sábado, 3 de febrero de 2024

La Hora Musa - Actrices jóvenes - Christina Rosenvinge ,. Martes - 20 - Febrero ,. / Cachitos de hierro y cromo - Woody Allen, lo divino es lo humano ,. Martes - 20 - Febrero ,./ Locos por las motos - A sus pies - Territorio Ducati ,.

 

   TITULO: La Hora Musa -  Actrices jóvenes - Christina Rosenvinge ,. Martes - 20 - Febrero,.


 'La Hora Musa', presentado por Maika Makovski ,a las 22:55 horas, en La 2 martes  - 20 - Febrero   , foto,.

  Actrices jóvenes - Christina Rosenvinge,.

La artista madrileña acaba de publicar 'Los versos sáficos', donde recupera textos y fragmentos de la poetisa griega, a los que trata de devolver la música perdida a lo largo de los siglos,.

Christina Rosenvinge posa para una entrevista con motivo de su nuevo álbum, 'Los versos sáficos'.

 Christina Rosenvinge posa para una entrevista con motivo de su nuevo álbum, 'Los versos sáficos'.

Siempre dispuesta a ofrecer algo nuevo y estimulante, Christina Rosenvinge (Madrid, 59 años) regresa a la escena musical con 'Los versos sáficos', un álbum compuesto por nueve canciones que surge de su experiencia en la obra teatral 'SAFO', donde se puso por objetivo devolver a los versos de la poeta griega una música perdida a lo largo de los siglos. Safo, asegura en la contraportada del librito que acompaña al disco, fue «toda una estrella del pop en el mundo grecolatino».

-Cinco años desde aquel 'Un hombre rubio'. ¿Por qué tanto tiempo?

-Porque me he entretenido haciendo otras cosas que no eran estrictamente sacar un disco. Después de 'Un hombre rubio', saqué el libro 'Debut' (2019) con todas mis canciones, los textos y el ensayo, eso dio lugar a una gira larga, luego también hice la película 'Karen' (2020), donde también compuse la música, hice una canción para 'Maricón perdido', la serie de Bob Pop. Vamos, que he estado haciendo canciones todo el rato. Luego la obra de teatro 'SAFO'... O sea que sí que he estado haciendo cosas en torno a la música todo el tiempo, pero no era estrictamente un disco nuevo. Y durante todo ello también hemos estado haciendo conciertos por el aniversario de 'Que me parta un rayo'.

-¿Cómo se ha visto revisitando esos temas de Christina y los Subterráneos?

-Pues está siendo muy divertido y digo está siendo porque vuelvo a Latinoamérica en febrero a hacer otra gira por casinos esta vez, como Elvis. Ha sido muy interesante porque yo entonces escribía canciones con unos pocos acordes pero, eso sí, cambiaba de acordes todo el rato. Eran canciones que casi no tenías sitio para respirar, porque no tenía tantos bolos encima y no me daba cuenta de lo que se necesita respirar, pero con letras escritas desde una furia y un entusiasmo que es un poco irrepetible. Hay muy poca reflexión en ese disco y se ha convertido en un clásico en Latinoamerica y hay un montón de gente que las escucha en las emisoras de clásicos y estoy yendo una y otra vez. He hecho siete viajes y siguen saliendo conciertos. Ese disco tiene una vida independiente del resto de mi carrera (ríe).

-No le ocurre entonces como a Iván Ferreiro que dice que con el tiempo ha dejado de componer de forma metódica y solo se pone a trabajar cuando algo le ronda la cabeza.

-Tampoco antes componía de forma metódica, siempre he tenido periodos de composición intensos, lo que pasa es que sí que me he abierto últimamente a que me hagan encargos y encargos muy divertidos, que suponen un desafío artístico y creativo y que me gusta hacer.

-El nuevo álbum debe mucho a 'SAFO', la obra de teatro. ¿Cómo surgió el proyecto y cómo fue la experiencia?

-Es una propuesta que me hizo la productora Grup Focus en su momento, que querían que pensara un poema visual sobre Safo y volví una semana después con la idea de devolverle la música a los poemas de Safo y con la idea de que dirigiera Marta Pazos e hiciera el texto María Folguera, que son mujeres fortísimas del teatro, y hacer ahí un triunvirato para yo quedarme solo con la dirección musical. Le puse musica a varios poemas y salieron siete temas y luego hice otros siete instrumentales. Una vez que acabamos la obra, nos metimos en el estudio y tenía sentido grabarlos en otro formato porque, en la obra de teatro, los arreglos estaban al servicio de la dramaturgia y la mayoría de las canciones no las cantaba yo y tenían unos arreglos completamente distintos. Durante las pruebas de sonido fui ensayando con la banda arreglos distintos y jugando con lo que teníamos para crear otra cosa distinta. Una primera parte de la grabación la hicimos una semana después de acabar la gira de la obra y la segunda parte la hice unos meses después con dos temas nuevos que son 'Pajarita' y 'Contra la épica', que son canciones en torno a lo sáfico pero no estrictamente de Safo.

-Es también actriz, pero ¿cómo le fue lo de subirse al escenario a declamar?

-En la obra yo hablaba a través de los versos de Safo, así que me resultaba algo muy natural. No era una interpretación naturalista, digamos, y fue muy divertido sobre todo por la parte que tuvo de trabajo comunitario junto al elenco de ocho mujeres, todas a su manera creadoras, con unas corrientes de creatividad y pensamiento interesantísimas.

«A mí me flipa Rosalía, sus ideas musicales y su forma de cantar son brutales... ¡Y todo eso bailando, que es la leche! Esa mujer es de otro planeta, soy superfan»

-El disco lo ha grabado con Irene Novoa, Amaia Miranda, Lucia Rey y Xerach Peñate. Era imprescindible que todas fueran mujeres, ¿no?

-Más que imprescindible, era lo natural. En la obra de teatro sí que era imprescindible porque ellas eran las musas y siempre las identificamos en femenino, así que era una maravillosa oportunidad para buscar bajo tierra un elenco 100% femenino y fue muy bonito hacerlo porque descubrí un montón de artistas que son muy talentosas y que para futuros proyectos va a ser fantástico. Luego a la hora de grabar el disco, Juliane Heinemann, la guitarrista, no podía hacerlo y entró Amaia Miranda que, en realidad, fue la primera opción para la guitarrista en la banda, pero no pudo hacerlo entonces porque le salió la gira de Amaia, o sea que en realidad volvió.

-Podría decirse que Safo fue la Taylor Swift de la época o la Rosalía y no estaríamos diciendo ninguna tontería, ¿no?

-Yo iría más allá de eso. Yo te diría que fue el Bob Dylan, en el sentido de que el poder de su lírica, sus palabras, trascendió su muerte, dio lugar a toda una escuela imitadísima en la antigüedad y sigue estando totalmente vigente a día de hoy. Digo Bob Dylan por pensar en un letrista que ha dado lugar a toda una generación y a una forma de entender la música. A mí me flipa Rosalía, a Taylor Swift la conozco menos. La gran maravilla de Rosalía es un conjunto: su forma de cantar y su forma de componer. Sus ideas musicales y su forma de cantar son brutales, las letras son una parte de eso, pero yo pondría por delante su poder como compositora y como cantante, que es única... ¡Y todo eso bailando, que es la leche! Esa mujer es de otro planeta, soy superfan (ríe).

-Cuenta en la contraportada del libro que acompaña al disco que Safo es un enigma. ¿Un personaje tan intrigante es un estímulo a la hora de crear?

-Claro. Yo los antecedentes que tenía de musicar a poetas en un álbum entero eran 'Cantares', de Serrat, o los nueve sonetos de Shakespeare que Rufus Wainwright musicó en 'Take All My Loves', y no podían cambiar ni una palabra ni una coma. Sin embargo, con Safo, como faltan el 95% de su obra, podía inventarme mucho.

-Partir de un material tan escaso, ¿lo hace más fácil o más difícil?

-Lo hace mucho más fácil. La única canción que es una adaptación totalmente fiel, respetuosa y canónica es 'Himno a Afrodita', que está escrito además en estrofa sáfica, pero todas las demás son un juego donde me he tomado un montón de licencias, he puesto cosas mías, he inventado estribillos que no existían, he rimado, que ella no rimaba...

-El disco gira en torno a la obra de Safo, pero de alguna manera creo que es fácil verle a usted detrás. Por ejemplo, en ese 'Pajarita', que es la canción más juguetona del disco.

-(Ríe) Absolutamente. Esa canción no está inspirada en Safo y es mi propia experiencia y nace de la depresión más negra cuando paso días sin conseguir escribir nada que me guste. En uno de esos momentos, empecé a jugar con los cuatro acordes más vulgares y más comunes que hay y empecé a canturrear encima y salió esta canción como un juego. Al principio pensé que era una canción demasiado chorra como para grabarla, pero luego me enamoré muchísimo de ella porque me animaba y la cantaba a todas horas... Con ese silbido, me hacía pensar en Bobby McFerrin. Es una canción para sacarme a mí misma de la depresión (ríe).

-¿Le suelen ser esquivas las musas?

-Eso es algo que ocurre de vez en cuando. También ocurre porque no sé si me he vuelto más exigente o menos constante, pero hay veces que me cuesta sacar canciones nuevas. Al principio, yo hacía una canción de cualquier cosa que se me ocurría, y ahora, sin embargo, desecho el 80% de lo que escribo, con lo cual cada vez es más difícil.

-¿Puede que ahora sienta una mayor responsabilidad?

-Es verdad que hay menos inconsciencia también porque has hecho más cosas y no quieres repetir lo mismo pero peor y también porque... Yo, cada vez que hago una canción, estoy intentando aportar algo nuevo y hay veces que elijo conscientemente lo que quiero contar y no me acaba de salir lo que quiero, entonces me doy cabezazos contra la pared y es cuando sale 'Pajarita' para reírme un poco de mi misma y de mi desesperación.

-Acompaña a 'Hoy duermo sola', una canción sobre la vejez y el paso del tiempo, un texto muy divertido en el que se describe a sí misma como espartana, controladora de cada vino que se toma y donde explica que sigue subiendo la cuesta de la calle Segovia en bici cuando las señoras de su edad lo hacen en autobús. ¿Siempre ha sido así o tuvo su época más loca?

-(Ríe) Sí, a mí me han educado padres nórdicos en la austeridad y en la contención y es algo que está en la cultura escandinava y que yo he mamado desde pequeña. O sea que vivo en la dualidad de haber crecido en una familia donde te educan para ser duro y aguantar y dormir en un colchón bien duro con la ventana abierta en invierno, por ponerte un ejemplo, y, sin embargo, culturalmente he absorbido todo lo mediterráneo, así que tengo esos dos extremos dentro: la cultura luterana, austera y rígida, y la mediterránea, más hedonista y sensual.

-Habla también de cierta tendencia a reprimir emociones. ¿No es algo contradictorio cuando se dedica a escribir sobre ellas?

-A lo que me refiero es a que a mí me han educado en las formas, no llorar en público, no perder los papeles, tampoco gritar, saber comportarse sensatamente y contenidamente y eso también te lleva a un control sobre tus bajos instintos (ríe). Es que es muy contrario a la filosofía sáfica que es altamente sensual, celebratoria del aquí y ahora y mañana ya veremos.

-'Canción de boda' es la canción más folclórica y tradicional. ¿Cómo se fraguó y en qué punto llegó la colaboración con María Arnal?

-Para hacerla crucé varios fragmentos de canciones celebratorias, que hablan tanto del cortejo como de la primera noche nupcial de los novios, y que existen realmente en la poesía de Safo. Pensé que era bonito hacer una canción de boda que la gente pudiera aprenderse, que es muy sencilla, son cuatro o cinco acordes, y que la gente pudiera cantarla en las bodas, inventarle otras letras y que tuviera esta cosa coral, con un estribillo que puede cantar todo el mundo. En la obra de teatro, cada una cantaba una estrofa y la letra cambió un par de veces. En cuanto a lo de María, mientras estaba en Barcelona haciendo la obra de teatro, me estuve hospedando en su casa, porque no quería estar en un hotel, y para mí era muy natural que ella estuviera en esta canción que desde el principio la hice con ella un poco en la cabeza. Porque es un tema que tiene parte de ese folclore mediterráneo, que tiene tantísima potencia ahora, y ella ha sido un poco la precursora en mezclar folclore y electrónica en ese aspecto, así que para mí era una referencia, aparte de que nos hayamos hecho amigas.

-'Fragmentos' es casi una pieza experimental donde reúne palabras sueltas de Safo y es también una de las canciones más cañeras del álbum.

-Hay un montón de papiros con poemas de los que solo ha sobrevivido una palabra por verso y son muy inquietantes, muy misteriosos y que nos hacen preguntarnos qué diría el resto del poema. Pero estos fragmentitos en sí mismos tienen una belleza enorme. Para musicarlos imaginé esta especie de guitarra ruidosa y un poco industrial que, de alguna manera, interrumpe el poema de Safo y crear una pieza un poco conceptual con eso y un estribillo de aullido a lo Diamanda Galás. Salió un poco instintivamente. Yo sabía que quería hacer los fragmentos, los puse en un papel y empecé a probar experimentos y cuando salió esto, que era una idea muy sencilla, me gustó mucho.

-En 'Contra la épica', se acerca a la electrónica...

-Esa canción salió en realidad porque para la obra de teatro yo había hecho un bajo tecno para unos textos que había que decir y tenía la idea de que si quería hacer una canción para el disco que hablara de lo lésbico tenía que haber una canción que sonara en los clubs y es una canción escrita en estrofas sáficas y es un poco metacanción. Es un poco la conclusión a mi experiencia con toda la obra: un tema hedonista para el Orgullo. O sea yo la he hecho pensando en que me haría mucha ilusión que esa canción se baile en el Orgullo.

-¿Cómo va a ser la gira que viene?

-Para la gira vamos cuatro de las personas que hemos grabado el disco. Irene Novoa, Amaia Miranda, Xerach Peñate y yo. Lucia Rey no podrá estar como miembro fijo porque tiene su propio proyecto de jazz. Y tocaremos todo este disco más las canciones que yo tengo que aluden a mitos, porque en realidad esto continúa algo que empecé con 'La joven Dolores' (2011) y temas como 'Canción del eco'. He metido las canciones que conectan con mitos femeninos, como 'La tejedora', pero también está 'Ese chico' que hice para 'Maricón perdido' y que creo que encaja perfectamente.

 

TITULO:  Cachitos de hierro y cromo -  Woody Allen, lo divino es lo humano  ,. Martes -  20 - Febrero ,.

   El martes - 20 - Febrero a las 22:30 horas por La 2, foto,.

Woody Allen, lo divino es lo humano,.

Woody Allen inauguró anoche el Festival Las Noches del Botánico. Foto: Jesús G. Feria
 
Woody Allen inauguró anoche el Festival Las Noches del Botánico.

Mientras en su país apenas puede asomar la cabeza sin convertirse en blanco móvil, Woody Allen tiene un refugio en España. Ya saben, tras las acusaciones de abusos sexuales resucitadas por su propia hija Dylan Farrow en el contexto del Meetoo llegaron los problemas. Primero la cancelación de su siguiente película por la productora Amazon y hasta el rechazo para la publicación de sus memorias por varias editoriales de Nueva York que consideraban ese material potencialmente «tóxico». Pero Allen ha encontrado refugio en España, tanto para su producción cinematográfica, que se pondrá de nuevo en marcha en San Sebastián con productora catalana, Mediapro, y también para su actividad musical, que es lo que nos llevaba anoche al estreno de Las Noches del Botánico en Madrid junto a otros 2.000 testigos.

Después de su triunfal paso por Bilbao y Barcelona, recalaba en Madrid con su banda de amigos, la New Orleans Jazz Band, para dar rienda suelta a su pasión como clarinetista que suele desempeñar con humildad y disciplina en el Upper West Side. Anoche el jardín Botánico de la Complutense fue el Carlyle Cafe de su Nueva York natal y él y su banda de hombres blancos rindieron homenaje a la música de Nueva Orleans. Allen se levantó, menudo y tímido para recordar un hecho: «Madrid fue la primera ciudad en la que esta banda tocó en una gira europea. Esto lo hacemos por entretenernos, así que no deja de sorprendernos que vengan a vernos. Tocamos música de Nueva Orleans y vamos a hacer lo mejor que podamos para entretenernos», dijo asumiendo la portavocía. Sin pretensiones era la consigna. Jazz y blues tradicionales, profundos aunque tocados como si tal cosa, con la síncope de una verbena y el volumen de un club. Tanto, que las palmas del público a veces eran demasiado para el sexteto y el público tenía que aplaudir flojito, controlar el entusiasmo, para no abrumar. Porque anoche, de boicot, nada. Baño y masaje, sonrisas y parabienes fueron para los músicos, en particular para el director, agasajado con aplausos en cada solo, aunque parecía sestear a ratos con la barbilla en el pecho y un cruce de piernas olímpico (que duró unos 70 minutos). El concierto destiló aromas a Bourbon Street, con clásicos como «Down By The Riverside», de Louis Armstrong, o con la propia «Wild Man Blues». Y también «Say Si Si» enlazada con «Para Vigo me voy», justo antes de «Georgia Brown» y, tras el descanso, la preciosa «St. Louis Blues» de Bessie Smith. Si alguno iba solo por mitomanía con el neoyorquino, se llevó de regalo un dulce catálogo de clásicos tocados con alegría y ningún afán de perfección. Una demostración de lo humano que es lo bello y lo bello que es lo humano, quizá para recordarnos que por muy famosos que sean nuestros ídolos llenan sus pulmones de aire para crear y siguen el ritmo con los pies. Y Woody Allen, antes que otra cosa, es tan humano que resulta divino.

 

TITULO:  Locos por las motos - A sus pies - Territorio Ducati,.

A sus pies  - Territorio Ducati,.

El Mundial de MotoGP llega a su ecuador en Austria, donde este fin de semana se celebra la décima prueba de las veinte programadas en el calendario y en un trazado donde las motos italianas han dominado en el pasado,.

Pecco Bagnaia, líder del Mundial de MotoGP.

foto /  Pecco Bagnaia, líder del Mundial de MotoGP.

Si hay un circuito en el que Ducati ha demostrado una superioridad aplastante en el pasado ese es el Red Bull Ring de Spielberg. Desde que el trazado austriaco regresó al calendario en 2016, una vez que fue comprado y renovado por el gigante de las bebidas energéticas, se convirtió en un coto privado para las potentes motos italianas. Su trazado, encajado a los pies de los Alpes, es de los más cortos del campeonato, con apenas once curvas, pero varios puntos de frenada donde las MotoGP prácticamente se detienen en seco. Dentro del argot del motor, a este tipo de trazados se les conoce como de 'stop and go' y siempre les ha ido como anillo al dedo a las Ducati, con una gran estabilidad en la frenada y muchos caballos en su motor para las aceleraciones desde parado.

La histórica victoria que logró aquí Andrea Iannone en 2016 ponía fin a una sequía de casi seis años sin victorias de Ducati en el Mundial e iniciaba una racha triunfante de las motos italianas en esta pista que también vio ganar vestidos de rojo a Andrea Dovizioso por partida triple, a Jorge Lorenzo, a Pecco Bagnaia y a Jorge Martín. Precisamente estos dos últimos nombres están en todas las quinielas como los principales favoritos.

Bagnaia y Martín son además primero y segundo en la clasificación provisional, con 41 puntos de renta para el vigente campeón de MotoGP. Ambos saben lo que es ganar con la Ducati en el Red Bull Ring, pero también lo habían conseguido previamente en las categorías pequeñas. Tan confiado se mostraba el piloto madrileño que no dudaba en apuntar que «el objetivo es ganar la carrera» y no estar pendiente tanto de recortar puntos en la clasificación. «No puedo fijarme en lo que haga Bagnaia en cada carrera porque me volvería loco. Tengo que pensar en mí».

Hay ocho Ducati en parrilla y cualquiera de ellas es candidato al menos a pisar el podio. Incluso para un piloto como Álex Márquez, al que este tipo de trazados no se le adapta tan bien. «No es un circuito muy favorable para mi estilo, porque los prefiero más fluidos, pero las rectas las ves de otra manera con la Ducati», explicaba el piloto de Cervera, recientemente renovado en su equipo para 2024.

Aleix y las KTM, las alternativas

Solo en dos ocasiones una moto no Ducati ha ganado en Austria y en ambos casos fue una KTM y en condiciones muy particulares, con lluvia haciendo acto de presencia. Pero no se puede descartar a las motos austriacas, que aparte de correr en casa, tienen este trazado como circuito de pruebas gracias a su fuerte vinculación con la marca de bebidas energéticas, y patio trasero de su fábrica, a pocos kilómetros de la pequeña localidad de Spielberg.

El siguiente nombre en el escalafón de favoritos sería el de Aleix Espargaró. Y eso que por los antecedentes, la pista austriaca no es una de las mejores para la Aprilia. Pero el catalán llega ultramotivado tras su espectacular victoria en el pasado gran premio de Gran Bretaña y así lo demostraba en la rueda de prensa previa al evento. «Austria ha sido la kryptonita de esta moto, pero si ahora mismo tuviera que escoger una pista sería esta, ya que llegamos en nuestro mejor momento después de haber sido muy fuerte en los últimos fines de semana».

Al que todavía no se le espera es a un Marc Márquez que con su discurso sigue manteniendo ese irreconocible perfil bajo. El ilerdense no dudó en apuntar que afronta la carrera con «cero expectativas» y sin pretender arriesgar más de la cuenta, al menos hasta que recupere la confianza perdida tras un doloroso inicio de temporada. Eso sí, volvió a recordar su «compromiso máximo» con Honda después de que se le volviese a vincular con KTM para la próxima temporada. «Hay una buena relación, pero no ha habido ningún acercamiento para llegar a algo más», dijo, aunque evitó cerrarse puertas en el futuro. «De momento tengo contrato el año que viene, en el 2025 ya veremos…».

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