TITULO: Cartas en el tiempo - Granada reedita el legendario Concurso de Cante Jondo que dignificó el flamenco ,.
Cartas en el tiempo ,.
'Cartas
en el tiempo' - Granada reedita el legendario Concurso de Cante Jondo que dignificó el flamenco ,.
Miércoles - 26 - Enero a las 20:00 en La 2 / foto.
Granada reedita el legendario Concurso de Cante Jondo que dignificó el flamenco,.
Impulsado hace un siglo por Lorca, Juan Ramón, Falla y otros notables intelectuales, se repetirá en su emplazamiento original de la Alhambra,.
Un grupo de intelectuales entre los que estaban el compositor Manuel de Falla y los poetas Federico García Lorca y Juan Ramón Jiménez, impulsó en 1922 el Concurso de Cante Jondo de Granada. Fue el primer certamen de su tipo, dignificó el flamenco y lo sacó del submundo tabernario y casi marginal en el que se desenvolvía para pasar a ser una seña de identidad de nuestra cultura. Un siglo después, Granada reeditará esta cita seminal, con el flamenco reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco desde noviembre de 2010.
Distintos organismos preparan la celebración de los cien años de aquella cita histórica que cambió la percepción del flamenco y cuyo programa, presentado ayer en la Residencia de Estudiantes, se extenderá a lo largo de todo 2022. Tendrá su punto culminante en la reedición del legendario concurso en el complejo de la Alhambra un siglo después.
«El flamenco es una de las creaciones más gigantescas del pueblo español», escribió Lorca en una carta dirigida en 1921 al crítico Adolfo Salazar, quien, como el malogrado poeta granadino, jugó un papel crucial como promotor del concurso, celebrado los días 13 y 14 de junio de 1922 en la Plaza de los Aljibes de la Alhambra. Allí acudieron maestros del flamenco como Pastora Pavón -La niña de los peines-, los guitarristas Ramón Montoya y Manolo de Huelva y un crío, Manolito Ortega, luego Manolo Caracol. Se rescató además a artistas casi olvidados como Diego Bermúdez Calas, El Tenazas de Morón.
La pureza
Su celebración pretendía preservar y difundir la pureza del cante jondo, cuya existencia se percibía como amenazada por los cantos 'modernizados' y se consideraba casi perdido. No en vano, las bases del concurso precisaban que «siempre debería tener presente el aspirante a premio que no es un cantante, sino un cantaor».
Presidió el jurado Antonio Chacón, considerado entonces el patriarca del cante, gran conocedor y ferviente admirador del cante gitano, junto dos grandes del género, Manuel Torre y la citada Pastora Pavón. No hallaron lo que querían. El premio de honor quedó desierto y el secundario fue para el ya anciano Tenazas. También se premió a Frasquito Yerbabuena, a una gitana del Sacromonte llamada María la Gazpacha que bordó la zambra, y se vio también bailar a Juana la Macarrona. Una fiesta cerró el concurso que inauguraba una nueva época en la historia del cante y el flamenco.
Además de Falla y Lorca, el concurso contó con el apoyo de personalidades y destacados intelectuales de la época, como los pintores Ignacio Zuloaga y Manuel Ángeles Ortiz, José María Rodríguez-Acosta y Hermenegildo Lanz, el músico y guitarrista Andrés Segovia, el político y escritor Fernando de los Ríos, el intelectual amigo y valedor de Lorca Miguel Cerón, o el pedagogo y jurista Hermenegildo Giner de los Ríos. Eran algunas de las figuras más destacadas de la denominada 'Edad de Plata' cuyo legado salvaguarda la Residencia de Estudiantes. Y contaron con el respaldo del Centro Artístico, Literario y Científico de Granada, que ha celebrado sus 136 años.
Más allá de la reedición del concurso en junio, habrá encuentros, ponencias, charlas, recitales y conciertos que buscan situar en Granada la génesis cultural de la identidad española. El Palacio de Carlos V acogerá desde junio, y durante tres meses, una gran exposición estructurada en siete áreas temáticas sobre el concurso situando al visitante en el momento histórico, antropológico y social y el lugar de realización del certamen, la Granada de 1922 con la Alhambra como escenario. La muestra se acompañará con un catálogo científico, un ciclo de visitas guiadas por la Alhambra y el Generalife para abordar la profunda vinculación del conjunto con el cante jondo, y actuaciones de cante, baile y toque a través de los personajes representados.
TITULO: Las
rutas de Ambrosio - Cádiz ,.
El sabado -22, 29 - Enero a las 19:10 por La 2, fotos,.
El chef Gonzalo D’Ambrosio llega a Cádiz para aprender que la gastronomía también peude ser sostenible y que para ser considerada un arte tiene que estar en armonía con el medioambiente. Los productores y cocineros gaditanos mostrarán a Gonzalo que sabor y responsabilidad alimentaria van de la mano.
En esta receta aprendemos a cocinar unas albondigas sin huevo, con un toque distinto. El chef acompañada este sencillo y sabroso plato con productos de la huerta: una ensalda tibia con verduras de la huerta de Cádiz.
¡Ponte los guantes que vamos a amasar albóndigas! No dejes de amasar hasta que todos los ingredientes queden bien mezclados y parezca que has creado una bola de proteina. Así no necesitarás ni huevo, ni pan rallado, ni nigún agregador. Cuanto más amases, menos se desarman. Así al final, cuando la bola esté ya bien hecha, la pasaremos por un poquito de harina para que tengan un toque crujiente.
Para una cocina respetuosa con el medio ambiente lo más importante es comprar productos de temporada y proximidad.
TITULO: LAS RUTAS DE VERONICA -Llevamos tres meses sin televisión,.
El sabado-22, 29 - Enero a las 18:10 por La 2, foto,.
Llevamos tres meses sin televisión,.
Queja. Vecinos de la alquería hurdana de Aldehuela están hartos de los problemas con la señal,.
El vecino de Aldehuela enciende el televisor, conecta el tdt (el aparato receptor de señal) y zapea en busca de un canal que se vea, pero hace agua. Nada. No se ve ninguno. «Para una cosa que nos entretiene por la noche, no la tenemos», se queja otra vecina. Él y ella, y el resto de los habitantes de Aldehuela (17 según el Instituto Nacional de Estadística, 11 si se cuentan solo los que duermen en él cada día, detallan varios de ellos) están cansados de vivir sin televisión. «Y llevamos cuatro meses así», completa uno, corregido por otro que asegura que son tres. Mucho tiempo, en cualquier caso, para los residentes de esta alquería de Las Hurdes donde los problemas con la señal de televisión son un problema recurrente desde hace tiempo.
«Es una cosa rara, porque unos vecinos ven unas cadenas, otros ven otras y algunos, ninguna», explica Vicente Sánchez, que añade que en su caso, ve Canal Extremadura pero que a veces se pixela, y que si intenta cambiar a otra, el monitor le informa de que no hay señal. «En Erías (a tres kilómetros, 56 residentes) sí que ven todos los canales», completa Vidal Hernández.
«Unos vecinos ven unas cadenas, otros ven otras y algunos no ven ninguna»
Vicente Sánchez
Vecino
Pinofranqueado
Conoce bien la incidencia José Luis Azabal, alcalde socialista de Pinofranqueado, ayuntamiento del que depende Aldehuela. «La tecnología que suministra la señal de televisión a Aldehuela está en un sitio que atrae mucho a los rayos, y cada vez que hay tormenta, se estropea algunos de los dispositivos», explica el regidor. «En Aldehuela están con una señal de televisión muy baja desde principios de julio», concreta Azabal, que añade que «cada vez que se estropea algún transformador, como ha sido el caso ahora, hay que enviarlo a reparar a Galicia y nos cuesta habitualmente sobre 2.500 euros». «El técnico, que conoce perfectamente el problema –concluye el regidor– está perfectamente al tanto de la situación, que está en vías de ser solucionada»
Además, se da otro problema, y es que cada vez que se reparan los dispositivos, es necesario que los vecinos resintonicen sus televisores si quieren volver a recibir la señal de forma nítida. Se hace navegando por los menús del televisor o el tdt, con el mando a distancia, una operación que no todos saben completar.
TITULO: ¡ Qué grande es
el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL
HORMIGUERO VIERNES - 28 - Enero - José Corbacho ,.
¡Qué grande es el cine!,.
¡Qué grande es el cine! fue un programa de cine dirigido por José Luis Garci y emitido por Televisión Española por su cadena La 2.
El programa comenzaba con una presentacLa actriz Juana Acostaión de la película que se
emitía esa noche, posteriormente esta película se emitía y acababa con
una tertulia entre Garci y los invitados del día sobre ella.1 El programa comenzó a llevarse a cabo en enero de 1995 y comenzó sus emisiones el 13 de febrero del mismo año., etc.
¡ Qué grande es el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES - 28 - Enero - José Corbacho ,.fotos.
José Corbacho,.
José Corbacho. "A Barcelona no viene ni el tato por la pandemia y por 10 años de procés y protestas en la calle",.
José Corbacho. Hospitalet de Llobregat, 1965. Presume de vividor y nos responde entre masaje y masaje para demostrarlo. Desde el día 23, regresa al Teatro Borràs de Barcelona con su monólogo-consejo Ante todo, mucha calma.
- En este país, calma, poquita.
- Bueno, pero ese es vuestro problema, no el mío (risas). Que tenemos la manía de colgarnos los problemas de todo el mundo. Ya os apañaréis vosotros con vuestra movida, que yo estoy hablando contigo en albornoz desde un balneario, así que imagina... Hay mucho de ironía en esto, porque tampoco es que yo sea un tío calmado. Vivimos en un mundo que atraviesa sus tiempos más veloces en muchas cosas, la tecnología va más rápida que la propia humanidad y no nos da tiempo a ir entendiendo lo que nos rodea, sino que vamos como pollos sin cabeza aprendiendo y equivocándonos sobre la marcha.
- Es también el título de un directo histórico de Siniestro total.
- Fue parte de lo que me hizo gracia de llamar así el monólogo. Era un grupo que jugaba mucho con el humor, el gamberrismo y ese punto canalla que a mí siempre me han gustado. En este espectáculo intento que la gente esté riéndose todo el rato diciendo tonterías y burradas máximas. O sea que, al final, de calma nada. Por eso luego intento compensar y bajarme al jacuzzi. Ahí ya me calmo.
- ¿El trasplante de riñón al que te sometiste en 2020 te empuja a buscar más esa calma?
- Cuando sufres algo de salud importante, como es este caso, todo el mundo piensa que tiene que cambiar su escala de valores y ver la vida desde otro punto de vista, pero yo creo que eso es un tópico y no lo hago mucho. Siempre he sido una persona bastante optimista y para la que ha primado en la vida lo mismo que prima ahora: que mi círculo más próximo esté bien. Mientras mi familia y mis amigos estén bien, yo también me siento bien. Mis prioridades siguen siendo las mismas, aunque con el trasplante sí que te planteas una cuestión del ritmo. Lo que pasa es que en este trabajo hay un impulso muy vocacional que al final te acaba traicionando porque te olvidas de que es un trabajo. Vas encadenando proyectos, actuaciones, una obra de teatro, televisión, ahora a escribir, mañana de viaje, una gira... y te olvidas de que la vida también son otras cosas.
- ¿Te ha pasado mucho eso?
- Sí. Me lo paso tan bien haciendo lo que hago que he estado siempre metido en ese bucle y desde mis años mozos, me ha costado salir de él. Pero si hay una cosa que sí que me he replanteado con el trasplante ha sido cuánto he atropellado a la gente que quiero, especialmente al ser la donante mi hermana, que a la pobre le he costado un riñón y no tenía por qué pasar por esto. Encima de hacerle pasar por este trago, no puedes luego aparcarles por el trabajo. Me he dado cuenta de que tenía que estar un poco más de tiempo con los míos y de que este oficio te hace descuidarlos y luego intentas compensar con una llamadita por aquí y una videollamada por allá. Me dijo mi madre una vez: "Hijo, si a mí con una llamada tuya de diez minuticos a la semana ya me vale". Y eso es jodido porque no debería ser así.
- Comentabas antes que es un tópico lo de que una crisis de salud te cambia la perspectiva y es cierto. Se parte de la base de que estabas mal cuando, a lo mejor, es que tu vida ya estaba de puta madre antes y lo que quieres es seguir igual.
- Exacto. Yo siempre he sido bastante disfrutón. Buenafuente, cuando trabajábamos juntos, me decía que yo era un vividor y por supuesto que lo soy, y orgulloso. Me parece una palabra bonita porque lo contrario ¿qué es? ¿Moridor? Es como la gente que dice: "Yo no quiero cumplir años". Pues, mira, tú eres tonto porque la alternativa a cumplir años es bastante jodida. A mí con el trasplante me ha pasado lo que dices tú: se han reforzado cosas que ya tenía. Cuando te pilla una cosa de estas con una edad, no va a cambiar tu vida ni te vas a reinventar. Esto de reinventarse que se usa tanto hoy, ¿qué significa? Yo estoy inventado desde hace muchos años. Probablemente lo que tengas que hacer es vivir tu vida sin tocarle mucho las narices a las personas que te rodean.
- Afirmas que este show es "para reírse de todo". ¿Es factible reírse de todo en 2022?
- Yo lo intento, pero el público te va marcando el camino. Te dice dónde ir con las risas y dónde no ir con un silencio absoluto, que es lo peor que le puede pasar a un cómico. Cuando se queda la gente callada tienes que asumir que has fallado: "Esto va a la papelera y me voy a inventar otra cosa". Tu público es el que te pone los límites y es al único que se lo permito. Lo que no voy a hacer es censurarme cuando se me ocurre algo que puede ser divertido por si igual molesta a alguien que no está viendo el show. En el teatro existe un pacto no escrito con el público. La gente viene a verte porque quiere, te conoce, hay una complicidad, sabe lo que haces y te da libertad porque tus burradas las va a entender en el contexto adecuado. Y a veces te vas a pasar y te lo va a hacer notar. A mí me gusta que la comedia sea eso, un proceso vivo de ensayo y error. Hay mucho debate sobre de qué nos podemos reír y qué ofende a cierta gente, pero eso es darle al humor una trascendencia que no tiene. No somos neurocirujanos ni jueces ni ministros, cuyos errores tienen consecuencias graves. Nosotros lo único que hacemos es decir tonterías y lo peor que puede pasar con un chiste es que no haga gracia. Ya está, ese es el máximo daño que podemos provocar los cómicos.
- Pero ahora puedes ir a juicio por un chiste.
- Aparte de pena, tristeza y rabia, también me hace cierta gracia el tema de las denuncias porque todos los cómicos están saliendo absueltos o se están desestimando las causas. Todos. Cosa que debería hacer pensar a esa gente que denuncia que es un gasto inútil de tiempo y dinero para el erario público y que hay que dedicar la maquinaria de la justicia a cosas más importantes. Ahora se descontextualizan constantemente las cosas en espacios abiertos como las redes sociales y las tertulias de televisión, y el humor no se libra. No conozco a nadie que haya salido de un teatro a poner una denuncia. La gente que te va a denunciar no se gasta ni 18 pavos en una entrada para verte, lo hace por un tuit sin contexto. Es una putada porque nadie merece que le metan una denuncia por un chiste o una canción. Es mucho más fácil castigar a los creadores no siguiéndoles, pero vivimos en una sociedad que es como La vida de Brian: ¡Lapidación, lapidación, lapidación!
- Eres un gran defensor de 'la españolada', tan poco prestigiosa, ¿es clasista el humor?
- Totalmente. Lo ha sido y lo sigue siendo. Los humoristas nos hacemos un flaco favor cuando nos etiquetamos a nosotros mismos porque, en realidad, el humor lo define tu público. No me gustan nada las etiquetas en el humor, me gustan los colores porque hay humor blanco, negro, escatológico que podríamos llamarlo marrón, humor amarillo incluso, como aquel programa maravilloso... Hasta ahí bien, pero cuando se empieza con el humor inteligente, alto o bajo, de izquierdas o de derechas... Eso es pretencioso por nuestra parte. Esteso, Pajares u Ozores son grandes de la comedia. Como lo son Lina Morgan, Tony Leblanc o Gila, pero también Manolo de Vega y Paco Gandía. Lo que más me llama la atención es que hoy hagamos como si todo aquello no existiera y no viniéramos de ahí. ¡Todos los cómicos españoles venimos de ahí! Y debería enorgullecernos, no avergonzarnos.
- ¿Por qué crees que sucede?
- Porque cometemos el mismo error que ahora criticamos: sacarlos de contexto. Hay que medirles en el tiempo en que vivieron. Se habla peyorativamente de Esteso y Pajares, que son unos tíos que con Los bingueros le ganaron la batalla de la taquilla en España a Star Wars. Igual que más tarde se despreció Torrente. Denostar un humor que hace reír a millones de personas me parece muy frívolo y muy fácil. Yo recuerdo a mi padre reírse mucho con Miguel Gila, pero también con Fernando Esteso. ¿Por qué siempre hay que renunciar a algo para posicionarse? ¿No podemos aceptar que los cómicos y las cómicas somos hijos y nietos de todos los que han pasado antes que nosotros? Y ya está.
- Pero la evolución de la sociedad hace que cierto humor pase de moda o deje de funcionar.
- Sin duda, por eso hay que medirlo en su tiempo. El humor evoluciona, yo he hecho cosas en estos 30 años que ahora no sé si las haría o las haría de forma diferente. Estuve durante muchos años en una compañía de teatro tan prestigiosa como La Cubana, que a todo el mundo le encantaba, y tenía un espectáculo que se llamaba Cómeme el coco, negro. Fue un exitazo y, aunque ahora podríamos discutirle muchas cosas empezando por el título, lo que significó y cómo funcionó en ese momento no admite una segunda lectura. Fue lo que fue. El humor exige una cierta apertura de mente y de miras. Tener la piel fina, ofenderse, estar convencido de que tú tienes la verdad sobre todo y que ese chiste no es correcto es una forma muy errónea de afrontar la comedia, que siempre ha sido una terapia para el mundo y una vía de escape para seguir adelante en una vida que todos sabemos que es una tragedia y acaba mal. Y perdón por el spoiler, porque igual hay personas que aún piensan que esto acaba bien. No, lo siento, al final te mueres.
- ¿Siempre tuviste alma de payaso?
- Totalmente. Uno de los traumas que tuve de pequeño fue jugando al fútbol, que era mi pasión y sólo me dediqué a esto porque no tenía condiciones para ser futbolista. En un partido de barrio a cara de perro, un defensa me dijo: "¿Qué te pasa, payaso?". Y me soltó un guantazo. Y me dolió más que tratase peyorativamente a los payasos que la hostia que me pegó, porque ya hacía teatro en el cole y, además, siempre fui ultrafán de los payasos de la tele. Para desesperación de mi madre, en todas las fotos de niño salgo poniendo muecas y haciendo el tonto. ¿Qué si eso era ya vocación? No lo sé, pero a los seis o siete años tuve la suerte de tener un profesor al que le gustaba el teatro y me inculcó ese veneno. Esa sensación de salir al escenario, la gente callada, ser el centro de atención durante un rato y que al final te aplaudiesen era bastante guay cuando estabas teniendo una infancia, digamos, complicada.
- ¿Por la salud?
- Sí. A mí el trasplante no me vino de nuevas ya que pasé gran parte de mi infancia y mi juventud en hospitales porque tenía espina bífida, que fue lo que me generó luego el problema renal. Me di cuenta de que el humor era una defensa para toda la gente que estábamos ingresados, sobre todo al ser un niño rodeado de niños. Teníamos esa capacidad infantil de no perder el espíritu de juego, la ilusión ni la alegría a pesar de que, conforme iba creciendo, me enteraba de que muchos de ellos tenían cosas realmente graves. Era un poco como La vida es bella, de Benigni: vamos a hacer de todo este drama una obra de teatro. Todas esas experiencias se fueron juntando y luego la vida me fue dando la opción de seguir haciéndolo para vivir. He tenido una gran suerte.
- La Cubana, El Terrat... Es difícil hablar del humor catalán de los últimos 30 años sin pasar por ti.
- Hombre, muchas gracias (risas).
- A ver, tampoco es que girase en torno a ti, pero ahí andabas.
- Sí,
en alguna de las ramas del árbol genealógico. A mi edad empiezas a
pensar en la cantidad de cosas que has hecho y lo que más me congratula
es seguir con ganas de salir al escenario y empezar proyectos nuevos. La
Cubana me marcó muchísimo, porque tenía un humor muy peculiar, de
mezclar ficción y realidad, que acabó por hacerse muy nacional: a todo
el mundo le gustaba. Y algo similar sucedió con El Terrat, que nace de
una cosa muy pequeñita y muy local, un programa de radio con Andreu
[Buenafuente] supercatalà que, de repente, se convierte en una
factoría de humor que salpica a todo el país. Mola mucho estar ahí,
haber formado parte de eso y seguir viendo cómo crece y cómo evoluciona
toda esa gente que fue llegando a El Terrat después. Me fascina. Haber
estado ahí me parece un lujo y un privilegio. Aunque tener un superpoder
conlleva una responsabilidad, que es seguir llevando la comedia y el
humor hasta el fin del mundo.
- ¿El adiós de Buenafuente es el fin de una era?
- No estoy seguro, igual sólo es evolución natural. Hay etapas y una de las cosas que siempre hemos hablado los de nuestra generación es que necesitamos nuevos cómicos y cómicas, nuevas formas de hacer humor, savia nueva. Aunque, claro, entiendo que los jóvenes nos digan: "Cabrones, mucha savia nueva, pero seguís ahí en los escenarios y ocupando horas de televisión como viejos dinosaurios o como Robert de Niro en El irlandés, sin dejar paso a sicarios nuevos". Cuando ya eres un dinosaurio sabes que esto se tiene que renovar, aunque joda. Aunque por cómo ha cambiado el consumo televisivo hay hueco para todos. Tienes las plataformas, Twitch, YouTube... pero también sigue habiendo una televisión tradicional con programas como Tu cara me suena o Masterchef donde todos los cómicos tenemos de 50 años para arriba. Ahí seguimos medio Terrat si te pones a pensarlo: Sílvia Abril, Yolanda Ramos, Edu Soto, David Fernández, José Corbacho, Santi Millán presentando Got Talent... Nos sentimos viejos rockeros y, como en la música, hay viejos que siguen tocando y jóvenes que van empujando y diciendo: "Haced hueco, cabrones; largaos a un balneario como Corbacho". ¿Ves? Yo sí lo tengo claro: trabaja poco, lo justo para pagarte la buena vida.
- ¿El cómico no sabe disfrutar?
- Hay
pocos vividores en el mundo del humor, la gente sufre demasiado. "Yo lo
paso muy mal encima del escenario, en realidad soy muy tímido, la gente
por la calle no me respeta...". Tío, relaja. Hay que ser bon vivant, recuperar esa cosa de Frank Sinatra, de Dean Martin y el Rat Pack. Con Andreu hicimos un espectáculo que era El Terrat Pack
donde jugábamos a ese rollo: él era Sinatra, Berto [Romero] era Martin
y, aunque Andreu decía que Martin igual debería ser yo, elegí a Sammy
Davis Jr., que me molaba más porque ese sí que era un vividor como yo.
De verdad, creo que los cómicos españoles deberían ser más vividores y
menos sufridores.
- Eso los que mejor lo han entendido son los chanantes.
- Hombre,
esos cabrones son otra liga. El otro día leí una entrevista a Joaquín
Reyes que me gustó mucho porque decía: "Nos vamos haciendo mayores y tu
público se va haciendo mayor contigo". Y tienes que asimilar eso. Yo
muchas veces voy a un teatro, miro y digo: "Joder, ha venido gente muy
mayor hoy". No, es que tú eres mayor, ¿qué quieres? ¿Que vengan a verte
chavales de 18 años? El humor exige esa complicidad y esos referentes
que vas a encontrar principalmente con la gente de tu edad. Por eso
entendía perfectamente a Joaquín, ellos siempre fueron el humor moderno y
ahora tienen que ir asumiendo que ya no.
- ¿Interpretas en ese sentido la cancelación de 'Late Motiv'?
- Andreu es un referente brutal y este final de Late Motiv en Movistar sí parece el adiós del último mohicano y de una forma de hacer comedia. En eso Andreu es único porque ha hecho en España ese late show más americano, el más elegante, con un humor maravilloso y aroma a David Letterman. Pero es que también David Letterman o Conan O'Brien han acabado dando paso a otros cómicos y a otro mundo. Tal vez el late de referencia durante los próximos 10 años vaya a ser La Resistencia, con un David Broncano que es totalmente diferente a Andreu, pero cuyo público también se irá haciendo mayor con David. Es otro registro, pero a lo mejor es el Late Motiv del siglo XXI, por decirlo de alguna forma.
- En EEUU siempre ha habido un 'late' y un 'late late' más gamberro, que ha ejercido de cantera de presentadores.
- Totalmente. Los que hacemos televisión sabemos que es un negocio y que ese público del late late,
que suele ser más canalla, más joven y más transgresor, también va
haciéndose mayor, empezando a currar y cada vez compra más. Como espero
que los jóvenes de este país puedan trabajar algo más de lo que se les
está permitiendo ahora, es probable que La Resistencia acabe siendo un late
que sigan padres de 35-40 años y David Broncano sea el Andreu
Buenafuente de hace 10 años. Me cuesta ver esa comparación, pero es lo
que ha pasado siempre en Estados Unidos, aunque en la televisión en
España tenemos nuestros códigos y nuestras cosas muy extrañas en ese
sentido.
- Eres de Hospitalet, tu madre de Salamanca y tu padre de Badajoz. ¿Abrimos el melón de la educación en catalán?
- Vale.
Me cansa enormemente el lío de la educación en catalán porque no
entiendo que se produzca. La lengua es algo con una función muy
evidente: que la gente se entienda y no que se confronte. Entonces, me
pone malo esta utilización del catalán que hacen políticos de todo tipo e
ideologías, tanto los independentistas como los que no lo son. Mi madre
es de Salamanca, mi padre de Badajoz, mi hijo de Etiopía, mi mujer de
Menorca y mi hermana también de Salamanca, el único catalán soy yo y soy
hijo de la educación de la inmersión lingüística. Ese modelo funcionó,
casi toda la gente de mi generación ha aprendido catalán y no hemos
tenido ningún problema en ese sentido. Yo actúo indistintamente en
castellano y en catalán, veo las ventajas de una población bilingüe, que
me parece algo maravilloso, y todo me parece bien hasta que alguien
empieza con el rollo de "es que hay demasiado castellano en las aulas".
Al final, acabamos haciendo leyes para crear problemas que no existen.
- Tocar lo que funciona.
- Eso
es. Se politiza un tema que no es político, sino de sentido común. Soy
de una generación de catalanes que tenemos ese bilingüismo superasumido y
cambiamos entre castellano y catalán con total naturalidad en función
de con quién estemos hablando. Lo normal, vamos. Es un debate artificial
en el que cada uno intenta sacar su rédito político, pero todo el mundo
debería asumir que en Cataluña hay dos lenguas oficiales, que son el
castellano y el catalán, y dejarse de crear problemas inexistentes. Se
me hace muy cuesta arriba cuando entramos en estos bucles que, además,
son cíclicos, cada cinco años estamos con lo mismo. Son debates
interesados en los que ambos bandos ponen la lupa en la excepción y no
en la norma. Si hay un alumno concreto en un colegio concreto de un
pueblo concreto que tiene problemas, solucionémoslo, pero no hagamos
creer que pasa en todos lados. Unos y otros.
- Carles Sans, de Tricicle, cuyo monólogo diriges, me comentó que nota un bajón cultural de Barcelona. ¿Lo compartes?
- De
entrada, me empieza a gustar poco la gente que se queja y el otro día
discutí con Carles de esto en una cena. Aunque ahora me haya ido fuera,
Barcelona siempre me ha parecido una ciudad maravillosa para vivir
porque me gustan las ciudades abiertas y con mar. La ciudad perfecta
para mí sería Barcelona, pero con la gente de Madrid. Culturalmente,
ahora mismo en Barcelona están funcionando muy bien los teatros. Todo
lleno, pero no hay que olvidarse de que es una ciudad con un modelo
turístico que ha entrado en barrena. Lleva dos años que aquí no viene ni
el tato por la pandemia y tampoco han ayudado los 10 años de procés, de protestas y movilizaciones en la calle. Cuando estuve haciendo el musical de La tienda de los horrores
en el teatro Coliseum del centro de Barcelona, salir a la calle y que
haya hogueras sin ser San Juan... hostia, no anima a que venga gente.
- Al no vivir allí, siempre me he preguntado si era para tanto el follón urbano.
- A
ver, la tele enseña lo que vende. Hay follón en un cruce con 20 cámaras
enfocando la misma hoguera, mientras tú paseas tranquilamente a 50
metros y, al final, tienes que llamar otra vez a tus primos de Salamanca
para decirles que esto no es Beirut. Pero todo ese poti-poti ha
perjudicado, obviamente. Hay cierto cansancio de que Barcelona sea el
altavoz donde todo el mundo tiene que ir a hacer una manifestación. En
fin, yo pienso que lo mejor que se ha inventado en la vida es el AVE,
para poder disfrutar de una paellita en la Barceloneta y, en dos horas y
media, plantarte a tomar un gin-tonic a la noche madrileña, que ahí
nunca ha habido color. Esa capacidad de los madrileños de tirarse a la
calle y vivir la vida, siempre la hemos echado de menos en Barcelona.
- Después de todo este tiempo, ¿qué te queda por hacer?
- Me
queda por hacer todo porque en esta profesión importa muy poco lo que
hayas hecho antes, el público siempre va a estar atento a lo que hagas
justo ahora. Para mí es importante todo lo que he hecho por saber de
dónde vienes y lo que has aprendido, pero al final no sirve de mucho,
porque si te estancas ahí, te quedas en un jacuzzi mirando tus viejos
programas de televisión. Creo que todavía no he llegado a ese momento.
El riñón de mi hermana me ha dado un poco de turbo extra y voy a hacer
bises hasta que la gente diga: "Caballero, ¿se puede marchar del
escenario de una puta vez, por favor?".
TITULO: ¿Dónde estabas entonces? - La Guerra Civil se llevó por delante el nacimiento de la Supercopa ,. , Martes - 25 - Enero,.
Este martes -25 - Enero ,. , a las 22.30, La Sexta emite una nueva entrega de la tercera temporada de '¿Dónde estabas entonces?', presentada por Ana Pastor. foto,.
La Guerra Civil se llevó por delante el nacimiento de la Supercopa,.
Leopoldo García-Durán fue el primer presidente de la Federación que ideó enfrentar al campeón de Liga y al de Copa
Diputado en el Congreso español, jugador del Real Madrid, presidente de la Federación Española de Fútbol, director general de prisiones, vizconde de Matamala gracias a su matrimonio con Carmen de Marichalar y Bruguera... e ideólogo de la Supercopa de España.
Esa podría se la carta de presentación de Leopoldo García-Durán. Suya fue la presidencia de la Federación Española de Fútbol entre 1931 y 1936. Bajo su mandato se estrenó España en una Copa del mundo (Italia 1934) y se planteó por primera vez la posibilidad de que los campeones de Liga y de Copa se midieran en el terreno de juego para ver quién esa el supercampeón de España. Pero su sueño se lo llevó por delante la Guerra Civil.
García-Durán nació en Pontevedra en 1882. Dos décadas después formó parte de los primeros equipos del Real Madrid. Hasta 1909 se le puede seguir la pista en los onces priminegios del equipo blanco. Unas veces aparece con guión; otras sin. Pero no se debe confundir con un coetáneo suyo que llevaba su segundo apellido: Pedro Parages.
Después del fútbol llegó la política. Hasta en seis ocasiones fue elegido diputado en las Cortes como miembro del Partido Conservador. La primera vez en las celebradas el 8 de marzo de 1914, elegido por Alicante; la última, las de 29 de abril de 1923, esta vez, como las cinco últimas, por Orense.
Septiembre de 1940
El choque de campeones que soñó García-Durán llegó pocos meses después de acabar la Guerra Civil. Se presentó como la Copa de los Campeones. Fue un duelo amistoso entre los ganadores de la Liga en 1940 ( Atlético Aviación, su primer título) y de Copa (Español, 3-2 ante el Madrid en Vallecas).
La ida se disputó el 1 de septiembre de 1940 y sirvió para inaugurar las obras realizadas en el estadio de Sarriá. En el gol sur le levantó un monumento para recordar a los 63 socios nacionales fallecidos en la guerra. El partido acabó 3-3. Para los del otro bando no había nada.
En la vuelta no hubo color: 7-1 para los rojiblancos en Vallecas.
TITULO: Informe Robinson - Futbol - Martial y 'Tecatito', el salto del Sevilla para ganar LaLiga.
Martial y 'Tecatito', el salto del Sevilla para ganar LaLiga,.
Los fichajes del francés, que llegó este martes, y el del mexicano suponen un golpe de ambición del club hispalense en el intento de cazar al Madrid y hacer historia.
fotos / "LaLiga es este año o nunca", decía (por lo bajinis, porque el discurso oficial lo convierte en un tabú público) más de uno que trabaja en las entrañas de Sánchez-Pizjuán después de que el Real Madrid fuera capaz solamente de rescatar un punto contra el Elche. Un empate que convertía en relativamente buena también la igualada del Sevilla ante el Celta tras remontar otro 0-2.
Horas después de que terminara esa jornada, con el Sevilla aún a cuatro puntos del líder y el puesto Champions más o menos consolidado, el delantero francés Anthony Martial aterrizó en la capital hispalense para firmar como cedido en el club de Nervión. Martial ha pasado reconocimiento médico y después firmó a préstamo por lo que queda de esta campaña. El Sevilla se hace cargo de su parte del salario y se reserva la opción de lograr su cesión otra temporada más. Esta noche se ha hecho oficial por parte del club.
Con 26 años y después de calentar bastante banquillo últimamente en el Manchester United, Martial pretende darle el giro definitivo a su carrera y ganarse un sitio con Francia en el Mundial de Qatar. Nervión aguarda su máximo nivel con ilusión e impaciencia. Se trata de un fichaje mediático, sin duda, entre otras cosas porque el club blanquirrojo ha ganado la batalla a algunos mastodontes europeos, como la mismísima Juventus de Turín. Pero Martial es mucho más que eso: Monchi y Julen Lopetegui esperan que el delantero le dé el salto de calidad definitivo a una delantera que lleva muchos meses en tenguerengue, con En-Nesyri primero lesionado y ahora mismo en la Copa África, tirando del discutido Rafa Mir y de Iván Romero, un chico de la cantera.
Un milagro, para muchos. Los goles del propio Mir, al que alivian los números, y el renacimiento de Lucas Ocampos han permitido que el Sevilla siga convertido en la gran y ahora mismo única alternativa al Real Madrid en LaLiga, y también que siga vivo, eliminado de Champions, al menos en la Europa League. Con Papu Gómez entre la banda y un mayor rendimiento en el mediocampo, Lucas parece el único fijo en un ataque sevillista que se remodelará casi por completo con las llegadas del propio Martial y del mexicano Tecatito Corona, que ha dejado muy buenas sensaciones en sus primeros minutos.
En-Nesyri y Munir, los otros delanteros del equipo, regresan a Sevilla como muy tarde el 10 de febrero, con lo que se perderán a lo sumo uno o dos partidos más. Especialmente importante será comprobar el estado físico del primero, Youssef, al que entre lesiones y Covid sólo se ha podido empezar a ver en esta Copa África con Marruecos. A poco que el ariete de Fez adquiera parte de la forma que mostró la campaña pasada, en la que hizo 24 goles, el Sevilla se ganará el billete para soñar con otro título. La Europa League de su final en Nervión... O, "este año o nunca", el a menudo utópico título de Liga.
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