TITULO: MAS QUE COCHES - Mercedes pone al día el Clase E: más tecnología, confort y eficiencia,.
Mercedes pone al día el Clase E: más tecnología, confort y eficiencia,.
Las
nuevas versiones Berlina y Estate ya están disponible en los
concesionarios españoles con un precio de partida de 53.500 euros, fotos,.
Mercedes-Benz actualiza los modelos de la Clase E para que sean más atractivos que nunca. Desde su introducción en 2016, la décima generación de la Clase E ha conquistado a más de 1,2 millones de clientes, triunfando en los diferentes mercados con su diseño nítido y sugestivo, así como su exclusivo habitáculo de alta calidad y un gran número de innovaciones. Gracias a una profunda reestilización, la berlina y el Estate de la Clase E se ponen al día en materia de seguridad, tecnología, confort y eficiencia.
Concretamente, se ha acentuado el perfil deportivo del diseño, en especial los elementos del frontal. Los faros con tecnología LED integral incorporados de serie cuentan ahora con carcasas más planas. Además, se ha modificado la disposición interior de los elementos luminosos en las luces traseras LED.
Entre las medidas técnicas de este modelo, que ya está disponible desde 53.500 euros, que aumentan el valor los vehículos se cuentan los motores electrificados -tanto de gasolina como diésel de 150 a 211 CV, incluyendo el alternador arrancador integrado-, la nueva generación de sistemas de asistencia a la conducción y el sistema de infoentretenimiento MBUX (Mercedes-Benz User Experience).
Es más, la electrificación de sus mecánicas avanza gracias a la incorporación de nuevas versiones con tecnología de hibridación suave de 48 V (EQ Boost) e hibridación enchufable (EQ Power), que le permite recorrer hasta 53 kilómetros en modo 100% eléctrico. Asimismo, el elenco de mecánicas disponibles aumentará en el mes de octubre.
Los concesionarios del mercado español inician ahora la comercialización de estos emblemáticos modelos de la marca de la estrella, que cuentan con un equipo de serie específico para el mercado español que amplía a la dotación de fábrica con elementos como cámara de marcha atrás, luces de carretera automáticas, paquete de navegación y preequipo de conectividad, paquete se asientos de confort, sistema carga inalámbrica para Smartphone o el respaldo del asiento trasero abatibles.
Trump y Biden compiten para despertar al gigante dormido de las minorías étnicas,.
Los
analistas creen en que los votos hispano y afroamericano, que mantienen
su alza, en noviembre serán más decisivos en que anteriores elecciones, fotos,.
Dominar el intrincado tapete de las dinámicas de voto de las minorías étnicas del mapa electoral constituye ya la piedra angular imprescindible para ganar cualquier elección presidencial en Estados Unidos. Así lo creen los analistas, aunque advierten que también conforman un gigante dormido reacio a acercarse a las urnas. Donald Trump y Jose Biden tratan de despertarlo a su favor cuando escasamente queda poco más de un mes para las presidenciales de noviembre.
Habitualmente los votantes de las minorías castigan en las urnas a candidatos demócratas, su preferencia natural, al considerar que les han desatendido. En 2016 un porcentaje de este segmento y de los jóvenes progresistas se abstuvo o no votó por Hillary Clinton, que fue doblemente sancionada: por la ley penal federal que firmó su marido como presidente y por el boicot del Partido Demócrata a Bernie Sanders durante las primarias.
En la cita de 2020 los hispanos se convierten en el grupo étnico minoritario más grande, con poco más del 13% de los votantes, un porcentaje algo mayor que el de los afroamericanos, que desde 2000 se ha mantenido constante con aproximadamente el 12%. Unos 32 millones de latinos tienen derecho al voto, en comparación con 30 millones de la población negra. Y los asiáticos alcanzan unos 11 millones, lo que representa el 5%.
El importante crecimiento de las minorías refleja que un tercio del censo no será blanco en esta cita. Tras un año que ha sido de todo menos normal, ambas campañas se han activado a última hora para conseguir el porcentaje de voto de este fragmento social, que podría hacer la lucha entre Donald Trump y Joe Biden extremadamente reñida.
El candidato demócrata cuenta con un sólido 90% del respaldo afroamericano, por encima del 72% que amparó a Hillary Clinton en 2016 y frente a sólo un 6% que apoya a Trump. Entre los hispanos, sin embargo, Biden cuenta con menor predilección, inferior aún que su antecesora en 2016, que se impuso en este electorado por 38 puntos. Además, el exvicepresidente de Barack Obama esconde en su armario el cadáver de las deportaciones de inmigrantes durante su mandato.
Un verano convulso
A pesar de la reconocida importancia de empezar cuanto antes el tradicional cortejo de las minorías, las campañas presidenciales parecen haberse dormido tras un convulso verano por las protestas contra la violencia policial, que han introducido nuevas sensibilidades en la ya saturada mesa de juego electoral.
La campaña demócrata, en su mayor parte confinada por la pandemia desde las primarias, ha reconocido haberse quedado atrás en el esfuerzo de atraer a los hispanos, muchos de los cuales permanecen aún electoralmente inactivos. Esta comunidad ha achacado a Biden haberla desatendido y de centrarse casi por completo en los blancos de los suburbios y en los afroamericanos. Sin embargo, hace unas semanas sonó la alarma, porque se convenció de que sus esfuerzos hasta entonces habían sido mediocres, algo que podría tener consecuencias devastadoras en noviembre. A los demócratas les queda poco más que un mes para corregir sus errores.
En busca del tiempo perdido, Biden ha reaccionado enérgicamente y en las últimas semanas ha incrementado la movilización entre los latinos, particularmente en el fundamental estado de Florida, donde el demócrata realizó su primera visita como candidato esta semana coincidiendo con el inicio del Mes Nacional de la Herencia Hispana. En un discurso enfocado en los hispanos, el martes por la noche expuso su compromiso con la reforma de inmigración y un nuevo plan para apoyar la economía de Puerto Rico.
El equipo demócrata ha construido un agresivo programa de alcance hispano, que atiende a la complejidad de esta minoría, con directores de voto latino en once estados y esfuerzos microfocalizados en varias comunidades. La publicidad incluye oradores especialmente seleccionados, con acentos mexicanos en Arizona, cubanos en Miami y puertorriqueños en Orlando y Tampa.
La ansiedad por arrebatar a Trump el estado que le otorgaría la victoria automáticamente, se extiende también a Arizona, que el partido espera retorne al azul por primera vez en veinticuatro años. También en Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Georgia los latinos son un voto valioso.
Al electorado afroamericano, por su parte, tampoco le ha impresionado la elección de la senadora Kamala Harris para el ticket de Biden, una fiscal general de California propicia a la línea dura penal con ciertos posicionamientos controvertidos, que ni siquiera fue capaz de activar a su electorado natural durante las primarias. Gran parte de la comunidad negra aún sigue decepcionada con Obama por sus políticas económicas y raciales.
Por ello ven a políticos a los senadores Kamala Harris y Cory Booker como nuevas versiones del mismo elitismo del stablishment demócrata.
Se espera, sin embargo, que la primera mujer afroamericana candadata a la vicepresidencia movilice al codiciado segmento de voto de la población femenina de color, fundamental en esta cita con las urnas.
Cuba
Trump, que necesita al electorado hispano tanto o más que Biden, trata de atraerse su voto a pesar de las políticas antimigratorias, el muro con México y la constante degradación de los inmigrantes. Al tiempo intenta conservar el cierto respaldo que mantiene en el complejo electorado latino.
El segmento más tradicional conservador ha respondido bien a las posiciones favorables de los republicanos hacia los grupos religiosos y el sólido bloque de los cubanoamericanos de Florida al protagonizar una línea dura contra Cuba a pesar de que Fidel Castro no forme ya parte de la ecuación.
En términos de género, el presidente es popular entre los hombres latinos más que entre las mujeres, otro importante subgrupo electoral insuficientemente trabajado por ambas campañas.
Aunque las encuestas recientes muestran ciertas incursiones de Trump en el mundo hispano, se espera que el voto de este etnia vaya en mayor medida a Biden. La cuestión es por cuánto margen, un índice que podría determinar estos comicios. Como ha señalado Stephanie Valencia, cofundadora de firma de encuestas e investigación de enfoque hispano demócrata Equis Research, «todos los caminos a los 270 delegados del colegio electoral pasan por los latinos».
Pero al final una cosa es atraer a los votantes y otra movilizarles para que acudan a las urnas. Las campañas para desacreditar el sufragio por correo, los esfuerzos en muchos estados para inhibir el voto de minorías o la incertidumbre de cómo la pandemia afectará al proceso, son sólo parte de las innumerables variables en juego. Pero por ahora, todas las campañas ponen la fe en los latinos.
TITULO: Gigantes de La 2 - Arsuaga y Millás . ,Jueves -1- Octubre ,.
Gigantes de La 2 - Programa de entrevistas, de cincuenta minutos de duración y emisión semanal, para La 2 Jueves -1- Octubre . - 23:50 de Televisión Española. Presentado por Mari Cruz Soriano,.
Arsuaga y Millás,.
Arsuaga y Millás: «Se puede dar una clase magistral en un 'sex shop'»,.
El paleontólogo y el escritor, dos homínidos muy curiosos, repasan los enigmas de la evolución en unos lúcidos diálogos entre un sapiens y un neandertal,.
La ciencia y la humanidad avanzan por fogonazos. Gracias a locas teorías e ideas surgidas de chispas que crepitan en nuestro complejo cerebro. Es una certeza que comparten Juan Luis Arsuaga (Madrid, 1954) y Juan José Millás (Valencia, 1946). El paleontólogo y el escritor sostienen ser dos homínidos muy curiosos, dos evolucionados bípedos que han hecho un fructífero viaje «real y moral» por el devenir de la humanidad: de la prehistoria al Antropoceno que amenaza al planeta. El resultado es 'La vida contada por un sapiens a un neandertal' (Alfaguara), un portento de originalidad que mezcla ciencia, divulgación e imaginación con toneladas de ironía para entender de dónde venimos, quiénes somos y a dónde vamos.
Han inventado un género para el que no tienen nombre. «No había modelo ni científico ni literario. No son entrevistas ni charlas. Son diálogos vivos sobre el mundo y en el mundo», plantea Millás, que se presenta como un neandertal que abomina de los sapiens. «La prehistoria es hoy», dice Millás, que a su vuelta de una visita a Atapuerca dijo volver «de ver a los abuelos». «La prehistoria me explica mejor que la historia. Me entendí realmente cuando fui a Atapuerca», asegura.
Desde entonces rumió la idea de escribir un libro que cuajó al conocer al paleontólogo y director del Museo de la Evolución Humana de Burgos. Durante dos años han indagado, dialogado y vagabundeado en torno al origen y los enigmas de la evolución y la selección en lugares tan insólitos como un parque infantil, un 'sex shop', un mercado, el Museo del Prado, una feria canina o un cementerio.
«La prehistoria me explica mejor que la historia y me entendí realmente cuando fui a Atapuerca », dice Juan José Millás
«Se puede dar una clase magistral en un 'sex shop' o en un parque infantil. Es más, las clases no se deberían dar en las aulas: las de arte, en un museo; de paleontología, en un yacimiento; de nutrición, en un mercado y de botánica, en un jardín», enumera Arsuaga. Y eso fue lo que hicieron estos curiosísimos homínidos en sus atípicos encuentros en los que un torrencial Arsuaga explica sus tesis al siempre extrañado y atento Millás, «un alumno respondón», como lo califica.
En sus papeles de sapiens y neandertal conforman una rara y bien avenida pareja. «Nos han comparado con Don Quijote y Sancho, Epi y Blas, Jack Lemmon y Walter Matthau, Holmes y Watson, y hasta con Bogart y Claude Rains en 'Casablanca', ya que el libro fue el inicio de una hermosa amistad», ironiza Millás. «Hemos viajado uno a la personalidad del otro», agrega el escritor que se felicita «del intercambio brutal entre las dos subjetividades».
Creen que «los fogonazos», -literarios, científicos, artísticos...-, hacen avanzar al mundo. Momentos delirantes «con teorías que se inventan o se sueñan, no se descubren», y mediante «ideas locas como las de Ramón Cajal, Einstein o Stephen Hawking, surgidas de esas fulguraciones y que nos hacen comprender lo que somos cuando se contrastan», opina Arsuaga. Y añade, sarcástico, haber encontrado «a un gran matemático y físico» en Millás, que como científico «habría inventado unas teorías fantásticamente locas». «La necesidad de enseñar de Arsuaga es tan compulsiva como mi curiosidad», comenta Millás acerca de «un sabio con una pulsión enseñante brutal».
Especie cotilla
La curiosidad es otro motor de la humanidad y ambos comparten que nuestra especie «es cotilla casi por obligación». «Somos animales sociales con un cerebro social. Cuando nos paramos a mirar un accidente mortal en la carretera no lo hacemos por morbo, como se dice, sino para ver qué ha pasado y cómo y por qué ha muerto un semejante. Es lo que hemos hecho a lo largo de la evolución, lo que nos permite observar los riesgos y aprender», explica Arsuaga. «Somos unos cotillas y nos interesa lo que le pasa a nuestra vecina y lo que le ocurre a Ana Karenina, alguien que no existe pero de quien queremos saberlo todo». «La literatura y el atre es cotilleo de altura», agrega el paleontólogo.
Millás no se siente a gusto entre los sapiens y cree que son los neandertales quienes deberían haber sobrevivido. Y que quizá así nos fuera mejor, «ahora que los sapiens llevamos al planeta al límite». «Soy pesimista, porque dispongo de datos, y está claro que saqueamos la Tierra. Estamos a diez años de que la situación sea reversible. La capacidad autodestructiva del ser humano es enorme y vamos hacia la autoliquidación», constata.
Arsuaga es menos pesimista, aunque sabe que «el progreso de las civilizaciones se ha hecho a costa del medio ambiente y de arrasar los recursos naturales». «Cuando Europa se agotó, se encontró América. Luego se depredó todo África y Asia. Y ahora esquilmamos los océanos, que son la despensa de la humanidad. Lo que necesitamos es un planeta virgen», lamenta.
Dice Arsuaga que no es un «catastrofista vírico» y recuerda que vencimos antes pandemias más graves y mortíferas que la actual. Millás cree que el virus que nos castiga «viene en el paquete de la mala relación que tenemos con la naturaleza» y que las cosas «podrían ser peores cuando se derritan los polos y emerjan virus que llevan allí millones de años y que acabarán con nosotros».
Una visita a un cementerio cierra el libro y el periplo intelectual de la pareja. Millás reconoce que sí ha elegido su epitafio: «Eso fue todo». No lo ha hecho Arsuaga, que recita de memoria el de Martín de 'Zalacaín el aventurero' y tiene claro que quiere ser ceniza «para fundirme con el universo».
TITULO: ¡Atención obras ! - Cine - Festival de cine de San Sebastián 2020 - Especial Viggo Mortensen,.
Festival de cine de San Sebastián 2020 - Especial Viggo Mortensen,.
fotos / Aunque ser el centro de todas las miradas contradiga su temperamento discreto, Viggo Mortensen es este año la gran estrella del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, que acoge su ópera prima como director y, con el prestigioso Premio Donostia, reconoce sus treinta y cinco años de carrera como actor. Una de las grandes antiestrellas de Hollywood, Mortensen, ya español de adopción, ha sido un gran motor de nuestro cine. Con motivo de la ceremonia de entrega y de la proyección de Falling (2000) en el contexto del festival, Televisión Española ha emitido en La 2 el documental en el que Santiago Tabernero se sirve del actor, y de algunos de sus compañeros más allegados —Ángela Molina, David Cronenberg o Javier Cámara son algunos de los rostros conocidos que dan testimonio de su carácter—, para pintar un retrato de esta figura tranquila y dedicada a las artes en cuerpo y alma.
Humano, cuidadoso y polifacético, con un interés integral por el mundo del cine: así es el Viggo Mortensen al que la 68ª edición del SSIFF ha quierido rendir homenaje. Bebiendo mate y con su exquisito español con acento argentino, el artista reflexiona sobre su recorrido, sus ideales y los peligros y recompensas de toda una vida frente a las cámaras. Estas son algunas de las cosas que hemos aprendido.
1. Era "el secreto mejor guardado de Hollywood"
Antes de adquirir fama mundial por su trabajo en El señor de los anillos (2001), la gran oportunidad que le dio el director Peter Jackson, la revista Vanity Fair lo apodó “el secreto mejor guardado de Hollywood”: era un actor acostumbrado a hacer papeles pequeños en películas grandes, y los críticos atentos detectaron su enorme talento en la perfección con que encarnaba todo tipo de personajes. Desde que debutase en la piel de un granjero amish en Único testigo (1985), su primer trabajo en la gran pantalla, fue abriéndose paso el cine gracias a Extraño vínculo de sangre de Sean Penn (1991), Atrapado por su pasado de Brian de Palma (1993) o Retrato de una dama (1996), uno de sus últimos papeles antes de que interpretar al guerrero Aragorn cambiase su vida para siempre.
2. Fue el alma del rodaje de Alatriste (y de todos los rodajes)
Cuando se encontraba en plena cresta de la ola, el actor decidió apostar por una producción española y dio vida al Capitán Alatriste en Alatriste (2006). "Fue una experiencia inolvidable, empapado en el Siglo de Oro en compañia de tanta gente talentosa”, cuenta Javier Cámara sobre ese rodaje, donde Viggo Mortensen le dio una sorpresa muy especial. Un día, Javier encontró en su puerta un paquete grandísimo lleno de objetos diversos, "lleno de libros de caballería, la biografía del conde duque de Olivares, una sección de música y una dedicatoria muy bonita de Viggo Mortensen que decía algo así como 'espero que esto te sirva, es todo lo que estoy leyendo y me está sirviendo a mí para prepararme el papel'. Me quedé ojiplático con que las estrellas pudiesen hacer cosas tan bonitas".
Y es que, independientemente de su status central en la producción del film, el actor hizo pandilla. Se relacionaba con todo el elenco y también organizó una sorpresa para un jovencísimo Unax Ugalde, que le había contado en un momento dado que de pequeño padecía una particular "obsesión con los sugus". "Un día me desperté de madrugada y Viggo había escrito mi nombre con sugus de colores en la caravana, y la mayoría eran azules, los de piña, los que más me gustaban".
3. Por esto, y por sus talentos, es un "incitador de voluntades"
El actor, que se define a sí mismo como alguien terco que siempre se sale con la suya, sabe perfectamente que cada rodaje es un ecosistema y que un buen equipo es el secreto de cualquier película. "Puedes tener un guion maravilloso y hacer una pelicula mala y puedes tener un guion mediocre y hacer una pelicula inolvidable, todo depende del sacrificio colectivo”, explica, y todos quienes han trabajado con él dan crédito de que el actor se esfuerza en cuidar a sus compañeros y poner su granito de arena en todos los ámbitos en los que puede. "Es un incitador de voluntades. Cuando consigues a Viggo en tu producción no consigues solo un actor, sino a uno mas del equipo de produccion".
"Sabe tanto de cine y sabe tanto de produccion y trabaja de una forma tan completa y tan humana que tenerlo en el set es una bendicion”, explican los directores que han trabajado con él, y el mismo confiesa que su inquietud por el mundo que se esconde tras una pelícual no tiene fin: “Cuando digo que soy entrometido como actor lo que quiero decir es que me interesa lo que hacen los demás, voy en los dias en que no me toca rodar para ver qué pasa, porque todo lo que pasa en el rodaje me va a afectar, o yo lo voy a afectar”
3. Tiene una gran ética de trabajo (para no ponerse nervioso)
Viggo Mortensen se prepara las escenas de acción como si fueran escenas de diálogo, y nunca deja de trabajar en los lugares profundos de su personaje. "No importa si es una escena en la que estás sentado y estás hablando diez páginas o una pelea en un baño turco: la preparación es lo más importante", explica él mismo en el documental Especial Viggo Mortensen. "¿Qué pasó antes de la primera página? ¿De dónde viene esta persona? ¿Cómo empezó y se desarrolló su vida hasta la página número uno? Estas preguntas contienen infinitas posibilidades para el estudio y la preparación, y el esfuerzo de contestarlas también te puede calmar un poco, estás trabajando sobre el proyecto pero no estás agobiado pensando en si lo vas a hacer mal o bien”.
"Si uno se toma en serio el trabajo de construir un personaje, uno llega a ser el guardián de esa construcción, junto al guionista", dice.
4. Rechazó a James Bond y desconfía de la fama
El actor conoce el poder de saber decir "no" de decir "sí" a las cosas correctas. Según el director Peter Farrelli, “Green Book no podría existir sin Viggo Mortensen. No teníamos nada, teníamos un guion del tipo que hizo Dos tontos muy tontos y la gente estaba en plan, no, esto no es lo que haces, vuelve a la comedia, y Viggo lo leyó y dijo '¡Sí, esto es muy bueno, hagámoslo!'". A la vez que se atreve a apostar por un cine verdaderamente independiente y atrevido, "ha rechazado muchas películas grandes que él no dirá, malos de James Bond, cosas que le daban mucho dinero pero tal vez menos satisfacción que películas más pequeñas".
“Si no pienso que soy la persona adecuada, soy el primero que va a decir no”, explica el actor, que le debe el privilegio de poder elegir a su éxito en la trilogía de El señor de los anillos. “El éxito de la trilogía me dio muchas oportunidades para elegir, y también me moestró la cara de la tentación. La suerte que tengo yo es que el dinero nunca me importa mucho hasta que se acaba, como cualquiera me voy corriendo a ver qué hago. Y la fama siempre la he visto un poco de reojo, como un arma de doble filo. Puede ser útil pero tiene muchos peligros".
5. Es polifacético, como un artista del Renacimiento
“Es un hombre del renacimiento en el mejor de los sentidos, el cine le encanta pero se dedica a todo, es escritor, poeta, padre, artleta" y ejerce como músico, fotógrafo y pintor. “Hay que decir sí todo lo posible a lo que te da la vida porque es breve y las oportunidades no se repiten de la misma manera nunca”, explica Mortensen, que es dueño de una editorial, cultiva el arte abstracto y el jazz y alimenta sus letras e imágenes de los poemas que él mismo publica. Varías galerías de todo el mundo han expuesto sus obras, que son las que aparecen en la película Un crimen perfecto.
6. Su ópera prima como director tiene tintes autobiográficos
Falling, que se ha proyectado este jueves en el Festival de San Sebastián, es su debut directorial. En ella aplica todo lo que ha aprendido en sus años frente a las cámaras: "Es muy importante prestar la atención a lo que no hay que hacer, la forma en la que no hay que hablar al resto del equipo, si solo te preocupas de lo tuyo no estás jugando con los demás y a mi me gusta jugar".
Pero esa no es la única manera en que el film bebe de su experiencia. Esta historia bonita, con momentos duros que casi producen cierta vergüenza en el espectador, está basada en lo que el actor sintió tras la muerte de sus padres. "En el fondo es una ficción, pero la razón por la que quería contar Falling fue lo que sentí cuando perdí a mi madre, y fui afinando el guion durante la etapa final de mi padre. En parte lo que quería era contar lo que siento por ellos y todo lo que me han enseñado", explica.
La película se ha ganado el aplauso del director David Cronenberg, que además tiene un pequeño papel: "Estoy encantado de que el festival de San Sebastian haya dado el prestigioso premio Donostia a Viggo Mortensen”.
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