Calor de Tour, que coge temperatura en la puerta de los Alpes. ... para arreglar su primer pinchazo y salió de allí soñando con ser ciclista.,.foto,.
Kristoff amarga otro día más a Sagan, que sigue sin puntería y acumulando segundos puestos en el presente Tour,
Nibali, Porte y Valverde se citan en el primer duelo en la gran montaña, con final en Chamrousse,.
Justo el martes, cuando Contador esperaba con la pierna rota a que
el jet privado de Tinkov le sacara del Tour, el verano se despertó en
Francia. Con prisa. El calor lleva dos días recuperando el tiempo
perdido. El Sky, el equipo que tiene un pie metido en el futuro, no
salió a rodar esa mañana. Pasó la jornada de descanso bajo techo. Porte y
los suyos montaron las bicicletas sobre rodillos, en una sala del hotel
donde habían instalado ventiladores de aire caliente. Pedalearon en la
boca de un secador, a 40 grados. Un río de sudor. Venían del Tour frío y
así le avisaron al cuerpo de lo que esperaba.
Con el calor, el Tour es otro, el de siempre. Ahora que vienen, hoy y mañana, los Alpes donde se verá a Nibali, Porte y Valverde, el Tour empieza el deshielo. A 35 grados sobre la brea, apareció en el sprint de Saint Etienne un trozo de glaciar, el noruego Alexander Kristoff, ganador de la Milán-San Remo y de la etapa de ayer. Kristoff, que viene del norte y suda a mares bajo este sol tardío, dejó helado a Sagan, otra vez segundo. Y van cuatro balones al larguero. A Sagan se le ha olvidado ganar. En la meta, el eslovaco se calentó y le dio por tirar patadas. Rabia. Calor de Tour, que coge temperatura en la puerta de los Alpes.
La caravana de la Grande Boucle se tostaba ya en la salida de Bourg en Bresse. Aliento de volcán. Un auxiliar del Giant, martillo en mano, machacaba una botella de hielo. Máquina artesanal de fabricar cubitos. Wegelius, director del Garmin, hablaba de Talansky, que no pudo salir porque le quemaban las heridas. Johny Schleck, el padre de los hermanos, se protegía a la sombra del autobús del Trek para ver al hijo que le queda en carrera, Frank. A la zona del Tinfoff ya no se arrimaban las cámaras. Ya no está Contador. «Ha dormido mejor, pero le duele mucho la pierna. No pierde la esperanza de ir a la Vuelta, pero ...», dudaba Jacinto Vidarte, su jefe de prensa. «El calor ha llegado tarde para Alberto», lamentaba.
Al lado, el holandés Koen de Kort posaba para una televisión mostrando sus tatuajes, que goteaban calor. El termómetro se ha puesto a juego con el Tour. Los preparadores físicos sudaban viendo los datos de la etapa del miércoles, etiquetada de transición. Sin un puerto de primera, fue el día que más peso perdieron los corredores goteando sobre el asfalto. Y eso que comieron sin parar y bebieron ocho botellines por dorsal. Es lo mismo. El calor machaca, estruja.
Lo que no ha frenado el sol es el incremento de la lista de bajas. Toda la mala suerte del Tour trazó una curva a la derecha en medio de Le Bois d'Oing, pueblo situado a 95 kilómetros de la meta. David de la Cruz, que tiene 25 años y apenas lleva seis sobre una bici, compartía giro con los otros tres escapados: Langeveld, Clarke y Rast. Un debutante en fuga. Un chico feliz. El cajero de un supermercado de Sabadell que iba para atleta y siempre se lesionaba, el loco que se enamoró de una BH de mountain bike pegando la nariz en un escaparate, el chico que se metió en una tienda de bicicletas para arreglar su primer pinchazo y salió de allí soñando con ser ciclista. Eso es ya, corredor del Tour tras una carrera meteórica. Allí estaba, en la carrera de la que nada sabía hace sólo seis años. Disfrutando hasta que la rueda delantera se le fue en esa curva de pinta inofensiva. Cayó mal. Seco. Iba lento. Se dio directo con el hombro. A plomo. Sonó el chasquido de la clavícula derecha. Se escuchó su grito mientras se retorcía en el asfalto caliente del Tour. Dentro de la ambulancia, cuando le sacaban entre lágrimas del Tour, le recetaron una palabra difícil de cuadrar con la juventud: paciencia. Tiene clase y tiempo para lucirla. En otro Tour.
El grupo, tirado por el Giant de Degenkolb, los devoró con la ciudad a la vista. Faltaban Gallopin, el quinto de la general, fundido entre los triunfos y los besos de su novia Marion, y faltaban Greipel y Chavanel, caídos y enzarzados en un bronca. De verde va también Sagan. El maillot de la regularidad. Es regular: no gana nunca en este Tour que le ha visto ocho veces entre los cinco primeros. Ayer, en el sprint que Degenkolb perdió cuando le cerró Trentin, Sagan volvió a ser segundo. Esta cuarta vez que falla le batió un noruego enorme del Katusha. Y del Tour que sube hoy a los Alpes, a la Chamrousse. Hasta la sala de prensa se calentó ayer. A Nibali, líder con dos minutos y medio y sobre Porte y casi tres sobre Valverde, le preguntaron ya sobre el dopaje. Es el estigma del maillot amarillo. Sea quien sea.
Con el calor, el Tour es otro, el de siempre. Ahora que vienen, hoy y mañana, los Alpes donde se verá a Nibali, Porte y Valverde, el Tour empieza el deshielo. A 35 grados sobre la brea, apareció en el sprint de Saint Etienne un trozo de glaciar, el noruego Alexander Kristoff, ganador de la Milán-San Remo y de la etapa de ayer. Kristoff, que viene del norte y suda a mares bajo este sol tardío, dejó helado a Sagan, otra vez segundo. Y van cuatro balones al larguero. A Sagan se le ha olvidado ganar. En la meta, el eslovaco se calentó y le dio por tirar patadas. Rabia. Calor de Tour, que coge temperatura en la puerta de los Alpes.
La caravana de la Grande Boucle se tostaba ya en la salida de Bourg en Bresse. Aliento de volcán. Un auxiliar del Giant, martillo en mano, machacaba una botella de hielo. Máquina artesanal de fabricar cubitos. Wegelius, director del Garmin, hablaba de Talansky, que no pudo salir porque le quemaban las heridas. Johny Schleck, el padre de los hermanos, se protegía a la sombra del autobús del Trek para ver al hijo que le queda en carrera, Frank. A la zona del Tinfoff ya no se arrimaban las cámaras. Ya no está Contador. «Ha dormido mejor, pero le duele mucho la pierna. No pierde la esperanza de ir a la Vuelta, pero ...», dudaba Jacinto Vidarte, su jefe de prensa. «El calor ha llegado tarde para Alberto», lamentaba.
Al lado, el holandés Koen de Kort posaba para una televisión mostrando sus tatuajes, que goteaban calor. El termómetro se ha puesto a juego con el Tour. Los preparadores físicos sudaban viendo los datos de la etapa del miércoles, etiquetada de transición. Sin un puerto de primera, fue el día que más peso perdieron los corredores goteando sobre el asfalto. Y eso que comieron sin parar y bebieron ocho botellines por dorsal. Es lo mismo. El calor machaca, estruja.
Lo que no ha frenado el sol es el incremento de la lista de bajas. Toda la mala suerte del Tour trazó una curva a la derecha en medio de Le Bois d'Oing, pueblo situado a 95 kilómetros de la meta. David de la Cruz, que tiene 25 años y apenas lleva seis sobre una bici, compartía giro con los otros tres escapados: Langeveld, Clarke y Rast. Un debutante en fuga. Un chico feliz. El cajero de un supermercado de Sabadell que iba para atleta y siempre se lesionaba, el loco que se enamoró de una BH de mountain bike pegando la nariz en un escaparate, el chico que se metió en una tienda de bicicletas para arreglar su primer pinchazo y salió de allí soñando con ser ciclista. Eso es ya, corredor del Tour tras una carrera meteórica. Allí estaba, en la carrera de la que nada sabía hace sólo seis años. Disfrutando hasta que la rueda delantera se le fue en esa curva de pinta inofensiva. Cayó mal. Seco. Iba lento. Se dio directo con el hombro. A plomo. Sonó el chasquido de la clavícula derecha. Se escuchó su grito mientras se retorcía en el asfalto caliente del Tour. Dentro de la ambulancia, cuando le sacaban entre lágrimas del Tour, le recetaron una palabra difícil de cuadrar con la juventud: paciencia. Tiene clase y tiempo para lucirla. En otro Tour.
Gallopin, fundido
El de ayer corría dentro del horno. El Europcar se encargó de tachar
la fuga en las cuestas que subían hacia Saint Etienne. Ciudad verde. De
ese color, verde oscuro, viste el Europcar. Lanzó a Gautier y Quemeneur
para alcanzar al último escapado, Clarke, más veloz que ellos pero más
gastado. No hubo pacto. Se miraron y se inmolaron.
El grupo, tirado por el Giant de Degenkolb, los devoró con la ciudad a la vista. Faltaban Gallopin, el quinto de la general, fundido entre los triunfos y los besos de su novia Marion, y faltaban Greipel y Chavanel, caídos y enzarzados en un bronca. De verde va también Sagan. El maillot de la regularidad. Es regular: no gana nunca en este Tour que le ha visto ocho veces entre los cinco primeros. Ayer, en el sprint que Degenkolb perdió cuando le cerró Trentin, Sagan volvió a ser segundo. Esta cuarta vez que falla le batió un noruego enorme del Katusha. Y del Tour que sube hoy a los Alpes, a la Chamrousse. Hasta la sala de prensa se calentó ayer. A Nibali, líder con dos minutos y medio y sobre Porte y casi tres sobre Valverde, le preguntaron ya sobre el dopaje. Es el estigma del maillot amarillo. Sea quien sea.
TÍTULO: SELECCION ESPAÑOLA FUTBOL,Del Bosque sigue hasta 2016 ,.
Vicente del Bosque puso este jueves fin a las especulaciones y confirmó su continuidad como seleccionador nacional hasta la Eurocopa de ...foto,.
Nos encontramos con fuerza», asegura el seleccionador, que reconoce que ‘La Roja’ llevará a cabo «una evolución propia de los tiempos y de la edad».
Vicente del Bosque puso este jueves fin a las especulaciones y confirmó su continuidad como seleccionador nacional hasta la Eurocopa de 2016, ya que tras «un período de reflexión y una serie de contactos» con los dirigentes de la Federación Española de Fútbol (FEF), «en la balanza han podido más seis años que los dos últimos partidos (ante Holanda y Chile) que apartaron a España del Mundial». Tras la eliminación de ‘La Roja’ en la cita de Brasil, Del Bosque ya adelantó que tomaría «la mejor decisión para la Federación Española» y que sólo dimitiría si fuese «un estorbo para el fútbol español». Dado que tiene contrato en vigor y que el organismo que preside Ángel Villar no dispone de un sustituto y considera a Del Bosque «el técnico idóneo para la transición», el técnico salmantino seguirá al frente de la selección hasta el próximo gran campeonato, con el objetivo de clasificar a España para la Eurocopa de Francia, en la que defenderá título.El próximo partido de ‘La Roja’ tras su dolorosa despedida del Mundial será un amistoso, precisamente contra Francia, el 4 de septiembre, antes del primer encuentro de clasificación para el Europeo, frente a Macedonia, el día 8 del mismo mes. «Volvemos a la rutina. A la normalidad», apuntó Del Bosque, para quien la prematura eliminación de la anterior campeona del mundo en Brasil «tiene una explicación que es puramente deportiva». «Por parte nuestra quizás no hemos estado acertados, y también por parte de los jugadores, que seguramente han estado por debajo de sus posibilidades. Sólo tiene que ver con razones absolutamente deportivas. Nunca de interés, de predisposición, de buena actitud, de buen comportamiento... El comportamiento ha sido hasta el final bueno, incluso en la derrota. Algunos nos han acusado de no saber perder, y eso sí me ha molestado porque el equipo, más allá de algún episodio no muy edificante, pero tampoco trascendente, ha sabido perder y no ha buscado excusas, aceptando la superioridad de los rivales», comentó Del Bosque tras un encuentro con los alumnos que participan en el campus que lleva su nombre en Salamanca.
El seleccionador español quiso destacar que la FEF «está atravesando un período fuerte, de solidez y de solvencia» y que «ha creído conveniente no estar sometida a dos malos partidos para tomar unas decisiones drásticas (su destitución)». «Nos encontramos con fuerza. Creo que vamos a seguir con nuestro trabajo igual que siempre. Naturalmente que habrá que tomar algunas decisiones, pero igual que hemos ido tomando decisiones a lo largo de estos seis años en los que, aunque parezca que no, siempre ha habido una renovación generacional, cada cierto tiempo».
Del Bosque reconoce que pese al fracaso no será precisa una remodelación profunda en la selección, sino la incorporación paulatina de nuevos futbolistas tras la retirada de fijos como Puyol -abandonó el fútbol ya antes del Mundial-, Villa o Xabi Alonso. «Nadie ha hablado de una revolución, sino si acaso de una evolución propia de los tiempos y de la edad. No creo que haya que tomar soluciones drásticas. El camino está marcado. Estemos nosotros o venga cualquier otro, el fútbol español está identificado con un estilo de juego que nos ha dado muy buenos resultados y por tanto vamos a seguir ese camino que tenemos trazado», añadió, que insistió en que continuará convocando futbolistas «sin ninguna prebenda y sin favorecer a nadie». Al insistirle sobre las causas del fiasco, puntualizó: «Antes he dicho que fueron dos partidos, pero casi debo decir que jugamos un partido y medio malo, porque el primer tiempo contra Holanda creo que hicimos un buen partido, aunque luego nos descompusimos y ese fue nuestro mayor error». «Igual que en 2010 tuvimos mucha suerte, en 2014 no hemos tenido esa pizca de suerte tan necesaria para cualquier equipo», lamentó el seleccionador.
TÍTULO: FICHAJE DE VERANO, TONI KROOS, SOY EL HOMBRE ADECUADO,.
TONI KROOS, SOY EL HOMBRE ADECUADO,.
El alemán Toni Kroos, ya con algo del rosado que suelen coger los alemanes en Mallorca -donde pasa sus vacaciones tras ganar el Mundial- ...
-
El alemán, parco en palabras, recuerda a Di Stéfano en su presentación y habla de ganar la undécima ante 10.000 personas
-
'El Madrid es un paso más por encima del Bayern', dijo,.
-
El internacional alemán, 24 años, llevará el 8 a la espalda, dorsal sin dueño desde que se marchó Kaká. A las 17.13, con un poco de retraso, apareció el centrocampista acompañado de su hermano pequeño, su agente y toda la junta directiva del Real Madrid, con Florentino Pérez a la cabeza. El presidente fue el primero en tomar la palabra para darle la bienvenida al nuevo. Eso sí, antes... "No quería dejar pasar la oportunidad de acordarme de Alfredo di Stéfano, que ha estado en muchas presentaciones como esta en los últimos 14 años. No será fácil acostumbrarnos a vivir sin Di Stéfano, pero sabemos que estará eternamente con nosotros", comenzó el presidente, que siguió.Toni Kroos con la camiseta del Real Madrid Javier Soriano Afp
Después salió el jugador. Traje negro -sin cinturón-, camisa blanca y zapatillas grises. "No soy un hombre de hablar mucho", anunció, y lo cumplió. Con una referencia más o menos sugerida también a Alfredo di Stéfano, Kroos dejó una de esas frases rotundas. "Sé cómo son las cosas en el Real Madrid. Aquí hay que ganar títulos. Y yo soy el hombre correcto, porque sé a lo que vengo". Para cerrar, un reto que ya había dejado caer Florentino Pérez. "Yo gané la Champions con el Bayern en 2013. Este año lo hizo el Madrid. Ojalá el año que viene la podamos ganar juntos". La undécima, claro.'Era un buen momento para tomar la decisión'
Después, en su primer vis a vis con la prensa, ayudado por el traductor, superó su primer test ante los medios. "El Real Madrid es para mí el mayor equipo que hay y es un paso más por encima del Bayern. Era un buen momento para tomar esta decisión, de dar este paso. Era la opción número uno y no necesitaba más opciones. Estoy contento de que haya salido bien", aseguró.
"Desde el principio estaba claro que iba a dejar el Bayern pero quería ir al Real Madrid, no había otras opciones, nada más que yo me plantease. Ha salido todo muy bien, el Madrid se ha esforzado mucho. Rápidamente nos hemos puesto de acuerdo. Estoy contento de estar aquí y de que todo ha salido bien", añadió.
En la misma línea, opinó: "Ya llevaba mucho tiempo en el Bayern, he ganado allí todo. Opinaba que me vendría bien un nuevo paso. Tenía la opción del Real Madrid y después de tantos años era la decisión que quería tomar. Estoy muy contento de que todo haya salido bien y me alegro mucho".
No hay comentarios:
Publicar un comentario