Las cifras de la fertilidad
- La esterilidad afecta a una de cada seis parejas de la población en edad reproductiva de los países occidentales y va en aumento, según la Sociedad Española de Fertilidad.
- En 2003, la edad a la que las españolas tenían su primer hijo de media era de 30,8 años; y, en 2013, ya había aumentado a 31,7 años.
- El 40% de los casos de infertilidad se debe a problemas masculinos, otro 40% a femeninos y el 20% a causas mixtas o desconocidas.
- Cada año se hacen en España 50.000 tratamientos de fecundación in vitro y 30.000 de inseminación artificial.
- 27.106 embriones procedentes de óvulos de donante fueron transferidos al útero de mujeres durante 2013.
- El 17% de las parejas que acuden a un centro de reproducción asistida mantiene un número de relaciones sexuales "insuficiente para lograrlo", según un estudio con 1.255 parejas realizado por el Centro de Andrología del Institut Marquès de Barcelona y presentado en el último Congreso Español de Sexología.
En Pekín Express, Raquel Sánchez Silva acompañaba a los trotamundos en la aventura de recorrer 10.000 kilómetros en 45 días; y, en Supervivientes, retransmitía las penurias de los concursantes desde en Honduras. Pero la trayectoria de esta periodista extremeña comenzó hace 20 años presentando noticias en TelePlasencia, la televisión de su ciudad natal. Poco después entró a formar parte de TVE como reportera de Deportes, y de allí saltó a los informativos de Telemadrid.
Ya en Canal+, Cuatro y Telecinco llegarían los especiales de la serie Lost, los programas Supernanny, Soy lo que como, Acorralados, Perdidos en la tribu y un largo etcétera que suman más de una veintena de formatos. Su trayectoria como escritora comenzó en 2008 con la publicación de Cambio príncipe por lobo feroz (Aguilar) y continuó en 2015 con la novela Mañana, a las seis (Planeta).
TÍTULO: SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO -Youtubers: Las estrellas del descaro,.
Youtubers: Las estrellas del descaro - foto
Internet ha creado un nuevo Star System que arrasa
entre jóvenes . Descubrimos en el Fun & Serious Games Festival de
Bilbao a cuatro mujeres con más seguidores.
Los youtubers son creadores de contenidos hiperactivos, auténticos comunicadores que se han creado a sí mismos. Si tienes más de 22 años es muy probable que no los conozcas, pero se han convertido en los nuevos prescriptores de consumo y creadores de tendencias, y las marcas están empezando a tomar nota.
¿El fin de la tele?
En sus casi 10 años de existencia, YouTube ha cambiado los hábitos de los internautas, y tiene un crecimiento increíble: cada minuto se sube el contenido equivalente a 400 horas de visionado, de forma que tardaríamos 65 años en ver lo que se sube en un día. Los mayores consumidores son los millenials, los menores de 30 años, para quienes la televisión ha perdido relevancia.
Para quienes no están acostumbrados a moverse por los canales de YouTube es difícil entender el fenómeno y solo ven en la plataforma el mayor cajón de sastre del mundo. Un cajón donde encuentran trailers de películas, vídeos de gatitos, recopilaciones de los mayores castañazos del año, tutoriales de todo lo que se pueda imaginar desde coser una falda lápiz a tocar el ukelele o hipnotizar a una gallina, éxitos musicales, vlogs (diarios grabados en vídeo, cuyo nombre procede de unir "vídeo" y "blog")...
Y en ese batiburrillo, los youtubers han encontrado su hueco. Los adolescentes sienten fascinación por estos jóvenes que publican vídeos normalmente grabados en su habitación. PewDiePie, un joven sueco que comenta videojuegos en su canal, es el youtuber más famoso y tiene más de 40 millones de suscriptores que reciben un aviso cada vez que publica un vídeo.
Si lo comparamos con los 17 de la cantante Taylor Swift, está claro que ser famoso en el mundo mediático no te garantiza un hueco estelar en YouTube. Y otro dato a tener en cuenta: PewDiePie ingresó el año pasado casi ocho millones de dólares por la publicidad que la plataforma inserta junto a sus vídeos, los patricinios y el merchandising.
¿Y qué papel desempeñan las mujeres en este nuevo mundo visual? Hasta hace un par de años, los contenidos de las youtubers españolas se centraban en tutoriales y trucos de belleza, fitness o cocina, pero esta tendencia ha cambiado y ya están creciendo en canales "que han sido tradicionalmente masculinos, como el gaming [juegos], con Sarinha; o la comedia, con Yellow Mellow. Han llegado un poco más tarde que los hombres, pero les estan alcanzando", explica Maruchi García, responsable del programa de Partners de YouTube en España. Para ella, este crecimiento es un reflejo de la sociedad: "Las mujeres hacen cada vez un uso más sofisticado de las herramientas de internet y es natural que sean más activas".
El éxito de un canal depende de que el youtuber conecte con los usuarios, transmita credibilidad y sea constante en la subida de vídeos para que el consumidor se enganche a sus historias. En los canales con un contenido personal, la mayoría de los youtubers se crean un personaje más o menos parecido a ellos, para distanciarse emocionalmente de las críticas que pueden ser demoledoras e insultantes amparadas en el anonimato y reservar un espacio de intimidad propio, aunque casi siempre desnuden parte de su alma ante sus suscriptores. "
El humor es fundamental si eres youtuber explica Alba Vidal (Koala Rabioso). Tienes que reírte de ti misma, es un mecanismo de autodefensa". Alba fue una de las participantes en la mesa redonda titulada "Nosotras, la youtubers", en las Vit Talks del Fun&Serious Games Festival.
"Tengo claro que al 100% de las personas que han triunfado en YouTube les apasiona y disfrutan de lo que hacen. La audiencia lo percibe. Me parece tan democrático y maravilloso...", asegura Georgia Elliot, que también participó en esa misma mesa redonda.
Más allá de este requisito emocional, en uno de los talleres de ese encuentro sobre videojuegos, Berta Altarriba, community Strategist de YouTube para España y Latinoamérica, detalló otros ingredientes para que un youtuber triunfe: el vídeo (normalmente grabado en plano medio-corto) tiene que tener una calidad razonable, con buena luz, enfocado y con contenido propio e interesante.
Además, hay que asignarle un título que ayude a aparecer en las búsquedas y elegir una miniatura que llame la atención del consumidor. Y, por supuesto, utilizar todas las redes sociales para contactar con los usuarios, escuchar sus opiniones, interactuar con ellos y difundir los vídeos que han subido. Así se consiguen más likes y hay más posibilidades de aparecer en los primeros puestos del buscador, que es la auténtica medida del éxito de esta tele planetaria.
- Chipset
Hace nueve años, Carolina Denia y Juan Castromil decidieron empezar a subir vídeos a Youtube explicando los pros y los contras de la tecnología que probaban. Sus vídeos convierten la tecnología en algo fácil de entender y son cercanos y desenfadados. Carolina reconoce que, al principio, no siempre la tomaban en serio: "La gente dudaba de mi credibilidad por ser chica, y hablaban de "la presentadora".
Hoy, a sus 38 años, es una de las youtubers más conocidas en España, con casi 800.000 suscriptores en su canal, Chipset. El 72% de sus usuarios tiene entre 25 y 55 años. "Que un youtuber cuente cosas de su vida puede que no le importe a alguien de 45 años, pero a esa persona sí le interesa qué móvil debería comprar". Proyectan abrir otro canal dedicado a productos digitales femeninos "No para que las mujeres nos sigan, sino para que los hombres no dejen de hacerlo si hablo de una depilación láser", explica.
- Holly Molly
Hasta en sus vídeos más serios Aída Riesco (23 años) suelta algún comentario sarcástico. Su ácida visión de las situaciones cotidianas y su sinceridad sin filtros forman parte del atractivo que ha convencido a más de 150.000 suscriptores. Cuenta con cara de circunstancias que es difícil hacer entender qué es ser una youtuber a alguien ajeno a la plataforma: "Cuando le dije a mi abuela que me dedicaba a subir vídeos para internet, me preguntó si hacía porno".
En sus monólogos, igual te cuenta que una señora se la ha colado en el súper que habla de Harry Potter o se corta el pelo (con fatales resultados). Sus usuarios tienen entre 16 y 30 años y buscan distracción. "La gente quiere reírse, cosas fáciles de ver que no estén muy guionizadas", sostiene. Riesco ve YouTube como un medio para aprender y consolidar una carrera cuando acabe el máster en Diseño Gráfico y Creatividad Publicitaria que está estudiando.
- Gominuke
Georgia Elliot de ascendencia irlandesa e inglesa es una youtuber intimista, pero con más de 100.000 suscriptores. "Cuando hago un vídeo es como un miniparto en el que suelto algo que me ha estado comiendo la cabeza varias semanas. A mi alrededor no había gente con la que pudiera hablar de estos temas y en Youtube encontré el espacio". Su intención es que la experiencia que ha vivido sirva a otras personas.
En uno de sus vídeos más conocidos "Yo soy así" hablaba de cómo superar complejos físicos y animaba a sus seguidores a mostrar sus complejos en Twitter con la etiqueta #yosoyasi, mientras se quedaba ante la cámara en bikini. "Si yo, que era una persona que siempre se escondía cuando iba a la playa, me puedo mostrar así, tú también puedes", decía. Sus vídeos son sinceros, pero desdramatiza situaciones. Para muchos adolescentes es una hermana mayor youtuber.
- Koala Rabioso
Koala Rabioso es un canal lleno de cortometrajes de ficción, vídeos inspiracionales, de humor y una buena dosis de rabia, que ha superado los 100.000 espectadores. Alba Vidal (28 años) vierte en él su faceta más creativa, pero tiene otro canal, Koala Vlogs, para sus vídeos más personales y un tercero, Koala Vicioso, centrado en videojuegos y tecnología.
Alba está orgullosa de poder abrir los ojos de la gente joven con sus vídeos y cree que ahí radica el éxito de los youtubers: "Rompemos la cuarta pared y, al mirar a cámara, la gente se siente identificada y nos quiere un montón. Dicen: "Gracias por abrirme la mente", "Gracias por cambiarme la vida", "Por entretenerme". Hay un millón de razones por las que te dan gracias y es genial".
- ¿De qué vive un youtuber?
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