DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - Pensar en los sanitarios,. / MasterChef 7 - MasterChef Celebrity 4 . Martes -12- Mayo ,./ Donde comen dos - Salmorejo y entradas gratis,.

TITULO: DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES -    Pensar en los sanitarios,.

DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES -  Pensar en los sanitarios ,. fotos,. 

 Pensar en los sanitarios.

 

Sanitarios del hospital de Cáceres, donde el trabajo ha sido duro.

Fase 1. No es que ya no haya virus, es que ahora hay una cama para nosotros en la UCI,.

Llevo dos confinamientos seguidos y en ambos he estado bien, sin agobios ni angustias. El primero fue el año pasado. Mi mujer se rompió la pierna en las Navidades de 2018 y pasamos casi todo 2019 semiconfinados. Recuerdo ese tiempo como unos días felices. Había que sobrevivir y salir adelante como fuera. Se trataba de resistir, de curarse, de hacer las labores de la casa, los cuidados sanitarios, las ayudas imprescindibles para moverse y no había tiempo para la ansiedad ni la tristeza. Si te dedicabas a lamentarte, todo se desmoronaba. Creo que pocas veces he estado mejor que durante ese primer confinamiento de 2019.
Con esa experiencia, este segundo confinamiento de 2020 no nos ha pillado por sorpresa. Ya sabíamos de qué iba la cosa: sobrevivir, cuidarse, no dejar que la enfermedad nos derrotara, resistir, solucionar, ayudar, animarse mutuamente, hacer ejercicio físico, comprar, cocinar, trabajar... Y así vamos avanzando, sin hundimiento psíquico ni menoscabo físico. Haciendo verdad lo que escribe Luis Landero en su última novela, 'Lluvia fina', sobre los dos peligros que acechan al hombre: «Uno y principal, la lucha por la supervivencia y una vez superado este, la lucha contra el tedio de existir».
Estamos todavía en la fase de lucha por la supervivencia, que es una pelea tan estimulante y complicada que no deja lugar a la melancolía. La fase 0 e incluso la fase 1 son tiempos de batalla. Pero luego llegará la fase 2, cuando la sensación de haber triunfado nos dominará, la confianza nos inducirá a cometer errores y, lograda la supervivencia, llegará la mera existencia y es ahí donde acechan el tedio, la náusea, la nada.
Antes de llegar a ese punto, debemos pararnos y reflexionar sobre lo que de verdad ha supuesto esta pandemia. ¿Ha supuesto? Perdón: está suponiendo. Porque la gran verdad es que nada ha cambiado y el fin del confinamiento no quiere decir que ya no haya virus, sino que ya hay un sitio libre para nosotros en el hospital.
Solo un pensamiento me ha inquietado de verdad durante estos meses: ¿qué habría sucedido en casa si alguno de nosotros hubiéramos sido personal sanitario? ¿Cómo nos habríamos despedido cada mañana al irnos al hospital? ¿De qué manera habríamos reaccionado viendo salir cadáveres cada día? ¿Qué temores nos habrían angustiado cada vez que nos hubiéramos cambiado de mascarilla, de bata, de guantes?
Pensemos en ellos, en el personal sanitario, pero no en plan buenista y superficial. Vayamos más allá de las buenas palabras y los aplausos de las ocho. Pongámonos de verdad en su sitio, empaticemos no de boquilla, sino imaginándonos que la persona que más amamos ha de marcharse al hospital a hacer su turno, a enfrentarse con la epidemia y con la muerte. Imaginemos que sale por la puerta de casa con la inquietud de no saber si volverá a entrar por ella por haberse contagiado. Es crudo y es desagradable, pero solo así entenderemos lo que nos estamos jugando.
Porque esto de los cambios de fase está provocando una alegría extraordinaria y hay tantas ganas de vivir y de reencontrarse que corremos el mismo peligro que los clientes de esos bares surcoreanos, donde una noche ha bastado para que se contagien mil personas y haya habido que dar marcha atrás. ¡Y eso sí que no!
Si por nuestra culpa y nuestra relajación volvemos a la lucha por la supervivencia, todo será más duro y si los sanitarios tienen que padecer de nuevo lo que ya han padecido y a temer como han temido, no tendremos perdón. Sigamos alerta, ni un paso atrás. Recuperemos el tedio de existir.

  TITULO:  MasterChef 7 - MasterChef Celebrity 4 . Martes -12- Mayo ,.

El martes  -12- Mayo las 22:35 por La 1,foto.

 

 MasterChef saborea en Bermeo las parrillas, los caldos y los guisos típicos de los pueblos pesqueros de la zona. En la primera prueba, los aspirantes tendrán que freír con harina, rebozar, empanar, hacer gabardina y tempura en 45 minutos con los ingredientes ocultos en una caja misteriosa. En juego estará el pin de la inmunidad. Marmitako, ventresca de atún a la parrilla o pastel vasco serán algunos de los platos que los aspirantes servirán a 100 pescadores y rederas en el puerto de Bermeo (Vizcaya). En la última prueba, cada delantal negro cocinará con sus ingredientes favoritos u odiados. Boris Izaguirre, participante de 'MasterChef Celebrity', será testigo del cocinado.

 

 

TITULO: Donde comen dos - Salmorejo y entradas gratis ,.

 

Viernes-15- Mayo    23:15 por La 1, foto,.

 Salmorejo y entradas gratis,.

 

Carta con el menú del teatro en la cafetería-tapería cacereña Jardín de Ulloa. :: lorenzo cordero

'Jardín de Ulloa' sirve por 26 euros un delicioso menú del teatro,.

Salmorejo, bacalao y una entrada para ver teatro clásico... Desde que la cafetería tapería Jardín de Ulloa abrió en la plaza de San Jorge de Cáceres, la parte antigua tiene más gracia. Los turistas entran en la ciudad monumental por el Arco de la Estrella, admiran el palacio episcopal, el de Mayoralgo, la concatedral, los Golfines de Abajo y cuando desembocan en la plaza de San Jorge, el conjunto de las torres blancas de la iglesia de la Preciosa Sangre y la mole pétrea e imponente del convento jesuita acaban de noquear al visitante, que, extasiado, agradece de veras que le hayan colocado, justo allí, una terraza agradable y una cafetería que, contraviniendo una regla no escrita de la hostelería cacereña, se abre al exterior a través de cristaleras.
Secreto, mousse de miel y una entrada para ver teatro clásico... Pero no basta con el mimo estético para que un negocio de hostelería sea atractivo. Importa también, y mucho, la cocina. Es en ese punto donde este Jardín de Ulloa se ha convertido en delicada simbiosis de gastronomía, diseño y actividad cultural.
A lo largo del año, en la plaza de San Jorge, el Jardín de Ulloa impulsa diferentes espectáculos y manifestaciones culturales además de colaborar, como puso de manifiesto la directora del Gran Teatro en la presentación del «Clásico», en la celebración del festival de teatro cacereño. Y justamente con motivo del festival, Jardín de Ulloa ha preparado un apetitoso Menú del Teatro, que se puede tomar a la hora de la comida y de la cena y que encierra sorpresa: con cada menú se regala una entrada para una representación del festival.
El Menú del Teatro cuesta 26 euros por persona e incluye entrantes para compartir: tabla de quesos extremeños y pimientos asados en horno de leña. Los platos principales, servidos individualmente, son salmorejo de tomate extremeño con ventresca de atún, bacalao a dos cocciones con crema de zorongollo y patatas aromatizadas y secreto ibérico al Pedro Ximénez. De postre, una mousse de miel con orejones y para beber: una copa de vino blanco Viña Puebla de uva verdejo y una copa de tinto Nadir roble. Magníficos vinos extremeños que se pueden cambiar por agua, cerveza o refresco. Más el pan.
Jardín de Ulloa se ha convertido en referencia inexcusable de los desayunos en la parte antigua con sus tostadas, sus churros, sus pulguitas de jamón con tomate o unas deliciosas magdalenas que acompañan el café y el té.
En la carta, notable para el jamón ibérico al corte (18 euros) y para la ensalada de mojeteo, toque hurdano con naranja, limón, bacalao, aceitunas negras y pimentón (10). En estos días ardientes, el gazpacho de frutas con tomillo y guarnición (8) refresca con gusto. Supera con solvencia este Jardín la prueba de las croquetas: de torta, patatera y jamón ibérico (10). No falta el solomillo de ternera extremeña (21) ni el de cerdo ibérico con chutney de tomate y crema de torta del Casar (13).
Les confieso que, a pesar de trabajar en la plaza de San Jorge y de ver cada día sus torres y sus palacios, como la Casa de los Becerra, sede de la fundación Mercedes Calles-Carlos Ballestero, titular de la cafetería, al sentarme en la terraza del Jardín de Ulloa y al dejarme llevar por ese enhiesto surtidor de historia y sueños que, remedando a Gerardo Diego, son las torres de la Preciosa Sangre, redescubro perspectivas y sentimientos inusuales. El placer es total si acompaño la visión con mis platos favoritos del Jardín de Ulloa: arroz cremoso de setas y torta del Casar (9), tartar de atún marinado con salmorejo y mahonesa de soja (11) y carrillera melosa con orejones, higos de Almoharín y pimentón de la Vera (12).