El Miercoles -22- Mayo a las 22:40 por La 1, fotos,.
El matemático que dejó de estudiar galaxias para intentar curar el cáncer,.
El nuevo presidente del mayor organismo financiador de la ciencia europea cambió las matemáticas por la medicina tras la trágica muerte de su joven esposa,.
Ese chaval melenudo y barbudo de la foto, Mauro Ferrari, va a manejar
un presupuesto mayor que el de muchos países: 16.600 millones de euros
para el periodo 2021-2027. La Comisión Europea acaba de anunciar que ese
chico, hoy un señor de 60 años, será el próximo presidente
del Consejo Europeo de Investigación, el mayor organismo dedicado a
financiar la ciencia en el continente. Esta es la triste historia de
aquella foto de 1987.
Ferrari, nacido en Padua (Italia) en 1959, suele empezar sus charlas mostrando un retrato de una chica veinteañera. “Esta es Marialuisa”, proclama ante su audiencia. La vio por primera vez, según explica, cuando ella tenía 20 años y él, 23. “Me enamoré de ella hasta tal punto que, unas horas después de conocerla, literalmente, le propuse que nos casáramos”, continúa. La siguiente diapositiva muestra a Marialuisa en la playa unos meses después. “Esta es una foto de nuestra luna de miel”, prosigue Ferrari, que por entonces era un jovencísimo matemático becado por la Universidad de California, en Berkeley. Las imágenes se suceden en la pantalla: la boda, el primer niño, el segundo embarazo de dos niñas gemelas. Y una foto de toda la familia en 1995. “Esta es la última foto de Marialuisa viva”.
La mujer de Ferrari murió pocos días después por un cáncer galopante, entre terribles dolores, cuando apenas tenía 32 años. El matemático, que en aquella época se dedicaba a hacer cálculos sobre el movimiento de las galaxias, se sintió incapaz de seguir investigando asuntos que no tuvieran que ver con la medicina. “Fue muy trágico. Sentí que tenía que hacer algo contra el cáncer. Si vas a una guerra y tienes un cuchillo, vas con el cuchillo. Y si tienes una piedra, vas con una piedra. Yo tenía las matemáticas y la física”, recuerda.
Ferrari, la primera persona de su familia que fue a la universidad, se convirtió muy pronto en un pionero de la nanomedicina.
Su laboratorio diseña partículas, de un tamaño de millonésimas de
milímetro, que inyectadas en la sangre actúan como taxis que transportan
fármacos directamente hasta los tumores. De momento, ha tenido éxito en ratones. Ferrari, que corre ultramaratones, sabe que la ciencia también es una carrera de larga distancia.
El investigador italiano, católico practicante, cree que “el sentido
de la vida, seas religioso o no, es transformar el dolor en algo útil
para otras personas”. En su caso, la muerte de Marialuisa hizo que
Ferrari consagrara su vida a aprender sobre el cáncer para poder
derrotarlo. En 2002, la Universidad Estatal de Ohio le fichó como
profesor de medicina interna y el científico se dio cuenta de que sabía
mucho sobre lo diminuto y muy poco sobre lo demás. Así que, a sus 43
años, se matriculó en el primer curso de Medicina como un alumno más.
“Los otros estudiantes podían ser mis hijos”, recuerda entre risas.
Sin embargo, Ferrari no tuvo tiempo para acabar la carrera en la que era alumno y profesor a la vez. En 2003, el Instituto Nacional del Cáncer de EE UU le puso al frente de la Alianza para la Nanotecnología contra el Cáncer, un programa nacional que financió a miles de científicos en todo el país. A partir de 2010, Ferrari presidió el Instituto de Investigación del Hospital Metodista, un centro en Houston con más de 1.000 investigadores y cientos de ensayos clínicos de nuevos fármacos en marcha.
Ferrari compara su estrategia contra el cáncer con la exploración
espacial. Los ingenieros de la NASA, subraya, se percataron de que no
podían llegar a la Luna con “una sola bola de cañón”. En su lugar,
inventaron un cohete con diferentes módulos para poder salir de la
órbita terrestre, alcanzar el satélite, alunizar y regresar a casa. El
equipo de Ferrari intenta hacer lo mismo con el cáncer, diseñando
nanopartículas con múltiples etapas: la primera aterriza en el vaso
sanguíneo que alimenta al cáncer, la segunda penetra en el tumor, la
tercera entra en la célula maligna.
“Matar células cancerosas es muy fácil. Puedes hacerlo con agua. Puedes ahogar las células cancerosas. El problema no es qué fármaco utilizar, lo difícil es asegurarte de que no mate a todo lo demás”, repite Ferrari en sus conferencias.
Las charlas del italiano tienen un final feliz. Tras la “increíble tragedia” de la muerte de Marialuisa, Ferrari comenzó una relación con Paola del Zotto, que había sido su amor platónico en el instituto. Al poco de empezar, su nueva pareja se quedó embarazada de gemelas. “Paola no tenía hijos y en unos pocos meses tenía cinco. La llamaban la señora De Cero a Cinco”, bromea el investigador.
Ahora, Mauro, Paola y sus cinco hijos —Giacomo, las gemelas Kim y Chiara y las gemelas Ilaria y Federica— suelen acudir juntos al evento anual itinerante que, desde 1999, homenajea a Marialuisa e intenta concienciar al personal sanitario sobre la necesidad de estar atentos a los primeros síntomas del cáncer y al dolor de los pacientes. Al matemático le gusta mencionar a Simón de Cirene, el campesino que, según el relato bíblico, se encontró por casualidad con la comitiva que llevaba a Jesucristo a la crucifixión. El labrador regresaba a su casa del trabajo y, sin comerlo ni beberlo, acabó cargando con la cruz de Jesús. Así se siente Mauro Ferrari.
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El Badajoz por fin se puede dar un respiro. Entre huir del descenso,
correr hacia la Copa y esprintar para el playoff no ha tenido un
descanso desde la llegada de Mehdi Nafti en esta carrera de fondo en la
que tenía un control de marcas cada domingo. No había tregua posible.
Seis meses de una exigencia extrema. Pero el equipo pacense aseguró su
objetivo con un partido aún por disputarse y se puede permitir el lujo
de ir a Sanlúcar de Barrameda con cierta relajación. Una situación
idílica para un equipo tradicionalmente condenado al sufrimiento en la
última jornada. Una circunstancia en la que sí se encuentra su rival,
jugándose no caer en la plaza de promoción de descenso con el Granada B,
Jumilla y Don Benito.
Con los deberes hechos y pensando ya en la primera eliminatoria de ascenso, el técnico blanquinegro adelantaba que dará descanso a los habituales y por eso se ha llevado a canteranos como Barquero, Abraham, Golo, Moi Ortega y algún 'yogurín' más del juvenil de La Academia CDB. Pero avisa de que no irán de turismo a este enclave natural donde el Guadalquivir se convierte en mar y a los pies de Doñana. «Tenemos en juego mantener todo lo que hemos conseguido hasta ahora, la continuidad del trabajo, con otros jugadores, pero continuidad», sostenía Nafti.
De esta forma y con la duda de Cristian Pérez, será el turno del portero Pawel Florek, los inéditos Mendy y Jordan Greenidge, Adama Fofana y de otros jugadores importantes en distintas fases del campeonato pero ahora con menor protagonismo en el once como Juanjo García, Eneko Zabaleta y el capitán José Ángel. Una oportunidad para rodarse de cara a tenerles a todos enchufados para el playoff. Incluso Barquero, Abraham o Golo podrían salir de inicio. «Quiero saber cómo están los chicos que menos minutos llevan, los del filial que nos vamos a llevar. Hay que ir a competir y si se puede ganar mejor», apuntó Nafti en su habitual comparecencia del viernes.
José Higón y David Martín llegan al playoff con muchos kilómetros en sus piernas. Son los únicos jugadores que han participado en todos los 37 encuentros de liga. La lesión de Guzmán les deja prácticamente sin recambios, de ahí que el preparador francotunecino trate de buscar otras alternativas con Eneko y Golo del filial. «Me hubiese gustado que David Martín o Higón tuviesen más descanso. Es verdad que la lesión de Guzmán nos ha impedido rotar en el puesto de extremo, por eso hemos adelantado también en los últimos partidos a Eneko. La lesión de Kamal y Cristian también nos han perjudicado bastante, pero es lo que hay». También reservará seguro a Candelas, Toni Abad, Petcoff y Éder Díez. En defensa pueden ser varias las variables en función de si puede contar con Cristian Pérez y optar por Barquero para dar relevo a Mario Gómez y César Morgado. Nafti no tiene mucha confianza en Jordan Greenidge, por lo que Francis Ferrón, más fresco que Éder Díez, podría ser el único en mantenerse entre los titulares y con José Ángel de enganche.
A la espera del sorteo del lunes, Nafti se muestra confiado en las prestaciones de su tropa. «Hemos hecho una segunda vuelta increíble con unos números espectaculares y de ahí el subidón del equipo. Lo que más me gusta es que el equipo no sufre tanto. Nos hacen pocas ocasiones y eso nos da mucha confianza».
El Sanluqueño se juega la permanencia. Necesita ganar para salvarse o que el Granada B pinche en Don Benito.
Ferrari, nacido en Padua (Italia) en 1959, suele empezar sus charlas mostrando un retrato de una chica veinteañera. “Esta es Marialuisa”, proclama ante su audiencia. La vio por primera vez, según explica, cuando ella tenía 20 años y él, 23. “Me enamoré de ella hasta tal punto que, unas horas después de conocerla, literalmente, le propuse que nos casáramos”, continúa. La siguiente diapositiva muestra a Marialuisa en la playa unos meses después. “Esta es una foto de nuestra luna de miel”, prosigue Ferrari, que por entonces era un jovencísimo matemático becado por la Universidad de California, en Berkeley. Las imágenes se suceden en la pantalla: la boda, el primer niño, el segundo embarazo de dos niñas gemelas. Y una foto de toda la familia en 1995. “Esta es la última foto de Marialuisa viva”.
La mujer de Ferrari murió pocos días después por un cáncer galopante, entre terribles dolores, cuando apenas tenía 32 años. El matemático, que en aquella época se dedicaba a hacer cálculos sobre el movimiento de las galaxias, se sintió incapaz de seguir investigando asuntos que no tuvieran que ver con la medicina. “Fue muy trágico. Sentí que tenía que hacer algo contra el cáncer. Si vas a una guerra y tienes un cuchillo, vas con el cuchillo. Y si tienes una piedra, vas con una piedra. Yo tenía las matemáticas y la física”, recuerda.
“El sentido de la vida es transformar el dolor en algo útil para otras personas”, opina Ferrari
Sin embargo, Ferrari no tuvo tiempo para acabar la carrera en la que era alumno y profesor a la vez. En 2003, el Instituto Nacional del Cáncer de EE UU le puso al frente de la Alianza para la Nanotecnología contra el Cáncer, un programa nacional que financió a miles de científicos en todo el país. A partir de 2010, Ferrari presidió el Instituto de Investigación del Hospital Metodista, un centro en Houston con más de 1.000 investigadores y cientos de ensayos clínicos de nuevos fármacos en marcha.
“Matar células cancerosas es muy fácil. Puedes hacerlo con agua. Puedes ahogar las células cancerosas. El problema no es qué fármaco utilizar, lo difícil es asegurarte de que no mate a todo lo demás”, repite Ferrari en sus conferencias.
Las charlas del italiano tienen un final feliz. Tras la “increíble tragedia” de la muerte de Marialuisa, Ferrari comenzó una relación con Paola del Zotto, que había sido su amor platónico en el instituto. Al poco de empezar, su nueva pareja se quedó embarazada de gemelas. “Paola no tenía hijos y en unos pocos meses tenía cinco. La llamaban la señora De Cero a Cinco”, bromea el investigador.
Ahora, Mauro, Paola y sus cinco hijos —Giacomo, las gemelas Kim y Chiara y las gemelas Ilaria y Federica— suelen acudir juntos al evento anual itinerante que, desde 1999, homenajea a Marialuisa e intenta concienciar al personal sanitario sobre la necesidad de estar atentos a los primeros síntomas del cáncer y al dolor de los pacientes. Al matemático le gusta mencionar a Simón de Cirene, el campesino que, según el relato bíblico, se encontró por casualidad con la comitiva que llevaba a Jesucristo a la crucifixión. El labrador regresaba a su casa del trabajo y, sin comerlo ni beberlo, acabó cargando con la cruz de Jesús. Así se siente Mauro Ferrari.
TITULO:RADIO ANTIGUA - Prueba de rodaje en Sanlúcar ,.
RADIO ANTIGUA - Prueba de rodaje en Sanlúcar , fotos,.
Prueba de rodaje en Sanlúcar,.
El Badajoz se da un respiro en la última jornada y viaja con varios canteranos con el objetivo de dar minutos a los menos habituales,.
Con los deberes hechos y pensando ya en la primera eliminatoria de ascenso, el técnico blanquinegro adelantaba que dará descanso a los habituales y por eso se ha llevado a canteranos como Barquero, Abraham, Golo, Moi Ortega y algún 'yogurín' más del juvenil de La Academia CDB. Pero avisa de que no irán de turismo a este enclave natural donde el Guadalquivir se convierte en mar y a los pies de Doñana. «Tenemos en juego mantener todo lo que hemos conseguido hasta ahora, la continuidad del trabajo, con otros jugadores, pero continuidad», sostenía Nafti.
De esta forma y con la duda de Cristian Pérez, será el turno del portero Pawel Florek, los inéditos Mendy y Jordan Greenidge, Adama Fofana y de otros jugadores importantes en distintas fases del campeonato pero ahora con menor protagonismo en el once como Juanjo García, Eneko Zabaleta y el capitán José Ángel. Una oportunidad para rodarse de cara a tenerles a todos enchufados para el playoff. Incluso Barquero, Abraham o Golo podrían salir de inicio. «Quiero saber cómo están los chicos que menos minutos llevan, los del filial que nos vamos a llevar. Hay que ir a competir y si se puede ganar mejor», apuntó Nafti en su habitual comparecencia del viernes.
José Higón y David Martín llegan al playoff con muchos kilómetros en sus piernas. Son los únicos jugadores que han participado en todos los 37 encuentros de liga. La lesión de Guzmán les deja prácticamente sin recambios, de ahí que el preparador francotunecino trate de buscar otras alternativas con Eneko y Golo del filial. «Me hubiese gustado que David Martín o Higón tuviesen más descanso. Es verdad que la lesión de Guzmán nos ha impedido rotar en el puesto de extremo, por eso hemos adelantado también en los últimos partidos a Eneko. La lesión de Kamal y Cristian también nos han perjudicado bastante, pero es lo que hay». También reservará seguro a Candelas, Toni Abad, Petcoff y Éder Díez. En defensa pueden ser varias las variables en función de si puede contar con Cristian Pérez y optar por Barquero para dar relevo a Mario Gómez y César Morgado. Nafti no tiene mucha confianza en Jordan Greenidge, por lo que Francis Ferrón, más fresco que Éder Díez, podría ser el único en mantenerse entre los titulares y con José Ángel de enganche.
A la espera del sorteo del lunes, Nafti se muestra confiado en las prestaciones de su tropa. «Hemos hecho una segunda vuelta increíble con unos números espectaculares y de ahí el subidón del equipo. Lo que más me gusta es que el equipo no sufre tanto. Nos hacen pocas ocasiones y eso nos da mucha confianza».
El Sanluqueño se juega la permanencia. Necesita ganar para salvarse o que el Granada B pinche en Don Benito.
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