sábado, 6 de junio de 2015

REVISTA MUJER HOY - DE CERCA - PORTADA - LAURA SANCHEZ MODELO,./ PROTAGONISTA, ENTRE HERMANOS - MARIA Y JUAN DIEGO BOTTO Y NUR LEVI,./ SABADO CINE, LA MEJOR OFERTA,.

TÍTULO: REVISTA MUJER HOY - DE CERCA - PORTADA - LAURA SANCHEZ MODELO,.

La actriz Laura Sánchez pone voz a Anna en el doblaje de una comedia americana. Pablo G. Sarompas/Cedida por Be AgencyDoblada por el doblaje,.

-fotos --Laura Sánchez: “El doblaje es el trabajo más difícil que he hecho”

Laura Sánchez combina sus facetas de maniquí y actriz en la comedia “Vivo con modelos”, una serie en la que pone voz a la excéntrica Anna, un personaje que se gana la vida posando para catálogos, y cuyo doblaje es el reto profesional “más difícil” que ha enfrentado en su carrera
  La satírica modelo a la que dobla, no es el primer personaje que sale de la garganta de la modelo y actriz onubense, que ya puso voz a una pequeña hada en la película de animación “Campanilla” (2008), que contaba la historia de la amiga de Peter Pan.
En esta nueva aventura tras los micrófonos, que se estrena el próximo martes (9 de junio) en el canal Comedy Central, Sánchez se pone en la piel de una modelo de catálogos que convive con dos compañeros de profesión, hasta que llega al piso un camarero torpe y regordete reconvertido a modelo de manos, que trae, además de un surtido de comida basura, un soplo de aire fresco al homogéneo grupo.
“Es mucho más complicado doblar a una persona que a un hada”, cuenta a Efe Estilo Laura Sánchez, que califica su trabajo como dobladora en la serie como “lo más difícil” que ha tenido que hacer en sus años de profesión sobre las pasarelas, y ante las cámaras de cine y televisión.

Voces que interpretan

“En animación puedes jugar más con tu voz, es más divertido”, opina la actriz de películas como “Tres bodas de más”, quién destaca la calidad de los dobladores españoles, en un trabajo que consiste en “engrandecer” un personaje, pero sin apropiarse de él.
Laura señala en el cartel de la serie a Anna, personaje al que pone voz en español. Pablo G. Sarompas/ Cedida por Be Agency “Hay que interpretar todo lo que se pueda, pero de la mano de lo que ha hecho previamente el actor”, añade.
Lo “más complicado” fue meterse en el personaje de Anna y plasmar “la intención, sus caras y movimientos, simplemente con la voz”, en jornadas de cuatro a siete horas que, después de tanto gesticular, la dejaban agotada.

“Basado en hechos reales”

La modelo y actriz se enamoró de la “excéntrica y sibilina” Anna cuando leyó el guión por primera vez, antes de saber qué personaje le correspondía: “Me alegré mucho cuando me concedieron el papel porque tiene muchos matices”, explica, y, aunque no se identifica con la maldad de la modelo de ficción, sí le gusta “su negro sentido del humor”.
‘Vivo con modelos’ es una comedia llevada al extremo, que explota los tópicos de este mundillo, en la que “la rubia es muy rubia y el modelo masculino muy bobo”, adelanta la intérprete, que se identifica con algunas de las situaciones vividas en la serie y que, en su opinión, se “podrían dar también en un piso de estudiantes, en el que nadie conoce a nadie”.

TÍTULO:  PROTAGONISTA, ENTRE HERMANOS - MARIA Y JUAN DIEGO BOTTO Y NUR LEVI,.

-fotos--María, Juan Diego Botto y Nur Levi, entre hermanos

María, Juan Diego Botto y Nur Levi, los hermanos comparten películaComparten infancia marcada por el éxito, las ausencias y la pasión por el teatro. Y ahora trabajan por primera vez juntos en una película.
A la salida del metro, una madre recoge del suelo el papel de una chocolatina y rebaña los restos con lametazos voraces. Mira a los lados con gesto vergonzante y continúa empujando el cochecito de su bebé, paseando su hambre. Son los primeros minutos de 'Hablar' (estreno el 12 de junio), una película coral, con cuerpo de cine y alma de teatro, donde más de 20 personajes entretejen sus vidas en una noche de verano en el barrio madrileño de Lavapiés. En plena crisis económica, política y existencial hablan, discuten, ríen, lloran, roban, se enfadan, se abrazan y proponen al espectador una reflexión sobre el poder de la palabra. Aquella madre tiene la cara de la actriz María Botto, pero en esa historia coral también intervienen sus hermanos, Juan Diego Botto y Nur Levi, en el primer trabajo que comparten en la pantalla grande. Y como de 'Hablar' se trata, hilamos con ellos una conversación donde cine y teatro se mezclan con anhelos de justicia y recuerdos de infancia.
Mujerhoy. ¿De dónde surge el proyecto de Hablar?
Juan Diego Botto. Era una idea que tuvieron Joaquín Oristrell y Cristina Rota [la madre de los tres actores] hace varios años. Querían probar a hacer una película a partir de una creación colectiva de los actores, donde cada uno trabajara su propio personaje y su texto. Es decir, que todos fuéramos los guionistas. Hicimos varios talleres de improvisación y salieron ideas muy interesantes, pero en aquel momento no se pudo hacer porque era difícil cuadrar las agendas y los horarios de tantos actores. Hasta que el año pasado Joaquín vino con la idea que resolvía ese problema: rodarlo todo en un plano secuencia de 80 minutos, sin cortes, sin parar. Hicimos cuatro tomas, dos una noche y dos la siguiente.
- MH: Esa forma de rodar, sin cortes, ¿supuso una dificultad extra?
Nur Levi. Al revés. Para los actores con menos experiencia en cine, como yo, fue una experiencia maravillosa porque ayudaba a perder el miedo a lo desconocido. En un rodaje, estás más solo en tu parte de responsabilidad, pero en esta experiencia la sensación de grupo era absoluta.
- MH: María protagoniza en la película una de las escenas más conmovedoras: tiene tanta hambre que, con su hijo en brazos, fantasea con ríos de natillas...
María Botto. En una reunión con Joaquín y Cristina surgió El ladrón de bicicletas y la mirada de aquel niño ante el desamparo. Y entonces me vino la inspiración de una madre y su angustia por no poder darle a su hijo lo que desearía. De ahí salieron mi texto y mi personaje. Una madre que es capaz de hacer lo que haga falta.
- MH: Pero el personaje de Juan es despreciable...
Juan. Es un tipo que está tratando de convencer a una empleada suya, negra, de que no le va a pagar su trabajo por su bien. Realmente es despreciable, pero el tipo se lo cree, lo argumenta e incluso lo sufre. De nuevo tiene que ver con la perversión del lenguaje. Pensé que, si conseguíamos hablar de eso con cierto sentido del humor, podría resultar interesante y también entretenido.
- MH: En sus cuentas de Twitter el contenido se decanta más hacia el activismo que hacia la profesión. ¿El compromiso social tiene para ustedes más importancia que la interpretación?
Juan. Esa es una cuestión casi filosófica. Hay que hacer lo posible, si crees que hay otra forma de construir un mundo mejor para todos. Actuar es mi oficio, me apasiona, pero es solo mi trabajo. No me vendo en las redes sociales. Ante todo soy persona.
María. Si no te implicas, permites que otro se implique por ti. Si no decides, otro va a decidir por ti.
Nur. Un posicionamiento lo tienes siempre, aunque no seas consciente, pero este trabajo lo hace visible.
- MH :Ese compromiso tiene sus raíces, supongo, en la lucha de sus padres y la desaparición de su padre en Argentina durante la dictadura...
Juan. Uno tiene el pasado que tiene. María y yo tenemos esa historia del asesinato de mi padre en la dictadura y los tres estamos señalados por el exilio de mi madre.Ese desarraigo, de hecho, ha condicionado toda nuestra vida. Desde pequeños nos hizo conscientes de que hay injusticias que pueden quedar impunes y que son muy dolorosas. Es un hecho demoledor que te marca.
- MH: ¿Cómo crece uno sin dejarse envenenar por el odio?
Juan. Nunca sentí que el odio formara parte de este proceso. Sí la búsqueda de la justicia. Y el dolor. Pero no el odio. El odio es una elaboración del dolor que uno puede tener o no, pero lo primigenio es el dolor que nosotros, creo que los tres, canalizamos a través de la búsqueda de justicia.
-MH: Con un padre y una madre actores... ¿Mamaron teatro desde que nacieron?
María. La escuela de interpretación de Cristina Rota nació en el salón de casa, en la calle Álvarez Gato. Allí se daban las clases y nosotros íbamos de una habitación a otra corriendo, entusiasmados con todo aquel jaleo.
Juan. Llegabas del cole y había actores en el salón haciendo Shakespeare, Chéjov o lo que fuera, y otros en el pasillo supernerviosos preparando una escena. Había un pasillo muy largo en aquella casa. Lo recuerdo como algo divertido y con constante bullicio.
Nur. El baño siempre estaba lleno de ropa, de gente que se cambiaba para las clases. Por allí pasaron muchos actores. Yo recuerdo que jugaba con ellos en el pasillo al pilla-pilla y me colaba en las clases para observarlos embobada hasta que ya no me dejaron meterme más.
Juan. Además, ahí fue cuando las cosas empezaron a ir bien. Los primeros años en Madrid fueron muy duros económicamente, pero luego la escuela empezó a crecer.
- MH: Si la educación es la base de todo, ¿hablarse de tú a tú con Shakespeare en la infancia cambia las cosas?
Nur. La educación, sí, pero no solo la intelectual, sino, sobre todo, la emocional. No es una cuestión de datos, de información, sino de poder vivir y elaborar todo eso de otra manera. Un Shakespeare no se lee solo con la cabeza, se siente, se vive con todo el cuerpo. Y te da, además, una capacidad de juego que también te enriquece a la hora de aprender.
María. Para que después entre lo intelectual de una manera bella, tiene que haber muy pronto en la infancia algo emocional que te permita escucharlo y amarlo.
Juan. La base es recibir amor. Eso es lo primero. Sin afecto es prácticamente imposible la construcción futura de una persona. Es muy difícil salir adelante si no has sido querido.
- MH: Crecieron sabiendo que la cultura no era accesoria, sino necesaria. ¿Cómo convencemos al resto?
Juan. Es complejo. Yo siempre pongo el ejemplo de aquella manifestación de unas mujeres trabajadoras en Massachusetts, en 1912, que sacaban unas pancartas que decían: Queremos el pan, pero también las rosas. Querían decir que, por supuesto, todo el mundo tiene derecho al pan, a un trabajo digno, a un salario, un techo. Se supone que esas son las cosas importantes de la vida: trabajar, comer y vivir. Pero lo que hace que seamos seres humanos son las rosas: tener el tiempo de poder enamorarte, de bailar con tu novio o tu novia, de poder ver una película, una obra de teatro, de leer un buen libro o cantar esa canción que te marca para tu vida... La diferencia entre ser personas que meramente sobreviven a ser personas que viven está en las rosas. Y el arte y la cultura lo son.
- MH: Esa gran capacidad para el discurso me recuerda que dicen que Juan imitaba muy bien a Adolfo Suárez... ¿Es cierto?
Nur. Sí, es verdad. Pero éramos muy pequeños entonces. Durante la Navidad siempre hacíamos una fiesta con actuaciones. Hay una grabación de aquello. Yo la tengo. María era la que dirigía todo el cotarro.
María. En esa función en concreto me acuerdo de que yo era la locutora y Juan hacía todas las voces: Manuel Fraga, Felipe González, Adolfo Suárez...
- MH: Cuenta Cristina Rota en su libro, Diré que te recuerdo (Espasa) que María nunca jugó el papel que le tenían asignado ni en el colegio ni en la familia. ¿Nació usted rebelde?
María. Nunca me ha gustado que el otro determine lo que soy. No me gustan las reglas.
- MH :¿Y se rebelaba contra eso interiormente o hacia afuera?
Juan. Hacia afuera, siempre hacia afuera. María. Sí, aunque después lo sufría. Siempre me he rebelado ante lo que me parece injusto.
- MH: ¿Recuerdan su infancia y juventud como duras o alegres?
Juan. Hubo unos años muy difíciles, pero recuerdo mi adolescencia como un periodo muy intenso y feliz. Pero tuvimos tres adolescencias muy diferentes.
María. Yo la recuerdo, no nefasta, pero... La recuerdo felizmente...
Juan. ¿Olvidada?
María. No, no. La recuerdo feliz, pero muy complicada. Fui una adolescente terriblemente problemática. Ahora, cuando me dicen: ¡Ay, ser adulto qué difícil es!. Yo respondo: ¿En serio?. ¡Pero si ser adulto es lo más grande que hay!
- MH :A Nur, la hermana pequeña, la madre la describía como la luz de aquella familia a la deriva. ¿Por qué?
Nur. Aquello viene de unas circunstancias, un exilio... Es algo que dice mi madre, no es algo que yo suela pensar de mí misma. Pero cada uno tenía un rol y el mío durante mucho tiempo ha sido el de la conciliadora.
Juan. Nur tiene una capacidad organizativa que no tenemos ninguno; una claridad pragmática de la que carecemos mi madre y nosotros dos. Ella ha aportado esa claridad, que supongo que tiene que ver con la luz.
- MH: ¿Quién es quién, hoy, en vuestra familia?
María. Juan es quien es por esa capacidad de reflexión, tan lleno de poesía siempre. Y Nur es un hilo que nos une a todos. Siempre que pasa algo, acudimos a ella. Es la pieza imprescindible que hace que el diálogo entre todos sea más fluido, porque con los caracteres que tenemos no te creas que convivir siempre ha sido, ni es, fácil.
Nur. ¡En eso somos muy italianos! Nuestros tíos y primos están en Argentina: aquí solo somos nosotros.
María. Sí, somos muy familia. Yo he luchado contra eso, me he empeñado en que fuéramos independientes, pero no ha habido manera. Lo bonito es que los tres somos muy diferentes en nuestro modo de pensar y de plantearnos la vida, pero a la hora de la verdad cada uno ha acabado buscando su sitio y su manera de encajar.

TÍTULO: SABADO CINE, LA MEJOR OFERTA,.
Reparto
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 Virgil Oldman (Geoffrey Rush), un hombre solitario y excéntrico, es un experto en arte y un agente de subastas muy apreciado. Su vida transcurre al margen de cualquier sentimiento o emoción hasta que conoce a una hermosa y misteriosa joven (Sylvia Hoeks) que le encarga tasar y vender las obras de arte heredadas de sus padres. Esta joven, que sufre una extraña enfermedad psicológica que la mantiene aislada del mundo, transformará para siempre la vida de Virgil.

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