España a ras de cielo es un programa de televisión emitido por TVE y se estrenó el 17 de septiembre de 2013. Desde el primer programa, está presentado por Francis Lorenzo. Martes a las 22h30,.
El programa permite conocer lugar de España desconocidos y ya conocidos desde otro punto de vista. , etc.
PLANETA CALLEJA - DOMINGO -14-ABRIL ,.
Planeta Calleja es un programa de televisión de España que se emite cada domingo a las 21:30, en Cuatro de Mediaset España,. Jesús Calleja enfrentará a rostros conocidos a vivir experiencias únicas e irrepetibles fuera de su contexto habitual y en los lugares más remotos y fascinantes ., etc.
Paco Tous: «La ficción española cada vez es más exportable»,.
El actor es el fichaje estrella de la quinta temporada de 'Allí abajo', la serie que este martes emite Antena 3
Como quien entra «en casa ajena», porque llega en su quinta y última temporada, Paco Tous (Sevilla, 55 años) ha rodado «doblemente» 'Allí abajo'. Una, «por el título», y la otra porque lo ha hecho en su tierra tras haber trabajado durante gran parte de su carrera «en Madrid, e incluso más veces en Barcelona que en Sevilla». «Poder ir al plató desde tu casa después de tantos viajes ha sido un placer», comenta el actor que da vida a Epi, el alcalde de Castrofidel, en la serie, que promedia más de dos millones de espectadores y un 14,9% de cuota de pantalla, y que mañana, a las 22:45 horas, emite Antena 3.- ¿Ha notado la magia que decía María León que destila la serie?
Puede que esa magia venga de la mezcla del sur y del norte. Hay muy buen ambiente de trabajo, más incluso que buen rollo. En cinco temporadas, aparte de eso ya se crean vínculos de amistad. Y cuando pasa eso, y en ese orden, normalmente funciona todo muy bien.
- ¿Cómo se unió al reparto?
Querían tener un personaje que se saliera un poco del hospital, pensaron en mí. Y yo dije que sí. A comienzos de la serie ya hubo un poco de tanteo, pero no pude estar por otro proyecto que me coincidía, y que ya había aceptado. Esta vez me pillaba bien, y además era con compañeros con los que ya había trabajado, como María León. Por eso me hacía especial ilusión, y también por estar en Sevilla trabajando, claro.
- ¿Por qué diría que ha conseguido mantenerse cinco temporadas en antena?
Yo creo que por el descaro, la soltura, la frescura, el poco filtro que tiene. Se permite jugar con varios estilos, con actores que hacen realidad y otros que hacen incluso el payaso. Esa mezcla es muy descarada y yo creo que complace a la gente. De entrada la propuesta es muy libre, muy descarnada. Si te gusta, bien, y si no, pues nosotros lo hemos intentado.
- Como actor, ¿con qué personajes se queda?
Hombre, es inevitable hablar de 'Los hombres de Paco', del inspector Francisco Miranda. Fueron cinco años de trabajo y ciento veintitantos capítulos, y aparte de eso fue escuela para mí en televisión. También podría decir que me encantó la sobriedad de mi personaje en la primera parte de 'La peste'. Y después hay uno que me trabajé con mucha ilusión, porque me parecía muy difícil, que fue cuando hice de Tejero. Sobre todo porque era un personaje histórico, pero que prácticamente había que inventar, porque en realidad conocíamos los minutos del asalto y poco más. Lo demás era inventarse e intentar emular a un personaje que todos creemos que conocemos pero que no hemos visto mucho, y eso era un riesgo.
- Ese se sale bastante de la comedia.
Sí. Si me dan trabajo, tampoco me importa que sea con un poco más de realismo. Por ejemplo, el personaje de Moscú en 'La casa de papel', que era un poco el papá de los más jovencitos de la serie. Ahí disfruté actuando. Me lo pasé muy bien y me divertí mucho.
- ¿Cómo ha visto la llegada de estas nuevas plataformas?
Benditas sean, porque ofrecen más puestos de trabajo, hacen que el consumo de televisión sea más rápido, te permiten elegir y ver contenido a la carta. Yo creo que esa variedad hace que nos arriesguemos más en lo audiovisual. La ficción española es cada vez más exportable. Cada vez sabemos hacer mejores series, y no solo los actores, también guionistas, creadores, directores, técnicos, iluminadores, realizadores.
- ¿Y con qué duración se encuentra más cómodo?
Yo siempre digo que para la comedia el formato de cincuenta minutos incluso es grande, que todavía le sobran minutos. Se pueden hacer capítulos más cortos, y le vendría bien al ritmo vertiginoso que se necesita en una comedia. En las tramas de 'thriller' cada episodio puede aguantar algo más, pero se acaba convirtiendo en un tiempo excesivo por la publicidad, que todos sabemos que es muy necesaria.
TÍTULO: Ochéntame otra vez -Una pija llamada Ajo- ,.
Jueves -11- ABRIL a las 22:35 en La 1, foto.
Una pija llamada Ajo,.
De niño, me decían que era hijo putativo de don Emiliano y del caudillo inca Manco Cápac,.
Con motivo de la polémica sobre Hernán Cortés, que ha vuelto a despertar nuestros complejos y a hacerle el juego a la leyenda negra, me he acordado de Manco Cápac, primer caudillo y fundador de la cultura inca en Cuzco, personaje legendario y protagonista de algunas lecciones inolvidables del Bachillerato elemental.
Pero si yo no me olvido del tal Manco Cápac, también conocido como Manco Inca o Ayar Manco, es porque cada vez que el profesor lo mentaba en clase, mis compañeros se giraban y, con la consustancial crueldad infantil-adolescente, me decían: «Mira, ahí lo tienes, tu padre». Aunque lo que me apetecía era responderles: «El tuyo, para que no ladres», callaba porque desde niño aprendí que ante las provocaciones, lo mejor es guardar silencio, algo que me ha sido muy útil para soportar las barbaridades que a veces llegan a través de las redes sociales.
El caso es que a mí, de niño, en el colegio Paideuterion de Cáceres, me adjudicaban dos padres putativos: uno era el caudillo inca Manco Cápac y el otro era don Emiliano. Aquellos compañeros de clase son para mí los inventores de las 'fake news' y quizás sea esa la razón de que no me inmute lo más mínimo ante cualquier falsedad o rumor pues convivo con ellos desde tiempos incaicos.
Don Emiliano era mi profesor de Lengua Española y tenía la particularidad de que le faltaba un brazo. Cápac, que yo sepa, tenía los dos, pero su nombre, Manco, también lo situaba en la órbita de mis posibles padres. El caso es que yo esbozaba la mejor de mis sonrisas cada vez que tocaba clase de historia de los incas y también sonreía cuando me preguntaban muy en serio que si los sobresalientes que me ponía don Emiliano en Lengua era por ser su hijo.
Esta barbaridad científica de que la falta de brazo se transmite de padres a hijos puede darles risa, pero no olvidaré nunca la primera vez que el ginecólogo vio a mi hijo en ecografía y dijo muy serio: «¡Ah, pues viene con los dos brazos!». ¡Coñe, y cómo quería que viniera! Aunque peor fue lo de una niña pija madrileña llamada Mari Ajo, que durante un veraneo en Candelario propuso que me echaran de la pandilla porque sus padres le habían dicho que a lo mejor, lo mío se pegaba. Más grave era llamarse Ajo y no por eso proponíamos su expulsión, le respondimos y la cosa quedó en nada.
A don Emiliano, aunque no me engendrara, le tengo mucho cariño porque fue la primera persona que me animó a escribir. Nos mandó una redacción titulada 'Desde mi ventana' y yo conté que desde la de mi habitación se veía lo que hoy es el parque del Príncipe y, girando la vista, veía después la ciudad, comparaba lo rural y lo urbano, metía por el medio a Fray Luis y su mundanal ruido y aquello, a los 11 años, debía de ser un poco raro, así que don Emiliano me adoptó como su hijo literario.
Otro que me animaba mucho era don Vicente Castro, párroco de San Mateo, que rezaba con todo el Paideuterion el rosario los sábados por la mañana y cuando hablaba de la cruz que cada uno debe llevar con resignación y buen talante, me ponía como ejemplo si no de caudillo inca, sí de santo cristiano. Pero ya ven, a pesar de tanta cruz, tanta Mari Ajo y tanto padre putativo, tuve una infancia feliz.
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