miércoles, 23 de febrero de 2022

La Hora Musa - Ya es hora de entrar en calor música ,. Martes -22- Febrero ,. / Cachitos de hierro y cromo - The Cranberries, en cinco canciones ,. Martes- 22- Febrero ,./ Locos por las motos - Gerona y Málaga, entre las provincias con mayor cultura motera,.

 TITULO: La Hora Musa -   Ya es hora de entrar en calor música ,. Martes - 22 - Febrero ,.

 

 'La Hora Musa', presentado por Maika Makovski ,a las 22:55 horas, en La 2 martes  -22- Febrero  , foto,.

  Ya es hora de entrar en calor música ,.

Prepararse para un concierto es como vestirse de superhéroe,.

El músico, hombre de confianza de Loquillo, está inmerso en la gira de 'El último clásico' y ha redescubierto la afición de tocar la guitarra por placer durante la pandemia,.

 Igor Paskual en el camerino, preparándose para salir al escenario./Juan Pérez Fajardo

Con once años, escuchó el riff de guitarra de 'Money' de Pink Floyd y su mundo se llenó de color. «Ahí fue cuando supe que quería ser músico», comenta Igor Paskual. El guitarrista y compositor, hombre de confianza de Loquillo, transmite su pasión por la música con cada palabra y, durante la conversación, florecen anécdotas sobre ABBA y The Dave Brubeck Quartet, entre otros. Su rutina cabalga en la montaña rusa de las giras, entre largos viajes y noches interminables junto a su banda de rock and roll. Pero sus pies pisan tierra firme, la del «paraíso» que es Asturias, donde disfruta «del sabor y del color gris del que hablaba Chillida».

Miércoles

6.00 horas. Me metí en el rock para no madrugar y he acabado despertándome antes que la mayoría de mis amigos que tienen trabajos más comunes. Nada más levantarme no puedo comer nada, pero luego no paro. Vivo en Asturias y en el norte eso es demasiada suerte. Podría estar comiendo eternamente. Si David Bowie hubiera vivido aquí, le hubiera sido imposible mantener el tipazo. Vivo en un paraíso que me da el sabor y el color gris del que hablaba Chillida, pero estando de gira me como muchos viajes. Y con 45 años, esos viajes se empiezan a notar.

11.00 horas. La gira con el Loco es bastante difícil de organizar porque somos muchos y cada uno de un sitio distinto: el batería vive en un pueblito de Teruel, nuestro equipo técnico es de Zaragoza, el teclista de Toledo... Con la pandemia el Loco ha hecho algo muy importante que es ganar menos dinero, pero respetar prácticamente intacto a todo el equipo técnico. El equipo es la familia y él ha predicado con el ejemplo, con mucho esfuerzo por su parte y también por respeto al público. No vamos a salir en acústico a hacer una charanga como hace mucha gente.

Jueves

14.00 horas. Intentamos comer siempre en el lugar en el que tocamos. Eso nos permite tener tiempo de ir al hotel y concentrarnos. Cuando te vas de gira, la gente cree que te vas de fiesta, pero antes del concierto soy como un leopardo que reserva fuerzas para la carrera. En el escenario hay algo intangible, que no controlas y que hace que la noche sea mágica. Con el tiempo, los músicos desarrollamos truquitos para reservar energía, para conseguir un estado mental que haga que cuando salgas tengas el máximo porcentaje de magia. Cuando era más joven me daba igual porque tenía mucha más energía, pero ahora me gusta comer en la habitación del hotel, en silencio. Así ya tengo la cabeza puesta en el concierto. Siempre recuerdo cuando era pequeño e iba a un bolo. Yo lo que quería era que me reventaran la cabeza y que me cambiaran la vida. Una vez muerto Dios, los conciertos son una de las grandes liturgias que nos quedan. Son un momento para sentirnos unidos, con un ritual muy característico, el de los bises. Esa vibración es difícil de replicar.

18.30 horas. La prueba de sonido se suele amoldar a la temperatura que haga. Ahora, en verano, el calor no es bueno para los instrumentos y tampoco para nosotros por lo que se hace más tarde. Después volvemos al camerino o al hotel. Me doy una ducha y empiezo el ritual de vestirme de cara al concierto, que para mí es muy importante. Suelo elegir la ropa antes de la gira y es algo a lo que le dedico mucho tiempo. Para mí es como vestirme de superhéroe. Como los músicos negros de la Motown, es una forma de señalar que es algo especial y también una muestra de respeto al público.

Viernes

00.30 horas. Después del concierto lo que más adoro es estar con la banda en el camerino. Me encanta hablar con ellos, ya sea una hora o cinco. Es uno de los momentos más bonitos, cuando todavía estás metido en esa mole de sonido, en esa burbuja. Es algo indescriptible, como cuando coges una ola, un momento sagrado y, si algo bueno tiene la pandemia, es que la gente no puede entrar al camerino a saludar. Sé que suena fatal, pero parece que hay una obligación por nuestra parte de saludar y recibir a amigos y fans. Para mí el camerino es un santuario y quiero intimidad para abrazar a un compañero de la banda, echarle la bronca o lo que sea. Además, al bajar del escenario estoy destrozado física y mentalmente porque el Loco tira mucho y te exige mucha intensidad. Canciones como 'El ritmo del garaje' no puedes tocarlas a medio gas. Si quieres que un tema con tres acordes te reviente el corazón, tienes que tocar cada acorde como si fuera lo más importante que estás haciendo en ese momento. Si no, no es una banda de rock. Por eso después, si nos ves en el camerino, parece que venimos de la guerra.

3.00 horas. Con toda esa adrenalina, tardo mucho en dormirme. Llego al hotel y como mínimo pasan dos horas hasta que baja toda esa energía. De gira se duerme realmente poco y no porque hagamos fiestas.

Domingo

9.00 horas. Mis hijos me ponen los pies en la tierra. Tengo tres y la vida diaria de colegio, matrículas, reuniones de padres... me ayuda a aterrizar. Cuando estás en la carretera entras en una burbuja donde creas cosas muy chulas, pero antes cuando hacíamos 70 u 80 conciertos al año llevaba muy mal el contraste con la vida diaria. De estar hablando de música, de discos y de arreglos, pasas a enfrentarte al día a día y es complicado. Pero con la madurez lo llevo mejor y veo que todo tiene su momento. Cuando estás en el rock te olvidas de que hay otro mundo y te vuelves realmente estúpido. La vida diaria te pone en tu sitio y a mí me ayuda a ser mejor músico.

18.00 horas. Con la pandemia he redescubierto la afición de tocar la guitarra por placer. Cuando te profesionalizas, te obsesionas con ser productivo. Hubo una temporada en la que me di cuenta de que cogía la guitarra con el objetivo de componer, de practicar un solo..., pero no por placer. De adolescente cogía la guitarra sin un objetivo concreto, solo para disfrutar de una ronda de acordes o lo que fuera y eso lo he recuperado. Además, soy muy nervioso y la guitarra me relaja. 

 

TITULO:  Cachitos de hierro y cromo -   The Cranberries, en cinco canciones   ,. Martes - 22- Febrero ,.

   El martes - 22- Febrero   a las 22:30 horas por La 2, foto,.

 

The Cranberries, en cinco canciones,.

No solo de 'Zombie' vivía la formación irlandesa. 'Salvation', 'Animal Instinct' o 'Linger' se encuentran entre lo más destacado de la banda de Dolores O'Riordan,.

Dolores O'Riordan, fallecida este lunes a los 46 años de edad, no estaba allí cuando la banda The Cranberry Saw Us daba sus primeros pasos en 1989, pero fue imprescindible para dotar de personalidad a una formación que apenas se salía de los márgenes del noble oficio del rock en Irlanda. Su irrupción como cantante y compositora en el grupo no solo fue clave en el cambio del nombre del cuarteto por uno con más tirón como The Cranberries, sino que cristalizó en éxitos claves de los noventa, algunos más rockeros y otros más intimistas. En pocas palabras, no solo de 'Zombie' vivía The Cranberries. Estos son algunos de sus otros éxitos. 

 

 

Gerona y Málaga, entre las provincias con mayor cultura motera,.

El parque móvil de motos y escúteres creció un 44% entre 2010 y 2019,.

fotos / Gerona, Málaga y Granada son las provincias donde los conductores son más propensos a tener un vehículo de dos ruedas. Concretamente, en uno de estos territorios hay una moto, un escúter o un ciclomotor por cada 10 habitantes. Es más, las motos son el vehículo predilecto en Málaga y los escúteres marcan la diferencia en Gerona. Y los adeptos del ciclomotor se encuentran en la mitad sur peninsular, ya se trate de provincias de costa o de interior, aunque Cádiz es el lugar donde más abundan. Todos estos datos se extraen de la tercera edición del informe 'Las dos ruedas en España. Datos 2019' elaborado por Estamos Seguros en colaboración con Anesdor y Centro Zaragoza.

Por otro lado, Barcelona lleva la delantera en materia de cultura motera en cifras absolutas. Esta provincia supera a todas las demás al albergar más de medio millón de vehículos de dos ruedas. ¿Las razones de su preeminencia? Su peso demográfico total, la existencia de un gran núcleo urbano y la climatología mediterránea. Madrid va detrás, con 301.324 unidades. Otras provincias de mucho casco, caucho y manillar son Valencia (189.895) y Málaga (181.072).

A cierre de 2019, había en España 3,31 millones de vehículos de dos ruedas asegurados. La mayor parte son motos (1,92 millones). Los datos desvelan cómo los escúteres ganan adeptos a pasos agigantados. El parque de estos vehículos ha crecido un 50% en la última década, hasta alcanzar las 966.700 unidades. Justo lo contrario que ocurre con los ciclomotores. Su presencia ha menguado un 42% desde 2010. Con todo, todavía ruedan 425.577 unidades. A lo largo de la década, la suma de motos y escúteres (en otras palabras, los vehículos de más de 125 cc) ha crecido un 44%.

Un análisis por municipios desvela que los vehículos de mayor cilindrada y prestaciones abundan en un sitio: la periferia de la ciudad de Madrid. Un repaso al cubicaje medio de los vehículos de dos ruedas sitúa a Las Rozas, Valdemoro y Rivas-Vaciamadrid como las localidades donde es más habitual ver motos potentes. En estas poblaciones el cubicaje medio ronda los 500 cc. Y tras ceder la cuarta posición a Telde (Las Palmas), la lista es un rosario de nombres madrileños: Fuenlabrada, Parla, Alcorcón, Getafe, Pozuelo de Alarcón, Móstoles, San Sebastián de los Reyes… Para sus conductores, una moto potente es un vehículo que les permite circular por la autovía que deben transitar hasta llegar a la capital y, al mismo tiempo, sortear los atascos propios de una gran ciudad.

¿Y quiénes manejan todas estas motos, escúteres y ciclomotores? El retrato robot del motero es un varón que ronda los 46 años, tiene más 10 años de experiencia en la carretera y no comparte su vehículo… con nadie. Al contrario de lo que ocurre con los coches, los vehículos de dos ruedas rara vez se prestan. Ni siquiera a familiares o amigos.

¿Y les gustan las motos a las mujeres?

Las conductoras apenas representan el 12,74% de los propietarios de los vehículos de dos ruedas en la actualidad. No obstante, su presencia es cada vez más palpable entre los vehículos más ligeros. Ellas son el 21,74% de los propietarios de ciclomotores y el 19,50% de los escúteres. Se decantan, por lo tanto, por vehículos que se mueven con facilidad por la gran ciudad. La presencia de mujeres es modesta entre las motos (7,55%) debido, probablemente, al peso que pueden alcanzar estos vehículos.

La importancia del peso de la moto queda refrendada al comparar los cubicajes medios de los vehículos que manejan ellos y ellas. Un varón suele conducir un escúter de 153 cc y una mujer, de 113 cc. Si van en moto, la diferencia es mayor. Ellos manejan, de media, vehículos de 491 cc y ellas, de 269 cc. En ciclomotores, en cambio, no hay diferencia: todos en 46 cc. Así lo impone la idiosincrasia de esta categoría de vehículos.

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