Raúl González Blanco, ¿un nombre bastante normal para ser una
estrella verdad? Así es, quién iba a decir que este chaval de San
Cristóbal de los Ángeles, con un nombre del montón, llegaría a convertirse en el símbolo de todo un Real Madrid, el mejor club del Siglo XX.
Su historia es casi de cuento, con un debut tempranero
y espectacular, con un pasado rojiblanco y con una carrera dedicada a un
club que volvió a ser grande guiado por sus piernas. Y como toda
historia que se precie, su carrera también ha tenido su etapa polémica,
con duras críticas sobre su rendimiento, siempre respondidas
con elegancia y profesionalidad.
Todo empezó en 1994. Con sólo 17 años, Raúl irrumpió bruscamente en el fútbol español de
la mano de Jorge Valdano. El técnico argentino arrancó al chaval
directamente del Real Madrid C y lo hizo debutar ante el Zaragoza un 29
de octubre. Salió de inicio en La Romareda y, aunque no marcó, asombró
al país con su desparpajo y su potencial.
El buen debut de Raúl provocó que toda España empezara a preguntarse
de dónde había salido ese chico. Del 'Atleti', respondió uno. Toma ya.
El jugador con más proyección del fútbol español era del Madrid y había crecido en el equipo vecino.
Raúl fue el orgullo de Jesús Gil, fue la 'máquina' que lideró las
categorías inferiores rojiblancas hasta que el presidente atlético
decidió eliminarlas.
Una carrera meteórica
Entonces
apareció el Real Madrid. En 1992, el equipo blanco se hace con los
servicios del cadete estrella de España y pone las primeras letras a la
increible historia de nuestro protagonista. En sólo dos años, aquel niño prodigio ya estaba en Primera
y una semana después de debutar marcó su primer gol, precisamente, ante
el Atlético de Madrid. Con un partido excelente, se ganó su primera
ovación y un hueco definitivo en el once titular del Madrid durante los
15 años siguientes.
Desde aquel partido, la carrera de Raúl se
disparó cual Ferrari y los jugadores fueron pasando a su lado, uno tras
otro. Pero a él no lo movió nadie. Ni los grandes fichajes, ni el baile
de entrenadores acabó con la increible progresión de Raúl, que no tardó
en convertirse en santo y seña del equipo blanco.
La llegada de
Fabio Capello al Real Madrid marcó un punto de inflexión en su carrera.
Raúl lo recuerda como una persona "fundamental" en su carrera.
"Necesitaba de alguien que me dirigiera, que me dijera qué tenía que
hacer". Tenía 19 años. Con 20 ya era campeón de Europa.
Con Raúl a la cabeza, el Real Madrid volvió a levantar la 'orejuda', la
ansiada séptima Copa de Europa de la historia del Real Madrid.
Aunque aquel Real Madrid perdió la Supercopa de Europa, Raúl parió su famoso 'aguanís' para
darle la Copa Intercontinental al equipo blanco. Tocado por una varita,
Raúl firmó la mejor temporada de su vida, con 25 tantos en Liga que le
valieron el trofeo 'Pichichi', por delante de Rivaldo y el 'piojo'
López.
La historia de la selección esquiva al '7'
Para entonces, el '7' ya lideraba a la selección, con la que disputó dos Eurocopas y tres Mundiales. Sin embargo, con 129 internacionalidades y 64 tantos,
el máximo goleador de la historia de la 'Roja' siempre será recordado
por el penalti que falló ante Francia en la Eurocopa de 2000. El debate
sobre su presencia en la selección generó debates tan avivados que el
jugador tuvo que dar una rueda de prensa junto a Luis Aragonés para
desmentir su mala relación.
Fueron años dulces para Raúl, que
volvió a levantar la Copa de Europa en 2000, tras derrotar en la final
al Valencia por 3-0, con diez goles suyos en la competición europea. En
2001, tras conseguir la Liga de nuevo cuatro años después, fue proclamado 'Balón de Plata' europeo,
sólo superado por el inglés Michael Owen. Luego, en 2002, llegaría la
'Novena', ante el Bayer Leverkusen, y una nueva Intercontinental en
Yokohama. Eran tiempos de vino y rosas en el '7' blanco.
Después
de la 'borrachera' de éxitos, el rendimiento de Raúl cayó de forma
alarmante y el Real Madrid se apalancó. Además, el capitán madridista
sufrió su primera y única lesión grave, que le mantuvo
cinco meses apartado de los terrenos de juego. Aquellos años fueron los
más negativos para el madrileño, cuya titularidad fue discutida
repetidamente. Aún así, los entrenadores que pasaron por el Real Madrid
siguieron confiando en él.
De "titularísimo" a suplentísimo
Tras
los años duros, el '7' se reencontró con el gol. Con 23 tantos en la
temporada 2007-08, la imagen de Raúl se revaloró, aunque para muchos, su
carrera ya estaba acabada. Fuera de la selección, el capitán siguió
rindiendo a buen nivel. Sin embargo, la llegada de Manuel Pellegrini
significó el principio del fin de su etapa en el Real Madrid. Pasó de
'titularísimo' al banquillo en tiempo récord y, con resignación, se habituó a un lugar poco frecuentado en los 15 años anteriores.
Frío final para la larga carrera de uno de los mejores jugadores de la historia del Real Madrid. La casa blanca le debe un homenaje, aunque, quién sabe si no le veremos en un futuro sentando en el banquillo que marcó su último año en Chamartín.
TITULO: EL BOMBON DE HELADO -Natalia Estrada: La mujer que susurraba a los caballos,.
EL BOMBON DE HELADO -Natalia Estrada: La mujer que susurraba a los caballos, fotos.
Natalia Estrada: La mujer que susurraba a los caballos,.
Fue una «sex symbol» en
la España de los 90, pero decidió poner tierra de por medio y vivir en
Italia. Se enamoró de los caballos y hoy es una «cow girl»,.

Exilio
elegido. Y, de momento, sin vuelta atrás. Sin nostalgia a la televisión
ni por retomar aquellos minutos que convirtieron en una «sex symbol» en
nuestro país y un ídolo catódico en Italia. «Tanto aquí como allí, la
televisión se ha vuelto un poco cruel y ha tomado el mismo rumbo. Se
ofrecen los mismos programas: ‘‘Gran Hermano'', ‘‘Supervivientes''... Al
final se trata de que te juzguen y a mí esos formatos no me gustan. No
me hacen tilín», asegura desde su centro de operaciones en Turín. Y
añade que «la televisión no es para mí un punto fijo en la vida que me
sirve para medir lo que hay antes y después como si fuera antes o
después de Cristo. Está claro que es algo importante en mi vida pero
llega un momento en que te pesa un poco».
En pleno campo. Sin
focos, apenas maquillaje, pero con el mismo gancho que cuando presentaba
«Que vivan los novios» y «Bellezas al agua», programa que tuvieron una
enorme audiencia en España. «Todavía se emite una sitcom que grabé una
serie que parece muy inocente para lo que se emite hoy en día. La gente
se cree que todavía sigo en la televisión y me llaman Pathy porque me
siguen identificando con el personaje», comenta Natalia.
Ahora
esa vitalidad de la que siempre ha hecho gala está focalizada en los
diez caballos que comparte con su esposo y que le han convertido en una
cowgirl del siglo XXI. Juntos capitanean Ranch Academy, un centro de
formación y exhibición ecuestre en el que recuperan la monta al más puro
estilo del viejo oeste americano, como si no huebiar pasado el tiempo.
«Fue una decisión propia. Entraron en mi vida hace diez años como mi
pasión y ahora son mi día a día», confiesa a través del teléfono. Y
todo, sin perder el glamour por el camino. «Por culpa de los "espagueti
western" el cowboy tiene una imagen de sucio maloliente que siempre va
escupiendo, pero no se corresponde con la realidad para nada. Todo lo
contrario, el cowboy es culto y elegante tanto en su forma de ser y en
la monta como a la hora de vestir».
Mantenerse en forma
Es más, no parecen haber pasado los últimos diez años por ella. «En
realidad no hago nada especial, los caballos me obligan a estar siempre
haciendo ejercicio al aire libre, cargando cosas, moviéndome
muchísimo... No necesito gimnasio para mantenerme en forma. También
viajo muchísimo lo que te hace tener siempre las maletas preparadas y
mantenerte vivo. Simplemente intento no parecer más joven de lo que soy:
no me pongo trencitas ni abuso de la minifalda. Simplemente vivo como
me siento, una mujer a punto de cumplir 40 años».
¿Su filosofía
vital? La que imprime «El hombre que susurraba a los caballos», pero en
femenino. «Tenemos mucha relación con el jinete inspiró primero la
novela y posteriormente la película que protagonizó Robert Redford y en
la que debutaba una casi adolescente Scarlette Johhansson. Le invitamos
una vez al año a nuestra casa, es algo así como nuestro maestro».
Con esta declaración de intenciones, cabe preguntarse qué queda de
aquella chica que debutó a los 18 años en «La quinta marcha», el
programa adolescente de referencia en los 90 que fue también la
plataforma de otros como Jesús Vázquez o Penélope Cruz. «No te lo vas a
creer, pero ayer mismo me puse a cantar el rap de la sintonía... Y le
explicaba a mi marido cómo era aquello. Nos creíamos que la vida era
como un parque de atracciones en el que todo es maravilloso, en el que
todos te quieren y todo va bien», recuerda, para apostillar a renglón
seguido que «más adelante descubres que las puñaladas existen, pero como
en todas las profesiones y todos los trabajos. Prácticamente sigo
siendo la misma. A lo mejor en algunas cosas soy algo más precavida
frente a la inocencia con la que empecé y he aprendido a que me hieran
menos las cosas. El trabajo y la vida te curten: te llevas desilusiones,
aprendes de los errores... Siempre hay una de cal y una de arena».
La de arena es no perder el contacto con su tierra natal, Asturias, de
donde se marchó a los 16 años para ingresar en el Conservatorio Real.
¿La de cal? Que no piensa en mudarse ni a corto ni a largo plazo. «No
echo de menos España porque viajo muy a menudo. De hecho acabo de estar
dos semanas con mis padres en casa, en Gijón; no me da tiempo a echarles
de menos. Pero ya tengo mi vida hecha en Italia. Trabajar con el
caballo de rancho en España sería bastante difícil. Y es que, si bien
hay tradición de doma vaquera en el Norte, no cuaja mucho nuestra
modalidad. Por ahora son los españoles los que vienen a nuestros
cursillos», plantea.
Atada a unas espuelas
Y es que, a Italia le ata algo más que unas espuelas y una silla de
montar. «Es cierto que a mí me empujó a trabajar en Italia el hecho de
casarme con un italiano y tener una niña. Si me hubiera casado con
Andoni Ferreño cuando hacíamos "Vivan los novios", seguramente me
hubiera quedado a trabajar allí. Fue mi vida la que condicionó la
televisión, no a la vez».
Con esta premisa, lleva siete años
con Andrew Mischianti, con quien comparte su pasión por los equinos. «No
estamos casados ni por la Iglesia ni por el juzgado, sino que lo
hicimos por un rito diferente, para mí vale más», asegura esta cowboy y
madre de una joven de 17años, fruto de su primer matrimonio con Giorgio
Mastrota: «Natalia se parece mucho a mí, es deportista, le gusta estar
al aire libre y practica esquí alpino», asegura sobre su hija.
Una carrá a la española
Hay quién comparó el tirón de Natalia en Italia como en su momento el
de la Carrá en España. «Tuvo mucho que ver el hecho de que mi aterrizaje
allí coincidió con un "boom" de lo español, que tuvo su momento más
alto con la película "Il Ciclone". Coincidieron muchas cosas. Cuando te
llega una buena oportunidad tienes que estar preparado, y eso es lo que
ocurrió. Llegó el empujón en un buen momento», comenta.
Año 2003: Un accidente que cambió su vida
Al conversar con Natalia da la sensación que ha encontrado la
verdadera felicidad delante de un equino, que aquello de los platós era
tan sólo una satisfacción de cartón piedra. Pero ella puntualiza: «En
todas las etapas de mi vida he intentado ser feliz y siempre lo he
conseguido allí donde he estado. Además he sabido cambiar de rumbo
cuando lo que estaba haciendo no me gustaba». Así ocurrió hace una
década cuando se inició en la equitación (en la imagen). Aunque
realmente, el cambio de ciclo tuvo lugar en 2003, cuando sufrió un grave
accidente a lomo de uno de sus caballos favoritos. «Tropezó, me dio un
golpe en la cara, caí contra un recinto de madera... Lo cierto es que
estuve bastante jorobada, pero luego me recompusieron en el hospital. Y
aquella experiencia, lejos de alejarme de este mundo, hizo que naciera
una relación natural con el animal, cómo conocerle, saber de sus
reacciones... , desde ese momento me di cuenta de que no me podía
limitar a subir a caballo y hacer unos ejercicios. Así surgió la magia,
vi la película en el hospital con la escayola. Fue una señal, el
principio de todo lo bueno que me está pasando». Así se volcó en el
aprendizaje de la monta americana, la doma y los saltos de obstáculos.
TÍTULO: A LIGAR ES LA HORA -Inma Brunton,.
Inma Brunton - foto.
Inma Brunton es una presentadora de televisión española.
Trayectoria profesional
Aunque
su presencia en televisión fue relativamente breve en el tiempo (no
alcanzó los cinco años), durante ese tiempo, sin embargo, fue un rostro
habitual en la pequeña pantalla, alcanzando una gran popularidad,
especialmente entre el público infantil y juvenil, principal
destinatario de los programas que presentó siempre en la cadena
Telecinco.
Su debut se produjo en
1990, cuando fue seleccionada, junto a otros tres jóvenes (
Penélope Cruz,
Jesús Vázquez y
Luis Alberto Sánchez) para presentar el programa musical
La quinta marcha,
que llegó a convertirse en el espacio de moda del momento. La
popularidad del programa catapultó a la fama a sus cuatro presentadores e
Inma Brunton pasó a ser una de las presentadoras emblemáticas de la cadena, conduciendo varias Galas y Programas Especiales.
Tras la finalización del programa, a
Inma Brunton se le encargó, en el verano de 1992, presentar el concurso
Bellezas al agua, junto a
Natalia Estrada,
Andoni Ferreño y
Kike Supermix. Y en noviembre de ese año acompañó a
Manolo Escobar en el espacio deportivo
Goles son amores, que se prolongó hasta
1993.
Su último proyecto para televisión comenzó a emitirse se emitió entre
1993 y
1994. Se trataba de
La tele es tuya, colega, un programa infantil que sustituía al
Desayuna con alegría, de
Leticia Sabater, y que presentó durante unos meses con
Sofía Mazagatos y, de nuevo, con
Luis Alberto Sánchez.
Tras la finalización de ese programa, se retiró de la televisión y
se ha dedicado a actividades ajenas a la proyección pública.
Actualmente está casada y es madre.
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