Museo Guggenheim Bilbao,.
Museo Guggenheim Bilbao-foto,.
Museo Guggenheim Bilbao | |
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(Guggenheim Bilbao Museoa) | |
Fachada norte, junto a la ría de Bilbao. |
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Localización | |
País | España |
Ciudad | Bilbao |
Dirección | Avenida Abandoibarra, 2 48001, Bilbao, Vizcaya |
Información general | |
Superficie | 24.000 m² |
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Inauguración | 18 de octubre de 1997 |
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Administrador(a) | Fundación Solomon R. Guggenheim |
Director(a) | Juan Ignacio Vidarte |
Información del edificio | |
Construcción | 1992-1997 |
Información visitantes | |
Visitantes/año | 1.014.104 (2012)1 931.015 (2013)2 |
Metro | Moyua Guggenheim (tranvía) |
Sitio web | Museo Guggenheim Bilbao |
Coordenadas | 43°16′07″N 2°56′03″OCoordenadas: 43°16′07″N 2°56′03″O (mapa) |
Las negociaciones para la construcción del museo entre las autoridades públicas de la comunidad autónoma del País Vasco y los directivos de la Fundación Guggenheim comenzaron en febrero de 1991. El acuerdo se firmó a fines de ese año, y se seleccionó al arquitecto, y el emplazamiento del edificio a mediados de 1992. Desde su inauguración en 1997, el museo ha recibido una media superior al millón de visitantes anuales, y ha causado un impacto extraordinario en la economía y la sociedad vasca, impulsando el turismo en la región, y promoviendo la revitalización de múltiples espacios públicos y privados en la villa, además de mejorar la imagen de la ciudad.3
La característica más llamativa del museo es el innovador edificio en el que se emplaza, constituido por formas curvilíneas y retorcidas, recubiertas de piedra caliza, cortinas de cristal y planchas de titanio. Cuenta con una superficie total de 24.000 m², de los cuales 10.540 m² están reservados para las exposiciones, distribuidos en 19 galerías. Se ubica a orillas de la ría de Bilbao, en una zona denominada Abandoibarra, junto al puente Príncipes de España (puente de La Salve), que está rodeado por una torre hueca.
El 3 de diciembre de 2014 el patronato del Museo Guggenheim Bilbao aprobó renovar por otros 20 años la colaboración con la Fundación Solomon R. Guggenheim de Nueva York, suscrita en 1994 y cuya vigencia vencía el 31 de diciembre.4,etc,.
TÍTULO:A FONDO,LO MEJOR DE ALICE, SEGUN MUNRO,.
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Las emociones de las vidas sencillas son el barro con el que la escritora, una maestra de este género, modela sus relatos,.-foto,.
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La premio Nobel selecciona sus mejores cuentos en 'Todo queda en casa',.
Un año después de que Alice Munro se consagrara como una escritora universal gracias al premio Nobel, la propia narradora canadiense selecciona los que tiene por sus mejores cuentos. Y eso es mucho decir cuando hablamos de una gran maestra del género a quien la crítica señala como una «Chéjov contemporánea». Desde esa cima de relato, ella misma ha elegido los 24 cuentos que configuran 'Todo queda en casa' (Lumen), un millar de páginas que invitan a recorrer y disfrutar del universo de una escritora que ha hecho de las emociones de las vidas sencillas el barro con el que modela sus fábulas.
Es también el resumen de una vida dedicada a la literatura y una suerte de despedida de la gran dama de las letras canadienses, que, con 83 años, vuelve a dar por concluido su ciclo como narradora. Para completar su retrato literario y vital, la edición incluye, a modo de prólogo, 'Alice Munro en sus propias palabras', la entrevista que sirvió de discurso de agradecimiento de la autora a la Academia sueca tras la concesión del Nobel y en la que se presenta como «un ama de casa que aprendió a escribir en los ratos libres».
La selección toma el título de un cuento que apareció en 'Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio' y abarca toda su carrera con cuentos que se publicaron originalmente en sus libros más celebrados: 'Mi vida querida', 'Demasiada felicidad', 'La vida desde Castle Rock', 'Escapada' y 'El amor de una mujer'.
Como en los cuentos de Chéjov, los de Munro jamás dejan ver el armazón de su genialidad, con una sencillez solo aparente sostenida en frases precisas y un acerado sentido crítico sin juicios morales. Se centran siempre en las relaciones humanas sobre las que Munro coloca la lente de la vida cotidiana, un registro en el que la propia escritora se declara deudora de antecesoras como Flannery O'Connor, Katherine Anne Porter, Eudora Welty o Carson McCullers. «Creo que escribo naturalmente de una manera fácil, sin pensar en que eso tenga que ser fácil», asegura.
«Quiero que mis cuentos conmuevan a las personas; no me importa si son hombres, mujeres o niños... Quisiera que el lector, al terminar un cuento, sintiera que es una persona distinta», es la intención confesa de la autora, que admite no conocía la palabra 'feminismo', pero desde luego, era una feminista.
Sus relatos los protagonizan gentes sencillas, anónimas y con problemas reconocibles. A menudo madres e hijas, mujeres valientes, y decididas habitantes de pequeñas ciudades. Como Clinton, en Ontario, y Comox, en la Columbia británica, entre las que hoy reparte su tiempo Alice Munro, voluntariamente apartada del vértigo y el bullicio de las grandes urbes y siempre al margen de los cenáculos literarios.
En esos ámbitos despliega un mundo emocional en el que el placer y el dolor se agazapan a menudo bajo el hule de una mesa de cocina. Esas emociones y sentimientos de personajes comunes en parajes lejanos son el alma de unos cuentos que entusiasman por su sencillez y que encierran lo mejor y lo peor de nosotros. «Pienso que cualquier vida, cualquier entorno, puede ser interesante», afirma Munro, que jamás pensó «en la escritura como un don» y que acaso «no hubiera sido tan osada si hubiera vivido en una ciudad, compitiendo con personas».
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