martes, 5 de octubre de 2021

Cena con mamá - Manuela Martín - España poblada, España vacía , Viernes -1- Octubre . / Imprescindibles' estrena en La 2 - Muere el periodista Antonio Gasset a los 75 años ,. Domingo -3- Octubre ,./ De seda y hierro - Colegios al rescate de pueblos . Domingo-3- Octubre ,./ Noche Sexo - Monica y el sexo - ¿Se puede reavivar la pasión?,.

 

TITULO: Cena con mamá - Manuela Martín - España poblada, España vacía ,  Viernes -1- Octubre ,.

 

Viernes -1- Octubre a las 22:00 en La 1, foto,.

 Manuela Martín - España poblada, España vacía ,.

 España poblada, España vacía | Hoy

Veintitrés provincias han perdido en los últimos 70 años la mitad del peso que tenían sobre la población, la riqueza y el empleo de todo el país, según un estudio elaborado para Funcas por los profesores Esteban Bandrés y Vanessa Azón, de la Universidad de Zaragoza, que cuantifica al detalle el drástico declive.

Este inmenso territorio, casi la mitad de las 52 provincias españolas, se ha convertido en solo siete décadas en la España despoblada, la bautizada desde hace años como la España vacía. Es el trozo de la península que tiene menos vecinos que en 1950 y cuya densidad de población es tan baja que se sitúa prácticamente en un cuarto o menos de los 93 habitantes por kilómetro cuadrado de la media el país.

La España rural, que coincide casi milimétricamente con todas las provincias interiores de la península, la componen, según el análisis de estos expertos, municipios de menos de 50.000 habitantes de siete comunidades. Todo el país salvo Madrid, los enclaves costeros y los dos archipiélagos. Son las nueve provincias de Castilla y León, las tres de Aragón, las dos de Extremadura, cuatro de Castilla-La Mancha (Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara), dos gallegas (Lugo y Orense), dos andaluzas (Córdoba y Jaén), y La Rioja.

Pese a que España ha multiplicado por 2,5 su población desde 1900 –de 18,6 a 47 millones– el 90% vive en ciudades que ocupan el 30% del territorio. Este crecimiento, de por sí desigual, sufrió el desequilibrio definitivo a partir de los años 50, con una migración masiva del campo a la ciudad, provocada por la industrialización y la concentración urbana del empleo y los servicios, que se aceleró en las décadas de los 60, 70 e incluso 80.

Esta enorme zona rural en declive la conforman todas las provincias no costeras de la península salvo Madrid

El resultado fue una enorme pérdida de vecinos jóvenes y en edad laboral en estos 23 territorios, que trajo el envejecimiento de los pueblos y décadas de crecimiento vegetativo negativo, algo que ni siquiera pudo corregir la repoblación con extranjeros en la primera década del siglo XXI.

El informe 'La despoblación de la España interior' indica que estas 23 provincias suponían en 34,1% de la población española, el 26,7% de la riqueza que creaba el país, y el 33,5% del empleo total. El resultado del vuelco demográfico es que, siete décadas después, solo vive allí el 18,1% de los españoles, generan el 16,1% de la riqueza nacional, y aportan el 17% del empleo.

La marcha de las generaciones en edad de tener hijos ha provocado que estos territorios tengan una proporción de mayores de 65 años de casi el 26%, diez puntos por encima de la media, y que su porcentaje de jóvenes esté entre siete y nueve puntos por debajo del 21% de la media. El efecto en sus economías fue demoledor. Desde 1950 siete de estas provincias han crecido cada año medio punto por debajo de la mejora medida española y otras siete un punto entero, con lo que en los 70 años la brecha de riqueza generada es «enorme».

Tres realidades distintas

Pero la segunda gran aportación del estudio, además de la delimitación y cuantificación del fenómeno de la España vacía, es el descubrimiento de que «no hay una única España despoblada sino tres», que requerirían de acciones de regeneración diferentes, a la medida de cada tipo.

El primer grupo de provincias, la «España despoblada que decrece», es «el núcleo duro de la despoblación»: Ávila, Cuenca, León, Zamora, Salamanca, Lugo, Orense, Segovia, Palencia, Soria y Teruel. Las que más población han perdido (salvo Salamanca y Segovia, incluso en el siglo XXI), con una densidad de menos de 12 vecinos por kilómetro, las más envejecidas, y con gran destrucción de empleo. «Necesitan políticas de gran alcance y continuidad», dicen los expertos.

El segundo bloque, «la España despoblada que se estanca», con menor emigración y población más joven , pero sin industria relevante, con baja riqueza per cápita y muy elevadas tasas de paro. Extremadura, Córdoba, Jaén, Albacete y Ciudad Real. «El problema no es tanto demográfico como de reactivación económica y de utilización más productiva de los recursos», aconsejan.

El tercer grupo es «la España despoblada que remonta». Pese a tener problemas de envejecimiento y pérdida de vecinos, son zonas con urbes dinámicas próximas y tejido industrial que les permiten disfrutar de tasas de empleo y riqueza en la media o mejores. Son Guadalajara, Burgos, Huesca, La Rioja, Valladolid y Zaragoza. «Las acciones ahí deberían ser selectivas y dirigirse a corregir carencias en algunas comarcas o desequilibrios que obstaculizan un mayor crecimiento».

 

TITULO:  Imprescindibles' estrena en La 2 -Muere el periodista Antonio Gasset a los 75 años  ,. Domingo -3- Octubre,.

Domingo -3- Octubre a las 21:30 horas en La 2, foto,.

 Muere el periodista Antonio Gasset a los 75 años,.

 Muere el periodista y crítico de cine Antonio Gasset a los 75 años |  Leonoticias

Muere Antonio Gasset, exdirector y presentador de 'Días de cine',.

El periodista, crítico cinematográfico y director y presentador del espacio 'Días de cine' de TVE, Antonio Gasset, ha fallecido a los 75 años, según ha informado este miércoles la Academia de Cine, que le reconoció con el Premio de Comunicación Alfonso Sánchez en 2011.

 

TITULO: De seda y hierro -  Colegios al rescate de pueblos   ,.  Domingo-3- Octubre  ,. 
 

 El Domingo -3- Octubre , a las 20:20 por La 2, foto,.

 Colegios al rescate de pueblos ,.

Alumnos de un colegio atendiendo a un taller./Campillo 

Alumnos de un colegio atendiendo a un taller.

El Consejo de Gobierno aprobó este jueves una inversión de 300.000 euros destinada a la Diputación de León para financiar las obras de reparación, conservación y mejora en los colegios de Educación Infantil y Primaria (CEIP) del medio rural. Esta subvención se une a las aprobadas a finales de junio por un importe total de 1.040.000 euros destinados a las corporaciones provinciales de Ávila (120.000), Burgos (150.000), Palencia (120.000), Salamanca (200.000), Soria (120.000), Valladolid (150.000) y Zamora (180.000) y tiene como finalidad incentivar y cofinanciar actuaciones durante este año 2020 y 2021.

Con esta subvención, la institución provincial deberá realizar una convocatoria dirigida a los ayuntamientos del medio rural de su provincia con el objetivo de incentivar que realicen obras de reparación, conservación y mejora en centros educativos rurales.

Anualmente, la Consejería de Educación oferta a las instituciones provinciales la posibilidad de cofinanciar la ejecución de este tipo de obras a los ayuntamientos. Para que la Junta de Castilla y León financie estas obras de mejora, se requiere que las diputaciones provinciales cofinancien las obras y que cada ayuntamiento beneficiario abone como mínimo un 20 por ciento del coste de la obra.

 

TITULO: Noche Sexo - Monica y el sexo - ¿Se puede reavivar la pasión?,.

El viernes -1- Octubre 0.40 / Cuatro, foto,. 

¿Se puede reavivar la pasión?,.


Es un tema tabú: pocos admiten en público o ante su pareja el bajón de este impulso, que tiene bases psicológicas, pero también biológicas... ¡y hasta genéticas!,.

Nos gusta hablar de sexo, sobre todo en esas salidas con amigos en las que, en un alarde de camaradería y complicidad, quizá impulsado por alguna cerveza liberadora, nos lanzamos a contarlo... ¿todo? Mmmm, todo no, ¿verdad? Seamos sinceros, más bien tendemos a la hipérbole cuando tocamos estas cuestiones y escondemos o eludimos algunos aspectos que no nos hacen sentir muy orgullosos. Y la falta de pasión -por nuestra parte o por la de nuestra pareja- es uno de estos tabúes. ¿Quién admite en público que ya no siente ese deseo sexual fogoso e irreprimible que había en los primeros compases de la relación? Sí, ese impulso maravilloso que te dejaba el corazón y las piernas temblorosas como gelatina y la cabeza loca pensando únicamente en un nuevo encuentro.

Pocos valientes hablan de ello con su pareja -por no herir susceptibilidades- y mucho menos con terceras personas. Porque perder la pasión tiene muy mala prensa, es como triste, como el principio del fin. Y, para colmo, parece que siempre hay 'culpables': nuestro compañero de cama o nosotros mismos, que no somos capaces de sentir con la intensidad de otros tiempos... En realidad. como casi siempre, nos estamos 'autoboicoteando'. Que la pasión en una pareja baje o fluctúe es perfectamente normal (de hecho, es lo habitual) y es un fenómeno tanto psicológico como biológico. Así que menos fustigarnos.

«El amor tiene una explicación científica», ilustra Bianca Acevedo, profesora del departamento de Ciencias Psicológicas y del Cerebro de la Universidad de California. «Los estudios de imágenes cerebrales que hemos llevado a cabo mis colegas y yo, así como otros investigadores de todo el mundo, han mostrado que el amor y la satisfacción sexual de las parejas activa regiones del cerebro ricas en dopamina, específicamente el área tegmental ventral. La dopamina es una sustancia que nos motiva a salir y conseguir lo que queremos o necesitamos, como comida, agua y pareja. Se asocia con la energía y la euforia», explica la científica. Además de la dopamina, el amor y la pasión también activa regiones cerebrales ricas en receptores vinculados al apego y los comportamientos sociales, com la oxitocina, además de otras relacionadas con la calma, como los opioides y la serotonina. Vamos, que somos un cóctel de química, para bien o para mal, claro.

Así que, cuando sentimos pasión con una persona (sí, no es exactamente amor) se encienden todas las lucecitas de nuestro cerebro como un árbol de navidad. Para ello hacen falta estímulos y, en este terreno, cada cual es un mundo, aunque los hombres son mucho más visuales que las mujeres a la hora de encenderse. Bien, conocemos cómo funcionan nuestras conexiones cerebrales cuando sentimos pasión. Pero ¿por qué dejamos de sentirla? «Los investigadores han sugerido varias ideas, tales como la habituación, el aumento del estrés en la pareja o el haber cumplido las metas reproductivas», detalla Acevedo, quien indica que la pasión no está abocada a la decadencia inexorablemente. Y la genética tiene mucho que ver con esto: hay algunos individuos «que lo consiguen de forma natural» mantenerla mientras que «otros tienen que trabajárselo más», apunta la científica.

Química, genética, conexiones neuronales... La pasión no es una espoleta que salta o no en función de nuestra voluntad. Aunque podemos poner de nuestra parte, por supuesto, para mantenerla más o menos en forma.

Efecto Coolidge

María Mavji, sexóloga y terapeuta de parejas de TherapyChat, plataforma de psicólogos online, asegura que la falta de pasión es uno de los motivos de consulta más frecuentes. Preocupa. Y mucho. «Lo que intentamos es hacer entender a la gente que no es que la pasión se acabe, pero sí que fluctúa. Eso de que tenga que estar siempre al 100% es una idea preconcebida y muy dañina», señala. Según explica, hay tres momentos en la vida en los que la pasión tiene altibajos: el inicio de la relación es un momento de máximo estallido «por la novedad». Lo desconocido, el descubrimiento, siempre capta nuestra atención. El ser humano es curioso por naturaleza y la idea de explorar eso que no conocemos nos seduce, además de todo aquello que podemos tanto enseñar como aprender. Cuando esa curiosidad merma..., la pasión también. Por eso una nueva pareja suele causar el llamado efecto Coolidge, que se da en la mayoría de los mamíferos, en machos y, en mucha menor medida, en hembras. Es mayor el deseo de aparearse al aparecer una nueva pareja receptiva.

El segundo hito es cuando se tienen hijos: «La llegada de un bebé supone un antes y un después. La organización vital y las prioridades giran en torno a ellos y, a nivel íntimo, pasamos a un tercer plano», indica Mavji, quien añade que el «cansancio y el estrés» en estas épocas son factores clave en la caída del deseo. Muchas parejas jóvenes se agobian mucho con este asunto. '¡Ya no le excito!', '¡Es que ni me toca!'. Frases como estas las oye constantemente en consulta. «No es preocupante siempre y cuando esa falta de pasión no esté encubriendo un problema más profundo. Se pueden pasar meses sin encuentros sexuales y que no sea grave», apunta. La relación se puede reavivar cuando cambien las circunstancias y con un poco de esfuerzo por nuestra parte.

Y luego está el tercer estadio, el de la decadencia de la pasión entendida como energía, que se da en relaciones de larga duración. Tampoco debería ser un problema si lo entendemos bien y no nos obsesionamos. «Obviamente, con 25 años y una pareja que acabamos de conocer no sentimos la misma pasión que cuando ya somos más mayores y la relación ya es de muchos años. ¿Y qué? No pasa nada, puede haber pasión también. Quizá no con tanta frecuencia, pero sí en determinados momentos. Así que sería bueno que ninguno de los dos sienta que les falta algo y que los encuentros -sean cada semana, cada mes o cuando ocurran- resulten satisfactorios», aclara la sexóloga, quien lo resume en una idea: «Hay que aceptar que las cosas cambian... pero eso no significa que acaben».

Otra cosa es que el deseo sexual hipoactivo, como se le llama técnicamente, ocurra en etapas en las que no hay nada que lo justifique. Entonces, debemos indagar para saber qué pasa, claro. Muchas veces las repuestas ya las sabemos, pero no nos atrevemos a mirarlas a la cara. La terapeuta propone un experimento. «Si tienes dudas, tómate un fin de semana para estar en pareja, los dos solos, con la atención de uno puesta en el otro, sin nada más. Si ese contexto se 'recuerda' y vuelven los momentos de pasión, casi seguro que no hay problema alguno», afirma. Las pasiones pasadas se quedan 'prendidas' en el cerebro y se pueden reavivar.

Triángulo de Sternberg: cómo mantener una relación sin pasión

s. v.

Es muy difícil estudiar las relaciones humanas desde un punto de vista científico. Sobre todo, lo relacionado con el amor y la pasión, sentimientos universales pero complicados de medir y catalogar.Sin embargo, sí hay teorías sólidas que establecen conclusiones sobre estos temas tan escurridizos. Como la teoría triangular del amor de Sternberg. Este psicólogo estadounidense realizó un esquema en el que el amor sería una relación interpersonal sostenida por tres pilares distintos: la intimidad, la pasión y el compromiso. Y, según su tesis, una relación perfecta se sustentaría en todos ellos, pero, como casi ninguna lo hace, también puede basarse en uno o en dos. Siendo la pasión uno de ellos, la respuesta de si una relación puede sobrevivir sin pasión es que sí, sí puede, siempre y cuando los otros dos elementos soporten el peso para que no se hunda.

«Es lo que ha pasado toda la vida, igual con nuestros propios padres, que quizá en un momento dado ya no tenían pasión, pero sí otros valores que les hacían mantener la relación.Claro, si a una pareja solo la une esa pasión y resulta que desaparece..., se va al traste el pegamento que los mantenía juntos», indica la psicóloga y terapeuta de parejas Mónica Dosil. Ella atiende a muchas parejas que acuden a su consulta en plan S.O.S. ¡No tengo libido, necesito terapia! «Ellos mismos se diagnostican», bromea. «La caída de la pasión puedre ser por muchos motivos, por un tema bioquímico o por medicaciones muchas veces», apunta. Según su experiencia, esto redunda en que la persona que nos volvía locos deje de interesarnos y ya no cuente ni con nuestra admiración ni con nuestra atención. ¿Reavivar el asunto? Es complicado, la pasión es una emoción, no una conducta o un pensamiento. Es difícil 'actuar' sobre ella. Pero no imposible.

Tips para fomentarla

  • Actividades nuevas «Algunas investigaciones sugieren que implicarse juntos en actividades nuevas o que supongan un desafío puede ayudar a reavivar la pasión», indica Acevedo. El cerebro se 'anima' con todas esas novedades y se pone en un estado receptivo que facilita la pasión. De hecho, si el cerebro no da 'permiso' y se relaja, es imposible que llegue la pasión y se desate la tormenta de hormonas que permiten la excitación.

  • Dos horas de atención No es necesario hacer cosas raras. María Mavji sugiere a las parejas que la consultan que hagan durante dos horas cualquier cosa fuera de lo normal, «no hace falta que sea un viaje a Hawái». Puede ser tomarse una copa (si normalmente no lo haces), ir al cine (¿cuánto tiempo hace que no vas con tu pareja a solas?) o cocinar algo especial juntos. En sólo dos horas empezamos a centrar la atención en el otro.

  • Sistema nervioso, el que manda La excitación sexual empieza en nuestro sistema nervioso: el cerebro y la médula espinal, que, ante los estímulos, empiezan a mandar mensajes a diestro y siniestro a las hormonas y a distintas zonas de nuestra anatomía. Ojo, algunas medicaciones reducen el deseo sexual.


 

 

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