Un hombre mata a su mujer de un disparo en la localidad granadina de La Zubia,.
- Los dos cadáveres del matrimonio han sido hallados por una hija de la pareja quién ha alertado del suceso, foto,.
- El 016 es el teléfono de atención a víctimas de violencia de género, es gratuito y no deja huella en la factura,.
Un hombre ha matado presuntamente a su mujer en la madrugada de este domingo con un arma de fuego y después se ha quitado la vida en su vivienda en la localidad granadina de La Zubia, según han informado fuentes cercanas a la investigación.
Los cuerpos han sido hallados este domingo en el domicilio de la pareja por una hija del matrimonio, que es quien ha dado el aviso a la Guardia Civil, cuerpo que se ha hecho cargo de la investigación de lo sucedido.
La pareja, ella de 40 años y él de 43, tenían dos hijos, ambos mayores de edad, y según ha indicado la Benemérita, no existían denuncias previas por violencia de género.
De momento no han trascendido más datos sobre la doble muerte de estas dos personas, que estaban casadas.
Los cuerpos han sido hallados este domingo en el domicilio de la pareja por una hija del matrimonio, que es quien ha dado el aviso a la Guardia Civil, cuerpo que se ha hecho cargo de la investigación de lo sucedido.
La pareja, ella de 40 años y él de 43, tenían dos hijos, ambos mayores de edad, y según ha indicado la Benemérita, no existían denuncias previas por violencia de género.
De momento no han trascendido más datos sobre la doble muerte de estas dos personas, que estaban casadas.
El 016 es el teléfono de atención a víctimas de violencia de género, es gratuito y no deja huella en la factura,.
TITULO: EL MAGO DEL TIEMPO - Campillos y Teba, heridas abiertas un año después de la tromba,.
Decenas de personas fueron rescatadas de sus viviendas, inundadas y rodeadas por el agua. Una de las trombas más devastadoras que se recuerdan en la provincia
descargó con fuerza sobre Campillos, Teba, Ardales, Carratraca,
Bobadilla y más adelante en Ronda y otros municipios, también de la
provincia de Sevilla, durante la noche del 20 de octubre y la madrugada
del 21. Hoy se cumple un año de la noche más larga, del
momento en el que miles de personas temieron por su vida y en el que
José Gil Gutiérrez, bombero de 48 años del Parque de Antequera, falleció
en un accidente mientras que acudía a una de las decenas de incidencias
que registraron en la comarca.
Han pasado 365 días desde aquella noche en la que que los tractores salieron a al calle para transportar a vecinos atrapados. Un año desde que la Guardia Civil se lo jugó todo y fue necesario llamar la Unidad Militar de Emergencias. La vida sigue, pero la escena sigue grabada en la retina de las localidades más afectadas. Además de en el recuerdo, también hay heridas abiertas causadas por la tromba y que un año después siguen sin ser reparadas,.
El alcalde de Campillos, Francisco Guerrero, y el de Teba, Cristóbal Corral, se reúnen en la carretera que conecta ambos municipios, la MA-6404. Esta vía amaneció completamente destruida en el término municipal de Campillos, a dos escasos kilómetros del tebeño: la fuerza de un arroyo que habitualmente baja con un cauce mínimo reventó las canalizaciones y creó un socavón de más de veinte metros que sigue abierto. La rotura de esta carretera es «uno de los muchos daños que siguen sin reparar», explica Guerrero –aunque la muerte de José Gil es, para los dos, el peor trago de aquellos días–.
«Un año después estamos arreglando la avenida Gerardo Fernández, que quedó devastada; todavía tenemos infraestructuras públicas que no se han podido reponer, como el complejo deportivo y las piscinas, hemos pasado el verano sin poder bañarnos«, explica el alcalde de Campillos.
Además de los daños, el regidor de Teba cree que la mayor marca de las inundaciones están «en la memoria colectiva». «Desde entonces no ha llovido mucho, pero caen dos gotas y la gente sigue alarmándose y recordando las dificultades de aquellos días». En cuanto a las consecuencias materiales, Corral explica que «la mayor parte de los vecinos afectados aún no ha recibido un euro». «Han tenido que hacer inversiones fuertes, muchos en vivienda habitual, y aún no se han recibido resoluciones; además estamos esperando la respuesta de la Consejería de Cultura desde hace un año para intervenir en el Castillo de la Estrella, que tuvimos que apuntalar de urgencia tras las lluvias». El regidor explica que el equipo de fútbol del pueblo se ha disuelto porque el campo está inutilizare y no hay fondos para repararlo –el Club Deportivo de Campillos realiza sus entrenamientos en varios pueblos vecinos por la misma razón–.
Pero para Corral y Guerrero, en lo material, el mayor daño está en la carretera que conecta a los dos pueblos. Hay que tener en cuenta que en horario de urgencias los vecinos de Teba deben acudir al centro de salud de Campillos, que queda a unos 10 minutos a través de la MA-6404 (que nace a pocos metros de la instalación sanitaria). «Los tebeños hemos multiplicado por dos el tiempo de los desplazamientos sanitarios». Guerrero coincide, y recuerda que es el «paso natural» para las dos localidades, que mantienen estrechas relaciones comerciales y familiares.
Pero, ¿qué ocurre con esta vía? El portavoz del equipo de gobierno de la Diputación, Francisco Oblaré, explica a SUR que esa carretera se quedó fuera de la primera intervención de urgencia que realizó la administración provincial, porque «los pueblos no se quedan incomunicados ya que hay dos alternativas». Tras las lluvias, la Diputación ejecutó distintas actuaciones de emergencia en las vías en las que era más imperiosa una intervención: núcleos aislados como Bobastro y grandes infraestructuras gravemente perjudicadas, como el itinerario del Caminito del Rey. «Estamos a expensas de los fondos del Estado», apunta Oblaré. Se han solicitado apoyo para actuaciones valoradas en ocho millones de euros.
A día de hoy, Campillos y Teba solo han recibido fondos de la Junta de Andalucía, 420.000 euros de ayuda urgente, firmada en Consejo de Gobierno. «Después de eso, nada», salvo unos fondos incondicionados de Diputación que se entregaron a los pocos meses. Solo en gastos de emergencia para devolver el municipio a la normalidad, el Ayuntamiento ha gastado 350.000 euros, a lo que hay que sumar la reposición material y los recursos invertidos, que suman una cuenta mucho más elevada. Esta cifra es similar a la de Teba, cuyo alcalde estima que el total aportado por el Consistorio tras esta situación es de 800.000 euros –estas cantidades son un porcentaje importante de los presupuestos municipales–.
Otro de las grandes huellas que dejaron estas inundaciones fue la movilización ciudadana para conseguir que se declarase la zona como gravemente afectada por emergencia de protección civil (antes llamada zona catastrófica). Los vecinos de Teba y Campillos cortaron carreteras, se manifestaron por las calles de los pueblos y viajaron al Parlamento Andaluz y al Congreso de los Diputados solicitando la aplicación de esta figura legal que agiliza las ayudas. «Pensábamos que caería maná del cielo, pero la verdad es que el sistema parece una tomadura de pelo, las cosas no son como las pintan», critica con dureza Corral. Guerrero cree que «no se pueden atender situaciones de emergencia con los recursos del día a día», una crítica que transmitieron en persona a la subdelegada del Gobierno, María Gámez. «Deberían haber destinado dinero urgente para atender la situación de forma rápida, parece que se pone un nombre y todo el mundo se queda tranquilo», coinciden.
Además de lo material, tanto Corral como Guerrero han quedado marcados por aquella noche. Corral prefiere quedarse con lo positivo: «Cuando hay un objetivo común, la gente se une y eso me dio esperanza». «Ver al cien por cien de la ciudadanía entregada a la causa para ayudar... es algo necesario». Guerrero comparte ese análisis, aunque destaca una lección: «El ser humano nunca termina de aprender... el día 20 nos cae una tormenta impresionante, al día siguiente nos miramos y no sabíamos cómo abordar la situación, y un día después no se cabía en Campillos de la gente que vino a ayudarnos, había cientos de voluntarios».
El actual consejero de Presidencia, Administraciones Públicas e Interior de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, también recuerda aquellos días. Su valoración personal como máximo dirigente a nivel municipal y responsable último del Consorcio Provincial de Bomberos es que las instituciones conformaron una «gran coordinación». Además, ahora que es responsable de las emergencias en Andalucía, aprecia que «es algo que no varía con el signo político»: «La gestión de las crisis de emergencia funciona muy bien».
Hoy, ambos pueblos van a celebrar sus correspondientes actos en recuerdo a lo que ocurrió hace un año. La Guardia Civil, el Consorcio de Bomberos, y representantes de la Legión acudirán a la llamada de los ayuntamientos para guardar un minuto de silencio en recuerdo a José Gil y agradecer a todos los que colaboraron para recobrar la normalidad. En Campillos colocarán una placa en honor al bombero y se establecerá el día 20 como el día de la solidaridad en el pueblo.
Gámez remarca en declaraciones a SUR que la UME fue «fundamental» para reponer la normalidad, y que no se dudó al activarla. Además, recuerda que la declaración de zona gravemente afectada por emergencia de protección civil se hizo «con la mayor celeridad posible», en referencia a las críticas de los alcaldes por la lentitud del Estado.
Con respecto a que las solicitudes de ayuda se estén resolviendo ahora, Gámez explica que la figura de zona catastrófica es una figura que agiliza los procesos y aumenta los porcentajes económicos, pero que los procedimientos requieren una serie de trámites y procedimientos. «No todas llegaron de inmediato, en la mayoría de casos no ha pasado ni un año, y hay que valorar todos los aspectos», recalca. «El 85% de las solicitudes ya se ha tramitado», es decir: 939 expedientes de los 1.117 presentados «ya están resueltos».
TITULO:'Volando voy - Jesús Calleja - El Geoparque de Granada,.
TITULO: EL MAGO DEL TIEMPO - Campillos y Teba, heridas abiertas un año después de la tromba,.
Campillos y Teba, heridas abiertas un año después de la tromba,.
Los dirigentes implicados en la gestión de la tormenta del 20 de octubre de 2018 reflexionan y hacen balance. Los alcaldes de las localidades más afectadas denuncian que los vecinos «no han recibido un euro» del Estado y piden celeridad,.
Han pasado 365 días desde aquella noche en la que que los tractores salieron a al calle para transportar a vecinos atrapados. Un año desde que la Guardia Civil se lo jugó todo y fue necesario llamar la Unidad Militar de Emergencias. La vida sigue, pero la escena sigue grabada en la retina de las localidades más afectadas. Además de en el recuerdo, también hay heridas abiertas causadas por la tromba y que un año después siguen sin ser reparadas,.
El alcalde de Campillos, Francisco Guerrero, y el de Teba, Cristóbal Corral, se reúnen en la carretera que conecta ambos municipios, la MA-6404. Esta vía amaneció completamente destruida en el término municipal de Campillos, a dos escasos kilómetros del tebeño: la fuerza de un arroyo que habitualmente baja con un cauce mínimo reventó las canalizaciones y creó un socavón de más de veinte metros que sigue abierto. La rotura de esta carretera es «uno de los muchos daños que siguen sin reparar», explica Guerrero –aunque la muerte de José Gil es, para los dos, el peor trago de aquellos días–.
«Un año después estamos arreglando la avenida Gerardo Fernández, que quedó devastada; todavía tenemos infraestructuras públicas que no se han podido reponer, como el complejo deportivo y las piscinas, hemos pasado el verano sin poder bañarnos«, explica el alcalde de Campillos.
Además de los daños, el regidor de Teba cree que la mayor marca de las inundaciones están «en la memoria colectiva». «Desde entonces no ha llovido mucho, pero caen dos gotas y la gente sigue alarmándose y recordando las dificultades de aquellos días». En cuanto a las consecuencias materiales, Corral explica que «la mayor parte de los vecinos afectados aún no ha recibido un euro». «Han tenido que hacer inversiones fuertes, muchos en vivienda habitual, y aún no se han recibido resoluciones; además estamos esperando la respuesta de la Consejería de Cultura desde hace un año para intervenir en el Castillo de la Estrella, que tuvimos que apuntalar de urgencia tras las lluvias». El regidor explica que el equipo de fútbol del pueblo se ha disuelto porque el campo está inutilizare y no hay fondos para repararlo –el Club Deportivo de Campillos realiza sus entrenamientos en varios pueblos vecinos por la misma razón–.
Pero para Corral y Guerrero, en lo material, el mayor daño está en la carretera que conecta a los dos pueblos. Hay que tener en cuenta que en horario de urgencias los vecinos de Teba deben acudir al centro de salud de Campillos, que queda a unos 10 minutos a través de la MA-6404 (que nace a pocos metros de la instalación sanitaria). «Los tebeños hemos multiplicado por dos el tiempo de los desplazamientos sanitarios». Guerrero coincide, y recuerda que es el «paso natural» para las dos localidades, que mantienen estrechas relaciones comerciales y familiares.
Pero, ¿qué ocurre con esta vía? El portavoz del equipo de gobierno de la Diputación, Francisco Oblaré, explica a SUR que esa carretera se quedó fuera de la primera intervención de urgencia que realizó la administración provincial, porque «los pueblos no se quedan incomunicados ya que hay dos alternativas». Tras las lluvias, la Diputación ejecutó distintas actuaciones de emergencia en las vías en las que era más imperiosa una intervención: núcleos aislados como Bobastro y grandes infraestructuras gravemente perjudicadas, como el itinerario del Caminito del Rey. «Estamos a expensas de los fondos del Estado», apunta Oblaré. Se han solicitado apoyo para actuaciones valoradas en ocho millones de euros.
A día de hoy, Campillos y Teba solo han recibido fondos de la Junta de Andalucía, 420.000 euros de ayuda urgente, firmada en Consejo de Gobierno. «Después de eso, nada», salvo unos fondos incondicionados de Diputación que se entregaron a los pocos meses. Solo en gastos de emergencia para devolver el municipio a la normalidad, el Ayuntamiento ha gastado 350.000 euros, a lo que hay que sumar la reposición material y los recursos invertidos, que suman una cuenta mucho más elevada. Esta cifra es similar a la de Teba, cuyo alcalde estima que el total aportado por el Consistorio tras esta situación es de 800.000 euros –estas cantidades son un porcentaje importante de los presupuestos municipales–.
Otro de las grandes huellas que dejaron estas inundaciones fue la movilización ciudadana para conseguir que se declarase la zona como gravemente afectada por emergencia de protección civil (antes llamada zona catastrófica). Los vecinos de Teba y Campillos cortaron carreteras, se manifestaron por las calles de los pueblos y viajaron al Parlamento Andaluz y al Congreso de los Diputados solicitando la aplicación de esta figura legal que agiliza las ayudas. «Pensábamos que caería maná del cielo, pero la verdad es que el sistema parece una tomadura de pelo, las cosas no son como las pintan», critica con dureza Corral. Guerrero cree que «no se pueden atender situaciones de emergencia con los recursos del día a día», una crítica que transmitieron en persona a la subdelegada del Gobierno, María Gámez. «Deberían haber destinado dinero urgente para atender la situación de forma rápida, parece que se pone un nombre y todo el mundo se queda tranquilo», coinciden.
Además de lo material, tanto Corral como Guerrero han quedado marcados por aquella noche. Corral prefiere quedarse con lo positivo: «Cuando hay un objetivo común, la gente se une y eso me dio esperanza». «Ver al cien por cien de la ciudadanía entregada a la causa para ayudar... es algo necesario». Guerrero comparte ese análisis, aunque destaca una lección: «El ser humano nunca termina de aprender... el día 20 nos cae una tormenta impresionante, al día siguiente nos miramos y no sabíamos cómo abordar la situación, y un día después no se cabía en Campillos de la gente que vino a ayudarnos, había cientos de voluntarios».
El actual consejero de Presidencia, Administraciones Públicas e Interior de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, también recuerda aquellos días. Su valoración personal como máximo dirigente a nivel municipal y responsable último del Consorcio Provincial de Bomberos es que las instituciones conformaron una «gran coordinación». Además, ahora que es responsable de las emergencias en Andalucía, aprecia que «es algo que no varía con el signo político»: «La gestión de las crisis de emergencia funciona muy bien».
Hoy, ambos pueblos van a celebrar sus correspondientes actos en recuerdo a lo que ocurrió hace un año. La Guardia Civil, el Consorcio de Bomberos, y representantes de la Legión acudirán a la llamada de los ayuntamientos para guardar un minuto de silencio en recuerdo a José Gil y agradecer a todos los que colaboraron para recobrar la normalidad. En Campillos colocarán una placa en honor al bombero y se establecerá el día 20 como el día de la solidaridad en el pueblo.
María Gámez: «El 85% de las solicitudes de ayuda ya se ha tramitado»,.
Llevaba menos de cuatro meses como máxima representante del Estado en Málaga. La subdelegada del Gobierno, María Gámez, empezó a darse cuenta de que los reportes que le llegaban de los mandos de la Guardia Civil parecían más graves de lo habitual. «Luego vi imágenes en las redes sociales». Pasó la noche en vela, al teléfono con algunos de los alcaldes afectados. Al día siguiente activó a la Unidad Militar de Emergencias una vez se comprobó que los recursos provinciales no eran suficientes. El lunes (la tormenta fue un sábado por la noche) reunió a todos los regidores para informarles del decreto del 2005 que permitía a sus vecinos solicitar las primeras ayudas. «Fueron días intensos».Gámez remarca en declaraciones a SUR que la UME fue «fundamental» para reponer la normalidad, y que no se dudó al activarla. Además, recuerda que la declaración de zona gravemente afectada por emergencia de protección civil se hizo «con la mayor celeridad posible», en referencia a las críticas de los alcaldes por la lentitud del Estado.
Con respecto a que las solicitudes de ayuda se estén resolviendo ahora, Gámez explica que la figura de zona catastrófica es una figura que agiliza los procesos y aumenta los porcentajes económicos, pero que los procedimientos requieren una serie de trámites y procedimientos. «No todas llegaron de inmediato, en la mayoría de casos no ha pasado ni un año, y hay que valorar todos los aspectos», recalca. «El 85% de las solicitudes ya se ha tramitado», es decir: 939 expedientes de los 1.117 presentados «ya están resueltos».
TITULO:'Volando voy - Jesús Calleja - El Geoparque de Granada,.
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