TITULO: Cartas Olvidadas - El Miedo de Valverde,.
El Miedo de Valverde,.
foto / Serpientes de verano. En los 90, el calor llevaba monjes satánicos a las portadas en vez de a Villarejo.
Si
no comes, vendrá el Coco, nos decían a los niños de España cuando nos
hacíamos los remolones con las lentejas. Como el Coco no llegaba nunca,
acabábamos acostumbrándonos a la amenaza y pasando de las lentejas. Pero
en Valverde de Leganés era distinto. A Fernando Negrete, siendo un
niño, lo amenazaban con la llegada del Miedo si no comí, etc,.
Valverde, otro campeón del mundo que vivió el infierno,.
El murciano desvela, como hiciera Iniesta, que sufrió una depresión que requirió de ayuda de psicólogos y psiquiatras, fotos,.
«Los deportistas sufrimos todos. En el deporte, como cualquier ámbito de la vida, se sufren malos momentos. Los deportistas igual, totalmente. Es cierto que una persona que siempre está expuesta al público, a la que se está mirando muy de cerca tiene mucha más presión. Yo creo que se ha contado lo de Iniesta y también lo he contado yo pero seguro que hay muchísimos más deportistas que han tenido esos problemas y que a lo mejor lo pueden estar teniendo. A ellos les diría que todo tiene su solución», explicaba Alejandro Valverde a la prensa mientras su hija Natalia estaba agarrada a su pierna.
Es la frase sincera del ciclista murciano después de la presentación en la sede de Telefónica de la Gran Vía madrileña del documental 'Un año de arcoíris' de Vamos. Un estreno a muy pocos metros de la Cibeles, donde horas antes se había subido al podio entre dos eslovenos: Roglic y Pogacar luciendo por última vez esta campaña el maillot arcoíris, ese que tanto le costó conseguir. «Todo un orgullo, con Roglic al lado y Pogacar, a quien casi doblo en edad. Ha sido una Vuelta muy bonita».
«Pasaba mucho miedo, empezaba a agobiarme y a sentirme peor. El psiquiatra me dijo que tenía un estado depresivo. Toqué suelo. Iba al médico y salía peor»
Alrededor de ese hito, logrado en Innsbruck hace un año, se desarrolla este documental que además de repasar todo lo que supuso el oro mundial, desvela partes desconocidas de su vida más privada.
Entre ellas, los complicados momentos que vivió tras la suspensión por dopaje entre 2010 y 2012. Y curiosamente llegó después de haber regresado a la competición y haber logrado ganar. «Tuve un estado casi depresivo. Al final tienes muchas miradas sobre ti. Muchos deportistas se retiran antes de tiempo porque no soportan esa presión. Pasaba mucho miedo, empezaba a agobiarme y a sentirme peor. El psiquiatra me dijo que tenía un estado depresivo. Toqué suelo. Iba al médico y salía peor», explicaba ante las cámaras.
«Con miedo y sin ánimo»
El murciano explica con detalle algunos de los síntomas que padecía. « Tenía miedo de conducir, de poner en la carretera. La presión que se tiene psicológicamente es muy dura. Fui a la Amstel Gold Race y pensaba que no podía correr. Me acosté la noche de antes y me encontraba fatal. Corrí al día siguiente, yo me tiré toda la carrera el último del grupo. Cada vez quedaba menos gente y yo seguía ahí, no podía meter el manillar. Iba con miedo y sin ánimo», detalló en un momento de la conversación con Monica Marchante, cuando hablaban del peso y la responsabilidad de lucir un maillot tan peculiar como el arcoíris.
En ese contexto, detalló que los deportistas, como le pasó a Andrés Iniesta, sufren momentos mentalmente muy complicados aunque aparentemente tienen todo para ser felices. « Pasé cosas duras. Lo superé. Según el psiquiatra, los ciclistas somos personas que queremos llevarlo todo muy medido. Nos pasa como a los estudiantes buenos, que no quieren fallar en nada y si un día no estudian se agobian. Lo veía todo negro, pero al final lo superé. Yo pensaba, si lo tengo todo, ¿por qué me pasa esto? No entendía nada. Pero lo cierto es que me estaba pasando. Gracias a los especialistas, todo quedó atrás», se congratula.
«Me quedo liberado por haberlo contado. Ya está superado, y si sirve a otros deportistas que estén en la misma situación y no saben salir… »
Valverde recuerda que «la vida del deportista de élite no sólo consiste en ganar. Representa que no todo es tan bonito como parece, que también hay momentos muy malos. Toda esa presión, ser el foco de todas las miradas, al final sale. Sufrimos mucha presión, pasamos etapas de bajones y contarlo puede ayudar a otros deportistas. Superar esos momentos te hace salir más reforzado. Me quedo liberado por haberlo contado. Ya está superado, y si sirve a otros deportistas que estén en la misma situación y no saben salir… », deseó.
Reto olímpico
Valverde no se presiona por volver a conseguir el arcoíris en el Mundial de Yorkshire, en el norte de Inglaterra que se celebrará el próximo día 29. «Sí el domingo fue la despedida de este maillot tan bonito. Ya me quedan muy pocos días, porque ahora voy con la selección y hay que vestirse con los colores de España. A ver si puedo hacer algo en Yorkshire para seguir llevándolo. Está muy difícil, pero no imposible», apuntó con una sonrisa antes de buscar revalidar ese arcoíris para el que se irá con el resto de los preseleccionados «concentrados a Alicante», repitiendo lo del año pasado cuando lo hicieron en Granada.
El murciano se fija como objetivo el oro olímpico en Tokio 2020, con un recorrido que considera puede beneficiarle. «Los Juegos son muy duros. Tengo primero que hablar con Eusebio (Unzué) y ver el mejor calendario. Sería un objetivo muy muy importante. Puede ser un colofón para mi carrera deportiva, pero si no se consigue no es ninguna presión»,
Por último, Valverde sí confía en el relevo generacional español pese a que a sus 39 años ha sido el mejor clasificado en La Vuelta. «En esta Vuelta han faltado corredores como Enric Mas ó Landa. Es difícil conseguir una trayectoria como la mía, pero vienen corredores buenos, como Marc Soler. Creo que hay futuro», vaticinó antes de considerar a Julian Alaphilippe como el ciclista más «similar» a él del pelotón actual. Curiosamente el francés es el gran rival para revalidar ese arcoíris el día 29 en Yorkshire.
Federer cae con rosco incluido y allana el camino de Djokovic,.
El polaco Hurkacz derrota al suizo por 6-3, 7-6 (7/4) y 6-0, apartándole de unas semifinales en las que sí estará el serbio,.
foto / Roger Federer cayó eliminado este miércoles en cuartos de final de Wimbledon, de donde también se despidieron los campeones de dobles colombianos Juan Sebastián Cabal y Robert Farah, mientras Novak Djokovic avanza tranquilo en su intento de revalidar el título de 2019.
Sembrando dudas sobre su futuro a sus casi 40 años, el suizo, octava raqueta del mundo y ocho veces campeón de Wimbledon, no encontró el modo de superar la agresividad del polaco Hubert Hurkacz (18º del mundo), que le venció por 6-3, 7-6 (7/4) y 6-0.
Tras haberse sometido a dos operaciones de rodilla en 2020, «el objetivo era jugar otro Wimbledon», explicó después en rueda de prensa, precisando que ahora no sabe qué va a hacer. «Vamos a hablar un poco esta noche» y luego a «tomar unos cuantos días» para analizar lo ocurrido, dijo. Aseguró no sentir molestias físicas pero no haber recuperado aún la fuerza física y mental «para ser más competitivo». «A mi edad nunca sabes que te espera a la vuelta de la esquina», afirmó, pero, aunque no quiso definirse sobre si participará en los Juegos Olímpicos de Tokio, aseguró que «el objetivo es seguir jugando» y confiar en que la jubilación «no va a ocurrir» ahora.
Si al principio del partido Federer logró mantenerse firme ante un jugador muy alto con un gran saque, que había eliminado en octavos al ruso Daniil Medvedev (2º), a partir de la primera rotura en el sexto juego todo fue inútil.
El polaco, de 24 años, que hasta ahora nunca había superado la tercera ronda de un Grand Slam, le atacó insistentemente en el revés y aunque concedió un juego de servicio en la segunda manga recuperó el terreno perdido para acabar imponiéndose en el 'tie break'. Allí, y pese al enorme apoyo del público londinense, Federer cometió graves errores casi inimaginables en él y que repitió en el tercer set, para ser derrotado en 6-0 por primera vez en Wimbledon. «Esto es superespecial para mí», es «como un sueño hecho realidad», aseguró Hurkacz tras el partido, al término del cual los espectadores despidieron al suizo con una inmensa ovación.
'Nole' aprieta
Por su parte, Djokovic, que persigue igualar el récord de 20º títulos de Grand Slam que comparten Federer y el español Rafa Nadal -ausente de Wimbledon este año-, se impuso sin gran dificultad al húngaro Marton Fucsovics (48º) por 6-3, 6-4 y 6-4. «He jugado un partido sólido», estimó el número uno. El viernes se enfrentará al canadiense Denis Shapovalov (12º), que venció 6-4, 3-6, 5-7, 6-1, 6-4 al ruso Karen Khachanov (29º), por un puesto en la final del domingo.
En gran forma a sus 34 años, a diferencia de muchos jugadores que se resienten tras los cambios de ritmo impuestos por la pandemia, Djokovic tiene otro récord a la vista: apuntarse en la misma temporada los cuatro grandes torneos del Grand Slam, algo que ningún tenista ha conseguido desde 1969. «Amo este deporte con todo mi corazón, cuerpo y alma» y «algunas veces las cosas parecen irreales», dijo el miércoles el campeón de 2019 y defensor del título ya que Wimbledon no se celebró en 2020 debido al coronavirus.
Hurkacz jugará la semifinal contra Matteo Berrettini, número 9 del mundo, que avanza con paso firme sobre la hierba londinense. El italiano, de 25 años, batalló durante tres horas para imponerse por 6-3, 5-7, 7-5 y 6-3 a su amigo el canadiense Felix Auger-Aliassime (19º), un jugador cinco años más joven y que en octavos de final había vencido al alemán Alexander Zverev en cinco sets. Hurkacz «está jugando una muy buena temporada, pero yo me siento preparado, tengo confianza, así que a ver qué pasa» el viernes, dijo Berrettini.
En dobles, única categoría donde el miércoles seguían representados los tenistas de habla hispana, la pareja formada por los colombianos Juan Sebastián Cabal y Robert Farah, vigentes campeones de Wimbledon, fue eliminada en cuartos de final por el estadounidense Rajeev Ram y el británico Joe Salisbury en dos horas y 10 minutos por 6-3, 6-4 y 7-6 (7/2). Termina así la esperanza de Cabal y Farah de repetir la proeza de 2019, cuando dieron la sorpresa en Wimbledon ganando el torneo para colocarse como primeros del mundo. Los ahora terceros cabezas de serie son la única pareja de Colombia que jamás haya llegado a una final sobre la hierba de Londres.
Por su parte el español Marcel Granollers y el argentino Horacio Zeballos, cuartos cabezas de serie en dobles, pasaron a semifinales tras imponerse a la pareja formada por el sueco Andre Goransson y el noruego Casper Ruud por 6-3, 6-4 y 6-4.
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