domingo, 20 de julio de 2014

EN PRIMER PLANO,. Especialistas: Yo me juego el tipo por Tom Cruise,./ UNA HISTORIA EN IMAGENES, LA MAREA DE LOS DESESPERADOS,.


Nunca has oído hablar de David Leitch, pero seguro que lo has visto... o has visto sus espaldas. Cada vez que a brad pitt le sueltan un ...fotos,.
 
En primer plano

Especialistas: Yo me juego el tipo por Tom Cruise

Sin los protagonistas de este reportaje, no habría cine de acción. Se juegan la vida en cada secuencia y, aunque los veamos constantemente en la pantalla, nadie los reconoce. Ahora se han decidido a 'salir del armario'. Le presentamos a los verdaderos héroes de Hollywood: los especialistas.
Nunca has oído hablar de David Leitch, pero seguro que lo has visto... o has visto sus espaldas. Cada vez que a brad pitt le sueltan un puñetazo en 'el club de la lucha', quien recibe el golpe no es pitt. Es David Leitch. Cuando Neo arroja al agente Smith contra las paredes en Matrix, su víctima no es el agente Smith, sino David Leitch. Y cuando Matt Damon está en Tánger y salta desde un tejado para detener al asesino que va a matar a la chica en El ultimátum de Bourne, el que entra por la ventana haciendo añicos los cristales no es Matt Damon. Es David Leitch. Leitch ha trabajado como doble de Pitt en cuatro ocasiones, pero, lejos de cobrar las estratosféricas cifras de la estrella, su sueldo está establecido por convenio en un mínimo de 629 euros por día. «Es parte del trabajo dice Leitch. No sacamos 20 millones por película, pero sí que nos pagan muy bien». Pese a su pragmatismo, alguna vez se ha sentido irritado en un rodaje.
«Rodando Señor y señora Smith, estábamos haciendo una secuencia de alpinismo. Brad se subió a una plataforma pegada a la pared rocosa, le hicieron varios planos de su rostro con expresión cansada y lo mandaron a descansar. Filmaron entonces un plano general en el que su cuerda se rompía y después me rodaron a mí, cayendo por paredes rocosas a 15 metros de altura durante el resto del día. Primero caía por una pared. '¡Corten!' Luego por otra pared. '¡Corten!'. Esa vez sí que me mosqueé un poco. ¡Y la secuencia ni siquiera apareció en la película!».Hoy, Leitch es uno de los principales directores de secuencias de acción en Hollywood. También es el cofundador de 87eleven, un colectivo de especialistas que según aseguran los conocedores es el sindicato del ramo «más cabrón» de la ciudad. Su cuartel general está ubicado en un hangar cercano al aeropuerto internacional de Los Ángeles: un buen lugar para iniciar mi investigación sobre los verdaderos héroes de acción de Hollywood.

La dieta de los especialistas: un vaso lleno de aceite de oliva
Hay quien empieza el día con un café y las noticias. En 87eleven prefieren las proteínas, un vaso lleno de aceite de oliva y algo de jiu-jitsu. Entre ellos, Cale Schultz, un tipo de 110 kilos que recuerda a un Matthew McConaughey muy barbudo y que ha pasado el fin de semana encaramándose a árboles gigantescos en un remoto paraje californiano. «Es una buena forma de entrenarse para el trabajo con cables y arneses», comenta. Cerca de Cale, Jackson Spidell cinturón negro de kárate, antiguo miembro del equipo olímpico de gimnasia y doble de Chuck Norris en Los mercenarios II ensaya con un sparring una pelea con puñetazos. Suelta un golpe trazando un largo arco con el brazo. Su oponente se gira y se echa hacia atrás en el instante preciso para fingir el contacto. Más tarde, el departamento de efectos incluye el sonido de arrojar un pavo al horno contra el suelo. Fácil.O quizá no tanto. Algunos actores pierden el control y pegan puñetazos de verdad al doble de turno.
«En casos así, te toca fastidiarte y aguantar el chaparrón hasta que oyes '¡corten!'», explica Spidell. También hay directores que exigen puñetazos de verdad en los planos cortos y caídas que no se pueden simular por unas escaleras o contra una pared, en las que se debe reprimir el impulso instintivo de protegerte del impacto. Si la cosa parece falsa, sonará un inevitable: «¡Corten! Repetimos la toma». Y el presupuesto no siempre llega para usar suelos acolchados. «Así que lo normal es caer sobre hormigón», revela el especialista.
La expresión de dolor muchas veces es absolutamente real
Spidell acaba de doblar a Keanu Reeves en John Wick. En el rodaje hubo peleas, hormigón en cantidad y una caída desde un séptimo piso a un suelo de madera. «Es lo que llamamos un triplete explica. Le damos a una palanca, la cuerda se suelta y me precipito al vacío, aterrizando de espaldas contra el suelo. Llevas el cuerpo acolchado, pero el impacto se nota... ¡y de qué manera! Eso sí, la expresión de dolor que pones es de lo más convincente», ironiza. No muy lejos de allí se escucha el grito de Jared, el aparejador: «¡El trinquete está a punto!». Se refiere a un sistema de poleas que tira de un cable de acero en una dirección precisa y que se activa por un estallido de aire comprimido. Jared, que ha hecho saltar por los aires a especialistas en algunas de las principales películas de acción de Hollywood, comenta que los trinquetes son caprichosos. Una vez, recuerda, se disparó antes de lo previsto con un actor al que estaban maquillando. El hombre salió volando cuando le estaban aplicando el lápiz de labios.
«Es equiparable a vivir un accidente de automóvil cuando los airbags se disparan», cuenta, como si sufrir un accidente de coche fuera de lo más normal. Para ellos lo es, claro.Los golpes, a veces, no son la única secuela. Ralf Koch dobla en edad a Josh Hutcherson, estrella masculina y juvenil de Los juegos del hambre, y luce las mismas mechas rubias del actor. «Este no es mi pelo subraya. Acabo de doblar a Josh y no me dio tiempo de arreglármelo». Así que, además de llevarse todos los mamporros para que alguien que podría ser su hijo quede bien en la pantalla, se ha visto obligado a lucir durante meses un peinado ridículo.
¿Y qué pasa cuando el actor no quiere que se usen dobles?
Para colmo de males, los especialistas han de lidiar con el intrusismo de ciertos ídolos del celuloide empeñados en hacer el trabajo que no les corresponde. «El problema es que a nosotros se nos puede sustituir, pero a ellos no. Ya se vio en Iron Man 3 señala Koch. Robert Downey Jr. insistió en hacer él lo del trinquete. Se emperró. Pues se rompió el tobillo y paralizó la producción dos meses». Koch era campeón de gimnasia antes de hacerse especialista. Lleva más de 20 años. Una vez le tocó correr hacia una furgoneta que daba marcha atrás en El señor y la señora Smith. «La primera toma salió fatal recuerda. Y, al hacerla, oí un grito tremendo. Levanté la mirada y allí estaba Angelina Jolie con las manos en la boca diciendo: 'Es un hombre tan bajito... Cómo se atreve'. Me levanté, saludé, repetí la toma y me fui a jugar al cróquet con Brad».
Otra vez, el personaje de Hutcherson iba a ser arrollado por un campo de fuerza en Los juegos del hambre. Tenía que volar entre unos árboles hasta estrellarse contra otros dos especialistas. «Al levantarme, vi que el hombro me sobresalía. Alguien dijo: 'Hay que repetir la toma'. Y eso hicimos».Heidi Moneymaker, doble de Drew Barrymore en Los ángeles de Charlie o de Scarlett Johansson en Los vengadores, hace las mismas acrobacias que sus colegas masculinos, pero con traje de noche y stilettos. Para ella, dar una voltereta hacia atrás con tacones de 15 centímetros es el pan nuestro de cada día. «A veces llevas un vestido sin mangas, y el único lugar donde puedes poner un acolchado es la cadera. Así que procuro caer sobre la cadera». Moneymaker no se queja. «Me apasiona lo que hago», afirma.
La difícil relación de las estrellas con sus dobles
Algunas estrellas, como Keanu Reeves, son extremadamente educadas con los especialistas. Leitch nunca olvidará el rodaje de la secuencia de Matrix en la que Neo combate contra decenas de replicantes. «Hicimos 40 o 50 tomas de cada plano en una semana. Era una secuencia muy compleja, pero Keanu se disculpaba por las repeticiones y decía que la culpa era toda suya. Éramos 12 especialistas y no hacíamos más que caer y rodar por el suelo. Ante la acumulación de ajustes tarifarios, después de siete días, no había dinero para pagarnos. Así que Keanu apareció con una Harley-Davidson para cada uno». A Ky Furneaux nunca le han regalado una Harley. Casi todos los actores, dice, tratan a sus dobles con respeto, pero no todos. «Cierta actriz tuvo una vez un problema con mis pechos rememora. No hizo que me despidieran, pero no me podía ver. El coordinador me dijo: 'Cuando ella esté aquí, tú te vas'. No sé qué le pasó, tenía unas tetas iguales que las mías y le hice un doblaje estupendo». A Furneaux, ganadora de un Taurus los Óscar del ramo por una triple voltereta en una escena de lucha con un monstruo en Thor, le molesta especialmente cuando las estrellas no reconocen que usan especialistas.
«Los dobles de Tom Cruise se juegan la vida en sus películas expone. Me parece horrible negar que te han doblado. Cruise es un actor muy atlético, pero hay cosas que no conviene olvidar». Como los demás especialistas, Furneaux ha sufrido lesiones de todo tipo: muñecas rotas, un hombro dislocado en la primera toma, un hombro fracturado en la segunda... «Lo sobrellevas dice, pero nuestra vida profesional no es eterna. Yo pensaba trabajar en esto diez años. ¡Y llevo 12! Conozco a una chica que se ha roto casi todos los huesos, tiene poco más de 40 años y sufre artritis. Yo he tenido más suerte, pero puedo contar con los dedos de las manos las veces que me he despertado por la mañana sin dolor». Por eso Furneaux, como muchos colegas, tiene su propio plan de escape: escribir libros y protagonizar espectáculos de supervivencia extrema. Es lo que un especialista puede entender por «algo más acomodado».

TÍTULO:UNA HISTORIA EN IMAGENES,  LA MAREA DE LOS DESESPERADOS,.

Más de 45.000 migrantes arriesgaron su vida en el Mediterráneo en 2014,

Más de 45.000 migrantes arriesgaron su vida en el Mediterráneo en 2013foto-

Llegada de inmigrantes a la isla de Lampedusa.
 El Canal de Sicilia, la franja de 145 kilómetros que separa las costas de Malta y de Italia de África se ha convertido en una salida desesperada para muchas personas que huyen de guerras como las de Siria y Somalia y a quienes las restrictivas políticas europeas de inmigración y asilo obligan a intentar una travesía de fortuna en el Mediterráneo que muchas veces acaba en una muerte trágica.
En 2013, más de 45.000 personas arriesgaron su vida en esas aguas según un balance difundido en Ginebra por la Organización Internacional de las Migraciones. Un número que representa un récord desde 2008, si exceptuamos el año 2011 marcado por la crisis libia, indicó un portavoz de la organización.
Si el dato cuantitativo es grave, también lo es el relativo a sus nacionalidades. Más de la mitad de los 42.900 inmigrantes sin documentación que llegaron a Italia, así como los 2.800 que arribaron a Malta, procedían de Siria, Eritrea y Somalia, países con conflictos enquistados que han forzado a la huida a buena parte de sus población.
José Ángel Oropeza, el director de la oficina de coordinación para el Mediterráneo de la OIM, detalló que, de esos 45.000 migrantes registrados, “11.300 eran originarios de Siria , 9.800 de Eritrea y 3.200 de Somalia. Todos fueron obligados a abandonar sus países y tienen derecho a recibir protección bajo la ley italiana”, señaló el funcionario, que recalcó que “las cifras de migración hacia Italia muestran que cada vez hay más gente que huyen de la guerra y de regímenes opresores”.
“Nos hemos acostumbrado a ver como meras estadísticas a las personas que huyen de la guerra, la persecución, la pobreza y el hambre. Es urgente que encontremos maneras de impedir que estas personas perezcan en el mar cuando lo único que tratan de hacer es alcanzar una vida mejor. Debemos lograr una migración segura para que estas personas tengan alternativas reales”, concluyó Oropeza.
Durante los últimos 20 años, más de 20.000 personas han perecido tratando de alcanzar las costas italianas. Sólo en 2013, hubo 700 fallecimientos registrados, aunque es muy probable que otras muertes en el Mediterráneo hayan pasado inadvertidas y no estén reflejadas en las estadísticas europeas.
Restricciones al derecho de asilo
En noviembre el alto comisario de Naciones Unidas para los Refugiados, António Guterres, pidió a los países de Europa que abrieran sus fronteras a los refugiados sirios y fuesen “solidarios con su sufrimiento”.
Sin decirlo explícitamente, el alto comisario aludía a cómo la Unión Europea ha dado la espalda a estos y otros refugiados, lo que probablemente ha forzado a muchos de ellos a emprender la arriesgada travesía desde las costas de Túnez y Libia hasta Italia, o incluso hacia España intentando entrar en la ciudad autónoma de Melilla.
Amnistía Internacional aseguró literalmente el pasado mes de noviembre que “a los dirigentes europeos se les debería caer la cara de vergüenza por la ínfima cantidad de personas refugiadas de Siria que sus Estados están dispuestos a reasentar”.
La organización hizo esta afirmación durante la presentación de un documento en el que la organización denunciaba que miembros de la UE sólo se habían ofrecido a dar cobijo a unas 12.000 de las “personas refugiadas más vulnerables de Siria: es decir, tan sólo el 0,5 por ciento de los 2,3 millones de personas que han huido del país.”

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