¡ BUENOS DIAS JAVI Y MAR ! - CADENA 100 ,.
Lo mejor del programa ¡Buenos días, Javi y Mar! que se emite cada mañana en CADENA 100 de 06:00 a 11:00 y que presentan Javi Nieves y Mar Amate,etc.
Al rincón de pensar - Martes -12- Mayo .
Al rincón, anteriormente conocido como Al rincón de pensar,
fue un programa de televisión español en el que cada semana dos
personajes de plena actualidad (cantantes, políticos, actores,
deportistas) se someterán a las preguntas Risto Mejide en su particular
rincón. Se emitió los martes a las 00:00 horas en Antena 3., etc.
Nuestras hijas,.
fotos / "Soy extremadamente afortunada y lo sé. Y aún así, cuando miro atrás, mi carrera, la de mis amigas, la de mis compañeras, tengo la sensación de que tuve que dar rodeos, hacer elecciones".
He tenido, tengo, una vida profesional muy feliz. La suerte de haber puesto en marcha proyectos apasionantes. De dirigir equipos brillantes, como este, de los que aprendo. De sentarme cada mañana para iniciar un camino nuevo que me exige, me obliga a esforzarme, a buscar nuevos recursos, nuevas historias para estar a la altura de quienes nos leen. Soy extremadamente afortunada y lo sé. Y aún así, cuando miro atrás, mi carrera, la de mis amigas, la de mis compañeras, tengo la sensación de que tuve que dar rodeos, hacer elecciones.De haber sido vista en ocasiones de otra forma, adecuada o no adecuada para ciertas tareas, ciertas promociones, con el filtro de mi edad en cada momento, mi situación o el miedo a que dedicara más o menos tiempo a según qué cosas, dependiendo de lo que se suponía que me esperaba en casa. ¿Creo que me he esforzado más? Estadísticamente, sí. ¿Creo que he cobrado menos? Estadísticamente, también.
Esta crisis, como todas las crisis, golpeará más al empleo femenino. Lo advierte la Organización internacional del Trabajo y lo sabemos por experiencia. Los desastres económicos, magnifican la desigualdad. La pandemia, que destruirá 25 millones de empleos si no somos capaces de evitarlo, no distingue entre mercados, países o continentes, pero sí se cebará en los trabajos parciales, los contratos precarios, las situaciones y los sectores donde las mujeres son mayoría. Espero que el miedo, la precariedad, las dificultades no conviertan en un espejismo avances que hemos vivido como logros comunes, victorias que estaban siendo victorias de todos, la sensación de que la igualdad no es un lujo, sino una necesidad.
- TITULO: LA NOCHE LARGA, MUJERES EN PRIMERA LINEA, - LA CHICA LUNES -11- DOMINGO -17- Mayo - DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES -12- Mayo - Reese Witherspoon,.
DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES -12- Mayo.
LA NOCHE LARGA, MUJERES EN PRIMERA LINEA, - LA CHICA LUNES -11- DOMINGO -17- Mayo - DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES -12- Mayo - Reese Witherspoon,.
El programa está conducido por la periodista catalana Susanna Griso. Cada semana visitará la casa de un personaje famoso relevante y mediante el hilo conductor de la entrevista, irá desgranando la vida de los famosos. Como novedad la periodista se instalará en las casas de los invitados durante dos días pasando una noche allí. El martes -12- Mayo, a las 22:40 por antena 3, etc.- Reese Witherspoon,.
fotos / Reese Witherspoon, la actriz y empresaria que está revolucionando Hollywood,.
Cuando descubrió que en Hollywood no había papeles para mujeres como ella, decidió salir a buscarlos. Creadora de series de éxito como Big little lies, una marca de ropa y uno de los clubes de lectura más seguidos, la actriz reconvertida en empresaria se ha apoderado de la narrativa.
Es muy probable que la que mejor haya descrito a Reese Witherspoon (Nueva Orleans, 1976) sea Meryl Streep. “Es como un colibrí”, apuntaba la veterana actriz, compañera de reparto en segunda temporada de la serie de HBO Big little lies. “Sus alas se mueven tan rápido que parece que está quieta, pero es más veloz y resplandeciente de lo que el ojo puede apreciar”. Lo dijo en The Hollywood Reporter el pasado diciembre, en un reportaje sobre cómo Witherspoon, la más improbable de las candidatas, ha llegado a ser una de las personas más influyentes de EE.UU. Si el cambio de paradigma en la industria cinematográfica tuviera un apellido difícil de deletrear sería el suyo. Mientras todavía hay quien prefiere identificarla como esa rubia boba y encantadora de Una rubia muy legal, sin perder la sonrisa está transformando la forma de contar historias.
Hija de matrona y cirujano, estudiante aplicada y actriz desde los 14 años, las personas que han trabajado con ella destacan que le gusta tener el control. Lee todo lo que se escribe sobre ella, sabe qué imagen quiere proyectar, se reserva la gestión personal de muchas tareas y tiene la última palabra sobre su agenda. También hablan de la habilidad que ha demostrado para vencer a la frustración, convirtiéndola en su principal fuente de energía. Después de superar las etapas de niña prodigio, joven promesa, estrella taquillera y novia de América –presentó el primer Saturday Night Live post 11-S–, solo le quedaba obtener el reconocimiento de la profesión. Lo hizo al ganar el Óscar por su interpretación de June Carter Cash en el biopic En la cuerda floja. Sin embargo, fue ahí cuando llegó a una conclusión triste: Hollywood no tenía nada mejor que ofrecerle.
Tras unas cuantas malas películas y peores experiencias –Agua para elefantes provocó que, por primera y única vez, hablase mal de un compañero: dijo que Robert Pattinson era poco profesional, maleducado y sucio–, en 2012 un artículo de The New Yorker aseguraba que había pasado su momento. Observaba con incredulidad cómo Charlize Theron, que había conseguido el Óscar un año antes que ella, aceptaba el personaje de Mil maneras de morder polvo que ella había rechazado por considerarlo ofensivo y estúpido. “Todas las actrices de primera línea competían por ese papel”, le informaron sus representantes. No daba crédito e inició una ronda por los despachos de los grandes estudios para conocer qué historias con protagonistas femeninas tenían entre sus proyectos. Al descubrir que no las había, decidió encontrarlas. “Aunque hice ganar mucho a los estudios durante años, no me tomaron en serio como cineasta. No creían que 25 años de experiencia pudieran aportar algún conocimiento sobre qué películas funcionan y cómo ajustarse al presupuesto”, contaba Witherspoon. Había hecho tan bien el papel de rubia ingenua, que los ejecutivos de Hollywood no veían más allá. Como cuando formó parte de un tribunal popular y sus compañeros la nombraron presidenta del jurado, valorando su experiencia como “abogada” en el cine.
Con referentes como Goldie Hawn o Dolly Parton, ahora sigue los pasos de Oprah Winfrey como gran empresaria de la comunicación.
Witherspoon, que cita como referentes a Goldie Hawn –de ella aprendió que era mejor ser graciosa que sexy– y Dolly Parton –primera invitada en su programa de entrevistas Shine on with Reese–, sigue los pasos de Oprah Winfrey como gran empresaria de la comunicación. Al frente de Hello Sunshine, dirige un imperio que abarca la producción de películas, series y podcasts. Ha atraído a inversores como Laurene Powell Jobs, viuda de Steve Jobs, y todas las plataformas reclaman contenidos que lleven su sello.
“Nunca he visto a alguien procesar tanta información como ella”, ha contado su amiga Nicole Kidman. Lo confirmaba la CEO de Hello Sunshine, Sarah Harden, durante una conferencia en Los Ángeles hace unas semanas. “Está obsesionada con los datos demográficos y las audiencias. Siempre está pidiendo que le demos cuántos más mejor”, reconocía su mano derecha. “¡Los uso para un buen propósito!”, se excusaba entre risas Witherspoon.
Forzó a HBO a corregir su política salarial, garantizando que actores y actrices ganasen lo mismo.
También ha abordado los abusos sexuales en el entorno laboral desde una perspectiva compleja y nada complaciente en The Morning Show, la ficción que la ha reunido con su “hermana” en Friends, Jennifer Aniston. Junto a America Ferrera, Shonda Rhimes o Laura Dern, forma parte de su círculo de amigas. Se conocieron hace dos décadas, en el plató de la sitcom. “Ya sabía qué mensajes quería enviar, no aceptaba que la callasen con una palmadita en la espalda y diciéndole lo mona que era”.
Con un valor neto que Forbes estima en 240 millones de dólares, ella es su propio negocio. El club de lectura que inició en 2017 eleva cualquiera de los libros que selecciona a lo más alto de la lista de bestsellers de The New York Times. Y su firma de moda, Draper James, se mantiene fiel al espíritu con el que nació: precios asequibles, prendas cómodas y sencillas, diversidad de tallas...
En su horizonte está el regreso de la abogada Elle Woods en Una rubia muy legal 3 y el sueño hecho realidad de ser Campanilla en una película de acción real de Disney. “Las mujeres ocupadas son las personas más productivas del mundo”, compartía con Natalie Portman en la entrevista que mantuvieron en Harper’s Bazaar. “La interpretación es mi principal ocupación, es lo que me llena, pero mi prioridad es atender a mis hijos”. Casada desde 2011 con Jim Toth, codirector de la agencia que representa a Scarlett Johansson y Matthew McConaughey, tienen un hijo de siete años, Tennessee James, a los que hay que sumar a Ava (20) y Deacon (17), de su matrimonio con Ryan Philippe.
TITULO: Viajeros Cuatro - Suspenden la XVI Ruta de los Ingleses .
El Miércoles -6- Mayo a las 22:45 por La cuatro,foto,.
E.
G. R. El Ayuntamiento de Romangordo ha decidido suspender la XVI Ruta
de los Ingleses para cumplir con los requerimientos institucionales y
prevenir posibles contagios durante la celebración de la misma.
TITULO: ¿Te lo vas a comer ? -Entre ovejas - La decisión más difícil de Anabel Alonso y Garzón ,. - Cocina - Alberto Chicote .
El Miércoles -6- Mayo a las 22:45 por La sexta ,fotos,.
Entre ovejas - La decisión más difícil de Anabel Alonso y Garzón,.
Además de aprender a pescar, también han charlado de política, críticas, trabajo o derechos. Ambos han contado cuál ha sido la decisión más importante de su vida.
Para Anabel Alonso, esta decisión más dura fue cuando tuvo que ingresar a su madre en una residencia, condicionada por su trabajo. "Me costó muchísimo. No tengo más hermanos, no tengo ningún apoyo de ningún tipo. Digamos que es dura y difícil a nivel afectivo. Para Garzón, es una decisión en la que entra la vida de otra persona. El ex juez ha recordado el secuestro de Ortega Lara, e ir a restacarlo fue su decisión más difícil: "Cuando tomaron la decisión de ir a buscarlo, yo la concedí sin todos los elementos que podía dar un resultado positivo, pero había que tomar una decisión. Esa decisión comportaba que si te equivocabas, muy probablemente, ese hombre iba a morir".
Para Anabel Alonso, esta decisión más dura fue cuando tuvo que ingresar a su madre en una residencia, condicionada por su trabajo. "Me costó muchísimo. No tengo más hermanos, no tengo ningún apoyo de ningún tipo. Digamos que es dura y difícil a nivel afectivo. Para Garzón, es una decisión en la que entra la vida de otra persona. El ex juez ha recordado el secuestro de Ortega Lara, e ir a restacarlo fue su decisión más difícil: "Cuando tomaron la decisión de ir a buscarlo, yo la concedí sin todos los elementos que podía dar un resultado positivo, pero había que tomar una decisión. Esa decisión comportaba que si te equivocabas, muy probablemente, ese hombre iba a morir".
TITULO: Ven a cenar conmigo - Cori Bargmann ,.
Cori Bargmann ,.fotos / Cori Bargmann, la científica más influyente del mundo gracias a Mark Zuckerberg
Desde 2016, esta neurobióloga norteamericana dirige la rama científica de la Chan Zuckerberg Initiative, la organización filantrópica de Mark Zuckerberg, el creador de Facebook. Tras una vida en el laboratorio, Bargmann maneja un presupuesto de 3.000 millones de dólares. Hablamos con ella de la crisis del coronavirus, pero también del futuro de la ciencia.
Hacer una entrevista en los tiempos del confinamiento y el coronavirus es
una experiencia extraña. Ella en su casa de Los Ángeles; yo, en la mía
de Vitoria. Nos preguntamos cómo estamos, cómo se encuentran nuestras
familias, si tenemos casos alrededor. Intercambiamos palabras de ánimo,
como si nos conociéramos de toda la vida. Son las siete de la mañana en
California y esta es la segunda videollamada del día para la neurobióloga Cori Bargmann. “Antes he tenido una videoconferencia con 20 personas. Entre ellas, representantes de la OMS,
del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, de la Comisión
Europea, de la Fundación Gates y de países como Singapur o India”,
explica. Desde 2016, Bargmann es presidenta científica de la Chan Zuckerberg Initiative (CZI), la fundación que ese año pusieron en marcha el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, y su mujer, Priscilla Chan. La investigadora gestiona un presupuesto de 3.000 millones de dólares para los próximos 10 años.
Durante esta crisis, la CZI ha facilitado el acceso a test a los hospitales del área de San Francisco y algunas de las herramientas de análisis de datos que han ayudado a desarrollar han servido, por ejemplo, para confirmar los primeros casos de Covid-19 en países como Camboya. Otras, como la plataforma bioRxiv, ayudan a que la información entre investigadores de diferentes países fluya con más agilidad. “Por primera vez en la historia, los científicos están compartiendo información a una velocidad increíble. En cuanto tienen resultados, los comunican. De esa manera, investigadores chinos pueden compartir información con los españoles o italianos para saber qué tratamiento funciona, qué enfermedades preexistentes son un factor de riesgo o si las embarazadas son vulnerables. La ciencia se mueve más rápido cuando compartimos información y esta crisis nos tiene que enseñar a trabajar juntos, a depender los unos de los otros”, explica Bargmann.
La tercera de cuatro hermanas, Cori creció en Athens, un pequeño pueblo del estado de Georgia. Sus padres se conocieron en Nuremberg tras la II Guerra Mundial
y emigraron juntos a Estados Unidos, donde su padre se convirtió en
profesor de Estadística de la Universidad de Georgia. En su casa se
hablaba en alemán y se fomentaba la ciencia, el arte y la literatura.
“Tenía ocho años cuando el hombre llegó a la Luna. Miraba al cielo
tratando de ver el Apolo –recuerda riéndose–. Así descubrí que la
ciencia podía ser muy excitante”.
Después de licenciarse en Bioquímica, Bargmann estudió los mecanismos moleculares del cáncer en el grupo del oncólogo Robert Weinberg en el MIT de Massachusetts.
Un trabajo que, años más tarde, cristalizaría en el desarrollo de un fármaco contra el cáncer de mama. “La primera vez que pisé un laboratorio tenía 17 años y me enamoré de aquel ambiente. Siempre fui curiosa y en un laboratorio aprendes cosas que nadie sabía antes. Es como una droga”, explica. Aunque dice que nunca se ha sentido discriminada, tampoco tuvo referentes femeninos. “La ciencia es dura. Haces un experimento y no sale. Vuelves a hacerlo y no sale. Piensas: “Quizá esto no se me da bien”. Y si alrededor no hay ninguna mujer, lo piensas con más intensidad”.
Más tarde, su fascinación por el funcionamiento del cerebro le llevó a hacer el postdoctorado junto al biólogo Robert Horvitz, que luego ganaría el Nobel.
En su laboratorio, Bargmann empezó a estudiar el C. elegans, un pequeño
gusano translúcido, famoso entre los investigadores porque fue el
primer organismo multicelular del que se secuenció el genoma. Pero
también porque en 1986 un grupo de científicos mapeó su sistema nervioso,
describiendo sus 302 neuronas y 7.000 conexiones nerviosas. A partir de
ese mapa, Cori investigó la relación entre los genes, la experiencia y
el comportamiento. Y descubrió, por ejemplo, que el pequeño gusano tiene
olfato y puede tomar decisiones guiándose por él. Aunque parece difícil extrapolar esos conocimientos a los procesos mentales humanos,
según la investigadora muchos de los genes y mecanismos de señalización
de su sistema nervioso son muy similares a los de los mamíferos.
Tras liderar su propio laboratorio en la Rockefeller University y entrar en la National Academy of Sciences, Barack Obama la nombró en 2013 asesora de la BRAIN Initiative, un proyecto para tratar, prevenir y curar desordenes o trastornos mentales como el Alzheimer, la esquizofrenia, el autismo o el daño cerebral.
Tres años después, recibió la llamada del fundador de Mark Zuckerberg, y su mujer, Priscilla Chan. Estaban a punto de presentar la Chan Zuckerberg Initiative, una fundación con la que canalizar su promesa de donar el 99% de sus acciones de Facebook a lo largo de su vida. El objetivo de la rama científica de ese proyecto era “curar, prevenir o controlar todas las enfermedades” para 2100. “Cuando Mark y Priscilla me contaron lo que querían hacer, pensé que la idea era demasiado ambiciosa. Pero me hizo reflexionar sobre lo lejos que ha llegado la medicina en el último siglo. Hace 100 años, no había antibióticos. No teníamos quimioterapia ni tratamiento para el cáncer. Tampoco sabíamos que el colesterol o la hipertensión causaban problemas de corazón y ahora tenemos fármacos baratos para prevenirlo. Por no hablar de trasplantes o terapias celulares”.
Solo en apoyo a la investigación, el matrimonio Zuckerberg se ha comprometido a donar 3.000 millones de dólares en 10 años.
Ya han concedido 800 millones en becas para financiar infraestructura
tecnológica, desarrollar métodos de microscopía o software de imagen.
Sobre el papel, estas inversiones pueden sonar menos impactantes, pero Bargmann sabe la importancia de la inversión en ciencia básica.
“Tenemos que hacer que los científicos sean más eficientes, poniendo a
su disposición herramientas y tecnología. Si pudiéramos acelerar el
ritmo de la ciencia, conseguiríamos condensar el progreso de los
próximos 500 años en un siglo. Esa es nuestra meta”.
Uno de los proyectos más interesantes de la CZI es el Atlas Celular Humano, que pretende identificar todas las células de nuestro organismo. “Una persona tiene 30 billones de células, pero nadie sabe cuántos tipos hay ni qué cantidad hay de cada una. Por eso, estamos apoyando a científicos tanto en EE.UU. como en Europa para confeccionar esa lista y saber cómo interactúan o qué genes participan en cada tipo de célula. Lo que podía parecer un proyecto aburrido, se ha convertido en una fuente de descubrimiento apasionante”, dice. La pata científica de la CZI utiliza un enfoque más abierto y colaborativo de lo que es habitual entre las empresas de Silicon Valley, donde la propiedad intelectual se defiende con uñas y dientes. Pero la ciencia no funciona así. O, al menos, no debería. Por eso, las becas que conceden son públicas, se han comprometido a que el software desarrollado sea de código abierto y animan a los investigadores a publicar sus resultados.
“Hubiera sido feliz dirigiendo mi laboratorio el resto de mi vida, pero si se te presenta la oportunidad de tener un gran impacto, tienes que cogerla. Además, la ciencia debería ser menos competitiva y más cooperativa, los profesionales deberían tener más prestigio y estabilidad, y la investigación debería avanzar más rápido”, explica. Son las siete y media de la mañana en Los Ángeles y nos despedimos con una sonrisa y moviendo la mano delante de la cámara. Confinadas en casa, nos deseamos suerte. Porque así es la vida en los tiempos inciertos del coronavirus.
Durante esta crisis, la CZI ha facilitado el acceso a test a los hospitales del área de San Francisco y algunas de las herramientas de análisis de datos que han ayudado a desarrollar han servido, por ejemplo, para confirmar los primeros casos de Covid-19 en países como Camboya. Otras, como la plataforma bioRxiv, ayudan a que la información entre investigadores de diferentes países fluya con más agilidad. “Por primera vez en la historia, los científicos están compartiendo información a una velocidad increíble. En cuanto tienen resultados, los comunican. De esa manera, investigadores chinos pueden compartir información con los españoles o italianos para saber qué tratamiento funciona, qué enfermedades preexistentes son un factor de riesgo o si las embarazadas son vulnerables. La ciencia se mueve más rápido cuando compartimos información y esta crisis nos tiene que enseñar a trabajar juntos, a depender los unos de los otros”, explica Bargmann.
Después de licenciarse en Bioquímica, Bargmann estudió los mecanismos moleculares del cáncer en el grupo del oncólogo Robert Weinberg en el MIT de Massachusetts.
Un trabajo que, años más tarde, cristalizaría en el desarrollo de un fármaco contra el cáncer de mama. “La primera vez que pisé un laboratorio tenía 17 años y me enamoré de aquel ambiente. Siempre fui curiosa y en un laboratorio aprendes cosas que nadie sabía antes. Es como una droga”, explica. Aunque dice que nunca se ha sentido discriminada, tampoco tuvo referentes femeninos. “La ciencia es dura. Haces un experimento y no sale. Vuelves a hacerlo y no sale. Piensas: “Quizá esto no se me da bien”. Y si alrededor no hay ninguna mujer, lo piensas con más intensidad”.
Tenemos que hacer que los científicos sean más eficientes, poniendo a su disposición herramientas y tecnología. Nuestra meta es condensar el progreso de los próximos 500 años en un siglo".
Tras liderar su propio laboratorio en la Rockefeller University y entrar en la National Academy of Sciences, Barack Obama la nombró en 2013 asesora de la BRAIN Initiative, un proyecto para tratar, prevenir y curar desordenes o trastornos mentales como el Alzheimer, la esquizofrenia, el autismo o el daño cerebral.
Tres años después, recibió la llamada del fundador de Mark Zuckerberg, y su mujer, Priscilla Chan. Estaban a punto de presentar la Chan Zuckerberg Initiative, una fundación con la que canalizar su promesa de donar el 99% de sus acciones de Facebook a lo largo de su vida. El objetivo de la rama científica de ese proyecto era “curar, prevenir o controlar todas las enfermedades” para 2100. “Cuando Mark y Priscilla me contaron lo que querían hacer, pensé que la idea era demasiado ambiciosa. Pero me hizo reflexionar sobre lo lejos que ha llegado la medicina en el último siglo. Hace 100 años, no había antibióticos. No teníamos quimioterapia ni tratamiento para el cáncer. Tampoco sabíamos que el colesterol o la hipertensión causaban problemas de corazón y ahora tenemos fármacos baratos para prevenirlo. Por no hablar de trasplantes o terapias celulares”.
Uno de los proyectos más interesantes de la CZI es el Atlas Celular Humano, que pretende identificar todas las células de nuestro organismo. “Una persona tiene 30 billones de células, pero nadie sabe cuántos tipos hay ni qué cantidad hay de cada una. Por eso, estamos apoyando a científicos tanto en EE.UU. como en Europa para confeccionar esa lista y saber cómo interactúan o qué genes participan en cada tipo de célula. Lo que podía parecer un proyecto aburrido, se ha convertido en una fuente de descubrimiento apasionante”, dice. La pata científica de la CZI utiliza un enfoque más abierto y colaborativo de lo que es habitual entre las empresas de Silicon Valley, donde la propiedad intelectual se defiende con uñas y dientes. Pero la ciencia no funciona así. O, al menos, no debería. Por eso, las becas que conceden son públicas, se han comprometido a que el software desarrollado sea de código abierto y animan a los investigadores a publicar sus resultados.
“Hubiera sido feliz dirigiendo mi laboratorio el resto de mi vida, pero si se te presenta la oportunidad de tener un gran impacto, tienes que cogerla. Además, la ciencia debería ser menos competitiva y más cooperativa, los profesionales deberían tener más prestigio y estabilidad, y la investigación debería avanzar más rápido”, explica. Son las siete y media de la mañana en Los Ángeles y nos despedimos con una sonrisa y moviendo la mano delante de la cámara. Confinadas en casa, nos deseamos suerte. Porque así es la vida en los tiempos inciertos del coronavirus.
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