viernes, 5 de diciembre de 2025

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TITULO : MAS QUE COCHES - El coche eléctrico del futuro (y el volante)… ya ha llegado a Lexus ,.


El coche eléctrico del futuro (y el volante)… ya ha llegado a Lexus ,.


Hemos probado la actualización del RZ, que incorpora mejoras muy importantes. Su nueva dirección, con volante F1, deja muy atrás a la de Tesla,.

El coche eléctrico del futuro (y el volante)… ya ha llegado a Lexus
 
fotos - El coche eléctrico del futuro (y el volante)… ya ha llegado a LexusLX,.

Lexus presentó recientemente en Faro, Portugal, la actualización de su modelo cien por cien eléctrico, el RZ, que más que una puesta al día aporta mejoras muy importantes y lo convierte en un coche que va más allá del carácter premium de esta marca. A partir del próximo otoño podrán hacerse los pedidos y las primeras unidades serán entregadas en España en el mes de febrero.

Lexus RZ 2026
 
Lexus RZ 2026LX,.

Está a la venta en tres versiones y su precio arranca en 47.000 euros, aunque de momento se desconoce la cifra de las otras variantes, que son más potentes y aportan ciertas «delicatesen» que hacen que el futuro haya llegado ya a Lexus.

Nivel muy alto

La compañía japonesa se caracteriza por un despliegue técnico impresionante, incluso, un paso por delante que sus archi rivales alemanes y en el RZ, al margen de los avances mecánicos te encuentras elementos como el volante estilo Fórmula 1, la calefacción radiante para la zona delantera, un nivel de aislamiento sorprendente, una mayor eficiencia en todos los sentidos y un confort de marcha que deja el listón muy alto solo comparable a las grandes berlinas con un precio más elevado.

 

TITULO: Para Todos La 2 - Jóvenes y sustancias , Animales y ruido , Las guerras , La resaca social ,.

Jóvenes y sustancias

 Para todos La 2 - Para todos La 2 - 29/11/25

fotos / Según el plan nacional sobre drogas el consumo de cannabis en jóvenes ha caído tras dos décadas de aumento. Esta noticia positiva queda ensombrecida por el altísimo nivel del THC que es la sustancia psicoactiva. Una sustancia que puede provocar problemas mentales en jóvenes adolescentes que están en pleno desarrollo cerebral.

 

Animales y ruido

Vivimos rodeado de ruido. La contaminación acústica no solo es dañina para nuestra salud, también lo es para la de los animales. Puede alterar su vida. Sobre el ruido y el mundo animal reflexiona la bióloga Evelyn Segura.

Las guerras

Entrevista a Jorge de los Santos, escritor y artista plástico, sobre el sentido de las guerras. ¿Por qué desaparecen las palabras mientras ella está? ¿Por qué admiramos la guerra? ¿Por qué la seguimos sosteniendo?

La resaca social

La psicóloga Patricia Ramírez ofrece algunos consejos para superar lo que ella llama pesca social. La sensación de estar emocionalmente gastado después de un día lleno de vida social.

 

TITULO:  Gigantes de La 2 - Mireia Belmonte   ,.Jueves - 11 - Diciembre ,.

Gigantes de La 2 - Programa de entrevistas, de cincuenta minutos de duración y emisión semanal, para La 2  Jueves - 11 - Diciembre , 23:50 de Televisión Española,.

 

 Mireia Belmonte ,.


Mireia Belmonte no se retira: «Es muy normal que mucha gente tire la toalla, pero yo sigo»

foto - Mireia Belmonte no se retira: «Es muy normal que mucha gente tire la toalla, pero yo sigo»,.

La catalana encuentra con 35 años el equilibrio entre la natación y su vida personal, con los entrenamientos como rutina, los hombros como guía y el Open Promesas como legado,.

 

Son treinta años dedicados al agua. Al aprendizaje, al desarrollo y al éxito. Ahora con 35 años, Mireia Belmonte (Badalona, 1990) continúa sumergida en la piscina pero con un equilibrio personal entre los entrenamientos y su crecimiento como persona. No falta al Club de Natación Barcelona, donde ha descubierto y ha disfrutado de más de una salida del sol que le regalaban los madrugones. Una balanza entre el deber y el querer que lleva a la catalana a disfrutar del agua y de su presente, con sus rutinas de piscina y gimnasio, sus salidas y actos, sus compromisos emocionales con el Open Promesas Mireia Belmonte by Hyundai en el que espera transmitir su experiencia para las nuevas generaciones. Sin competir a nivel internacional desde Roma 2022, sigue pendiente de esos hombros con los tendones rotos que le han machacado desde Tokio 2020 y con los que ha aprendido, con resignación, a convivir. Es el cuerpo quien frena su ímpetu, pero no se da por vencida. Es un camino que ya tomó Rafael Nadal, con una cabeza privilegiada como la suya, la nadadora quiere ganarse otra oportunidad de estar en la calle de la piscina. Sigue sus entrenamientos de forma más libre y autodidacta, más dedicados a la salud y a prevenir males mayores porque tiene más vida por delante y a la espera de que haya una buena racha que le permita reencontrar el camino de las victorias. Ha encontrado el equilibrio entre lo que desea y lo que le gusta, con más actividades sociales y una vida más personal y tranquila que se refleja en su rostro y en sus palabras. Con cuatro medallas olímpicas (un oro, dos platas y un bronce) no tiene que demostrar nada a nadie y lo sabe muy bien. No piensa en el futuro, sino en ser feliz, y el agua, por el momento, sigue siendo su elixir.

¿Cómo va el Open Promesas Mireia Belmonte, este torneo para futuros campeones de natación?

Pues va muy bien. De momento es la tercera edición que estamos haciendo del Open Promesas Mireia Belmonte by Hyundai. Es un proyecto muy importante para mí. Porque es como ponerle mi granito de arena al deporte. Ya que me ha dado mucho este deporte. Y junto a Hyundai vamos a hacer esa competición donde empiezan los grandes nadadores que son los que van a ganar en esas medallas. Al final habrá un campus conmigo en el CAR de Sant Cugat, de tres días. Y para ellos es una experiencia muy bonita. Porque se lo pasan muy bien compitiendo. Disfrutan la competición diferente, sin tanto estrés; no se juegan nada. Sino simplemente el que gane tiene ese premio.

¿Cuál es su papel con los niños y niñas participantes?

En las etapas de las competiciones intento estar en la piscina, a pie de piscina. Me presento delante de todo el público y de los nadadores. E intento ir a cámara de salida; dar algunos consejos; ver cómo están; preguntarles cuál es su prueba principal. Porque esta competición es una prueba única para todos. Una carrera de 200 estilos. Y elegimos esta porque es la más completa de todas para un nadador. Y se hace por eso. Porque queremos un nadador completo. Que domine los cuatro estilos. Y que sea capaz de nadarlos de una forma lo mejor que pueda. Mi objetivo desde allí es que me vean. Que compartan conmigo un rato, hacernos fotos. Y motivarles para ganar esa competición.

¿Qué es lo que le gustaría que aprendieran de usted?

Lo que quiero transmitir es mi experiencia. Mi forma de ver las cosas en la natación. Es decir, que tienen que hacer las cosas despacio. Que disfruten. Que lo hagan lo mejor que puedan. Y después que se esfuercen. Que tengan constancia. Y mucha paciencia también. Porque hoy en día creo que la sociedad en la que vivimos todo lo queremos ya. De ya para ya. Y eso en el deporte no funciona así. Sino que hay que trabajar. Hay que tener mucha paciencia. Muchas horas de trabajo. Intentar inculcarles esa filosofía. De que los objetivos no vienen solos. Hay que trabajarlos y entrenar día a día.

¿Les cuenta también las partes más oscuras del deporte o esas se descubren solas?

En las competiciones no, porque no me da tiempo a estar tanto con los niños. Pero en el campus, con los 26 elegidos, sí que hacemos un poco de todo. Les enseñamos técnica. Un poco de biomecánica, porque debajo del agua también les enseñamos los vídeos que grabamos para que puedan después corregirlos y llevarlos al club. Y que el entrenador también sea consciente de lo que se puede corregir. Y también tienen una charla conmigo de una hora y media más o menos donde intento inculcarles todo lo que he aprendido. Y sí, les digo las cosas bonitas del deporte, pero también las cosas que no son tan bonitas y que son las más duras. Creo que es importante porque son las que hay que pasar sí o sí. Porque la natación es un deporte muy duro. Hay que trabajar muchísimo. Y es un deporte individual. Y que trabajas tú con el crono. El crono te pone en tu lugar. Y no te puedes camuflar dentro de un equipo.

Con todo lo que sabe de natación, ¿de aquí a entrenadora hay un paso?

De momento no me quiero centrar en ese camino. Pero nunca digas nunca. Con la formación que he tenido como nadadora intento inculcar a los demás todo lo que yo he aprendido. Y devolver todo lo que los entrenadores me han dado a mí durante toda mi carrera deportiva.

¿Cómo es su relación actual con la natación?

Sigue siendo muy buena. La natación ha sido y es mi vida. Desde hace muchísimos años. Y ahora estoy en un momento que no estoy entrenando tan a full como se dice. Pero sí que estoy entrenando. Sigo manteniéndome. Y viendo cómo van mis hombros. Que son los que mandan ahora mismo en mi carrera. Y ver si el año que viene puedo retomar la competición. O ver cómo lo hago.

¿Los entrenamientos ahora son más saludables?

Simplemente lo que intento es reforzar la musculatura del hombro. Para no dejarla. Porque es una cosa que no puedo dejarla nunca. Porque es una lesión de por vida. Y cuanto más la dejes, peor vas a valerte por ti misma para tu vida cotidiana. Entonces intento reforzarlos. Y que no se me escape mucho. No dejarles mucho. Y sigo mi trabajo de cardio. Mi trabajo de pesas. Mi trabajo de aguas. No paro.

¿Está ahora en una etapa más liberadora, más feliz?

No, más feliz no. Pero sí que me da la oportunidad de hacer más cosas de las que hacía antes. Ahora puedo hacer más eventos y más actos. Que también me gusta mucho esa parte. Y que antes no podía hacerlo. Estoy buscando un equilibrio entre esas dos cosas. Entre lo que es el deporte, la vida social, también los estudios. Digamos que mi vida personal es como un poco más equilibrada.

¿Tiene objetivos de competir, llegar a alguna meta o va al día a día?

Simplemente ir mejorando poco a poco. Y sobre todo que el dolor de hombros no vaya más. Sino que siempre se mantenga en un nivel aceptable.

¿Qué le motiva ahora para salir a entrenar?

Mi día a día lo que me motiva es no perder mi rutina. Porque para mí es muy importante tener una rutina. Y cuidarme y seguir llenando mis objetivos que me pongo en el día a día. Y después también cuando tengo alguna etapa del Open me motiva más. Porque es ver la cara de los niños, la ilusión que ponen. Y para mí es también un premio ir a esas etapas. Y ya el campus final es diferente a las etapas de la competición.

¿Echa de menos la adrenalina de la competición, de los podios?

Bueno, sí. Aunque cuando estás tan metido en el día a día, en las competiciones, lo ves como normal. Subir al podio y disfrutar ese momento. Yo creo que lo disfrutas, pero no al 100 %. En mi caso, cuando en los Juegos Olímpicos tenía toda la semana llena de eventos y de pruebas, cuando ganaba una medalla era como me alegro, pero borrón y cuenta nueva. Porque al día siguiente tenía otra prueba. Entonces era como que nunca disfrutas al 100%. Porque sabes que tienes otra prueba al día siguiente. Que tienes que centrarte. Pero después cuando acaba el campeonato echaba un poco la vista atrás y sí que veía que lo que había conseguido era importante. Y sí que me alegraba. Pero en ese momento era como disfruto, pero tengo que estar centrada también en otra cosa.

«Yo no escucho mucho a la gente de fuera. Me quedo con los de mi alrededor. Muy poca gente ha vivido conmigo mis lesiones. Todo el mundo puede opinar y se ve muy fácil todo desde fuera, pero desde dentro no es tan fácil»

¿Ha visto sus carreras de sus medallas muchas veces?

Bueno, todas no las he visto. Pero sí que algunas las he visto alguna vez.

¿Qué siente ahora al ver a aquella Mireia?

Es la misma Mireia al final. Pero años atrás. Yo me sigo considerando la misma Mireia. Porque a todo lo que hago siempre le pongo las mismas ganas. Ya sea en el agua o fuera de ella. Todos los proyectos que tengo en mente. Y yo creo que al final lo llevas en el ADN. El ser luchadora. El ser constante. El no rendirte. El trabajar. El deporte me lo ha enseñado desde que tenía 4 años. Y es una cosa que va a ir conmigo siempre. En todas las etapas de mi vida.

¿Sigue la competición actual?

No vi enteros ni los Juegos de París ni el Mundial pero sí que he ido viendo días sueltos. Y sí, me gusta. Porque al final ves cómo las pruebas van evolucionando. También cómo los nadadores y todo en el deporte va evolucionando. No es lo mismo ahora que hace 20 años. Y la verdad es que me gusta. Porque sigues aprendiendo. Y sigues viendo cómo la gente va nadando. De una forma distinta a la que yo nado. O las técnicas. Muchas cosas cambian.

Como ha dicho, el crono es el árbitro aquí. ¿Ve esos números factibles para usted en esta época?

Hombre, nadando de récords del mundo. Eso no me veo factible. Porque yo creo que al final mis hombros ya han dado muchísimas brazadas. Muchísimos kilómetros. Y ojalá pudiera seguir haciendo récords del mundo. Pero creo que ahora mismo, hoy, cuando estamos en esta entrevista, no podría. A lo mejor el año que viene sí puedo entrenar mejor. Y no sé. Nunca puedo decir nada. Porque el futuro que te espera te depara muchas cosas. Pero hoy en día, ahora mismo, no.

«El día que crea que ya no puedo dar más o que mi camino ha llegado hasta ahí, seré la primera en comunicarlo, pero no es lo que yo siento en este momento»

¿Le molesta que después de todo lo conseguido escuche voces de que si debería retirarse?

No, al final yo creo que eso es muy personal. Cada uno sabe las etapas que ha vivido y las que está viviendo y las que vivirá. Yo no escucho mucho a la gente de fuera, que no es de mi alrededor y no vive conmigo el día a día. Cada uno es libre de opinar. Pero la persona que está trabajando y los que tiene alrededor son los que saben lo que es el día a día. Y muy poca gente ha vivido conmigo mis lesiones, mis momentos de que estás un poco más bajo, mi momento de que estás mejor. Te acercas y te quedas con las personas que tienes alrededor, que son las que de verdad te quieren y las que de verdad te apoyan y te pueden aconsejar porque saben desde dentro lo que has vivido. Y las de fuera... todo el mundo puede opinar y se ve muy fácil todo desde fuera, pero desde dentro no es tan fácil.

¿Qué le dicen los que tiene cerca?

Mucha gente tiene su opinión pero yo me quedo con lo que me han dicho mis padres siempre desde el primer día que me tiré a competir, de cuando tenía 5 o 6 años. Era que tenía que salir siempre con una sonrisa del agua. Yo mientras sea feliz haciendo lo que hago, lo voy a seguir haciendo. El día que crea que ya no puedo dar más o que mi camino ha llegado hasta ahí, seré la primera en comunicarlo, pero no es lo que yo siento en este momento.

 

¿Ha habido muchos momentos de decir 'hasta aquí'?

Ha habido días de todo en mi carrera deportiva. Hay días que me comía el mundo y hay días que me decía 'hoy como voy a salir de la cama si estoy cansadísima del día anterior, llevo una tralla que no veas y no puedo ni levantar el hombro'. Esos días son los que creo que más valen porque son los que te suponen un reto realmente a nivel personal; pero los días fáciles, los días buenos sale todo muy fácil y todo viene rodado. Los días difíciles son los que de verdad te planteas qué hacer, cómo seguir.

¿Y cómo sigue ahora Mireia Belmonte?

Yo siempre he pensado que siempre iba a venir algo mejor después. Y si me hubiera rendido la primera, pues no hubiera habido ni Río 2016, ni Tokio 2021, ni muchas cosas que han pasado en mi carrera deportiva. Gracias a la Mireia que fue paciente y que no tiró la toalla, después hemos podido seguir haciendo el trabajo y conseguir grandes metas y grandes logros.

«Gracias a la Mireia que fue paciente y no tiró la toalla, hemos podido conseguir grandes logros»

Algunos han llegado a dejarlo y a odiar su deporte…

Sí, hay que entender que es un deporte que es muy sacrificado, que te exige muchísimo a nivel mental y a nivel físico. Yo creo que el plano mental para nosotros es más difícil porque estás tú solo siempre en el agua y aunque estás rodeado de compañeros no puedes interactuar con ellos. Es una concentración muy individual y cuando estás tú solo, puedes tener herramientas, pero hay veces que no las puedes utilizar bien, porque en ese momento te estresas en una piscina y te viene todo de golpe.

¿Ha tenido momentos así?

Yo a veces estaba nadando en un entrenamiento de series de 6 kilómetros y de repente me dolía el hombro, ¿qué hago? Y pasas muchas fases. Bueno, venga, va, sigue un poco más. No, no, pero no puedo; venga, va, sigue un poco más. ¿Qué hago? ¿Me paro o no? Venga, va, sí. Es un trabajo muy individual y para mí es normal que mucha gente tire la toalla, porque a lo mejor no le compensa personalmente o piensa que puede tener otras actividades en la vida.

¿Es su caso?

Yo siempre tenía muy claro que quería nadar y que quería conseguir mi sueño y una vez conseguido, pues que quería seguir dando lo mejor de mí.

¿Le da rabia no estar presente en las competiciones?

Yo sé cómo han sido mis entrenamientos y sé lo que he podido dar. En la competición siempre se dice la suerte siempre viene acompañada del trabajo, no viene porque sí. En mi caso, después de casi un año y medio sin poder nadar, volver otra vez a una rutina de metros y de ritmos para mí fue complicado porque no todos los días del año pasado fueron buenos. Eso es lo que más rabia me da a mí: ese tener que empezar bien y parar tres días, porque eso a mí mentalmente me descoloca mucho. Estoy bien y de repente tengo que parar porque si no el hombro no me va a responder la semana que viene.

¿Fue lo más difícil?

Para mí fue complicado volver otra vez a la rutina después de un año y medio sin poder mover los brazos; volver a competir, volver a entrenar a un nivel más alto.

¿Cómo lo vive ahora?

El año pasado este fue para mí el club, el mejor sitio que he podido haber elegido porque cambié de compañía radicalmente. Entré en la vida más de club que se dice, y para mí fue un regalo poder estar aquí la temporada pasada con un club que me apoyó muchísimo, tanto a nivel de entrenadores como a nivel de junta directiva como de nadadores, y para mí fue muy especial entrenar aquí el año pasado.

«Ojalá pudiera tener otro hombro de recambio. Lo que más rabia me da es empezar bien y parar a los tres días: me descoloca mucho mentalmente»

¿Cómo lleva que sea el cuerpo el que le vaya diciendo que ya no llega a esas marcas?

Hay que entender que no somos máquinas. Yo siempre digo, ojalá pudiera tener otro hombro de recambio e ir cambiándolo. Pero no es así. Los deportistas en general, lo que tenemos son tantas ganas de hacerlo bien y somos tan autoexigentes que al final nos acabamos rompiendo porque no tenemos un recambio de hombros ni de brazos, ni de piernas. Trabajas con tu cuerpo y tienes que cuidarlo lo máximo posible, porque solo tenemos uno, y desde pequeño hasta que te mueres es el que tienes. Yo llevo un largo recorrido con los hombros, y te da rabia, sí. Pero es lo que hay, tienes que cuidarlos y... y ya está, no hay más no puedes hacer más con lo que tienes

¿Para la temporada que viene podríamos ver a una Mireia compitiendo?

No lo sé, no te puedo decir nada porque no soy adivina. Yo de momento sí te puedo decir que lo que estoy haciendo es entrenar, a mis ritmos y manteniéndome para si puedo competir el año que viene empezar de la mejor manera posible. Y si no, porque no puedo por los hombros, para seguir con una vida saludable y que mis hombros estén lo más normal posible.

¿Le gustaría que el Open Promesas fuera más allá?

Sí, por mí sí, me encantaría que este Open Promesas creciera, que hubiera más sedes. Por soñar que no quede pero que fuera internacional y coger niños de todo el mundo. Para mí sería perfecto, pero creo que al principio siempre hay que mirar lo que tienes en casa y ayudar todo lo posible en la educación española. Y es lo que estoy haciendo con Hyundai: coger niños de edades en las que todavía pueden despuntar pero que a veces no tienen herramientas o no saben cómo. También les hacemos un seguimiento para que después puedan ser los futuros campeones olímpicos. A mí es que me encanta soñar a lo grande. Para mí sería un orgullo que un niño de los que se hayan formado entre estos Open y estos Campus puedan llegar a los Juegos Olímpicos y ser campeones. Por mí no me va a quedar, yo les doy todos los consejos técnicos que sé, mi vivencia personal que creo que puede ayudarlos. Y espero que ellos después en casa lo aprovechen con sus entrenadores y que puedan llegar lejos.

¿Es otra forma de dejar ya un legado más allá de las medallas?

Para mí es importante. Porque un nadador tiene una trayectoria. Y después a mí me parecía muy triste que eso desaparezca y se quede solo hasta ahí. Cuando hicimos esta iniciativa con Hyundai vimos que los nadadores no tienen a veces la suficiente motivación o no saben dónde encontrarla. O les falta un poco más de experiencia de alguien que les pueda ayudar. Porque esas edades son complicadas. Al principio saben que quieren nadar. Pero después vienen los estudios y se va complicando todo un poco. Y no saben por dónde ir. También mi propósito es ayudar a esos jóvenes desde esas edades. Que son las edades en las que te planteas todo: ¿Qué hago? ¿Lo dejo? ¿Sigo nadando? ¿Me dedico más a estudiar? Porque la gente que es muy buena, que destaca, tiene más motivación y lo tiene más claro. Pero los que están detrás no saben si tienen que seguir o no. Mi objetivo es que con mi experiencia puedan seguir. Y que en esas edades más de riesgo no dejen de nadar.

¿Se ha visto reflejada en alguna nueva promesa?

Me veo reflejada en algunos. Hubo una chica de la primera edición, Carlota, que es de Madrid, que ya ha estado con la selección. Y está entrenando en el CAR de Sant Cugat algunos días. Para mí es como un orgullo. Porque he puesto mi granito de arena en esa chica. No descubrirla, porque sí que estaba en el centro de Madrid entrenando. Pero por apoyarla y haberle dado mis consejos. Y transmitirle todo lo que sé de este deporte.

 

Palmarés Mireia Belmonte

Medallas olímpicas, mundiales y europeas

  • Londres 2012: plata en 800 libre y plata en 200 mariposa.

  • Río 2016: oro en 200 mariposa y bronce en 400 estilos.

  • Tokio 2020: cuarta en 400 estilos.

  • Mundial Barcelona 2013: plata en 200 mariposa, plata en 400 estilos; bronce en 200 estilos.

  • Mundial Budapest 2017: oro en 200 mariposa; plata en 1.500 libres, plata en 400 estilos.

  • Europeo Eindhoven 2008: oro en 200 estilos; bronce en 200 mariposa.

  • Europeo Debrecen 2012: oro en 1.500 libres; plata en 400 estilos.

  • Europeo Berlín 2014: oro en 200 mariposa; plata en 800 libres, plata en 400 estilos, y bronce en 400 libres.

  • Europeo Londres 2012: plata en 1.500 libres, plata en 4x200; bronce en 400 libres.

Pero Mireia Belmonte solo hay una.

Bueno, hay que sacar hay cosas que son innatas y otras que hay que trabajarlas más.

TITULO:  ¡ Atención obras ! - Cine - Sally Potter: «El cine de autor ha muerto, sólo quieren historias que ya se han contado antes» ,.

Sally Potter: «El cine de autor ha muerto, sólo quieren historias que ya se han contado antes»,.

La prestigiosa directora de cine recuerda en el CCCB de Barcelona su adaptación de 'Orlando', la novela de Virginia Woolf, y la compara con las versiones de otras cineastas como Ulrike Ottiger y Paul B. Preciada dentro de la Muestra Internacional de Cine de Mujeres,.

fotos - La cineasta Sally Potter ,.

La carrera de la cineasta Sally Potter no ha sido sencilla. Se inició en la música y las arte performativas, aunque el cine siempre fue su mayor obsesión. Eso sí, siempre desde una perspectiva contracultural, en los márgenes. Hasta que en 1992, con 42 años, consiguió estrenar su segundo filme, 'Orlando'. Su adaptación de la célebre novela de Virginia Woolf fue un éxito mundial y todos los ojos se pusieron en ella. «El revuelo fue maravilloso, claro, pero también muy traumático porque yo no entendía qué estaba pasando. Siempre me había visto a mí misma como alguien marginal, que haría películas alternativas e innovadoras, pero de repente estaba en boca de todos y no sabía qué tenía que hacer con tanta atención», recuerda la cineasta.

Potter aterrizó el sábado en Barcelona para participar en la Mostra Internacional de Filmes de Dones (MIFD), donde protagoniza una mesa redonda en el CCCB junto a Paul B. Preciado y Ulrike Ottiger para hablar de sus propias versiones de 'Orlando'. «Hay mil formas de adaptar una novela tan rica como la de Woolf. La de Ulrike no es una adaptación 'per se', sólo está 'inspirada en', mientras la de Paul se nota que es una visión de un académico y ensayista. Además, es un producto de su tiempo. En 1992, cuando estrené mi versión, no existían palabras como queer o trans y ahora dirigen el discurso», asegura la directora de 'The party'.

La historia nos presenta a un personaje nacido en la época isabelina que vive más de 300 años siendo hombre y mujer alternativamente. Habla de cómo el tiempo, si no cambia, se vuelve una construcción social, como también ocurre con el género. Tanto es así que, para la comunidad queer, la película y el libro son una especie de biblia. «Me encanta que la gente se identifique con la película, que encuentren un espacio de representatividad, pero lo que a mí más me gusta es no buscarme en el arte, sino encontrar voces nuevas, personas mucho más allá de mí misma. No entiendo el arte únicamente como un espacio narcisista de identificación personal», confiesa Potter.

'Orlando', un éxito inesperado

A ella lo que le gusta es que la sorprendan en el cine. Todavía recuerda, por ejemplo, el impacto que obtuvo con 'Au Hasard, Baltasar', la película de Robert Bresson, protagonizada por un burro. «Para mí esa película fue como una iluminación. Sentí tanta ternura por ese pobre burro que pasa de mano en mano soportando todo tipo de maltratos. Recuerdo llorar sin parar al acabar la película», asegura la directora. Otro ejemplo de iluminación en el cine fue 'Ocho y medio', de Fellini, aunque ésta mucho más eufórica. «No soy un hombre, como el protagonista, pero sí que vi cómo funciona la mente de un artista y entendí lo que pretendía», añade.

 
Fotograma de 'The Party', dirigida por Sally Potter,.

Desde hace unos años está intentando encontrar financiación para su próximo proyecto. En teoría, tenía que haber iniciado el rodaje el mes pasado, pero uno de los brazos de la financiación se cayó y tuvo que posponerlo. «Espero que en mayo podamos retomar la película. Es muy frustrante que después de tanto tiempo, cada proyecto que hago sea como si empezase mi carrera. Tengo 76 años, llevo 50 años en el cine, y todavía tengo que probar que valgo. Y no sólo me pasa a mí, es un problema general que ocurre a muchos colegas», señala.

«Cuando acabé 'Orlando', me llegaron miles de propuestas para rodar un drama histórico sobre un protagonista que cambia de género. Yo les decía que acababa de hacer esa misma película. Y ahora es mucho peor»

Sally Potter

Encontrar financiación cada vez es más difícil ya que el mercado sólo busca historias que ya se han contado antes. «Cuando acabé 'Orlando', me llegaron miles de propuestas para rodar un drama histórico sobre un protagonista que cambia de género. Yo les decía que acababa de hacer esa misma película. Y ahora es mucho peor. Sólo hay blockbusters o películas para televisión. El espacio para lo que antes se llamaba cine de autor se ha perdido», asegura. Aunque el panorama de voces únicas parece que ha muerto con la llegada del streaming, todavía hay excepciones. «Pienso en Pedro Almodóvar. Me encanta como ha encontrado su público sin renunciar a una voz totalmente única», declara.

A pesar de los pesares, sigue enamorada por el cine, «un formato que todavía está en su infancia y tiene mucho que ofrecer». Le gustan todo el proceso de la creación de una película, desde «el infierno y la guerra contra el tiempo», del rodaje, a la preparación en solitario de la escritura. Aunque para ella la clave está en el montaje. «Es vital, puedes estropear una actuación o enaltecerla según las decisiones que tomes en el montaje. Pero todo es importante. Ese es el trabajo del director, hacer que todos vayan en la misma dirección», concluye.

 Mientras espera a conseguir arrancar su nueva película, la cineasta ha podido publicar sus primeros dos discos como cantautora. «Siempre me he encargado de mis bandas sonoras, pero ahora necesitaba expresarme y sacar algo al público. El cine te ocupa la cabeza durante años, pero no sacas nada. La música me permite mostrar lo que tengo dentro casi al instante. No es muy normal sacar tu primer disco a los 74 años, pero oye, por qué ser normal cuando puedes ser interesante», ríe Potter.

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