TITULO: Cartas Olvidadas - La vergüenza innecesaria,.
La vergüenza innecesaria,.
Servicios Sociales tiene un millón de euros para ayudar a pacenses con ingresos medios y casi nadie las pide.
Son los otros efectos de la covid-19, que está dejando muchas cuentas bancarias tiritando y a muchos ciudadanos con una mano delante y otra detrás.
Pero incomprensiblemente, con la que está cayendo, hay más de un millón de euros en ayudas que casi nadie está solicitando. Y eso que están dirigidas a familias de clase media, que tengan ingresos anuales netos de hasta 36.000 euros. Están, por tanto, disponibles para bastantes ciudadanos siempre que los trabajadores sociales comprueben que lo necesiten. Esto no es, tampoco, café para todos. Pero a pesar de dirigirse a muchos pacenses, no han recibido ni el 10% de las peticiones que esperaban.
Antonio Cavacasillas tiene por delante el reto de quitarle el halo de caridad a los Servicios Sociales y acercarlo a todos
Por eso el concejal del área, Antonio Cavacasillas, ha animado a los pacenses a acudir a Servicios Sociales esta semana. El mismo concejal encuentra la explicación en la vergüenza de acudir a Servicios Sociales. Probablemente esa sensación esté relacionada con el convencimiento de que Servicios Sociales es un recurso último, casi de beneficiencia, en lugar de una parte más de la administración a la que todos aportamos y de la que todos podemos beneficiarnos en un mal momento.
Hay gran parte de la sociedad que ve la institución como algo lejano, un lugar hecho para personas en desempleo de forma permanente o familias desestructuradas con problemas difíciles de solucionar.
No es así. Y ese es un reto que tiene por delante Antonio Cavacasillas, que empezó como concejal de Cultura hace un año y asumió esta responsabilidad poco antes de que el virus lo cambiara todo. De organizar la Noche en Blanco pasó a gestionar el reparto de comida a los niños que tenían beca comedor en un abrir y cerrar de ojos.
La covid-19 ha hecho que este cargo sea aún más importante. A todo el trabajo que la pandemia le está poniendo a Cavacasillas encima de la mesa, le llega este otro: quitarle ese halo de caridad que envuelve al instituto de Servicios Sociales para convertirlo en un recurso cercano a todos los pacenses.
TITULO: Cartas en el Cajon - Un grupo de voluntarios cuida de los árboles plantados de Tres Arroyo,.
Un grupo de voluntarios cuida de los árboles plantados de Tres Arroyo,.
Más de mil cepellones se plantaron tras el incendio y ahora tratan de que sobrevivan al calor y la sequía, foto,.
Más de 160 hectáreas ardieron en el incendio de Tres Arroyos en junio de 2017.La respuesta espontánea de algunos voluntarios fue plantar encinas para reforestar el entorno de San Isidro y del parque periurbano de la ciudad, tomando como ejemplo lo que se había hecho en Gredos varios años antes.
Pero la reforestación no basta con insertar cepellones en el campo. Hay que mantener lo que se siembre y regar, sobre todo en verano, para que agarre al suelo.
Los voluntarios tienen un perfil muy variado, desde padres con sus hijos para darles educación ambiental hasta jubilados
Y a eso se dedica un grupo de voluntarios de
la ciudad cada jueves o viernes. Carlos Salvador ejerce de portavoz de
una iniciativa que se organiza por las redes sociales. Explica que todo surgió a raíz de la conversación de Rubén Corchado, uno de los impulsores, con técnicos de la Junta para estudiar la especies más apropiada en el monte público de Tres Arroyos.
Se pusieron más de mil árboles entre encinas, alcornoques, madroños o acacias. «Los primeros años de vida es cuando más cuesta mantener con vida los cepellones, por eso vamos a revisar si evolucionan y a regarlos para que no se mueran».
Este verano, con muchos días seguidos a cuarenta grados, el agua resulta más necesaria que nunca.
Parques y Jardines del Ayuntamiento manda una cisterna a las ocho de la mañana a la entrada a la finca municipal y ellos van moviendo las manguera hasta llegar a los árboles marcados. En las zonas más escarpadas en las que no llega el camión hay que regar a mano, con cubos. En poco más de tres horas han recorrido el entorno de San Isidro y vacían la cisterna de ocho mil litros.
Cada semana, siempre jueves o viernes, suelen ir ocho o diez personas, según la disponibilidad de cada uno. No suelen formar grupos semanales de trabajo muy numerosos para que rieguen con distanciamiento suficiente con las mangueras.
En total, calcula, Salvador, más de cincuenta regantes han participado a lo largo de este verano para mantener con vida los árboles plantados en Tres Arroyos.
Habla de un perfil muy variado. Desde padres que llevan a sus hijos para enseñarles educación ambiental, hasta mayores o jubilados. «Tampoco son todos muy ecologistas, simplemente gente que quiere conocer el entorno de Badajoz y esto es una forma de hacerlo».
Si la colaboración se mantiene en el tiempo, quieren también ayudar a reforestar otros espacios de la ciudad como las riberas del Guadiana.
Pero antes hay que contactar con los responsables de Medio Ambiente de la Junta para hacerlo según marca la Ley de Montes. La introducción de especies exógenas no debe ser arbitraria, requiere de un estudio técnico previo.
También pendientes de hablar con Diputación de Badajoz para que les facilite los chupones de injertos. Hasta ahora les han servido los viveros de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Badajoz, pero son pequeñas reservas que tiene la delegación para plantaciones puntuales en la ciudad, no se dedican en concreto a criar y apenas les queda ya existencia.
Creen que Promedio, a través de la delegación de Desarrollo Sostenible de Diputación, puede ayudarles porque trabajan en campañas de este tipo.
«Cuanto más voluntarios haya, en más espacio se podrá actuar», afirma. Según Salvador la sensibilidad social hacia este tipo de iniciativas va en aumento en la ciudad. Y pone como ejemplo el trabajo tan intenso de este verano. «Ha sido muy duro por el calor, pero merece la pena cuando ves que algunas encinas que se plantaron alcanzan ya las dos o tres cuartas del suelo, han sobrevivido a la sequía y casi se ven desde lejos». En otoño también planean salir algunos fines de semana para mejorar los alcorques a las más crecidas o marcar las que se mueren.
Por lo que ha comprobado hablando con algunos participantes, a muchos les ha servido para valorar el entorno natural de la ciudad y comprobar que Badajoz es más verde de lo que pensaban o para disfrutar de jornadas de convivencia en grupos reducidos. «De forma discreta están haciendo un trabajo valioso porque apenas han muerto cepellones desde que van a regar». Ahora que empiezan a ver los resultados, se han animado a seguir por otros parajes del término municipal.
TITULO: REVISTA TENIS - Nueva York, la ciudad vampira,.
Nueva York, la ciudad vampira,.
El US Open arranca este lunes en su edición más extraña, sin público y con la higiene y la responsabilidad como bandera,.
Parafraseando al cantante asturiano Nacho Vegas en su canción 'Ciudad Vampira', Nueva York y, en concreto, el complejo de Flushing Meadows, es «la ciudad más triste que jamás una mente triste pudo imaginar».Las impresionantes instalaciones del Abierto de los Estados Unidos, uno de los torneos más sobrecogedores del circuito, permanecen estos días prácticamente vacías. Solo los tenistas, sus entrenadores y fisioterapeutas y los trabajadores del recinto deambulan por unas calles que en otros tiempos estarían a rebosar.
Xavier Budó es uno de los pocos afortunados que este año tiene acceso al US Open. Es el entrenador de Paula Badosa, número 94 del mundo, y atiende a este periódico por teléfono desde Nueva York.
«La atmósfera del torneo este año es totalmente distinta. Todo el mundo viene con uno o dos acompañantes como máximo. En las zonas de restaurante o en las de descanso antes había mucho movimiento de gente y ahora es mucho más tranquilo y reducido. Si a esto le añades que se acaba de jugar el torneo de Cincinnati sin público... Es una atmósfera muy tranquila, muy ordenada, con todo el mundo muy concienciado y responsable«, explica el técnico.
Un test al llegar
Por primera vez, los tenistas han tenido que dejar de lado los hoteles de Manhattan, una de las zonas de más contagio de la ciudad, y se han distribuido en dos hoteles, Long Island Marriott y el Garden City, ambos a 45 minutos del torneo. «Es un hotel burbuja porque alrededor no hay nada y estamos alejados de todo», apunta.Solo hay unas pocas excepciones a este hotel. Los cabezas de serie, entre los que se encuentran los españoles Garbiñe Muguruza, Pablo Carreño y Roberto Bautista, pueden hospedarse en las suites de la pista principal, la Arthur Ashe, con inmejorables vistas a lo que sucede en la cancha. Otra excepción es la de Serena Williams, quien rechazó ambas opciones por sus problemas respiratorios y el miedo a un posible contagio. La estadounidense ha podido alquilar una casa.
«Las normativas de seguridad están muy bien. Cuando llegas al torneo lo primero que te hacen es el test de la Covid-19. Después estás 24 horas confinado sin poder moverte fuera, ni ir al club a acreditarte ni nada, hasta que sale el negativo. Luego te hacen test cada 48 horas para asegurarse de que estás bien«, aseguró Budó.
Desde los hoteles salen autobuses (a la mitad de su capacidad) cada 15 minutos y los tenistas solo están autorizados a estar en Flushing Meadows, ya sea entrenando o compitiendo, o en el hotel.
«No puedes ir ni a una cafetería que está a 300 metros»
Para liquidar las horas muertas, la organización ha montado una serie de zonas de entretenimiento. «Hay una zona de recuperación física, otra de juegos, donde hay ping-pong, baloncesto, un simulador de golf... Han intentado que en el hotel haya mucha vida ya que vamos a pasar muchas horas ahí».
En cuanto a las medidas de higiene, su pupila, Badosa, fue muy crítica con lo vivido en el torneo de Palermo, el primero tras el parón, donde la supuesta burbuja no fue más que una pantomima.
«Aquí lo desinfectan absolutamente todo, desde la zona de restaurante, hasta la zona de descanso, los autobuses cada vez que se utilizan...«, cuenta Budó.
«Del 1 al 10 les pondría un 10. Es excelente. La cantidad de personas que hay pendientes de cada detalle es increíble. Si hay un solo segundo que se te olvida ponerte la mascarilla te viene alguien por detrás y te lo recuerda. Son muy estrictos«, puntualiza.
Badosa buscará este lunes su primera victoria en el US Open ante la rusa Varvara Gracheva, número 102 del mundo. Lo hará en un torneo diferente a otros años y que ha necesitado de mucho esfuerzo y sacrificios para salir adelante. Se disputará en una Nueva York diferente, se disputará en la ciudad vampira.
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