Los pilares del tiempo - El «auténtico legado» de la Reina Victoria Eugenia que aún perdura ,. / REVISTA QUO - Policía - El juez Peinado archiva la causa contra la alto cargo de La Moncloa imputada en el ‘caso Begoña Gómez’,.

 

 TITULO : Los pilares del tiempo - El «auténtico legado» de la Reina Victoria Eugenia que aún perdura  ,.

 Los pilares del tiempo - El «auténtico legado» de la Reina Victoria Eugenia que aún perdura ,.

 

El «auténtico legado» de la Reina Victoria Eugenia que aún perdura,.

La primera exposición monográfica que dedica la Galería de las Colecciones Reales a una reina subraya la labor social y humanitaria de la bisabuela de Felipe VI,.

fotos - La Reina Victoria Eugenia, retratada por Philip Alexius László de Lombos en 1926 ,.

La icónica diadema de la flor de lis que Alfonso XIII regaló a su entonces prometida Victoria Eugenia Julia Ena de Battenberg en 1906 se convertirá, sin duda, en uno de los focos de atención de la muestra que los Reyes inauguran ,.

«Desde época de Carlos III existen las que se llaman cerraduras de tres vueltas. Dependiendo del tipo de llave se podía dar una vuelta, dos o tres, según quién querías que pudiera acceder a una sala y si cerrabas con tres vueltas solo quien tuviera esa llave podría entrar». Mario Mateos, conservador del Palacio Real, está a punto de abrir una de las puertas de caoba maciza de las habitaciones más privadas de la Reina Victoria Eugenia, de esas cuyas cerraduras tenían más de una vuelta. Situadas en el segundo piso de la llamada 'Ampliación' del Palacio Real, un ala construida en tiempos de Carlos III a la derecha de la fachada principal, donde se alojaron los monarcas desde Isabel II, no han vuelto a ser ocupadas desde que las abandonó la esposa de Alfonso XIII en 1931, camino del exilio. Nunca se han enseñado al público y solo ahora, con motivo de la gran exposición monográfica sobre 'Victoria Eugenia' que inauguran este martes los Reyes en la Galería de las Colecciones Reales, Patrimonio Nacional las abre a ABC.

Un elegante piano de cola nos da la bienvenida en la sala de música de la reina. «Victoria Eugenia no tocaba el piano, como lo hacía a diario su abuela, la reina Victoria», comenta Mateos, «pero era una Reina a la que le gustaba mucho la música y la lectura e inculcó a sus hijos muchos de estos conceptos que tenemos ahora y que para nosotros son muy normales, como la afición por el deporte, la lectura y la música».

«Fue una Reina, en ese sentido, muy avanzada para su época», añade el conservador mientras llama la atención sobre la alegoría del siglo XVIII pintada en el techo, con la Fama en su centro con una trompeta, o la decoración textil de sus paredes, que Alfonso XII encargó en Francia para el comedor de gala y recalaron finalmente aquí. «Las sedas están en muy buen estado por el poco uso que han tenido estas salas y porque dan a la plaza de Armas y no les ha afectado la contaminación del tráfico», explica el experto.

En un concurso en 1905, que fue muy popular, ABC preguntó a las españolas qué princesa escogería Alfonso XIII como futura esposa. Y acertaron con la ahijada de la emperatriz Eugenia de Montijo,.

En tiempos de Victoria Eugenia, en esta salita de estar donde la reina y sus acompañantes pasarían ratos escuchando música habría más instrumentos y muebles. Hoy quedan unas coquetas butacas con flequería, confortables y ligeras como las que se usaban cuando vivía la reina, y una valiosa cómoda francesa adquirida durante el reinado de Carlos IV, que tiene su pareja en un museo francés. En la vitrina, se guardan jícaras de porcelana de la vajilla china de Felipe V, un enfriador de época de Carlos IV... «Son piezas muy variadas que se colocaron aquí seguramente en los años 50 o 60», anota Mateos. Durante la República y el franquismo, las habitaciones privadas de la Reina se vieron despojadas de muchos de sus muebles y otras piezas se colocaron en su lugar.

 

La sala de música Isabel Permuy,.

Las magníficas lámparas de estilo imperio de estas salas privadas permanecieron, sin embargo, inamovibles. «Patrimonio Nacional cuenta con la mejor colección de lámparas francesas del siglo XIX que hay en el mundo» porque «en época de Fernando VII se compraron muchísimas arañas a Francia», explica el conservador antes de continuar hasta la sala contigua, caminando sobre el parqué que mandó colocar Alfonso XII en la reforma del palacio en la que se instaló la calefacción y se mejoró el sistema eléctrico.

La Reina lectora

Las altas librerías que ocupan sus paredes indican que estamos ante una de las estancias preferidas por Victoria Eugenia, una «gran aficionada a la lectura», como recuerda Mateos. Sus fotografías de niña y también como Reina con libros en la mano no eran una estudiada pose. Según el conservador, le gustaba la novela y tenía cuentos y libros de animales, algunos de los cuales han sido llevados a la Galería para mostrar en la exposición esa faceta de «Reina lectora» y «gran coleccionista de libros».

 

La biblioteca de la Reina Isabel Permuy,.

En lo que fue su biblioteca, solo la gran lámpara y el fresco del siglo XVIII de su 'cielo' quedan como testigos de esos momentos íntimos en los que la monarca acariciaría los lomos de los libros hasta dar con el buscado para ensimismarse en su lectura. «El único vestigio que nos queda del paso de la reina Victoria Eugenia es la función que tenía esta sala», admite este especialista. Su colección, tanto de lecturas eruditas como de otras más amenas, muchas de ellas en su inglés nativo, fue trasladada a la Real Biblioteca.

 

Volvemos sobre nuestros pasos para atravesar la sala de música. En el otro extremo se encuentra el antiguo despacho de la reina, un espacio ahora diáfano que en su momento contó con un escritorio de tambor y un sillón de Carlos III, que Victoria Eugenia reutilizó. «En su época ya no se llevaba tanto entre los reyes eso de encargar grandes muebles. Se valían de las grandes piezas de los siglos XVIII y XIX porque eran muy buenos y también como una forma de reivindicar esa herencia que habían recibido, esa legitimidad dinástica», explica Mateos.

 

El despacho de la Reina y detalles de su chimenea y un esquinero,.

 

 

Isabel Permuy,.

En esta salita no solo se 'recicló' el buró. Las esquineras y los arrimaderos de maderas finas provienen de antiguos despachos de Carlos III, que se volvieron a montar mezclados en estas paredes. De ahí que los zócalos sean diferentes, con una decoración a rombos a un lado y ramos de flores al otro. «Es una mezcla de piezas de la mejor ebanistería del siglo XVIII», asegura el conservador, que también resalta las colgaduras de sedas con palmetas que revisten las paredes y las barras doradas que se usaban para colgar los cuadros y cambiar la decoración, sin dañar los tejidos.

La cama donde murió María de las Mercedes

Nuestro guía se acerca a otra puerta al fondo de la estancia y al abrirla nos adentramos en el espacio más reservado de Victoria Eugenia, un amplio y delicado dormitorio revestido de sedas en tonos rosas y delicados encajes pintados en su techo. Una gran cama con dosel de madera tallada y dorada 'reina' en esta cálida habitación con ventanas a la calle Bailén. «Tiene una historia muy curiosa porque esta cama no se hizo para ninguna reina», comienza a narrar Mateos, azuzando nuestro interés.

 

Según relata, se presentó en una exposición universal en París y se adquirió para la reina María de las Mercedes, a quien no se le reveló su procedencia para que no supiera que toda Francia la había visto. La inspiradora de la famosa cancioncilla '¿Dónde vas, Alfonso XII, dónde vas triste de ti?' murió en esa misma cama a los 18 años, apenas unos meses después de casarse con su primo. Una vez retapizada con un tono oscuro y modificada la decoración del cabecero y el piecero, fue utilizada por la reina María Cristina y posteriormente cambiaron de nuevo las colgaduras para Victoria Eugenia. Mateos se acerca para mostrar el anagrama de la reina (con la A de Alfonso y la V cruzadas) en el cabecero y el gran almohadón colocado a los pies de la cama, «bordado con una escena de caza que hace referencia a Alfonso XIII, que era muy aficionado».

 

Detalle del cabecero de la cama y de la lámpara del dormitorio y retratos de Don Juan Isabel ,.

En la mesilla de la derecha reposaba el famoso teléfono de Victoria Eugenia, que ha sido llevado a la exposición, y justo al otro lado, junto al mueble parejo de la izquierda, una puerta conectaba el dormitorio real con los cuartos de los infantes del piso superior a través de una escalera de caoba. «La Reina tenía acceso directo a las dependencias de sus hijos, que se encuentran justamente encima», apunta nuestro cicerone, que destaca los cambios de costumbres que imprimió la esposa de Alfonso XIII venida de Inglaterra. «Su llegada a la corte española supuso una gran modernización tanto de la monarquía como de la forma de entender la vida privada de la Familia Real». 

Un oratorio bajo un cuadro anónimo de Santa Ana y la Virgen niña en el dormitorio parece un recordatorio de su conversión al catolicismo. A su lado, dos fotografías infantiles de Don Juan reposan sobre una gran cómoda y sobre la mesa central brilla una espectacular lámpara decimonónica en la que destacan unos cangrejos y unas cabezas de león de bronce de cuyas bocas salen unos cristales con forma de espiral. «Tiene un mecanismo que hace que los chorros de los leones giren, imitando los surtidores de agua de una fuente», explica Mateos.

Del dormitorio faltan dos cómodas que fueron llevadas al Salón de Audiencias del Palacio de la Zarzuela, pero nunca contó con armario porque el oficio del guardarropa de la Real Cámara se encargaba de proveer a la reina de su indumentaria.

 

El baño de la Reina Isabel ,.

Una tercera puerta al fondo de la habitación conecta con el cuarto de baño de la Reina, que hoy carece de bañera y está decorado con muebles que no se corresponden con el tiempo en el que vivió aquí Victoria Eugenia. A la indecorosa pregunta por el inodoro ausente, nuestro guía explica que se encontraba en otro espacio independiente que actualmente no se conserva.

El conservador del Palacio Real vuelve sobre sus pasos, abre una ventana y con la luz del sol el dormitorio parece cobrar de nuevo vida. ¿Qué recuerdos guardaría Victoria Eugenia de estas estancias en las que pasaría tantos buenos y malos ratos? ¿Pensó alguna vez en volver cuando cerró tras de si las puertas con la proclamación de la Segunda República? El Palacio Real de Madrid dejó de ser desde entonces residencia de los Reyes.

 

TITULO: REVISTA QUO - Policía - El juez Peinado archiva la causa contra la alto cargo de La Moncloa imputada en el ‘caso Begoña Gómez’ ,.

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Policía - El juez Peinado archiva la causa contra la alto cargo de La Moncloa imputada en el ‘caso Begoña Gómez’,.

El magistrado ha decidido levantar la imputación por malversación a Judit Alexandra González tras tomarle declaración este domingo,.

 

 La secretaria general de la Presidencia del Gobierno, Judit González, a la salida del Juzgado este domingo.

El juez titular del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, Juan Carlos Peinado, que instruye la causa contra Begoña Gómez, ha decidido archivar la imputación este domingo a Judit Alexandra González Pedraz, secretaria general de Presidencia del Gobierno, imputada recientemente por presunta malversación en relación con el trabajo en La Moncloa de la asesora de la esposa Pedro Sánchez. Peinado ha decidido levantarle la imputación tras escuchar su testimonio al entender que la asistente de Gómez no depende orgánicamente de ella, según confirman fuentes jurídicas.

 

El magistrado había ordenado escuchar a varios testigos este domingo, tras conocer que uno de los letrados del caso no podía acudir a la fecha propuesta inicialmente (el pasado miércoles). La citación a la secretaria general de Presidencia era para “informarla del objeto del procedimiento y darle traslado de los hechos que se le imputan” por malversación de caudales públicos, según el último auto del pasado 5 de noviembre. En el escrito, decía que la declaración no podía ser “en calidad de testigo” porque era posible cometer el delito de desviación de caudales públicos “en la modalidad de comisión por omisión, por su posición de garante, impartiendo las correspondientes órdenes o instrucciones” a la asesora de Begoña Gómez.

El instructor quiere esclarecer si la asistente de la esposa del presidente, Cristina Álvarez, también imputada, ha excedido sus funciones como cargo público desde 2018 ayudando a Begoña Gómez en su actividad privada cuando esta dirigía una cátedra de la Universidad Complutense de Madrid.

González ha comenzado a testificar pasadas las seis de la tarde y, tras media hora explicando su labor, el juez ha decidido archivar el asunto en el mismo momento, sólo 11 días después de haberla imputado. La trabajadora de La Moncloa ha contestado tanto al juez como a la Fiscalía -que no ha hecho preguntas- y a las defensas. Ha explicado en qué consistía su trabajo y que de ella dependen unas 250 personas en la sede gubernamental, pero ninguna de esas personas es Cristina Álvarez. El juez ha decretado entonces el sobreseimiento libre.

Peinado dirige esta causa contra Begoña Gómez desde abril de 2024 y la mantiene imputada por cinco delitos —tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida de marca, intrusismo profesional y malversación—. El tercer investigado, una vez ya Judit Alexandra González ha salido del caso, es el actual delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, también por su trabajo en la Secretaría de Presidencia desde julio de 2021 hasta marzo de 2023. La lista la completa el empresario Juan Carlos Barrabés, al que Begoña Gómez apoyó con dos cartas en un concurso público adjudicado por la empresa Red.es (dependiente del Ministerio para la Transformación Tecnológica).

El juez había citado este domingo a otros tres testigos que ya habían declarado en la causa anteriormente: el exvicerrector de la Universidad Complutense de Madrid Juan Carlos Doadrio, el presidente del Instituto Empresa, Diego de Alcázar, y el responsable institucional de Google, Miguel Escassi.

Todo el interrogatorio, que ha terminado pasadas las ocho de la tarde, se ha centrado en la relación de todos los organismos con la asesora Álvarez. El primero en declarar ha sido De Alcázar, que ha explicado que no tuvo relación directa con la asesora de Begoña Gómez. El responsable de Google, por su parte, ha señalado que sí la vio en un par de reuniones y que desde la mercantil creyeron que formaba parte del equipo de trabajo de la Universidad.

Doadrio ha sido el que más se ha extendido declarando, en la tercera visita que realiza en este Juzgado. En esta ocasión, venía a hablar sobre los correos que aportó de forma voluntaria y en los que se mostraba cómo Álvarez tenía interlocución con él cuando comenzó la cátedra de Transformación Social Competitiva. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil realizó un informe con los 121 emails que se intercambiaron Doadrio y Álvarez con gestiones de dicha cátedra.

Este domingo, el exvicerrector ha explicado que él comió en alguna ocasión con la asesora y con Begoña Gómez y que a la primera la conoció el día que se firmó el convenio de la Complutense con la esposa del presidente del Gobierno. Además, ha explicado que él le dijo a Gómez que registrara el software que realizó para el máster Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la Universidad y que, posteriormente, se enteró ya por la prensa de que no lo había hecho.