Majka gana en Pla d'Adet, donde el murciano tira de veteranía para poder seguir segundo,.
Desde la cima de Pla d'Adet Nibali hace visera con la mano para
quirarse el resol. Mira y ve el videomarcador de la meta, donde luce el
vencedor de la etapa de los cuatro puertos, el polaco Majka. Mira luego
bastante más allá, cada vez más lejos, y lee el apellido del que le
sigue en la general, Valverde, que ayer se tambaleó y que ahora siente
el aliento en el cogote de un escalador, Pinot (a 34 segundos), y de un
contrarrelojista, Peraud (a 42). Ya por fin, Nibali se pone de puntillas
y, aunque falta subir hoy al Hautacam, aguza la vista y ve París.
«Hasta que llegue allí no diré que he ganado el Tour. Soy así», dijo.
No hace falta que lo diga. La clasificación habla por él en voz alta. Valverde está a cinco minutos y medio y ha renunciado a plantarle cara. Bastante tiene con defenderse. Panza arriba. Ayer en Pla d'Adet, al murciano le salvó la edad. Se conoce. No pudo con la detonación de Pinot, pero evitó la onda expansiva. Se apartó, respiró con calma y luego cogió a Pinot e incluso le remató en la meta. «Me he salvado», dijo en la cima, desde donde Nibali miraba hacia París. Tiene los Campos Elíseos a golpe de vista.
Basta escuchar a Nibali para resumir este Tour. «Cada día pedaleo pensando en el siguiente». El líder nunca ha estado sediento, ni con hambre, ni al límite. Ayer en el Portillón, el Peyresourde, Val Louron y Pla d'Adet pensaba en hoy, en los dos puertos que le quedan para festejar su victoria: el Tourmalet y la meta de Hautacam. Siempre ha tenido varías ráfagas de pedaladas en la reserva, sin usar. Le ha faltado oposición. Hasta él, tan callado, lo reconoce: «Con Froome y Contador quizá tendría que haber corrido de otra manera, quizá me habrían exigido más. Son muy explosivos». Sin ellos, el Tour es su tierra prometida. Desde que es líder ha procurado que las etapas corran a su favor. Es más fuerte y, además, rentabiliza la lucha de los demás por el segundo puesto o el maillot de la montaña.
Así corrió el día. Purito puntuaba y Majka le dejaba hacer. El polaco, rostro cadavérico que guiñaba el ojo a la cámara, mascaba su estrategia. Que Purito se gaste. En el cofre de Pla d'Adet, puerto de categoría especial, había más puntos que en el resto de la etapa. Majka es joven, vehemente y pelín chulo. Así compite: sobrado. Ya en Pla d'Adet hizo saltar la fuga por los aires. A la segunda, atragantó a Purito y tiró a por Visconti. Le cogió entre dos guiños a la cámara. Le faltó bostezar. Visconti, a su rueda, luchaba por respirar. Estaba condenado. A 3 kilómetros, mientras la afición le entraba por los oídos, Majka sofocó a Visconti. Lo hizo ceniza. La etapa y la montaña eran suyas.
El duelo de franceses
Pinot es valiente cuesta arriba y trata de serlo cuesta abajo. Ayer, otro francés nuevo, Bardet, le retó en el último descenso, el de Val Louron. Bardet, hecho un trapecista, asustó a Pinot. Sígueme si te atreves. Bardet abrió los frenos y cerró los ojos. Pinot, al revés: abrió todo lo que pudo la mirada y apretó las zapatas. Así, con Bardet unos segundos por delante, empezaron todos los que cuentan a subir los tremendos cuatro kilómetros iniciales del imponente Pla d'Adet.
Pinot, ya en subida, fue quien es: valiente. Atacó. Y desnudó a Valverde. El murciano es un ciclista de edad, con arrugas. Eso le salvó.Y se agarró enseguida a los dos salvavidas que había lanzado por delante el Movistar: Herrada e Izagirre. Tras ellos pudo enlazar con Pinot, Bardet y Van Garderen. Hasta les soltó en el muro final. A los que ya no vio fue a Nibali y Peraud, el único que se soldó al líder. Cuando quiso, Nibali se giró y lo vio todo. Era la etapa que había previsto, la que quería. Y sacó del bolsillo alguna de las muchas pedaladas que le sobran para largarse y recoger aún «más segundos de tranquilidad». Puede dormir a pierna suelta.
No hace falta que lo diga. La clasificación habla por él en voz alta. Valverde está a cinco minutos y medio y ha renunciado a plantarle cara. Bastante tiene con defenderse. Panza arriba. Ayer en Pla d'Adet, al murciano le salvó la edad. Se conoce. No pudo con la detonación de Pinot, pero evitó la onda expansiva. Se apartó, respiró con calma y luego cogió a Pinot e incluso le remató en la meta. «Me he salvado», dijo en la cima, desde donde Nibali miraba hacia París. Tiene los Campos Elíseos a golpe de vista.
Basta escuchar a Nibali para resumir este Tour. «Cada día pedaleo pensando en el siguiente». El líder nunca ha estado sediento, ni con hambre, ni al límite. Ayer en el Portillón, el Peyresourde, Val Louron y Pla d'Adet pensaba en hoy, en los dos puertos que le quedan para festejar su victoria: el Tourmalet y la meta de Hautacam. Siempre ha tenido varías ráfagas de pedaladas en la reserva, sin usar. Le ha faltado oposición. Hasta él, tan callado, lo reconoce: «Con Froome y Contador quizá tendría que haber corrido de otra manera, quizá me habrían exigido más. Son muy explosivos». Sin ellos, el Tour es su tierra prometida. Desde que es líder ha procurado que las etapas corran a su favor. Es más fuerte y, además, rentabiliza la lucha de los demás por el segundo puesto o el maillot de la montaña.
Así corrió el día. Purito puntuaba y Majka le dejaba hacer. El polaco, rostro cadavérico que guiñaba el ojo a la cámara, mascaba su estrategia. Que Purito se gaste. En el cofre de Pla d'Adet, puerto de categoría especial, había más puntos que en el resto de la etapa. Majka es joven, vehemente y pelín chulo. Así compite: sobrado. Ya en Pla d'Adet hizo saltar la fuga por los aires. A la segunda, atragantó a Purito y tiró a por Visconti. Le cogió entre dos guiños a la cámara. Le faltó bostezar. Visconti, a su rueda, luchaba por respirar. Estaba condenado. A 3 kilómetros, mientras la afición le entraba por los oídos, Majka sofocó a Visconti. Lo hizo ceniza. La etapa y la montaña eran suyas.
El duelo de franceses
Pinot es valiente cuesta arriba y trata de serlo cuesta abajo. Ayer, otro francés nuevo, Bardet, le retó en el último descenso, el de Val Louron. Bardet, hecho un trapecista, asustó a Pinot. Sígueme si te atreves. Bardet abrió los frenos y cerró los ojos. Pinot, al revés: abrió todo lo que pudo la mirada y apretó las zapatas. Así, con Bardet unos segundos por delante, empezaron todos los que cuentan a subir los tremendos cuatro kilómetros iniciales del imponente Pla d'Adet.
Pinot, ya en subida, fue quien es: valiente. Atacó. Y desnudó a Valverde. El murciano es un ciclista de edad, con arrugas. Eso le salvó.Y se agarró enseguida a los dos salvavidas que había lanzado por delante el Movistar: Herrada e Izagirre. Tras ellos pudo enlazar con Pinot, Bardet y Van Garderen. Hasta les soltó en el muro final. A los que ya no vio fue a Nibali y Peraud, el único que se soldó al líder. Cuando quiso, Nibali se giró y lo vio todo. Era la etapa que había previsto, la que quería. Y sacó del bolsillo alguna de las muchas pedaladas que le sobran para largarse y recoger aún «más segundos de tranquilidad». Puede dormir a pierna suelta.
TÍTULO: LA CHICA VIERNES, SABADO,.ADELA GONZALEZ PERIODISTA, A VER SI LOS TERTULIANOS NO SE SUBEN A LA CHEPA,.
- Las tardes de La Sexta tienen una nueva protagonista. Se trata de Adela González, presentadora habitual de ETB, que ha cambiado de casa ...foto,.
Adela González sustituye este verano a Mamen Mendizabal en 'Más vale tarde': «Ella es la directora y controla todo»,.
Las tardes de La Sexta tienen una nueva protagonista. Se trata de Adela González, presentadora habitual de ETB, que ha cambiado de casa durante el verano para sustituir a Mamen Mendizábal al frente de 'Más vale tarde' (de lunes a viernes, a las 17.15 horas). Ya se estrenó en el 'cargo' durante las vacaciones de Semana Santa.
¿Cómo ha sido el reencuentro con el equipo?El programa es duro y muy intenso, pero el equipo es fantástico. Cuando una persona se pone delante de la cámara una sale segura o no dependiendo de la gente que tenga detrás. Y yo aquí salgo muy tranquila.
A usted le gustaba el programa.Siempre había pensado que tenía el estilo de lo que a mí me gusta hacer. De hecho, en algunos programas en los que he trabajado he propuesto hacer cosas similares a las de 'Más vale tarde', como su estética o su ritmo. ¡Imagínate cuando me llamaron para decirme que sustituiría a Mamen!
¿Le puso ella al día?Ella es la directora y controla todo. Me dijo que me centrara en cuatro aspectos concretos de la tertulia, que buscara un enfoque distinto para lanzar a la mesa. Le agradezco los días que he estado de calentamiento con ella.
¿Cuál es su apuesta de debate para este verano?Apuesto por Gowex, tiene muchos puntos para ser el tema estrella. No sé si este va a ser un verano tranquilo informativamente hablando, pero como periodistas agradeceríamos que no lo fuera.
Se crítica cuando se habla de medusas o de olas de calor.O de tiburones. Es un tema que está en la calle y de los que la gente habla, otra cosa es hacer un monográfico de estos temas sin ser National Geographic. Además, luego llegan las olas de calor y, desgraciadamente, sigue habiendo personas que dejan a sus hijos dentro del coche cuando van a comprar.
¿Los tertulianos se ponen muy difíciles?Les estoy viendo muy disciplinados y cordiales. Espero que no se me suban a la chepa (risas).
Vuelve a estar en la misma cadena que su compañero en ETB, Iñaki López.El otro día estaba viendo su programa y le mandé un WhatsApp. Le veo cada vez mejor y creciendo como profesional. Cuando me comentó que venía a La Sexta a hacer un programa ya sabía que iba a encajar.
¿No le gustaría hacer otro programa con él?¡Me encantaría! Además de que es buen periodista también es majo y divertido. Me ha hecho reír dentro y fuera de la pantalla. Teníamos tanta química que la gente pensaba que éramos pareja.
¿Ya se ha acostumbrado al calor de Madrid?Es una maravilla no tener que abrir la ventana para saber que va a hacer buen tiempo, aquí siempre hace sol.
¿Y los fines de semana?Tengo gemelos de dos años y les echo de menos. Hablamos por Skype pero tengo que ir a verlos.
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