viernes, 27 de septiembre de 2019

Retratos con alma - Blanca Romero: "Me cerraría un poco la vagina, pero sin cambiarle la cara... ¡Es muy mona!" ,./ DIAS DE TOROS - Urdiales y 'Basilisco': lo importante madrugó al éxito,.

TITULO:  Retratos con alma  - Blanca Romero: "Me cerraría un poco la vagina, pero sin cambiarle la cara... ¡Es muy mona!" ,.
  

  La periodista Isabel Gemio regresa a la televisión para presentar 'Retratos con alma', el nuevo programa producido por RTVE en colaboración,.
 
 

  Lunes -30- Septiembre a las 22:40 horas en La 1 / foto,.



Blanca Romero: "Me cerraría un poco la vagina, pero sin cambiarle la cara... ¡Es muy mona!",.

MODA,.

La modelo y actriz Blanca Romero en el evento de los Centros Unico en...
La modelo y actriz Blanca Romero en el evento de los Centros Unico en Madrid - foto,.
La actriz se siente cómoda con sus arrugas y su madurez. No obstante, cree que hay un par de cirugías estéticas que se haría para sentirse más cómoda
Blanca Romero tiene 43 años. Sin embargo, es justo decir que no se le notan... Ni un poco. Es más, entre ella y su hija Lucía Rivera existen 22 años de diferencia pero podrían parecer hermanas. Es por eso que Centros Único las ha elegido este año como las embajadoras de su nueva marca de cosméticos Cube, ya que ambas son clientas asiduas.
No obstante, Blanca ha confesado que no se preocupó de cuidar su cuerpo hasta los 40, ni en pensar en cirugías estéticas hasta que la edad se hizo presente. Ahora piensa diferente: "Suena súper feo decirlo, suena fatal, pero me cerraría un poco el chichi", expresó este jueves desde el hotel Santo Mauro, ante las carcajadas incontrolables de los periodistas.
Con un ceñido vestido albo, con cuatro botones como detalle, Blanca Romero, conocida por desfilar para marcas como Jean Paul Gaultier, Givenchy y Christian Delacroix , no suele ser obsesiva con el tema. De hecho, ella ni siquiera se maquilla. "Yo lo uso para el trabajo. Porque en Gijón (donde vive), ¿qué? ¿Voy al ir al merendero maquillada?", bromeó, y luego declaró que empezó a tratar su piel hace tres años. "Hasta que no vi que me hacía falta, no me cuidé. Hace tantísimos años, cuando yo tenía la edad de Lucía, no estaba de moda cuidarse. Y este año empecé a ponerme contorno de ojos, (para) cuando te miras al espejo y dices 'hostia, he dormido poco o qué mayor estoy'", declaró.
Y es que a Blanca no le preocupa el paso del tiempo. "No es por nada, pero a mi esto me está sentando muy bien, la madurez. Tanto a nivel emocional, como a nivel de nervios. Antes era mucho más nerviosa. También a nivel físico. Me miro y digo 'qué buena que estoy, con dos hijos que tuve'. Tengo una edad y no me veo paisana. Me veo todavía jovencita", explicó con su habitual naturalidad. Y añadió que no le estresa ver arrugas en su cara, razón principal por la que no se ha inyectado Botox. Aunque sí opina que necesita un par de retoques, con el fin de sentirse más cómoda.
"(Si tuviera que hacerme una operación) Pues me compraría unas tetas nuevas. No me pondría (más volumen), pero me las volvería a subir", afirmó. Pero su paso por el quirófano no acabaría allí, porque también está pensado en realizarse otra e impactante cirugía estética. "Me cerraría un poco el chichi, porque Martín -su hijo de siete años- era muy grande. Yo veo a mujeres en 'fitboxing', mayores y con más hijos que hacen ejercicios que yo no hago y digo 'estas tías, ¿de qué van?". Por otra parte, Blanca, también agregó que la necesidad de trabajar el suelo pélvico "no es ninguna tontería" y que está realmente interesada en tonificar su parte inferior. "Aunque no le cambiaría la cara (a su 'chichi'), porque es muy mono", confesó entre risas.
Entonces, ¿cuál es el motivo por el que quiere hacerse una operación reductora? "Porque si yo salto, estornudo, si ahora me da un ataque de risa, hago así (realiza un gesto de aguantar las ganas de ir al baño, cruzando las piernas). Es muy incómodo y, a veces, hay ejercicios que digo 'qué putada'. No los puedo hacer'", comentó. Pero, aún así, la maniquí no se detiene y, ha retomado su carrera como cantante. En 2006, Blanca formó un proyecto artístico, cantando bajo el seudónimo de La Perra. Aunque ahora ya no canta sola, se ha unido a la banda Shalala y pronto pisará los escenarios. "Parece que ya todos hemos pillado el tono que queremos para esta aventura", reconoció esta semana a El Comercio. A pesar de ello, Blanca no pretende retirarse de de la publicidad. Menos ahora que su hija la acompaña por el mismo camino.

   TITULO: DIAS DE TOROS - Urdiales y 'Basilisco': lo importante madrugó al éxito,.


Urdiales y 'Basilisco': lo importante madrugó al éxito,.

El vibrante encuentro entre el torero de Arnedo y un toro de exigente bravura en los albores de la tarde abre una corrida triunfal; Cayetano, a hombros con un fabuloso lote de Garcigrande
foto / Derechazo de Diego Urdiales al importante 'Basilisco' de Garcigrande, ayer en Logroño.
A la corrida le sucedió un contratiempo más grande que su propio éxito. Pues también se puede morir de éxito. Entre la puerta grande de Cayetano, el triunfo de Garcigrande y 165 minutos de gloria inflada hasta las seis orejas, lo importante: un toro de bravura tan revolucionaria como la de Basilisco no debería nunca madrugar tanto. No había hecho más que desperezarse la tarde cuando el garcigrande se puso a embestir como si no hubiera mañana. Con el carbón de sus hechuras portentosas pero muy serias hechuras de tío a toda máquina. Desde las primeras huellas en la suelta arena de La Ribera, la fijeza exultante, la humillación clamorosa y la repetición incendiaria.
A Diego Urdiales le debió de parecer también muy pronto la dosis de brava exigencia. Desde las verónicas de hermoso trazo que terminaron por apilarse sin respiro en una larga cadena. Como el galleo por chicuelinas de ritmo trepidante: Basilisco se amontonaba de puro celo. El mismo con el que levantó al caballo por los pechos en los dos encuentros contados como derribos. Aunque a mí el caballo me pareció un poco teatrero, la codicia del torazo era cierta. Como su potencia de cuerpo y fondo.
Diego Urdiales escuchó el amor de su tierra. En el brindis a un niño postrado en silla de ruedas. Como cuando se deshizo el paseíllo. Un clamor de aliento para todo lo que tocaba apretarse. Un señor toro entre pecho y espada. Diego se fue con Basilisco hasta la boca de riego con genuflexa torería. Esa forma de ser y estar en la plaza y en la vida se sostuvo como hilo conductor de la vibrante faena. Como el embroque máximo. El garcigrande cuanto más abajo iba apretado, más viajaba en su tensa embestida. Y cuando no, aquello parecía no rebosarse o salirse de los vuelos. Hubo momentos de una pasión excelsa. Una bárbara serie de naturales, la segunda de dos, y la última o penúltima ronda de derechazos inmensos. Que la repetición urgente exigía un mundo. O el muletazo poderoso de Perera más que la belleza antigua de Urdiales, la pureza a palo seco. Los ayudados finales desprendieron también el sabor de lo auténtico. La estocada no trajo la muerte exacta. Una demora de aviso y descabello. La oreja descorchó una piñata de ellas. Ninguna igual ni del mismo peso.
Lo jodido de la historia es que sucedió demasiado temprano. Algunos toros de Garcigrande y Domingo Hernández se antojaban inferiores por contraste con Basilisco siendo de un altísimo nivel. El lote de Cayetano, por no irnos muy lejos, fue fabuloso. Más torero en todos los aspectos. El colorado de hechuras divinas y preciso poder que estrenó su turno derrochaba una nobleza mayúscula. Un inoportuno toque recién iniciada la faena abajo provocó un volatín que condicionó al toro. Que aun así no paró de embestir bien en una faena periférica, profusa y premiada. De miradas seductoras a última hora y un espadazo marca de la casa.
La calidad del quinto, tan estrechito de sienes y trapío, fue un disparate superlativo. Esas embestidas que piden hacer el toreo. O reunirse alguna vez con él. Cayetano hizo lo suyo y volvió a matar con una autoridad pasmosa. La gente se exaltó locamente. Y el palco se rindió también a la fiesta de la seducción: la entrega de las dos orejas se convirtió en un dispendio hiperbólico.
Cayetano saliendo a hombros del coso de La Ribera, este sábado en Logroño.
Urdiales ya se había trabajado afanosamente una más de un cuarto pegajoso, de mansedumbres volubles. Que en sus manos de alfarero acabaron mejoradas. Como en los naturales del adiós a una faena de irreductible constancia. Su marcha a pie se hacía una crueldad reglamentista, el contraste definitorio y definitivo con Cayetano: los públicos del siglo XXI.
Ginés peleó vozalón a contraestilo con un toro sin ritmo. De cara muy suelta y no poco mal presentado. Que lo desarmó un par de veces pero jamás lo rindió. De derrota en derrota hasta la victoria final. Pese al espadazo, la recompensa sonó excesiva. No hubo lugar con la desacompasada movilidad de un sexto que no hacía justicia a lo mucho bueno de Garcigrande.
Qué lejos quedaron Basilisco y Urdiales: 165 minutos, seis orejas y una puerta grande después, siguieron siendo lo importante.

GARCIGRANDE,.

Plaza de La Ribera. Sábado, 21 de septiembre de 2019. Primera de feria. Casi tres cuartos Toros de Garcigrande y tres de Domingo Hernández (3º, 5º y 6º), de diferentes hechuras y seriedades; de exigente y extraordinaria bravura el 1º; notable el 2º; de calidad superior el 5º; bajaron nota 3º, 4º y 6º que se movieron mucho más que embistieron bien. Diego Urdiales, de gris plomo y oro. Estocada desprendida y descabello. Aviso (oreja). En el cuarto, estocada rinconera (oreja). Cayetano, de azul pavo y oro. Estocada (oreja). En el quinto, estocada (dos orejas). Salió a hombros. Ginés Marín, de tabaco y plata. Estocada pasada y contraria (oreja). En el sexto, dos pinchazos y estocada (silencio).

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