TITULO: Cartas en el tiempo - De Boucher a Breuil: en las brumas de la prehistoria ,.
Cartas en el tiempo ,.
Miércoles -20- Septiembre a las 20:00 en La 2 / foto.
De Boucher a Breuil: en las brumas de la prehistoria,.
Estos dos historiadores se internaron por primera vez en el lenguaje de las cuevas prehistóricas y sus representaciones animales,.
La indagación en las raíces de la humanidad, más allá del surgimiento de la revolución agrícola y de la ciudad, supone remontarse a insondables edades, muchas veces envueltas por la bruma de la leyenda. Hay que valorar especialmente las diversas revoluciones en el estudio de la prehistoria que se han dado desde el siglo XIX hasta nuestros días de la mano de la arqueología. Con especial énfasis en el caso de las culturas del paleolítico, donde se recuerda el caso de Altamira o de Trois Frères, y la espectacular incidencia del arte rupestre en nuestra cultura. Y ello hasta llegar a nuestros días, con las increíbles novedades de la arqueología prehistórica en Atapuerca y otros yacimientos. Es acaso una rama de la arqueología donde los avances han sido menos espectaculares, por no tratarse de civilizaciones con grandes construcciones, como la egipcia o la grecorromana, sino que se base sobre todo en una historia de la cultura material y de la antropología, con restos humanos que hay que investigar desde la perspectiva médica y genética.
Pero el interés por las brumas de la más remota antigüedad de los seres humanos, aparte de la evolución de la antropología humana y de los diversos homínidos, se ha centrado con preferencia en el estudio de la sociedad de cazadores-recolectores en el mundo de la edad de hielo y en las antigüedades de del paleolítico, que han llevado a hablar de una arqueología antropológica. El danés Christian Jürgensen Thomsen o el francés Boucher de Perthes, que pueden ser considerados padres fundadores de la arqueología prehistórica, destacaron por sus colecciones de artefactos de piedra y hachas talladas en yacimientos del paleolítico. El italiano Giuseppe Scarabelli fue uno de los primeros que aplicaron un método científico a esta arqueología prehistórica, desarrollando el método estratigráfico. Pero, sin duda, la parte más espectacular de estos hallazgos, aparte de los artefactos de la vida cotidiana, son las muestras del arte y de la capacidad simbólica de nuestros más remotos antepasados, que se atestigua tanto en la pintura sobre paredes de las rocas y de las cuevas, como en los diversos objetos de arte exento, como pequeñas estatuas y adornos.
Los ejemplos más antiguos de pintura rupestre en las cuevas quizá tengan más de 50.000 años, y se encuentran en la península ibérica –especialmente en las cuevas de Francia y España– y en Indonesia. Hay ahí grandes ejemplos de la pintura rupestre y se puede hablar incluso de dataciones tan antiguas como los 60.000 años atrás. Mención especial merece el caso de los teriántropos, o híbridos entre hombre y animal, que se representan hace al menos 44.000. Hace 30.000 o 15.000 años empieza aparecer arte, como la estatua del hombre-león de Ulm, el hombre pájaro de Lascaux los gamos de Teyjat o el «brujo» con astas de ciervo de Trois Frères. Híbridos de la España paleolítica pueden ser el mono de la cueva de Hornos de Peña, los cabezudos de la cueva de Los Casares. Hay antropomorfos astados e itifálicos también en esa singular «capilla sixtina» del arte rupestre que es altamirana. El paleolítico es la época crucial desde Europa al sudeste asiático.
Hay que mencionar a los pioneros en estas investigaciones, como el español Marcelino Sanz de Sautuola y los franceses Gabriel de Mortillet o Émile Cartailhac, protohistoriador francés y padre fundador de los estudios de arte rupestre desde el hallazgo de Altamira. El Abbé Breuil, sacerdote experto en arte rupestre también trabajó en pinturas de Altamira y en otros lugares, y fue un gran descubridor de artefactos y pinturas en Francia y en Sudáfrica. Junto con el conocido jesuita Pierre Teilhard de Chardin investigó las más remotas antigüedades en paleontología humana desde la Cueva de el Castillo en Cantabria a otros lejanos ejemplos, como el llamado hombre de Pekín. En este campo de trabajo, especial mencíón merece el análisis del arte sobre roca de muy diversos pueblos, desde las Américas a los bosquimanos. En ello han destacado arqueo-antropólogos como Walter Baldwin Spencer o Francis James Gilliam, que estudiaron a los nativos australianos. Hoy sigue resultando una de las ramas míticas de la arqueología.
TITULO: Las rutas de Ambrosio - Zamora, sabores de vigilia y pasión ,.
El sabado -23- Septiembre a las 19:10 por La 2, foto,.
Zamora, sabores de vigilia y pasión ,.
La Semana Santa en Zamora está considerada como uno de los acontecimientos religiosos más importantes del año. Y Gonzalo es, en esta ocasión, testigo de primera mano de la gastronomía de estas fechas. Comienza en Jambrina haciendo ristras de ajos, ingrediente fundamental del típico.
TITULO: LAS
RUTAS DE VERONICA - Jordania: rocas, desierto y mar en un viaje de norte a sur,.
El sabado- 23- Septiembre , a las 18:10 por La 2, foto,.
Jordania: rocas, desierto y mar en un viaje de norte a sur,.
Los cromáticos atardeceres de la ciudad de Amán son el preludio de que espera una travesía mágica. La Ruta Jordana, que cruza el país, descubre la historia de Egeria, la autenticidad de la ciudad de Salt, la icónica Petra y sorpresas marinas (no solo las del mar Muerto),.
TITULO:
¡ Qué grande es el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO
TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES - 22 - Septiembre - José Coronado ,.
¡Qué grande es el cine! fue un programa de cine dirigido por José Luis Garci y emitido por Televisión Española por su cadena La 2.
El
programa comenzaba con una presentacLa actriz Juana Acostaión de la
película que se emitía esa noche, posteriormente esta película se emitía
y acababa con una tertulia entre Garci y los invitados del día sobre
ella.1 El programa comenzó a llevarse a cabo en enero de 1995 y comenzó sus emisiones el 13 de febrero del mismo año., etc.
¡Qué grande es el cine! fue un programa de cine dirigido por José Luis Garci y emitido por Televisión Española por su cadena La 2.
El
programa comenzaba con una presentacLa actriz Juana Acostaión de la
película que se emitía esa noche, posteriormente esta película se emitía
y acababa con una tertulia entre Garci y los invitados del día sobre
ella.1 El programa comenzó a llevarse a cabo en enero de 1995 y comenzó sus emisiones el 13 de febrero del mismo año., etc.
¡
Qué grande es el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN
FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES - 22 - Septiembre - José Coronado, fotos,.
José Coronado,.
José Coronado: "Siempre entendí igual el consentimiento, y eso que he jugado mucho",.
El actor protagoniza "Verano en rojo", dando vida a un periodista de raza dispuesto a tumbar una red de abusos sexuales a menores,.
Casi veinte años ha estado José Coronado (Madrid, 1957) sin interpretar a un juntaletras como el Luis Sanz de «Periodistas», la serie con la que se hizo un hueco en todas las teles españolas. Tras el éxito de «La chica de nieve» en Netflix, repite en el gremio de la tinta como un investigador de raza y de papel, de whiskey y amigos en la Policía, en la trepidante «Verano en rojo», de Belén Macías y que se estrena este viernes. En ella, junto a Marta Nieto, Francesco Carril o Luis Callejo, deberá cuidarse las espaldas a la hora de destapar un caso de abusos (y encubrimientos) en el seno mismo de la Iglesia. El actor, que atiende a LA RAZÓN en el Cine Paz de Madrid, volverá a la cartelera a finales de mes con «Cerrar los ojos», protagonizando el regreso de Víctor Erice al cine treinta años después.
Contada como un thriller, y rodada entre Navarra y Madrid, la película se centra en los bucles de silencio del máximo estamento eclesiástico, elevándolos a su expresión más extrema cuando comienzan a aflorar cadáveres de adolescentes. Con elementos del "true crime" y un reparto solvente, la película no se deja llevar por el "shock value" de un tema tan delicado y explora, en realidad, el doble trauma por el que víctimas y supervivientes tienen que pasar. Tras el abuso, los años de impunidad, las preguntas sin respuesta y, sobre todo, un silencio ensordecedor desde medios y estamentos afines que "Verano en rojo" se propone terminar desde la ficción. Coronado, sobre todo y sin rodeos, responde.
-Veinte años sin hacer de periodista y de repente engancha dos papeles. ¿Qué tiene esta profesión de cinematográfico?
-Os respeto mucho, a los periodistas, desde los más de 120 capítulos de la serie “Periodistas”. Además me acuerdo de que, en su momento, quise hacer la carrera pero no me dio tiempo. Me planteé hacer la carrera por lo que me suscitó esta profesión vuestra y por la similitud que yo veo entre el periodista y el actor, que es la de llevarse el trabajo a la cama. Eso se lleva en la piel y las cosas que vivimos trabajando se quedan con nosotros y nos hacen evolucionar también como personas. Me ha encantado volver justo ahora, por cómo es el personaje de Luna en “Verano en rojo”. Me gusta de él que es un periodista de la vieja escuela. La película transcurre en 2010, que es cuando la era digital comenzaba a asentarse y empiezan a querer prescindir de esta gente que trabaja diferente a como trabajáis ahora. Los Luna de sucesos han trabajado en bajos fondos toda la vida. Entre policías, delincuentes y noches de whiskey. La película reivindica que se está empezando a hacer un periodismo sin alma.
-¿Qué se ha precarizado más, el periodismo o la interpretación?
-Cada vez hay más gente y gente más preparada. Tú no, pero cuando yo empecé fue en los tiempos de la Movida, cuando era más fácil ganarse la vida con esto. Estaba estudiando Medicina y Derecho y, al mismo tiempo, tenía una agencia de modelos, una de viajes, un restaurante… El que quería trabajar, podía trabajar. Y eso no ocurre ahora. Lo mismo pasó con la interpretación, en la que empecé por azar. Dije: “Hostia, es una maravilla, ¿se puede vivir de esto?”. Y entonces Cristina Rota, la profesora de interpretación, me dijo que sí me lo curraba sí, porque tenía planta y tenía voz. Entonces dije que sí, y que a por todas. Me metí. Al mes estaba con Luis Pascual estrenando un Lorca en Milán, haciendo un papelito de lancero. Y aprendiendo, sobre todo aprendiendo. Yo veo los trabajos de mis diez primeros años y digo, Dios mío, qué malo era. Pero a la vez había tan poquita competencia que no te echaban por el camino. Poco a poco fui viendo la luz y entendí que la fuente real de aprendizaje era el teatro. No fue hasta después de diez años de teatro cuando consideré que me podía sacar el carné de actor, si es que eso existe. Hoy en día es imposible. O despuntas o tienes detrás a diez más. Antes teníamos muchas más oportunidades. Me imagino que en el periodismo pasa lo mismo.
-¿Qué le motiva más a hacer a la película, ese periodista de raza o el mensaje, la denuncia misma de los abusos en la Iglesia?
-Todo suma pero, cuando además de entretener estás lanzando mensajes de concienciación sobre temas que afectan a la sociedad hay un plus de satisfacción. Cuando hicimos “Poniente”, sobre la inmigración, por ejemplo. Siempre que hagas cosas en las que se pueda hacer reflexionar al ciudadano te sientes más satisfecho. Lo que pasa es que este tema es tan feo, el de los abusos en la Iglesia, que sigue sorprendiendo. Y siguen apareciendo casos, pese a lo que se ha avanzado, que es mucho. No quiero pensar cómo tuvo que ser la cosa en el siglo pasado. Hoy en día, gracias a actitudes como las de los últimos dos papas, Benedicto XVI y el Papa Francisco, parece que se ha decidido por fin coger el toro por los cuernos. Han decidido levantar las alfombras y poco a poco se van erradicando.
-Justo por la impunidad quería preguntarte. En España la Prensa ha tumbado gobiernos, empresas y hasta federaciones. Pero la Iglesia sigue ahí, ¿es el jefe final?
-Con la Iglesia hemos topado, sí. Es dura de roer. Tiene unas estructuras tan ancestrales en el tiempo, y tan arraigadas en el ser humano que yo creo que es de las instituciones más difíciles de controlar y de sanear. Es una especie de monstruo de diecisiete cabezas con el que es imposible acabar, para lo malo pero también para lo bueno, claro.
-Tu personaje, en la película, se acerca a los testimonios de víctimas y supervivientes de abusos. ¿Era una realidad con la que estabas conectado o te ha abierto los ojos? Normalmente nos quedamos con el aquí y el ahora, no con esas personas que tienen que vivir veinte años después con un crimen sin juzgar…
-Me he acercado mucho más ahora, porque Belén (Macías, la directora) ha completado un proceso de documentación extensísimo. Hemos ido a muchas charlas, y he visto todos los documentales posibles acerca de ello. Me pareció verdaderamente interesante “Examen de conciencia”, por ejemplo. Lo grave, como decías, es muchas veces la impunidad. Porque es un trauma añadido y totalmente innecesario, claro, evitable. Gente que vive atormentada por una cosa que ocurrió hace 40 años. Y sí, nos reunimos con gente abusada.
-La película indaga en esos círculos viciosos de silencio que perpetúan todo en el tiempo. ¿Cree que eso tiene más que ver con el machismo, hombres que protegen a hombres, o con la institución, cargos que protegen a cargos?
-Es más del estamento que otra cosa, no manchar el nombre de la Iglesia, por ejemplo en este caso. Es una cuestión de proteger el negocio. No es tanto de machitos. Porque cualquiera que abusa de un niño no es machito ni es nada, es un monstruo. Y quien lo encubre lo sabe. No tiene otro nombre. Protegen a los monstruos simplemente para salvar el buen nombre de la institución.
-Esos vicios aplican a todas las industrias. ¿Cree que el #MeToo no ha explotado en el cine español por esa fidelidad al estamento o porque realmente no han existido abusos de ese calibre?
-No, no hay esos círculos de silencio. O al menos no a esos niveles. Y lo sé porque este es un oficio de contacto continuo, donde podría ocurrir con mucha más facilidad. Y no lo hay. ¿Por qué? Porque lo que pueda hacer un actor o un director no mancha a toda la profesión, a la institución del cine. Si alguien no lo denuncia, no es por proteger al estamento. Por supuesto que ha habido abusos, y sobre todo abusos de poder. Se hablaba cuando yo llegué a esto de los productores y las chicas jóvenes, en los sesenta y setenta, a las que ofrecían relevancia a cambio de favores. Pero no creo que se haya extendido en el tiempo… Solo puedo hablar por mí, y yo no he visto abuso de poder. De hecho, creo que la nuestra es una profesión muy sana. Yo siempre he entendido igual el consentimiento, como algo primordial, y eso que he jugado muchísimo a lo largo de mi vida. He tenido muchas relaciones y todo se basa en la educación y el mutuo consentimiento. No hacía falta que me dijeran que no para saber cuándo no había consentimiento. Nunca me han tenido que parar los pies, ni denunciar, por supuesto.
-Sobre la salud de la profesión, precisamente, quería preguntarle. Todos los años, las nominaciones en femenino son un bendito problema, con muchas intérpretes y muy buenos papeles. Pero en cambio, en lo masculino, si nos salimos de los que suelen rondar el premio... hay problemas para rellenar la quiniela. ¿Se hacen menos papeles interesantes para hombres ahora que por fin están llegando las mujeres a contar sus historias?
-Creo que ha habido un exceso de premios y reconocimientos masculinos durante muchas décadas. Ahora, todo se está ajustando. Y está ocurriendo por la llegada del feminismo que, gracias a Dios, viene con una fuerza tremenda. ¿A qué lleva eso? A que haya más personajes y más interesantes para mujeres, a que haya más directoras, que haya más ganas de aportar al feminismo… Por lo tanto, se busca más ese premio por ese déficit histórico. Poco a poco se irá normalizando. El cine, y sobre todo la interpretación, es una de las profesiones más feministas que hay. Donde más conscientes somos de lo importante que es el feminismo y donde más arrimamos el hombro para que eso se consiga en forma de entrega de galardones y reconocimientos.
Featurette en exclusiva para LA RAZÓN de "Verano en rojo", de Belén Macías
-¿Está contento con los papeles que le llegan?
-Estoy absolutamente feliz con lo que me ofrecen. Además, porque desde hace ya mucho tiempo aprendí a enamorarme de lo que de verdad tengo entre manos, lo que es tangible. Es muy fácil volverse loco en esta profesión, cuando sueñas con un personaje y al final no te lo dan. Según iba pasando el tiempo, e iba priorizando mi vida personal sobre la profesional, fui aprendiendo a apreciar a enamorarme de lo que tenía entre manos. Porque eso era lo que me iba a dar de comer y a hacer feliz. Siempre me quedará hacer un Rey Lear, en teatro, antes de morir, pero lo demás estoy muy satisfecho. Me suelen llegar cosas que están muy bien. ¿Quizá me gustaría también hacer de pirata para pasármelo bien? Pues sí, pero me adapto a la realidad.
-¿Ha cambiado mucho esa realidad? La última vez que hablábamos con Luis Tosar decía que el galán, claro, ya no se lo dan. ¿Lleva bien, ya desde el ego incluso, el paso del tiempo?
-Sí, es una aceptación de vida. ¿Acepto cumplir años y envejecer? Sí, claro, ¿cómo no lo voy a aceptar? Y con los papeles que conlleva, claro. Me siento privilegiado, también, porque quizá ya no soy el galán pero sigo siendo el abuelo galán. ¿Vale? Porque hoy podemos. Antes con 60 o 70 años eras un viejo, y hoy, cuidado. Damos mucha guerra. Reivindico ese abuelo galán. Me gusta ser de los pocos que puede hacerlo.
-Sobre ese paso del tiempo, y lo grave que es que Erice no haya rodado nada en tres décadas. ¿Qué tal con él?
-Ha sido una maravilla, hacer cine del que ya no se hace. Es una matriosca de cine, dentro de cine, dentro de cine. Homenajes continuos. Es un tipo que tenía absolutamente claro lo que quería contar, cerrar un círculo de vida profesional y personal. Y ahí contó con nosotros. Los departamentos técnicos y artísticos tuvimos que hacer un gran ejercicio de verdad y de amor al oficio, para estar a la altura de lo que este hombre quería y no volverse loco. Erice es un tipo muy especial a la hora de dirigir. Llevaba treinta años sin hacerlo. Es de los que en el guion pone una cosa, llegas al plató y te pide la contraria. Y dices: “¿Cómo?”. Y te lo explica. Pero tienes que entregarte humildemente y decir: “Venga, genio, fóllame”. Cuando ves el resultado de la película te das cuenta de que ha valido la pena. Y te sientes orgulloso de formar parte de la historia del cine español, porque así creo que será.
TITULO: ¿Dónde estabas entonces? - La Guardia Mora de Franco: De carne de cañón a escolta exclusiva , Martes -19- Septiembre,.
Este martes - 19- Septiembre , a las 22.30, La Sexta emite una nueva entrega de la tercera temporada de '¿Dónde estabas entonces?', presentada por Ana Pastor , foto,.
La Guardia Mora de Franco: De carne de cañón a escolta exclusiva,.
De rimbombante porte y añejo recuerdo, esta unidad vuelve a la actualidad por la yerma polémica abierta por Compromís y recogida en este periódico acerca de las pensiones que paga el Estado a los miembros que aún viven, como marca la ley,.
De rimbombante porte y añejo recuerdo, esta unidad vuelve a la actualidad por la yerma polémica abierta por Compromís y recogida en este periódico acerca de las pensiones que paga el Estado a los miembros que aún viven, como marca la ley
Por el tratado de Algeciras (1906) España adquiría el compromiso, junto a Francia, de ejercer su protectorado sobre Marruecos. A España le tocó la zona más pobre conforme a los acuerdos de reparto firmados con Francia en 1912, los territorios próximos a la plazas españolas de Ceuta y Melilla. El conflicto armado que comenzó en 1907 y que se prolongó hasta 1927 supuso una enorme sangría para la Hacienda española y para los jóvenes reclutas que se vieron obligados a ir a luchar y morir a Marruecos. España, al igual que otras potencias europeas con posesiones coloniales, desde muy pronto comenzó a reclutar soldados nativos y mercenarios extranjeros –a partir de 1920 en La Legión– para reducir el número de jóvenes soldados de cuota españoles enviados a luchar a Marruecos. En 1911 el teniente coronel Dámaso Berenguer procedió a la organización y alistamiento de una unidad de soldados profesionales reclutados en el Protectorado español de Marruecos para combatir en mismo territorio bajo mandos españoles. Nacían los Regulares. A estas unidades de tropas marroquíes pronto se unieron otras unidades con tropas indígenas como eran las harkas, los Policías Indígenas, los Tiradores de Ifni y Tropas Nómadas, más las Mehalas Jalifianas, ésta última formalmente al servicio del sultán de Marruecos y de su representante en la zona española, El Jalifa.
A lo largo de la inacabable Guerra de Marruecos España reclutó una masa enorme de soldados profesionales marroquíes que lucharon formando parte del Ejército español, librando con su sacrificio a muchos ciudadanos españoles de combatir en la terrible guerra de Marruecos. En 1927 la guerra de Marruecos terminó con la victoria de las fuerzas armadas españolas y quedaron los soldados marroquíes integrados en el Ejército español al igual que los miembros de La Legión española. Estas tropas siguieron combatiendo, ya que fueron enviadas por el gobierno de la II República a someter el alzamiento revolucionario armado de los socialistas y otros grupos extremistas de izquierdas en 1934. Con el comienzo de la Guerra Civil de 1936 el Ejército de África se situó abiertamente a favor de los sublevados. Desde un principio los nacionales comenzaron la recluta masiva de marroquíes y saharauis para luchar en la nueva guerra como tropas de choque. Historiadores como Mustapha El Merrouen estiman que fueron cerca de setenta mil los soldados marroquíes y saharauis que lucharon en la guerra de España, con casi un diez por ciento de muertos en combate y una ingente cantidad de heridos y mutilados, ya que eran empleados como «carne de cañón» .Durante la Guerra, nada más formarse en Salamanca el primer gobierno de los nacionales bajo la dirección de Franco, se decidió organizar una unidad para dar servicio de escolta a Franco que hiciese las guardias en la sede de su gobierno y que prestase servicio montada a caballo de escolta de honor al ya Generalísimo, a los embajadores extranjeros y altas personalidades que visitasen España.
La guardia personal, desde 1937
Formarán esta pequeña unidad miembros de la Guardia Civil junto con soldados moros seleccionados entre las mehanias y los tabores de Regulares por decisión expresa del propio Franco. Franco, antiguo oficial de Regulares y luego de La Legión, tomó la decisión de encomendar la guardia de su persona a tropas moras organizadas en forma de una compañía de infantería y un escuadrón de caballería. La compañía de infantería estaba destinada a formar la Guardia de Honor, que sería la encargada directa de dar protección al Generalísimo, así como de rendirle los honores preceptivos en los actos oficiales a los que asistiese, mientras que el escuadrón de caballería debería constituir el Escuadrón de Escolta, con la misión de guardia de honor montada del Jefe del Estado, embajadores, y otro tipo de operaciones especiales.
La
nueva guardia personal del Generalísimo quedó constituida en noviembre
de 1936 por dos secciones mandadas por oficiales, suboficiales, guardias
civiles pertenecientes a la 7ª Compañía de la Comandancia de la Guardia
Civil de servicio en la zona del Protectorado de Marruecos. En total
125 guardias. A los que se unieron 80 soldados moros escogidos entre las
tropas jalifianas de la Mehaznías Armada. El Escuadrón de Escolta a
caballo, que se formó en los últimos días de enero de 1937 y llegó a
Salamanca el 7 de febrero de este mismo año, estaba integrado por el 2º
Escuadrón del Tabor de Caballería del Grupo de Fuerzas Regulares
Indígenas de Tetuán nº 1. Esta unidad mixta de Guardia Civiles y
soldados moros prestó servicio hasta la Independencia de Marruecos en
abril de 1956 –siguiendo la medida
adoptada por Francia poco antes–,
momento que no sólo los soldados marroquíes dejaron de ser vistos en El
Pardo, sino que poco a poco empezaron a ser remplazados en las
unidades
de Regulares hasta su total sustitución por soldados peninsulares.
España, a pesar de la conceder la independencia a Marruecos en abril de
1956, siguió manteniendo acuartelamientos en el país hasta unos años más
tarde. En estos edificios prestaban servicio unidades de La Legión y
Regulares, estos últimos integrados, en su casi totalidad, por
marroquíes.
Los mismos derechos
La salida de España de Marruecos fue tensa, aunque sin llegar a las matanzas de europeos, como ocurrió en la antigua zona del Protectorado francés. España mantenía tropas en Dar Riffien, Larache o en Alcazarquivir. En el cuartel de Krimda, en Larache, se produjo un motín de tropas moras cuando fueron destinados a Alcazarquivir. Intentaron incumplir esta orden. La cosa no terminó en un enfrentamiento armado, pero La Legión movilizó a la VIII y IX Bandera con órdenes de terminar con la revuelta, si era necesario, con el uso de las armas. Este proceso se prologó casi hasta más allá de los años 80 cuando pasaron al retiro por tener la edad para abandonar el Ejército tras toda una vida de servicio a España. Ahora les corresponde su jubilación con los mismos derechos que a cualquier servidor del Estado.A los marroquíes y a los saharauis, españoles hasta 1975.
TITULO: Informe Robinson - Mundial - Baloncesto - Bogdanovic entierra el sueño de Canadá,.
Mundial - Baloncesto - Bogdanovic entierra el sueño de Canadá,.
Bogdanovic entierra el sueño de Canadá,.
Resultado Final - Serbia -95- Canadá -86-, foto,.
Serbia pasa a la final del Mundial con todo merecimiento, manejando el partido y sentenciando al final a través de Bogdanovic. A Canadá le faltaron argumentos.
Se acabó el sueño canadiense. Al menos, el del oro. La lucha por el bronce la tendrán contra Alemania o Estados Unidos, el que caiga de los dos en la segunda semifinal de un Mundial del que Canadá, a pesar de todo, se puede sentir orgullosa. Ha conseguido su mejor resultado histórico, remontó 12 puntos a España en el último cuarto para pasar a cuartos de final y pasó por encima de Luka Doncic sin compasión. Shai Gilgeous-Alexander ha demostrado a todo aquel que no vea NBA que es una estrella de presente y futuro, la combinación ha salido a la perfección, Dillon Brooks ha tenido momentos de buen baloncesto y Jordi Fernández sigue opositando para ascender en el escalafón de entrenadores. Uno, de momento, sin techo.
Pero Serbia era un hueso demasiado duro de roer. Casi imposible, de hecho. Svetislav Pesic está curtido en mil batallas y, si bien Canadá no ha contado con Jamal Murray ni Andrew Wiggins, los balcánicos no tenían a Nikola Jokic. Ni a Vasilije Micic, Nemanja Nedovic, Boban Marjanovic, Milos Teodosic o Nikola Kalinic. Les dio igual: sí estaba Bogdan Bogdanovic. El alero, en una soberbia actuación que va en consonancia con el gran Mundial que está cuajando, finalizó con 23 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias para 28 de valoración, lanzó con un 8 de 12 en tiros de campo y un 3 de 4 desde el exterior. Y manejó el final a la perfección, midiendo los tiempos, penetrando cuando había que hacerlo y haciendo buena la renta que su equipo había conseguido previamente.
Con 86-76 en el marcador, Bogdanovic emergió con una grandísima bandeja, un tapón sobre Brooks y, posteriormente, un triple que dejaba el choque visto para sentencia (91-76). En lo que restaba, algo más de 4 minutos, le dio tiempo a robar 2 balones y anotar otros 2 puntos. Su actuación, excelsa, impulsó a Serbia, que se cuela en su primera final desde 2014, cuando perdió contra Estados Unidos. Y puede ganar su primer oro como país independiente. Antes, cuando compartía nomenclatura con Montenegro, conquistó el máximo premio de forma consecutiva en 1998 y 2002. Más de 20 años sin la mejor de todas las medallas, obviando los tiempos de la ya desaparecida Yugoslavia y su dominio en este tipo de competiciones.
Serbia, simplemente, fue mejor. Pesic no entró en el juego físico que proponía Canadá ni entró en la pelea con los árbitros a pesar de que los de Jordi Fernández lanzaron 27 tiros libres, 7 más que sus rivales. El exentrenador del Barça (y de muchos otros equipos) lo tenía claro: rebote y asegurar tiros. Ahí se hicieron fuerte los serbios, que ya mandaban de 8 (23-15) al final del primer periodo y ampliaron la diferencia antes del descanso (52-39). La barrera siempre se mantuvo en torno a los 10 puntos y se amplió más veces de las que se redujo. Serbia manejó el partido como lo hace una selección que opta al título: con paciencia, buscando siempre las mejores situaciones de lanzamiento y, al final, apoyándose en un Bogdanovic celestial.
A Bogdan le acompañaron un buen Nikola Milutinov (16 tantos y 10 rebotes), Ognjen Dobric (16), Marko Guduric (12) y Aleksa Avramovic (10). Nada pudieron hacer ni RJ Barret (23), Dillon Brooks (16) o Shai Gilgeous-Alexander, que esta vez no pudo ser el factor diferencial y se quedó en 15 tantos con problemas de faltas: 3, todas ellas en la primera mitad, la última con protesta y técnica para Jordi Fernández. Canadá estuvo desbordada: fue más a la línea de tiros libres, pero cometió más faltas (25 por 22), Nickeil Alexander-Walker (10 tantos, 3 faltas), Luguentz Dort (4) y Brooks (otras 4). El arbitraje, permisivo ante Eslovenia, sancionó esta vez la dureza de Canadá, que no fue capaz de jugar de otra manera y tuvo muchos problemas para mantener la compostura, algo normal cuando no has jugado nunca un partido de este bagaje.
A pesar de la derrota inicial ante Italia y las dudas generadas, Serbia llega con muchos argumentos a la final del Mundial. Bien entrenados, con las ideas preclaras, una forma de jugar atractiva y un Bogdanovic que es el hombre que muchas selecciones no tienen, ese que te permite cerrar un partido y que no le tiembla el pulso en los momentos calientes. A pesar de las pérdidas (hasta 17 ante Canadá), el control de las situaciones límite inclinó la balanza hasta el 95-86 final. Será una nueva oportunidad, además, para Pesic, que fue el entrenador de Alemania en el oro de 1993, un Europeo delicioso; y ganó con Serbia y Montenegro el oro del mismo torneo en 2001 y del Mundial de 2002. Un éxito que, 21 años después, puede repetir con una plantilla profunda y el punto a favor que siempre te da la experiencia. Serbia, a la final del Mundial 2023. Y con todo merecimiento.
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