Gisele Bündchen-foto,.
| Gisele Bündchen | |
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| Nombre real | Gisele Caroline Nonnenmacher Bündchen |
| Nacimiento | 20 de julio de 1980 (33 años) Horizontina, Río Grande del Sur,  Brasil |
| Cónyuge | Tom Brady |
| Características físicas | |
| Medidas | 86-61-86 |
| Estatura | 1,80 m (5 pies 11 pulg) |
| Peso | 56 kg (123 lb) |
| Color de cabello | rubio |
| Color de ojos | Azul |
| Talla de vestido | 34 |
| Talla de zapatos | 39 |
Biografía
Nació en el estado de Río Grande del Sur. Es hija de Valdir Bündchen y Vânia Nonnenmacher, los cuales son la cuarta generación de alemanes en Brasil. Gisele tiene cinco hermanas: Raquel, Graziela, Gabriela, Rafaela y Patricia, quien es su gemela.A los trece años de edad, Gisele fue descubierta por un agente de modelos de Dilson Stein cuando ella estaba comiendo una hamburguesa en un restaurante de McDonalds. Cuando la entrevistaron, ella aclaró que no conocía nada del modelaje y le tenía un mal concepto.
En agosto de ese mismo año, una agente persuadió a Gisele para que abandonara un partido de voleibol para llevársela a un concurso de desfile. Gisele logró ser una de las cinco finalistas que fueron invitadas por Dilson Stein, junto con otras chicas, a otro importante concurso en São Paulo, organizado por Elite de Brasil y que se celebraría en mayo de 1994, para presentarlas a los agentes. Obtuvo el segundo lugar de ese concurso, perdiendo ante Claudia Menezes. Gisele participó en el concurso mundial de Elite y quedó en el cuarto lugar, y en otra versión el sexto. A pesar de su belleza, los agentes le criticaban su nariz.
Siendo adolescente, Gisele se mudó a Nueva York para debutar en la New York Fashion Week, fue un éxito y la aceptaron inmediatamente en el mundo del desfile de pasarela.
Gisele ha desfilado para las siguientes firmas: Valentino, Zara, Yves Saint Laurent, Bvlgari, Tommy Hilfiger, Chloé, Celine, Versace, Dior, Michael Kors, Ralph Lauren, Victoria's Secret, y Dolce & Gabbana. También ha realizado apareciones en las revistas: Allure, Marie Claire, Vogue de Estados Unidos, Vogue Italia, Harper's Bazaar, Arena, y Rolling Stone.
A pesar de estar por debajo de su peso normal, la figura Gisele se considera voluptuosa. Su busto es perfecto (fichado por Us Weekly) como el mejor busto por encima de Heidi Klum y Adriana Lima. La revista Vogue hizo el comentario de que su cuerpo marca el retorno de la modelo sensual, y el final de las modelos muy flacas parecidas a Kate Moss. En el 2000, sus ingresos anuales fueron de ocho millones de dólares y ganaba entre 7.000 y 15.000 dólares por hora para cualquier presentación.
La revista Rolling Stone le otorgó el premio a La Modelo del Año y la ha nombrado La chica más bella del mundo.3 Gisele ha sido anfitriona de los premios de moda VH1 y ha aparecido en el programa nocturno Late Night con Conan O'Brien.
Mantuvo una relación con Leonardo DiCaprio entre 2001 y 2005 y los medios establecen que se separaron porque el actor se negaba a las constantes propuestas de Gisele de contraer matrimonio. Actualmente está casada con el jugador de fútbol americano Tom Brady. El 26 de febrero de 2009, varias agencias noticiarías, reportaron que Brady y Bündchen intercambiaron votos en una ceremonia íntima en los Los Ángeles.4
Gisele tiene el apoyo económico de diversas marcas brasileñas como la compañía de telefonía celular brasileña Vivo y C&A. Además, la modelo ha lanzado su propia marca de sandalias.
En el 2004 debuta en el cine con un papel secundario en la comedia Taxi, y en el 2006 participa en la película The devil wears prada. En junio de 2009 confirmó que estaba embarazada de su marido Tom Brady. Según la revista Forbes, es la supermodelo más rica del mundo.5
El 9 de diciembre de 2009 Gisele dio a luz a su primer hijo,6 llamado Benjamín. Su segunda hija, Vivian Lake, nació en diciembre de 2012.
TÍTULO: NOCHE DE SEXO, EN EL AUTOBUS,.
Me quedé apoyada en el cristal del autobús. Aún jadeaba y me temblaban las piernas. Tenía la parte de abajo del biquini empapado con mi corrida. Ya llevábamos 10 minutos parados y el conductor se había bajado del autobús. La estación estaba vacía. Él se había marchado sin decirme nada. Nunca me había sentido más perversa ni excitada. Había tenido uno de los mejores orgasmos de mi vida, pero quería más. Empecé a tocarme. Toqueteé mi clitoris con presión. Con la otra mano me introduje el -foto--dedo corazón. No sentí nada y metí también el índice. A la vez miraba por la ventana por si aparecía alguien, pero todo estaba desértico. Me empecé a morder los labios, nunca me había dado tanto placer. Coloqué las piernas abiertas en los asientos de enfrente. Me toqué con más y más intesidad. Me chupé los dedos para seguir presionando mi clitoris. Mis gemidos se oían a lo largo del autobús. Vi al conductor salir de los aseos, pero no paré. Me excité aún más, lo vi acercarse mirando al suelo. Seguí tocándome. Cuando se subió al autobús me mordí la muñeca y me corrí. Lo hice lo más silencioso que pude pero me oyó. Oí sus pasos acercarse desde el otro lado del autobús. Yo seguía corriéndome. Cerré las piernas y finalmente nos cruzamos las miradas. “¿Qué haces aquí así?”; me preguntó alarmado. “Me he mareado en el viaje. Dicen que si levantas las piernas se te pasa pero no me está ayudando nada”; le mentí. “¿Cómo te llamas?”; me preguntó. “Martina”.
Esa noche volvía a casa después de haber pasado el fin de semana en mi casa de la playa. Estaba cansadísima. Me había pasado el día al sol y me había dejado agotada. No me había dado tiempo a ducharme y a cambiarme y llevaba aún el biquini debajo de un vestido de tirantes rosa. Cuando subí al autobús me fui directamente al fondo para que nadie me viese con esas pintas.
Apoyé la espalda en el cristal y subí los pies al asiento contrario. Me puse a mirar por la ventana. Ví la luz del faro de Cabo de Palos cada vez más lejos. Siempre me daba mucha pena irme. Era mi pequeño paraiso particular. Me quedé embobada mirando las luces de La Manga. El autobús se desvió para recoger a los demás pasajeros que estarían esperando en las paradas de los distintos pueblos que rodeaban el Mar Menor.
Practicamente no subió nadie. No sé decir cuántos pasajeros éramos, pero recuerdo a un chico ecuatoriano que escuchaba la música tan alto que ambientaba a todo el autobús. No había muchos más. Llegamos a Los Alcázares, la última parada, en la que subió una niña con su madre y un chico. De todos los asientos del autobús se tuvo que sentar justo en el de mi lado. Adoptó la misma postura que yo, la cabeza en el cristal y los pies en el asiento de al lado, justo al lado de donde tenía yo mis pies.
Nos quedamos mirando cada uno por su ventana. De vez en cuando se nos escapaba alguna miradita, pero poco más. Me empezó a doler el cuello y bajé la mirada hacia el móvil. Cuando alcé la vista me estaba mirando. Ya no dejó de hacerlo en ningún momento. No sabía si cambiarme de asiento o darle una foto mía. Siempre me incomodaba que me miraran y empecé a ponerme de mal humor. Él tuvo que notarlo porque empezó a sonreir. Era guapo, la verdad. No me había percatado de eso. Estaba muy moreno y tenía la típica pinta de surferillo. Sonreí y me sorprendí haciéndolo. Miré el móvil jurándome que no volvería a levantar la cabeza. De repente noté que algo tocaba mis pies. Eran los suyos que me intentaban hacer cosquillas. No me lo podía creer. Eché un pié inmediatamente hacia atrás y con el otro le pegué en el tobillo. Él soltó una carcajada y apoyó su planta con la mía. Hicimos una especie de pulso en el que perdí, por supuesto. Nos quedamos con los pies juntos mirándonos. Quise rozar algo más que su pie, pero me quedé inmóvil mirándolo. Se acercó y se puso en el asiento de mi lado y colocó mis piernas encima de sus muslos. Se inclinó hacia mí y empezó a besarme.
Besaba especialmente bien. Siempre he pensado que, en este mundo, están los hombres que te besa y los que se enrrollan contigo. Este te besaba. Le levanté la camiseta y empecé a tocarle la barriga. Jugueteé alrededor de su ombligo y, al bajar, noté que la punta de su pene asomaba por encima del bañador. Aparté la mano corriendo y noté que él, que seguía besándome, sonrió. Me agarró la mano y me la colocó justo en el sitio de donde la había apartado. Toqué su glade y poco a poco fui bajando apartándole el bañador. Empecé a hacerle una paja con torpeza ya que nunca había sido muy fan de ese tipo de masturbación. Él empezó a subir las manos por mis muslos hasta llegar al biquini. Lo apartó y empezó a tocar. No tocaba nada en concreto, lo cual me ponía más cachonda. Se acercaba a mi vagina y, cuando parecía que iba a meter los dedos, volvía a subir al clitoris. Ese juego me puso histérica. Finalmente le agarré la mano, le chupé dos dedos y los bajé. Me los metió con delicadeza y empezó a hacer movimientos circulares. Empecé a sentir placer y auménté el ritmo de la paja. Cuando se cansó, sacó los dedos y yo me agaché dispuesta a chupársela. Empecé por arriba y bajé muy lentamente. Él apoyó la mano en mi cabeza pero no forzó el movimiento en ningún momento. Le escupí en el glande y vi mi saliva deslizarse a lo largo de su pene. Empecé a juguetear con sus tésticulos.
Me incorporé y me senté encima de él. Estabamos demasiado lejos de los demás pasajeros por lo que nadie se percató. La coloqué y me la metí. Nos quedamos quietos durante unos segundos hasta que empecé a moverme. Me bajó con la boca el biquini y empezó a chuparme las tetas. Me levanté hasta dejar tan sólo la punta de su pene dentro de mi y me dejé caer. Nos retorcimos de placer. Se nos escapó un gemido y nos quedamos mirando en silencio. El autobús seguía su ritmo normal. Agradecí la música del chico ecuatoriano.Ya estabamos bajando el Puerto de la Cadena. Continué con los movimientos. Apreté las paredes de mi vagina, lo que aumentó la intensidad de la penetración. Me empezó a sudar la espalda. Me agarré con fuerza los muslos hasta hacerme daño. Él me agarró del culo con suavidad. Los movimientos eran lentos pero intensos. Nos besábamos en todo momento. Noté como aumentaba el placer. Él también lo sintió porque me mordió el labio. Se corrió. Sentí su semen llenando mi vagina pero no dejé de moverme. Me dejé llevar por esa sensación. Le cogí el peló con fuerza y me corrí. Eran las 11 de la noche cuando el autobús La Manga- Murcia llegaba a su destino.
TÍTULO: MUJERES EN PRIMERA LINEA, ELIZABETH WARREN,.
La pesadilla de HILLARY,.
- Muchos analistas políticos creen que tiene las de ganar y Hillary las de ... Por eso, nadie se atreve a toser a Elizabeth Warren ni a hablar de ...foto,.
Esta profesora de Harvard –a la que no es difícil
imaginar un pasado de mochilera o de ratón de biblioteca,
alimentándose de los argumentos con los
que hoy es un gallo de pelea en la política– se ha
convertido en la peor pesadilla de Hillary Clinton.
Muchos analistas políticos creen que tiene las de ganar y Hillary
las de perder. Warren, dicen, debería ser la próxima presidenta
de los EE.UU. La primera ataca, la segunda se defiende.
La senadora demócrata por Massachusetts ostenta una biografía a la medida del sueño americano... empezando porque ocupa el escaño del hermanísimo Ted Kennedy (y, brevemente, del propio JFK); y siguiendo con su historia, hija de un obrero de fábrica que perdió su empleo por un ataque al corazón, y de una mujer que tuvo que ponerse a trabajar para no perder la casa hipotecada donde vivía con sus cuatro hijos. Sí, la flamante doctora en Derecho, que se lo sabe todo de la bancarrota y la banca de inversión, ejerció de niñera con solo nueve años y con 13 sirvió mesas en el restaurante mexicano de su tía Alice, mientras sus tres hermanos mayores se alistaban en el ejército.
Por eso, nadie se atreve a toser a Elizabeth Warren ni a hablar de demagogia cuando arremete contra las grandes corporaciones y la banca, y defi ende como una leona los intereses de la clase media. De su cabeza salió la Oficina de Protección del Consumidor Financiero de la era Obama, para cuidar a las víctimas de los productos de alto riesgo. En una reunión de la Comisión de la Banca del Senado, en febrero, espetó a los funcionarios: “¿Cuándo fue la última vez que llevaron ustedes a juicio a un gran banco?”.
Los vídeos de sus intervenciones tienen legiones de fans. Warren se ha atrevido a dar la vuelta a la tortilla: pide cuentas a los poderosos y amplía el horizonte del ciudadano como Robin Hood en el bosque. Sus libros la delatan. El último, Una oportunidad de luchar, comienza así: “Soy EW. Una esposa, una madre, una abuela”. ¿Será también, en 2016, una presidenta? Ella niega que vaya a presentarse y los demás se niegan a creerla. ¿Cómo hacerlo? Hasta el magazine del New York Times ha dicho que “el cielo es un lugar llamado Elizabeth Warren”
¿Quién es?
● Elizabeth Herring nació en Oklahoma en 1949, en el seno de una familia trabajadora. Estudió con becas.
● A los 19 años se casó con un compañero del instituto. Tuvieron dos hijos. Terminó su carrera de Derecho cuando ya era madre.
● En 1978 se separó y en 1980 se casó con Bruce Mann.
● En 2012 fue la primera mujer con un escaño senatorial por Massachusetts. Fue profesora de Derecho durante 30 años y ha escrito 10 libros.
● Ha aparecido dos veces en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo de la revista Time.
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