lunes, 8 de febrero de 2016

COMANDO ACTUALIDAD - CAZADORES DE HERENCIAS - MIERCOLES 10 FEBRERO,./ HOY LE TOCA A -CRISIS DE IDENTIDAD EN EL CACEREÑO,.

TITULO: COMANDO ACTUALIDAD - CAZADORES DE HERENCIAS - MIERCOLES 10 FEBRERO,.
CAZADORES DE HERENCIAS,.fotos.
  • Los españoles pierden 15.000 millones de euros al año en herencias que caen en el olvido,.
  • El 90 por ciento de los bienes heredados acaba en una subasta,.
  • Sólo el 40 por ciento de los españoles hace testamento antes de morir,.
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      Fernando Osuna escudriña en archivos, registros y cementerios para resolver los enigmas del pasado. Es abogado especialista en herencias. Sobre su mesa hay 170 denuncias de hijos considerados ilegítimos que reclaman lo que creen que les pertenece. Tiene casos de ganaderos, empresarios, artistas famosos y personajes muy conocidos. Su éxito está en casos como el de Sofía: ha sido reconocida hija legítima de una criada y de un empresario multimillonario andaluz. Sofía, que nació rica y se crió pobre, puede heredar ahora diez millones de euros. El caso de Carmen es parecido, su madre trabajó como empleada de hogar de un ganadero sevillano. Tiene 69 años, es pensionista y ahora podría acceder a una herencia de tres millones de eurosEsteban espera recibir entre cinco y seis millones de euros. Ha denunciado por dinero y en memoria de su madre; se quedó embarazada de su jefe cuando trabajaba como empleada de hogar.
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    El hijo de Alfonso murió en un accidente de montaña. Le dejó en herencia un piso que acaba de vender por 150.000 euros. Es una de las cien mil viviendas que cada año queda libre por el fallecimiento de su propietario en España. La prisa por vender de los herederos hace que sean un 10 o un 20 por ciento más baratas que otro tipo de inmuebles.  Manuel y Simón son agentes inmobiliarios especialistas en herencias. Tienen en el barrio madrileño de El Batán, una zona humilde y con muchos vecinos mayores, su nicho de mercado.
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    Las reparticiones de herencias agravan las relaciones entre las familias. Tomás, uno de los tres mil notarios que ejercen en España, se enfrenta a la compra venta de un garaje. Sus propietarios son quince herederos. Cuando acabe la firma, cada uno de ellos se llevará 200 euros y será la última vez que tengan que reunirse para repartir la herencia.
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    El 90 por ciento de los bienes heredados acaba en una subasta. Es más fácil repartir el collar de la abuela o el piano del abuelo convirtiéndolos en dinero.  A eso se dedica Enric, está tasando el interior de la casa del abuelo de Montse, pone precio a la vajilla, las sillas y mesa del comedor o a unos binoculares que encontró olvidados en la cómoda. Si llegan a un acuerdo, los objetos que contienen el piso de su familia serán subastados.
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     Sólo el 40 por ciento de los españoles hace testamento antes de morir. Sant Feliu de Guixols es un pueblo de Girona que lucha para que se queden en el pueblo los doce millones de euros que dos vecinos y hermanos dejaron al morir. No tenían hijos, ni sobrinos, ni hay familiares que hayan reclamado la herencia millonaria. Los españoles pierden 15.000 millones de euros al año en herencias que caen en el olvido y que jamás han sido reclamadas. El misterio de los hermanos Anlló quiere ser desvelado.
    COMANDO ACTUALIDAD
    ‘Cazadores de herencias’, este miércoles en Comando Actualidad.
    • Con una propuesta impersonal y de marca blanca, los verdes repiten sus mismos errores y ceden frente a la Cultural Leonesa,.

      Cuerva, fundido en lo físico, tuvo que ser sustituido. :: J. REYSi el Cacereño hubiese tocado fondo ayer en el Príncipe Felipe sería, al menos, una buena noticia para el futuro de la entidad. Pero el estado de caída libre en el que se encuentra inmerso el equipo verdiblanco no parece indicar que a corto plazo vaya a poder solucionar una crisis de identidad futbolística y de seguridad en sí mismo, algo que está generando una hemorragia de resultados adversos sin que por el momento se pueda dar con un torniquete de urgencia.
      El problema de planificación deportiva, latente durante todo el año, está sacando en las últimas semanas su cara más agresiva. Una faceta que, por otra parte, es el lógico resultado del curso normal de una temporada en la que se acumulan las sanciones, las lesiones y los altibajos de forma física, agravados por un césped no apto para la buena práctica del fútbol. El propio entrenador, Ángel Marcos, ayer más criticado que nunca por una grada que le exigió su marcha casi al unísono, comienza a verse superado por los acontecimientos: «Ni yo sé trabajar más, ni puedo trabajar más». A su vez, tampoco se atrevió en sala de prensa a asegurar su continuidad al frente del grupo de trabajo: «Lo que tenga que hacer, no os lo diré a vosotros», espetó al ser preguntado sobre si se veía con fuerza y confianza para continuar dirigiendo al equipo.
      A caballo entre la política combinativa e imposibles propuestas de fútbol directo sin verdaderas referencias en zona atacante, el Cacereño pareció un equipo de marca blanca, con un juego un tanto impersonal y sin claridad de ideas. En las filas del equipo local pudo debutar el central canario, Ismael, quien formó pareja con un Mansilla que no está ofreciendo en sus últimos encuentros la mejor versión. Por su parte, el debutante se mostró correcto en las acciones en las que intervino.
      Tras un primer cuarto de hora de tanteo por parte de ambos conjuntos, la primera ocasión medianamente destacable del Cacereño fue por mediación de Leo Ramírez, quien protagonizó en el minuto 19 un disparo desde lejos que salió desviado de la portería defendida por Calzado.
      La réplica de la Cultural Leonesa no tardaría en llegar. En una jugada calcada al gol del empate del Valladolid B en la jornada anterior, a Mansilla le robaron la cartera en zona defensiva. Posteriormente, su falta le costaría la tarjeta amarilla.
      Con más inercia que acierto, el Cacereño continuaba buscando de forma infructuosa su primer tanto. Esta vez fue Gállego el que, tras un buen pase de Valverde, pudo pisar área, aunque posteriormente no definió bien en su jugada individual.
      Tras algún tímido acercamiento visitante, sería Cuerva en minuto 32 el encargado de llevar el 'uy' a la grada después de otro lanzamiento lejano que está vez salió fuera por poco.
      La ocasión más significativa de la Cultural en esta primera mitad fue gestionada por el delantero Aketxe, que de falta directa envió un buen balón a la puerta defendida por Vargas, quien sacó una mano providencial. El punta se mostró muy activo durante todo el encuentro y sus acciones siempre generaron sensación de peligro.
      Segundo acto
      Ya en la segunda parte se pudo ver un partido más abierto. En el 49, una temeraria salida de Vargas para defender un balón hasta la esquina del córner no fue aprovechada por los leoneses.
      El Cacereño, mientras, continuaba sin renunciar al ataque, con un Valverde cuyo empuje resultó insuficiente ante la ausencia de alguna contrastada compañía, pues Kofi no confiere entre los defensores rivales la más mínima intimidación.
      En el minuto 60, Cristóbal dio un aviso al Cacereño con un balón que salió desviado por encima de la meta de Vargas. Dos minutos más tarde, un nuevo fallo de Mansilla en la zaga sí fue aprovechado por la Cultural Leonesa, siendo Cristóbal el que pusiera el primer y a la postre definitivo gol de la contienda tras pase de Orodea. El Cacereño reclamó en la jugada una falta al lateral izquierdo verde, Toni, que el árbitro no señaló.
      Desde entonces y hasta el final, un Cacereño ya desgastado mentalmente tan solo gozaría de una clara ocasión de gol, que fue invalidada por fuera de juego, dejando en saco roto el gol en posición antirreglamentaria firmado por Gállego.
      Con un Cacereño mermado en lo físico y con espacio entre sus líneas, la Cultural tuvo varias claras ocasiones a la contra para poder haber sentenciado el partido, sin que ninguna de ellas llegasen a buen puerto. La salida de Beato, así como las tardías entradas de Ale y Javi Durán, no surtió el efecto deseado y el Cacereño se fue nuevamente de vacío.
      Ya casi al final se repitió una de las escenas más habituales, la de la impotencia de los jugadores verdes. Esta vez fue Leo Ramírez el que perdió los papeles, propinando una evitable patada a su rival, lo que le costó una justa roja directa.

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