martes, 1 de octubre de 2019

Domingo -6- Octubre - LIARLA PARDO - Verónica Dulanto: «No soy una justiciera» ,./ ESPAÑOLES POR EL MUNDO - Asincronías ,./ Escala humana -.La voz contra el ciberacoso , Miercoles -2-Octubre .

TITULO: Domingo -6- Octubre - LIARLA PARDO  - Verónica Dulanto: «No soy una justiciera» ,.

El domingo -6- Octubre  a las 18:00 por La Sexta, foto,.

 

Verónica Dulanto: «No soy una justiciera»,.


Verónica Dulanto./Mediaset
Verónica Dulanto.

La reportera inaugura el miércoles en Cuatro la nueva temporada de 'En el punto de mira'. «Tienes que saber retirarte a tiempo, porque nunca sabes a quién tienes enfrente»,.


Con «temas de todo tipo» regresa este miércoles una nueva temporada de 'En el punto de mira', a las 22:50 horas en Cuatro, según comenta Verónica Dulanto. La reportera, que este verano cambió la calle por el plató para presentar 'Ya es mediodía', es una de las encargadas de abrirla con las catástrofes naturales que han asolado España en los últimos meses y el cambio climático.
-¿Qué temas se van a tratar en esta nueva temporada?
-Como siempre, temas de todo tipo. Nos gustan mucho los temas de consumo, que es algo en lo que la gente está muy interesada, pero también temas de denuncias, cualquiera relacionado con estafas, fraudes o simplemente curiosas que te planteas de dónde vienen. También de personajes, de vida de familias de España que conocemos mucho todos.
- ¿Qué balance hace de estos años como reportera del programa?
- Súperpositivo. Le debo muchísimo a 'En el punto de mira'. Este programa me ha dado la oportunidad de hacer periodismo de investigación, que era un campo que yo desconocía, y, pasados tres años, que se acaban de cumplir en septiembre, el balance es infinitamente positivo. Me encanta el programa, y a día de hoy podemos decir que la gente nos sigue, y que está encantada del programa. Los reporteros, aparte del tema en sí, aportan cada uno su personalidad, su valentía y su profesionalidad, y eso a la gente le gusta.
- ¿Le dan mucha importancia a las audiencias?
- Estamos gracias a que la gente nos ve, y en el momento en que nos deje, desgraciadamente y como todos los programas, tenderemos a desaparecer. A día de hoy siento que tenemos un público bastante fiel que nos agradece el programa y que está deseando que volvamos cuando desaparecemos de la parrilla. 'En el punto de mira' lleva mucho trabajo detrás, y la mejor manera de que eso se tenga en cuenta es con el recibimiento del espectador. Nos lo tomamos con medio cautela, porque también influye la programación: en qué día, contra quién estés enfrentado. La tele funciona así, y nosotros sabemos que hacemos un buen programa aunque nos respalde la audiencia al cien por cien, o nos respalde la mitad.
- ¿Qué tiene este programa para hacerle disfrutar?
- Todo. Me gusta mucho la calle, enfrentarme a situaciones inesperadas, y ver cómo desde el punto de vista profesional y personal hago las actuaciones, porque me he visto en alguna. regular. No yo, sino que han sido situaciones no previstas en las que hay que manejar un poco el barco. La calle te da una visión muy real de las cosas. No vas con un guión cerrado, no es un plató. La calle es el pulso de lo que estamos haciendo. También me gusta pedir explicaciones cuando es necesario, y en el tú a tú creo que manejo bastante bien. Aprendes mucho a verte a ti misma en situaciones que en la vida cotidiana no las tienes, y también sobre cada reportaje, claro. Es como un minimáster de cada tema.
- ¿Qué situación recuerda de ese tipo?
- Fue muy sonado una que vivimos en un reportaje sobre morosos. Estuve en Benidorm, en un edificio bastante conflictivo. Tú vas con un objetivo, pero a veces la realidad supera la ficción. Fue algo que se desbordó, y nos vimos metidos en medio de una revuelta entre las personas que vivían allí de okupas y los propietarios. Nos vimos encerrados en una casa hasta que vino la policía. Se lio una bastante gorda. Son cosas que tienes que manejar, y a veces poner a la gente en su sitio. Con esto no quiero decir que yo soy ninguna justiciera, pero algunas veces no te dejan hacer tu trabajo y tienes que establecer límites. Aquella vez, cuando salí de allí tuve que sentarme un rato con el cámara y le dije: 'Madre mía, ¿pero tú eres consciente de lo que hemos vivido?'. Luego el resultado de cara al espectador fue maravilloso, porque vio cómo sucedió todo y nos pilló en medio.
- ¿Diría que ha vivido situaciones de peligro?
- Situaciones de peligro, peligro, no, pero sí que lo rozan. Tienes que saber retirarte a tiempo, porque nunca sabes a quién tienes enfrente, y cómo va a ser su reacción ante la cámara al pedirle las explicaciones. Hay que saber mantener la calma y que no llegue la sangre al río.
- ¿Cómo ha sido su verano como presentadora en 'Ya es mediodía'?
- ¡Ay! Fenomenal. He estado muy contenta y muy a gusto. Lo he disfrutado un montón. Ya había hecho alguna cosa de plató antes, pero ha sido una experiencia fantástica, porque no tiene nada que ver. 'Ya es mediodía' y 'En el punto de mira' son como polos opuestos: es plató contra calle, presentadora contra reportera. Estas oportunidades siempre las intento aprovechar al máximo, y si podemos tener otra más adelante, yo, encantada. Creo que puedo adaptarme a lo que me ofrezcan, no a todo, pero sí a algo que encaje con mi personalidad y mi manera de hacer.

TITULO:  ESPAÑOLES POR EL MUNDO -  Asincronías,.

 

Asincronías,.

A ninguno se le escapa una sonrisa irónica ante una promesa imposible de cumplir, nadie arquea las cejas cuando detecta una mentira flagrante ni pone los ojos en blanco al oír una estupidez superlativa, foto,.


Asincronías


Es rara la ocasión en la que un dirigente político no aparece ante las cámaras rodeado por media docena de acólitos que lo miran arrobados. Mientras habla, sus acompañantes asienten todo el rato al ritmo de sus palabras: mueven la cabeza ligeramente en la zona más mesetaria y neutral del discurso y la dejan caer con brío sobre el pecho para reforzar los puntos fuertes del ideario de esa mañana, que no tienen porqué coincidir, necesariamente, con los del día anterior.
Todos asienten sincronizados, acompasados, con el convencimiento escrito en la cara. A ninguno se le escapa una sonrisa irónica ante una promesa imposible de cumplir, nadie arquea las cejas cuando detecta una mentira flagrante ni pone los ojos en blanco al oír una estupidez superlativa. Claro, que yo también haría lo mismo si fuera mi jefe el que hablara.
Pero no puede ser que todos estén siempre de acuerdo. De hecho, no lo es: el otro día me llamó la atención un acompañante que no seguía la cadencia del discurso. Era el tercero por la derecha, y sus movimientos estaban claramente desacompasados con respecto a las palabras del candidato. Parecía que estuviera mandando un mensaje cifrado, en clave. O eso, o que tenía el mismo sentido del ritmo que Belén Esteban en «¡Mira quien baila!», que también es posible. Pero no, estoy casi convencida de que era morse, y de que estaba pidiendo ayuda, no sé si para huir de un partido que dejó de ser lo que era hace tiempo, para escapar de unos dirigentes en los que ya no cree o para escabullirse de la campaña electoral que se le viene encima. Porque sabe que, en cuanto empiece, los días se convertirán en una soflama permanente. Y tendrá que asentir sin parar. Hasta que se haga una luxación en las cervicales.


 TITULO:  Escala humana - La voz contra el ciberacoso . , Miercoles -2-Octubre ,.


El miercoles -2-Octubre  a las 21:00 por La 2, foto.

 

La voz contra el ciberacoso,.



La voz  contra el ciberacosoOlimpia tenía 18 años cuando su novio colgó en la redes un vídeo sexual suyo. Aquello la hundió hasta el borde del suicidio, pero encontró fuerzas y hoy lidera la lucha contra la violencia digital en México,.


Olimpia Coral Melo Cruz tenía 18 años cuando al chaval que entonces creía el amor de su vida se le ocurrió la brillante idea de grabar un vídeo sexual con ella como protagonista. Días después, Olivia se enteró de que aquellas imágenes que supuestamente se filmaron para quedar en la intimidad de la pareja habían empezado a extenderse por obra y gracia del WhatsApp. «La gente comenzó a hablar de mí y a especular con quién me acostaba, y mi novio, con el que llevaba seis años saliendo, me dejó sola. Incluso un periódico local publicó mi historia: 'La historia de una chica que tenía futuro y está quemada en las redes sociales', titularon». Olimpia, que a partir de aquel momento comenzó a recibir invitaciones de hombres que le pedían que se acostara con ellos, jamás imaginó que lo que se suponía un inofensivo juego de enamorados la dejaría a las puertas del infierno. «Me empezaron a llamar 'la gordibuena de Huauchinango', mi pueblo, y después, cuando el escándalo se hizo más grande, 'la gordibuena de Puebla', la región de México en la que vivo. Estuve ocho meses sin poder salir de casa. En tres ocasiones traté de quitarme la vida hasta que comprendí que era la víctima de un tipo de violencia que no podía identificar».
Años después, esta valiente mexicana ha logrado que la ley de delitos contra la intimidad sexual, conocida como 'Ley Olimpia', se haya aprobado en once de los 31 estados de México y que estos días se debata en el consejo del Gobierno de la capital.
«Sentí que mi vida había terminado. Era muy joven y no sabía a quién acudir, cómo denunciar. Y para colmo, todo había ocurrido en el ámbito digital, así que parecía que nada había pasado. ¿Cómo me iba a defender si yo misma había grabado el vídeo?», explica la joven, que va camino de convertirse en una heroína popular en un país en el que el 63% de las mujeres mayores de 15 años han sufrido algún tipo de violencia cibernética.

«No eres una delincuente»

Olimpia asegura que nunca habría podido recuperarse si su madre, una mujer de una comunidad indígena que nunca terminó la educación secundaria y que no sabe ni leer ni escribir, no la hubiera apoyado incondicionalmente. «Mi madre no usaba internet, no sabía del vídeo y yo pensé que iba a tardar en descubrirlo. Hasta que un domingo en el que estaba reunida toda mi familia en la casa, mi hermano, de 14 años, llegó de la calle y mostró su teléfono en medio de todos. 'Ese vídeo de mi hermana existe y es Olimpia', dijo. Entonces, mi mamá se puso a llorar. Luego, mirándome a los ojos, me dijo: 'Todas cogemos. Tu prima coge, tu hermana coge y yo también. La diferencia es que a ti te ven coger. Eso no te hace una mala persona o una delincuente'». Fue ella quien la protegió durante los meses siguientes y quien le dio la fuerza que necesitó para encabezar una lucha que pretende despertar las conciencias y dar voz a las víctimas del ciberacoso.
Olimpia ha contado también que el día que recobró la dignidad que le habían arrebatado y comenzó a entender que ella no tenía la culpa de lo que le había pasado, pidió que la llevaran a la comisaría de Policía a poner una denuncia. «Intentando acceder a la justicia empezó mi segundo viacrucis. El oficial encargado de atenderme me pidió ver el vídeo. Y empezó a reírse. 'No estabas ni borracha ni drogada ni te violaron. De acuerdo al Código Penal no hay delito', me dijo. Aquella noche me dormí pensando: ¿cómo que no hay delito? Al día siguiente empecé a contactar con otras chicas que habían sido exhibidas en internet».
Por si aquello no fuera suficiente, meses más tarde tuvo que enfrentarse a los responsables políticos de Puebla, una ciudad de la zona centro-este mexicana, al sudeste de Ciudad de México. Era marzo de 2014 y Olimpia acababa de cumplir 19 años, pero para entonces ya sabía lo que debía hacer. «Les dije que yo era la 'gordibuena de Huauchinango', que aquel era mi vídeo sexual y que había más víctimas de este tipo de violencia. Demostré con capturas de pantalla que algunos de los que estaban allí habían compartido y dado 'like' a mi vídeo en redes sociales. 'Ustedes son los delincuentes, no yo', les dije».
Aunque tuvo que esperar hasta 2018 para que se aprobara la primera reforma de delitos contra la intimidad sexual en el Código Penal mexicana y aún queda mucho camino por recorrer hasta que todo el país se conciencie del problema, Olimpia sigue firme. Ya no tiene dudas.

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