TITULO:
El Objetivo La Sexta - SALVADOS LA SEXTA - La noche encendida
- En torno a los nombres,.
La noche encendida,.
'La noche encendida'
no será solo un programa de charlas, espectáculo, música, comedia,
sorpresas e invitados, presentado por Pedro Ruiz, por La 2,foto,. etc,.
En torno a los nombres,.
La localidad honra con fe profunda a su Virgen, en torno a la que giran las fiestas populares enriquecidas en los últimos años con una apuesta por mantener vivo el folclore castellano mediante la exaltación de la dulzaina,.
fotos / Como los pequeños canales que a golpe de azada llevaban la vida del agua a los cultivos y, de los cuales, brota el nombre del municipio de Canalejas de Peñafiel; así, de esta forma, uno de los caminos que parten de él encauza la devoción del pueblo hacia la ermita de la Virgen del Olmar. Devoción que algunas mujeres y niñas llevan en su nombre, Olmar.
A poco más de un kilómetro del pueblo, sobre una gran roca en la que se conserva un eremitorio, la ermita y su entorno forman un oasis natural en el descenso hacia valle del Duratón desde el páramo. Hasta allí el primer sábado de julio se celebra la romería en honor de la Virgen del Olmar. En procesión, por la mañana, trasladan la imagen de la Virgen desde la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción para compartir un día de fiesta y fraternidad.
A la fresca sombra de la frondosa arboleda del entorno, los vecinos asisten a una misa campestre, comparten comida y merienda, pasan el día y, antes de que acabe la jornada, danzan alrededor de la ermita con su Virgen, subastando las andas que la portan y también su subida al trono. El trono es la hornacina central del altar, tras el cual existe un camarín donde antes se ofrendaban exvotos.
Es tradición subastar las andas de Nuestra Señora del Olmar y su subida al trono el día de la fiesta grande en su honor
Según la tradición la imagen permanecerá allí hasta las fiestas de agosto, cuando es devuelta a la iglesia parroquial para celebrar la Virgen de la Asunción el último fin de semana del mes. Numerosas actividades se despliegan durante cuatro días. Entre las más tradicionales destacan las dianas, durante las cuales toda una mañana se recorre el pueblo con música y los vecinos ofrecen pastas y otros tentempiés a los participantes. A la hora de comer el lugar de encuentro son los mesones, típicos merenderos de la localidad en los que se juntan habitualmente los amigos para compartir mantel y conversación.
Maridaje con vinos de la Ribera del Duero
A su gastronomía llega ahora la trufa negra. Además del típico lechazo asado, el pueblo tiene fama también por su bacalao o por el pollo de corral que ofrecen sus restaurantes. Exquisitos menús para maridar con vinos de la Ribera del Duero pues la tradición vitivinícola viene de lejos, cuando allí se compartían lagares comunales para llevar la uva y luego repartir el mosto según la carga –cantidad de uva– que llevaba cada viticultor. El mosto se llevaba a cada bodega y allí se hacía el vino.
La Fiesta de la Dulzaina, de reciente implantación, convierte al municipio en uno de los dos de la comarca en los que se mantiene viva la llama del folclore castellano en su expresión musical e instrumental.
El Corpus Christi, San Isidro o Las Águedas son otras festividades cuyo pulso se mantiene vivo en la población.
TITULO: La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los bosques - Una tienda en mi jardin ,.
La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los bosques - Una tienda en mi jardin , fotos.
Una tienda en mi jardin,.
Los jardines hidropónicos prometen verduras, hortalizas y frutas cultivadas en agua de forma limpia, rápida y eficiente,.
«Nos hicimos con un jardín hidropónico de 1,80 metros de altura que parece una escultura blanca con plantas que crecen artísticamente en él. Me sorprende la cantidad de comida que he cultivado: mi familia, de tres miembros, ahora come lechugas recién arrancadas a diario. Y, aún así, nuestra cosecha es tan abundante que hemos tenido que compartir las verduras con los vecinos».
Esta es la experiencia que Isabel Sigrán, una profesional de la comunicación con nulos conocimientos en agricultura o jardinería, ha tenido con su 'maceta tecnológica' para el microcultivo de frutas y hortalizas en casa. Sus lechugas han crecido en agua, en un dispositivo de diseño que se diría que hasta decoraba la cocina, que es capaz de controlar él solo los nutrientes que necesita la planta y que, con una lámpara, también aporta toda la luz que requiere para que el resultado sea una cosecha abundante y, sobre todo, muy limpia. Mucho más de lo que cualquier novato aspirante a tener un minihuerto urbano en la terraza podría esperar. La intervención de este 'agricultor' de nueva generación se reduce a enchufar el dispositivo y rellenar el depósito con agua y nutrientes una vez a la semana.
Esta es la carta con la que se presentan al mercado los microhuertos verticales hidropónicos (esto significa que crecen solo en agua, sin tierra), que prometen facilitar el cultivo personalizado de todo aquello que le dé el toque verde a la dieta diaria. La moda ha nacido, -como otras tantas- en Estados Unidos, donde empieza a crecer un mercado aún pequeño pero en el que unas cinco marcas comercializan con cierto éxito estos dispositivos inteligentes. El confinamiento ha animado las ventas de estos jardines. Justo cuando el insólito momento obligó a pensar en la fragilidad del suministro de alimentos, estos 'inventos' alimentaron la vieja aspiración urbanita del autoabastecimiento de vegetales y verduras frescas.
Javier Morillas, fundador y CEO de Niwa, empresa dedicada a soluciones tecnológicas para el cultivo en hidroponia, conoce el mercado americano y confirma esta tendencia durante la cuarentena. Ahora bien, también advierte de que la ecuación no está completa sin contar con otra circunstancia particular de los Estados Unidos. «En muchos estados se ha legalizado el consumo de marihuana y los kits también se empiezan a utilizar mucho para el cultivo de esta planta en casa», según ha podido testar de primera mano en las tiendas.
Hecha la observación, cree que este tipo de soluciones está teniendo su público en grandes urbes, donde la población ni tiene acceso fácil y cotidiano a los vegetales ni mucho menos a verlos crecer. «Pensemos en Hong Kong, por ejemplo, donde la desconexión con la naturaleza es tal que estos jardines dan la oportunidad de recuperar algo que se ha perdido en el estilo de vida que se lleva hoy en estas enormes ciudades», valora Morillas.
Tanto es así que el factor sentimental pesa más que el éxito de la cosecha a la hora de valorar las posibilidades de abrirse mercado de estos minihuertos hidropónicos. «Existe un nexo emocional con lo que tú mismo has cultivado que le da un valor a la lechuga o a los tomate que nada tiene que ver con el precio del mercado donde lo compras con más o menos comodidad», afirma.
Esto, que puede ser entendido como algo un tanto esnob, tiene otras lecturas para los fabricantes (y los fondos de inversión), que están apostando por soluciones caseras de autoconsumo. La idea de cultivar en casa sin necesidad de conocimientos ni de mancharse las manos entronca con la corriente actual de sostenibilidad, de reducción del gasto, de rechazo a los fertilizantes o de ampliar la dieta verde. Además, las frutas y verduras cultivadas en hidroponia conservan mejor el sabor y los nutrientes.
Ahora bien, para tomárselo en serio es necesaria cierta inversión, y en este punto, es donde se discute el futuro de los jardines hidropónicos. «Puede quedar relegado a una élite a la que compense el gasto», apunta Morillas. En la actualidad, los kits más básicos cuestan entre 80 y 90 euros y se pueden adquirir por internet. Tienen aspecto de jardinera pequeña con un arco de luces led que puede ser colocado sobre la encimera de la cocina. Los hay también con asistencia tecnológica, es decir, conectados a la red y con la posibilidad de ser controlados a través de una 'app' que marca los pasos a dar, y son unos 100 euros más caros. A partir de ahí, las soluciones varían en microinvernaderos del tamaño de una estantería y columnas de plástico de distintas alturas. Entre 1.000 y 2.000 euros puede costar un jardín vertical completo. Las marcas orientan del tamaño necesario para cubrir las necesidades de las familias, en función del tamaño de estas. Tamaño de una maleta.
Los citados emprendedores españoles, Niwa, comenzaron comercializando un invernadero casero hidropónico del tamaño de una maleta y ahora han evolucionado a comercializar el 'sofware' que facilita paso a paso el cultivo hidropónico y su control a través de una 'app' y un dispositivo (tipo regleta) donde se conectan todos los elementos implicados en el cultivo (iluminación, riego, nutrientes, etc.).Se puede cultivar en hidroponia sin la asistencia tecnológica, claro está, pero con ella resulta más eficiente y es lo que realmente marca la diferencia de los nuevos jardines para el autoconsumo de pequeños vegetales, todo tipo de lechugas y especias.
En qué consiste un jardín hidropónico
Hidroponia. Hidroponia significa cultivo en agua, es decir, que las raíces no se hunden en la tierra, sino en agua, de la que cogen directamente los nutrientes.
Semilla y vainas. Las semillas, a veces germinadas (como en el caso de las lechugas), y otras sin germinar (como en el caso de las fresas), se compran en cápsulas o vainas que suelen estar hechas a base de lana de roca. En el caso de las lechugas, en unos 15-20 días está lista para comer.
Sin contaminantes. El hecho de que no intervenga la tierra ni el abono, como en el cultivo tradicional, elimina el riesgo de contaminantes que puedan dañar la planta. También de parásitos.
En interior. Una planta de tomate cherry en el balcón es difícil de mantener si el clima no acompaña. La hidroponia permite cultivar en el interior de las casas cuando las macetas incluyen lámparas led que procuran muchas horas de claridad al día. Que la luz sea artificial no le quita propiedades nutricionales a la cosecha de vegetales.
Digitales y conectados. Existen jardines hidropónicos conectados a internet para ser controlados a través de aplicaciones móviles o de un monitor incorporado. Incluso hay soluciones como la de Niwa, que vende solo el 'software' para prescindir de la propia maceta y que sea el cliente el que elija dónde llevar a cabo su cultivo, que puede ser en un cubo.
¿Qué se cultiva? Depende de los modelos; los más caros y completos permiten cultivar hasta una docena de tipos de lechugas (canónigos, rúcula, escarolas, trocadero...), berenjenas, pimientos, tomates, chiles, cebollas, ajetes... todo ello en su variedad más pequeña. También frutas como fresas y legumbres como los guisantes baby... Además, valen para tener a mano todo tipo de especias e hierbas aromáticas.
TITULO: RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO - EL BOTIJO -Los suizos Hauser y Wirth abren su segundo 'santuario' del arte en España,.
RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO - EL BOTIJO - Los suizos Hauser y Wirth abren su segundo 'santuario' del arte en España,. , fotos.
Los suizos Hauser y Wirth abren su segundo 'santuario' del arte en España,.
Una exposición de Mark Bradford en Menorca inaugura el complejo de edificios rehabilitados por el argentino Luis Laplace en el antiguo hospital de Isla del Rey,.
Iwan y Manuela Wirth son copresidentes, junto a Marc Payot, de Hauser & Wirth, el 'dream team' del mundo del galerismo internacional. Gestionan ya el Chillida Leku en Hernani y abren ahora su segundo 'santuario' del arte en España, el nuevo centro de la galería en la menorquina Isla del Rey. Es una suerte de Alcatraz artístico y ecológico con laboratorio para la creación en el corazón del puerto de Mahón. Accesible solo en barco y de entrada gratuita, Hauser & Wirth Menorca se inaugura el próximo lunes con la primera exposición en España del artista afroamericano Mark Bradford.
La Isla del Rey alberga un antiguo hospital naval en desuso, un conjunto de edificios del siglo XVIII abandonados hasta hace nada y los restos de una basílica paleocristiana del siglo VI. Tras dos años de rehablitación, Hauser & Wirth ha reconvertido parte del complejo hospitalario para acoger un centro de arte de 1.500 metros cuadrados y restaurado el denominado edificio Langara para crear un espacio expositivo con ocho galerías, una tienda y un restaurante. Un escaparate para vender arte y mostrar en su privilegiado entorno parte de una colección excepcional que recibe al visitante con piezas de Louise Bourgeois, Eduardo Chillida o Franz West. Es un híbrido entre una sala comercial, una fundación y un centro de experimentación y formación en el que los artistas que expongan tutelarán a jóvenes creadores, como ha hecho Bradford.
El Ayuntamiento de Mahón es propietario de la isla y de los edificios, cuyo uso cedió a la Fundación Hospital Isla del Rey durante 15 años, prorrogables durante otros diez años a cambio de la restauración del antiguo hospital, en la que los galeristas suizos ya han invertido cuatro millones de euros. La respetuosa y casi «invisible» restauración ha estado a cargo de Luis Laplace, arquitecto argentino afincado en París y colaborador habitual de los galeristas suizos. Ha utilizado materiales tradicionales, como la teja curva y pavimento de terrazo de piedra local y ha rescatando las vigas de madera originales. El reconocido paisajista Piet Oudolf, responsable de la High Line neoyorquina, ha diseñado los jardines incorporando especies nativas y plantas adecuadas al micro clima menorquín.
La Isla del Rey, un islote de unos 40.000 metros situado en el puerto de Mahón, se ganó su nombre al ser el lugar donde el rey Alfonso III desembarcó en 1287 para liberar Menorca del dominio musulmán. Su icono era un hospital naval, abandonado y en ruina, fundado por la marina inglesa en 1711. El centro de Hauser & Wirth está en un anexo de 128 metros de largo situado en las inmediaciones del sanatorio. Menorca, que fue inglesa durante siete décadas, retornó a la Corona española tras la firma del Tratado de Amiens de 1802 y la Isla del Rey pertenece ahora del municipio de Mahón.
Migración y pandemia
Mark Bradford (Los Ángeles,1961) es un cotizado artista afroamericano reconocido por sus grandes pinturas abstractas creadas sobre capas de papel y que vivió en Mallorca en su juventud. Sus obras recientes conforman la muestra 'Masses and Movements', que reflexionan sobre la migración y la pandemia, y se caracteriza por su complejidad formal, material y conceptual. Según el artista, que nunca antes había expuesto en España, «explora las estructuras sociales y políticas que cosifican a comunidades marginadas y a poblaciones vulnerables. El compromiso social con comunidades que tienen acceso limitado a museos e instituciones culturales es esencial en su trabajo. Todas las piezas expuestas, una treintena, estaban vendidas antes de exponerse.
«Durante el último año parecía que vivíamos en Marte, enmascarados y disfrazados, a dos metros de distancia, en un terreno inmóvil. Pero debemos seguir moviéndonos, reconocer que la inestabilidad forma parte del curso de la historia. Estoy emocionado por poder compartir este nuevo conjunto de obra, y esperando con ganas terrenos más estables», comenta Bradford. «Nuestro sueño es situar arte contemporáneo como el de Bradford en este contexto tan especial. La Isla del Rey es un lugar extraordinario, con una naturaleza salvaje, una luz y paisaje únicos, y una historia fascinante», dice Manuela Wirth, que debió atrasar un año la inauguracion debido a la panemia. «Durante los últimos cinco años, hemos trabajado para crear este centro cultural en Menorca, y el entusiasmo de la comunidad menorquina y de nuestra familia de artistas nos han mostrado nos ha alentado en todo momento».
Fundada en 1992 en Zúrich, Hauser & Wirth representa a grades artistas como Dan Graham, Roni Horn, Pierre Huyghe, Ron Mueck, Jenny Holzer o Annie Leibovitz. Gestiona también legados de creadores como Louise Bourgeois, Henry Moore o Eduardo Chillida desde 2017. El matrimonio suizo, de 51 años él y 58 años ella, ha definido su proyecto en las últimas tres décadas conectado las actividades de Hauser & Wirth con la educación, la conservación y la sostenibilidad.
Modelo replicado
El proyecto en la Isla del Rey replica modelo de Hauser & Wirth Somerset, en el suroeste de Inglaterra. Un centro que conecta el arte con la educación, el activismo social, la conservación y las iniciativas locales. Abierto en julio de 2014, ha obtenido reconocimiento internacional y recibía más de 800.000 visitantes al año, antes de la pandemia, muchos de centenares de escuelas e instituciones educativas. La entrada a los centros de arte de Hauser & Wirth es gratuita, y todas las donaciones que reciben se destinan a organizaciones caritativas locales.
La menorquna Mar Rescalvo es la directora del complejo y ha establecido lazos con la Fundació Menorquina de l'Òpera, la Escola d'Art de Menorca, el Museu de Menorca, el Ateneo de Mahón y el Festival Pedra Viva.
Los galeristas suizos proponen además un programa educativo con charlas, talleres y proyecciones sobre arte contemporáneo y salvaguardan el privilegiado entorno. Menorca es Reserva de la Biosfera por la Unesco y, para proteger un paraje natural único, colaboran con la Fundación para la Preservación de Menorca. Las medidas de sostenibilidad incluyen protocolos de recolección de agua de lluvia, un sistema para reutilizar el agua para el riego del suelo, y climatización con un sistema de eficiencia energética para los edificios.
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