viernes, 12 de diciembre de 2014

EL BUEN TOMATE, LA REGION NECESITA TOMATE PORTUGUES,./ REVISTA CAMPO, EL FUTURO DEL CERDO PASA POR EL CONTROL RIGUROSO,.

TÍTULO: EL BUEN TOMATE, LA REGION NECESITA TOMATE PORTUGUES,.
La región necesita tomate portugués--foto,.

Las principales industrias importaron del país vecino 109 toneladas esta campaña,.

 Si el refrán válido para explicar la diversificación de riesgos habla de no poner todos los huevos en la misma cesta, en el sector tomatero extremeño está ocurriendo que las principales industrias ponen este fruto en distintas matas. Hace años que el complemento al tomate extremeño está en Portugal. «Está cerca y no repercute en el transporte, y allí el clima es un poco más suave por su cercanía a la costa, así que suele sacarse más rendimiento a cada hectárea, aunque hay excepciones dependiendo de la meteorología, por ejemplo en la última cosecha realizada», explica Ricardo Cuéllar, coordinador de la Mesa del Tomate, asociación entre cuyos fines figura el seguimiento de este cultivo .

 La producción ‘extremeña’ en Portugal aflora precisamente al publicarse la balanza comercial de la Junta. En la región, en términos generales, seguimos exportando por un valor superior al que importamos productos que nos llegan desde fuera, 1.242 millones en el primer caso por 732 millones en el segundo

 TÍTULO: REVISTA CAMPO, EL FUTURO DEL CERDO PASA POR EL CONTROL RIGUROSO,.

EL FUTURO DEL CERDO PASA POR EL CONTROL RIGUROSO,.-

    Angel Hornedo apuesta por los controles de calidad . :: JSP
  • Este trujillano ha estado siempre vinculado al campo y ha sido dirigente de Asaja

  • foto-Ángel Hornedo Experto del mundo del ibérico,.

Aunque vive en Cáceres, sus raíces están en Trujillo. Ángel Hornedo, de 56 años, se dedica a la gestión de diferentes explotaciones ganaderas, incluso la suya. A lo largo de los años, se ha convertido en un experto del mundo del campo y, sobre todo, del sector porcino. En su juventud, hizo la carrera de Ingeniero Agrónomo y la especialidad de Zootecnia en Madrid. Una vez que terminó sus estudios, continuó con los negocios de su padre, que era la ganadería y la venta de piensos compuestos. Poco a poco se fue metiendo en este mundo y comenzó a interesarse por las inquietudes de los distintos profesionales del sector. «De ahí me vino el meterme en asociaciones agrarias y en las reuniones de Asaja». Fue presidente de esta organización dos años y medio. Cuando dejó la venta de piensos por varias circunstancias, de dedicó a la gestión de explotaciones de vacuno y de porcino, hasta ahora.
¿Por qué estuvo solo dos años en Asaja?
Había que dedicar mucho tiempo a la defensa del sector. Ese tiempo había que quitárselo a la empresa propia y no era un puesto remunerado. Al final, era por amor al arte y aunque me gustaba, pedí a la directiva que nombrara a otro presidente. A pesar de ello, estoy muy vinculado con la organización. Vivo cerca de la sede en Cáceres y suelo ir a menudo. Intento estar en los debates y conocer las negociaciones que se llevan a cabo en distintos temas.
Como experto en el sector porcino, ¿Cuáles son las principales dudas que surgen?
El cerdo ibérico ha sufrido muchísimo desde el punto de vista económico. Poco a poco se ha ido decantando por unas normas de calidad que se han negociado por todo el sector. La última se ha sacado en enero de este año. Ahora, lo que necesita saber la gente es la verdad. Así de sencillo, pero nadie o muy poquitos profesionales están dispuestos a decir lo que es la verdad, debido a que se tiene un poco de temor al que el sector se rompa. Me explico. Hay dos aspectos importantes como la raza y la alimentación. Si se juega con esas variables, se obtienen animales y alimentos de determinadas calidades. Por tanto, se precisa unos controles rigurosos que tanto la ganadería como la industria nunca han estado dispuesto a admitir. Yo soy de la teoría de que diciendo la verdad absoluta y habiendo los controles necesarios, al final nos va a ir bien a todos. Las cosas hay que decirlas por su nombre.
Con estas condicionantes, ¿Cómo está el sector?
Ahora mismo, la nueva norma de calidad ha supuesto un antes y un después. Ha sido muy importante y rigurosa. De ahí, se está determinando que el sector se organice según la calidad y llegue al consumidor lo que es una cosa y lo que es otra. Se van a conocer mejor las características del producto. Para ello, hay que explicarlo, dar charlas de todo tipo e, incluso, con degustaciones. He tenido la oportunidad de impartir conferencias sobre esa nueva norma de calidad y he hablado de las tres categorías fundamentales, como son el cerdo ibérico puro de bellota, el cruzado de bellota y el cruzado de pienso. Después, he hecho alguna degustación y los participantes han visto las diferencias de calidad de cada uno. Considero que es muy interesante porque, dando unas pautas y conocimientos previos, se aprende a distinguir el producto y a seleccionar según el interés del consumidor.
¿Y el futuro?
El futuro del cerdo pasa por el control riguroso, porque se cumpla la norma. Todos debemos estar dispuestos a que nos controlen y que nos digan si el trabajo se está haciendo bien o mal. Esos controladores deberían ser ajenos a la ganadería y para ello hay organizaciones. Es cierto que nunca dejará de haber 'dientes de sierra' con la subida y bajadas en las ventas. Esas subidas provocarán que haya una mayor producción y puede provocar la superproducción. Eso sí, los que hagan una determinada calidad, que sea controlada, sepan venderla y que el mercado se fíe de ella.

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