TITULO:
Cartas Olvidadas - La justicia europea rechaza el recurso de Puigdemont contra el Parlamento Europeo por denegarle inicialmente el escaño ,.
La justicia europea rechaza el recurso de Puigdemont contra el Parlamento Europeo por denegarle inicialmente el escaño,.
foto / La sentencia afirma que la Eurocámara no tenía “margen de apreciación alguno” sobre las decisiones de la Junta Electoral Central,.
El Tribunal General de la UE ha declarado este martes inadmisible el recurso de anulación presentado por el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y su exconsejero, Toni Comín, contra la decisión adoptada por el expresidente del Parlamento Europeo: el italiano Antonio Tajani, que entonces llevaba la batuta del hemiciclo de la UE, se negó a reconocerles inicialmente la condición de diputados europeos después de las elecciones europeas de mayo de 2019 alegando que no podía tratarlos como futuros miembros de la Eurocámara, puesto que sus nombres no figuraban en la lista de candidatos electos notificada oficialmente por las autoridades españolas. Finalmente, tomaron posesión como eurodiputado seis meses después.
En la sentencia, recurrible en casación ante el Tribunal de Justicia de la UE, el Tribunal General concluye que la imposibilidad de los demandantes de asumir sus funciones, de ejercer sus mandatos y de ocupar sus escaños en el Parlamento Europeo en este momento no deriva de la negativa del expresidente de esta institución a reconocerles la condición de diputado europeo, sino de la aplicación del Derecho español; esta negativa, afirma el TGUE, se refleja en las notificaciones de la Junta Electoral Central española, “respecto de las cuales el expresidente del Parlamento y, de manera más general, el Parlamento no disponían de margen de apreciación alguno”.
El asunto, que supone un revés judicial para los eurodiputados de Junts, es una de las numerosas ramificaciones del enmarañado caso jurídico de Puigdemont y del resto de políticos soberanistas huidos en Bélgica desde 2017 y prófugos de la justicia por su participación en el procés independentista. Comín y el expresident finalmente tomaron posesión de sus actas como eurodiputados seis meses después del inicio de la legislatura, un hecho que facilitó la sentencia de la justicia europea sobre la inmunidad de Oriol Junqueras, que afirmó que este debió ser reconocido como eurodiputado.
Puigdemont y Comín, junto a la también exconsejera y eurodiputada de Junts, Clara Ponsatí, que entró más tarde en el hemiciclo, tras el hueco que dejaron los diputados británicos después del Brexit, siguen ejerciendo como europarlamentarios, aunque con numerosos quiebros y requiebros en torno a la inmunidad de la que gozan, que se derivan de la larga batalla jurídica con la justicia española, la cual los reclama desde hace más de cuatro años y medio por sedición y malversación. En mayo, el TJUE decidió restituir de modo cautelar la inmunidad a los tres políticos soberanistas, al entender que existe “una elevada probabilidad” de que sean detenidos, lo cual les provocaría “un perjuicio grave e irreparable”.
En la sentencia de este miércoles, las disquisiciones jurídicas del TGUE se centran en dilucidar si la negativa del expresidente del Parlamento Europeo a reconocer a los demandantes la condición de diputados europeos, contenida en un escrito remitido a Puigdemont y Comín el 27 de junio de 2019, es o no un acto recurrible. El Tribunal General considera finalmente que “no constituye un acto que produzca efectos jurídicos obligatorios que puedan afectar a los intereses de los demandantes”, por lo que considera inadmisible el recurso de anulación contra dicha negativa.
También considera inadmisible el recurso contra una instrucción interna del 29 de mayo de 2019 en la que se pedía denegar a todos los candidatos electos en España el acceso al “wellcome village” de la Eurocámara y suspender su acreditación hasta que el Parlamento hubiera recibido confirmación oficial de su elección; en este caso, el TGUE argumenta que esta instrucción era de “carácter provisional” y tiene en cuenta “el contexto en que se adoptó” y que “no surtió efectos jurídicos obligatorios que pudieran afectar a los intereses de los demandantes”.
TITULO: Cartas en el Cajon - Laura Borràs reta al Constitucional al contabilizar en el Parlament el voto delegado del huido Lluís Puig,.
Laura Borràs reta al Constitucional al contabilizar en el Parlament el voto delegado del huido Lluís Puig,.
foto / La presidenta de la Cámara ha permitido votar al exconsejero pero sin cumplir aún los trámites para que conste oficialmente,.
El voto del diputado de Junts per Catalunya Lluís Puig, huido de la justicia en Bruselas, ha sido contabilizado en la primera votación que figura en el orden del día del pleno del Parlamento catalán, pese a que el Tribunal Constitucional anuló esa delegación de voto hace una semana. La presidenta de la Cámara y presidenta de Junts, Laura Borràs, lo ha sumado al resultado pese a que no aparecía en la pantalla. La validez de ese voto, sin embargo, aún sigue en el aire, pues no está claro hasta dónde arriesgarán los tres partidos independentistas para que figure en el diario de sesiones o en las actas oficiales, dos situaciones que comprometerían a los secretarios de la Mesa de ERC, Junts y la CUP. La oposición había intentado que la Mesa reconsiderara su decisión de mantener el voto pese a la resolución del Constitucional, pero no lo ha conseguido.
Este es el primer pleno que se celebra tras la decisión del Tribunal Constitucional, que resolvía un recurso presentado por el PSC el año pasado. Puig tenía el voto delegado desde el inicio de la legislatura, gracias a una lectura muy laxa por parte de los grupos independentistas de reglamento de la Cámara, que da ese beneficio en los casos de “hospitalización, enfermedad grave o incapacidad prolongada”. Los letrados del Parlament, al ser consultados sobre mantener el voto delegado tras la resolución judicial, han explicado que se incurriría en los delitos de desobediencia y usurpación de funciones: el primero comporta penas de inhabilitación; el segundo, entre uno y tres años de cárcel.
La situación más comprometida es para los secretarios de la Mesa, tres de ellos de formaciones independentistas: Aurora Madaula (Junts), Rubén Wagensberg (ERC) y Carles Riera (CUP). Según el reglamento del Parlament, posteriormente a las sesiones del pleno se tienen que levantar actas que contengan, entre otras cosas, “el sentido del voto de cada grupo parlamentario y, en su caso, de los diputados que votan en un sentido distinto del grupo al que pertenecen”. Esos documentos deben ser firmados por uno de los secretarios. Si no hay reclamaciones por parte de las bancadas, “se entiende que se aprueban”. Si este primer documento recoge el voto de Puig ya se cruzaría la línea de la desobediencia. Este punto es tan crucial que el portavoz de Ciudadanos, Nacho Martín Blanco, ha pedido leer en voz alta las funciones de los secretarios ―entre ellas, asegurar “la corrección en las votaciones”― a manera de “prevención”. El pasado martes, en Twitter, Madaula aseguró que el acuerdo de la mayoría de la Mesa para blindar el voto de Puig implica “que su voto sea contabilizado, asumiendo todas las consecuencias jurídicas”.
De momento, Borràs está actuando al límite y sus actuaciones aún están en lo simbólico. Al iniciar la sesión, había anunciado que la delegación del voto del exconsejero de Cultura está en la lista de las que se han validado para la sesión, lo que generó la protesta de Vox y Ciudadanos. Cuatro bancadas pidieron la reconsideración de ese acuerdo de la Mesa. El anuncio de desobediencia al Constitucional había sido recibido con los aplausos de los grupos independentistas. “La Mesa, por mayoría, escuchando todas las indicaciones, acordó ayer mantener la delegación de voto”, se limitó a responder Borràs.
La sesión se tuvo que suspender para estudiar las reconsideraciones y finalmente se ha mantenido en su decisión de permitir el voto delegado. El primer punto del orden del día era la convalidación de un decreto ley sobre Educación y Borràs ha comunicado que se entendería que el voto de Puig iría en el mismo sentido que el de la portavoz adjunta de Junts, Mònica Sales. Eso no se ha visto reflejado en la pantalla donde se ven las votaciones (de lo que se encarga un funcionario) sino que ha sido Borràs quien ha sumado a viva voz al resultado el voto de Puig. La convalidación ha salido adelante por unanimidad.
El voto del exconsejero huido no es clave para sacar adelante ninguna de las mociones pero sí tiene un valor simbólico para Borràs. Ella quiere trasladar la idea de que defiende a toda costa ―y si es necesario desoyendo la normativa― los “derechos de los diputados”, porque ese es el argumento que ha usado para protegerse también a sí misma y negarse a dimitir (tal y como establece el reglamento de la Cámara) cuando se le abra juicio oral por un supuesto caso de corrupción.
El argumento jurídico del independentismo para justificar que Puig aún puede delegar el voto es aparentemente endeble: el tribunal se había pronunciado específicamente sobre la posible delegación del voto del exconsejero en la actual consejera de Universidades, Gemma Geis. Al entrar en el Ejecutivo, Geis dejó su escaño y Puig tuvo que hacer una nueva delegación, que recayó esta vez en Sales. Los independentistas sostienen que el fallo del Constitucional no se refiere al segundo caso, pero por jurisprudencia se podría extender. Los letrados han advertido del riesgo de desacatar.
Borràs se juega mucho en lograr que su plan salga adelante. El pasado martes anunció que no piensa dimitir del cargo de presidenta del Parlament aunque se le abra juicio oral en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por fraccionar contratos públicos para beneficiar a un amigo cuando presidía la Institució de les Letres Catalanes (ILC) en 2013. La presidenta Borràs está procesada por prevaricación, fraude, falsedad en documento mercantil y malversación, supuestos por los cuales, según el reglamento de la Cámara, se le tendría que retirar el escaño cuando se siente en el banquillo. Su discurso giró en torno a su compromiso de mantener “los derechos de los diputados”. En el caso del exdiputado Pau Juvillà, de la CUP, que también perdió su escaño tras quedar inhabilitado, Borràs hizo mucha teatralización de la desobediencia pero finalmente le retiró el acta y el anticapitalista ya no es diputado.
Aragonès apela a la “vocación de servicio”
Pere Aragonès evita posicionarse, de momento, sobre cómo debe responder Laura Borràs a su procesamiento judicial por corrupción. Este miércoles, durante el pleno del Parlament, el diputado del PP Alejandro Fernández interrogó al president acerca de qué pasos dará una vez se dicte la apertura de juicio oral contra Borràs. Aragonès trató de esquivar la pregunta alegando que el caso “no tiene nada que ver con la acción de gobierno” y dijo tener limitados los poderes en este asunto: “Mi capacidad de intervención es la misma que tiene cualquiera de los 135 diputados de esta Cámara”.
Alejandro Fernández afirmó que procede la inhabilitación de Borràs, porque el reglamento del Parlament “es concluyente” en lo que refiere a la fase de apertura de un juicio oral contra un diputado por un asunto de corrupción. Aragonès dijo confiar en que todos los implicados sepan estar a la altura: “Cada uno tomará la decisión que convenga más a la vocación de servicio que tenemos los miembros de esta Cámara”. El president justifica su distanciamiento en la “separación de poderes”, el mismo argumento que empleó este martes Roger Torrent, consejero de Empresa y expresidente del Parlamet, cuando se le preguntó qué opinión le merecía la voluntad de Borràs de mantenerse en el cargo.
TITULO : REVISTA TENIS - Sí, Carlos Alcaraz ya está aquí: gana el US Open y es el número uno más joven de la historia,.
Sí, Carlos Alcaraz ya está aquí: gana el US Open y es el número uno más joven de la historia,.
Carlos Alcaraz - foto,.
El murciano deshace el nudo final ante Ruud (6-4, 2-6, 7-6(1) y 6-3, en 3h 20m) y a sus 19 años eleva en Nueva York su primer Grand Slam. Es el cuarto español que toca la cima y el tenista más precoz en ganar un grande desde Nadal (2005),.
Las puertas de la historia se abren de par en par, y cruza el marco Carlos Alcaraz. En la Arthur Ashe, todo el mundo en pie y móviles en alto durante el último punto. A sus 19 años, el español celebra su primer grande (6-4, 2-6, 7-6(1) y 6-3 a Casper Ruud, en 3h 20m) y ya es el número uno más joven de la historia del tenis, desbancando al australiano Lleyton Hewitt, que hizo cumbre con 20 años y nueve meses en 2001; también es el campeón de un grande más precoz desde que Rafael Nadal alzara el Roland Garros de 2005. Es decir, el advenimiento ya es una realidad. Lo que se adivinaba se cumple en Nueva York: “Quiero llegar a lo más alto y ganar un Grand Slam, trabajo cada día para eso”. Dicho y hecho. Sí, Alcaraz ya está aquí.
Resuelve el español el último brete –en la final, solo cinco puntos más que Ruud, que también aspiraba al trono y queda como dos del mundo– y se funde en un abrazo con su padre y con su equipo. Emocionado, porque la situación lo merece y al fin y al cabo no deja de ser un advenedizo que no alcanza la veintena, se acuerda en el discurso de su madre y de su abuelo, que no han podido viajar: “Esto es algo con lo que soñaba desde que era un niño”, dice mientras la profecía se cumple y la historia lo empareja con su técnico, Juan Carlos Ferrero, Nadal, Carlos Moyà, Arantxa Sánchez Vicario y Garbiñe Muguruza como españoles que han tocado el techo del circuito; figura, además, como el más joven en conquistar Flushing Meadows desde que lo hiciera el formidable Pete Sampras (19 años y 28 días) en 1990.
Si nada se tuerce o no se produce una irrupción más luminosa, este 11 de septiembre marca un antes y un después para el tenis. Se corona Alcaraz en Nueva York, luce orgulloso el 1 y la historia gira la tuerca, dándole la bienvenida a una nueva etapa; si alcanza la magnitud de era Alcaraz, como se insiste estos días, ya se verá. Así pinta, pero es pronto; hay casos y casos y más casos de talentos extraviados. Los fogonazos de Thiem o Medvedev en los últimos tiempos, los de Murray, Wawrinka, Del Potro o Cilic antes, interrumpieron de manera momentánea la extraordinaria tiranía de los tres gigantes, aunque sin llegar a suponer nunca una amenaza real para el establishment. Solo intimidó de verdad el escocés. Al margen de él, enorme mérito el suyo, chispazos. Poco más.
Lo de Alcaraz, sin embargo, pinta bien diferente por momento, edad y maneras. Recuerdan su eclosión y su aterrizaje en la cima a las de las grandes figuras de este deporte. Disfruta y hace disfrutar. Tiene los mejores mimbres. Es un valiente en medio de un ejército de jóvenes especuladores; sí, hay vida más allá del saque. Y sobre todo, quiere, déficit entre la nueva generación de jugadores. En un tenis anquilosado y de sentido único, trallazo va trallazo viene, su propuesta se abre paso y seduce a partes iguales. Hacía mucho que un jugador no entraba con tantísima fuerza ni tanta decisión, ni que retara con tanto descaro. Sin miedo. Ya ha reducido a Nadal y Djokovic, y este recorrido en Nueva York ha revelado una nueva arista: sabe sufrir.
Órdago del noruego
Ahora bien, tiene 19 años, un largo trecho en la maduración y una final es una final, más si es la primera de un grande; si no, que se lo pregunten a un tal Djokovic, vencido por Federer en su estreno de 2007, en Nueva York precisamente. Durante un rato, Alcaraz se atrapa. Normal. Aunque Ruud encaje el primer juego antes de que empiece el partido, por el desequilibrio en los aplausos a uno y otro en la recepción, es un tipo duro de pelar en el cuerpo a cuerpo y aprovecha el filo hilo sobre el que transcurre el duelo para desestabilizar. Endurece el desarrollo y exprime los tramos parejos, sabedor de que la escalinata hacia el trofeo pasa por ahí para él. Si deja jugar y concede una sola burbuja de oxígeno al murciano, sus opciones desaparecerían.
Alcaraz comienza viento en popa y se adjudica el primer parcial, pero el rival le exige en cada peloteo. No hay un punto sin debate. Tiene clase Ruud, puro academicismo, pero también posee un brazo considerable. Si coge confianza y lo arma, la descarga es eléctrica y suele llegar a buen puerto. No es un jugador al que convenga subestimar. A su rendimiento no le acompañan títulos de magnitud, pero en esta tarde neoyorquina que avanza con el techo de la Arthur Ashe cerrado (llueve sobre Queens) tiene ganas de hacer un buen roto. Todo apunta al español, pero él se rebela. Y lo hace a lo grande. Ante la esperada coronación del novel y todo el envoltorio en clave alcaraziana de la final, el noruego lanza un órdago.
“¡Charlie, convéncete!”
En una carrera hacia la red, Alcaraz falla y lanza un raquetazo a la cinta. Está pasando un mal rato. Enfrente, Ruud, 23 años, escupe bolas como una máquina tragaperras. No lo ve claro Juan Carlos Ferrero y arenga a su chico: “¡Charlie, convéncete de que tienes que ir a por el partido!”. “¡Positivo todo el rato!”. “¡Vamos a ponernos duros en las tres primeras bolas!”. Sufre y padece el murciano, pero termina levantándose; el sino de esta singladura americana que ha completado a base de agallas. Sorteó una bola de partido contra Jannik Sinner en los cuartos; batió en cinco sets a Marin Cilic en los octavos; y remontó en otros tantos a Frances Tiafoe en las semifinales. Contra Ruud, otra vez, más sufrimiento y la misma reacción: se crece cuando toca.
Con el agua al cuello en el tercer set, el nórdico dispone de dos opciones para llevárselo, pero Alcaraz las aborta yéndose a la red. Sortea el español ese fuego, firma un punto espectacular y la central revienta. El impacto anímico sobre su adversario es bestial, que hasta ese momento había sido superior en todos los intercambios al límite. Sabe Carlitos dónde, cuándo y cómo pegar, virtud reservada para un club muy exclusivo. Dos a uno por encima, emocionalmente le ha dado un bocado decisivo al partido, que resuelve a velocidad de crucero y a base de buen hacer, aplicado hasta la última bola porque Ruud no afloja en absoluto. Aun así, el noruego se resigna y acaba cediendo. Era el día y el campeón lo sabía. Se decía que era un fuera de serie.
Y así es. Aquí está Alcaraz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario