Extremadura es la región con más gente que admite que no lee porque no le gusta,.
El interés por los libros sube en el país y baja en la comunidad autónoma, donde ya son mayoría los que no han cogido uno en el último año
¿Qué motivo hay para que no lea o no lo haga más?, pregunta el INE (Instituto Nacional de Estadística) en su última Encuesta de hábitos y prácticas culturales, que cubre los años 2018 y 2019 y que fue publicada hace unos días. La respuesta más repetida es la falta de tiempo, que es la que dan el 60% de los españoles y el 53% de los extremeños. Y la segunda es aún más sencilla -o todo lo contrario, según se quiera ver- de entender: «No leo porque no me gusta». Así contestan el 21% de los extremeños, una tasa que es la más alta del país, siete puntos y medio por encima de la media nacional.
Un panorama preocupante
La cifra es una de las varias que dibujan un panorama preocupante en lo que a la región y la lectura se refiere. En este capítulo, la encuesta es una sucesión de malas noticias para Extremadura, donde la situación ha empeorado en el último lustro. En la anterior edición de este trabajo del INE, la realizada en septiembre de 2015, el porcentaje de personas que habían leído algún libro en el último año era del 54%. En la encuesta 2018-19, baja al 49%, lo que significa que en la región ya hay más gente que no ha cogido un libro en el último año que la que sí lo han hecho.Además, ocurre que la región camina contracorriente en este aspecto, pues a escala nacional, la tasa de quienes han leído algún libro en el último año era del 62% hace cuatro años y del 66% ahora. Las conclusiones son aún peores si se comparan los números extremeños con los de las regiones más lectoras, que son Madrid y País Vasco. Allí, el 75% y el 71% de la población, respectivamente, asegura haber leído al menos un libro durante el último año.
Vuelve Extremadura a ocupar el farolillo rojo de la clasificación nacional cuando se pide a los ciudadanos que valoren de 0 a 10 su interés por la lectura. La nota media en España es un 6,5, y en la comunidad, un 5,6. De nuevo, la más baja del país. Y en caída, porque cuando se planteó esta misma cuestión hace cuatro años, el resultado en la región fue un 5,8.
Al valorar de 0 a 10 su interés por la lectura, los extremeños lo hacen con un 5,6, que también es la nota más baja de España
Y no será por falta de bibliotecas
públicas, espacios donde como es sabido, puede entrar cualquiera y
llevarse a casa un libro tras otro sin pagar nada a cambio. No hay en el
país una comunidad que tenga más. Según la última estadística del INE,
que es del año 2016, en la región hay 422 bibliotecas públicas, lo que
equivale a casi cuatro por cada diez mil habitantes. La media nacional
no llega a una por cada diez mil habitantes, y la autonomía que más se
acerca a Extremadura en este capítulo está lejos. Es Castilla La Mancha y
supera por poco las dos por cada diez mil habitantes. Un último dato de la encuesta de prácticas y hábitos culturales 2018-2019 acaba de ratificar, por si no lo habían hecho suficientemente los anteriores, la situación periférica de Extremadura en casi todo lo que tiene que ver con la lectura. 36 de cada cien españoles compraron algún libro en el último año. En la región lo hicieron 22 de cada cien. La cifra es, otra vez más, la más baja del país.
TITULO: AQUI HAY TRABAJO - Liberbank convoca a los sindicatos para negociar un nuevo ERE,.
Liberbank convoca a los sindicatos para negociar un nuevo ERE,.
En un escrito fechado el viernes, la dirección del banco informa a los sindicatos de su intención de modificar de forma sustancial las condiciones de trabajo, movilidad geográfica e inaplicación de convenio previsto en los artículos 40, 41 y 82.3 del Estatuto de los Trabajadores.
El proceso, para el que los sindicatos están convocados en Madrid, afectará a la totalidad de los centros de trabajo de Liberbank, que según indica en eu web corporativa contaba al cierre de junio de este año con 3.767 empleados.
El anterior ERE puesto en marcha por la entidad, en junio de 2017, está vigente hasta el 31 de diciembre, y prevé la movilidad de los empleados y bajas incentivadas para 525 de los 4.000 trabajadores con los que cuenta el banco. El expediente plantea la salida voluntaria de los nacidos entre 1956 y 1959, con una remuneración de entre el 75% y el 80% del salario neto, así como bajas incentivadas con indemnización de 33 días por año trabajado, con un límite de 120.000 euros. El acuerdo fue denunciado por los sindicatos ante la Audiencia Nacional y posteriormente ante el Tribunal Supremo, pero ambas instancias judiciales rechazaron las pretensiones sindicales.
En el primer semestre del año Liberbank ganó 73 millones, un descenso del 14% respecto al mismo periodo de 2018. Tras la fallida fusión con Unicaja y el fracaso de la opa que iba a lanzar Abanca, el consejero delegado de Liberbank aseguró en agosto que la entidad sigue dispuesta a estudiar alguna operación corporativa.
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