La de Whitney
Wolfe no es cualquier revolución. Lo que esta estadounidense de 26 años
pretende hacer es ayudar a romper el arraigado paradigma que dicta que,
en la conquista, los hombres son los que tienen autorización para dar
el primer paso, mientras las mujeres se limitan a esperar pacientemente.
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Para hacerlo, y sin poder decirlo
abiertamente, Wolfe debe destruir el monstruo que ayudó a construir y
que ahora es el principal actor en el mundo de las aplicaciones de citas
para celulares: Tinder, ese gigante con forma de flama de color rojo
que les permite a las personas conectarse con quienes están en un radio
máximo de 150 kilómetros y que ha transformado radicalmente la forma
como las personas se conocen.
Su arma se llama Bumble y, según ella, es la
primera aplicación de citas en la que las mujeres mandan la parada y
pueden estar a salvo de peligros como el ciberacoso por la circulación
de contenido explícito.
Su funcionamiento es sencillo: al igual que
otras aplicaciones de citas, como Tinder, los usuarios de Bumble revisan
las fotos y perfiles de otras personas y escogen cuáles de ellas les
gustan y cuáles no desplazando los dedos hacia la derecha o a la
izquierda de la pantalla, respectivamente. La principal diferencia
frente a otras herramientas de este tipo aparece cuando hay
compatibilidad entre dos usuarios. En este punto, la conversación solo
puede iniciarse si es la mujer quien envía el primer mensaje.
Otra de las principales características de
Bumble, con la que Wolfe quiere seguir captando usuarios, es la
posibilidad de mandar fotos con una marca de agua y el nombre de quien
las manda, con lo que se espera desestimular el envío de contenido
inapropiado y que quienes lo quieran hacer lo piensen dos veces antes de
exponer su identidad, sean hombres o mujeres.
Wolfe, oriunda de Utah (Estados Unidos),
estudió relaciones internacionales en la Universidad Metodista del Sur
de Texas y en La Sorbona, Francia, país en el que ya había vivido por
seis años durante su bachillerato. Cuando terminó la universidad, en el
2012, entró a formar parte de una incubadora de emprendimientos en donde
conoció a los otros cuatro cofundadores de Tinder.
Inicialmente, los cinco querían crear Cardify,
una aplicación que funcionaba como una billetera virtual para guardar
las tarjetas de fidelidad de restaurantes y diferentes tipos de tiendas,
pero no dio resultado; entonces, se embarcaron en la creación de
Tinder, que hoy tiene unos 50 millones de usuarios. Wolfe fue designada
como vicepresidenta de mercadeo.
Pero ahora, tres años después, ella no puede
referirse a Tinder públicamente. La razón: en el 2014, Wolfe demandó a
la compañía y a su casa matriz, InterActiveCorp (IAC), por acoso sexual y
discriminación que presuntamente habría sufrido por parte de uno de sus
cofundadores, Justin Mateen, con quien Wolfe sostuvo una relación, y de
la compañía.
La evidencia de los malos tratos estaría en
los pantallazos de conversaciones entre ambos, publicados por medios
como Business Insider y en los que se leen frases como: “Entiendo.
Prefieres ascender socialmente gracias a cerdos musulmanes que quedarte
sin nada”, que Mateen habría dicho a Wolfe con relación a su nueva
pareja. Finalmente, el pleito con la compañía terminó en un acuerdo
económico que, según Forbes, rondó el millón de dólares.
En español, Bumble, el nombre de su nueva
aplicación, traduciría ‘abejorro’ y y “hace referencia a las sociedades
de abejas, donde la reina, la mujer, está en control. Las abejas macho,
los Bumble, son muy amables y pertenecen a una comunidad respetuosa”,
explica Wolfe, y añade que el éxito que su empresa está teniendo queda
demostrado por el millón de mensajes que los usuarios envían a través de
ella diariamente, de los 200.000 ‘matches’ por día y el crecimiento
semanal del 15 por ciento. También hay planes de lanzar la app en el
sistema operativo Android en los próximos meses.
¿Cómo define Bumble?
Es la solución para la vida de citas de todas
las mujeres a quienes sus mamás, sus papás, sus amigos, la sociedad les
han dicho que no deben hablarles primero a los hombres, que son ellos
quienes deben llegar a ellas. Sin embargo, todas las mujeres que conozco
quieren lo contrario, quieren ser ellas quienes den el primer paso,
pero la regla que la sociedad ha impuesto dice que no deben hacerlo, lo
que las hace sentir sin poder, sin control, que son menos que los
hombres. Bumble es una muy buena solución porque les da la oportunidad a
las mujeres de hacerlo y echarle la culpa a la aplicación, a la
tecnología, por lo que los hombres no van a pensar que ellas están
desesperadas o que son muy lanzadas. Las mujeres van a lograr hacer lo
que quieren sin sentir que están rompiendo alguna clase de regla social.
Es un mensaje poderoso para hacer sentir a las mujeres confiadas y
seguras.
¿Qué pasa con los hombres entonces?
Esta dinámica también hace a los hombres
felices, porque del otro lado de una mujer que se sienta a esperar hay
un hombre del que se espera que siempre haga el primer movimiento y esté
dispuesto a actuar, pero puede que él sea tímido o esté asustado. Esta
aplicación también les da una oportunidad a ellos, la de esperar a que
las mujeres se acerquen.
¿De dónde surge la idea de proponer una nueva posibilidad para las citas en línea?
Es una historia interesante, porque después de
Tinder no quería estar en la industria de las citas. Quería hacer algo
diferente y pensé en crear una aplicación para que las niñas fueran
amables entre ellas. Una plataforma en la que se premiara la amabilidad a
través de compartir fotos, de dejar comentarios positivos y que fuera
‘cool’ para las chicas de 13 a 15 años. Mi intención era generar una
alternativa para acabar con el matoneo, que es un gran problema en el
mundo en que vivimos. Mi compañero de negocios de aquel momento, Andrey
Andreev (el creador de Badoo, una de las principales redes sociales de
Europa), me contactó y me propuso que arrancáramos un proyecto nuevo. A
él le gustó mi idea del buen comportamiento, pero me dijo que lo
enfocáramos en las citas, que es una industria que los dos conocemos.
Así nació Bumble.
Esto suena como a una revolución en el mundo de las aplicaciones para citas…
Sí. Quiero crear un movimiento que transforme
la manera como las mujeres tienen citas, quiero que ellas se sientan
confiadas y seguras, porque sé que así no se involucrarán en relaciones
abusivas, se sentirán empoderadas, seguras y tendrán relaciones
saludables. Si se empieza algo con buenas intenciones y comportamiento,
las probabilidades de que esa relación sea más feliz, valiosa y exitosa
son más altas que si se empieza con agresividad.
¿Cuáles son las principales características de la ‘app’?
Además de las fotos de los usuarios, la
aplicación muestra la formación académica y profesional de ellos, lo
cual es un poco más que el resto de aplicaciones. Después del match, la
mujer tiene 24 horas para hacer el primer movimiento; si no lo hace, el
match desaparece. Esto les da a las mujeres el impulso para hablar
primero y es una excusa para no sentirse muy lanzada, porque es la
aplicación la que la obliga a hablar. Si el hombre quiere prolongar el
tiempo para iniciar la conversación, puede hacerlo por un día más.
También tiene marcas de agua para las fotos, porque en internet la gente
envía cosas sin pensar y estas pueden ser desagradables o groseras. En
Bumble, si se quiere enviar algo, tiene la cara y el nombre de quien lo
envía, lo que hace a esta persona pensar dos veces antes de hacerlo y
ser responsable por su comportamiento, porque quedará registrada.
¿En su vida, se ha encontrado con algunos de esos problemas que quiere acabar en las citas?
Sí, porque aunque yo tengo mucha confianza en
mí misma y me gusta tener las cosas bajo control, soy consciente de que
tener citas en Estados Unidos es complicado por las razones que ya he
mencionado. Recuerdo que en la universidad había un chico que me parecía
muy atractivo y siempre quise hablarle primero, aunque mi intuición me
decía que no lo hiciera. Años después ambos teníamos parejas y estábamos
bromeando, y yo le dije que antes me gustaba y quería hablarle, pero no
fui capaz. Su respuesta fue que le habría encantado. Yo no tenía idea
de que quizás a un hombre le gustaría eso, de que hombres y mujeres
tenemos los mismos deseos y necesidades.
¿Qué ha sido lo más difícil de ser una mujer emprendedora joven?
Ser tomada en serio, porque muchas personas
solo creen que uno es una niña o que lo que está haciendo es una broma o
algo gracioso.
¿Cree que hay sexismo en las aplicaciones de citas?
Hay sexismo en general en las citas. Que la
mujer no pueda hablar primero es sexista, pues indirectamente se les
está diciendo a ellas que los hombres son superiores.
¿Piensa llevar esta revolución a la vida real?
Sí, claro, pero creo que se debe empezar por
algo, y si podemos tener suficientes usuarios en Bumble y hacerlos
utilizar la aplicación todos los días, este comportamiento empezará a
diseminarse por el mundo real. Si uno logra transformar la manera como
la gente actúa, entonces creo que estamos generando una revolución, en
mi opinión.
Muchas personas consideran que estas aplicaciones solo son una manera de encontrar sexo casual…
Yo disido de esa visión, porque si esta es una
manera de encontrar algo casual, entonces se podría decir lo mismo de
todas las personas que se conocieron en bares, en cafeterías o
restaurantes. Conocer a alguien es conocer a alguien, independiente del
lugar donde ocurre la conexión. En Bumble nunca les decimos a los
usuarios para qué deben utilizar las conexiones que tienen. Todo depende
de lo que cada quien busque.
¿Qué impacto están teniendo las aplicaciones de citas en la sociedad?
Creo que cada vez pasamos más tiempo en
nuestros celulares y que esto nos está llevando a entender a nuestros
seguidores en las diferentes redes como la sociedad en sí misma. Esto
significa que estamos perdiendo más conexiones y más oportunidades de
conocer personas en la vida real, por lo que las aplicaciones generan
nuevas oportunidades para que las personas se encuentren. Cada vez hay
más parejas que se conocieron por internet y están teniendo hijos, y
creo que esto va a continuar.
¿Cuál es su consejo para las mujeres que utilizan estas aplicaciones?
Que sean auténticas y sinceras con ellas
mismas, que sus fotos sean una representación de quiénes son; que sean
confiadas y que vayan por lo que quieren.
¿Y para los hombres?
Sean respetuosos y atentos, y no solo suban selfies sin camisa. Usen fotos reales.
TÍTULO: ENTREVISTA - Harry Judd Bateria,.
Harry Judd - foto
Harry Judd | ||
---|---|---|
Harry Judd en una presentación en 2013 |
||
Datos generales | ||
Nombre real | Harry Mark Christopher Judd | |
Nacimiento | 23 de diciembre de 1985 (30 años) | |
Origen | Chelmsford, Essex, Inglaterra | |
Nacionalidad | Británica | |
Cónyuge | Izzy Johnston (2013-presente) | |
Ocupación | Músico | |
Información artística | ||
Género(s) | Pop rock Pop punk |
|
Instrumento(s) | Batería Trompeta Piano |
|
Período de actividad | 2003 - presente | |
Artistas relacionados | McFly, Danny Jones, Dougie Poynter, Tom Fletcher | |
Web | ||
Sitio web | McFly.com | |
Ficha | Harry Judd en IMDb | |
Es también conocido por participar brevemente como batería de Busted y por ganar la novena temporada del concurso de baile británico Strictly Come Dancing, equivalente al español ¡Más que baile!.2 3
Biografía
Harry nació en Chelmsford, Essex, Inglaterra. Es el mayor de tres hermanos, tiene una hermana un año menor que él y un hermano tres años más pequeño. Estudió en el colegio Uppingham, donde también estudiaba el ex componente de la banda Busted, Charlie Simpson. Aprendió a tocar la batería con 16 años ayudado a veces por Charlie Simpson. Sus bandas favoritas son The Who, Simple Plan, Dashboard Confessional, My Chemical Romance, Incubus y The Beatles. Además es un fanático del actor Jim Carrey, siendo su película favorita Ace Ventura Detective de Mascotas.Judd ha estado saliendo con la ex-violinista de Escala, Izzy Johnston, desde que apareció como parte de la sección de cuerda en la gira de conciertos de McFly en 2005. El 17 de mayo de 2012, Judd pidió matrimonio a Izzy en la isla de Santa Lucía.4 Se casaron en Harpenden, Herts el 21 de diciembre de 2012.
Carrera musical
McFly
Harry entró a la banda gracias a un anuncio que encontró en la revista NME, el cual ponía que una banda buscaba bajista y batería. De esta manera también entró Dougie en el grupo, casualmente asistieron a la misma audición.5Apariciones en cine y televisión
Harry ha hecho su aparición, junto al resto de la banda, en el cine de dos maneras: la primera, participando en la película de Lindsay Lohan y Chris Pine, Just my luck, interpretándose a sí mismo.6 7 La segunda, poniendo ritmo al tema principal de la película de Ben Stiller, Noche en el museo, con el tema «Friday Night», extraído de su tercer álbum de estudio, Motion in the Ocean.8También ha participado con sus compañeros en algunos episodios de series británicas como Casualty, Hollyoaks o Doctor Who9 y la más reciente, McFly On the Wall, donde se narra la experiencia como banda de los chicos.10 Además tuvo la oportunidad de aparecer como batería en el videoclip del hit «Crashed the Wedding» de Busted. En el año 2010, la banda rodó su propio cortometraje de 40 minutos de duración de tema vampírico, llamado Nowhere Left to Run, para promocionar su revolucionaria web Super City.11 12
El 19 de noviembre de 2010, Harry ganó un episodio especial de Strictly Come Dancing con motivo de recaudar fondos para Children In Need, donde se asoció con Ola Jordania.
En febrero y diciembre de 2011 fue portada en solitario de la revista Attitude y posteriormente también de Fabulous el 29 de octubre de 2011.13 También participó en el concurso All Star Family Fortunes.
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