TITULO: España Directo -Economía - Bruselas permite a Berlín dar a sus empresas 27.500 millones en ayudas para la transición energética,.
Bruselas permite a Berlín dar a sus empresas 27.500 millones en ayudas para la transición energética,.
Vestager sostiene que la medida pretende evitar “la deslocalización de empresas hacia países de fuera de la UE con políticas climáticas menos ambiciosas”,.
foto / La transición hacia una economía de bajas emisiones o ninguna, objetivo marcado por Bruselas para 2050, tiene un precio alto y más en países donde la industria tiene un gran protagonismo, como Alemania. A la primera economía del continente, la Comisión Europea le ha dado luz verde este viernes para otorgar 27.500 millones en ayudas hasta 2030 a las empresas que utilizan la electricidad intensivamente por el aumento de precios que va a provocar el comercio de derechos de emisión. Sobre el papel, el objetivo es evitar que esa transición, en la que Europa está a la vanguardia en el planeta, no se convierta en un lastre que provoque “la deslocalización de la producción hacia países fuera de la Unión Europea con políticas climáticas menos ambiciosas”.
Cuando se dan cifras sobre el coste de la revolución verde, los responsables de la Unión Europea hablan de cantidades tan enormes que cuesta mucho hacerse a una idea de lo que suponen. El Comisario de Economía, Paolo Gentiloni, lo suele cuantificar en medio billón de euros al año entre la inversión pública y la privada, o sea más que todo el presupuesto consolidado del Estado español este año. Pasos como los que autorizó ayer el departamento de Competencia de la Unión Europea ayudan a entender el por qué de esas cantidades desmesuradas. Dio luz verde al Gobierno de Olaf Scholz para que dé subsidios entre 2021 y 2030 por casi 30.000 millones, un dinero que saldrá de los contribuyentes alemanes, y que ayudará a que una industria muy dependiente del gas barato de Rusia -algo que se ha acabado por el momento- no se lleve un golpe mayor.
La invasión de Ucrania obliga a reducir la dependencia de los combustibles fósiles y acelera esa transición, pero también la encarece mucho. La guerra, las sanciones económicas, las represalias del régimen de Vladímir Putin y el aumento del precio de los combustibles se superponen sobre el cambio estructural que es la revolución verde y provocan sobre países como Alemania una tormenta perfecta. Berlín contaba con el gas (barato) ruso para esa transición, como demuestra la construcción del Nordstream II, y eso ha saltado por los aires con la guerra.
En este contexto cabe enmarcar los 27.500 millones autorizados como ayudas de Estado por el departamento que dirige Magrethe Vestager, que también dio luz verde a subvenciones para el mismo fin en Holanda, 835 millones, y Finlandia, otros 687. La diferencia en la cantidad final no es la única distinción. El plan alemán se extiende de 2021 a 2030 y financia hasta el 75% del coste indirecto provocado por los derechos de emisión (el aumento de precio de la energía provocado por este mecanismo) e incluso más si se dan determinadas circunstancias. El periodo previsto por los programas de La Haya y Helsinki va de 2021 a 2025: en el primero también se podrá pagar hasta el 75% del coste; en el segundo, el 25%. La justificación que da la comisaria danesa en los tres casos coincide: “Promover [o lograr] la economía sin emisiones de carbono de una forma que no lastre la rentabilidad de la economía [...] protegiendo al mismo tiempo el mercado único”.
Esas palabras de Vestager sintetizan el documento que la Comisión aprobó septiembre de 2020 en el que se regulan estas ayudas. Antes de que estallara la guerra, cuando comenzaron a subir los precios de la energía, era habitual que países de la UE muy dependientes de combustibles fósiles que generan mucha emisión de carbono, como el carbón, responsabilizaran al mecanismo de derechos de emisión como causa del encarecimiento. Polonia, Hungría o República Checa solían exponer sus quejas. Ese mecanismo, básicamente, consiste en que se le da un valor al daño que puede provocar en el medioambiente la generación de carbono (al generar electricidad, por ejemplo) y para poder emitir esa contaminación hay que comprar el derecho a hacerlo, y, además, hay un mercado en el que estas autorizaciones se compran y se venden. Todo esto, lógicamente, encarece los procesos de fabricación y puede acabar por lastrar la competitividad de las empresas.
Para luchar contra el calentamiento global, la Comisión Europea se fijó a finales de 2019 el objetivo de que los países de la UE reduzcan sus emisiones en 2030 en un 55% sobre lo que lo hacían en 1990. Ese listón suponía acelerar los planes iniciales de lograr dentro de ocho años una rebaja del 40%. Meses después de esa decisión, en septiembre de 2020, es cuando llegó el criterio de la Comisión que permite dar estas ayudas que alivien los costes que tienen que afrontar las empresas por este objetivo.
Pero las urgencias de las compañías no se acaban con los planes para frenar el cambio climático. La guerra de Ucrania las ha agudizado y ahí aparecen otras decisiones de Competencia sobre ayudas de Estado este verano, amparada en una regulación de marzo pasado. Una de ellas también autoriza a Alemania a dar 5.000 millones en ayudas a compañías hasta septiembre de este año, la misma cantidad que Francia. Otros países destacados en este capítulo son Italia, que tiene el visto bueno para subsidios por más de 13.000 millones, Finlandia (2.500 millones) o Polonia (1.200 millones).
Aunque si hay una ayuda de Estado que en los últimos meses ha provocado debates en la capital comunitaria e, incluso, tomas de posición de casi todos los Estados miembro ha sido la excepción ibérica para fijar los precios de la electricidad en el mercado mayorista, algo que afecta a los consumidores . Tras recibir el respaldo político de un Consejo Europeo a finales de marzo, Competencia autorizó finalmente el mecanismo que estaría en vigor un año y que se valoró en 8.400 millones (6.300 para España y 2.100 para Portugal).
Viernes - 7 - Octubre a las 22.00, en Telecinco, foto,
Héctor Barbotta ,.
Héctor Barbotta: "Ya no es tabú hablar de los desaparecidos en Argentina",.
Héctor Barbotta. San Isidro, Argentina, 1963. El periodista y escritor logra darle sentido al drama familiar que tanto dolor ha causado a su familia argentina en su última novela 'El tío francés' (Ediciones del Genal).
- Su novela narra un drama que afectó a su propia familia, entrelazado con la historia de Argentina.
- Siempre se dice que las grandes historias se cuentan a través de pequeñas historias. Nací en Argentina y tenía mucho interés en contar algo sobre mi país. Para hacerlo, lo más honesto era narrar una historia cercana sobre lo que había pasado en mi entorno.
- ¿Un ajuste de cuentas?
- Totalmente. Sí, el libro da rienda suelta al instinto básico de la venganza. No tengo ningún reparo en reconocerlo.
- En su novela está muy presente su tío, que a la vez es el gran ausente.
- Es una ausencia que provoca un sufrimiento muy grande en mis abuelos y en mi padre. Es un sufrimiento que ya pasó y no se puede curar ni solucionar porque las personas que lo sufrieron ya han muerto, pero es saludable ajustar cuentas.
- Sostiene que en la dictadura militar en Argentina se produjo una especie de agujero negro en la memoria.
- Antes del golpe de estado, mi padre nos dice a mi hermana y a mí, que tendría 12 años: 'Se acabó hablar de política fuera de casa'. Me acuerdo como si fuera ayer. Dejamos de hablar de política fuera de casa y dentro también. Ahí se produjo un agujero negro. Con los años, descubrí que esa decisión de dejar de hablar de política, esos silencios convertidos en agujeros de memoria, no era algo que había ocurrido solo en mi casa, sino en muchos hogares. Era una cosa colectiva. La sociedad argentina, durante la dictadura, se negó lo que estaba pasando: 'Esto no puede estar pasando'. Y todos nos hicimos los sorprendidos cuando salieron los cadáveres, los testimonios...
- Y tantos y tantos desaparecidos.
- 30.000 personas no desaparecen sin que la sociedad se dé cuenta. Primero, la sociedad decidió no enterarse de lo que estaba pasando, y luego, se decía una frase dantesca: 'algo habrá hecho'. Después, hubo que hacer una catarsis colectiva y, afortunadamente, el país la hizo. Hoy en día, ya no es un tema tabú hablar de los desaparecidos en Argentina.
- Pero el dolor sigue ahí.
- Los desaparecidos de Argentina son ausencias permanentes. Es un castigo añadido a las familias, que no pueden hacer el duelo porque no saben qué pasó. El gran crimen de lesa humanidad es hacer desaparecer a personas. Son heridas que no se cierran nunca y por eso son crímenes que no pueden prescribir porque se siguen cometiendo todo el tiempo.
- ¿Memoria u olvido ante una dictadura militar como la de Argentina?
- Memoria porque el olvido es como cuando tienes una herida que se te infecta y la tapas. La infección sigue por dentro. Hay que curar la herida, aunque duela. Los dramas no se pueden esconder en las cunetas porque acaban saliendo.
- Las leyes de amnistía para los militares de la dictadura no ayudaron mucho.
- En Argentina, hubo muchos avances y retrocesos. Hubo una amnistía y dos leyes de impunidad. Con la llegada de Néstor Kirchner, se anularon esas leyes y se reanudaron los juicios. Ahora, hay cientos de militares en prisión y Videla, que era el dictador, murió en la cárcel. Se hizo un avance importante para el fin de la impunidad y la recuperación de la memoria. Lo único que hizo bien Argentina desde que recuperó la democracia fue la recuperación de la memoria. Hizo casi todo mal en política, economía, ahora hay una brecha social terrible, pero el ejercicio de la memoria es ejemplar.
- ¿Es posible reconciliarse con el pasado, sobre todo en países con dictaduras?
- No tengo interés en reconciliarme. Las madres de la Plaza de Mayo dicen: 'no olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos'. Una cosa es aprender lo que se hizo mal para no repetirlo y otra es reconciliarse con asesinos.
- ¿Cómo fue investigar esta parte de la historia de su país?
- Estuve diez años investigando la historia de mi tío, con la dificultad de hacerla a 10.000 kilómetros de distancia. La dictadura empezó cuando yo tenía 12 años y acabó cuando cumplí 20. Esa parte la conocía perfectamente.
- ¿Hubo duelo entre el escritor y el periodista?
- Sí, y el escritor perdió por goleada. No sé si soy buen o mal periodista, seguramente del montón, pero llevo 30 años de profesión y no se pueden borrar escribiendo dos novelas. Para la investigación, me vino muy bien ser periodista.
- En 1988 usted abandona Argentina y se traslada a España, ¿siente que vive en el exilio?
- Ufff. El desarraigo es una herida que no cierra nunca. Pero lo que echo de menos es un país que ya no existe. ¿Echas de menos tener 20 años? Sí, pero echas de menos ese momento. Cuando voy a Argentina, recuerdo comidas, olores y estoy con amigos, pero el sitio es muy diferente al que yo conocía cuando vivía allí. Me asusta cuando la gente habla muy alegremente de irse a otro país. Dejar tu hogar y tu país te crea un desgarro interno que no se cura nunca, aunque tengas las decisión firme de no volver jamás y te hayas arraigado bien en el nuevo sitio.
- Con 12 años, su padre le dijo 'Se acabó hablar de política'. Aquel silencio ha quedado resarcido por sus 30 años de trabajo como periodista, muchas veces como analista político.
- La política ahora y en Andalucía, tan lejos de donde crecí, la miro desde fuera, sin compromiso emocional, y creo que eso me coloca en una mejor situación para analizarla.
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TITULO: Detrás del muro - PÁGINA DOS - James Taylor ,.
PÁGINA DOS - James Taylor ,.
Martes -4 - Octubre , a las 22:00, en La2, foto,.
James Taylor ,.
James Taylor: "Es difícil dejar de ser un adicto a la heroína, porque cuesta volver a sentirte cómodo en tu piel",.
Boston, 1948. El cantautor estadounidense James Taylor empieza en España su gira europea, dos veces pospuesta por la pandemia. El día 19 actúa en el Auditorio Nacional (Madrid), el 20 en el Palau de la Música (Barcelona) y el 22 en el Palacio Euskalduna (Bilbao).
- ¿Qué le trae a España?
- Igual que el resto del mundo, tuvimos que 'desaparecer' durante dos años. Pero, finalmente, empezamos a trabajar de nuevo este verano y no hemos parado desde entonces. Hemos girado mucho por Estados Unidos y Canadá, y ahora empezamos en Madrid la gira europea, que tuvimos que posponer en dos ocasiones.
- ¿Y qué tal?
- El sentimiento general es que es maravilloso poder volver a tocar música en vivo para mucha gente. Estábamos un poco nerviosos antes de empezar porque muchas giras se iban al traste ya que la gente enfermaba de covid. Pero hemos sido muy cuidadosos, porque me preocupo mucho por el público, les animo a llevar mascarillas y demás. Así que eso: estoy muy feliz de volver a tocar porque no me había dado cuenta de cuánto me gusta.
- ¿Por qué?
- Sucede algo en los conciertos, cuando formas parte de un grupo de personas que se han reunido en torno a un creador cuya música conocen y significa algo para ellos. La gente a la cual le encanta la música piensa que obtiene algo casi espiritual. Pero yo destacaría el sentido de comunidad: es una comunidad instantánea, algo bastante inusual, en la que necesitas estar en el presente. Llevo metido en esto mucho tiempo y no hay nada que se le compare; tal vez he conseguido algo parecido en una ocasión de retiro espiritual, pero aún así queda muy lejos.
- Explique, por favor, lo de la "comunidad instantánea".
- La música expresa lo que somos, lo que sentimos. Al compartir el mismo gusto, se comparte en cierto modo la misma mente. Y eso hace que sintamos que no estamos solos.
- En España sonarán canciones de su último disco, 'American standard' (2020), compuesto por versiones de temas clásicos del cancionero estadounidense. ¿Alguna que considere que pegue bien con esta época?
- 'You've got to be carefully taught' es una canción del musical de Rodgers y Hammerstein 'South Pacific' que trata sobre el racismo. Y es alucinante cómo, aún siendo escrita en 1949, predijo tan bien el futuro. Porque en Estados Unidos estamos intentando asimilar el problema nacional que tenemos con el racismo.
- ¿Por qué cree que la música predice lo que va a pasar?
- La música es capaz de cristalizar o de centrarse en un estado de ánimo cultural. Algo de lo que no somos realmente conscientes, pero que todo el mundo siente de algún modo. Tiene un tipo de cualidad sobrenatural, y eso es porque es directa. Es decir, no escuchas música y dices: "Me gusta por esto y por esto". No: no decides que te guste.
- Interesante.
- Es algo real, tan real como las leyes de la física. Pero al mismo tiempo nos ayuda a escapar del ego, del presente de nuestra consciencia individual. Por eso creo que la música es realmente un alimento espiritual. Eso no significa que tenga que ser seria: a veces es sólo una humorada, una celebración, una fiesta.
- ¿De qué música se siente más orgulloso?
- Las canciones que creo que mejor me han quedado son las que conectan más fuertemente conmigo. Por ejemplo, la que escribí para mi sobrino, 'Sweet baby James'. O 'Carolina on my mind', que escribí una madrugada en el puerto de Ibiza, todo cerrado, mientras el sol salía y esperaba al primer barco para Formentera. O 'The frozen man', que le encantó a Bob Dylan y así me lo hizo saber, lo cual fue un halago enorme, porque su música significa muchísimo para mí. Lo mismo con 'Mean old man', que es un tema no muy serio, pero que elogió Paul McCartney. Te puedes imaginar cómo me siento ante algo así.
- Su país está bastante dañado en estos tiempos. ¿Podría salvarlo la música?
- Sería maravilloso si alguien pudiese escribir una canción que resolviese las diferencias y la división que nos paralizan en Estados Unidos. Nuestra política se ha polarizado enormemente. Así que estaría genial que alguien pudiese volver a juntarnos, aunque eso es pedir demasiado. Muchas de las primeras canciones de Bob Dylan han servido de base para movimientos, como 'The times they Are A-Changin', 'Chimes of freedom', 'Subterranean homesick blues'... Ojalá alguien pudiese escribir de nuevo canciones como ésas. Sería tan bonito...
- En sus canciones también ha contado su adicción a la heroína y a otros opiáceos.
- La música que hago cuenta mi vida, es autobiográfica. Así, he escrito un montón de temas que considero "canciones de recuperación", sobre mi adicción. Es el caso de 'A junkie's lament' , 'T-bone', 'Oh brother', 'Watchin' over me'... Fue una parte muy importante de mi vida hasta 1983, cuando mi amigo, el saxofonista Michael Brecker, me metió en el programa de los 12 pasos y me salvó la vida.
- Casi 40 años después, ¿qué saca en limpio de aquello?
- La adicción a las drogas es un problema básico del ser humano. Porque tiene que ver con el problema del control: controlar cómo nos sentimos, controlar el universo, controlar lo que nos pasa... Y los adictos intentan controlar sus sentimientos echando a perder la química de su cuerpo. En el caso de los opiáceos, es particularmente difícil, porque cuesta mucho sentirte cómodo en tu piel mucho tiempo después. Una vez que sales, el malestar, la ansiedad, la agitación o las situaciones estresantes se viven como si estuvieses perdiendo la partida. Por eso es tan difícil mantenerse 'limpio'. En mi caso lo conseguí haciendo deporte, tres horas diarias de ejercicio extenuante durante 15 años. Así pude recuperar mi sistema nervioso.
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TITULO: ANTENA 3 TV - MASTERS DE LA REFORMA - Los cables de la parte antigua de Cáceres, en el punto de mira ,. El Lunes - 3 - Octubre , a las 22:45 por Antena 3, foto,.
Los cables de la parte antigua de Cáceres, en el punto de mira,.
Impacto estético. Una denuncia ciudadana pone el foco en una vieja aspiración: la desaparición del cableado que afea el recinto histórico,.
Una reciente denuncia ciudadana ha vuelto a poner en el punto de mira el impacto del cableado en la Ciudad Monumental. Hace unos días un vecino de la zona del Arco del Cristo se lamentaba en redes sociales que la empresa contratada por el Ayuntamiento de Cáceres para reforzar y ampliar la iluminación artística de algunos monumentos «destrozaba,.
TITULO: Jordi Évole y Lo de Évole - La casadista Ana Beltrán da un paso a un lado y facilita a Feijóo la renovación en el PP de Navarra,.
Este domingo - 2 - Octubre , a las 21.30, La Sexta emite la última entrega de la primera temporada de 'Lo de Évole', dirigido y presentado por el propio Jordi Évole., foto,.
La casadista Ana Beltrán da un paso a un lado y facilita a Feijóo la renovación en el PP de Navarra,.
La ex ‘número tres’ de Pablo Casado renuncia a presentarse a la reelección como baronesa navarra. La dirección quería un relevo, pero aún tiene que encontrar a su nueva apuesta,.
Los afines a Pablo Casado se hacen a un lado sin ruido. La traumática salida del exlíder del PP, defenestrado por un pacto de los barones el pasado mes de marzo, dejó a pocos de sus fieles en el partido. La mayoría le traicionaron y otros, como Pablo Montesinos, abandonaron la política. Pero aún queda un grupo reducido de casadistas en el PP, y su encaje en la nueva etapa será clave para que no se desaten turbulencias internas. Una de ellas es Ana Beltrán, exvicesecretaria de Organización, diputada nacional y líder del PP en Navarra. La que fue número tres de Casado ha decidido echarse a un lado en Navarra y no presentarse a la reelección como presidenta del partido, según han confirmado fuentes de su entorno a EL PAÍS. Beltrán facilita a Alberto Núñez Feijóo la renovación en esa plaza, donde la dirección quería un relevo. La cúpula tiene todavía que decidir su nueva apuesta en un territorio que es un polvorín para Feijóo, donde la marca Navarra Suma hace aguas por la ruptura interna en UPN.
Beltrán comunicó antes de las vacaciones de verano a la nueva dirección de Feijóo su intención de no presentarse a la reelección en Navarra por motivos personales, ya que se instaló con su familia en Madrid cuando asumió las responsabilidades con Casado. Pero su decisión no había trascendido hasta ahora, y es relevante porque deja el camino expedito a Feijóo para que propicie el relevo en Navarra que, según las fuentes consultadas en la dirección, el líder del PP también pretendía. Beltrán tiene pendiente una conversación ahora con la cúpula para organizar su marcha y opinar en su relevo. El PP tiene apenas cinco cargos públicos retribuidos en Navarra, contando con ella, así que en la sucesión no hay muchas opciones. El propósito de la diputada es colaborar en que sea posible una lista de unidad en Navarra para evitar las tensiones internas.
A pesar del paso a un lado de Beltrán, Navarra es un territorio complicado para Feijóo. El PP se presentó en coalición con UPN y Ciudadanos bajo la marca Navarra Suma en las elecciones generales de abril y noviembre de 2019, en las elecciones al Parlamento de Navarra y en las municipales de 2019. Pero ahora esa marca es pasado, en gran parte por la intención del Partido Popular. Feijóo quiere recuperar el protagonismo de las siglas del PP en todo el país porque considera que partido se ha recuperado con su llegada y tiene más opciones electorales con su marca que con ninguna otra, según las fuentes consultadas en el partido. A la vez, el propósito es agrupar a todo el centroderecha en torno al PP, lo que implica alcanzar algún tipo de acuerdo con UPN en Navarra. Pero esa formación ha saltado por los aires con la expulsión de los diputados Sergio Sayas y Carlos García Adanero, que votaron en contra de la reforma laboral a pesar de las directrices de su dirección. Y por allí siguen los restos de Ciudadanos, la tercera pata de aquella alianza. El PP no tiene fácil poner orden en ese embrollo.
El curso empieza para Feijóo con varios asuntos territoriales sin resolver. El líder del PP debe aún solucionar el rompecabezas interno en varias plazas. Tiene problemas en tres: además de Navarra, en Asturias y La Rioja, sin contar con Cataluña y País Vasco, donde dispone de algo más de tiempo porque no tienen por qué celebrar elecciones autonómicas en mayo del año que viene. El vicesecretario de Organización, Miguel Tellado, lleva ya varios meses viajando por todo el país para tratar de apagar todos los fuegos.
La herida interna por la salida de Casado es otro de los frentes abiertos. El episodio del pacto del Poder Judicial desvelado por EL PAÍS a mediados de agosto despertó por primera vez tensiones entre las dos cúpulas, con el exsecretario general, Teodoro García Egea, en la picota por haber firmado un acuerdo secreto con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. García Egea, Ana Beltrán y Antonio González Terol son los casadistas más destacados que siguen en el partido sin haber cambiado de bando en la crisis interna que descabalgó a Casado. Los tres quieren seguir en política.
Beltrán da un paso a un lado en Navarra, pero le gustaría seguir en el PP. Afiliada hace diez años, su carrera en el partido ha sido corta pero fulgurante. Casado se fijó en ella porque recibió en 2008 el premio de empresaria del año en Navarra, y la promocionó a la cúpula del partido. En Navarra, Beltrán llevó escolta varios años por pertenecer al PP. Ahora Feijóo debe decidir si puede seguir haciendo carrera en el PP o si prescinde de sus servicios. La diputada está marcada por el paseíllo que señaló a los escasos tres fieles de Casado: se levantó tras él cuando este abandonó el Hemiciclo en la sesión de control de febrero de 2020, mientras todos sus apoyos internos se desmoronaban.
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