Escándalo de amaños en el tenis,.
Una investigación de la BBC y BuzzFeed News denuncia una red de apuestas ilegales que salpicaría a ganadores de Grand Slam de la última década y al torneo de Wimbledon,.
Una investigación de la BBC y BuzzFeed News destapó horas antes del inicio del Abierto de Australia una supuesta red de apuestas ilegales y amaños deportivos durante la última década en partidos del más alto nivel. En concreto, según los citados medios, el caso salpicaría a 28 jugadores, 16 de los cuales figuraron en el top-50 del ranking mundial en la última década. También destaca que uno de ellos, que ahora compite en Australia, ha amañado en varias ocasiones el resultado de su primer set.
De momento no han trascendido los nombres de los implicados. La investigación precisa que la trama mafiosa tendría origen en Rusia, el norte de Italia y Sicilia. Entre los 28 sospechosos, siempre según dicha información, ocho estarían implicados en la trama del norte de Italia. De estos ocho, “la mayoría son españoles y argentinos”.
El caso salpicaría a 16 jugadores del top-50. Tres partidos del major británico habrían sido arreglados
"Campeones de torneos de Grand Slam, en singles y dobles, forman parte del grupo central de 16 jugadores que, en repetidas ocasiones, fueron señalados por haber perdido partidos cuando había apuestas altamente sospechosas en su contra", describe Buzzfeed. Mientras, la BBC habla de "ganadores de Grand Slam", pero no especifica en qué categorías. En los últimos 10 años hay siete jugadores que han levantado un grande en individuales: el suizo Roger Federer (13 desde 2005, 17 en total), el español Rafael Nadal (14), el serbio Novak Djokovic (10), el suizo Stanislas Wawrinka (2), el escocés Andy Murray (2), el argentino Juan Martín del Potro (1) y el croata Marin Cilic (1).
BuzzFeed News empleó un algoritmo que detectó alteraciones en partidos en los que competían los 16 jugadores bajo sospecha. La investigación partió a raíz del caso Davydenko. Entonces (2007), el tenista Nikolay Davydenko, que llegó a ser el número cuatro del mundo, perdió un encuentro en el torneo de Sopot (Polonia) contra el argentino Martín Vasallo-Argüello (87 del mundo entonces) cuando había ganado el primer set (6-2); después de ceder el segundo (6-3), el ruso se retiró en el tercero (con 2-1 en contra) por una lesión en un pie. Sospechosamente, el bote ascendió a cinco millones de euros, diez veces el montante habitual.
El presidente de la ATP, Chris Kermode, ofreció esta madrugada una rueda de prensa en Melbourne en la que negó que se esté ocultando cualquier tipo de información sobre estos supuestos amaños y en la que aseguró que el organismo que rige el circuito estudiará a fondo las informaciones publicadas por la BBC y BuzzFeed News. "No es cierto que la información se ocultara. Nosotros condenamos cualquier tipo de conducta corrupta en nuestro deporte", señaló Kermode; "la idea de que el tenis no esté actuando correctamente es ridícula".
Hasta ahora se ha sancionado a 18 tenistas, seis de ellos de por vida
Desde 2008, la fecha de su creación, la TIU recibió más de 14 millones de dólares (12,8 millones de euros) para llevar a cabo sus pesquisas y sancionó a 18 tenistas (entre ellos el bilbaíno Guillermo Olaso), seis de ellos de por vida (el primero fue el austriaco Daniel Koellerer y después fueron castigados sine die el ruso Andrey Kumantsov, el serbio David Davic, el griego Alexandros Jakupoviclos y los italianos Potito Starace y Daniele Bracciali).
TITULO: LA ENTREVISTA - ALFREDO HERNANDO,.
El aula es para aprender, no solo para escuchar",.
- -foto--Alfredo Hernando ha visitado las escuelas más innovadoras del mundo y ha recopilado sus metodologías y enseñanzas en un libro,.
- El modelo educativo tradicional padece una profunda crisis
existencial. Las clases magistrales, los apuntes, los deberes y los
exámenes parecen cada vez más anticuados en la era del teléfono móvil y
los vídeos a través de internet. Algunas escuelas, en busca de mejores
resultados tanto académicos como personales, han decidido buscar
alternativas; metodologías que motiven más a sus alumnos y logren
exprimir al máximo el jugo de las horas de clase.
A base de pruebas y de implementar proyectos innovadores en el aula
han conseguido que sus estudiantes aprendan más y, además, se lo pasen
mejor. Alfredo Hernando, psicólogo, pedagogo y entusiasta de estos
nuevos sistemas, emprendió un viaje alrededor del mundo para conocer de
primera mano muchas de estas experiencias. A la vuelta las ha recopilado
en el libro 'Viaje a la escuela del siglo XXI', que ha editado la
Fundación Telefónica.
Aunque cada escuela innovadora es diferente, Hernando asegura que ha
identificado varios elementos comunes a todas, y que estos los
convierten en algunos de los mejores centros de enseñanza del mundo.
«Uno de estos rasgos, tal vez de los más sencillos, es la capacidad de
sus claustros para atreverse a experimentar, a observar y a
perfeccionar. Ver qué pueden mejorar, y buscar dentro de su mismo
proyecto las soluciones y mejoras necesarias», asegura el pedagogo.
El viaje de Hernando lo llevó a encontrar proyectos que, aunque
comparten su apuesta por la innovación educativa, están enmarcados en
realidades sociales y culturales completamente diferentes. El recorrido
incluye un colegio barco de Bangladesh, escuelas comunitarias africanas,
centros públicos y concertados españoles, aulas abiertas y sin
asignaturas de modelo nórdico y todo el abanico intermedio.
«Tenemos que entender que la unidad de cambio es la escuela», detalla
el autor. «Hay que comprender las necesidades que tiene, las fortalezas
del equipo, el potencial con el que cuenta el centro y cómo se adapta
al entorno en el que está. En todos los colegios hay profesores y
proyectos estrella, y lo que verdaderamente hace falta son
constelaciones».
Para lograrlo, defiende, tal vez hace falta cambiar el rol del
profesor. «El aula es para aprender, no solo para escuchar», afirma. «El
profesor no debería ser el responsable de estar todo el rato contando
cosas; no hace falta que exista esa transmisión constante de
información».
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A base de pruebas y de implementar proyectos innovadores en el aula han conseguido que sus estudiantes aprendan más y, además, se lo pasen mejor. Alfredo Hernando, psicólogo, pedagogo y entusiasta de estos nuevos sistemas, emprendió un viaje alrededor del mundo para conocer de primera mano muchas de estas experiencias. A la vuelta las ha recopilado en el libro 'Viaje a la escuela del siglo XXI', que ha editado la Fundación Telefónica.
Aunque cada escuela innovadora es diferente, Hernando asegura que ha identificado varios elementos comunes a todas, y que estos los convierten en algunos de los mejores centros de enseñanza del mundo. «Uno de estos rasgos, tal vez de los más sencillos, es la capacidad de sus claustros para atreverse a experimentar, a observar y a perfeccionar. Ver qué pueden mejorar, y buscar dentro de su mismo proyecto las soluciones y mejoras necesarias», asegura el pedagogo.
El viaje de Hernando lo llevó a encontrar proyectos que, aunque comparten su apuesta por la innovación educativa, están enmarcados en realidades sociales y culturales completamente diferentes. El recorrido incluye un colegio barco de Bangladesh, escuelas comunitarias africanas, centros públicos y concertados españoles, aulas abiertas y sin asignaturas de modelo nórdico y todo el abanico intermedio.
«Tenemos que entender que la unidad de cambio es la escuela», detalla el autor. «Hay que comprender las necesidades que tiene, las fortalezas del equipo, el potencial con el que cuenta el centro y cómo se adapta al entorno en el que está. En todos los colegios hay profesores y proyectos estrella, y lo que verdaderamente hace falta son constelaciones».
Para lograrlo, defiende, tal vez hace falta cambiar el rol del profesor. «El aula es para aprender, no solo para escuchar», afirma. «El profesor no debería ser el responsable de estar todo el rato contando cosas; no hace falta que exista esa transmisión constante de información».
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