viernes, 23 de abril de 2021

Cena con mamá - Ramón García , Viernes -23-Abril,. / Imprescindibles' estrena en La 2 - Muere el actor Christopher Lee a los 93 años ,. Domingo -25- Abril,./ De seda y hierro - Los lectores se merecen el Premio Cervantes ,. . Domingo-25- Abril ,./ Noche Sexo - Monica y el sexo - Amor y lujo en Vila Viçosa ,.

 

TITULO: Cena con mamá - Ramón García ,   Viernes -23- Abril .

 

Viernes -23-Abril a las 22:00 en La 1, foto,.

 Ramón García,.

«A mí tener suerte me da mucho trabajo»,.

Conduce todos los días hasta Toledo para hacer un programa de tres horas en directo. Tras el maquillaje emerge un tipo que no ha dejado de ser natural ni presentando 17 años las campanadas de Nochevieja,.

«A mí tener suerte me da mucho trabajo»

Es Ramón García uno de esos tipos que da al natural la misma imagen de campechanía que delante de las cámaras, como si te dijera sin decirlo 'ya ves, esto es lo que hay'. Y uno lo agradece, más en estos tiempos de asesores de imagen, de trampa y de cartón, donde todo lo que trasciende a menudo pasa por mil filtros y retoques. Casi 40 años al pie del cañón: 'La Ruleta de la Fortuna', 'No te rías que es peor', '¿Qué apostamos?', 'Gran Prix'... Por no hablar de las campanadas de fin de año, ya sea del brazo de Anne Igarteburu, Kira Miró o Paloma Lago, con quien llegó a sumar 11 millones de audiencia, imposible de repetir en un panorama mediático tan fragmentado como el actual. Cuesta imaginar la televisión de los últimos años sin este vizcaíno. Desde hace cinco años «y 1.240 y pico programas», trabaja en la televisión de Castilla-La Mancha presentando un programa diario que se llama 'En compañía'. Está más feliz que una perdiz.

Lunes

7.00 horas. Me levanto sin necesidad de radio ni despertador, tengo ya el reloj biológico adaptado. Una ducha rápida y voy a despertar a mis chicas: Patricia, mi mujer, y las niñas, Natalia, de 17 años y Verónica, de 14. Vivimos en Pozuelo de Alarcón. No desayuno hasta que las hemos llevado al colegio, que es cuando vuelvo a casa y dedico una hora a beber un café con leche, leer la prensa y ponerme al día.

10.00 horas. Trabajo en Toledo, desde donde se realiza 'En Compañía', un programa de casi tres horas que se emite a diario y en directo. Me gusta el coche -conduce un Mercedes GLC- y pisarle, pero sólo un poco. La AP-41 me permite plantarme en el trabajo en apenas 50 minutos. Voy casi solo, la primera vez que escogí esta vía pensaba que estaba en obras y que en cualquier momento me iban a dar el alto.

12.15 horas. Tormenta de ideas con el equipo. Repasamos todo lo que incluye el programa y si hay que hacer algún añadido en las fichas que me han preparado de los invitados. El esquema es sencillo: una presentación, una parte de entretenimiento y luego historias personales centradas en la soledad. Quien ha quedado viudo, separado, divorciado o no ha encontrado a su otra mitad. Hay historias duras, algunas de maltrato, corrientes sobre todo entre mujeres mayores que pertenecen a esa España en la que ni se las cuidaba ni se las hacía caso.

Martes

10.00 horas. Una vez al mes toca peluquero y hoy es el día, aunque a veces aprovecho también para ir al banco o hacer algún recadillo. El programa no permite salirte mucho del guión, de casa al trabajo y del trabajo a casa. Pongo la radio y escucho cosas que, por mucho que repitan, no paran de causarme estupor. Llevamos 77.000 muertos y la gente sigue haciendo fiestas clandestinas, saltándose las normas que, de acuerdo, son molestas, pero están por algo. Por no hablar de los franceses y alemanes que están de juerga en las terrazas de Madrid, cuando un vecino de Tarazona no puede salir de su pueblo ni yo visitar a mi ama en Bilbao desde noviembre. No me lo explico. Y los políticos tampoco saben hacerlo, de verdad que cuando lo intentan me entra la risa.

13.45 horas. Estoy preparando el programa en mi camerino y me suben la comida. Sopa de picadillo, jamón con pan y tomate, un yogur... Estoy pensando que el domingo voy a poner marmitako. ¡Me sale de miedo! Así, espesito, con pimientos choriceros. Mitad patata, mitad bonito, para que no te cueste encontrar los trozos de pescado. Eso y un par de vinos. De lujo.

20.15 horas. En cuanto llego a casa, me calzo las zapatillas de hacer deporte. Enchufo la cinta y dedico una hora a hacer ejercicio. Ojo, andando, que el médico me ha dicho que ya no estoy para según qué cosas. Aprovecho para seguir alguna serie en la tablet: 'Alias', 'Bordertown', '30 monedas'... Algo ligero mientras hago balance del día.

Miércoles

17.30 horas. Hoy ha pasado por el programa Nieves. 57 años. Una de esas historias que te tocan la fibra. Casada con el que fue su novio del pueblo, dos hijos... feliz hasta que la depresión hizo mella en él y se acabó quitando la vida. Ella lo relata con naturalidad, porque la mejor manera de quitarse ese peso de encima es hablando de ello. Yo, claro, había estado documentándome. ¿Sabías que en este país una persona se suicida cada dos horas y media? Es casi tres veces más que los accidentes de tráfico, pero nadie habla de ellos.

18.45 horas. De vuelta al camerino, me desmaquillo y me cambio de ropa. Soy un poco como esos cómicos que se quitan la nariz de payaso con la que entretienen a la gente y luego se enjugan las lágrimas que les caen cuando la gente les cuenta sus historias. Es como si me quitara esa capa de trabajo que me ha acompañado todo el día. 'Joder, qué duro ha sido hoy', pienso. Pero me miro en el espejo y soy feliz, porque cuando recojo los bártulos sé que he ayudado a alguien, y además de verdad. Y eso, a estas alturas de la película, vale mucho.

Jueves

10.30 horas. Para mí, el coche es una extensión de la oficina. Qué distinto este paisaje del de mi tierra: una planicie con toda la gama de ocres frente al verde de los montes. Aprovecho para pensar sintonías, probar enfoques distintos y, una vez en la redacción, lo vuelco todo. La mitad del equipo está teletrabajando, así que la videoconferencia se ha convertido en lo más natural del mundo. Hoy hemos decidido hacer una presentación distinta: el plató a oscuras y Gloria, mi compañera, y yo entramos bailando con unos tubos fluorescentes... Pinta bien.

21.30 horas. Antes llevaba tres programas, pero la pandemia obligó a prescindir de los dos de 'prime time', lo que me obligaba a veces a dormir en Toledo. Es una ciudad maravillosa... para venir de vacaciones. Antes de cenar llamo a mi madre, que está en una residencia de Bilbao. La echo de menos. Yo soy muy besucón, mucho de piel... La última vez la vi detrás de una mampara. ¡Cuántos abrazos robados! En el trabajo igual, no poder consolar a un invitado me deja hecho polvo. Hago tiempo con un libro, 'La danza de los tulipanes', un thriller policiaco de mi paisano Ibon Martín que me tiene atrapado.

Viernes

15.45 horas. Estoy a punto de salir en directo. A veces la gente me pregunta si tengo una varita mágica, que qué suerte haber hecho tantas cosas. Yo les contesto que no se imaginan el trabajo que da tener tanta suerte. Desde que estalló la pandemia no he cogido ni un día de vacaciones. Con toda esa gente recluida en casa, aburrida, sentí que era mi obligación transmitirles algo de entretenimiento. En cuanto esto pase, me cojo a mi mujer y a las niñas y nos vamos a Venecia. Viajar me da pereza, pero una vez que pasan las colas, los aviones, los equipajes... me suelto y disfruto.

 

TITULO:  Imprescindibles' estrena en La 2 - Muere el actor Christopher Lee a los 93 años ,. Domingo  -25- Abril,.

Domingo  -25- Abril a las 21:30 horas en La 2, foto,.

 

Muere el actor Christopher Lee a los 93 años

El cine despide a uno de sus intérpretes más camaleónicos, entre cuyos memorables papeles se cuentan los de Drácula y el mago Saruman de la trilogía de 'El Señor de los Anillos',.


El actor británico Christopher Lee, conocido por su labor en películas como 'Drácula, el príncipe de las tinieblas' (Terence Fisher, 1958) o la trilogía de 'El Señor de los Anillos', ha fallecido a los 93 años a causa de un infarto. Lee tuvo que ser hospitalizado por problemas respiratorios y murió el domingo, aunque no ha sido hasta este jueves cuando se ha dado a conocer la noticia a causa del deseo de su esposa, la danesa Birgit Kroencke, junto a la que permaneció durante medio siglo, de informar previamente a sus familiares.

El cine despide así a uno de sus actores más camaleónicos, un hombre capaz de transformarse en el sanguinario conde salido de la pluma de Bram Stoker o de poner rostro a Saruman, el viejo amigo y maestro del mago Gandalf que se revuelve contra los principios que un día unieron sus trayectorias para ponerse al servicio de Sauron, llevado por la codicia de poder.

Durante décadas, Christopher Lee alimentó con sus impecables actuaciones las pesadillas de millones de aficionados al género de terror. Hijo de un militar y de una mujer de buena cuna, pronto vio la cara amarga de lo que podría haber sido una idílica infancia. Sus padres se separaron cuando apenas contaba con 6 años, dejando una herida que no terminaría de cicatrizar.

Soldado del cine

Siguió los pasos de su progenitor cuando Inglaterra entró en guerra contra el Tercer Reich. Lee sirvió en la Royal Air Force (RAF), donde entró poco después de la muerte de su padre. Previamente se había presentado como voluntario para ayudar al Ejército finlandés en la conocida como Guerra de Invierno. Problemas médicos le apartaron del pilotaje, obligándole a desempeñarse como oficial de inteligencia. Muchas de sus actividades siguen siendo hoy absoluto secreto. Pero alterarían para siempre su visión del mundo y le depararían valiosas enseñanzas de las que tendría oportunidad de tirar a lo largo de su carrera cinematográfica.

"Ese no es el sonido que emite un ser humano al morir de una puñalada en la espalda", le soltó a Peter Jackson durante el rodaje de una de los filmes que integran la trilogía basada en la historia concebida por J.R.R. Tolkien, otro buen conocedor del sufrimiento bélico. El neozelandés acogió su sentencia con escepticismo... hasta que comprobó que sabía bien lo que decía.

La anécdota da buena cuenta del grado de profesionalidad de que Lee hizo gala en todos y cada uno de sus trabajos para la gran pantalla. Abandonado el uniforme, el británico comenzó a trabajar en el cine a finales de los años cuarenta. Primero le tocaron en suerte papeles secundarios en películas como 'La extraña cita' (Terence Young, 1948) o la adaptación del 'Hamlet' de Shakespeare que pergeñó Laurence Olivier ese mismo año. Allí se vería por primera vez las caras con Peter Cushing, con quien más tarde formaría equipo en numesosos títulos de terror.

El hombre que heló la sangre de los espectadores

Su elevada estatura, 1,96 metros, le convertía en el hombre ideal para, convenientemente caracterizado, helar la sangre de los espectadores, algo que no tardaría en hacer. Para entonces ya se había paseado por largometrajes como 'Moulin Rouge' (John Huston, 1952) o 'El temible tiburón' (Robert Siodmak, 1952). Pero sería Frankenstein, el monstruo al que el doctor que le puso nombre dotó de vida a base de trozos de cadáveres, el que convertiría su rostro en uno de los más populares del cine de los años cincuenta. Terence Fisher le reclutó para 'La maldición de Frankenstein' (1957), una película que cambiaría para siempre su trayectoria. Sufragado por Hammer Productions, la compañía británica fundada en 1934 por Will Hinds y que se especializaría en cintas de terror y ciencia-ficción, el filme tenía a Peter Cushing en el papel de Victor Frankenstein y contaría con un notable éxito de público.

A Lee le serviría en bandeja un torrente de roles que bebían sus raíces en los clásicos literarios del género. En los años siguientes se enfundaría los colmillos de 'Drácula', se metería en la piel de 'La momia' (Terence Fisher, 1959), protagonizaría 'El regreso de Fu-Manchú' (Don Sharp, 1965) y la barba de 'Rasputín' (Don Sharp, 1966). Se internaría también en el intrigante universo tejido por el escritor Arthur Conan Doyle alrededor de Sherlock Holmes en 'El perro de los Baskerville', la versión de la novela del mismo título que filmó Terence Fisher en 1959.

Regresaría a la figura del sagaz detective en 'La vida privada de Sherlock Holmes', una película de Billy Wilder. No sería el único personaje al que revisitaría. Lo haría también con 'Drácula vuelve de la tumba' (Freddie Francis, 1968) y con 'El conde Drácula' (1970), del maestro del terror a la española, Jesús Franco.

Primo lejano del novelista Ian Fleming, intervino en 'El hombre de la pistola de oro', un largometraje de Guy Hamilton basado en el personaje alumbrado por el sibarita autor, y transitó las calles de París en la versión de 'Los tres mosqueteros' que dirigió Richard Lester en 1973.

La literatura fue siempre una constante en sus películas, muchas de las cuales tenían como fundamento algunos de los libros más populares de las últimas centurias. Y aún le depararía el último de los seres inmortales a los que dotaría de su sello. Saruman, el mago que compartió años de amistad con Gandalf hasta que Sauron le llevó a su terreno. Su titánica enfrentamiento en 'Las dos torres', la segunda entrega de la trilogía, depararía algunas de las escenas más memorables de los últimos años. Imposible concebir un 'Hobbitt' sin su presencia, y por eso Peter Jackson volvió a demandar su servicios en la trilogía sobre Bilbo Bolson y su descubrimiento del anillo que posteriormente pondría al borde de la muerte a su sobrino Frodo y a toda la comunidad del anillo. Fue la última gran lección del maestro Christopher Lee, prolífico como casi nadie y que también participó en dos entregas de la saga 'Star Wars', al que sobrevive un filme pendiente de estreno, 'The 11th'.

 

TITULO: De seda y hierro - Los lectores se merecen el Premio Cervantes . Domingo -25- Abril ,. 
 

 El Domingo -25- Abril  a las 20:20 por La 2, foto,.

 Los lectores se merecen el Premio Cervantes,.

 

Editores y libreros agradecen la renovada pasión lectora, salvavidas del sector en el difícil año de la pandemia, que impide de nuevo la ceremonia de Alcalá,.

«Los lectores se merecen el Premio Cervantes»

Los lectores son los grandes héroes del año de la pandemia para los libreros y los editores. Han sido el salvavidas de un sector que atisbó las nubes más negras y que celebra hoy su gran día, sin la solemne ceremonia de entrega del Cervantes en Alcalá (por la delicada salud de Francisco Brines), pero con razones para el optimismo. Hubo incrementos de facturación y de ventas en sellos con menos novedades y en librerías amenazadas de cierre, que esquivaron la catástrofe con esfuerzo e imaginación. Vendieron más gracias a la fidelidad de unos lectores que apostaron por la cercanía del librero y recuperaron el placer por la lectura en lo más duro de la reclusión.

«El comportamiento de los lectores ha sido encomiable. Ellos han obrado el milagro. En marzo del año pasado pensamos en bajar la persiana para siempre, y al final cerramos un ejercicio con un incremento de ventas de un 10%. En algunos meses, tras el confinamiento, las ventas se dispararon hasta un 30% más», cuenta Felicitas Corvillo, Feli para todos, que lleva la friolera de 52 años en la librería Polifemo, en el Parque de las Avenidas, un barrio de clase media alta de Madrid.

«El cariño de los vecinos nos sorprendió. Sin su apoyo estaríamos cerrados. Tengo 68 años y podría estar jubilada, pero gracias al respaldo de los lectores sigo al pie del cañón», dice Feli emocionada. «Habría que darles a ellos el Premio Cervantes. Su apoyo ha sido milagroso», insiste con la voz quebrada.

Como tantos de los 4.000 libreros que hay en España, en Polifemo hicieron de la necesidad virtud. «Repartimos libros por casas y tiendas a unos lectores que vuelven a confiar en nosotros». «Antes esgrimían la palabra Amazon como una amenaza; hoy ya no es así; piden consejo y esperan y agradecen que les localices el libro que buscan», explica Feli.

«Las librerías son como farmacias de guardia emocionales y el libro un bien esencial, como el pan», asegura Patrici Tixis

«También yo creo que los lectores se merecen el Cervantes», coincide María Fasce, editora de Alfaguara, Lumen y Reservoir Books. «En un año que pintaba horrible, la paradoja son los buenos resultados y que el libro se haya consagrado como 'el' entretenimiento», celebra. Sus tres sellos aumentaron su facturación entre un 10% y un 30% sobre lo presupuestado, a pesar de haber reducido las novedades. «Con menos libros, han funcionado mejor los mejores. Se ha comprendido la importancia de las librerías, los lectores han hecho caducar el concepto de novedad y han buscado libros pertinentes», se congratula la editora.

«Ha sido un año bastante mejor de lo que podíamos pensar», coincide Patrici Tixis, presidente de la Federación de Gremios de Editores (FGEE), que destaca la mejora de un punto en libros no de texto pero lamenta la caída de un 10% del libro de texto y de casi un 50% en la exportación a América. Cuando se cierre la facturación global de 2020 podría igualar o superar los 2.420 millones de euros de 2019, aún lejos de los 3.185 millones de 2008, el récord antes la gran crisis.

También agradece Tixis la pasión de los lectores y de los pequeños libreros «que han sabido canalizar y aumentar las ventas». «Siete de cada diez libros se venden hoy en librerías, y el lector ha sido el salvavidas de un sector paradójicamente reforzado». «Cuando en mayo reabrieron las librerías, volvieron con más ganas y salvaron un año sin Sant Jordi y sin Feria del Libro de Madrid. Ha sido casi milagroso», reconoce Tixis. «Las librerías son como farmacias de guardia emocionales, y el libro, un bien básico y esencial, es a la cultura como el pan a la alimentación». Valora, además, que en un año tan difícil «se hayan abierto librerías, al menos una veintena en Cataluña». Optimista, cree que los datos mejorarán, pero reclama un pacto de Estado para el fomento de la lectura que acabe con ese 36% que no lee nada, y que se proteja a las librerías. «Entre quienes leen, no llegamos a un libro al mes. Leemos once libros al año, frente a los 16 de Francia. Somos una potencia industrial, pero estamos lejos de ser una potencia lectora», lamenta.

«Nuestra facturación aumentó este año en torno a un 5%», cuenta Ofelia Grande, editora de Siruela y agradecida al doble milagro de la vuelta de los lectores y de su aprecio por 'El infinito en un junco', el ensayo de Irene Vallejo que sigue dando alegrías y vida al sello, con 35 ediciones y 200.000 ejemplares vendidos. «Yo repartiría el Cervantes entre los lectores y los libreros, que han hecho encaje de bolillos para atender a los lectores con entusiasmo e imaginación», plantea.

Cansados de pantallas

«El año se ha salvado. Hubo un bajón lógico y una recuperación hasta quedarnos en un 10% menos de facturación que el año anterior», dice Silvia Sesé, editora de Anagrama, que redujo su oferta también en un 10%. Como sus colegas, cree que el comportamiento del lector ha sido «heroico». «Pensamos que todo sería tan catastrófico que el hecho de que se vendan libros y se recupere el espacio para la lectura es casi un milagro. Ha habido una reconexión con los lectores. Quizá se deba a cierto cansancio de las pantallas, que, junto al formidable esfuerzo de los libreros, que desplegaron una actividad enorme en redes y en sus locales y enviaron los libros puerta a puerta, se anticiparon a la posible catástrofe y recondujeron la situación», apunta Sesé con un «optimismo cauteloso». «No nos durmamos en los laureles ante unos buenos resultado que no sabemos si irán más allá de 2020. No se ha recuperado nunca lo perdido con la crisis de 2010», señala.

«Con 68 años podría jubilarme, pero gracias al apoyo de lectores y vecinos sigo al pie del cañón, dice la librera Feli Corvillo

«Repetimos las cifras de ventas de 2019 en España, y aunque en América ha caído muchísimo, la media de bajada sería solo de un 10%», añade Joan Tarrida, editor de Galaxia Gutenberg que se deshace también en elogios hacia libreros y lectores. «Hay que agradecerles que confiaran y compraran en las librerías pequeñas. Y a los libreros que aguantara el tirón y repartieran los libros por doquier. Ambos han sido los verdaderos salvavidas del sector», reconoce el editor que redujo un 20% sus novedades.

Siete títulos para hoy

1. Tomás Nevinson. Javier Marías (Alfaguara)

2. Independencia. Javier Cercas (Tusquets)

3. Sira. María Dueñas (Planeta)

4. Transbordo en Moscú. Eduardo Mendoza (Seix Barral)

5. Los ojos cerrados. Edurne Portela (Galaxia Gutenberg)

6. Klara y el Sol. Kazuo Ishiguro (Anagrama)

7. El infinito en un junco. Irene Vallejo (Siruela),.

 

TITULO: Noche Sexo - Monica y el sexo - Amor y lujo en Vila Viçosa ,. 

El viernes -23- Abril  0.40 / Cuatro, foto,.

Amor y lujo en Vila Viçosa

Ingredientes para una serie. A un paso de la frontera se podría recrear 'La cocinera de Castamar',.

Interior del Paço Ducal de Vilaviçosa. / E. R.
 
Interior del Paço Ducal de Vilaviçosa.

Se puede ver estos días en televisión la serie 'La cocinera de Castamar', rodada en magníficos escenarios como el palacio del Infante Don Luis en Boadilla del Monte, el Palacio Real de Riofrío o el patio de la Cartuja de Talamanca del Jarama. Viendo estas series de amor, intrigas y lujo en este tiempo de cierres perimetrales,.

Madrid, 1720. Hasta el siglo XVIII viaja 'La cocinera de Castamar', que Atresmedia estrena hoy en su plataforma de streaming Atresplayer Premium y que en los próximos meses dará su salto a la pequeña pantalla. La nueva ficción se basa en la novela homónima de Fernando J. Múñez, donde Clara Belmonte, interpretada por Michelle Jenner (Barcelona, 1986), llega a Castamar huyendo de un doloroso pasado para trabajar en la cocina del palacio. «No había leído antes la novela», asegura Jenner.

Producida por Buendía Estudios, la joven Belmonte se refugia en la la cocina para sobrevivir y convierte su trabajo en su gran pasión. «Soy cocinitas. No tanto como mi personaje, pero algo he aprendido», responde entre risas la actriz protagonista. En sus platos vuelca sus esperanzas, sus ilusiones y la convicción de que «todos seremos iguales cuando todos comamos igual». Este es el leitmotiv de la serie, ya que la diferencia de clases es uno de los asuntos que aborda la serie. «Hay momentos en que parecen dos series distintas con la parte noble y la del servicio», relata Jenner.

«Es realmente bonito, porque cuando nos pusieron los primeros capítulos, eran dos películas distintas», añade Roberto Enríquez (Fabero, Castilla y León, 1968). Enríquez da vida a Diego, el duque de Castamar. Viudo y con un pasado también desolador, al que la llegada de Clara cambia la vida. Enríquez sí había leído la obra de J. Múñez: «Me gustó mucho y la leí con ojos de hacer ese personaje».

Viaje al siglo XVIII

'La cocinera de Castamar' cuenta con unas espectaculares localizaciones, tanto interiores como exteriores, que han sido un protagonista más de la serie. Lugares de renombre que han acogido el rodaje y que han dotado de un significado muy especial a la producción. Espacios nobles y señoriales como el Palacio del Infante Don Luis, el Monasterio de San Bartolomé de Lupiana, el Palacio de Fernán Nuñez, el Palacio de Linares, el Monasterio de Uclés, e incluso cuenta entre sus localizaciones con dos edificios que son Patrimonio Nacional como la Quinta del Duque de Arco y el Palacio de Riofrío.

Estos son todos los lugares que han dado vida a los espacios al Palacio de Castamar, al patio de servicio, a la Hacienda de Castamar o al convento de las monjas, donde los protagonistas vivirán todas sus historias de amor, desamor, traición, venganza y pasión.

Hugo Silva, Maxi Iglesias, Silvia Abascal, Nancho Novo, María Hervás, Paula Usero, Fiorella Faltoyano, Jean Cruz, Jaime Zataraín, Marina Gatell, Mónica López y Agnés Llobet, entre otros, completan un reparto de altura –«lo mejor de cada casa», dice Enríquez– para un total de doce capítulos de alrededor de cincuenta minutos de duración que mostrarán la ostentosa vida de los nobles, así como el día a día de sus criados. Dos mundos que se unen por amor. «En la serie contamos una historia que puede darse hoy en día en, por ejemplo, el barrio de Salamanca de Madrid», relata el actor.

El duque al que da vida perdió a su esposa en un accidente hace diez años. Poco a poco los dos protagonistas se dan cuenta de que están enamorados y deben luchar contra viento y marea dadas las circunstancias. «Hay muchos ingredientes de esta historia que me la hacían muy seductora desde que leí la novela de Fernando», añade el intérprete. «Es una maravilla y hay momentazos en la serie», apostilla Jenner. El romance se complica para la pareja porque la madre del duque, doña Mercedes, está empeñada en que el ducado tenga descendencia y trata de que su hijo contraiga matrimonio con la noble Amelia Castro.

Con el foco puesto en lograr una ambientación fiel a la época, la producción no solo ha puesto esmero a la hora de recrear los peinados, las copiosas comidas o el vestuario. «La iluminación también era de época, con velas, resultaba espectacular», destaca Jenner. Todo ello daba pie a curiosos choques con la realidad que los dos actores recuerdan ahora con humor. «Durante el rodaje se dio una paradoja muy curiosa, ya que íbamos vestidos del siglo XVIII y veías mascarillas por todos los lados», dice Enríquez divertido.

 

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