TITULO: El Telediario La 1 - Antisemitismo en las aulas de EE.UU.: el último grito "progre",.
Antisemitismo en las aulas de EE.UU.: el último grito "progre",.
¿Qué está ocurriendo en las universidades más prestigiosas de EE.UU?
Apoteosis 'woke' en Harvard. Con el tiempo, esa sensibilidad contra el racismo se ha convertido en un enorme frente de la guerra cultural americana,.
Algo huele a podrido en los campus de las universidades de EE.UU. y el dislate llega a su cumbre. Rectores piden poner «en contexto» a Israel y Palestina cuando no lo hacen con el «machismo» o la cancelación,.
Las rectoras de tres de las más prestigiosas universidades de Estados Unidos, Claudine Gay (Harvard), Elizabeth Magill (Pensilvania) y Sally Kornbluth (Meet Massachusetts), comparecían ante la comisión educativa en el Capitolio el pasado día 5 de diciembre. El motivo: eran citadas por la Cámara de Representantes para conocer su testimonio acerca del aumento de antisemistismo en los campus y las medidas adoptadas al respecto. Ante preguntas tan directas como si llamar al genocidio de los judíos viola las normas de la Universidad en materia de intimidación o acoso, la respuesta de Gay era una tan ambigua como «depende del contexto». Y no obviar el contexto, tenerlo en cuenta y analizar cada caso y manifestación antes de calificarla como acoso o como odio, una por una, sería una buena respuesta si no tuviésemos en cuenta (otra vez el contexto) que quienes estaban contestando en esa comisión son responsables de que en sus Universidades se despida a profesores por utilizar la palabra «nigger» (sin tener en cuenta ningún contexto en estos casos, simplemente por pronunciarla) o por explicar a los alumnos que el sexo lo determinan los cromosomas X e Y. Es decir, las de la «tolerancia cero» con todo aquello que pueda incomodar lo más mínimo a cualquier grupo identitario, de pronto, exigían contemplar el contexto y analizar la situación concreta antes de emitir un juicio. No deja de ser algo paradójico.
De mal en peor
«Esta es una situación muy interesante, pero que únicamente va a conducir a una situación peor», apunta Alejandro Zaera-Polo, arquitecto y exdecano de la facultad de Arquitectura de Princeton, autor de «La universidad de la posverdad. El mundo académico en la era de la cancelación, el pensamiento ‘woke’ y las políticas identitarias» en el que narra, a modo de etnografía gonzo, la historia de su propia cancelación en la academia americana. «Estando muy lejos de sus posiciones», añade, «que son pata negra woke, creo que se encontraban en una situación imposible. Lo que se les pedía era censurar a los manifestantes por hacer afirmaciones públicas antisemitas. Eso está en contra de la libertad de expresión, y las universidades tienen que defenderla a toda costa. Lo que esto va a producir es un recrudecimiento de la progresiva limitación de la libertad de expresión, de la obligatoriedad de no ofender nunca a nadie. La solución a estos problemas no es limitar aun más la libertad de expresión, expandir las microagresiones o los espacios seguros, sino todo lo contrario».
«El problema de estas señoras, no es lo que pudieron no decir ayer, sino lo que han venido haciendo durante décadas, que es limitar la libertad de expresión, echar a todo aquel que no comulgaba con la ideología woke», prosigue Zaera-Polo. «Ahí está el caso de Amy Wax, en Penn o de Carole Hooven, en Harvard, Katz en Princeton y muchos otros cancelados en MEET, Yale y todas las demás. ¿Quién se beneficia realmente de estas políticas? Ellas mismas y otras como ellas. Gay, por ejemplo, es una burócrata pura y dura que prácticamente no ha ejercido la academia, porque se ha ido beneficiando en todos los concursos en los que las mujeres negras tienen doble prioridad». Llama la atención del profesor que, en este momento, todas sean mujeres: «los varones blancos están cancelados en las altas esferas de la universidad americana a base de políticas de discriminación positiva. Y, por supuesto, una de ellas es negra».
Para Zaera-Polo, el verdadero problema no está en defender que las ideas, por perversas que puedan parecer y muy en desacuerdo que estemos con ellas, sean expresadas en voz alta. El verdadero problema es, precisamente, la falta de libertad de expresión en la academia y que esta no se defienda con vehemencia y de igual manera cuando se trata de otros asuntos. «De lo que son culpables estas señoras», señala, «es de eliminar la diversidad de opinión dentro de las universidades (en Harvard, solo un 1% del profesorado se declara «conservador») para beneficiarse a sí mismas, en contra de toda competencia y de la meritocracia. Han eliminado la libertad de pensamiento e infestado la universidad de activistas substandard que hacen cursos de descolonización, cultura LGTBI, historia negra, etc… Son pura ideología woke, que convierte a todo el mundo en opresores y oprimidos en base a su identidad sexual o racial: los hombres blancos y judíos somos los opresores, (heteropatriarcales, racistas y colonizadores), las mujeres negras y los LGTBI (y ahora los palestinos y los musulmanes) son los oprimidos. Ahora mismo no hay libertad de expresión y todo esto debido a la presión para mantener el racismo/sexismo inverso sistemático que se ha venido imponiendo deliberadamente a todo el mundo a través de las políticas de DEI en estas universidades: una verdadera Gestapo interna de la izquierda iliberal que amenaza con echar a todo aquel que rehuse firmar unas declaraciones comprometiéndose a obedecer todos los dogmas woke en los procesos de selección y contratación, e incluso de reeducación. Es una especie de nueva Revolución Cultural, un Macarthismo inverso». Y no cree, además, que por sus declaraciones pueda extraerse la conclusión de que Harvard, MEET o Penn sean antisemitas, «como tampoco me creo las acusaciones de racismo sistémico o sexismo en las universidades. Puede que haya casos sueltos, por supuesto, pero hacer generalizaciones para justificar la instalación del DEI es la estrategia de esa clase que ha tomado el poder en la universidad a base de negar la verdad y eliminar la competencia, la excelencia y el mérito como factores de selección. La promoción histérica de las identidades de raza, género, nación y religión, y sus «interseccionalidades» para sustentar las burocracias y los privilegios del DEI, es lo que ha causado el colapso de la academia. Y la derecha esta explotando esas fisuras para desmontar el sistema, con razon. Ayer, los republicanos les dieron una pequeña muestra de su propia medicina canceladora».
«Lo interesante de este momento», concluye, «es que esos movimientos interseccionales generados por la cultura woke universitaria se han aliado con los terroristas palestinos, y eso ha roto todas las costuras entre grupos: ese estado perfecto de ‘interseccionalidad’ entre opresores y oprimidos. Ahora Black Live Matter aparece celebrando los ataques terroristas, y los LGTBI y las feministas, defendiendo a grupos que practican violaciones sistemáticas y la prohibición de la homosexualidad. Es decir, ahora son las identidades oprimidas las peores opresoras, los negros los peores machistas, los supuestos LGTBI abusan de las mujeres en las competiciones deportivas y en las cárceles, los islamistas son los peores violadores y los negros acusan a todo el mundo de supremacismo blanco para eliminar la competencia en las admisiones y los procesos de contratación. Como en las universidades el sistema de la cancelación funciona a base de postureo virtuoso, culpabilidad y presión de pares, las fricciones en el sistema de la interseccionalidad y la identidad han explotado donde menos se lo esperaban y por donde va a hacer mas daño: en el problema antisemita. Han entrado en contradicción con uno de los más grandes tabúes del S.XX: el antisemistismo. Es la tormenta perfecta porque esto pone a los woke donde antes estaban los nazis. Que es, en realidad, donde siempre han estado».
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EL MAGO DEL TIEMPO - El tiempo en Andalucía el último fin de semana de enero,.
El tiempo en Andalucía el último fin de semana de enero,.
Sigue el calor en la comunidad andaluza,.
foto / Las inusuales temperaturas, altas para la época, llevan a muchos almerienses a la playa,.
Las temperatura seguirán este sábado siendo altas para esta época del año con máximas de por encima de 20 grados encabezados por Granada y Almería, con 24 grados, y Sevilla, con 23, según la Agencia Estatal de Meteorología.
Los cielos estarán poco nubosos con intervalos de nubes altas, y nubes bajas en el área del Estrecho, brumas matinales en el litoral atlántico y desembocadura del Guadalquivir, sin descartar nieblas.
Los vientos soplarán de componente este moderados en el litoral mediterráneo oriental y área del Estrecho, y variables flojos en el resto.
TITULO: Volando voy - Jesús Calleja - Ana Belén ,.
Este domingo - 11 - Febrero a las 21.30,Cuatro emite una nueva entrega de 'Volando voy',foto,.
Ana Belén,.
Ana Belén: "Luché por mantener a mis dos hijos fuera del foco mediático"
"Unas veces estás en la cresta de la ola. Llevando tantos años en esto, aprendes de ello", afirma la cantante, con más de 50 años de carrera,.
Llevaba más de un lustro alejada de la pequeña pantalla, pero su regreso con Traición, la serie que emitió TVE hasta hace un mes, le ha dado muchas alegrías. Gracias a este trabajo, Ana Belén (66) está nominada en los próximos Fotogramas de Plata, cuya gala se celebra en Madrid el próximo lunes 26.
Sin embargo, la artista revela a LOC que si no trabaja más como actriz, es sencillamente porque no le llegan demasiadas propuestas. Pese a una carrera tan dilatada como la suya, sólo ha realizado tres películas e intervenido en otras dos series -como personaje episódico- desde el año 2000. "Esta profesión te da muchos momentos para la humildad", declara Ana Belén, quien también habla con este suplemento del movimiento #metoo, del paso del tiempo y de los dos hijos que tiene con Víctor Manuel, con quien lleva casada desde 1972.
- Tanto usted como su hija, Marina San José, aspiran a un galardón en los próximos Fotogramas de Plata. ¿Tiene más nervios por usted o por su hija?
- Siempre pasas más nervios cuando no tiene que ver contigo. Siempre que voy a un estreno de ella, me entran esos nervios. Pero me hace mucha ilusión. Son muchas las cosas que, a lo largo de los años, me une a 'Fotogramas'. A estas alturas de mi vida, estar nominada es un gusto, realmente.
- Lo que le ha costado regresar a la televisión y lo bien que le ha sentado. No hay más que ver este reconocimiento.
- Pues, bueno, es que no me haya costado porque me negara, es que no tenía muchas propuestas.
- ¿En serio?
- Sí. No te pongas tan así. No tenía tantas propuestas. Pero, bueno, al final, llegó este personaje y feliz. Sobre todo, muy contenta de haber trabajado con unos compañeros maravillosos. Ha sido una suerte. Hemos hecho un equipo fantástico y con mucho cariño.
- ¿Y tiene más propuestas después de esto?
- No -se ríe-. Pero eso siempre pasa. Los actores siempre estamos pendientes del teléfono.
- ¿Y cómo no se desespera? Habrá épocas en las que todo el mundo le halaga y luego otras en las que no suena el teléfono. ¿Cómo calibra estos altibajos?
- Había un presidente de una compañía discográfica... Cuando toda la compañía estaba en plena efervescencia y decía: "Con este disco vamos a llegar al número uno. Y con este tal". Ese presidente decía: "Humildad, humildad" -se ríe-. Esta profesión te da muchos momentos para la humildad. Es que unas veces estás en la cresta de la ola y, llevando tantos años en esto, aprendes de ello. Sobre todo, yo hago muchas más cosas de las que se ven en televisión.
- Pero choca que le cueste recibir proyectos como actriz con la expectación que genera siempre usted.
- Bueno, eso pasa mucho, eh. Pero espero seguir trabajando -se ríe-.
- En esos momentos de parón, ¿a qué dedica el tiempo libre?
- Lo primero a los amigos. A la familia, obviamente, pero también a los amigos que hay que cuidar y atender y estar ahí. Y luego me gusta mucho leer, ir al cine, al teatro... Y cuando puedo, viajar.
- A sus hijos les ha enseñado también que hay que saber esperar a las oportunidades.
- Creo que las cosas no se inculcan. Hay algo que lo respiras y lo vives. Mis padres nunca me dijeron si tenía que hacer algo o no hacerlo. Sin embargo, ellos, con su manera de estar y de entender la vida, nos dieron ese legado a mis hermanos y a mí. Creo que eso es lo mejor, el poso que te va dejando la gente, tanto la familia como aquella con la que tienes la suerte de compartir la vida, compañeros y amigos, que me han ido dejando posos y también forma parte de tu familia.
- ¿A su hija, que es actriz, la orienta?
- Mira, cuando eres joven no aceptas consejos. Lo sé por experiencia -se ríe-. ¡Claro!
- ¿Ha sido usted muy rebelde?
- Rebelde... Bueno, a ver, rebelde... He sido joven, he sido una destroyer.
- ¿Y cómo ha logrado calmarse?
- ¿Tú crees que me he calmado? -sonríe-.
- Entonces, bajo esa apariencia de serenidad, hay una mujer luchadora, ¿no?
- Intento mantener la serenidad. Ya bastantes momentos de crispación te da la vida como para encima...
- También reivindicativa.
- Es lo que nos ha tocado en la vida. No creo que haya sido o sea algo especial, pero es lo que nos ha tocado a la gente de mi generación. Y cuando ya parecía que éramos mayores y ya vendrían otros, pues resulta que no, que tienes que seguir ahí. Forma también parte del carácter.
- No se conoce su opinión sobre el movimiento #MeToo. Empezando a trabajar usted desde tan pequeña, ¿se encontró con alguna situación?
- Situaciones incómodas, no. No en ese sentido. Pero sí sé que ha habido casos en este país. Claro que sí. Pero cómo no va a haber casos en esta profesión si lo hay en todas las profesiones. Esto se reduce al poder. El hombre, desde siempre, ha tenido el poder. Entonces, no quiere dejar que las mujeres vayamos teniendo esa igualdad que reclamamos en todos los sentidos. Es una cuestión de poder.
- Toda la vida se ha dicho que los hijos de famosos no siempre tienen que salir en las revistas y se ponían de ejemplo los que tiene usted con Víctor Manuel. ¿Cómo les mantuvo fuera del foco mediático?
- No es ningún mérito, pero luché por ello. Mucho. Y fui muy intransigente. Tampoco he pretendido ser ejemplo de nada. Yo he hecho lo que debía y tenía que hacer con respecto a dos niños que no tenían por qué estar ahí. Con esto no quiero decir que he criticado que otras personas o actores o artistas en general hicieran lo contrario. Para nada. Yo hice lo que tenía que hacer.
- También usted ha sido muy celosa de su intimidad.
- Y lo soy, eh. Lo sigo siendo. No tiene nada que ver ir a un evento como éste, que yo sé lo que eres tú y lo que soy yo y por qué estoy aquí y lo que tengo que hacer. Si no, no vendría. Yo entiendo que la gente que me reconoce se me acerque. Además, lo agradezco mucho. Como cuando me dicen: "Qué mala estás siendo en la serie". Lo agradezco mucho.
- ¿Y cómo es como abuela -su hijo, el pianista David San José, le ha dado dos nietos-? ¿Es más consentidora que como madre?
- Yo he sido muy consentidora y muy estricta como madre y como abuela. Soy un encanto.
- Hablando de abuela, ¿cómo afronta el paso del tiempo? ¿Le dan miedo las arrugas?
- Te darías un susto si te durmieras y te despertases siete años después, pero cuando tú te miras al espejo cada día... Te miras cada día, te conoces y te sabes. Y me río. Tengo arrugas.
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