viernes, 25 de septiembre de 2020

Un país en la mochila - Los peligros del armario ,./ AQUI HAY TRABAJO - Los vecinos de Miajadas disponen de kits gratis de reparación de bicis en cinco establecimientos,. / 80 cm' - Un puerto casi inescalable para España ,. / Hacer de comer - Los kiwis se recolectan en familia y entre amigos,.

 TITULO: Un país en la mochila - Los peligros del armario,.

Los peligros del armario,.

Los libros ocupan tanto espacio que son un problema. / A. T.
 
Los libros ocupan tanto espacio que son un problema. / foto,.

Libros y jerséis. En otoño, nos obligan a desprendernos de lo viejo y lo estrecho,.


No sé cuántos libros tengo... ¿Tres mil, cuatro mil, cinco mil? Cuantos más tenga, mejor pues mi hijo los venderá al peso y si son muchos kilos, podrá tomarse más cervezas a la salud de su pirado padre, que se gastó la pasta en libros en lugar de comprarse un apartamento en Costa Ballena (no sé qué es Costa Ballena ni dónde queda, pero suena bien y creo que existe).

En casa estamos cambiando los libros de sitio en busca de más desahogo, ya saben eso tan moderno de optimizar espacios. Y así, optimizando, optimizando, ha llegado la orden temida: «A ver si vamos deshaciéndonos de algunos libros que ya no hay sitio». Tienen razón, pero es que les tengo tanto cariño.

Aprovechando la llegada de estanterías nuevas, unas librerías cuya gracia fundamental es que tienen puertas como los armarios y así no hay que limpiar tanto el polvo, he decidido reordenar mis libros y romper con una inercia clasificadora que sigo desde la adolescencia. Por ejemplo, en las estanterías de más fácil acceso están alineadas las novelas por autores y por países. Después vienen las biografías, a continuación los libros de historia, los ensayos y los libros de teoría literaria, gramática y filología en general. En las siguientes librerías, están los clásicos de la literatura española hasta el siglo XIX, la poesía, el teatro y los libros relacionados con la imagen, el arte, el cine, la música y la publicidad. Al final, los diccionarios.

Esos libros están en una zona cómoda, se pueden consultar y escoger con tranquilidad, sin apreturas, esfuerzos ni contorsiones. Paradójicamente, son los que menos consulto ahora. Por el contrario, los que más manejo en esta etapa de mi vida se encuentran en estanterías abarrotadas, pegadas a una mesa y situadas de tal forma que buscar un libro es arriesgarse a tropezar y darse un trompazo. Son los libros de teoría teatral, de viajes, de literatura gastronómica, de Portugal, de Extremadura, de Galicia, de Cáceres y de la Guerra Civil. En consecuencia, tengo ante mí dos tareas, una es ardua, reordenar la librería, la otra dolorosa: desprenderme de cuantos más libros mejor.

Le tengo mucho cariño al escritor Herman Hesse. No es un amor literario, sino puramente práctico: la noche que conocí a mi mujer en una fiesta hablamos de Herman Hesse y ella no huyó despavorida, es más, nos citamos al día siguiente para ver el estreno de 'Rocky' en el Coliseum y tampoco huyó (no se rían, era lo que había, el cine que estrenaban en las ferias de septiembre de Cáceres). Ese cariño a Hesse me lleva a seguirle cuando recomienda hacerse cuatro preguntas cada vez que queramos desprendernos de un libro. A saber: ¿Lo necesito? ¿Lo amo? ¿Estoy seguro de que volveré a leerlo? ¿Sentiría mucho perderlo? Si se responde que sí a alguna de estas preguntas, entonces no debemos tirar o regalar ese libro.

Cuando le cuento esto a mi mujer, ella, que no respeta tanto a Herman Hesse y solo lo considera un instrumento para ligar a los 20 años, me dice que el escritor que nos unió debería dejarse de tantas pamplinas y hacerse otra pregunta más práctica: ¿Tengo sitio en casa para ese libro? No, pues al reciclaje.

Va a ser tremendo. Cuando acabe de tirar libros, tendré que cambiar la ropa de los armarios y también me conminarán a tirar o dar prendas. Para ese trance, Herman Hesse no escribió nada así que deberé seguir las cuatro preguntas que me ha propuesto mi mujer: ¿Me está bien este jersey? ¿Me lo puse alguna vez el invierno pasado? ¿De verdad creo que voy a adelgazar? ¿Volveré alguna vez a ser joven? No, no, no y no. Pues al contender con él. ¡Maldito otoño!,.

TITULO: AQUI HAY TRABAJO - Los vecinos de Miajadas disponen de kits gratis de reparación de bicis en cinco establecimientos,.

 

Los vecinos de Miajadas disponen de kits gratis de reparación de bicis en cinco establecimientos,.

Los establecimientos que dispongan de él tendrá un identificativo. / C. G.
 
Los establecimientos que dispongan de él tendrá un identificativo. /  foto,.

Los miajadeños disponen de kits de reparación de bicicletas distribuidos por la red de comercio local a través de la iniciativa 'Repara tu bici aquí', impulsada con motivo de la Semana Europea de la Movilidad por el Área de Medio Amiente y el Área de Comercio del Ayuntamiento de Miajadas. El objetivo es vincular la movilidad sostenible y el desplazamiento en bicicleta con el tejido empresarial, proporcionando a través de los comercios una reparación básica de bicicleta a todo el que la necesite. Estos kits de reparación básica, que en principio estarán disponibles hasta el mes de enero, están compuestos por una bomba de pedestal con válvula doble, una multi-herramienta con llaves Allen y destornilladores, dos desmontables, una llave fija de 14-15 mm y una caja de parches.

Cinco establecimientos seleccionados contarán con un identificativo en su escaparate y aparecerán en un mapa interactivo digital en el que se podrán consultar los horarios, días de apertura y dirección. https://miajadas.org/2020/09/red-de-locales-equipados-con-un-kit-de-reparacion-para-tu-bici/

Cualquier persona podrá hacer uso de los kits de forma exclusiva y gratuita. Para ello será necesario rellenar una ficha y entregar el DNI, que recuperará al devolver el kit.


TITULO: 80 cm'- Un puerto casi inescalable para España,.

 

Un puerto casi inescalable para España,.

Samuel Sánchez, cuando conquistó el oro olímpico en Pekín. /efe
 
Samuel Sánchez, cuando conquistó el oro olímpico en Pekín. /  foto,.

Los corredores nacionales han dominado durante décadas el pelotón, pero solo Samuel Sánchez ha ganado un oro olímpico en ciclismo ruta, cuyo Mundial se celebra el domingo en Imola,.


Cuatro Giros de Italia, seis Mundiales, 12 Tours de Francia, 32 Vueltas, 11 'monumentos' o grandes clásicas, pero solo un oro olímpico en ruta. El puerto que se le escapa al ciclismo español. La cota más alta. Gloria eterna. Escurridiza. Únicamente Samuel Sánchez ha hecho sonar el himno nacional en unos Juegos, hace ya 12 años. Ni Perico, ni Indurain. Tampoco Contador o Freire. Alejandro Valverde, nada. Es un reto casi imposible.

Escalar semejante montaña esconde más de un secreto. El primero, hacer un buen Tour de Francia previo. «Tienes que preparar la gran vuelta a saco para intentar estar arriba», explica Sánchez, que fue sexto, rondando la victoria que finalmente cazaría Carlos Sastre en la Grande Boucle. «No puedes hacer una preparación específica para los Juegos porque es una carrera de un día, y la mejor manera de prepararlas es haciendo una vuelta de tres semanas recuperando bien y acabar entero», apunta.

La estrategia y una buena labor de equipo son las otras claves para alcanzar la gloria olímpica. «En Pekín se dio todo porque éramos el mejor 'cinco' español de todos los tiempos. Carlos Sastre y Alberto Contador, flamantes campeones de Tour y Giro; Alejandro Valverde, que todo lo que diga de él sobra; Óscar Freire, tres veces campeón del mundo; y yo. Además, había una compenetración, un buen ambiente, una complicidad entre los cinco...», rememora.

Dentro de ese 'Dream Team' cada ciclista tenía un rol bien definido, del que no se salió. «Siempre digo que ese día fue como jugar a la Play Station, nos salía todo. Teníamos un guion marcado. Nuestro estilete en caso de llegar a un grupito más pequeño era Valverde, que tenía que cubrir al italiano Bettini. Yo debía fijarme en su segunda baza, Rebellin, un clasicómano reconocido. Sastre, Contador y Freire trabajaron para dejárnoslo a Alejandro y a mí despejado», cuenta Sánchez.

Todo se agitó a falta de dos vueltas. «Uno de los hermanos Schleck hizo un movimiento estratégico, se movió Rebellin y yo me fui para adelante. Luego quise esperar a que alguien lanzase el esprint». Lo hizo el ruso Kolobnev. «Pero yo le tenía más miedo a Rebellin, siempre iba vigilándole con el rabillo del ojo». Veía que el italiano no era capaz de pasarle, y eso que él guardaba un último cambio. «Entonces apreté a tope y gané». Donde ningún otro español ha ganado nunca.

Un trío de lujo para el Mundial   

Retirado desde 2017, Sánchez dirige una escuela de ciclismo, la MMR Samuel Sánchez Academy. La marca de bicicletas le homenajeó el pasado agosto con una bicicleta de oro en honor a su medalla 12 años atrás. Más cercano a los ciclistas que vienen desde abajo, el campeón olímpico cree que «en España hay futuro y mimbres para sacar buenos corredores». Si bien ve complicado que en Tokio 2021 un compatriota suyo suba a lo más alto del cajón.

Antes, el Mundial de Imola supondrá un ensayo para los Juegos contra todos los gallos que brillaron en el último Tour, empezando por el vencedor esloveno Tadej Pogacar, su compatriota Primoz Roglic y el australiano Richie Porte, los tres que subieron al podio. Del 'top 10' solo Adam Yates no figura en la lista de inscritos, entre los que destacan los belgas Wout van Aert y Greg van Avermaet, el triple campeón mundial Peter Sagan, el francés Julian Alaphilippe.

Y, por supuesto, el trío estelar español: Mikel Landa (cuarto), Enric Mas (quinto) y Alejandro Valverde (duodécimo). «La punta de lanza es Valverde y hay que saber utilizarlo. Por nombre, experiencia, palmarés, saber desenvolverse en este tipo de carreras (ya ganó el Mundial en Innsbruck 2018) y la capacidad de recuperación que tiene después de una vuelta de tres semanas es una garantía para España«, explica Samuel Sánchez. »Hay dos formas de utilizarlo. La primera para mí sería dejarlo exclusivamente para el final. La segunda sería atacar con Landa o Mas a falta de una vuelta (28,8 kilómetros) o dos, sorprendiendo, y dejar a Alejandro para el final y que atrás haga de freno«, señala.

¿El motivo? «Landa y Mas, por sus características, no pueden esperar al final. Hay que mandarlos delante y hacer una carrera dura para que remate Valverde o que ellos busquen la improvisación y el factor sorpresa». Marc Soler, Pello Bilbao, David de la Cruz, Jesús Herrada y el campeón de España Luis León Sánchez completan el 'ocho' de Pascual Momparler. «Ellos tienen que controlar los primeros compases y filtrar a alguien en la escapada para que no te cojan a contrapié, pero a partir del kilómetro 180 o 200 (de 259,2 que tiene el circuito) hay que endurecer la carrera con los que mejor han acabado el Tour», sentencia el campeón olímpico, que fue cuarto en los Mundiales de 2006 y 2009.


TITULO: Hacer de comer  - Los kiwis se recolectan en familia y entre amigos,.

  lunes -28 - Septiembre -   a viernes -2 - Octubre  a las 13:25h, en La 1 , fotos.

 

Los kiwis se recolectan en familia y entre amigos,.

Chema Martín abre su explotación agrícola al público, compartiendo la experiencia de recolectar este fruto para llevárselo a casa,.

Los kiwis se recolectan en familia y entre amigos
 

Cerca de medio centenar de personas conocieron de primera mano el proceso de producción de varias variedades de kiwis, así como el proceso de recolección, que llevaron a cabo con sus propias manos. Se trata de una iniciativa de José María Martín, llevada a cabo en su finca de Losar de la Vera, con el objetivo de difundir este producto, conocido en muchas partes del mundo como «la fruta de la salud».

Martín, más conocido como Chema, explica que el proyecto surge después de varias apariciones en medios de comunicación y de su inicio en el cultivo de minikiwis. «Mucha gente me preguntaba, así es que decidí organizar unas jornadas no para vender kiwis, sino para que estas personas tuvieran la experiencia de cosecharlos con sus propias manos, de hacerlo con amigos o familiares, de conocerlo 'in situ' y de ser protagonistas de algo novedoso», señala.

Entonces elaboró unos carteles que difundió entre sus contactos y redes sociales, interesándose vecinos no solo de la zona (Navalmoral, Talaveruela de la Vera, Villanueva, Losar, Talayuela,...) sino también de Madrid.

A través de su teléfono móvil los participantes fueron reservando plaza, fijando el sábado 12 para llevar a cabo la experiencia.

Divulgación y visitas

Tanto para las visitas sobre el terreno como para las explicaciones Chema organizó varios grupos, de cara a cumplir la normativa Covid-19. En primer lugar, asistían a una charla divulgativa sobre el kiwi en general y su plantación en general, desde cómo surgió implantar este cultivo en una zona eminentemente tabaquera hasta la actualidad, que suma una producción que este año superará los 100.000 kilos de las variedades verde, amarillo y minikiwi, que cultiva en algo más de cuatro hectáreas de la finca losareña El Robledo.

«Hablamos de todo, desde el origen de la planta y sus cuidados hasta las variedades existentes, como cultivo para conseguir esta calidad, los trabajos que conlleva... y me han preguntado mucho», celebra.

Tras incidir en las propiedades de este fruto, explicando que en muchos países del mundo se la conoce como «la fruta de la salud» por su alto contenido en vitamina C, potasio y ácido fólico, entre otros, los grupos se fueron desplazando a las parcelas para ver las diferentes plantaciones de kiwis verdes, amarillos y finalmente los singulares minikiwis, donde se pusieron manos a la obra, de forma literal, para como Chema subraya «llevar los kiwis del árbol a la mesa».

Carmen Amor, en el centro, durante la visita a una de las parcelas.
 
Carmen Amor, en el centro, durante la visita a una de las parcelas.

Entre estas personas se encuentra Carmen Amor, vecina de Navalmoral, quién se enteró de la experiencia a través de la pareja de Chema. «Me pareció muy interesante y novedoso, ya que es algo que no conocía», mostrándose sorprendida por la existencia de un cultivo de este tipo en unas tierras que hasta hace unos años solo albergaban explotaciones de tabaco y pimiento.

Para concluir Amor, que acudió junto a varias parejas de amigos, destaca dos aspectos positivos de la experiencia. Por un lado, que está teniendo la posibilidad de recolectar unos frutos «riquísimos y sabrosos» para degustarlos en casa, y por otro que gracias a iniciativas como esta «podemos conocer lo que hay en Extremadura».

Satisfacción ecologista

José María González, presidente de la asociación ecologista Adenex, también acudió a recolectar kiwis, alabando el trabajo de Martín, quién solo usa productos naturales en los tratamientos. «Ya conocía la explotación, pero hacía algún tiempo que no venía y me he quedado impresionado por como ha crecido y como sigue mejorando, se nota que lo cuida, incluso en el suelo, que es esponjoso», afirma.

De igual forma apunta la necesidad de que esta iniciativa cunda entre los agricultores, algo muy extendido en otros países, como por ejemplo Francia. «Abrir la explotación al público, que para nosotros es una novedad, se hace desde hace tiempo en cualquier país europeo. Es bueno para que la gente conozca de donde viene lo que comen en casa», asevera.

González va más allá, asegurando que experiencias como esta las deberían llevar a cabo todos los agricultores, o al menos los dedicados a producir alimentos. «Mucha gente cree que todos los kiwis vienen de Nueva Zelanda, y sin embargo los tenemos aquí al lado», concluye.

La singular andadura de Chema comenzó en 1991, cuando decidió proseguir con la explotación familiar tras la jubilación de sus padres, pero con «algo diferente», si bien alternaba esta finca inicial de 1,25 hectáreas con otras 5 de tabaco.

En la actualidad Martín cultiva 4,3 hectáreas, de las que 2,5 ocupa con kiwis verdes y una producción anual de 50.000 kilos; 0,6 a minikiwi, que le dan 8.000 kilos; y 1,2 de kiwi amarillo, que se plantaron entre 2018 y 2019, esperando la primera producción para este año, que previsiblemente rondará los 45.000 kilos.


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