AQUEMARROPA - OJALA RÍO SEA MI ULTIMA COMPETICION - CONCHI BELLORIN,./ ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - MARIA TERESA CAMPOS Y SU NOVIO SE ESCAPA A DUBAI,.
TÍTULO: AQUEMARROPA - OJALA RÍO SEA MI ULTIMA COMPETICION - CONCHI BELLORIN,.
Ojalá Río sea mi última competición
-foto--Conchi Bellorín,directora general de Deportes,.
La judoca pacense se ha propuesto con igual intensidad llegar a sus segundos Juegos y cambiar el deporte extremeño,.
Conchi Bellorín Naranjo (Badajoz, 4 de noviembre de 1980) es
peligrosa. Y no porque intimide cuando lleva puesto el quimono, que lo
hace. Es peligrosa porque contagia optimismo y desprende una energía
habitual entre los deportistas pero rara entre los políticos. Una
energía que lleva cinco meses derrochando a partes iguales entre su
despacho de directora general de Deportes y el tatami sobre el que
prepara la que sería su segunda clasificación para unos Juegos
Olímpicos.
Conchi es consciente de que su nombramiento despertó ampollas, pero
comprende que quien no la conozca crea que es imposible compatibilizar
el deporte de alto rendimiento y un alto cargo. Ella no contesta,
trabaja «de lunes a lunes» cuando toca y compite siempre que puede. Sabe
que desde su doble condición puede amoldar la gestión administrativa a
las necesidades de los deportistas. Si un día se quejó porque las cosas
no se hacían bien, ahora se ha puesto manos a la obra para cambiarlas.
Tendrá una legislatura para hacerlo, un ciclo olímpico que terminará en
las próximas elecciones, no en un estadio.
Mucho antes, en agosto si llega a Río o en mayo si finalmente no lo
consigue, lo que terminará será la carrera deportiva de Conchi Bellorín.
Los Juegos serán la clausura soñada, por ella no quedará. Los tiene al
alcance de la mano y no puede dejar pasar la oportunidad. El judo es su
vida, ya se verá si la política también.
¿Cómo se llega a ser directora general?
Con una llamada.
¿De quién?
Fue Carlos Rodríguez -el que fuera consejero de los Jóvenes y el
Deporte entre 2007 y 2011 y que ahora es el jefe de gabinete de
Guillermo Fernández Vara- el que se puso en contacto conmigo. Me dijo
que quería que nos reuniéramos en Mérida, y fue él quien me propuso este
reto.
¿La propuesta fue solamente suya?
No, fue consensuada entre él, el presidente y Esther González, la consejera de Educación y Empleo.
¿Y cuánto tardó en contestar?
Yo lo tenía muy claro. No respondí de una forma contundente, pero en
mi interior sabía que no podía dejar pasar esta oportunidad de luchar
por el deporte en Extremadura desde dentro. Este es mi gran reto. He
tenido muchas vivencias personales y profesionales trabajando en la
federación, en clubes privados, gestionando centro deportivos, pero nada
como esto.
Y en ese diálogo, ¿quién puso más condiciones?
Yo tenía muy claro que mi primer objetivo es estar en Río 2016. Y
pedí cierta libertad para afrontarlo, sobre todo porque la dificultad es
muy grande. Empecé a competir más tarde de lo que hubiera deseado y
tengo que tener un nivel de implicación grande, sobre todo a nivel de
competición. Luego también necesitaba mantener mi actividad privada
porque la competición dura lo que dura. En su día monté un club privado
de judo y un centro deportivo y toda esa gestión he tenido que
trasladarla a otras personas. Lo primero porque es una actividad
incompatible, pero sobre todo porque si mi intención es dedicarme cien
por cien al deporte extremeño y dedicarme cien por cien a mi
clasificación olímpica es que no hay tiempo para más. No me gusta hacer
las cosas a medias.
Y este reto, ¿tiene fecha de caducidad?
Para mí esto es como un ciclo olímpico. Son cuatro años y luego ya
veremos hasta donde podemos llegar. No me pongo límites, pero por ahora
lo que hay son cuatro años por delante en los que tengo que dar lo
mejor. Y a partir de ahí...
No todo el mundo entiende que sea posible ser deportista de alto nivel en activo y directora general.
La mayoría de la gente no lo hace. Y si lo piensas fríamente es hasta
lo normal. Yo lo que he intentado es sacar lo positivo de esta
situación, que es que tengo 35 años y que mi forma de entrenar ahora no
es la misma que cuando tenía 20. Ahora busco más calidad que cantidad.
También es verdad que agosto, por ejemplo, fue un mes horroroso. Era
todo nuevo para mí. Tengo experiencia en gestión, pero nada comparable
con el volumen de una dirección general de una comunidad autónoma. Han
sido horas y horas de estudio, un máster en prácticamente cuatro meses.
Ahora mismo ya soy capaz de organizar la agenda y decir «hasta aquí,
ahora me toca ponerme el quimono o ir al gimnasio».
¿Y qué le diría a esa mayoría que cuestiona su dedicación?
¿Alguien se ha preocupado de saber qué hacía yo hace cuatro años?
Nadie sabe la vida que llevaba antes, si dedicaba más o menos horas a mi
carrera profesional. Mi último año y medio también ha sido muy duro a
nivel de buscarme recursos para poder vivir. Yo era autónoma y con
trabajadores a mi cargo, y diciendo eso mucha gente ya sabe lo que
implica. Tenía que buscar recursos donde no los había y donde sigue sin
haberlos. Eso también me quitaba horas de sueño y horas de
entrenamiento. La única diferencia es que antes todo era judo y no era
capaz de desconectar, y ahora cuando entreno lo hago con más intensidad.
¿Qué toca hoy? ¿Una hora de entrenamiento? Pues a tope esa hora.
Aprovecho mejor el tiempo.
Valores
Cuestión de disciplina.
Siempre he sido disciplinada, por eso he llegado donde he llegado en
el deporte. Disciplina, organización, perseverancia... son valores del
deporte que vienen muy bien para todo.
La perseverancia le llevará a Río.
No sé si llegaremos, pero la oportunidad es real y vamos a por ello.
No quiero tirar la toalla y dentro de un tiempo arrepentirme de haberlo
hecho.
¿Cómo es un día normal de la directora general de Deportes?
Días normales no tengo porque la agenda es una locura, lo que si
tengo es un protocolo que intento seguir. A las seis de la mañana, en mi
casa de Cáceres, con el café sobre la mesa, contesto a algún correo o
adelanto alguna cosa. Luego, ya en Mérida asisto a reuniones o cojo el
coche porque tengo alguna visita. Termino antes de comer o hacemos la
última reunión de trabajo a la hora de la comida. Hay tardes que dedico
solo a entrenar y otras que son de reuniones. Los fines de semana,
cuando me toca estar en algún acto, pues encantada, y si tengo que
competir, compito. No siempre estoy aquí, pero cuando lo hago trabajo de
lunes a lunes.
¿Ha hecho más kilómetros en avión para ir a competir o en coche por las carreteras de Extremadura?
De momento, en avión, porque son viajes muy largos; el último, por
ejemplo, fue a las Islas Mauricio. Pero sí que estoy conociendo mejor la
región, algo que no pude hacer los diez años que estuve fuera.
Después de alguna de las últimas derrotas, ¿ha notado que había llegado a la competición insuficientemente preparada?
Mal preparada no, pero sí que en algunos torneos lo que me ha fallado
es la cabeza, estaba fatigada, pero mentalmente. Habrá competiciones en
las que estaremos mejor que en otras, pero hay situaciones en las que
la prioridad es de la dirección general de Deportes.
Las cuentas de Conchi Bellorín para llegar a Río 2016 no son
sencillas. Las catorce mejores del ránking mundial de cada categoría,
Conchi compite en -57 kilogramos, se clasifican automáticamente con un
máximo de una plaza por país. Hoy por hoy, esa opción queda muy lejana
porque la judoca pacense estaría en el puesto 46 del ranking.
La segunda puerta de acceso a Río es la cuota continental, la que
utilizó para llegar a los Juegos de Londres. La cuota continental
reparte 100 plazas más. Cada continente tiene una lista, donde no están
los judocas ya clasificados y los compatriotas de estos en los pesos
donde ya hayan obtenido representación. Por cada continente solo pueden
clasificar dos judocas por peso y Europa, por ejemplo, reparte 14 plazas
masculinas y 11 femeninas. Con estos criterios, en categoría -57
kilogramos, la última judoca clasificada es la senegalesa Diedhiou, que
con 277 puntos está en el puesto 38. Conchi tiene 271 puntos y está en
el puesto 41. A tiro de piedra de la clasificación. Además, es la
primera española por delante de la navarra Jaione Equisoain, que está en
el puesto 42. Esa es la doble lucha de la directora general, ser la
primera española y escalar en el ránking mundial. Hasta mediados de este
mes enero, Conchi no vuelve a competir. Después tendrá poco más de
cinco meses para cumplir su sueño por segunda vez. «Como voy a
dejarlo... está tan cerca», suspira mientras observa en la pantalla de
su ordenador el ranking de la Federación Internacional de Judo.
A falta de poco más de cinco meses para que se cierre la clasificación olímpica, ¿cómo de lejos o de cerca está de Río 2016?
Aunque estoy en peor situación que en Londres, no estoy muy lejos de
la clasificación. Esa es la realidad que hay que valorar y analizar
fríamente. En julio fui nombrada directora general. Desde entonces he
conseguido organizar mi calendario de competiciones, mi plan de
entrenamiento, tirar para adelante con una estructura nueva en la
dirección general y hemos conseguido ponernos por delante de la primera
española en el ranking, mi último resultado es un bronce en una Copa del
Mundo, la cosa no está tan mal.
¿Está mejor que hace seis meses?
Sí, por eso es el querer seguir. Está claro que si yo veo que es
imposible o que no disfruto, abandonaría, pero es que realmente me veo
mejor.
Viendo lo que le está costando la clasificación olímpica, ¿se arrepiente de haber entrado en el mundo de la política?
No. Yo vivo el momento y estoy disfrutando mucho. Hay días duros,
porque no salen proyectos que me encantaría o hay problemas que te hacen
ir a casa con la cabeza baja, pero la mayor parte del tiempo la
política es una labor gratificante.
Más recursos que dinero
Usted ha estado muchas veces en este despacho, pero
ahora está al otro lado de la mesa. Antes venía a pedir y ahora es usted
la que tiene que decidir. ¿Es difícil ese cambio de lado?
Por un lado, siempre es difícil decir que no, pero, por otro, cuando
lo que te están enseñando es un proyecto factible, un proyecto que
promueve los valores que defendemos desde la dirección general, es más
fácil buscar recursos. Los recursos económicos son los que son, pero
tenemos tantos recursos materiales y de personal que si se quiere se
puede.
Gestiona los recursos que tiene porque el presupuesto no se puede estirar.
Al revés, el presupuesto de Deportes de 2016 se nos ha reducido.
¿Ahora entiende mejor a su antecesor en el cargo?
Sí claro, a él, al deportista, al club, a la federación, a los pagos
que llegan tarde... El reto que tengo es saber cómo utilizar mi
experiencia como deportista para mejorar cosas en la Administración para
que los recursos lleguen al ciudadano extremeño.
¿En qué se diferenciará la gestión de Conchi Bellorín al frente del deporte extremeño con la de sus predecesores?
Las comparaciones son odiosas porque cada persona es distinta. Yo lo
que me he propuesto es poner en marcha líneas de actuación como la de la
visibilidad de la mujer. Me he propuesto generar recursos para deportes
minoritarios socialmente, quiero que llegue el deporte a las zonas
rurales, que ahora mismo es muy complicado. También apuesto por acciones
sociales como la de llegar a los centros de menores, labor para la que
nos viene muy bien estar dentro de la Consejería de Educación y Empleo,
porque el deporte es una herramienta educativa más. Tenemos una
asignatura pendiente que es las personas mayores y la salud. Hay un
programa que se llama 'El ejercicio te cuida' que llega mucho tiempo en
marcha y seguiremos dándole apoyo e intentaremos llegar un poco más
allá. Me preocupa el tema del empleo para los deportistas olímpicos y
paralímpicos, que los tenemos pero a los que pocos conocen. Por ejemplo,
tenemos a Javier Cienfuegos, que está intentando conseguir una
clasificación olímpica desde su tierra y eso hay que ponerlo en valor.
Los valores que transmite en su deporte, en su comunidad, una persona
que tiene siempre una sonrisa en la cara, optimista, perseverante....
Javi personifica los valores del olimpismo y lo tenemos en Extremadura.
¿Ha cambiado algo en la organización de la Dirección General de Deportes?
Cambiado no, reorganizado. Había como muchas miguitas pero sin un fin
común. Ahora, lo primero que hacemos es analizar las necesidades reales
que hay en un determinado campo y con esa información vemos qué podemos
hacer. Lo que no quiero es que porque tengamos un presupuesto de 5.000
euros nos lo gastemos sin pensar. No vamos a generar un proyecto porque
tengamos un dinero. Lo primero es el proyecto y luego buscar el dinero o
asignar los recursos.
Todo eso es mucho trabajo.
Ahí está el reto.
Y después de Río.
Río va a ser mi última cita, y ojalá sea Río y podamos decir que
hemos llegado. Al final he alargado mi carrera deportiva a nivel de alto
rendimiento y tengo muy claro que la competición acabará para mí allí.
La competición es muy dura y ahora necesito tiempo para mí.
Esa dureza es lo que llevó a muchos a pensar que la carrera olímpica y la política son incompatibles.
Mucha gente lo pensó porque tuve un par de competiciones en las que
no me fue muy bien. La verdad es que es duro, pero entonces yo lo que
pensé fue: '¿Qué podemos cambiar?', pero no pensé en rendirme porque la
oportunidad de clasificarme es tan clara... Extremadura debería sacar
pecho porque que una directora general pueda estar en unos Juegos es
algo inédito. De hecho, soy la única deportista en activo a este nivel.
¿La política es una opción a largo plazo?
A mí lo que me mueve es el deporte, siempre he dicho que el deporte
es mi vida, es la herramienta que ha hecho a Conchi Bellorín y creo que
le debo algo. Y aunque Extremadura no siempre ha sido muy cordial
conmigo también le debo mucho.
En la política, como en el judo, los golpes pueden llegar desde cualquier sitio.
Lo sé y lo entiendo. Al final soy una persona pública y cada uno es
libre de opinar lo que quiera. Y cuando tomo una decisión a algunos les
gustará más y a algunos les gustará menos.
¿Se ha llevado ya alguna decepción personal?
Todavía no. Y si alguna ha habido, la he utilizado para mejorar. Si nos quedamos con las cosas malas, no tiramos para adelante.
TÍTULO: ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - MARIA TERESA CAMPOS Y SU NOVIO SE ESCAPA A DUBAI,.
-foto--María Teresa Campos y su novio Bigote Arrocet 'escapan' a Dubái,.
La presentadora y 'Bigote' Arrocet sucumben al destino de moda entre famosos,seducidos por las cálidas temperaturas del emirato,.
No hay nada mejor que poner tierra de por medio para olvidar las
penas y dar rienda suelta a la pasión. Eso es precisamente lo que han
hecho la presentadora María Teresa Campos y su novio Edmundo 'Bigote'
Arrocet. La feliz pareja tomó en Madrid las uvas de Nochevieja con las
maletas hechas. Contando las horas para iniciar una escapada romántica
de lujo y empezar con buen pie este 2016. El destino elegido ha sido
Dubái. Un paraíso de moda entre los famosos, fascinados por las cálidas
temperaturas, el sol y las playas del golfo Pérsico.
La prestigiosa comunicadora española y el humorista chileno ya
disfrutan de unos mágicos días de relax en el turístico emirato árabe.
Llegaron el mismo 1 de enero y fueron recibidos por un grupo de amigos
en el aeropuerto, según avanza el portal 'Vanitatis'. María Teresa ya
había dejado entrever desde hace tiempo su deseo de perderse a algún
lugar remoto. Quería tomarse un respiro. Alejarse de la televisión y
dejar de ser una de las reinas del papel 'couché' y suculento objetivo
de fotográfos, sobre todo tras destaparse en verano de 2014 su historia
de amor.
Las vacaciones que se ha tomado la mediática pareja en Dubái son
también una especie de terapia para la presentadora. Una medicina para
intentar curar o atenuar el dolor que todavía siente por la muerte -el
pasado agosto- de su hermana Aracelli. Sin duda, uno de los mayores
golpes sufridos en un año que arrancaba lleno de ilusiones al tener de
su lado esos tres pilares vitales que todo el mundo desea: salud,
trabajo y amor. «Es muy difícil decir cómo estás cuando uno tiene que
asumir una cosa tan dura y tan inesperada», confesaba recientemente en
una entrevista al programa 'Sálvame'.
Una vez más, su entorno ha sido el motor que la ha animado a llenarse
de fuerzas y cerrar con broche de oro el 2015. Pasó la Navidad en
Málaga con su hija Terelu, el viudo de Aracelli y los hijos de ésta. No
pudo arroparla 'Bigote' al pasar esas fechas en Londres, donde vive su
hija. Pero sí llegó a tiempo para las campanadas. El último día del año
fue una verdadera fiesta en la casa madrileña de María Teresa. Además
del humorista, estuvo presente todo el clan Campos y sus fieles amigos
Rocío Carrasco y Fidel Albiac.
Ahora en Dubái llega el momento más dulce. Aunque no estarán del todo
solos. No en vano, es un refugio altamente apreciado por numerosos
famosos de España. La actriz Lara Dibildos y su novio, Joaquín Capel, se
les adelantaron a María Teresa y Edmundo al recibir el 2016 en el
atractivo lugar. Lo mismo ocurrió con la ex Miss España Raquel Rodríguez
y Álvaro Muñoz Escassi. El jinete, de hecho, ya radica allí desde hace
unos meses por motivos laborales. Se encarga de cuidar los caballos de
un poderoso jeque.
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