sábado, 13 de junio de 2015

EN TIERRA HOSTIL - EL SOL ES MAS PELIGROSO QUE NUNCA,. / AQUI LA TIERRA - ¿ POR QUE A VECES ES BUENO SUSPENDER ?,.

TÍTULO: EN TIERRA HOSTIL - EL SOL ES MAS PELIGROSO QUE NUNCA,.

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 En tierra hostil es un programa de televisión español de reportajes-documental, producido y presentado por Alejandra Andrade y Jalis de la Serna,. foto

 

 

TÍTULO:  EL SOL ES MAS PELIGROSO QUE NUNCA,.

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  • Las consecuencias de la radiación solar son similares a la de Chernobyl, dice un experto,.

    El sol es más peligroso que antes. No hay duda. "La radiación solar está constituida por varios tipos de rayos, el más importante, la luz ultravioleta. La capa de ozono filtra el rayo ultravioleta C, el más cancerígeno. Sin embargo, ésta se ha reducido entre el 0,5% y el 1% en todo el mundo y esto ha supuesto que pase mucha más radiación solar de tipo C a la tierra", explica el doctor Julián Conejo-Mir, presidente de honor de la Academia Española de Dermatología. "Es decir, que una persona que va a la playa hoy, en un día, se quema, mientras que antes raramente lo hacía", prosigue.
    El jefe de servicio y director de la Unidad de Gestión Clínica de Dermatología del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla recuerda que "la radiación solar es el enemigo número uno de nuestro cuerpo. Nuestra piel es la muralla que nos independiza del exterior, por lo que es la que sufre más agresividad. Mucho más que el pulmón, el aparato digestivo o el hígado. La piel es la que más se daña día a día", señala. Y sentencia: "La radiación solar es idéntica que la radiación que emitía Chernobyl cuando estaba radioactivo".
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    La evolución ha dejado al homo sapiens desprovisto de protección ante la agresión de este agente, por eso Conejo-Mir advierte que "o el ser humano hace algo respecto a la adaptación de la piel al medio o peligra la vida de nuestro ser humano en unos miles de años".

    Pistas y claves en la detección

    La primera pista para advertir posibles lesiones solares en el cuerpo está en los lunares. El catedrático de Dermatología de la Universidad de Sevilla apunta que un adulto tiene de media unos cincuenta, que aparecen, en un 90% de los casos, a partir de la pubertad. Para detectar irregularidades, el doctor Conejo-Mir recomienda una serie de claves. "Si tienes el ABCD en alguno de tus lunares tienes 100.000 veces más posibilidades de tener un melanoma que una persona cualquiera", advierte.
    Este esquema, que tiene que darse completo en el lunar, señala como pasos clave a revisar los siguientes: A, de asimetría. Es decir, que no sea un lunar redondo, que tenga picos. B, de bordes irregulares (distorsionados). C de colores. Que el lunar tenga varios colores y no sea homogéneo. Y D, de diámetro, es decir, que tenga un diámetro superior a seis milímetros.
    "Ahora le añadimos una De, que se refiere a la dermatoscopia. Con esta tecnología vemos el lunar por dentro y su patrón de melanina. Si vemos un lunar hasta la D con los ojos y lo analizamos con este aparato, tenemos un 90% de diagnóstico certero. Hoy simplemente con la vista y el dermatoscopio podemos identificar perfectamente al asesino", prosigue.

    Alto porcentaje de curación

    Aunque el cáncer de piel es el único cuyo número de casos aumenta cada año, cuenta con una elevada tasa de curación. "En el melanoma hay dos fases, una primera, que dura unos dos o tres años, en la que, si se erradica ahí, se van a curar en el 100% de los casos porque es una fase de crecimiento radial", afirma el doctor Conejo-Mir. "Hay una segunda fase, más tardía, en la que el melanoma crece hacia abajo. Si lo hace, llega a los vasos y da metástasis. Pero el catedrático insiste. "La palabra melanoma ya no es inherente a un cáncer agresivo por el que se va a morir la persona como pasaba antes. Hace 50 años, fallecían el 80% de las personas que tenían cáncer de tipo melanoma, hoy la tasa de mortalidad global está en menos del 8%. El pronóstico ha cambiado radicalmente sobre todo en base al diagnóstico precoz, porque se detecta muy rápidamente", concluye.

    TÍTULO:  AQUI LA TIERRA - ¿  POR QUE A VECES ES BUENO SUSPENDER ?,.

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     "Aquí la Tierra" es un programa diario de TVE, de 20.30 a 21.00 donde Jacob Petrus nos ofrece una mirada inédita y entretenida sobre nuestro planeta. foto,.









    TÍTULO: ¿  POR QUE A VECES ES BUENO SUSPENDER ?,.

    Estudiantes realizan una prueba de Selectividad en el campus de...¿Por qué a veces es bueno suspender?  foto,

    • El error permite analizar la situación para mejorar. El acierto, no,.

    • La actitud de los padres es clave para afrontar los suspensos correctamente,.

    • Hay que enseñar a los chicos a tolerar la frustración, desde la escuela y desde casa,.

      La vida está llena de aciertos y de errores, quizá más de los segundos que de los primeros, pero pocas veces nos enseñan a gestionarlos de la forma adecuada o a sacarles el mayor provecho. "Me gustan mis errores", decía Charles Chaplin, "no quiero renunciar a la libertad deliciosa de equivocarme".
      Es hora punta de cierre de evaluaciones, obtención de calificaciones y notas de corte para poder acceder a distintas formaciones y las palabras de aprobado o suspenso cobran en estos días un especial protagonismo. La meta está en sacar más de un cinco, pero a veces el aprendizaje no radica en ese corte. Así, lo explican a este periódico varios expertos en educación.
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      "Si algo te sale mal, evalúas la situación y analizas lo que pudo salir mal. En cambio, cuando apruebas, no te paras a pensar en por qué salió bien. El error siempre se analiza, el acierto no", afirma José Manuel Suárez Sandomingo, presidente de la Asociación Profesional de Pedagogos y Psicopedagogos de Galicia (APEGA). El error te permite elaborar un respuesta y por tanto un proceso de aprendizaje que puedes aplicar después a otros casos.
      En el mundo académico, "suspender no es más que una circunstancia de la vida que puede servir de aliciente, haciendo evidente que algo no ha ido como debería. Permite mejorar la manera de trabajar", añade por su parte María Bustamante, psicóloga infantil del Instituto Centta de Madrid.

      Los motivos del suspenso

      El porcentaje de suspensos en las pruebas de Selectividad está en torno al 5% cada año. Pero la cifra en Bachillerato, es mucho más elevada. "En algunas ocasiones puede acercarse al 50%, aunque varía mucho entre unas comunidades autónomas", señala Jesús Zapatero Herranz, orientador educativo y miembro de la junta directiva de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía (AAPS).
      Para poder sacar el lado positivo a los suspensos, opina el especialista, "hay que analizarlos bien y hacer un plan de mejora que por desgracia muy pocas veces se hace".
      Los motivos del suspenso son muy numerosos y el foco hay que ponerlo en muchas áreas, empezando desde la propia escuela como institución. "La escuela es una carrera de obstáculos y la maduración del niño no tiene por qué coincidir con las etapas académicas; cada niño evoluciona en un tiempo distinto", explica Suárez. Y ahí, radican muchos de los problemas.
      Según van pasando las etapas educativas, las dificultades se complican, no sólo en las materias sino también en las exigencias de cada profesor y el niño puede que biológicamente aún no esté preparado para ellos.
      Por otra parte, el aprendizaje que se enseña a los alumnos de sus aciertos o errores no siempre es el adecuado. "El fracaso escolar es una entelequia, todo se reduce a aprobar o suspender y en el aprendizaje influyen muchos más factores", afirma este experto. Por ejemplo, sería muy necesario que desde la escuela se impartiesen clases de técnicas de estudio "Al alumnado se les dice qué estudiar pero no cómo hacerlo", lamenta. De modo que al ir suspendiendo, los alumnos se van frustrando: les 'aprietan' en casa, les castigan y pueden incluso cambiar de compañeros o amigos al repetir cursos -aunque a veces esta opción es la mejor socialmente-.
      Todo esto unido a factores propios de su edad hace que el niño se sienta cada vez peor.
      "Algo tenemos que cambiar", apunta Suárez, "la escuela es una entidad clasificadora y no todo el mundo tiene por qué saber de todo. De ahí que cada vez se esté prestando más atención a la teoría de las Inteligencias Múltiples de Gadner. Uno, por ejemplo, puede ser muy bueno en matemáticas pero muy malo en filosofía. Cada uno tiene una capacidad específica, no tiene por qué tener todas". Y eso es precisamente lo que defendió el psicólogo Howard Gardner cuando habló por primera vez en el año 1983 de esta teoría: "No tenemos una única inteligencia, sino una colección de potencialidades que se completan".
      Otra de las cuestiones importantes al analizar los motivos del suspenso es el proceso de decidir qué estudiar y qué no. La experiencia profesional de Zapatero Herranz señala que un número importante de alumnos que cursan Bachillerato no sabe por qué, ni para qué lo están estudiando. "No lo tienen muy claro ni tampoco conocen bien otras alternativas, como los ciclos de grado medio de Formación Profesional", afirma. La metodología que se emplea en el Bachillerato está muy basada en el estudio y la memorización, ya que se enfoca sobre todo a la preparación de la Selectividad. Y, por otro lado, siguen existiendo materias generales y comunes -aunque existan diferentes modalidades y asignaturas optativas que elige el alumno según sus intereses-.
      "El proceso para decidir si hacer Bachillerato o no es muy importante", expone este especialista. Pero para esto, existen algunos problemas. Uno de ellos es la falta de información y prejuicios: muchos alumnos no saben lo que es la Formación Profesional. "Parece que es algo de segunda categoría y muchos padres ni se lo plantean", dice. Y, sin embargo, puede ser una de las mejores opciones: "Hay bastantes casos de alumnos que después de hacer primero de bachillerato y tener muy malos resultados han obtenido otros muy buenos cursando un grado medio, e incluso muchos continúan luego sus estudios en ciclos de grado superior y en grados universitarios", informa. Otro de los problemas es sin duda, los escasos recursos que se dedican a la orientación del alumnado.

      Familia y escuela, de la mano

      En ese proceso de análisis del suspenso o del error es importante el papel del profesorado y de la familia. "Hay que tener en cuenta todos los elementos porque no siempre analizamos el porqué de los resultados. Y a las pruebas me remito: algo falla en ese análisis porque nuestro sistema educativo lleva muchos años suspendiendo a más del 25 % de los estudiantes, y los resultados no mejoran". afirma Zapatero.
      La frustración tiene dos salidas: una que sirve como aliciente ('yo puedo con esto, nadie me va a parar') y otra como obstáculo ('no soy capaz, yo no puedo con esto'). Por ello, es fundamental educar en el error y prepararles para los fracasos. "Si a un niño no se les enseña que el error forma parte de la vida, le estaremos enseñando a ser un niño dependiente. Cuando lo que hay que enseñar es todo lo contrario: a ser una persona resiliente y fuerte para la vida", asegura Suárez. Lo mismo sucede con alumnos acostumbrados a aprobar siempre que, de repente, sacan un cuatro y no saben cómo afrontarlo: "Educar en el error es fundamental para valorar lo que cuesta el esfuerzo", insiste.
      Un suspenso hay que canalizarlo como "una nueva oportunidad de demostrar que puede ser superado, o también como un aviso de que tenemos que mejorar", aconseja María Bustamante. La clave principal es, sobre todo, la tranquilidad, el análisis realista y la firmeza en la aplicación de soluciones. Algo fundamental para ello es la actitud de los padres y la enseñanza que les dan a sus hijos. Desde la escuela y desde casa hay que educar para la frustración: el error forma parte de la vida, hace que valoremos más el esfuerzo y que no nos acomodemos en el éxito. De ahí la popular frase de 'lo importante no es llegar sino mantenerse'.
      Es muy importante, insiste Bustamante, que los padres no tomen los suspensos como un índice de valor personal de sus hijos, sino como un reflejo de unas circunstancias que pueden ser resueltas. Deben mantener una actitud adecuada, positiva y firme, que se atienda a lo que puede estar afectando a su hijo, ya que puede interferir en su desarrollo integral. "Nunca deben tampoco medirse a sí mismos como padres por el éxito de sus hijos en los estudios", concluye.

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