sábado, 16 de noviembre de 2013

REVISTA MUJER HOY , DE CERCA, LUZ CASAL , APROVECHO CADA MINUTO. HAY TAN POCO TIEMPO PARA DISFRUTAR,./ EN DIRECTO, INES BALLESTER, LA RECETA DE INÉS,.

TÍTULO: REVISTA MUJER HOY , DE CERCA, LUZ CASAL , APROVECHO CADA MINUTO. HAY TAN POCO TIEMPO PARA DISFRUTAR,.


  1. Luz lleva vestido de Tothom, zapatos de Úrsula Mascaró y pulsera de Pomellato El sofá es de La Studio.
     
    Alejada de cualquier traza de divismo, es pura energía. Cercana, vital, intensa, contradictoria y filosófica, la roquera más sensible confiesa sus ilusiones y sus miedos, al tiempo que va desgranando retazos de una vida que exprime al máximo.

    Todo en ella es auténtico, apasionado, real, aunque, paradójicamente, su presencia evoque un halo de misticismo terrenal difícil de etiquetar. Nos reunimos con ella hace unos días para hablar con calma de su vida, de sus anhelos y de su nuevo disco, “Almas gemelas”. Hacía siete años que no publicaba un álbum de temas inéditos. Y este lo es, además de profundo, intimista, rotundo, maravilloso... tan suyo, tan lleno de Luz.

    Mujer hoy. Dijo que no iba a cantar sobre la dura experiencia del cáncer. Sin embargo, en “Ella y yo” relata cómo ha vivido la enfermedad, y lo hace casi como si fuera una relación de amor.
    Luz Casal.
    La canción empieza con una cierta reflexión entre el saber y el sentir. Es un peso duro que termina convirtiéndose en algo etéreo. Una de la frases que más me gusta de este tema es esta: “Únicas en el rosal con collares de coral”. Que una cosa así se haya transformado en algo tan bello y oloroso... Es un ejercicio de limpieza, es la emoción de la vida. Tiene una de las letras más bonitas del disco, junto con la de “Si pudiera”.

    P. Si pudiera… ¿qué?
    R. Si pudiera tener una varita mágica, cambiaría muchas cosas. Me siento orgullosa de que, dentro de mis posibilidades, haya podido cambiar algunas. Es una satisfacción, por ejemplo, conseguir que alguien que está agarrotado de pena salga de eso. Creo más en la ayuda inmediata al que tienes cerca que en las grandes causas.

    P. ¿Quién necesita más la música: el que la escucha o el que la canta?
    R. Los dos. Con la música puedes ayudar a mucha gente y, a través de las actuaciones, oyes sus comentarios. Algunos te hablan desde la profundidad absoluta y entonces pienso que ha merecido la pena. No se trata de que me aplaudan; lo que tiene importancia es que alguien se haya desahogado escuchando una canción tuya o que le hayas alegrado el día. Eso es impagable.

    P. ¿La gente le pide consejo?
    R. Sí, incluso para cuestiones complicadas, como que yo les diga si deben hacerse una mastectomía radical.

    P. ¿Es verdad que un admirador anónimo le mandaba naranjas?
    R. ¡Oh, sí! Cada 21 días me llegaba una caja de naranjas y un ramo de azucenas. En la vida he sido afortunada, porque no todo el mundo tiene la fuerza y la ayuda para levantarse.

    P. También hay que aprender a no quejarse.
    R. Yo nunca he pensado que tuviera mala suerte por haber pasado dos veces esta enfermedad y no he caído en el lamento.

    P. ¿Cómo lleva la soledad?
    R. No la busco, pero tampoco la llevo mal. Me crié sin familiares cercanos, por eso siempre he tenido el recurso de la música y la lectura... He tratado de no aburrirme jamás, y eso da un carácter especial.


    P. Dice que cuando se ha apartado un poco de la música ha sido catastrófico.
    R. Es verdad. Para mí, escuchar música es como respirar [risas]. Así de sencillo.

    P. ¿Le viene de familia?
    R. Hay afición y algunos son buenos, pero no se dedican a esto profesionalmente.

    P. ¿Qué hacían sus padres?
    R. Mi madre era ATS y mi padre trabajaba en el puerto de Avilés. Procedían de una pequeña aldea gallega (Boimorto, A Coruña), donde ahora yo organizo un festival de música. Pero cuando tenía seis meses, nos trasladamos a Asturias, y allí me crié.

    P. Por cierto, al hablar se come todas las eses. ¿De dónde le viene ese acento andaluz?
    R. No lo sé, siempre he hablado con poca fluidez y con un acento un poco raro. La gente me reconoce sin mirarme, solo con oírme. Y me parece cojonudo, porque es mi voz, no algo provocado.

    P. Es hija única, ¿y mimada?
    R. Sí, he tenido bastantes privilegios. ¿Que queríamos ir a esquiar?, pues la niña tenía esquíes. ¿Que había que llevarla al colegio?, pues yo iba al mejor, no al de la mayoría.

    P. ¿Qué tal estudiante fue?
    R. Era buena en Música y me gustaba mucho la Literatura. Y era pésima en Ciencias. Me da un coraje horroroso cuando ahora leo cosas de Física o de Química y veo que no sé fórmulas más allá del H2O.

    P. Seguro que de pequeña fue una niña distinta, con una enorme personalidad.
    R. Sí, siempre he sido diferente. Primero, siempre he sido bastante grande. Y, además, me dediqué muy pronto a la música; yo iba a cantar cuando el resto de los niños iban de cumpleaños.

    P. ¿A qué edad empezó a cobrar por cantar?
    R. Con 10 años. A mi madre le parecía bien; pero a mi padre, no tanto. Él era más temeroso. De hecho, en las reuniones con amigos nunca se mencionaba que yo cantaba, porque no estaba bien visto.
    P. Cuando cumplió 16 años, se vino a Madrid.
    R.
    Me costó mucho conseguir que mis padres me dejaran. El primer año mi madre estuvo conmigo casi todo el tiempo. La capital era el único sitio para salir adelante, era un objetivo y así me lo planteé. Va con mi carácter ponerme tareas y metas.

    P. ¿Por qué tiene esa preocupación por aprovechar al máximo cada minuto?
    R
    . Porque hay tantas cosas que me gustan y tan poco tiempo para conocerlas y disfrutarlas... Siempre he pensado así.

    P. Sin embargo, lo normal es que los jóvenes se crean eternos y vean la vida muy larga.
    R.
    No se trata de si es corta o larga, yo lo veo de otra manera: me gustan tantas cosas, hay tantos libros por leer, tantos sitios por visitar... Cuando me dicen que conozco mucho mundo, pienso que todavía me queda mucho por conocer. Aprovechar cada minuto del tiempo es para mi una forma de vida.

    P. Los primeros años en Madrid fueron muy duros, ¿no?
    R.
    Fue por la soledad, por no tener contactos, por tener que ir por ahí diciendo que cantaba, con el pelo muy largo, los pantalones desgastados y un jersey que valía para tres cuerpos como el mío... Era una sensación constante de frustración, había que salir cada día a buscar un hueco.

    P. Al poco tiempo, empezó la movida, y participó activamente en aquella explosión de libertad.
    R.
    Cada uno la interpretó como quiso. Para mí ser libre tenía mucho que ver con ser auténtica, pero no maleducada.

    P. Sus padres ¿no tenían miedo?
    R. No, porque como no estaban en Madrid, no veían en qué derivaba esto; además, tenían mucha confianza en mí. Creo que, aunque nunca hablamos de manera profunda, mi madre tenía conmigo, y tiene, un vínculo enorme.

    P. ¿Se mantuvo alejada de las drogas?
    R.
    Sí, tuve tonteos mínimos.

    P. ¿Quiere decir con el porro y nada más?
    R.
    Sí, me gustan las aventuras pero mucho más saber que tengo el control de mí misma. Eso me ha salvado de muchas cosas. No me gusta verme estúpida porque me haya bebido cinco copas.

    P. Un día conoce a Paco Pérez Bryan, periodista entonces de RNE, y empiezan a salir. Han pasado 30 años, intensos ¿no?
    R.
    Sí [Sonríe]. Él ahora es historiador.

    P. Cuando canta esas canciones de amor tan sentidas, ¿piensa en él?
    R.
    ¡Noo! Cuando cantas una canción de amor te metes en ella para sentirla, para vivirla... Es como si te transformaras. Pero habría que preguntarle a él qué es lo que siente cuando me escucha cantar...

    P. ¿Qué ocurre cuando termina un concierto y se baja del escenario?
    R.
    El cansancio es físico, y también emocional, que es el que más cuesta, es como si te vaciaras. Por muy bien que hayas cantado, por muy buena relación que hayas entablado con el público, cuando llegas al camerino, estás excitadísima.

    P. No resulta difícil imaginarla en el papel de madre. ¿Le hubiera gustado tener hijos?
    R.
    Digamos que cuando pudo ser, no se quiso, y cuando se quiso, no pudo ser. Pero no es una asignatura pendiente ni sé si he tenido alguna vez eso que se denomina instinto maternal. A mí me gustan los niños y casi siempre les saco una sonrisa.

    P. Cuando, en 1995, murió su padre dijo que había sido una pérdida muy dura.
    R.
    Mucho más de lo que pensaba. Fue en ese momento cuando reconocí que parte de mi carácter era suyo y lo entendí mucho mejor. Cuando lo perdí, parecía que su presencia era diaria. El comentario de alguien, el reconocerme en su carácter... son cosas que aparecieron después de irse, no hablo de otro tipo de presencias, ¡eh! [Sonríe].

    P. ¿Es religiosa?
    R.
    Creyente, y creo que él está en otro sitio.
    P. Matilde, su madre, tiene ahora otra pareja.
    R.
    La tiene desde hace tiempo, mis padres estaban separados. Últimamente estoy yendo más a verla, porque ya es mayor. Y si la regaño porque se le olvida algo, me dice: “Cuando tengas tú mi edad...”.

    P. Han cambiado las tornas...
    R.
    Sí, de esto hace mucho. A mi madre los armarios siempre se los he ordenado yo, aunque de ella heredé su gran actividad.

    P. ¿Y esa cabeza tan bien amueblada?
    R.
    Eso creo que es de mi padre, era muy equilibrado, aunque impulsivo. Y yo soy así, pero no lo llevo mal.

    P. Ha dicho que no le tiene miedo a la muerte, ¿teme más a la de un familiar?
    R.
    Sí, lo que pasa es que hay que ser realista. Tienes que saber a qué te lleva la vida, no te puedes cerrar a obviedades como esta.

    P. ¿Por qué dice que vive al filo del cuchillo?
    R.
    Porque me exprimo al máximo. No me acuesto hasta que ya no puedo más.

    P. ¿Pesa la vida cuando ha sido muy vivida?
    R.
    A mí, de momento, no. Sé más y me doy cuenta de que hay cosas muy pesadas.

    P. Pese a la fuerza que tiene, a veces da la sensación de ser muy vulnerable.
    R.
    Absolutamente, me puede hacer daño el vuelo de una mosca. Lo que pasa es que tengo capacidad para reaccionar. ¿Cómo, si no fuera vulnerable y sensible, sería capaz de cantar las historias que canto?

    P. Le he oído comentar que si ordenara los pensamientos, hablaría mejor.
    R.
    Tengo un “bulle, bulle” constante. Pienso más rápido de lo que hablo y me atropello.

    P. Es la música la que la llena y la vacía, la que la excita y la deja exhausta…
    R.
    Es la única manera en la que yo comprendo esto.

    P. Seguro que tanta intensidad no es buena.
    R.
    A veces, me agoto yo sola [Risas].

    P. ¿Nunca ha tenido la necesidad, o la debilidad, de dejarse llevar por un momento de frivolidad o extravagancia?
    R.
    Ese tipo de cosas no me gustan nada. A mí lo que me hace disfrutar es reírme, pasármelo bien. Antes que caer en la frivolidad, prefiero leer “El Quijote” otra vez.

    TÍTULO; EN DIRECTO, INES BALLESTER, LA RECETA DE INÉS,.

    1- Despertar frente al mar,.
    1- Desayuno con la prensa del día,.
    1-Baño en la Cala Granadella,.
    1 Paella bajo los pinos.
      con mi familia y una copa de vino,.

    QUIEN SABE BEBER, SABER VIVIR,.

    Inés Ballester-foto,.


    Inés Ballester
    Inés Ballester.jpg
    Inés Ballester.
    Nombre real María Inés Ballester Muñoz
    Nacimiento 28 de septiembre de 1958 (55 años) Bandera de España Burriana, Castellón, España
    Ocupación Presentadora y colaboradora
    Canal La 2 y 13 TV
    Cónyuge Rafael Corberó (divorciados)1
    Juan Luis Ruiz de Gauna Peláez
    Hijo(s) Rafael Corberó Ballester
    Inés Ballester en Facebook
    Inés Ballester en Twitter
    Ficha en IMDb
    Premios ganados
    Premios Antena de Oro 2005 - Televisión
    María Inés Ballester Muñoz2 (Burriana, Castellón, 28 de septiembre de 1958) es una periodista y presentadora española.

    Biografía

    Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, inició su carrera en la Cadena Ser para pasar después al magacín diario de Radio Nacional de España. Después de unos años dio el salto a la televisión, primero en el centro territorial de TVE en Valencia, como jefa de programas y después en Canal 9 y Telemadrid. Tras tres años en Telemadrid, fue fichada en Antena 3 en 1997.3 En 2001 volvió a TVE donde presentó el programa matinal Por la mañana, junto con Iñaki del Moral, durante seis temporadas. El programa se despidió en marzo de 2008.
    Sin embargo, poco después, Ballester asume otro matinal en La 1, en este caso los fines de semana, bajo el título El día por delante, estrenado el 24 de mayo de 2008.4 El programa, sin embargo, se despidió el 2 de agosto, sin llegar a los tres meses en pantalla, tras acumular una cuota de pantalla del 11,3%, por debajo de la media de la cadena.5
    Entre enero y diciembre de 2010 co-presentó, junto a Carmen Sevilla, el programa Cine de barrio de La 1.
    Desde 2009 colabora en el programa Julia en la onda, en Onda Cero, junto a Julia Otero.
    En octubre de 2011 se incorpora a la cadena 13 TV, presentando el magazine diario Te damos la mañana.6 Un año más tarde estrenaba el programa Nuestro cine en la misma cadena.
    Ballester ha escrito dos libros de recetas de cocina titulados Cocina con corazón y Cocina con más corazón, ambos con la editorial Temas de hoy, que incluye algunas de las mejores recetas que ha dado en su programa.
    En verano de 2012 se da a conocer que Inés está tratándose de un cáncer de mama, enfermedad de la que fue intervenida quirúrgicamente de urgencia en la Fundación Jiménez Díaz.7 8
    El 18 de enero de 2013 se publica que Inés contrae matrimonio por segunda vez, aunque este extremo es desmentido por ella misma.9

    Trabajos destacados en televisión

    Libros

    Premios



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