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El Objetivo La Sexta - SALVADOS LA SEXTA - La noche encendida
- Gran solucion politica,.
La noche encendida,.
'La noche encendida'
no será solo un programa de charlas, espectáculo, música, comedia,
sorpresas e invitados, presentado por Pedro Ruiz, por La 2,foto,. etc,.
Gran solucion politica,.
El centro-derecha europeo debe aprovechar como gran activo su capacidad de elaborar una propuesta para toda la sociedad a la que las políticas de identidad atomizan,.
foto / El centro-derecha sigue siendo, con diferencia, la primera fuerza política en la UE, también en la situación de fraccionamiento electoral que se registra en Europa y en la mayoría de sus Estados. Sin embargo, esa posición claramente dominante en la política europea no libra a los partidos que se integran en ese gran espacio político de la obligación de afrontar serios desafíos, agravados por el impacto social y económico de la pandemia.
En general, el centro-derecha europeo ha sufrido una cierta centrifugación de sus componentes ideológicos. Los ingredientes conservadores, liberales y democristianos, las visiones más cercanas a la tradición del republicanismo cívico y las más orientadas a una visión más comunitarista de la sociedad han convivido con un alto grado de integración haciendo posible la atracción de amplios segmentos del electorado. Esa convivencia productiva de distintos ingredientes ideológicos y tradiciones políticas se ha hecho más difícil y lo que hasta hace poco era reagrupamiento ha dado paso a una tensión de fragmentación que pesa sobre las expectativas del centro-derecha.
Por otra parte, el duro impacto de las dos crisis económicas que se han sucedido sin solución de continuidad no sólo ha estrechado la base sociológica de la política liberal conservadora constituida por las clases medias, sino que ha ensombrecido las expectativas de ascenso social y de oportunidades de aquellas. Con ello se ha abierto la vía para el desapego hacia el sistema político, se ha puesto en cuestión lo que podríamos llamar el contrato social europeo, y el temor a la globalización, a la inmigración, a un mundo que parece desordenado y amenazante se ha instalado en capas del electorado que encuentran en los nuevos populismos la respuesta a sus temores, sus frustraciones o su necesidad de encontrar seguridad en la reafirmación de una identidad nacional, religiosa o étnica.
Una oferta que integra el valor del orden con la libertad debe ser capaz de proyectarse en el futuro
No se puede pasar por alto tampoco el hecho de que dos referencias fundamentales en la tradición política del centro-derecha se han desdibujado, por decirlo de manera suave. Una de estas referencias es el proceso de integración europea, a pesar de que si algo han demostrado la crisis financiera y la actual derivada de la pandemia es que la Unión ha establecido un marco de solidaridad y gestión compartidas sin las cuales este largo periodo de crisis habría adquirido una gravedad apocalíptica. La otra gran referencia global para el centro-derecha ha sido la relación transatlántica que ha unido a Estados Unidos con Europa desde la II Guerra Mundial. Esa relación se encuentra seriamente maltrecha e, incluso con la mejor voluntad para recomponerla ya expresada por Biden, queda un trabajo ímprobo por delante. Estados Unidos pasó del desinterés hacia Europa de la Administración Obama a la hostilidad de Trump, y del compromiso americano con el liderazgo global como potencia imprescindible al 'America First' replicado como lema por todos los populistas de derecha en sus respectivos países sin darse cuenta en su atolondrada admiración por un personaje tan atrabiliario como Trump de que lo que éste estaba formulando era un juego de suma cero respecto a los europeos.
Finalmente, son muchos los que auguran un cambio en la cultura política europea hacia la izquierda provocado por la ampliación del papel del Estado y el encumbramiento de lo público frente a las soluciones de mercado, como habrían avalado la lucha contra la pandemia y el sostenimiento de la economía y el empleo. Tal especulación parece muy discutible cuando ese ensanchamiento del papel del Estado se tiene que hacer a costa de un recurso masivo a la deuda, lo que ha conseguido contener las peores consecuencias de la recesión, pero remite al futuro -y un futuro próximo- una dolorosa resaca y una herencia generacional muy pesada.
La sensación -muchas veces, realidad-de distanciamiento de las generaciones más jóvenes y de un mundo en el que las cosas más interesantes parecen suceder en el espacio digital fuera de los cauces institucionalizados de la política agravan la impresión de los partidos tradicionales de que sus anclajes en la sociedad son más precarios, más débiles, frente a las oleadas del descontento y la impugnación, activa o silenciosa, de la democracia representativa. Como señala Anne Applebaum en su último libro, 'El ocaso de la democracia', «una generación de gente joven ve en las elecciones la oportunidad para mostrar su desprecio hacia la democracia votando a gente que ni siquiera finge tener ideas políticas». De ahí la proliferación con éxito en bastantes casos de candidatos extravagantes, que hacen ostentación precisamente de no ser políticos.
Applebaum señala tres acontecimientos que marcan la ruptura de este espacio político: la elección de Trump en 2016, el 'brexit' aprobado en referéndum ese mismo año y la aparición en Polonia del Partido de la Ley y la Justicia (PiS) como partido de Gobierno con un programa «iliberal». Se trata de tres propuestas populistas que han cosechado un notable éxito, pero que marcan la apropiación del Partido Republicano por un 'outsider', la ruptura de la Unión Europea con un discurso de nacionalismo inglés que ha reabierto heridas y riesgos para la propia unidad británica y, en el caso de Polonia, la apuesta por un modelo de conservadurismo integrista y autoritario que está abocado a seguir confrontándose con las bases democráticas y liberales de la UE.
El mundo es lo suficientemente incierto e inestable, las transformaciones sociales y culturales resultan tan profundas, la necesidad de consolidar un nuevo paradigma de bienestar, de crecimiento y de seguridad es tan apremiante que una oferta que integra el valor del orden con el de la libertad, el respeto a las instituciones como depositarias de soluciones colectivas a problemas comunes con el impulso reformador, el pragmatismo con la profesión de valores y un sentido moral, prepolítico, del bien común, además de una larguísima trayectoria al frente de gobiernos, debe tener capacidad para proyectarse en el futuro. Para ello, el centro-derecha debe afirmarse frente a los populismos, sin despreciar los temores legítimos de quienes han creído encontrar en aquellos la respuesta, pero sin transigir con lo que los populismos tienen de engaño, de falsas soluciones y de descrédito de la democracia liberal.
En tiempos de fragmentación, el centro-derecha europeo no debería caer en la tentación de convertirse en la suma de partidos monotemáticos (nacionalistas, ecologistas, feministas), sino aprovechar como un gran activo su capacidad para elaborar una propuesta para toda la sociedad a la que hoy las causas singulares y las políticas de identidad atomizan y fraccionan. Y debe mantener un firme compromiso con el proyecto europeo en la perspectiva de un reencuentro con Estados Unidos, porque basta mirar a China para darse cuenta de que en Europa y en una relación transatlántica refundada radican las claves de la estabilidad futura.
La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los bosques - Cabeza lobera,. .fotos,.
El señor de los bosques - Cabeza lobera,.
Muy cerca del municipio de Villanueva de Ávila, en la provincia abulense, llegamos a Cabeza Lobera, un enclave con espectaculares vistas, rocas con curiosas formas y pinos jóvenes. Además, Vicente Sevilla cuenta con doble compañía: la actriz Mariola Fuentes y Joaquina, su galga y fiel compañera. Níscalos, boletus y setas venenosas son parte de los descubrimientos de este paseo, donde también aprenderán que el fenotipo de un árbol es como su carnet de identidad.
TITULO: RADIO
- TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO - EL BOTIJO - Rescate -Rescate - No somos héroes ,.
RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO - EL BOTIJO - Rescate - Rescate - No somos héroes,. ,. , fotos,.
Rescate - No somos héroes,.
El pico Aragüells, uno de los más accesibles, registra múltiples accidentes en temporada estival por el exceso de confianza de algunos montañeros. En 2015, un poderoso terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter sacudió Nepal, atrapando a montañeros españoles que se encontraban en el país.
Montañas de historias,.
Ander Izagirre cuenta las curiosidades que esconden los Pirineos en un viaje ciclista de casi 1.200 kilómetros por la cordillera,.
'Pirenaica' empieza con un clac, el sonido al encajar la zapatilla en el pedal y la promesa de una aventura con salida en el Cantábrico y meta en el Mediterráneo. En el camino, la mar de kilómetros: exactamente 1.192 repartidos en 40 puertos de montaña y 27.000 metros de desnivel acumulado. Las cifras apabullan, pero en este relato sobre dos ruedas son absolutamente secundarias.
Porque Ander Izagirre (San Sebastián, 1976) pudo haber sido un buen ciclista, pero se quedó en un excelente narrador de viajes, y en 'Pirenaica' (GeoPlaneta), su última incursión en la literatura ciclista (es también autor de 'Plomo en los bolsillos', un curiosísimo anecdotario del Tour de Francia), cada golpe de pedal entre Jaizkibel y el cabo de Creus descubre, literalmente, montañas de entretenidas historias y personajes que cautivarán a los lectores, aficionados o no a montar en bici.
Izagirre no se limita a narrar sus sensaciones en la cima del Tourmalet, o resoplando entre peregrinos que trepan ante repechos del 21% en San Juan de Pie de Puerto, sino que encadena esos momentos de exigencia física con episodios contados a modo de reportaje periodístico con el trasfondo del ciclismo y la belleza de las montañas de los Pirineos.
La travesía, que comprende 14 crónicas de la cordillera, arranca desde la misma puerta de su casa en San Sebastián y enseguida se mete en faena con un reportaje sobre el oscuro pasado de las vías más frecuentadas por los ciclistas de su tierra natal, trazados sinuosos que discurren entre bosques de hayas y pinos y penetran en desfiladeros y túneles sin apenas tráfico, perfectas para la bicicleta. Esas carreteras fueron construidas por miles de presos republicanos que el régimen franquista utilizó como mano de obra gratuita tras la Guerra Civil para darles un uso militar que nunca tuvieron. Montañas horadadas con pico, pala y dinamita, como el túnel de Aritxulegi «que exigió su precio en carne». Un testigo cuenta al escritor cómo aquellas piltrafas humanas que no dejaban de picar piedra se desvanecían de agotamiento y de hambre… Así que esas primeras pedaladas de 'Pirenaica' rinden homenaje a aquellos prisioneros.
Nombres legendarios
El cronista avanza en su recorrido y desbroza nuevas historias como la del acuerdo de paz más antiguo de Europa, el de la Piedra de San Martín, un mojón fronterizo entre España y Francia (en el navarro valle del Roncal), donde cada 13 de julio se conmemora (y van 642 años) la llamada ceremonia de las tres vacas.
En las páginas del libro dejan huella personajes como José Antonio Goñi, (un octogenario que nació en una cabaña rodeado de nieve, fue contrabandista desde los siete años, pastor en América, camionero, cazador…), nombres legendarios vinculados al Pirineo como Pompeyo, Carlomagno y su fiel Roldán, Napoleón… y Miguel Induráin, cuyas gestas no podían quedar al margen, sin olvidar figuras mitológicas como el basajaun, el señor de los bosques.
El Tour de Francia, que debe parte de su épica a estas míticas cumbres pirenaicas, está muy presente en capítulos como el dedicado al Aubisque, con Firmin Lambot y aquellos otros héroes que pedaleaban de noche con lámparas de acetileno en el manillar, o la resurrección de Wim van Est, un corredor que se despeñó en una caída tan brutal que cuando fueron a buscar su cadáver se lo encontraron vivo y con su reloj Pontiac intacto, lo que fue explotado por un avispado publicista convirtiendo al holandés en modelo de la casa Pontiac. Y no podía faltar el Tourmalet y esos 19 kilómetros de leyenda, ascendidos por primera vez en el Tour de 1910 al grito de «asesinos, sois unos asesinos» a los organizadores por parte de Octave Lapize, que ganó aquella etapa ¡de 326 kilómetros y 14 horas!
Los osos eslovenos del valle de Arán, encabezados por Goiat, que tras desperezarse hambriento de una siesta de 106 días se zampó un potro, atacó ovejas, saqueó varias colmenas y mató a una yegua; la vida extraordinaria de Arsenda de Ager, una catalana del siglo XI que bien pudo inspirar a Isabel la Católica (por aquello del tanto monta, monta tanto), una peculiar guerra de las señales de stops entre España y Francia… en 'Pirenaica' cada pedalada es una ventana a la historia, antigua y actual, y al placer de la lectura.
Y también hay reflexiones (que seguramente compartirán muchos aficionados) sobre el «extraño y absurdo placer de sufrir voluntariamente» dando pedales bajo la lluvia ante muros del 14%. O cuando en la curva cerrada de un puerto sostiene que «las cuestas son el terreno ideal para desarrollar esa capacidad tan valiosa en el ciclismo, en la vida y en la escritura de libros como agachar la cabeza, apretar los dientes y esperar a que esto acabe cuanto antes».
-¿Es más duro sentarse en soledad ante el folio en blanco o subir en soledad el Tourmalet?
-Sinceramente, ninguna de las dos. El viaje en bici es una gozada, montar en bici es lo que más me gusta hacer y el trabajo de escribir es agradecido, son historias divertidas con las que he disfrutado mucho. El mayor trabajo es el previo, el de buscar los temas, hacer los contactos…
Puede que tras los Pirineos, Izagirre se decida a cruzar Despeñaperros: «Tengo pendiente recorrer Andalucía, me gustaría hacerlo… creo que sería perfecto».
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