jueves, 11 de agosto de 2016

CALLEJEROS - JOSÉ LUIS MORENO Y HABLE CON ELLAS: ESTO ES LA GUERRA,./ AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - ME INSPIRO METIENDO LOS VASOS EN EL LAVAPLATOS,.

TITULO:  CALLEJEROS - JOSÉ LUIS MORENO Y HABLE CON ELLAS: ESTO ES LA GUERRA,.

foto, José Luis Moreno y 'Hable con ellas': esto es la guerra,.

  • José Luis Moreno, en un momento del programa. :: R. C.El productor la lía de nuevo tras su anterior espantada.Sandra Barneda le acusa de amenazas en la pausa publicitaria: «Me dijo 'Una más y te corto el cuello'». Él lo niega,.

    Al programa 'Hable con ellas' le falta un verano y este parece que tampoco es el suyo. El lunes protagonizó una de las peleas televisivas más sonadas de los últimos tiempos. Se las prometían muy felices con la vuelta del hijo pródigo, el productor José Luis Moreno, que tras la espantada de la primera edición -en la que se marchó a mitad de la entrevista-, venía en son de paz, pero la cosa acabo como el rosario de la aurora. «Espero que, en esta ocasión, no haya un 'coitus interruptus'», bromeaba Sandra Barneda al inicio. «Esta vez no seré un mal marido y no dejaré a la audiencia a la mitad», sonreía el cómico. Hasta ahí todo bien. Pero el buen rollo duró poco.
    La cadena llevaba días anunciando a bombo y platillo el esperado reencuentro tras el plantón de la primera vez. En aquella ocasión el empresario tomó las de Villadiego cuando Yolanda Ramos, una de las antiguas presentadoras, que además había trabajado para él, le echó en cara que le hubiera hecho un contrato B y que aún le debía 25.000 pesetas de una actuación en 'Noche de fiesta'.
    Las nuevas conductoras se empeñaron en recordarle el capítulo y él, en vez de dar la callada por respuesta o utilizar a sus muñecos Monchito o Macario para contestarlas, entró al trapo. Alegó que no había venido a hablar de temas viejos, solo de sus nuevos proyectos, como el musical que prepara con Isabel Pantoja y que verá la luz en dos años. También puso como ejemplo del buen hacer periodístico a su amigo Bertín Osborne, al que calificó de «elegante y honesto». Y ahí se lió la marimorena. Sandra Barneda, medio en broma, medio en serio, se dio por aludida y le preguntó si era una indirecta, a lo que él respondió que en absoluto. Sin embargo, en la pausa publicitaria el productor se despachó a gusto... Y se largó.
    Tras el corte, ya sin Moreno, apareció una Sandra Barneda con los ojos medio llorosos y arropada por sus compañeras. Según la versión de la catalana, que el programa corroboró con un audio, el empresario habría empezado a gritarle: «¿Tú te crees que me importa que te ofendas?», «¿tú quién eres?», «¿cuál es tu carrera?». El momento álgido de la disputa llegó cuando el cómico le espetó «una más y te cortó el cuello», aunque esta parte no se grabó.
    Arrepentido de ir
    Barneda, en pleno éxtasis, calificó todo esto como «lo más desagradable en 20 años de profesión». Ayer, en cambio, prefirió no hacer ningún tipo de comentario a este periódico. La cadena, en cambio, emitió un comunicado a través de sus redes sociales y respaldó a la presentadora: «Lamentamos haber invitado a José Luis Moreno a uno de nuestros programas. La violencia y las amenazas son inadmisibles». La directora de Comunicación de Mediaset, Mirta Drago, también le dio su apoyo: «Todo mi respeto por la integridad profesional y humana de Sandra Barneda».
    Por su parte, Moreno dio su versión de los hechos con respecto a las amenazas. «Esas frases no solo no son verdad, sino que nunca se las digo a nadie. Y si lo hubiera dicho me parece maquiavélico que en publicidad hagas una serie de comentarios y que después los emitan», declaró a 'Vertele'. El productor lamentó haber ido al programa: «Me arrepiento muchísimo. No cumplieron nada de lo que estaba en el contrato». ¿Cuáles eran las claúsulas? «Se pactó que yo venía a hablar de lo que quisieran, pero nuevo. Lo otro ocurrió hace dos años y no tenía sentido recordarlo», zanjó.

     TITULO: AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! -  ME  INSPIRO METIENDO LOS VASOS EN EL LAVAPLATOS,.
      ME  INSPIRO METIENDO LOS VASOS EN EL LAVAPLATOS, foto.

    Luis García Montero: «Me inspiro metiendo los vasos en el lavaplatos»Luis García Montero: «Me inspiro metiendo los vasos en el lavaplatos»,.

    Nací en Granada hace 58 años. Respeto mucho el oficio, pero no escribo para hacer endecasílabos perfectos. Mis maestros son Garcilaso, Machado, Alberti, Gil de Biedma, Ángel González, Brines, mi mujer y mis tres hijos.

    Ahora ha publicado el ensayo ‘Un lector llamado Lorca’, ¿a qué edad se leyó las obras completas del poeta?
    Descubrí el tomo de la editorial Aguilar con las obras de García Lorca en la biblioteca de mis padres, al final de los años 60 (tendría 10 ó 12 años). Claro que no me lo leí entero. Recuerdo la sensación física que me provocaron esos primeros poemas de Lorca. Algo que se convertía en piel y en mundo propio. Este libro es un homenaje al poeta y al adolescente que lo descubrió.
    ¿Y a qué edad tuvo su primer rollo?
    Más allá de las quimeras infantiles, creo que a los 15 o 16 años. Yo iba al Club Hípico de Granada a montar a caballo, y allí surgieron los primeros amores adolescentes.
    Su hija estudia piano. ¿Se imagina que hubiera sido tronista en ‘MYHYV’?
    Esos programas de telebasura me entristecen. La zafiedad sentimental que representan son el mayor atentado contra la cultura popular que existe. La telebasura impone una realidad de bajos instintos y zafiedades. Es desolador.
    Su hija del Rayo Vallecano, su mujer Almudena Grandes colchonera y usted merengón. Desayunan en un derbi madrileño.
    Sí, un jaleo. Pero eso demuestra que el fútbol no es tan importante. Soy muy del Granada y muy del Madrid. Ahora los atléticos (Almudena, sus hermanos, mi editor Chus Visor, Joaquín Sabina...) están muy crecidos y dan mucho la lata. No podemos ver los partidos juntos, sobre todo las finales de la Champions. Son muy simpáticos los atléticos.
    Whisky en invierno y manzanilla en verano. Salvo agua...
    Cada bebida tiene su hora. La cerveza antes de la comida sienta muy bien. Y comer con vino dignifica cualquier mesa. La buena conversación y la lectura solitaria mejoran con la compañía de una copa. El gran Francisco Ayala, cerca de los 100 años, pedía a los camareros que retirasen los vasos de agua de la mesa. Con el agua –decía–, conviene tener mucho cuidado…
    ¿Qué encuentra en Rota?
    Amistad, allí nos reunimos muchos amigos, nombres de esos que forman mi segunda familia: Felipe (Benítez Reyes), Benjamín (Prado), Joaquín, Silvia, Ángeles, Bienve, María, Jimena… Además me gusta mucho la gente de la Bahía de Cádiz, su elegancia sentimental y su ingenio.
    ¿Una costumbre banal?
    El amor a las pastelerías, digo yo, o el fútbol.
    Sus mujeres a la playa y usted al bar...
    Ese fue uno de los motivos de que fuésemos a Rota, la playa y los bares. Busqué un sitio en el que vivía mi amigo Felipe Benítez, para consolarme de la obligación familiar de llevar a los niños a la playa. Ahora han crecido los niños, y Almudena y yo bajamos al mar por las tardes, para caminar por la orilla hasta Punta Candor. Eso me gusta.
    ¿Qué sería de los poetas sin los bares?
    ¡Qué sería de España! Me gusta nuestra facilidad para vivir en la calle y celebrar la vida con los amigos. La soledad como ámbito de independencia está bien, pero no como condena al anonimato y la deshumanización. Me gusta el bar de siempre, ese al que vas y te encuentras con amigos sin necesidad de quedar. Por lo que se refiere a la poesía, es verdad que hay una estirpe basada en el exceso. Por eso son tan peligrosos los poetas que tienen mala bebida. Dan mucho el latazo.
    ¿Se puede ser poeta en una playa atestada?
    Sí, y hasta escribir sobre eso. Decía Pasolini que no hay nada más solitario que una plaza del siglo XX tomada por una multitud. Yo creo que algunas playas le hacen la competencia a esas plazas.
    Almudena Grandes se inspira cocinando. ¿Y usted?
    Ayudo poco en la cocina. Sólo me salen bien los huevos con patatas. Me inspiro más metiendo los vasos en el lavaplatos y oyendo el rumor de la calle desde la butaca de la biblioteca.
    ¿Tenemos demasiado miedo?
    Es un miedo provocado. Nada nos inmoviliza más que el miedo. Eso que llamamos poder crea situaciones de debilidad e incertidumbre para dominarnos. Nadie protesta si corre el peligro de perder su puesto de trabajo, si no se siente amparado por unos derechos. El mejor remedio contra el miedo, que es social, es una buena seguridad social.

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