domingo, 31 de marzo de 2019

EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO -CENA - DOMINGO -LUNES - EL ARBOL DE TU VIDA - MARTES -9- ABRIL - CARMEN POSADAS TRES NIÑAS ,. / LUNES -8- ABRIL - Imprescindibles - Muere el músico Scott Walker a los 76 años,. / ELLA & ALASKA CANTANTE ,./ EL BAR ESQUINA - REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO -PESADILLA EN LA COCINA - JUEVES -11- ABRIL - Roberto Ruíz | Cocinero,.

TITULO: EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO -CENA - DOMINGO -LUNES - EL ARBOL DE TU VIDA - MARTES -9- ABRIL - CARMEN POSADAS TRES NIÑAS ,.

EL ARBOL DE TU VIDA - MARTES -9- ABRIL ,.
 
 Conducido por Toñi Moreno, el espacio investiga el árbol genealógico de los personajes más queridos de nuestro país. El martes -9- ABRIL   ,  a las 22:30 por antena 3, etc.
 
 
 EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO - CENA - DOMINGO -LUNES - CARMEN POSADAS TRES NIÑAS ,.



  EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO -CENA - DOMINGO -LUNES -
CARMEN POSADAS TRES NIÑAS,fotos.

 CARMEN POSADAS TRES NIÑAS,.

La escritora Carmen Posadas, en su casa de Madrid.

Resultat d'imatges de tomo una naranja, un cafe americano y unas tostadas de pan de moldeA la isla de Moby Dick. Exacto, allí. Cada año hago un viaje sola. Cogí la costumbre desde que murió mi marido. Siempre es un lugar más o menos remoto y siempre es diferente. Islas, sobre todo. Grecia, el Caribe, Madeira. Soy una mujer solitaria y con la edad cada vez más solitaria. Los restos del famoseo los soporto muy a mi pesar. Digamos que ya me han contado todos los chistes que me tenían que contar y me han dicho todos los piropos que esperaba oír. Es verdad que de vez en cuando necesito pasar alguna temporada en el ruido. Pero cada vez es más corta. Probablemente, el gusto por la soledad venga de mi infancia. No porque estuviera sola y fuera infeliz, sino por todo lo contrario.
"El problema es que era fea. Una fea en familia de guapos. Mis padres eran altos, rubios, distinguidos y de rasgos muy suaves. Y yo era una conguito"
"La belleza no es, en absoluto, un asunto menor. De ninguna manera. Ésta es la típica hipocresía de algunas mujeres feministas, dedicadas siempre a negar evidencias"
Resultat d'imatges de una tortilla francesa"Como había acompañado a mi marido a la cárcel, lo acompañé hasta la muerte. No lo esperaban. Es formidable, pero no lo esperaban en absoluto"
"Me casé con menos de veinte años. Era uno como yo. Bobadas todo el día. Coches y demás. Todo muy bien. Muy seguro y muy lo que se esperaba"
"A los 24 años empecé a ir a los cursos de escritura que organizaba en Madrid Mario Merlino. Al principio iba allí como quien va a unos cursos de cocina"
"Cuando a uno le condenan y sabe que es inocente, la desesperación no puede resistirse. Supongo que esto afectó gravemente a su salud"
"Creían que yo me había casado con el gobernador del Banco de España y no con un delincuente, y que me largaría a las primeras de cambio"
Toda mi familia es uruguaya, y yo también nací allí. Gervasio Posadas fue primer gobernador de Uruguay, fundador de la nación, director supremo. Por parte de mi madre, los detalles... son más oscuros. El primer eslabón es un anarquista que se llamaba Pau Mañé. Llegado a Montevideo, hizo fortuna moliendo trigo. Tanta y tan rápida, y con tanto prestigio, que mi abuelo materno ya era embajador de Uruguay en París. Lo incierto son las razones de por qué el primer Mañé emigró a América. Siempre ha habido en mi familia un pacto de silencio, tácito, sobre el asunto. Lo poco que trasciende es misterioso: a veces, alguien ha hablado de palabras como delito y sangre, lo que desde luego resulta poco tranquilizador. La familia materna atravesó épocas de inestabilidad. Y a mi madre le tocó vivir una infancia triste, cargada de complejos por su pobreza circunstancial. Así que cuando pudo...
Humm... Yo tomaré un agua sin gas. Decía que mi madre, en cuanto pudo, se vengó de su infancia triste y decidió que sus hijos iban a tenerla muy diferente. Por tanto, yo viví toda mi niñez en disneylandia. Nunca había problemas. Si un mes venía con las notas malas, mi madre decía que las notas iban a ser buenas el mes que viene, y ahí acababa todo. De hecho... No recuerdo haber llorado de pequeña. No. No me veo llorando. Es raro en un niño, pero nunca tuve motivos para llorar.

Un mundo congelado

Vivíamos en lo que se llama una quinta, una enorme finca en el centro de Montevideo. Es difícil adecuar ese tipo de cosas a las dimensiones españolas. En medio de la ciudad teníamos un bosque, pero un bosque que recorríamos con caballos, y yo vivía dentro. En los altos de la casa principal había unos armarios repletos de ropa y enseres de mis abuelos. Tal cual los habían dejado en la gran época. Yo subía hasta allí a veces. Un mundo congelado. Creo que fue por esos armarios que me hice escritora. Por lo demás, la quinta era completamente autárquica. No faltaba de nada. Estaban, por ejemplo, la cocinera, los jardineros, las criadas. Fue muy bueno para mi educación. Quiero decir que cuando salí al mundo, yo sabía incluso que había pobres. Criadas a las que había violado el cura del pueblo. Cocineras que le daban al candombe y explicaban historias terroríficas sobre hechicerías y magias. Sí, eso es, ese miedo bueno que deja un calor tan agradable. Hay que entender que era un mundo sin televisión y casi sin radio. En la radio sólo se escuchaba a Gardel y coplas españolas. Todo estaba perfectamente en su sitio. La quinta era el mundo. Sólo que yo estaba a salvo.
No. ¿Por qué? La enfermedad no suponía ningún problema. Es fácil. Las enfermedades se curaban. Y si no se curaban, no pasaba nada: fulanito se había ido al cielo y allí iba a ser muy feliz. Ja, ja, ¡la regla! El dichoso trauma. Nada. Este tipo de asuntos se resolvían en el colegio, en mi magnífico colegio inglés, hablándolo con las amigas más adelantadas. ¡Por Dios: si mi madre me hubiera explicado los secretos de la regla, o cualquier otra cosa relacionada con el sexo, me habría caído de espaldas de la impresión y entonces sí habríamos tenido un problema serio! Mis padres mantenían con los hijos una relación afectuosa, pero distante. No es la de hoy. Está bien que no sea así la de hoy. Aunque... Bueno, no lo sé bien. Esto no quiere decir que no compartiéramos momentos de intimidad. Los niños comíamos solos, pero muchas noches, en el salón, mi padre nos leía libros en voz alta. La Ilíada. En fin, esto duró, aproximadamente, hasta los doce años. Entonces, la familia, urgida por las obligaciones de mi padre diplomático, se trasladó a vivir a Madrid.
Aquel Madrid. Había entonces luz de gas y por la Castellana pasaban las ovejas. Yo no había visto nada más triste en toda mi vida, y cada vez que quiero pensar en algo triste, triste, pienso en la España de entonces. O era yo. Más o menos por esta época empecé a llorar. Las razones de las primeras lágrimas eran muy explicables. Me daba cuenta de que empezaba a crecer y de que no había remedio. Lo que quiero decir no es nada metafórico. Crecía y me resistía y lloraba porque el tiempo no me hacía caso.
El agua es para mí. Gracias. Qué bien se está aquí dentro. Conozco pocos lugares en el mundo como esta cúpula. A mí el Palace me tranquiliza. Los problemas de las chicas. Sí, yo tuve un primer problema de ese tipo y aún no estoy segura de haberlo resuelto. El problema es que era fea. Una fea en una familia de guapos. Mis padres eran altos, rubios, distinguidos y de rasgos muy suaves. Y yo era un conguito. Con una nariz... En fin, mejor que no hable de mi nariz con joroba. Una cara de charrúa. Absoluta. En cuanto empecé a mirarme en el espejo tuve la duda de si yo era verdaderamente una hija de mis padres o me habían adoptado. Por si fuera poco, además de guapos y elegantes, mis padres eran elocuentes, y yo, cuando intentaba hablar, sólo acertaba a balbucear tímidamente. Creo que también escribo por ese balbuceo. Le dije a mi hermana que indagara. A mí me daba vergüenza, y ella, además, no era parte implicada, porque era rubia y monísima. Vino con la noticia de que no, y la verdad es que me quedé tranquila.
Fea. Fea sin más. El asunto del origen lo resolví con esa consulta de la hermana. El de la fealdad en sí traté de corregirlo, en su aspecto más llamativo, a eso de los 19 años, cuando me operé la joroba y me quedó la nariz más o menos digna que tengo ahora. Mejoré, desde luego. Pero ni entonces ni ahora he acabado de saber si soy una mujer guapa. Tengo cincuenta años. No estoy segura de ser una mujer guapa. Y lo peor es que me temo que ya no hay tiempo de resolver las dudas. No tengo ninguna duda de que soy una mujer inteligente. Pero no guapa.

La belleza, un asunto mayor

La belleza no es, en absoluto, un asunto menor. De ninguna manera. Ésta es la típica hipocresía de algunas mujeres feministas, dedicadas siempre a negar evidencias. La belleza de las mujeres es una moneda de curso legal. Podrá parecernos injusto, ilegítimo, lo que se quiera. Pero eso es como el mar, que es azul. A las mujeres pobres les va mejor si son guapas. La belleza está perfectamente codificada en el mercado. Humillante, desde luego. Muy humillante. Puede considerarse. Pero si éstos son los obstáculos, mejor vadearse como se pueda con ellos que darse de cabeza contra ellos. Las armas de mujer. Las feministas se sulfuran. No entienden el juego de la vida. ¿Para qué voy a prescindir de mis armas de mujer, si las tengo? ¿Acaso prescinden los hombres de las suyas? ¿Acaso cualquier hombre o cualquier mujer prescinde de todo aquello que los distingue virtuosamente? ¿Acaso uno va a dejar de utilizar sus dotes? La belleza es un azar, desde luego. Pero también lo son las otras dotes.
Perdone un momento. Hola, hola. Sí, claro que sí. Espera. ¿Aún tenemos para cuánto? Ya. Bueno, a eso de las tres. Sí, sobre las tres. Hasta luego. Ser guapa... El feminismo. La belleza de las mujeres importa a los hombres. Son sensibles a ella. No actúan del mismo modo delante de una mujer guapa. ¡Qué vamos a hacerle! El problema, para las mujeres, es utilizar adecuadamente sus recursos y saber qué es lo que quieren conseguir y a qué precio. La belleza no abre puertas. Abre ventanas. Galantes. Hay que saberlo. Y una vez la ventana abierta, vamos a ver. Mi aspecto físico ha sido a veces un problema para mí. Como escritora. Sí, claro, yo no estoy segura de ser guapa, pero hay quien no tiene ninguna duda. Bendito sea. En estas condiciones hay quien no da crédito a una escritora guapa. Las escritoras tienen su tipo, y no es el mío. Piensan que, con ese cuerpo, cómo es que va a dedicarse a la literatura. Un capricho y pasajero. Es el reverso de nuestras armas. Hay que asumirlo, por tanto. Saber que en cuanto alguien que a ti te interesa literariamente te considere guapa, tus dificultades aumentarán. Desde luego, he tenido también otro tipo de problemas, del género vodevil. Algún editor que al principio se interesa mucho, pero mucho, por tu obra. Realmente a fondo e interesado, cita tras cita, hasta la cita final. Aunque sobre este particular ya he aprendido mucho. Soy una experta en la detección de intereses extraliterarios.
Aunque pienso, ja, ja, que esa maestría de poco me sirve ya. Los hombres están sumamente acomplejados y, desde luego, para ligar, ni por asomo se les ocurre decir que van a contratarte una novela.
Me casé con menos de veinte años. Era uno como yo. Bobadas todo el día. Coches y demás. Todo muy bien. Muy seguro y muy lo que se esperaba. En realidad, siempre he tenido una esquizofrenia entre el mundo al que he querido pertenecer y aquel al que he pertenecido realmente. No es sencilla de resolver. No es el típico asunto de una burguesa que sueña con llevar una vida bohemia y que no se decide y lo arrastra... No. La vida burguesa colma algunas de mis expectativas. Yo me siento bien. Y segura en ese mundo. Además tengo un lado frívolo bastante remarcable. Pero al cabo de un tiempo me fatigo. Y tengo que volver a ciertas formas de soledad, de creación. De las que también acabo fatigándome. No sé. Tal vez sea lo normal, el ir y venir. En todo caso, esta sucesión de momentos yo la vivo de una manera fría, casi indiferente. Como si no me pertenecieran. Mi padre me ofreció un lado victoriano y mi madre un lado ruso, y, desde luego, elegí el victoriano. Pero me he perdido...
Ah, quería decir que me casé joven, tuve dos hijas y se estropeó pronto. A los 24 años empecé a ir a los cursos de escritura que organizaba en Madrid Mario Merlino. Yo había escrito alguna cosa. La soledad. Lo cierto es que empecé a ir a esos cursos. Al principio iba allí como quien va a unos cursos de cocina. Pero poco a poco me fue interesando. Mi marido veía con aprensión estas nuevas actividades, porque me llevaban a tratar a gente que no era de nuestro mundo. Me separé. Empecé a escribir cuentos para niños. Sorprendentemente empezaron a tener cierto éxito. Separada, marché a vivir a Londres. Yo había pasado dos años de mi juventud estudiando en Oxford. En Londres, separada. Lo que se conoce por vida intensa. Hasta que después de tres años en lo intenso me dije que iba a la catástrofe y me escuché. Volví. Mientras vivía en Londres me encargaron escribir un libro, una especie de manual del perfecto arribista que se publicó en 1987. Fue bien. Pero yo quería escribir ficción. Lo hice. Tuve buenas críticas. De repente llegó un parón de dos años. Me había casado con Mariano.
No fue la relajación matrimonial. Fue que empezaron a decir, y los escuchaban, que adónde iba ésta. Ésta era yo. ¿No se ha casado con Mariano Rubio? Pues, hombre, que no jorobe. Que ya tiene bastante. Estaba claro que si me había casado con el gobernador del Banco de España, no podía aspirar, ¡encima!, a ser escritora.
Los años. La beautiful. Yo no represento nada. O poca cosa. Tanto por lo que respecta a los años del socialismo como por haberme casado con alguien mayor que yo. Yo soy una figurante. El matrimonio fuerte, simbólicamente hablando, fue el de Miguel Boyer e Isabel Preysler. Cierto que yo estaba allí, entre ellos. Pero no confundida con ellos. Las confusiones venían de otro lado. Anécdotas. Una tarde llamaba Isabel y quedábamos para cenar. Iban a venir ellos y el matrimonio Solchaga. La cuestión es que Isabel reclamaba secreto absoluto. Absoluto. Esto decía. Para evitar a la prensa, las fotografías, etcétera. Bien, bien, se acordaba el secreto. Cuando llegábamos al restaurante, los fotógrafos ya estaban perfectamente avisados y preparados, y dispuestos a realizar su trabajo. Realmente era una manera muy curiosa de comportarse.

Realidad virtual

En fin, no tengo ya mucho tiempo. Es que hoy viene a comer a casa el novio de mi hija. No puedo llegar tarde. Sigamos, pero es que hay esto y no podré retrasarme mucho. Aquellos años. La verdad es que acabas asumiendo una realidad puramente virtual. Te ves en las revistas, en determinados periódicos; te lees a ti misma diciendo unas cosas curiosísimas. Al principio es una bofetada constante. Luego te acostumbras. Asumes que hay alguien por ahí que va funcionando de ese modo y acabas por no insistir demasiado en la evidencia de que ese personaje no existe ni ha existido nunca. Es sobre este personaje, supongo, que se proyectaban las fantasías de la gente. Al principio, pues, en fin, que yo iba a ser el mero reposo del guerrero y que cómo iba a salir escritora. Y luego, cuando la cárcel.
Cuando los problemas. Creían que yo me había casado con el gobernador del Banco de España y no con un delincuente, y que me largaría a las primeras de cambio. Nada de eso. Claro. Iba a verle a la cárcel. Desde luego, no encuentro que esto tenga nada de extraordinario. Es lo que haría cualquiera. Pero hay gente que no estaba preparada para verme hacer este acto de normalidad conyugal. Luego.
Cuando la enfermedad y la muerte. Es sencillo, tampoco les cuadraba. Si ese personaje virtual tenía que haberse ido de casa a las primeras sospechas, mucho más ahora. Total, la enfermedad no tiene siquiera el aura de la cárcel. Yo me había conseguido casar con un señor poderoso. Pásese que diera un traspiés. ¡Pero en modo alguno me había casado con una convalecencia! Las cosas, como suele suceder con la gente, con las infinitas personas normales que están en el mundo, fueron de un modo muy distinto. Como había acompañado a mi marido a la cárcel, lo acompañé hasta la muerte. No lo esperaban. Es formidable, pero no lo esperaban en absoluto. Todo eso, lo que esperaban ante la cárcel, la enfermedad, revela una cierta visión de la mujer. Y de la mujer en la que pensaban.
Aquellos años. Todo fue un atropello. Constante. Supongo que cuando uno ha cometido un asesinato y ve cómo lo juzga el mundo, también se desespera. Pero en el fondo hay algo que le libra de la desesperación absoluta: ha cometido un asesinato. Cuando a uno lo condenan y sabe que es inocente, la desesperación no puede resistirse. Supongo que esto afectó gravemente a su salud. Nunca puede decirse: pudo haber muerto sin haber pasado por la cárcel. Sí, así es. Pudo haber muerto. Da igual. Ha muerto. ¿Qué hizo mal? Sí, hizo algo mal. Cometió un error. Había ganado cuatro millones de pesetas con unas acciones. Le parecía que eso era demasiado dinero y que nadie se creería que lo había ganado limpiamente. En la correspondiente declaración de la renta los tapó. Esto fue todo. Esto fue el caso Mariano Rubio.
Fue absuelto en el juicio. Supongo que a esta justicia convencional se le podría añadir una justicia poética. Supongo que esta justicia me tocaría ejercerla a mí. Ha pasado poco tiempo. La justicia poética debe desencadenarse en unas ciertas condiciones de distancia. No sé.

Carmen Posadas

Carmen Posadas nació en la ciudad de Montevideo hace cincuenta años. Hija de diplomático, se instaló en Madrid al final de su infancia, aunque pasó algunas temporadas viviendo en el extranjero. Se casó dos veces: una muy joven, antes de los veinte años, con un compañero de clase que le dejó dos hijos, y otra más tarde, con el goberndor del Banco de España, Mariano Rubio, antes de que éste fuera inculpado, encarcelado y absuelto por un presunto delito de corrupción. Carmen Posadas ha escrito muchos libros. Primero, relatos juveniles; más tarde, ensayos livianos, como el dedicado a 'Yuppies, jet set, la movida y otras especies', y finalmente, la ficción, a la que siempre quiso dedicarse, de la que son ejemplos novelas como 'Cinco moscas azules', 'Pequeñas infamias', con la que en 1998 ganó el Premio Planeta, o 'El buen sirviente', la última que ha escrito, que se publicará en octubre.

   TITULO: LUNES -8- ABRIL - Imprescindibles - Muere el músico Scott Walker a los 76 años ,.

LUNES - 8- ABRIL  - Imprescindibles ,.

Imprescindibles, serie de documentales sobre los personajes más destacados de la cultura española del siglo XX cada semana en La 2, el lunes - 8 - ABRIL a las 21:00, etc.

 Muere el músico Scott Walker a los 76 años,.

Scott Walker (músico)

Scott Walker - foto,.
Fenklup1968ScottWalker.jpg
Scott Walker, (1968)
Datos generales
Nombre real Noel Scott Engel
Nacimiento 9 de enero de 1943
Bandera de Estados Unidos Hamilton, Ohio
Nacionalidad Estadounidense
Británico
Muerte 24 de marzo de 2019 (76 años) Bandera de Reino Unido Londres, Inglaterra
Ocupación Actor
Músico
Compositor
Productor musical
Multi-instrumentista
Información artística
Otros nombres Scott Walker
Género(s) Pop
Art rock
Country
Avant-garde
Pop barroco
Experimental
Blue-eyed soul
Instrumento(s) Bajo
Vocal
Batería
Guitarra
Teclados
Armonica
Tipo de voz Barítono
Período de actividad 1958 - 2019
Discográfica(s) 4AD
Drag City
Virgin Records
Philips Records
Liberty Records
Fontana Records
Columbia Records
Challenge Records
Artistas relacionados Pulp
Sunn O)))
Bat for Lashes
The Walker Brothers
Web
Sitio web http://www.4ad.com/artists/scottwalker
Ficha Scott Walker en IMDb
Scott Walker, nacido como Noel Scott Engel (Hamiltion, Ohio, 9 de enero de 194312​-Londres, Inglaterra, 24 de marzo de 20193​), fue un cantante, músico, productor británico - estadounidense y vocalista del grupo The Walker Brothers.
A pesar de ser originario de Hamilton, Ohio, la fama de Walker se extendió por todo el Reino Unido, donde sus primeros cuatro álbumes alcanzaron una excelente posición en el Top Ten. Walker vivió desde 1965 en Inglaterra, continuó trabajando su material en solitario, firmando únicamente con la compañía discográfica 4AD.4​ En 1970, obtuvo la ciudadanía británica.
Originalmente dirigida por Eddie Fisher en los años 1950, Scott apareció varias veces en su serie de TV bajo su nombre Fisher, y de adolescente participó en el programa de entretenimiento Fabian de Frankie Avalon. También trabajo como músico de sesión tocando el bajo eléctrico durante su adolescencia en Los Ángeles.
Está reconocido como un referente en la música de vanguardia de finales del siglo XX y principios del XXI, gracias a los trabajos experimentales que realizó a partir de 1995 con el álbum Tilt hasta su última producción Soused en colaboración con la banda Sunn O)))., etc,.

TITULO:  ELLA & ALASKA CANTANTE  ,.

Alaska: «Haría un cameo en cualquier serie, de mala a ser posible»,.

La cantante Alaska. / foto,.

La cantante Alaska. / R.C.Votaría al señor Spock como presidente del Gobierno. No le convencieron ni 'Glee' ni 'El asesinato de Gianni Versace'. Es fan de 'Los Serrano': «Muero por Resines»,.

Icono cultural en nuestro país (por su vinculación a la música, la televisión o el cine), Olvido Gara -Alaska- acaba de publicar nuevo disco con Fangoria. 'Extrapolaciones y dos preguntas 1989-2000', su decimotercer álbum en estudio, incluye 13 versiones y dos temas propios inéditos. Después del verano llegará la segunda parte, que abarcará canciones desde 2001 hasta la actualidad. Los Planetas, OBK o La Buena Vida son algunos de los grupos escogidos para hacer su propia adaptación. A esta sala ha sido convocada para que realice otra selección, la de las series que más y menos le convencen.
-Se le acusa de serieadicta, ¿cómo se declara, culpable o inocente?
-Culpable. Y en primer grado.
-¿Cómo empezó la adicción? Confiese.
-Con 'Star Trek', 'Batman', 'La familia Munster', 'Sombras tenebrosas'...
-En la adolescencia supongo que iría a más...
-Sí me gustaban títulos dispares porque soy capaz de disfrutar con series muy distintas como 'Curro Jiménez', 'Dallas', 'Verano azul', 'Enredo', 'Arriba y abajo', 'V'... Esta última, la que mas.
-¿Qué estaba haciendo usted cuando mataron a Laura Palmer?
-Estaba viendo cómo mataban a Laura Palmer. 'Twin Peaks' es una de mis series favoritas de todos los tiempos (la última temporada ha sido una obra maestra), me compré todo: vídeo, camisetas, el diario de Laura, las cintas del agente Cooper... Hice una fiesta en mi discoteca en la que serví café y donuts a las 4 de la madrugada mientras yo me paseaba con mi leño... casi nadie lo entendió.
«'American Horror Story' es un retrato devastador de lo que somos»
-¿Era más de 'Farmacia de guardia' o de 'Médico de familia'?
- De 'Farmacia de guardia' porque era más costumbrista... pero para eso me quedo con 'Los ladrones van a la oficina'... Pero vamos, soy más de 'Los Serrano' porque muero por Resines.
-¿Con qué dibujo animado se siente identificada?
-¡¡Las Supernenas!! Son súpermonas, súperlistas, súperbonitas y súperbiendibujadas.
-¿Y algún culebrón le enganchó?
-Desde niña, piense que soy mexicana... me gusta todo, son una genialidad.
-Puestos a escoger un malvado de serie, ¿por cuál se decantaría?
- Por Alexis Carrington (Joan Collins) en 'Dinastía' y Jessica Lange en todos sus personajes de 'American Horror Story'... ¡Porque les han escrito las mejores frases!
-En su último disco, Fangoria realiza versiones de grupos como OBK o Family. Si tuviera que hacer una de una canción o serie, ¿qué tema escogería?
-Versión no, pero hemos utilizado sintonías de series de televisión como introducción musical para empezar nuestros conciertos, desde los Pegamoides a la actualidad... 'Dallas', Dinastía', 'Expediente X', 'Star Trek', 'Twin Peaks'... los conciertos de este año comienzan con la de la nueva versión de la bruja 'Sabrina'.
-¿Qué pasa en las series que luego no sucede en la vida real?
-Antiguamente, había un cierto grado de moraleja, hoy en día todo es posible, como en la vida real.

«Soy muy leal»

-¿Qué título cree que define mejor los tiempos actuales?
-No me interesan las series que definen los tiempos actuales, pero 'American Horror Story', aunque parece una serie de terror y ciencia ficción, es un retrato devastador de lo que somos.
-Yo que le iba a a preguntar por una serie para regalarle a Pedro Sánchez...
-No regalo series, entiendo que cada uno de nosotros ya ve lo que le interesa, no soy proselitista.
-Y si tuviese que escoger a un personaje para ser presidente, ¿a quién votaría?
-Vamos directamente al mundo de 'House of Cards' o 'El Ala Oeste de la Casa Blanca', que eso es la realidad... Pero en un mundo ideal, votaría al señor Spock de 'Star Trek'.
-¿Y de cuál podría enamorarse?
-De Herman Munster, del señor Spock, del agente Cooper. Tuve mi momento entre James y Jack de 'Perdidos', y de la señorita Vanessa Yves...
-¿Su último atracón?
- 'Penny Dreadful', revisión de las dos temporadas del tirón... y 'Feud'. Vale la pena absolutamente.
-Postúlese para hacer un cameo...
-Me sirve cualquiera, haciendo de mala a ser posible.
- ¿Hay alguna serie que le hayan recomendado mucho y luego le decepcionase?
-'Glee', 'El asesinato de Versace'... sencillamente, no.
-¿Y un final que no le convenciese?
-Soy muy leal a mis series, no me decepcionaron ni los finales más controvertidos tipo 'Los Serrano', 'Perdidos', 'Twin Peaks'...

 TITULO:  EL BAR ESQUINA - REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO -PESADILLA EN LA COCINA - JUEVES -11- ABRIL -Roberto Ruíz | Cocinero ,.


PESADILLA EN LA COCINA - JUEVES -11- ABRIL  ,.
 
 Pesadilla en la Cocina es un programa de televisión español de telerrealidad culinaria, presentado por el chef Alberto Chicote, emitido habitualmente los jueves a las 22:30 en La Sexta.
 Nuevas broncas, enfrentamientos y arcadas; Alberto Chicote regresará con nueva temporada de Pesadilla en la cocina. Tras una temporada de descanso, Pesadilla en la cocina vuelve Alberto Chicote con las pilas bien cargadas. El chef de laSexta intentará reflotar nuevos restaurantes y se enfrentará a nuevos retos, etc.







EL BAR ESQUINA -  REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO -  LA COCINA DOMINGO - LUNES - COCINA  - Roberto Ruíz | Cocinero,.







 EL BAR ESQUINA - REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO -  LA COCINA DOMINGO - LUNES - COCINA -Roberto Ruíz | Cocinero,. fotos,.

 

Roberto Ruiz, de chef suplente en México a Estrella Michelin en Madrid

Roberto Ruiz, chef mexicano y fundador del restaurante Punto MX.
Roberto Ruiz, chef mexicano y fundador del restaurante Punto MX.
El reconocido chef, que cuenta con cinco restaurantes en seis países, solía pararse ante el fogón sólo cuando un cocinero se ausentaba, ahora es una referencia de la comida mexicana en el mundo.
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Resultat d'imatges de el bar esquina“La cocina se aprende quemando alguna carne, dañando un plato y, en mi propio caso, al hacer explotar una licuadora”. El reconocido chef mexicano, Roberto Ruiz, comenzó su trayectoria profesional desde lo más sencillo: lavar los platos en el Angus Butcher House, su restaurante de carne preferido. Pocos se imaginarían que ese joven, que sólo se paraba frente a los fogones cuando algún cocinero estaba “indispuesto o se ausentaba por estar borracho”, terminaría convirtiéndose en un exitoso emprendedor con cinco restaurante en tres países y una Estrella Michelin sobre sus hombros.
Cuatro meses tardó Roberto en hacerse un puesto en la cocina. “Era un equipo muy unido y con una competencia sana. Los lunes solían faltar los cocineros por estar con resaca, lo que me permitió ir aprendiendo a controlar hasta 50 cortes de carne distintos que se deben cocinar simultáneamente de forma diferente. En poco tiempo me nombraron ayudante de cocina y ya no hubo vuelta atrás”, recuerda el chef mexicano. Fue justamente la etapa en la que descubrió que “la cocina te absorbe y requiere un importante nivel de concentración y de trabajo en equipo. Si uno falla, el resultado final se verá perjudicado”.Resultat d'imatges de tapas y barras fotos
Roberto Ruiz tuvo su primera experiencia en los restaurantes lavando platos y como cocinero suplente.
Roberto Ruiz tuvo su primera experiencia en los restaurantes lavando platos y como cocinero suplente.
Su espíritu emprendedor no tardó en brotar.Con la experiencia adquirida abrió su primer restaurante especializado en comida mexicana y japonesa. Un proyecto que comenzaba a despegar cuando le llamaron para una nueva oportunidad: trabajar en uno de los proyectos gastronómicos de Placido Arango, uno de los benefactores más reconocidos del Museo del Prado. “La propuesta inicial era para trabajar unos tres meses para los más de 900 restaurantes que cuenta en España, pero al final se convirtió en una trayectoria de más de 10 años”, apunta a IberoEconomía.
“Dejé el restaurante en manos de mi madre y vine a España. Recuerdo que me impresionó que existieran años de diferencia con respecto a las técnicas empleadas en México, así como en la gestión y en los procesos, aunque no en los sabores”, afirma el chef. Una vez en el equipo, sus primeros pasos fueron en ‘El Bodegón’, un establecimiento con cinco tenedores, pero con un equipo “cansado de hacer lo mismo y que casi no hablaba entre sí, por lo que mi llegada aportó una frescura a la cocina”, matiza.
Durante los próximos años trabajó en el departamento de innovación y desarrollo en la cocina del Grupo Sigla (VIPS, GINOS, Starbucks, Fridays). “Trabajábamos juntos un catalán, un holandés, un belga y un mexicano, lo que hacía que pareciese el inicio de un chiste de nacionalidades”, bromea. No obstante, en esta etapa profesional vivió un intensivo que le permitió “trabajar cada semana en nuevas propuestas gastronómicas para diferentes restaurantes del grupo, por lo que un día estabas haciendo un postre para Starbucks y al siguiente una pizza para una de las firmas de restaurantes italianos”, puntualiza.
Fue una época atípica en la que “la bonanza económica nos permitía contar con cualquier producto o material que necesitásemos, trabajar con una gama de sabores diseñados para un espectro muy amplio de clientes e, incluso, trabajar en la creación de menú ‘anticrisis’ hasta ocho meses antes de que se conociera el inicio de la coyuntura económica. En este sentido, era común que se pudieran diseñar entre 15 y 20 platos nuevos cada semana.

Calidad mexicana, sin clichés

“Muchos de los platos que preparábamos eran para las propias cenas del Museo del Prado, donde participaba la Casa Real. Sorprendentemente, la comida mexicana tenía una buena aceptación entre los invitados, donde también había embajadores y ministros, por lo que comprendí la gran oportunidad que representa la comida mexicana para la gastronomía en España”, confiesa. Una pista que le llevaría a abrir, meses después, las puertas de su primer restaurante en Madrid: Punto MX.
El chef afirma que, para esa época, “no había ningún restaurante mexicano que pudiera recomendar a quienes me preguntaban y, yo mismo, sólo comía aquello que me preparaba en casa”. En este sentido, dejó su empleo anterior y comenzó a dedicar sus esfuerzos a un modelo de negocio que “permitiese ganar mucho dinero a partir de poco trabajo, pero eso evidentemente no existe”, sentencia. De ahí que tuviera que reestructurar la idea inicial y ofrecer un servicio diferente, “donde los sabores fueran los tradicionales de México, pero sin todos los clichés de sombreros, cactus y mariachis en las paredes”.
El chef mexicano cuenta con cinco restaurantes en países como Colombia, Portugal y España.
El chef mexicano cuenta con cinco restaurantes en países como Colombia, Portugal y España.
Si bien se buscó un establecimiento por la zona entre Alonso Martínez y Chueca, “vimos que un local en el barrio de Salamanca era la mitad de barato, por lo que aprovechamos la oportunidad”. Los inicios no fueron fáciles, el inmueble (previamente un restaurante de comida andaluza) se encontraba en quiebra, por lo que “veíamos el local de noche y, en más de una ocasión sin luz”.
La transformación y decoración estuvo a cargo de la esposa de Roberto, ya que “habíamos contactado con dos estudios de diseño, pero ambos se escapaban de nuestro presupuesto e insistían en una decoración llena de sombreros de mariachi, cactus y carabelas que eran el concepto que teníamos en mente. Nosotros queríamos mostrar el otro México, ese que existe pero que desde el exterior no se conocía”.
Fieles a su idea original, no cedieron en ningún momento, siquiera cuando Coca-Cola y Coronita dijeron que no distribuirían sus productos “porque no veían que el restaurante no tenía una temática propiamente mexicana y, por ende, dudaban de su viabilidad a futuro”, apunta.

Esfuerzo y una visita inesperada

“Cuando comenzamos acordamos que, durante los primeros cinco años, no se subirían los sueldos de los fundadores, así como que todas las ganancias se reinvertirían para tener una mejora constante de Punto MX”, aclara Roberto. Una metodología que funcionó y les permitió hacer mejoras cada seis meses. Un buen ritmo que alcanzaría su punto más alto tras una visita inesperada: la de José Carlos Capel. “Cuando su crítica culinaria salió publicada, la lista de reservas se alargó hasta los siete meses y medio, por lo que fueron creciendo las expectativas sobre el establecimiento y fue cuando lo convertimos en un espacio totalmente gastronómico”, recalca.
Con el inicio de esta nueva etapa, la inversión inicial de 320.000 euros fue quedándose pequeña “ya que la hemos triplicado con la contratación de los mejores proveedores, los mejores profesionales, la estructura de un protocolo e, incluso, nuestro propio huerto de siete hectáreas para contar con los productos frescos y tradicionales de México en España, específicamente en un poblado de Segovia”.
El restaurante Punto MX requirió una inversión inicial de 320.000 euros.
Una apuesta sólida por el negocio que le permitió recibir dos soles Repsol y su primera estrella Michelin. “El reconocimiento nos llegó por sorpresa. No me lo creí en un primer momento cuando me dijeron que habíamos ganado una estrella Michelin, ya que no se los daban a restaurantes mexicanos y no habíamos trabajado para lograrlo”. Incluso, admite que el primer anuncio no vino desde la propia organización sino que “me llamó al móvil el chef Diego Guerrero, yo estaba en la ducha y lo cogí. Me dijo que estaba en un 99 por ciento seguro que había sido galardonado con la estrella y fue, justamente, el año que él también la logró”.

Una escuela de aprendizaje

Punto MX ha cambiado el mercado de los restaurantes mexicanos en Madrid. “Cuando comenzamos, sólo había 27 establecimientos en la ciudad. Ahora, ya hay 98”, afirma el reconocido chef. Su caso de éxito ha generado que “muchas personas han comenzado a trabajar con nosotros y, posteriormente, se han ido a emprender sus propios locales de comida”. Incluso, figuras de la cocina como Andoni Luis Aduriz y otras estrellas Michelin han pasado por su cocina para conocer los procesos de preparación de la tradicional comida mexicana.
Ruiz, que afirma tener una relación cordial con otros reconocidos chef como Ferran Adrià o Carmen Ruscalleda, está satisfecho con las aperturas de ‘Salón Cascabel’ en Lisboa y de ‘Cantina y Punto’ en Colombia. Sobre este último, afirma que “está teniendo un gran éxito, con unas 300 personas al día que disfrutan de un ambiente festivo, lo que hace que la facturación sea 50 por ciento de comida y un 50 por ciento de bebidas, lo que es una alegría para el negocio”.
Roberto Ruiz está trabajando en una manera innovadora de incluir insectos en sus platos.Para este año, el chef mexicano buscará asentar su reciente menú degustación, logrando que el concepto esté más intrínseco al espíritu del restaurante. Asimismo, adelanta que está trabajando en un “planteamiento innovador para incorporar platos con insectos, para que tenga un gran impacto, pero dando un paso más allá que la simple presencia de un escorpión en un plato”.
Roberto Ruiz está trabajando en una manera innovadora de incluir insectos en sus platos.

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