TITULO:España Directo -Los Juegos Olímpicos no quieren envejecer,.
Los Juegos Olímpicos no quieren envejecer,.
El COI introduce nuevos deportes en su programa para captar a las audiencias más jóvenes e incluso se plantea abrirse al mundo de los videojuegos, fotos,.
El próximo 4 de agosto, en el parque urbano Ariake de Tokio, Sky Brown se ajustará el casco, cogerá su monopatín y se lanzará a hacer cabriolas a la pista. Sky Brown tiene nombre de jefe apache -'cielo marrón'- y una de esas biografías imposibles que parecen sacadas de un telefilme: nació en Miyazaki, Japón, de padre británico y madre japonesa, vive la mitad del año en Estados Unidos, se levanta todos los días a las cinco de la mañana para hacer surf y se dedica profesionalmente al skate desde los diez años. El año pasado se rompió el cráneo entrenando con el monopatín en California y estuvo a punto de morir. Sky Brown nació en 2008. Cumplirá trece años el 12 de julio.
A su lado estará la española Julia Benedetti. Julia tiene 16 años y en su biografía no hay recovecos insólitos ni extravagantes cruces cosmopolitas, sino una confortable normalidad: acaba de terminar 1º de Bachillerato en el colegio Santa María del Mar de La Coruña, le han ido bien los exámenes y le gustan las ciencias. Todavía no sabe qué estudiará, pero tal vez se incline por hacer una Ingeniería. A Julia un día le llamaron y le preguntaron si quería participar en un campeonato del mundo clasificatorio para los Juegos.
Fue entonces cuando se enteró de que el skate iba a ser deporte olímpico. «Yo lo practicaba como hobby y ya está. No sabía nada», sonríe. Julia se fue en mayo a Iowa, Estados Unidos, voló con su monopatín y consiguió cerrar su clasificación para Tokio. Confiesa que ya empieza a sentir mariposillas en el estómago, pero no quiere perder ese punto callejero y juguetón del skateboarding: «Cuando patino solo pienso en divertirme, en pasármelo bien... pero eso debería suceder en todos los deportes».
Estas palabras de Julia Benedetti encajan como un guante en la primitiva carta olímpica, que ensalzaba «la alegría del esfuerzo y el valor educativo del buen ejemplo», así que quizá no haya sido tan descabellada la inclusión del skate entre los deportes de Tokio 2020. Sin embargo, los dirigentes del Comité Olímpico Internacional (COI) tenían otra cosa en mente al aprobar su presencia en los Juegos: buscaban desesperadamente encontrar nuevos deportes que pudiesen atraer a los espectadores más jóvenes, así que decidieron apostar por el aire lúdico y desenfadado del surf, del skate y de la escalada deportiva.
Alberto Ginés, un escalador cacereño de 18 años, también vivirá en Tokio su primera experiencia olímpica. «Puede que sí sea un enganche para los más jóvenes -reconoce- porque en la escalada se empieza desde muy pequeñito y hay mucha afición entre los chavales». Alberto lo sabe de primera mano porque la falta de instalaciones apropiadas en España hace que él deba entrenarse en rocódromos comerciales, compartiendo sudores con muchachos que van a divertirse subiéndose por las paredes. La escalada se divide en tres pruebas diferentes (dificultad, bloques y velocidad) y es un ejercicio vistoso, sin tiempos muertos, febril, que desprende adrenalina y tensión. Justo lo que está buscando el COI.
Break dance
Dentro de tres años, en los Juegos de París, a estos nuevos deportes tan efervescentes se les unirá el break dance o baile deportivo, en una decisión todavía más polémica que revela el miedo de los ejecutivos del COI a que su gran invento vaya envejeciendo. «Los Juegos Olímpicos son el mayor espectáculo deportivo que existe, construido sobre unos fundamentos que van más allá del showbusiness. El COI ha sido capaz de crecer, reinventarse, superar conflictos y guerras con millones de muertos, aprender de los errores del pasado, lidiar con los Estados y mantener los intereses económicos de las grandes corporaciones. Si el olimpismo internacional sospecha que una transformación de sus disciplinas puede mejorar su posibilidad de supervivencia, que nadie dude de que se hará», avisa Xavier Pujadas, profesor titular de Historia del Deporte en la Universitat Ramón Llull-Blanquerna de Barcelona. Pujadas recuerda que algo así sucedió en la década de los 80, cuando la carta olímpica fue alterada para «erradicar el amateurismo».
El desafío de los 'eSports'
Al final, como casi siempre, estamos hablando de dinero. En el anterior ciclo olímpico (que incluyeron los Juegos invernales de Sochi y los estivales de Río) el Comité Olímpico ingresó algo más de 4.000 millones de euros, sobre todo por la venta de derechos televisivos (unos 3.000 millones) y por el apoyo de los patrocinadores (700 millones). Sin embargo, los adolescentes viven cada vez más alejados de la televisión, volcados en otras plataformas (Youtube, Twitch, TikTok) y atentos a competiciones 'online' que levantan pasiones enfebrecidas, mueven mucho dinero y poco tienen que ver con los deportes tradicionales. Y este es el auténtico reto al que se enfrenta el COI: ¿Deberían los Juegos Olímpicos incluir competiciones virtuales?
El asunto mereció un largo debate en la última sesión del Comité Olímpico, celebrada en marzo. El presidente de la Federación Internacional de Remo, Jean-Christophe Rolland, medalla de oro en los juegos de Sydney, emplazó al COI a adentrarse en la frondosa y a veces intransitable selva de los deportes electrónicos o 'eSports'. De modo poco sorprendente, en aquella reunión fue el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, quien tradujo el reto en dólares: « El Covid ha acelerado muchas tendencias. El uso de videojuegos ha crecido en un 75% y hablamos ya de una industria que en el año 2020 movió 150.000 millones de dólares».
Sin embargo, el alegato más entusiasta en favor de la inclusión de los eSports en el programa olímpico llevó la firma de una de las mejores atletas de todos los tiempos, la pertiguista rusa Yelena Isinbayeva, dos veces campeona olímpica: «Debemos actuar cuanto antes, y a ser posible incluirlos bajo nuestro paraguas, porque si no perderemos nuestras opciones. Este es ahora el gran reto del movimiento olímpico».
«Ahí ganan dinero»
Isinbayeva puso como ejemplo un juego, el Counter Strike, en el que terroristas y antiterroristas se enzarzan en una batalla cruenta. « Millones de personas en el mundo lo siguen. He visto cómo muchos jugadores entrenan en el gimnasio como si fueran atletas para aguantar ocho horas jugando y cómo ejercitan al máximo su concentración. Y me he dado cuenta de que cada vez más jóvenes quieren competir en el Counter Strike porque ahí pueden ganar dinero mucho más rápido que participando en unos Juegos Olímpicos y atrayendo patrocinadores».
No parece posible que el Counter Strike pueda llegar alguna vez a los Juegos porque su atrezzo de sangre, matanzas y fusiles de asalto supondría una impugnación demasiado flagrante de los valores olímpicos, pero quedan otros muchos 'eSports' que sí podrían encontrar acomodo. Rolland se refirió expresamente a aquellos juegos de simulación que incluso exigen del deportista el mismo grado de esfuerzo físico que las competiciones tradicionales.
Por el momento, ya se han creado una especie de Juegos Olímpicos Virtuales tutelados por el COI que incluyen cinco eSports (béisbol, ciclismo, remo, vela y motor) cuya primera edición se ha celebrado, sin demasiado eco, del 13 de mayo al 23 de junio.
Discusión entre ellos
Sin embargo, la propia consideración de deporte es resbaladiza incluso para los 'gamers' profesionales. Sergio Espinosa, Espi, jugador de FIFA y coach del equipo Movistar Riders, cree que sí deben ser considerados 'deportes' porque «representan valores como el compañerismo, el trabajo en equipo y la responsabilidad, que son los propios de cualquier deporte». En el frente contrario se sitúa Antonio Espinosa, Th3Antonio, jugador de League of Legends en los Vodafone Giants, que, aunque reconoce que «exigen rutinas y pautas parecidas (entrenamiento, concentración, dedicación y sacrificio)», prefiere considerarlos «una opción de entretenimiento digital».
El tiempo dirá si en próximos Juegos, quizá en Los Ángeles 2028, a los lanzadores de jabalina, los saltadores de longitud, los jugadores de balonmano y los ciclistas se les unen varios muchachos delante de un ordenador compitiendo por las medallas. En cualquier caso, el COI se ha propuesto atrapar ese mundo promisorio y fantasmal que agita pasiones adolescentes, mueve mucho dinero y discurre bajo el radar de la televisión. Lo que no sabe todavía es cómo hacerlo.
310 pruebas y muchos candidatos frustrados
Los Juegos Olímpicos de verano se reparten en tres semanas frenéticas. No hay un número de disciplinas fijas, pero sí de pruebas: 310. Según la definición del COI, «una prueba es una competición específica de un deporte, que tiene como resultado una clasificación que da lugar a la entrada de medallas y diplomas». Para ser incluido en el programa olímpico, un deporte debe tener federación masculina en al menos 75 países de cuatro continentes y femenina en 40 países de tres continentes. A los 28 deportes que ya estaban en los Juegos de Río, el Comité Organizador de Tokio 2020 solicitó al COI incorporar surf, skate, escalada, kárate y béisbol (softbol en féminas). Los tres primeros tienen ya su plaza asegurada para París 2024, no así los otros dos.
El kárate desaparecerá del programa olímpico el 7 de agosto, en cuanto se entreguen las últimas medallas en el Nippon Budokan de Tokio. Su puesto lo ocupará el break dance, en una decisión muy polémica que se ha justificado por su tirón entre los jóvenes: habrá en las calles de París un DJ pinchando discos al azar y grupitos retándose a bailar a lo 'West Side Story'. Los karatecas han estallado de rabia, reivindicando los valores de su deporte y los muchos millones de personas que lo practican.
Ni ajedrez ni pádel
Tal vez en el futuro alguna otra disciplina tradicional tenga que despedirse de los Juegos para hacerles un hueco a atletas virtuales con sus butacones y sus potentísimos ordenadores. «Creo que eso sucederá pronto porque es la única manera de que los jóvenes se interesen por ellos», vaticina Sergio Espinosa, Espi, de los Movistar Riders. El profesor Xavier Pujadas concluye que el deporte siempre ha sido reflejo de la sociedad y la cultura: «La tecnología rompe sus límites a velocidad superior y debe adaptarse. Los límites más relevantes deberían ser de carácter ético».
Mientras el COI se devana los sesos para atraer a niños y jóvenes, otros muchos deportes, desde el ajedrez al pádel o al billar, se sienten cada vez más lejos del universo olímpico, tan anhelado por unos y tan ajeno a otros.
Viernes -9- Julio a las 22.00, en Telecinco, foto,.
Paola García ,.
Paola García, campeona de la Youth League de Croacia,.
La almendralejense gana el oro en cadete y confirma su presencia en el Europeo de Finlandia
Paola García Lozano lo ha vuelto a hacer. Por octava vez consecutiva ha logrado la medalla de oro de una Youth League, la competición por excelencia del karate internacional de temporada. La karateca extremeña ha ganado esta vez en Croacia, en la competición disputada en la ciudad de Porec, donde se ha impuesto a todas sus rivales en la categoría cadete confirmando que está cuajando una gran temporada 2021.
Paola llegaba a Croacia con altas expectativas y el deseo de hacer una gran competición. Desde el primer minuto ha tenido grandes sensaciones y su repertorio de kata ha convencido a los jueces para lograr una merecida medalla de oro que ya brilla en su palmarés.
Es la número uno del ranking nacional y este triunfo confirma su presencia en el Europeo de Finlandia del mes de agosto, la gran cita del año.
TITULO:
Detrás del muro - PÁGINA DOS - Gregorio Luri ,.
'Página Dos' - Gregorio Luri,.
Martes -6- Julio a las 20.00, en La 2, foto.
Gregorio Luri: "¡Benditas sean las familias que se enfrentan por la hora de llegada!"
El filósofo y pedagogo publica La mermelada sentimental (Ed. Encuentro), un libro en el que recopila sus artículos en The Objective en los que alerta sobre la hegemonía cultural del emotivismo y sus efectos sobre la democracia.
Gregorio Luri (Azagra, Navarra, 1955) es uno de los grandes especialistas españoles en cuestiones educativas. Ha sido maestro de Primaria, profesor de Filosofía en Bachillerato y en la Universidad y ha publicado numerosos ensayos sobre la escuela y sus retos. El pasado agosto, el Gobierno navarro le entregó la Cruz de Carlos III el Noble.- Los sucesivos informes Pisa, como otros similares, no dejan en muy buen lugar a nuestro sistema educativo. ¿Hay una forma rigurosa de evaluarlo?
- No hay ninguna perfecta, pero la peor es la que no se hace. Si esos informes te dicen que aquí a los 16 años el porcentaje de alumnos excelentes es inferior al de muy deficientes, cuando no hay motivo para ello y en otros países no sucede, es que algo pasa. Todos los estudios muestran una división de España: hay un triángulo invertido con vértices en Madrid, Santiago de Compostela y Pamplona, donde los resultados son buenos, equiparables a la media de la OCDE. El resto es muy pobre.
«Soria tiene unos resultados mejores que Finlandia, pero nuestros políticos no van a Soria»
- Y todas las autonomías tienen el mismo sistema educativo.
- Claro, y si lo juzgas por el resultado de Castilla y León ese sistema parecería excelente, y con el de Canarias, muy malo. Las leyes educativas se aprueban siempre con polémica, pero su incidencia en el sistema es reducida.
- ¿Qué es más importante para una ley: el consenso político o el acuerdo con la comunidad educativa?
- Ninguna ley tendrá éxito sin la complicidad de los docentes. Y para contar con ella deberíamos conocer sus problemas. Por eso es urgente elaborar un Libro Blanco de la docencia, donde se identifiquen los problemas reales. Y un problema real es que un 25% de fracaso escolar es un escándalo, porque significa que al acabar la Secundaria uno de cada cuatro jóvenes no comprende un texto mínimamente complejo ni es capaz de hacer un cálculo de una dificultad menor.
- Le pido un diagnóstico. ¿Qué es lo mejor de nuestro sistema educativo?
- Hay comunidades que lo hacen bien. Castilla y León, País Vasco y Navarra, básicamente, aunque Navarra está bajando. ¿Por qué no aprender de ellas?
- Se buscan los modelos en otros lugares más lejanos.
- Soria ha tenido en las evaluaciones resultados superiores a Finlandia. Pero nuestros políticos no viajan a Soria, sino a Finlandia, donde hay un buen sistema aunque adaptado a su realidad social, que no es la nuestra. Centros con buenos resultados y centros con malos los hay en todas partes. Me pregunto por qué no aprendemos de los buenos.
- ¿Y lo peor del sistema?
- Que miramos por dónde van los vientos internacionales y no hacemos una práctica reflexiva, examinando qué hacemos bien y mal nosotros mismos.
Esfuerzo y motivación
- ¿Es más importante dedicar esfuerzos a que nadie se quede atrás o a atender a los mejores, que se aburren en cuanto se baja el nivel?
- Los países más exigentes en las aulas son aquellos en los que los alumnos peores obtienen comparativamente los resultados mejores. Los malos de esos países son como nuestros alumnos medianos. Le doy un ejemplo: un alumno navarro de 4º de Primaria aprende en Matemáticas lo mismo que un catalán de 5º. Los hijos de obreros navarros sacan mejores notas que los de trabajadores de cuello blanco de Cataluña. Y sobre la atención a los mejores: en el País Vasco, por ejemplo, los excelentes han pasado en diez años del 13% al 9% del total, mientras los deficientes subían del 15 al 18%. Eso da un déficit de nueve puntos. En Singapur el saldo es un superávit de 30. No necesito explicarle más.
- ¿Nuestra escuela valora el esfuerzo? Los maestros escuchan a las familias despedirse de sus hijos al entrar al colegio diciéndoles 'pásalo bien'. No 'trabaja mucho'.
- Los valores del esfuerzo no están bien considerados en la educación. Pero eso pasa también en Francia, donde tienen ahora un sistema educativo desorientado. Allí y en Inglaterra, las escuelas con mejores resultados son las musulmanas femeninas, porque entienden que el deber de un musulmán es tener éxito. La herramienta esencial en la escuela son los codos. Nada grande se nos entrega sin esfuerzo.
- ¿El profesor tiene que motivar al alumno? ¿No debería ir motivado de casa?
- Es importante que no lo desmotive (se ríe). Pero tiene razón: se ha impuesto la tesis de que debemos motivarlos, se impone eso a la voluntad. Yo sostengo que la motivación no es el motor del conocimiento. El motor es el interés. Le contaré otra cosa: seguro que conoce gente que dice que no vale para estudiar porque no tiene memoria, y luego te recita la alineación del Betis que ganó la Copa en los setenta. O quien aprende sin dificultad la gran cantidad de información que contiene el 'Hola', que ha leído en las peores condiciones, mientras está en la peluquería o la consulta del médico. Cuanta más información tenemos, más rápido es el aprendizaje.- Acaba de hablar de la memoria. No hay nada más denostado desde hace muchos años.
- Nunca he conocido a nadie que deseara tener menos memoria de la que tenía. Lo normal es lo contrario, quejarse de tener poca. ¿Por qué la escuela minusvalora algo que tanta gente quiere tener? El desprecio a la memoria es propio de ignorantes que en realidad desprecian el conocimiento. Lo aprendido se queda en la memoria. Si una experiencia no deja residuo en ella es que no es una experiencia educativa.
- ¿Y de dónde viene entonces ese desprestigio?
- Los nuevos profesores han sido educados en eso. El argumento es que todo está en internet. Pero es una falacia. En internet está todo, pero descatalogado. Y para saber si algo es relevante necesitas conocimientos previos. No se trata de acumular cosas que no se entienden, sino de comprender y ser capaces de situar una información en su contexto. Y el contexto está en ti.
- ¿Se están trasladando a la escuela tareas que antes se hacían en familia? Hablo de cuestiones de higiene, educación cívica, alimentación, sexo... Cuestiones importantes pero que quitan tiempo para las Matemáticas, la Lengua o la Historia.
- Las familias quieren hacerlo bien pero parece que decirle 'no' a un niño es condenarlo a algo malo. Hace poco me contaron que unos padres llevaron a una niña a una escuela y dijeron al director que ellos nunca le habían dicho 'no' a su hija y confiaban en que también allí fuera así.
«La educación es un sector en el que todo el mundo es libro de decir ocurrencias»
- ¿Y qué les respondió?
- Que no. Uno de los derechos del niño es conocer los adverbios de negación. En una familia alguien tiene que resignarse a ser adulto. La escuela debe asumir que su papel principal es transmitir conocimiento. Ahora se habla mucho de educación emocional, pero en cambio no nos preocupa que los alumnos no sepan comprender un texto. La conciencia de las familias sobre su propio papel educativo crece pero solo en algunos sectores sociales. Hoy el ascenso social depende más de las familias.
- Familias a las que, según parece, les importa más que sus hijos dominen la tecnología que lo que puedan aprender gracias a ella.
- El ser humano es tecnológico, así que no tiene sentido rechazar los avances porque son prótesis que amplifican lo que somos. Las nuevas tecnologías desarrollan al máximo tus intereses: del arte etrusco a la aviación. Lo importante es qué hacer con ella. El problema es que su progreso es más acelerado que nuestra capacidad de reflexión sobre el mismo y no sabemos el impacto que en el futuro pueden tener. Para algunas cosas, los padres tienen un olfato más fino que las autoridades educativas y saben que las personas que dominan las ciencias tienen algo valioso. Eso explica el crecimiento de juguetes relacionados con la ciencia.
- En el otro extremo, cada vez hay más gente que sostiene que no tiene sentido aprender a dividir puesto que hay calculadoras o hacer caligrafía ya que cada vez se escribe menos a mano.
- La educación es un sector en el que todo el mundo es libre de decir ocurrencias. La escritura a mano es un ejercicio extraordinario y en los países orientales se ha demostrado que está vinculada a la obtención de resultados mejores en las evaluaciones. Hoy ya sabemos también que la lectura en papel es mucho más fructífera que la que se hace en una pantalla. Y lo mismo pasa con el cálculo mental, que desarrolla muchas habilidades. El problema de confiar demasiado en las máquinas es que luego no detectas errores básicos. Esos trabajos escolares de 'copia y pega' sin ninguna reflexión que llevan a los alumnos usar información nada fiable, por ejemplo.
- ¿Es posible o deseable mantener la ideología fuera de la escuela?
- La escuela ha sido concebida, entre otras cosas, para convertir a un hijo en ciudadano. En Francia durante un siglo lo han hecho muy bien. Les transmitían unos valores y unos cánones. Ahora sucede que hemos convertido el pluralismo en un valor constitucional supremo. Está bien, pero si nadie tiene derecho a decirme nada sobre mi vida ¿por qué tengo que llevar a mi hijo a una escuela que le diga cuáles deben ser sus valores? Es una contradicción. En España han desaparecido los valores predominantes y eso hace que recaigan sobre la escuela tensiones enormes.
- ¿Y cómo se desvincula la escuela de la religión? Porque en un Estado laico no debe ser obligatoria, pero entonces puede suceder que un joven vaya al Museo del Prado y no entienda la mitad de lo que ve.
- Un Estado laico es el que no se define en cuanto a la religión, pero aquí tenemos un laicismo militante, que es reticente ante cualquier religión, en especial la cristiana. Claro que las escuelas cristianas han terminado por diluir su papel. ¿Qué significa hoy llevar a tu hijo a los jesuitas, los maristas o las teresianas? Hay un interés colectivo tan grande por no molestar que esos colegios religiosos ni ponen belenes.
«La escuela ha sido concebida, entre otras cosas, para convertir a un hijo en ciudadano»
Escuela y nivel social
- Se habla mucho de que el maestro debe acompañar al alumno en el aprendizaje. ¿Ha cambiado el papel, se ha desplazado el eje del sistema?
- Yo he definido al maestro como el amante celoso de lo mejor que puede ser el alumno. Tú estás para ayudarle a ponerse de puntillas, a ampliar su capacidad. Estás para llevarlo desde lo que no sabe hacer a lo que debe saber. Tienes que abrirle vías. El objetivo de la escuela no es hacer felices a los niños. Está en abrirles puertas. Porque si un alumno de una familia pobre no encuentra el conocimiento en la escuela, ¿dónde lo va a encontrar?
- La escuela ha sido un lugar donde reducir las diferencias.
- Un niño de un ambiente rico siempre está haciendo deberes: los hace con las películas que ve, los viajes que disfruta en familia, las visitas a museos o las sesiones de teatro en las que acompaña a sus mayores. Por eso, cuando va a la escuela el lenguaje cultural que allí se da no le extraña porque es el suyo. Un niño pobre se pierde una parte de todo eso. Siempre me ha gustado mucho la carta que Camus escribió a su maestro tras recibir el Nobel: «Nos consideró dignos de descubrir el mundo».
- Los jóvenes de hoy aprenden sobre todo gracias a vídeos y textos breves que leen en pantalla. ¿Ha terminado el tiempo del libro como herramienta crucial de aprendizaje?
- Hay objetos perfectos desde su nacimiento: la rueda, la cuchara o el libro. Si nuestros alumnos prefieren leer en una pantalla es que no les hemos enseñado a leer bien. Otra cosa es que tengamos una buena didáctica de la literatura. No lo creo. ¿Por qué, si no, los chicos -menos las chicas- dejan de leer a los 11 años?
- ¿Y los vídeos?
- En la pandemia hemos aprendido que vídeos cortos y bien hechos son útiles para el aprendizaje. Pero lo fundamental es lo que se cuenta cara a cara. Da igual lo que digan algunos gurús: los intereses de la educación no coinciden necesariamente con los de las grandes compañías tecnológicas.
El PP asegura que no soterrar las vías es «un problema político»,.
Los populares lamentan que la alcaldesa «no se atreva a levantar la voz» a pesar de ser una petición mayoritaria de la población,.
«Soterrar las vías del tren en Navalmoral no es un problema de falta de unión o consenso. Es un problema político que se llama PSOE». Así lo asegura en una nota de prensa el PP, como cree demuestra que todas las propuestas que hicieron sobre el tema en el pleno extraordinario celebrado en septiembre de 2020 fueron aprobadas, excepto una.
Los populares explican que desde hace tiempo se viene culpabilizando del problema al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, «pero ocurre que Adif es una entidad pública que depende del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Por tanto depende del ministro, el socialista José Luis Ábalos».
En otro punto señalan que en el pleno celebrado el jueves el portavoz municipal, Pedro Fernández, disculpaba a la alcaldesa y la exoneraba de toda responsabilidad, «dando por hecho que no habrá soterramiento y que el muro será una realidad, pidiendo que no se politizara el asunto, porque, venía a decir, que nadie tiene culpa de todo esto».
En ese sentido al grupo popular no le sorprende que sea un concejal el que «constantemente hable por nuestra alcaldesa, quien ni tan siquiera va a las mesas de trabajo por el tren, haciendo coincidir su agenda con otros actos para no tener que mirar a la cara a las personas y asociaciones a las que se les ha mentido y engañado a todos los moralos».
Asimismo apuntan que en septiembre de 2019, la consejera de Movilidad, Transporte y Vivienda recordaba que fue el equipo de gobierno socialista el que propuso un año antes dirigirse a Adif para buscar una solución más 'blanda' del trazado ferroviario en superficie, «cuando unos meses antes, en febrero, el Consistorio aprobó una moción conjunta instando al Ministerio de Fomento a posibilitar el soterramiento. Además, desde ese mismo mes, el Ayuntamiento viene solicitando reunirse con el ministro sin resultado alguno».
Levantar la voz
«De ello no tiene la culpa la alcaldesa», reconoce el PP, pero sí la tiene, en su opinión, de «encubrir a su partido y de no atreverse a levantar la voz por temor a que este les retire las sillas que reparte».
Igualmente critican la actuación de Raquel Medina por entender que las mesas de trabajo han sido una «sordina con la que acallar el deseo mayoritario de los moralos para que se soterren las vías» o que no haya «perdido un segundo» en ejecutar los diez acuerdos aprobados por el pleno para que no se construyan en superficie.
Entre ellos se encuentran, según recuerdan, pedir una reunión con las presidencias de la comunidad de Extremadura, de la Diputación y de ADIF, a la que asistirían todos los representantes políticos; que se sumaran la FEMP y la FEMPEX; solicitar un estudio a la Universidad extremeña para que valorase los beneficios del soterramiento o realizar un potente plan de medios para que el problema «se visualizara, no solo en Navalmoral, sino en los órganos de decisión que se encuentran en Mérida y Madrid».
TITULO: Jordi Évole y Lo de Évole - Manuel Villanueva ,.
Manuel Villanueva,.
Manuel Villanueva: "En España ya es difícil encontrar un mal vino"
(Marín, Pontevedra, 1957). Director general de Contenidos de Telecinco y correcaminos gastronómico. En Palabra de vino (Deep Waters Books) retrata a 32 personajes con los que ha conversado bebiéndose un vino.
- ¿Cómo se convirtió en el 'correcaminos gastronómico'?
- Cuando nace Nius, el periódico digital de Telecinco, su director, Pedro Valentín, sabía de mi afición a recorrer la geografía española en busca de la gastronomía. En Nius empecé a contar mis andanzas, cuando viajaba para ir a comer a tal restaurante o a visitar a un amigo bodeguero, a describir esas experiencias.
- ¿Y el libro cómo surgió?
- Cuando llegó el confinamiento, tenía algunos de esos viajes archivados. Pero me pareció que no los podía andar contando mientras la gente estaba en su casa atemorizada y asustada, viviendo una situación muy límite. Y se me ocurrió, con la explosión de videollamadas, coger una botella de vino, ir llamando a amigos y contarnos las cuitas. Los primeros a los que llamé, que no son los primeros que figuran en el libro, era gente relacionada con el mundo del vino: Pitu Roca (el mediano de los hermanos Roca) y Agustín Santolaya, director general de Roda y en mi opinión uno de los tíos que mejor enseña La Rioja.
- Pero en su libro, además de gente del mundo del vino, hay escritores, actrices, deportistas, médicos, empresarios, chefs, reposteros, músicos...
- Empecé a buscar a otra gente, porque me pareció que el mundo del vino podía ser muy aburrido para aquellos a los que no les interesa particularmente. Decidí dar un paso más y buscar a gente que no fuera específicamente del mundo del vino pero que le interese el vino, como Alejandro Sanz, a quien le gusta mucho el vino y que además está emprendiendo un proyecto de vino en su finca de Jarandilla de la Vera. Le gustan mucho los vinos, tenemos amigos comunes, y luego se me ocurrió ir incorporando a la conversación a gente que habla del personaje, que lo describe, que cuenta una anécdota, una vivencia suya... Tras Alejandro vino Alfonso Carrascosa, que fue presidente de Legalitas, que ahora vive en Estados Unidos y que tiene una bodega de borgoñas que tiene el trazado de la alta joyería, lo nunca visto en una bodega particular. Hay bodegas así en algunos restaurantes, pero no en una casa particular.
- ¿Cómo hizo la selección de personajes?
- Aleatoriamente, aunque he tratado de que fueran personajes con diferentes profesiones. Algunos se me ocurrían porque de repente recordaba que tenían una historia. Amancio López Seijas, presidente del grupo Hotusa-Eurostars y yo nos conocemos mucho, también él es gallego, y recordaba su historia de cómo llegó a Barcelona y cómo verdaderamente se hizo a sí mismo hasta dirigir un emporio hotelero. Otros se me ocurrían porque en ese momento iban a sacar un libro, a producir una película o a estrenar una serie de televisión. Es el caso de Juan Echanove, con una serie que se llamaba Desaparecidos y un programa para Amazon y para Mediaset que se llamaba De la vida al plato y que era la historia de ocho restaurantes. Los personajes iban surgiendo en función de la actualidad o porque yo recordaba alguna historia interesante sobre ellos.
- Para retratar a los personajes de su libro, ha hablado con personas cercanas a ellos, incluido por ejemplo Julio Iglesias...
- Los personajes no saben con quiénes voy a hablar, es una sorpresa y sólo lo saben cuándo lo leen. El otro día me sucedió con Jabois, que no está en el libro porque el libro recoge sólo los 34 primeros encuentros y luego he seguido escribiendo otros. A Jabois le sorprendí con el primer director que tuvo en el Diario de Pontevedra, el tío que le descubrió y amigo mío, porque trabajamos juntos en la radio autonómica gallega. Jabois me llamó muy emocionado por haber incorporado a Antón Galocha a la conversación. En el caso de Julio Iglesias, sabía que era amigo de Alfonso Carrascosa y fue Antonio Lucas quien me procuró el contacto. Julio me atendió muy bien y además es un grandísimo aficionado al vino y un profundo conocedor de los vinos franceses.
- ¿Y cómo empezó usted a interesarse por el mundo del vino? En el libro cuenta que le introdujeron en él su abuelo y su padre...
- Mi padre fue marinero. Ahora es un señor muy mayor, ya jubilado desde hace 36 años, pero fue marinero toda su vida. Mi abuelo era campesino, campesino de la parte rural de Marín, un pueblo pesquero, y le gustaba mucho el vino. Mi abuelo murió cuando yo tenía 14 años, pero la imagen que tengo de él es con un pantalón de pana y una tijera de podar en el bolsillo trasero, estaba todo el día cuidando de las viñas. Le gustaba mucho hablar de la tierra y era una de esas personas con una enorme intuición, con una sabiduría por encima del conocimiento. Sabía por ejemplo cuándo iba a llover por cómo olía el aire, sabía que un año la floración iba a venir tardía porque la temperatura no era la adecuada, porque mayo había marceado y marzo había mayeado. Yo pasaba muchos fines de semana con él y me enseñó a querer a la tierra y a saber escucharla. Y ahí empezó un poco mi afición por el vino. Pero, como era un niño, se quedó adormecida hasta que llegué a una edad más adulta y me di cuenta de que detrás del vino había un montón de historias. Como bien dice Pitu Roca, el vino no sólo retrata el paisaje sino que tiene una historia, y yo creo que también retrata a quienes lo hacen. Algunos son humildes, otros soberbios, otros altivos, otros generosos...
- ¿Y el vino retrata también al que lo bebe? ¿Somos lo que bebemos?
- Una buena compañía puede mejorar un vino. Cuando estás en muy buena compañía, el vino lo disfrutas más y hasta puede parecerte que sabe mejor. Es como una comida: hay sobremesas que mejoran una comida. Yo creo además que la memoria perfila los recuerdos, que al final acabas moldeándolos, y la percepción del vino que queda muchas veces es dónde lo has bebido, cómo lo has bebido, cuánto lo has disfrutado, con quién...
A la gente que bebe refrescos la invito a probar vinos fáciles de beber
- Y en este mundo ajetreado en que vivimos, donde todo va a mil por hora, ¿se está perdiendo esa cultura de un vino bien conversado, de una buena sobremesa?
- Sí, y creo que hay que recuperarlo. El vino es lentitud, requiere un proceso que va de año a año con sus diferentes tiempos, con sus diferentes etapas: poda, floración, vendimia... El vino marca el paso del tiempo. A mí una de las cosas que me gusta del vino es la lentitud. Incluso hasta para beberlo hay que tener tiempo: el vino hay que abrirlo, tiene que respirar, tiene que hablar, hay que dejarle que se exprese. También debe ser porque yo soy gallego, y los gallegos sabemos esperar. Como estamos al fondo del país, donde el sol llega por último y se va por último, somos una tierra de espera, los gallegos sabemos muy bien esperar. Ese tiempo de la espera, casi de la paciencia y de la lentitud, a mí me gusta, porque creo que la velocidad es enemiga de la precisión.
- Los vinos en España han mejorado muchísimo, ¿verdad? Es difícil encontrar vinos malos...
- Muchísimo. Pero los buenos vinos en realidad son los que te gustan. Me lo contaba un día uno de los dioses del vino en España, Mariano García, a quien le pregunté cuál era el mejor vino de España. "El que te gusta", me respondió. Y así es. Puede haber vinos muy buenos que no te gusten y puede haber vinos más irregulares pero que te gustan. Sí es verdad que en España hemos crecido mucho en el mundo del vino y ya es difícil encontrar un mal vino. Incluso en zonas cuya tradición era hacer vinos a granel, vinos muy peleones, muy industriales, ahora se hacen vinos muy refinados. Y también hay zonas que han crecido mucho: mucha gente empieza por ejemplo a decir que Galicia sería la Borgoña de España, por ese perfil de vinos muy borgoñones, muy afilados, con una acidez muy controlada pero muy fáciles de beber, muy golosos.
- ¿Lo que nos falta todavía es saber vendernos?
- Los vinos españoles han obtenido mucho reconocimiento internacional, las grandes guías de vinos han dado a los vinos españoles muy buenos sitios. Y es verdad que en algunos mercados la llegada de los chinos, que han ido comprándolo todo, ha dejado hueco para descubrir vinos españoles de alta gama a precios muy competitivos. Pero sí, en el mercado internacional todavía un pasito más nos queda por dar.
- ¿Es importante la liturgia en el mundo el vino?
- La liturgia, como decía el cartero de Pablo Neruda en la película de Michael Radford sobre la poesía, es pa
- ra quien la necesita. Es verdad que el vino tiene una liturgia, algunos vinos es conveniente decantarlos, otros abrirlos para que vayan expresándose, para que vayan cogiendo su acomodo y su sitio, para que vayan hablando. A mí me gusta tener cierta liturgia con determinados vinos. Me gusta buscar el vino para la ocasión, buscar el vino perfilado para la persona con la que vas a comer. Cada vino tiene una liturgia que la impone el momento, la persona o el propio leitmotiv del vino.
- ¿Qué ha aprendido escribiendo este libro?
- Uno está aprendiendo siempre, no hay día que no te traiga una enseñanza. Algunos de los personajes del libro me han enseñado muchas cosas. He aprendido, por ejemplo, el valor de la conversación, he aprendido cómo se comparte la soledad en un período de confinamiento tan largo como el que hemos tenido, cómo se vive un período de crisis tan terrible. Y también he aprendido muchas cosas del propio vino, cómo un pequeño detalle hace que un vino tenga mucho valor.
- La galleguidad, el galleguismo, está muy presente en el libro...
- Yo soy muy gallego, Galicia siempre va conmigo. Mi buen amigo y casi hermano Manolo Rivas dice que la memoria es nómada, que viaja contigo allá donde vas. Yo no he podido nunca desprenderme de Galicia, siempre ha viajado conmigo. Probablemente porque he aprendido mucho en mi tierra y de los míos. Los gallegos somos muy nuestros, muy tribu, muy de ir juntos. Yo respondo mucho con acertijos, con enseñanzas, con proverbios gallegos.
- Se ha escrito mucho del vino, hay millones citas, de refranes. En el libro hay en concreto una cita de Ortega y Gasset, al que un día le preguntaron qué era para él la gloria, y respondió categórico: "Una agradable sobremesa".
- La cita de Ortega me parece maravillosa. Una agradable sobremesa es la gloria, no hay mejor definición. Casi todo el mundo ha escrito al vino: Quevedo, Neruda, poetas chinos, poetas persas... Me gusta mucho esa amplitud del vino que va desde la literatura más refinada (es fácil encontrarse referencias al vino en el Quijote o en los libros de Shakespeare) hasta los proverbios y los adagios más populares o las conversaciones de taberna. Hay un glosario muy grande en torno al vino. Mi libro se titula El vino y la palabra porque creo que las dos cosas van muy unidas, no sólo por la conversación, sino también por ese entramado literario alrededor del vino.
- ¿El vino es cosa de ricos?
- No, yo no lo creo. Al contrario: se ha democratizado mucho. Sí hubo un momento en que era una cosa muy refinada, propia de condes y de marqueses que daban sus nombres a los vinos, pero ahora es algo muy democrático. En el libro hay un ejemplo: un vino que nos bebimos Manolo Rivas y yo que se llama Predicador y que es de una bodega de La Rioja, Benjamín Romeo, que hace vinos de precios imposibles. Viendo El jinete pálido, a ese justiciero que era Clint Eastwood, a Benjamín Romeo se le ocurrió hacer un vino más barato, de precios más democráticos, para que la gente pudiera acceder al vino de un gran bodeguero y enólogo. Y sacó ese vino, que se llama Predicador en homenaje al predicador de El jinete pálido de Clint Eastwood. Hoy no hace falta gastarse mucho dinero para beber buenos vinos.
En el vino no está todo inventado. Le quedan cosas por enseñar
- El vino que se bebe con cada uno de los 34 personajes que desfilan por su libro, ¿lo elegía usted, lo elegía el invitado o lo consensuaban?
- Ha habido de todos los colores. En el caso por ejemplo de Josep Pitu Roca, como sabe que soy muy gallego, se fue a su bodega y se trajo una botella de un vino de una zona que se llama Monterrei. Los bodegueros suelen elegir a sus vinos, y además a mí me parecería un insulto proponerles algo distinto. Otros los hemos consensuado, llegábamos a una entente común y cordial. Y en algunos casos han descargado sobre mí esa responsabilidad. Belén Rueda, por ejemplo, no es muy bebedora, se toma un vasito de vino muy de vez en cuando, pero le gusta mucho todo lo que sucede alrededor del vino. Yo le propuse elegir el vino, y elegí un rosado de La Rioja. Como además Belén estaba a punto de estrenar Penélope en Mérida, me dije que tenía que buscar un vino que tuviera una historia bonita. Y ese vino tiene una historia estupenda, porque en la etiqueta aparece un cerezo e Isaac Muga, el bodeguero, me contó que era un cerezo que había en el huerto de su abuela y que cuando empezaba la floración su abuela cortaba una ramita y esa rama, en un jarrón, presidía la entrada de su casa durante toda la primavera. Es una historia muy delicada y bonita, y el
- vino es muy delicado, hecho de una manera muy provenzal, y por eso lo elegí para Belén Rueda.
- ¿Hay algún vino que no le guste?
- Hay vinos que me gustan más que otros. Y ha habido vinos que esperaba que me dieran cosas que no me han dado. Y al revés: hay vinos que me han sorprendido y me han dado cosas que no esperaba, de su paisaje, de su tierra, de su brío, de su nervio.
- Las modas, ¿le hacen daño al vino?
- Creo que en torno al vino también hay mucho postureo, muchas formas de disfrazarse delante del vino. Yo creo que al vino hay que llegar, como todas las cosas en la vida, con humildad, dispuesto a probar, a aprender, a mirar, a curiosear. La curiosidad en el mundo del vino es muy necesaria, hay que tener curiosidad para conocer, para probar... Yo de vinos no sé, de vinos saben quienes los hacen, quienes han dedicado su vida al mundo del vino. Custodio López Zamarra o Pitu Roca, por ejemplo, son verdaderos maestros, saben mucho del vino. Custodio dice que la primera palabra que aprendió a decir en su vida fue "vino". A mí los vinos me los presentan, los conozco, me los bebo y tengo curiosidad por saber de ellos. Hay auténticos tesoros escondidos. Recientemente, en una visita a Galicia descubrí una bodeguita muy pequeña que hace vinos casi de garaje, como los pueden hacer en algunos sitios de la Borgoña o de determinadas zonas de Francia de las riberas del Loira, y descubrí un vino maravilloso. Con los vinos hay que tener humildad, ganas de aprender y mucha curiosidad.
- ¿El vino sabe más rico si se conoce la historia que hay detrás de él?
- Es difícil amar lo que no conoces. Puede prenderte un fogonazo, un chispazo, un relámpago sobre el agua como decía Wim Wenders. Pero cuando amas algo es porque verdaderamente lo conoces. El amor es conocimiento. Cuando conoces las cosas, cuando penetras en ellas, es cuando verdaderamente las amas y cuando descubres cosas, cuando el vino te invade y te posee.
- ¿En España ha crecido la cultura del vino?
- Yo creo que sí. Dicen las estadísticas que ha bajado el consumo por persona, y yo creo que eso tiene mucho que ver con otras bebidas y con la forma de vida. Pero creo que a la gente que le interesa el vino, como también ha sucedido con la gastronomía, le gusta saber de lo que habla. Yo diría que más que el conocimiento ha aumentado el interés.
- Quienes comen con un refresco, ¿cometen un pecado mortal?
- Cada uno puede hacer lo que quiera, yo respeto los deseos ajenos. Yo no suelo comer con refrescos, no me gusta, me parece que la dulzura de los refrescos mata muchos sabores. Cuando alguien pide un refresco, yo le invito a probar otra cosa. Recuerdo una escena maravillosa de la película Martin (Hache), en el Café Gijón, en la que Federico Luppi, poniendo una botella de Vega Sicilia encima de la mesa, le dice a Juan Diego Botto, cuyo personaje tiene una serie de adicciones, que si quiere drogarse, que pruebe con eso. Yo a la gente que bebe refrescos la invito a probar vinos fáciles de beber.
- El cambio climático, ¿está afectando a los vinos?
- Sí, lo dice todo el mundo y lo vemos. Ha aumentado la graduación alcohólica, no hay más que ver cómo sube la temperatura en algunos sitios. También por eso yo creo que ha habido un cierto viraje de los gustos de muchos españoles hacia vinos más nerviosos, más saltarines, por decirlo de alguna forma, como son los vinos de zonas como El Bierzo o la Ribeira Sacra.
- En el mundo del vino, ¿está ya todo inventado?
- En ningún sitio está todo inventado, siempre hay algo del azar que acaba por descubrirte algo. Todo nace bien por el azar o bien por la necesidad. En el vino no está todo inventado. Hay muchas cosas dichas, porque el vino se remonta a una historia muy, muy antigua. Pero creo que le quedan cosas por decir al vino, cosas por enseñar.
- ¿Francia sigue siendo el gran referente?
- En Francia hay una gran cultura del vino y tiene zonas vinícolas verdaderamente maravillosas, ancestrales y muy reputadas en el mundo entero. Francia se ha ganado un lugar en el sol, y además merecidamente. Francia es el gran país del vino. Aunque el vino nació en Oriente Medio, se podría decir que Francia empezó todo esto de la sobremesa y el vino. Y Francia sigue manteniendo el liderazgo, porque tiene todavía esa tradición de pequeños productores, de zonas en donde se vive muy alrededor del vino, donde un vino tiene una centralidad absoluta, con sabidurías que pasan de padres a hijos y que vienen de abuelos, viñedos muy ancestrales, tierras muy atravesadas por el vino. Además creo que también han sabido encajar bien muy bien esa ancestralidad con los tiempos de modernidad.
- ¿Que vino elegiría para beberse con Telecinco, su cadena?
- Pues un vino divertido, fácil de beber, porque Telecinco tiene un pacto muy claro con el público, es una cadena de televisión muy directa, muy cercana y muy inmediata. Elegiría un vino de Rioja de maceración carbónica, muy chispeante, con cierta electricidad.
- Y con Rocío Carrasco, el gran personaje mediático en estos momentos de Telecinco, ¿qué se tomaría?
- Con Rocío Carrasco, que sé que en alguna ocasión ha sido pregonera de una fiesta del vino en Galicia, me bebería un vino de la Ribeira Sacra, porque sé que ha estado allí y porque sé que le gusta.
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