domingo, 4 de abril de 2021

VIVA LA VIDA - Pascual Cantero Muerdo ,. SABADO-10- Abril ./ VIVA LA VIDA - Josep Maria Esquirol - Filósofo , DOMINGO -11- Abril,. / Ese programa del que usted me habla con - El Sevilla pone la Liga al rojo vivo . / FIESTA Y TOROS - Gloria para la verdad de Emilio de Justo,.

 

TITULO:  VIVA LA VIDA - Pascual Cantero Muerdo ,. SABADO-10- Abril,.

 El sabado-10- Abril    a las 16:00 por Telecinco , foto,.

 Pascual Cantero Muerdo,.

 

Muerdo,.
Detmold - 2015-08-01 - Muerdo (06).jpg
Información personal
Nacimiento 9 de diciembre de 1988 (32 años)
Murcia
Nacionalidad Española
Información profesional
Ocupación Músico Ver y modificar los datos en Wikidata
Géneros Reggae, pop, folk, funky, hip-hop
Instrumentos Guitarra, piano, voz
Web
Sitio web

Pascual Cantero (Murcia, 9 de diciembre de 1988)1​ es un cantante, compositor y poeta español conocido artísticamente como Muerdo.

Su primer trabajo musical, Flores entre el acero, fue autoeditado y publicado en 2011. Alcanzó una mayor difusión gracias al apoyo del cantautor manileño Luis Eduardo Aute.

En noviembre de 2013 presentó su segundo álbum grabado en Barcelona bajo la producción de la cantante Amparo Sánchez, líder de Amparanoia, y editado por el sello independiente Kasba Music, Tocando tierra. En este segundo disco, en el que participan artistas como Pedro Guerra o Lichis, presenta letras de «gran contundencia y profundidad humana y social aderezada con ritmos latinos y folcloristas pero también urbanos y modernos2​».

El 5 de diciembre de 2015 presentó su tercer álbum Viento sur en el que mantendrá la mezcla de ritmos folclóricos, combinándolas con géneros urbanos como el hip-hop o el rock.3​ En este último disco participa junto a músicos como Samuel Vidal, Lupita Ainá, Jordi Mestres, Daniel Tejedor, El Ninho Trompeta o el argentino Martin Bruhn, y cuenta con las colaboraciones de El Kanka y la chilena Pascuala Ilabaca. En el verano de 2016 se vio envuelto en una polémica de Facebook por comentarios contrarios a aspectos y corrientes dentro del feminismo.4

En 2018 de la mano de Warner Music Spain publica su último trabajo hasta la fecha "La Mano En El Fuego" cuya producción musical corre a cargo del ganador de varios premios Grammy Fernando Illán. El arte visual viene de la mano del prestigioso ilustrador Jorge Alderete y en el álbum aparecen también las voces de Carlos Tarque, LaMari (Chambao) y Soge Culebra.

El disco se convierte en un éxito que pone en valor la figura de Muerdo en España y Latinoamérica alcanzando varios millones de visitas y escuchas en las principales plataformas.

Durante este año 2018 Muerdo realiza una gira por las principales salas de España, logrando colgar en diferentes ocasiones el cartel de localidades agotadas en espacios de referencia como la Sala Apolo de Barcelona o la Joy Eslava de Madrid. También en este año se embarca en su gira más ambiciosa por América Latina, con un éxito incontestable en Argentina, Chile, México y Colombia, visitando también Ecuador y Perú.

En 2018 lleva su directo a los principales festivales del país, teniendo presencia en Viña Rock, Arenal Sound, San San Festival y otros eventos masivos internacionales como el Tribal Gathering de Panamá.

En diciembre de ese año recibe el galardón a Mejor Disco del Año en la categoría "Otras Tendencias" en los Premios de la Música de la Región de Murcia.

El 22 de marzo publica su primer libro "La Primera Piedra" de la mano de la editorial Mueve Tu Lengua, una retrospectiva de su carrera a través de textos, imágenes y fotografías que también incluye el primer poemario inédito del autor.

El 17 de enero de 2020, publicó el álbum digital de versiones de sus propias canciones con colaboraciones con numerosos artistas, como Rozalén, Juanito Makandé, El Kanka o Guitarricadelafuente, etc,.

TITULO:  VIVA LA VIDA -  Josep Maria Esquirol - Filósofo  , DOMINGO-11- Abril, .

El domingo -11- Abril,-a las 16:00 por Telecinco , foto.

 Josep Maria Esquirol - Filósofo,.

«Los programas de TV con niños me parecen una forma de violencia»,.

Los shows televisivos de menores que cantan o cocinan le parecen terribles y la destrucción de la intimidad de Rocío Carrasco también. Autor del ensayo 'Humano, más humano', defiende la necesidad de la cordialidad y los cuidados si queremos no perdernos para siempre. Y celebra la aprobación de la ley de eutanasia,.

El filósofo Josep Maria Esquirol está harto de la «demagogia» política durante la pandemia/EFE
 
El filósofo Josep Maria Esquirol está harto de la «demagogia» política durante la pandemia,.

Dice Josep Maria Esquirol (Mediona, 1963), filósofo y ensayista de prestigio, premiado en 2015 con el Nacional de Ensayo: «Cantamos para celebrar, y cantamos, también, para no tener miedo: para celebrar las cosas de la vida, y para no tener tanto miedo de la muerte. De ahí que la esencia de la palabra sea el canto y que en toda palabra valiosa palpite, o bien la celebración, o bien el amparo». Sus palabras, lo mismo para hablar del amor o de la muerte, que de inteligencia artificial o del 'show' televisivo que protagoniza Rocío Carrasco, tienden a actuar como una especie de bálsamo: que no adormece, que te ayuda a tomar conciencia. Serenamente. Publica 'Humano, más humano. Una antropología de la herida infinita'.

- ¿De qué se ha dado cuenta?

- He advertido, todavía un poco más, que hay palabras que nos curan; que cuando se pronuncian cordialmente, cuando se escriben francamente, te ayudan; palabras que están a tu lado. La incertidumbre siempre está delante de nosotros, pero hay algunas palabras que nos hacen bien y que tenemos junto a nosotros.

- ¿Qué palabras?

- Son las palabras que se refieren, básicamente, a las heridas infinitas: vida, muerte, tú y mundo. Palabras que tienen que ver con el abrazo de la vida, con el roce de la muerte, con el regalo del tú y con el asombro del mundo.

- Su nuevo ensayo se lo dedica a su madre, «que me cuidó desde el principio», y a su padre, «que me amparó hasta el final». No puede tener queja.

- [Sonríe, se emociona] Son verbos que remiten a un mismo gesto fundamental, y ambos son igual de radicales, de importantes. Mi imagen más persistente en este punto es la de la intemperie, que es la que todos compartimos. Y experimentándola nos damos cuenta de lo importante que es este acto de cuidar; y, en particular, de amparar, que es una forma de cuidar, de proteger, de abrigar.

- ¿Estamos perdidos si, por lo que sea, renunciamos a ponerlos en práctica?

- Creo que sí porque, en cierto modo, vivir es algo que tiene que ver con orientarnos; vivimos, actuamos, en función de la orientación, del sentido que decidimos dar a nuestra vida. Y lo contrario de la orientación, del sentido, es estar perdido, no saber lo que se está haciendo o hacer cosas que carecen de sentido. Y cuando uno no participa, de algún modo, de estos gestos fundamentales, es que está confundido, perdido.

- ¿Qué herida de las que arrastramos es la que permanece más abierta?

- Estas heridas infinitas de las que hablo, por su propia naturaleza, no pueden no estar abiertas. Uno puede intentar darles la espalda, o evadirse de ellas, pero son surcos en el ser humano; y la mejor manera de responder a estos surcos es cultivarlos. Se trata de acompañar estas heridas y de hacer que la vibración de las mismas se transmita en nuestras acciones. ¿Cuál de estas heridas infinitas es la más abierta? Pues, probablemente, la del amor. Tenemos, por ejemplo, la herida que abre el hijo en la madre, o en el padre. La presencia del hijo es un surco enorme en la madre, y este surco, por suerte, nunca se va a cerrar; al contrario, la pasión de la madre es una pasión eterna por el hijo. Efectivamente, una herida de este tipo puede ser muy mayúscula.

- Dígame qué es un gran error.

- El creerse uno que está por encima de todo, o que lo domina todo, o que puede manejarlo todo, es una confusión respecto a cuál es realmente nuestro lugar. Más bien sucede que somos muy frágiles y, por tanto, tendríamos que ser más humildes; esta especie de coraza prometeica, faraónica, no nos lleva por buen camino. Y eso no significa que no podamos celebrar nuestros poderes técnicos y las mejoras que podemos realizar en la vida humana para que esta sea más justa o más cómoda, pero celebrar lo que llamamos el progreso científico y técnico no tiene que llevarnos a una comprensión prometeica de nosotros mismos porque somos finitos. Estamos todos tocados por la muerte, por la finitud, y responder bien a esta herida es algo que no debemos olvidar.

- ¿Qué nos impide realmente que nos dediquemos a construir en vez de a destruir?

- Ojalá tuviese una respuesta. Interpreto estos extremos, el de construir y el de destruir, no situándolos en el mismo nivel. Lo más genuino, lo más verdadero, es construir, si bien lo que puede suceder, y sucede, es que eso degenere en destrucción. Creo que la destrucción y la inmundicia son degeneraciones. Pero, incluso constatando este drama de las inmundicias del mundo, de las injusticias, incluso así uno no tiene que dejar de pensar que otro horizonte es posible. La generación está ahí también, eso se da, y es mucho más fundamental que cualquier tipo de corrupción.

- ¿Y cuál es su propuesta?

-La clave está en intentar hacer las cosas bien, cada uno en su oficio, en su dedicación, y en hacer el bien. Si uno es profesor, intentar ser un buen profesor; si eres dependiente en un mercado, lo mismo. Seamos amables con la gente, seamos honestos en el trabajo, hagamos bien lo que hacemos. Y si además añadimos la intención de hacer el bien, la mezcla es insuperable. ¿Cómo conseguirlo? Por desgracia, no tengo una receta.

- Habla usted de «la humana dulzura» y de «la inhumana frialdad». Si nos atenemos a los hechos, ¿no sería al contrario?

- Si nos atenemos a algunos hechos, en efecto estaría justificada esta inversión; pero, no lo olvidemos, por suerte hay mucha gente verdaderamente amable, compasiva... Eso es un hecho: por suerte hay mucha buena gente. No tengo duda en esto: mantengo que la mayor humanidad está en la dulzura, y lo contrario está en la indiferencia.

- ¿Celebra usted la reciente aprobación de la ley de eutanasia?

- Sí, celebro la aprobación de esta ley. Me parece que muchos problemas que tienen que ver con la eutanasia son como secundarios, en el sentido de que proceden de una discusión sobre los peligros de la corrupción. Eutanasia significa ayudar a bien morir, y me pregunto: '¿quién puede no estar de acuerdo en ayudar a bien morir?'. No cabe duda de que es un gesto de amparo y de cuidado. Otra cosa es que la legislación en torno a la eutanasia tenga que hacerse muy bien para evitar riesgos de malas prácticas; pero estos riesgos no tienen que hipotecar la bondad del gesto fundamental.

«Tanta demagogia»

- Llevamos meses de pandemia. ¿Qué le está sorprendiendo más?

- Para mal, tanta demagogia, estos discursos de carácter político que son muchas veces propagandísticos. Esto me duele porque es lo de siempre: tratar a los demás como masa, tratar a los demás desde un punto de vista estadístico y con fines electorales. La demagogia siempre es una falta de respeto y un mal que nos hacemos a nosotros mismos. También es cierto que, por desgracia, la demagogia recorre lo mismo épocas de bonanza que otras más críticas, como la actual. ¿Lo positivo? Precisamente esta revelación de que hay gente que trabaja muy bien y que, además, intenta hacer el bien.

- Sostiene que «el gobierno del mundo continúa demasiado lleno de banalidad y de intereses particulares». ¿Podemos hablar de algún plus especial en el caso de nuestro país?

- Cuando miras hacia otras partes ves que esta especie de banalidad en el mundo de la política está, por desgracia, muy repartida. No tengo la sensación de que nosotros seamos en esto peores que otros. Participamos, como muchos otros países, de esta degeneración que tiene ver con una falta de madurez, de respeto y de una vocación verdadera de servicio público. Ni siquiera se trataría de pedir máximos, pero sí de que la gente que se dedica a la política tenga, al menos, un poco de espíritu de servicio. Solo con un poco de este espíritu de servicio las cosas cambiarían un montón. Por otro lado, la superficialidad no es solo un mal exclusivo de la clase política, la encontramos muy extendida en esta sociedad contemporánea. Fíjese: los autores ilustrados sostenían que en el momento en que la mayor parte de la población, o toda ella, tuviera acceso a la cultura, a la educación, a los libros, a la información..., tendríamos una especie de sociedad adulta, de personas más críticas, en el sentido de que examinan mejor las cosas y opinan después de haber reflexionado. Pero no está siendo así: el siglo XX y el XXI en Occidente están mostrando que hay un cierto fracaso de estos ideales ilustrados. Una sociedad banal y evasiva es una sociedad que no es reflexiva y que está a merced de la demagogia, y que no será nunca fraterna porque lo más cómodo es el individualismo o, en todo caso, estar con los demás para sacar provecho de ellos, no para compartir. Sin hablar de máximos, ni de paraísos, realmente está claro que nuestra sociedad es muy banal, impera la ideología del consumo, y evasiva, dada a la huida hacia delante. Recuerde que ya antes de la pandemia se hablaba, por ejemplo, del transhumanismo.

- Millones de personas siguen al detalle el 'show' televisivo que protagoniza Rocío Carrasco y su drama personal.

- Estamos muy desorientados, porque hay cosas muy básicas que no deberían pasarnos desapercibidas. Por ejemplo, nos pasa desapercibido que hay algo que llamamos la intimidad de las personas, e íntimo no solo significa interior, sino también lo más cercano, lo más familiar..; y la característica más evidente de lo más familiar, lo cercano, lo íntimo, lo afectivo, es que está, en cierto modo, cubierto, protegido. Lo íntimo es lo resguardado, aquello que está amparado. ¿Qué es lo que ocurre aquí? Que lo supuestamente íntimo se enfoca de manera total, y eso es una forma de violencia, porque ahí la luz no debería entrar. Si entra, se pervierte esta intimidad y ya es otra cosa. La intimidad de las personas tiene algo de sagrado, no se debería pervertir. A mí, otra de las cosas que a nivel de esta sociedad del espectáculo me escandaliza mucho es cuando se enfoca a la infancia. Estos programas, que son muy frecuentes en los últimos años, de niños que hacen lo que sea, que cantan, que cocinan..., me parecen terribles porque volvemos a lo mismo, a que la infancia necesita protección. La intimidad de los niños y de las niñas es fundamental que sea preservada. Estos programas televisivos me parecen también una forma de violencia.

«Proyectos alucinantes»

- ¿Que expectativas tiene depositadas en esto que llamamos inteligencia artificial?

- Hay avances que son extraordinarios; siempre pongo como ejemplo la existencia de un programa informático que es capaz de ganar una partida de ajedrez al mejor jugador del mundo, algo que no deja de sorprenderme. Pero, junto con esta admiración por el progreso técnico, es preciso discernir muy bien dónde está lo diferente. Una cosa es manejar la información de tal modo que pueda dar pie a proyectos alucinantes, por decirlo de algún modo; y otra pensar que eso es equivalente a lo que llamamos la inteligencia humana, que es otra cosa. El lenguaje debería reflejar esta diferencia y no lo hace, y se habla de inteligencia artificial muy a la ligera. Tanto [José] Ortega [y Gasset], como [Xavier] Zubiri y [María] Zambrano hablaban de la necesidad de no separar inteligencia y afectividad. No es que por una parte esté la inteligencia y por otra la afectividad o la cordialidad, sino que se trata de dos expresiones de la misma raíz. Zubiri se refería al sentir inteligente. Nosotros no solo manejamos información y hacemos sumas, sino que sentimos que hacemos sumas. Estamos afectados por una especie de reflexibilidad involuntaria; no solo hablo, sino que siento que hablo, y este sentir lo empapa todo, lo traspasa todo, y eso es lo específicamente humano. En este sentido, me parece que habría que utilizar el lenguaje de forma más rigurosa y no confundirnos. Lo humano es una hondura no superable; y, además, es que no tiene sentido superarlo porque, si hay algo tan precioso en lo humano, lo más ideal es profundizar en ello y no pretender dejarlo atrás.

 TITULO: Ese programa del que usted me habla con -  El Sevilla pone la Liga al rojo vivo  ,.

El martes -6- Abril  por La 2 a las 21:30, foto,.

  El Sevilla pone la Liga al rojo vivo . 

El Sevilla pone la Liga al rojo vivo | BURGOSconecta


La derrota del Atlético en el Pizjuán con un polémico gol de Acuña deja al Real Madrid a tres puntos del líder y le da la posibilidad al Barça de recortar la distancia a solo uno,.

Hay Liga. Vaya si la hay. El Atlético tropezó ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán en el primero de los diez obstáculos que le quedaban para defender con éxito su liderato y con ello el Real Madrid se sitúa ya a tres puntos de los rojiblancos, mientras que el Barça podría ponerse a solo uno en caso de derrotar al Valladolid en el Camp Nou. Fue en un duelo en el que se vio desbordado en el primer tiempo pero en el que encajó cuando mejor estaba y con polémica, pues el decisivo gol de Acuña llegó tras una acción que comenzó con una mano clara de Ocampos.

Con Lodi por el carril izquierdo en un dibujo táctico de tres centrales, algo que generalmente Simeone ha desechado en favor de la presencia de Carrasco, ausente esta vez, el Atlético optó por la presión alta de inicio. Sin embargo, el Sevilla venció esa primera barrera con una gran salida de balón y se desplegó además con velocidad en el pase para exigir a Oblak por primera vez en un disparo de zurda de Suso desde el costado derecho.

Fue un aviso. Apenas unos minutos después, Saúl pisó a Rakitic en área colchonera con el consiguiente penalti. Situación comprometida, pero menos cuando tu portero es Oblak. El esloveno, que permitió la victoria frente al Alavés en el Metropolitano en la última jornada deteniendo una pena máxima a Joselu en los últimos minutos, volvió a sostener a su equipo para atajar el lanzamiento de Ocampos desde los once metros. Negaba el balcánico tras la acción, como advirtiendo de que eso de perforar su puerta iba a resultar complejo. Lo cierto es que el partido transcurría a ritmo frenético, con ida y vuelta y una intensidad inusitada, aunque también con la sensación evidente de debilidad defensiva visitante. Superado por el Sevilla, el Atlético apenas opuso un disparo de Lemar, atrapado por Bono.

Resultado Final,.

1 Sevilla

Bono, Navas, Koundé, Diego Carlos, Acuña, Jordán (Gudelj, min. 87), Fernando, Rakitic, Suso ('Papu' Gómez, min. 77), De Jong (En-Nesyri, min. 62) y Ocampos (Franco Vázquez, min. 87).

0 Atlético

Oblak, Trippier, Felipe, Giménez, Hermoso (Kondogbia, min. 74), Lodi (Correa, min. 34), Llorente, Koke, Saúl, Lemar (Herrera, min. 74) y Suárez.

gol:
1-0: min. 70, Acuña.
árbitro:
Jesús Gil Manzano (Comité extremeño). Amonestó a Felipe, Luis Suárez, Llorente y Kondogbia, del Atlético, y a Diego Carlos y Acuña, del Sevilla.
incidencias:
Partido de la jornada 29 en Primera disputado en el Sánchez Pizjuán a puerta cerrada.

Mientras el conjunto andaluz tocaba con velocidad y precisión a través del acierto de Suso, Jordán o Rakitic por dentro, su rival se desgastaba, impotente en el intento por robar el balón. Ocampos y Navas, dos puñales por los carriles, lo seguían probando y al Sevilla solo le faltaba la guinda del gol para trasladar su dominio al marcador. Los minutos transcurrían sin que el guion cambiase, lo que acabó definitivamente por convencer a Simeone de la necesidad de dar la vuelta a su planteamiento: Correa por Lodi, defensa de cuatro y más presencia en zonas ofensivas para tratar de tener el balón. El giro en el planteamiento colchonero mejoró algo la versión atlética, aunque tampoco terminó de arrojar el resultado pretendido, al menos en lo que restaba del primer acto. Si alguien acumuló méritos al descanso fue el Sevilla, pero la mejor noticia para el líder camino de la pausa fue la igualada sin goles.

Reacción colchonera y polémica

Después de 45 minutos que recordaron y mucho a lo visto frente al Chelsea en Stamford Bridge, se hacía necesaria la reacción del Atlético en un escenario de máxima exigencia para mantener a raya la presión a la que Barça y Real Madrid le someten en los últimos tiempos. Lo cierto es que la puesta en escena en la segunda parte invitó algo más al optimismo colchonero. Correa desbordó por la izquierda y sirvió para Luis Suárez, que no pudo llegar al remate. El uruguayo, desquiciado durante buena parte del partido, veía algo de luz.

Rakitic puso la réplica en el área contraria con una volea alta pero al Sevilla ya le costaba mucho más circular con la pelota a ritmo veloz. Lemar, inadvertido durante el primer tiempo, se erigía ahora en opción predilecta para canalizar el juego atlético en un partido mucho más igualado, de poder a poder entre dos de los gallos de la Liga. En un escenario así, solo los grandes talentos pueden decidir. Ahí apareció el proverbial desequilibrio de Navas por banda derecha. El eléctrico jugador de Los Palacios se jugó el tipo para poner un centro que el otro lateral, Acuña, embocó a la red de cabeza. Se quejaron los futbolistas colchoneros de una mano de Ocampos previa, que ciertamente existió, pero árbitro de campo y de VAR juzgaron que esa acción no tenía continuidad con la jugada del tanto, algo discutible a tenor de que la posesión sevillista comenzó precisamente a raíz del impacto en la mano del argentino.

Mario Hermoso tuvo la igualada inmediata, pero disparó a las nubes antes de ser sustituido por Herrera. Entró también Kondogbia por Lemar, una decisión extraña por el buen desempeño del francés. Lo cierto es que al Atlético le costó y mucho hilvanar juego con una medular sin demasiada creatividad y ya bajo la presión de la derrota, fue incapaz de sacar nada del Pizjuán, una opción que se esfumó definitivamente en la parada de Bono ante el remate a bocajarro de Correa. Por aquello de que las malas noticias nunca vienen solas, pierde a Luis Suárez y a Llorente para el regreso a Sevilla, en este caso al Villamarín para medirse al Betis. Al menos sigue siendo líder, aunque ya sin margen alguno de maniobra, y Real Madrid y Barça cruzan sus caminos en el Di Stéfano.

 TITULO: FIESTA Y TOROS -- Gloria para la verdad de Emilio de Justo,.

 

Gloria para la verdad de Emilio de Justo,.

El torero de Torrejoncillo cortó cuatro orejas y un rabo en una tarde en la que decepcionó el ganado de Luis Algarra y Ferrera y Perera se fueron de vacío,.

Emilio de Justo torea con la derecha al tercero bis de la tarde ./josé vicente arnelas
 
foto / Emilio de Justo torea con la derecha al tercero bis de la tarde .

Con la añoranza que nos dejaron marzo y Olivenza, nos plantamos en Almendralejo con la satisfacción de ver cómo un festejo taurino cambia la fisonomía de una ciudad. No hace falta saber dónde está la plaza, basta con dejarse guiar por el hormigueo de aficionados que, con sus mejores galas y equipados con sus tradicionales almohadillas,.

Alcanzaba el tándem Emilio de Justo - Victorino Martín el último combate en la francesa y recoleta plaza de Dax. Un año plagado de faenas de tan altísimo voltaje como repercusión -Sevilla, Madrid y Bilbao- desembocaba en este duelo sin piedad. Durísima prueba. Emilio, en soledad, de tabaco y oro, no volvió jamás la cara. Ni se rindió ante las adversidades. Ni ante su espada bipolar. Que lo condenaba a los infiernos y que, sobre la campana, lo elevó a los cielos. Cuando pesaba la correosa escalera de victorinos como una losa. Fueron cuatro los trofeos conquistados. Pudieron ser más y también menos. De Justo resolvió todos los problemas, que fueron muchísimos, con el libro de la verdad. Sin más variedad de recursos que una capacidad poderosísima en el toreo fundamental. Y el fondo de su corazón. La épica fue a veces sorda.

Los tendidos ensalzaron al héroe seco en el epílogo glorioso: fue emocionante la ovación antes de que saliese el último toro -como en el prólogo alentador, cuando todavía la guerra no se había desatado- y la puerta grande aún se resistía.

No arrancó bien la apuesta. La humilladas embestidas del victorino de apertura y las verónicas luminosas y enfibradas se alejaron como un espejismo. Cuando el toro -zancudo y simplón por su apariencia- perdió la inercia de salida, gazapeó, midió y se reservó siempre algo: la entrega. Un quite por chicuelinas quedó inconcluso con el cárdeno ya agarrándose al piso y caminador. «En este tipo de corridas, la variedad la pone el toro», le había advertido Victorino. Su pupilo exigió un esfuerzo imponente. Y el matador solitario lo sacó de dentro en una faena indigesta para abrir boca. Un plato duro. Toda la tensa y árida pelea encalló con la espada.

Otro ejercicio de firmeza había hecho Emilio de Justo con un albaserrada de hormigón. Un tío por fuera, un saco de pirañas por dentro. Sin terminar de descolgar, además reponía con encastada correa. De Justo había tratado siempre de romperlo hacia delante. Desde los lances genuflexos de recogida a los doblones de obertura. Una batalla para sacar al enemigo de la trinchera. La oreja, protestada, fue un detalle del palco: el público galo no perdona fallos con el acero. Que luego restaría premios y sumaría otros.

La sonrisa asomó por fin en el anguloso y preocupado rostro de Emilio de Justo mediada la faena del liviano tercero. Que escondía una nobleza sincera en su contado poder. La seda del trato, la colocación y el manejo de los vuelos comentaron una obra creciente. Desde la belleza del embroque al empaque final cuando todo se afianzó. Los redondos macizos morían ligados allá atrás, donde cruje el toreo. Pases de pecho de una monumentalidad asombrosa desembocaban en un rugido de oles por la hombrera contraria. No embistió igual el exquisito victorino al natural, pero también se dio. Los naturales más caros brotaron de su derecha: sin montar la muleta, acinturada y hundida la figura. El runrún de la ansiada rotundidad volvió a ser demolida por la piqueta de los pinchazos. El golpe moral fue notorio.

Incluso tocado, echó el resto en la meritísima lidia del destartalado y violento cuarto. Que embestía como era: infumable, de capea. Un genio desordenado. El poder de la diestra de hierro de EdJ gobernaba la tralla y las revueltas. Por abajo todo. La pureza sin escapada a otros recursos. El latido a mil revoluciones. Tremendo el desgaste, bárbara la importancia. Otra vez el puto y feble sable. Que, sin embargo, se enderezó en el momento justo para pasaportar la manejable movilidad -sin el empuje final ni rebosarse- del hermoso quinto y las repeticiones -sin descolgar y sobre las manos- del asaltillado sexto. Y así convertir aquellas largas faenas a piñón fijo en los trofeos imprescindibles para la apoteosis. El penúltimo volapié le entregó una oreja como un rayo de luz y esperanza: hacen falta tres en Dax y faltaban... El último espadazo fue el trueno brutal: Emilio de Justo colgado sobre el morrillo como suele. Y cayeron dos trofeos como reconocimiento de un esfuerzo sobrehumano. Por la tarde cabal y los premios perdidos. Fueron cuatro los conquistados.

Cuando izaban a hombros a Emilio de Justo, Victorino amagó con bajarse al ruedo para subirse al carro. Cuatro voces lo devolvieron a su sitio. Por coherencia y seriedad, el triunfo sólo tenía un nombre.

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