El
futbol se ha convertido, a su pesar, en protagonista de la guerra de
Ucrania, que ha tenido consecuencias devastadoras también para el
deporte. Los hinchas comandan batallones de defensa, el dueño del
Chelsea -Roman Abramovich- se erigió como negociador clave por la paz y
un legendario líder de los ultras del Dínamo de Kiev,Denis Projipenko,
lideró la resistencia en Mariupol.
Desde
que en febrero de 2022 comenzara el conflicto bélico con la invasión de
Rusia a Ucrania son 220 atletas y entrenadores ucranianos los
fallecidos por prestar servicio para defender a su país. Con el fútbol
parado,
Zelenski no dudó en reclutar soldados en las hinchadas de los clubes de
fútbol, de corte hooligan y neonazi, ahora reconvertidos en
“combatientes de la libertad”. Una estrategia a la que tampoco ha
renunciado Putin convirtiendo a ex futbolista y peligrosos ultras en
combatientes de primera línea. Y uno de los más temidos es sin duda 'El
Español', apodo de Stanislav Orlov, un peligroso ultra vinculado al
equipo de fútbol CSKA de Moscú que desde hace al menos ocho años dirige
en la región del Donetsk -ocupada por Rusia- una milicia conocida como
'La Española' y ahora forma parte de la ofensiva rusa.
Esta
banda prorrusa acoge a los hinchas más violentos de los campos de
fútbol rusos y es una especie de escuadra de combate que trata de
recuperar el terreno pedido en Ucrania.
Stanislav Orlov nació el 21 de febrero de 1981 en Moscú, Rusia, y se llama a sí mismo moscovita de tercera generación. Desde 1995, ha sido miembro de la sección de fútbol del CSKA y miembro del temido grupo ultra Red Blue Warriors. Afirma tener varios estudios superiores y habla cinco idiomas (de ahí su apodo, ya que habla español).
Trabajó
en el Hotel Nacional de Moscú y en 1999 fue reclutado por el ejército
en 1999 y sirvió en las Fuerzas Aerotransportadas. Afirma que participó
en la segunda campaña de Chechenia y luego “pasó por muchos puntos
calientes.
En 2014, Orlov y un grupo de ultras llegaron a Gorlovka, Donbass, para luchar por los separatistas. Luchó como voluntario en la "brigada" de Igor Bezler (distintivo de llamada "Bes") y se desempeñó como su asistente. Gracias a su conocimiento de idiomas, Orlov coordinó mercenarios extranjeros, por lo que recibió el apodo de "español".
Luego creó una compañía de reconocimiento "Skull and Bones" y se
convirtió en su comandante. Esta unidad "se distinguió" durante las
batallas por Gorlovka y Debaltsevo.
Con
el comienzo de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de la
Federación Rusa en 2022, a Orlov se le encomendó la tarea de organizar
una unidad de ultras rusos sobre la base de la compañía de
reconocimiento "Skull and Bones". Fue nombrado "Española" por su
distintivo de llamada "Spaniard". Orlov afirma que la columna vertebral
del Española la forman los seguidores del Shakhtar Donetsk, que lucharon
del lado de los separatistas en el Donbass. También incluyó a
representantes de los ultras de CSKA, Dynamo, Spartak, Lokomotiv,
Torpedo, Zenit St. Petersburg, Ural Yekaterinburg, Yaroslavl Shinnik,
Oryol, Rostov, Nizhny Novgorod, Krasnodar Kuban, Ramenskiy Saturn, así
como Simferopol's Tavria y Mariupol's Illichivets. .
Evidentemente,
Española se formó como un contrapeso al regimiento ucraniano Azov, que
también se formó a partir de ultras de diferentes clubes en las primeras
etapas de 2014.
"La Española", ultras en primera línea
Es
de destacar que la primera participación de Española en operaciones de
combate se registró precisamente durante el asedio de Mariupol, sus
combatientes participaron en la toma de Azovstal. Desde mediados de
julio de 2022 forma parte de la 114.ª Brigada Independiente de Fusileros
Motorizados Yenakievo-Dunay (creada sobre la base de la Brigada Vostok
de Khodakovsky). Según Orlov, la Española está representada en toda la
línea del frente.
La Española se define como una unidad de reconocimiento, con
exploradores, francotiradores, médicos de combate, comunicadores,
atacantes terrestres, operadores de UAV y equipos REB. Orlov no reveló
el número de la unidad y señaló que era un “número de tres dígitos.
También anunció planes para formar su propio batallón separado.
Se
divide en tres “compartimentos”. Primero: veteranos con experiencia en
combate, en su mayoría de la compañía de reconocimiento Skull and Bones.
El segundo: luchadores sin experiencia, la reserva, que se están
entrenando. Tercero: el ala humanitaria, que provee a Española y recauda
fondos. Orlov afirma que su unidad está financiada por descendientes
del movimiento de aficionados, así como por algunos clubes de fútbol,
como Shinnik y Khimki.
Uno de los últimos en unirse a este batallón ha sido el conocido exfutbolista Andrey Solomatin, que fue 13 veces internacional con la seleccion de Rusia y jugó en el Mundial de Corea-Japón 2002.
Esta
temida unidad está llena de 'hooligans' radicales de CSKA, Spartak,
Lokomotiv y Dynamo, y se la ha otorgado un estatus especial entre las
fuerzas armadas que respaldan a Vladimir Putin.“Éramos voluntarios,
luego parte de las fuerzas de la RPD (República Popular de Donetsk).
Recientemente logramos obtener un estado separado, así que ahora no
pertenecemos a ningún batallón o división. Hay una gran cantidad de
hinchas. En toda Rusia, de hecho, en diferentes ciudades, hay diferentes
equipos de fútbol. Les decimos lo que necesitamos y ellos lo
proporcionan”, afirma Orlov.
Mercenarios italianos al servicio de Putin
Pero la relación de los ultras con la guerra entre Rusia y Ucrania viene de lejos. De
hecho, el referente número uno de los hombres de Putin en Italia para
reclutar mercenarios dispuestos a luchar contra los ucranianos es según
los investigadores Andrea Palmeri. Apodado “el generalísimo” y líder
ultra del Lucchese en 2018 se sumó al bando prorruso para luchar contra
Ucrania. También estarían relacionados con él, Gabriele Carugati
conocido como «Arcangelo», de Varese, y Massimiliano Cavalleri, conocido
como «Spartacus», de Brescia. Todos ellos se encargaban de captar a
jóvenes para combatir frente a los batallones ucranianos.
En
2020, salió a la luz que agentes encubiertos ucranianos intentaron
secuestrar a Andrea Palmeri, pero fallaron. Condenado el pasado mes de
septiembre por haber entrenado a varias personas para hacerlas luchar
junto a las milicias prorrusas en el este de Ucrania y hacerlas
participar “en acciones predestinadas y violentas destinadas a cambiar
el orden constitucional o violar el derecho territorial y la integridad
del gobierno ucraniano”, pesa sobre él una orden de detención
internacional.
Sus nombres forman parte de la propaganda rusa en
redes sociales en la que también participan activamente otros de los
grupos ultras, entre ellos uno de los más temidos de Europa: los del Spartak de Moscú.
Los
ultras reclutados por Orlov al contrario que los hooligans ingleses,
son carne de gimnasio y no acostumbran a ingerir alcohol, al menos antes
sus «batallas», algo que los convierte en más eficaces y peligrosos. Muy
violentos, xenófobos, ultraderechistas y expertos en artes marciales
siguen métodos de entrenamiento paramilitar. Sus peleas en los bosques
de las afueras de Moscú son conocidas en las redes sociales, trasladando
el caos por allí donde pasan.
Las
técnicas y modo de vida de estos ultras quedó reflejada en la película
Okolofutbola, un filme dirigido por Anton Bormatov que cuenta de la mano
de sus protagonistas el entramado mundo hooligan en Rusia.
En la actualidad el batallón "la Española" formado por hinchas radicales que tiene 550 efectivos, incluidos 100 operadores de drones kamikaze utilizados para atacar Ucrania.
TITULO:
EL DIVAN DE OLGA VIZA - Baloncesto - España se suicida desde el tiro libre ,.
Baloncesto - España se suicida desde el tiro libre ,.
La
selección española volvió a tropezar en la misma piedra, en la del
partido inicial de una gran competición, como sucedió el año pasado en
el Europeo ante Serbia, y esta vez fue ante Francia, por seis puntos
72-66.
España
ha cogido una mala costumbre: arrancar las grandes citas con una
derrota. Sucedió en el Eurobasket con el tropiezo ante Serbia. Entonces
fueron la confianza y los problemas físicos los motivos que se
esgrimieron para justificar el batacazo inicial. Luego llegaron más
sufrimientos y la explosión en la segunda fase y los cruces hasta
alcanzar el oro. En Turquía, la historia ha empezado exactamente igual.
Derrota ante Francia en el debut con uno de los peores partidos que se
recuerdan de «La Roja». Habrá que ver cómo reacciona el equipo ahora.
Hay tiempo de sobra para enderezar el rumbo. Hoy llega Nueva Zelanda, la
excusa perfecta para sumar una victoria y olvidar una pesadilla. España
no jugó mal. Jugó peor. Fue un desastre. Un caos en el que no se salvó
nadie. Los desastrosos porcentajes de tiro, especialmente desde el tiro
libre, lastraron a un equipo que se presentó en el Mundial con una
derrota tan inesperada como merecida.
«La Roja» no jugó un
partido de baloncesto. Vivió una pesadilla ante una selección que
físicamente es un portento. Los franceses son grandes atletas y alguno
de ellos, incluso, es un buen jugador de baloncesto.
La selección
estaba mentalizada para evitar que la historia del pasado Eurobasket se
repitiera. Si el equipo no funcionó durante demasiado tiempo como debe
fue por culpa de los franceses y de un colapso colectivo del que nadie
escapó. Nadie tuvo las ideas claras. Es como si los 35 días de trabajo,
el insistir en que sólo había que preocuparse de Francia, olvidarse de
los estadounidenses, centrarse en el estreno... no hubiera servido para
nada. Hay que escarbar mucho para encontrar un partido tan caótico de
España, un partido en el que todo el mundo esté desbordado.
Y eso
que Francia no mete miedo a nadie. Sin Parker, a los galos les queda
presumir de músculo y de piernas. Son una pandilla de saltarines
aderezada con cierto talento en alguno de sus miembros. Eso fue
suficiente para que España no estuviera cómoda salvo en el primer
cuarto. Empezó defendiendo bien. Sin alardes, una defensa correcta.
Demostró que se puede trabajar con eficacia atrás sin necesidad de tener
grandes atletas. Fueron diez minutos esperanzadores, pero no hubo más.
Nada más. A medida que Francia empezó a calentarse, a ver que su
intensidad daba resultado, el partido se torció sin remedio.
Marc
Gasol desapareció y con él todo el juego interior. Cada aparición de
alguno de los grandes únicamente servía para acumular errores desde la
línea de tiros libres. El equipo acabó con un infame 17/32. Quince
puntos regalados sin oposición. Quince puntos que España no sumó sin un
rival enfrente. Aun así, la Selección llegó hasta los últimos minutos
con el partido relativamente controlado. Las diferencias eran mínimas,
pero jugando tan mal, el equipo era capaz de tener a Francia maniatada.
Hasta que la dinámica de errores, la espesura en ataque y la tenacidad
de los franceses llevó el partido a donde tenía que ir. España estaba
rotundamente mal y así ante una selección de clase media es imposible
ganar.
Las apariciones de Batum, Gelabale y Abicy permitieron a
los franceses empezar a creérselo. Tomaron las primeras diferencias
(50-53, min 36). Reyes ejerció de bombero con un triple, pero las vías
de agua eran demasiadas. España se estrelló una y otra vez con la
defensa francesa y una fal- ta de Rudy acompañada de una técnica
representó la evidencia de que el equipo de Scariolo no estaba para
nada. A falta de poco más de dos minutos, la campeona del mundo estaba
nueve abajo (54-63). Las medidas desesperadas no surtieron efecto.
La
derrota puede tener muchas lecturas. España no va a volver a
encontrarse un equipo tan físico como Francia salvo cuando enfrente
estén los Estados Unidos. Además, el tropiezo puede significar que la
anunciada semifinal ante los yanquis no llegue a producirse si España
concluye como segunda de grupo. Eso siendo op- timistas. Porque con el
nivel mostrado en la apertura, España no puede soñar. Aunque así se
arrancó en Polonia y luego..
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