TITULO: Juego de Niños - Carnero pone en valor el hockey en línea como deporte ilusionante en Valladolid ,. Sábado - 23 - Septiembre ,.
Juegos de niños,.
Sabado - 23 - Septiembre , a las 22:00 por La 1, foto,.
Juego de Niños - Carnero pone en valor el hockey en línea como deporte ilusionante en Valladolid,.
Carnero pone en valor el hockey en línea como deporte ilusionante en Valladolid,.
El alcalde recibe a los recientes campeones de Europa,.
El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, ha recibido en la mañana de este lunes 28 de agosto a 20 jugadores del Club de Patinaje en Línea de Valladolid (CPLV), de 4 categorías diferentes, tras alzarse todos ellos con el oro en el Europeo celebrado a finales de julio en Charleroi (Bélgica), acompañados por el presidente del Club y seleccionador Ángel Ruiz.
La máxima competición continental ha contado con la mayor participación hasta la fecha, con un total de 14 países inscritos. A este respecto, Carnero ha ensalzado “la dificultad que entraña llegar a la final de este tipo de torneos de selecciones nacionales, y hay que resaltar que este es, sin ninguna duda, el mejor resultado de la historia del hockey línea español, por eso auguro que estos deportistas van a ser polos de atracción para otros jugadores que miran a este deporte de cerca y que pronto puedan llegar a albergar triunfos de este tipo”.
En ese sentido, ha mostrado el orgullo del equipo de Gobierno por el logro conseguido por todos ellos y les ha deseado mucho éxito en un futuro cercano.
Historia de CPLV
El Club de Patinaje en Línea Valladolid se fundó en octubre de 1995, con el objetivo de cubrir una necesidad en un pequeño grupo de aficionados. La historia del CPLV va unida a la de su presidente fundador, Ángel Ruiz, y a la creación del polideportivo Canterac, ya que supuso un hito para el Club al tratarse de una instalación única y exclusivamente dedicada al hockey línea, que el CPLV pasó a gestionar íntegramente superando así el colapso de horas en el polideportivo Los Cerros.
TITULO: LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE - Llegar hasta aqui ,.
LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE - Llegar hasta aqui , fotos,.
Llegar hasta aqui,.
Agrupación Señor Serrano da un paso más en la creación y trata de tú a tú a la IA en un diálogo con Álex Serrano y Pau Palacios que sube al escenario del Grec Festival de Barcelona,.
Barcelona se prepara para recibir una propuesta escénica revolucionaria en el marco del prestigioso Grec Festival. Una isla, la nueva creación de la renombrada Agrupación Señor Serrano, promete llevar al público a un viaje sin precedentes que fusiona el arte teatral con la inteligencia artificial. Con esta obra innovadora, la compañía desafía los límites convencionales del teatro y nos sumerge en una experiencia única que nos invita a reflexionar sobre la relación entre la humanidad y la tecnología... ¡Y hasta aquí llega el atraco! Todo lo anterior no es mentira, pero tampoco es del que escribe; se podría decir que es una verdad a medias. Son palabras de la IA.
Impulsado por el espíritu de Señor Serrano, uno se ha permitido el lujo de trastear con la máquina hasta cierto punto. «Escríbeme un artículo sobre tal», y ahí que se puso el «monstruo». La «introducción», la que han visto, y el «desarrollo» y la «conclusión» –como lo detalla el propio texto– son una lista de vaguedades que, al leerla, uno advierte al todopoderoso ChatGPT. «Lo lamento», respondía al mismo tiempo que pedía otra «oportunidad» para mejorarlo. No fue mucho mejor la cosa, pero todo se extendió hasta una conversación sobre su falta de «emociones y preferencias personales» para sentir el teatro o sobre sus conocimientos limitado» de todo lo que va desde septiembre de 2021 hasta hoy.
Conclusión –y esta vez no es del aparato–, no le confíes todo a la inteligencia artificial, aunque apóyense en ella sin excesos, a modo de consulta. Nada más. Esto fue lo que pensó la Agrupación Señor Serrano para el proyecto que presenta el fin de semana en el Grec barcelonés. Àlex Serrano y Paul Palacios –directores y autores– se preguntaron si era posible crear un espectáculo en diálogo con diferentes IA: OpenAI y Bloom, «especialmente interesante es esta última porque se trata de una iniciativa de varias universidades», destaca Palacios. Lo primero que le consultaron es qué podían hacer sobre el escenario, y no dudó el aparato: «Un monólogo». «Pero nosotros no hacemos eso», le contestaron. «Pues pueden cantar», reformuló la IA. Tampoco es el estilo de Señor Serrano: «No». «Tira de lo más común. Tiene muchas influencias norteamericanas. Por eso, lo interesante para nosotros es que busque una respuesta en la estadística», comenta el director. «Ella [la IA] no sabe quién eres. Le da igual. Solo busca que el texto que se escriba tenga una coherencia interna, porque no hay memoria en su conversación. Es capaz de escribir con estilo gongorino, pero no sabe si eres una compañía determinada o no».
Siguió el tira y afloja entre la Agrupación y el mundo artificial hasta dar con un punto en común: «Hablar de un náufrago». Aquello sí gustó entre los creadores como para comenzar a tomar nota. Ya había un nuevo compañero en el equipo. «Nos lo hemos tomado como un dramaturgo más al que meter en la discusión. Y la idea del náufrago era muy interesante: una persona sola en un espacio concreto que puede sentir el placer de la autosuficiencia. Y ahí está el engaño, porque al salir de la isla la autosuficiencia es una quimera, estamos todos relacionados». ¿Qué pasa si sale de la isla y se encuentra con otra gente? Esa la gran pregunta sobre la que se desarrolla «Una isla», montaje vinculado especialmente al movimiento: el protagonista tiene una conexión muy importante con el yoga y, de primeras, se topa con otra gente que no se relaciona con el mundo como él, sino a través del aeróbic. «¿Se pueden encontrar? ¿Qué pasa si luego se acerca a otro grupo con una práctica diferente?», señala Palacios de un montaje que se aleja ligeramente del lenguaje utilizado en su ya mítica The Mountain. Aquí se juega menos con los objetos y más con la poética.
Agrupación Señor Serrano aprovecha esa cuestión, y su conversación con la IA, para afirmar que todo está en «el diálogo, muy largo y con mucha prueba-error». Es el punto en el que el montaje va más allá del propio intercambio humano-informática. Palacios señala que «hay que intentar entenderte con ese ente que parece que se expresa diferente a ti. ¿Podremos llegar a un acuerdo o estamos condenados al desastre? A medida que avanzábamos, nos dimos cuenta de que es una metáfora perfecta sobre el ser humano y el diálogo con una persona que ve el mundo de una manera distinta a la mía». La Agrupación está convencida de que «o, como especie, nos ponemos de acuerdo en una serie de cosas, o nos vamos al garete –continúa el director–. Solo hace falta no ver al de enfrente como un monstruo, sino como alguien que está aquí y, te guste o no, va a seguir estando. Llevándolo al absurdo, ¿qué haces? ¿Lo matas?».
Aparece la contradicción en el propio Palacios, y lo sabe, eso es el teatro. Al mismo tiempo que aboga por la conversación se da cuenta de que «hay extremos que no se pueden tocar». «La negación del otro nos ha llevado al límite. Ojalá en lugar de afirmar el “yo” nos vayamos al “nosotros”», comenta con dos referencias directas a Vox y la tensión catalana de 2017. «Estoy seguro de que, sin cámaras, todos podríamos hablar con calma y sin tener que vender a tus fans una imagen. Pero, claro, hay límites, tampoco soy tonto, con Hitler no se podía negociar nada».
- Dónde: Teatro Lliure Montjuïc, Barcelona. Cuándo: hasta el 9 de julio. Cuánto: 25 euros.
- TITULO: EL CLUB COMEDIA - Indignación,.
- Indignación,.
El Teatro se levanta contra Carmena,.
Mateo Feijóo desafía al sector con una programación para las Naves Matadero enfocada a las artes «vanguardistas y experimentales». El director renegó del «teatro de palabra» en una presentación en la que hubo bronca y abucheos.
Mateo Feijóo desafía al sector con una programación para las Naves Matadero enfocada a las artes «vanguardistas y experimentales». El director renegó del «teatro de palabra» en una presentación en la que hubo bronca y abucheos.
Ni 30 segundos duró la paz en Matadero. Luces a negro, asistentes tan callados como espectantes ante la inminente presentación de las nuevas Naves y un hombre, Wave, sale al centro del escenario de la Fernando Arrabal –que no Nave 11, como se había dicho que sería nombrada–. El artista, micrófono en mano, rapea ante los presentes. Lo hace en la lengua de Shakespeare. Y ahí llegó el primer sobresalto del mediodía de ayer: «Estamos en España, me gustaría saber qué dice», gritaba una espectadora. Los que la rodean se debaten entre la sorpresa, las risas, la indignación y el apoyo. Va por gustos. El asunto no pasa de ahí y el «show» continúa al margen. El canto termina y Wave da paso a sus artes de DJ. A su vez, tres «b-boys», capuchas en alto, completan la «performance». Aplausos, fin y dentro vídeo: un corto de Gerard Gil como presentación de la nueva imagen de Naves Matadero. «Centro Internacional de Artes Vivas», reza el subtítulo. Y un cordero lechal se pone en pie sobre una cama de paja en la Arrabal. Fin y más aplausos.
Llega el momento de la presentación como tal. Poner cara al nuevo director artístico –para los más despistados–. Ver qué tiene que ofrecer Mateo Feijóo al pueblo después de 24 horas moviditas que no sirvieron más que para impacientar a las masas. El cambio de nombres de las salas de Aub y Arrabal y el programa filtrado la noche anterior en el punto de mira de los «teatreros», los mismos que desde 2007 habían inundado esos espacios y ahora buscaban respuestas a una ausencia notable. Al lado de Feijóo, Celia Mayer, delegada de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid, que ya se ha encargado en el prólogo de dejar uno de los titulares del día: «Las compañías no tendrán que ir a taquilla, serán financiadas por Madrid Destino. No asumirán riesgos económicos y el objetivo es ir incrementando el presupuesto –1,2 millones de euros, confesarían más tarde–». Pero es el momento de él. Pide perdón por leer, pero tiene que hacerlo para no dejarse nada en el tintero. Es su puesta de largo. «Ya después me suelto y hablamos de lo que haga falta, que yo puedo estar hablando 24 horas», avisa. Es su forma de romper, dice, «cinco meses de silencio en la cueva».
Los folios que pasa recogen su línea, su motivos para ponerse al frente de las antiguas Naves del Español. «Tranquilidad y contemplación para reflexionar», pide el director, que se impone «la cruz de ser demasiado moderno y estrafalario». Confiesa, entre risas, haber soñado con dirigir la Compañía Nacional de Teatro Clásico, pero que esto se le puso delante y va a por ello. Marca sus tres «recorridos» para conducir las naves. El primero, «el interdisciplinar», con el individuo como protagonista: proyectos construidos a lo largo del tiempo en el que la venta del bolo no sea lo importante, sino «buscar cómo crear tipologías para desarrollarse en diferentes lugares». Segundo: «el de la producción, coproducción», basado en dar visibilidad internacional a aquellos que no cuenten con las estructuras necesarias. Y, por último, «la exhibición de la escena desde el punto de vista contemporáneo, que no actual», cierra.
Un programa con la vista puesta en Europa y en la internacionalización de un arte «en el que las fronteras no existen». «La primera vez en la historia que Madrid contará con un espacio teatral dedicado íntegramente a las artes escénicas más vanguardistas y experimentales», presentan. Entre los nombres destacados se vislumbran Trevor Carlson, mano derecha del coreógrafo Merce Cunningham; Manuel Fernández-Valdéz, director de «Angélica (Una tragedia)», filme sobre Angélica Liddell; Susanne Linke y Rui Horta, como pilares de la danza; Milo Rau, controvertido dramaturgo suizo; y, en música, Khaled, Chris Garneau y Bridge Markland, además de DJ nacionales...
Y llegó el turno preguntas. En las butacas una preocupación: ¿Qué va a ser del teatro? Danza, cine, break dance, «performances» varias... De Italia, Suráfrica, Portugal, España –por supuesto–... Pero de «teatro de palabra» nada. Diez años –desde que Gas inaugurara estos espacios– fulminados de golpe. «Pero, ¿qué es teatro?», responde Feijóo. Para él no es más que «un edificio arquitectónico», desafía. Del «arte de componer obras dramáticas, o de representarlas» o de la «práctica en el arte de representar comedias», que define la RAE en dos de sus acepciones ni rastro. «Hay muchos otros lugares en Madrid que se dedican a ello», continúa. Lejos quedaron las bases del concurso que llevó a Feijóo a la dirección: «Equilibrio en la programación entre las diferentes artes: danza, música, teatro...», rezaba el documento.
Otra cuestión sale en el debate, que, por momentos, gira hacia una guerra de bandos. Esta vez es para Mayer: ¿por qué se debate la remodelación de la Plaza de España y no la transformación de Matadero?:
–Celia Mayer, dispuesta al debate: «Me parece interesante».
–Mateo Feijóo: «Yo creo que no. No es operativo que todo el mundo opine», zanja.
–Espectadora: «Esto no se va a quedar aquí», responde dentro de su turno de preguntas y calla.
Entre unas y otras, el tema del renombramiento de las salas: «No se cambian –confirma Mayer–. Ha sido una confusión dentro de un espacio en proceso de transformación». Sin embargo, esta «confusión» debieron de tenerla en la imprenta también, pues cuadernillo de presentación del programa a los medios, así como el anuncio en la página web municipal también contiene el «error» de Nave 10 y 11, en lugar de Aub y Arrabal...
Pasan las preguntas hasta que la insistencia/preocupación de un asistente altera de más a Feijóo:
–¿Me estás comparando con Pablo Iglesias? Te diré el titular del día, sólo he votado una vez en mi vida y fue a Ahora Madrid, pero no voy a volver a votar en mi puta vida. Me la suda Pablo Iglesias». Y se acabó la «tranquilidad» que pregonaba.
–A lo que el hombre contesta: «¿Me vas a pegar? Parece que me perdonas la vida con cada sonrisa».
Momento idóneo para que el gabinete de Comunicación del Ayuntamiento saliera a frenar un careo que terminó en la retirada del hombre –por voluntad propia– tras el apretón de manos correspondiente con el nuevo director, «estresado desde hace meses, no de hoy», puntualizó Feijóo ante el atónito general de un público que confirmó lo de «estrafalario» y que salía de la presentación sin saber qué era eso a lo que había asistido: «Nos va a dar juego como siga así», «se acabó el teatro en Matadero», «estoy flipando»,.
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