MAS QUE COCHES - Si tienes un coche automático, debes saber esto: lo que tienes que evitar si no quieres romper la caja de cambios ,. / Para Todos La 2 - Colegio rural - El CER Telde Valsequillo ,. / Gigantes de La 2 - Vicente Vallés ,. - Jueves - 28 - Marzo ,. / ¡ Atención obras ! - Cine - 21 Jump Street,.
TITULO : MAS QUE COCHES - Si tienes un coche automático, debes saber esto: lo que tienes que evitar si no quieres romper la caja de cambios,.
Si tienes un coche automático, debes saber esto: lo que tienes que evitar si no quieres romper la caja de cambios,.
Este
tipo de vehículos suelen ser más cómodos que los manuales, pero
corremos el riesgo de pasar más por el taller si no tenemos una
conducción eficiente,.
foto / Un coche automático tiende a ser más cómodo que uno manual a la hora
de conducir, gracias a que el conductor no se preocupa en cambiar las
marchas,.
Desde que aparecieron en nuestra vida los coches
automáticos, son muchos los que han optado por la compra de este tipo
de vehículo debido a la comodidad que supone respecto a un coche manual.
La principal diferencia es que estos vehículos no requieren que el conductor cambie manualmente las marchas, ya que utilizan una transmisión automática que gestiona automáticamente la selección de marchas. Sin embargo, una práctica que acostumbramos a hacer con este coche puede ser perjudicial para la caja de cambios, tanto que podemos romperla y tener que pasar por el taller antes de lo previsto.
La
principal ventaja de los coches automáticos es su facilidad de
conducción, puesto que el conductor no tiene que preocuparse por cambiar
marchas, lo que hace que la conducción sea más cómoda. En lugar de una
palanca de cambios manual, tienen una palanca con modo "P" (Parking),
"R" (Reverse), "N" (Neutral) y "D" (Drive), es decir, para aparcar,
marcha atrás, punto muerto y desplazarse hacia delante respectivamente.
Cómo evitar romper la caja de cambios de mi coche automático: el consejo vital para no tener que pasar por el taller
La
transmisión automática en los coches automáticos se controla mediante
un sistema electrónico que ajusta automáticamente las marchas según la
velocidad del vehículo, la carga u otras condiciones. Asimismo, este tipo de vehículos pueden ser más eficaces en términos de consumo de combustible respecto a uno manual, puesto que el sistema eléctrico selecciona la marcha adecuada y no da lugar a equívocos.
Pese
a estas diferencias, los conductores solemos tomar las mismas
costumbres de conducción que se tomaban en un coche manual, como poner
nuestro codo izquierdo en la ventanilla o regirnos por el mismo
procedimiento al aparcar, es decir, parar el coche, poner punto muerto y echar el freno de mano. Pero este último, es perjudicial para nuestro coche, en concreto para la caja de cambios, ya que podría romperse antes de tiempo.
Siguiendo
esta costumbre, el peso del vehículo recae sobre la caja de cambios,
algo perjudicial para sus engranajes. Podemos ver esta situación cuando,
al soltar el freno antes de poner el freno de mano, el vehículo se
desplaza hacia delante, y en esta situación, al frenarlo de golpe, es
la caja de cambios la que ejerce la fuerza. Al hacerlo continuamente,
los engranajes se acaban por desgastar, con una más que probable rotura
del sistema a medio plazo.
Para evitar este problema, es
tan sencillo como invertir el orden y, cuando vayamos a aparcar el coche
o pararlo, poner el freno de mano antes que el punto muerto.
TITULO: Para Todos La 2 - Colegio rural - El CER Telde Valsequillo,.
El CER Telde Valsequillo,.
fotos / El Colectivo de Escuelas Rurales Telde Valsequillo, está en Las Palmas
de Gran Canaria. Imparte Educación Infantil y Primaria. Agrupa a 5
centros, San Antonio, Montaña Las Palmas, Las Breñas, Agustín Manrique
de Lara y San Roque. Cuenta con 109 alumnos. Dispone del reconocimiento
de colegio de la Biosfera, un proyecto dirigido
a un modelo de escuela
sostenible y comprometida. También ha sido galardonado con el Premio
Magisterio por ser pionero en incorporar contenidos de Educación
Emocional en las materias curriculares. Las familias y vecinos
participan en las dinámicas de las escuelas, entre las que destacan, la
enseñanza del timple, un instrumento musical originario de Canarias, con
el fin de conservar las tradiciones del pueblo. Uno de los objetivos
del CER es que el alumnado aprenda Educación Ambiental gracias al
programa del huerto escolar donde conocen las técnicas básicas de la
agricultura ecológica y su importancia para el ser humano.
TITULO: Gigantes de La 2 - Vicente Vallés ,. - Jueves - 28 - Marzo,.
Gigantes de La 2 - Programa de entrevistas, de cincuenta minutos de duración y emisión semanal, para La 2 Jueves - 28 - Marzo , 23:50 de Televisión Española.
Vicente Vallés,.
fotos / Vicente Vallés: "Me preocupa más que el Atleti fiche un delantero que la formación de Gobierno"
QUIÉN. Presenta 'Noticias 2', en Antena 3, informativo líder de su franja.Nació en Madrid en 1963 . QUÉ. Moderó
con ruido el último debate electoral, Mediaset ha intentado pescarle
sin éxito para resucitar sus audiencias, el Atleti le vuelve loco y, en
los ratos libres, escribe novelas de espías y de éxito. La última,
'Operación Kazán'.
¿Cuándo pierdes la compostura?
Intento
no perderla ni cuando el Atleti juega peor de lo que yo quisiera, que
ocurre más a menudo de lo que me gustaría. Me enfado como todo el mundo,
pero cuando estás en directo en televisión tienes que respetar al
espectador y el espectador no tiene por qué sufrir los cambios de humor
que pueda tener alguien que está trabajando en ese momento.
¿Qué es lo que más sorprendería a ese espectador si te viera lejos de las cámaras?
Quizás
que tenga el tiempo y la costumbre de disfrutar del sentido del humor
propio y ajeno. Es algo que en las noticias no se ve más allá de que
intente poner, de vez en cuando, un puntito de ironía para relajar un
poquito.
Defiéndeme el informativo de autor, tan de moda ahora, en el que los presentadores opináis.
Creo
que es algo natural. En España hemos tardado mucho en hacer en
televisión el tipo de periodismo que toda la vida se ha hecho en la
prensa y en la radio, que es no tanto el periodismo de autor como el
periodismo de análisis. Es posible que a la gente le resulte un poco
extraño, porque han vivido toda su vida viendo informativos muy planos
en televisión y no están acostumbrados, pero tanto en la televisión de
fuera de España como aquí en la radio y la prensa siempre se ha hecho
eso. El periodismo sin análisis no es periodismo y nosotros estamos
haciendo un periodismo de análisis también en televisión.
¿Compensa o vivías mejor cuando no pisabas charcos?
No
me lo planteo en esos términos. Yo creo que es una obligación hacer el
mejor periodismo posible. Nosotros lo intentamos con errores y aciertos.
Hay días que sale mejor y días que sale peor, pero mi criterio personal
es que no estaría haciendo periodismo si no lo hiciera así.
Ese análisis te ha posicionado a la derecha.
Bueno, cuando damos noticias que no gustan a la derecha también nos señalan.
Eso pasa menos.
Quizá
pase menos porque gobierna la izquierda y, lógicamente, el porcentaje
de información que damos sobre el Gobierno es mayor que el que damos
sobre la oposición. Esto ocurre en todos los medios, sean más o menos
favorables a unos o a otros. Es natural que el partido en el poder tenga
el foco puesto. Debe ocurrir así.
Entonces, ¿crees que con un cambio de Gobierno cambiaría el destinatario habitual de tu crítica?
Claro,
es natural que sea así. Si estás en el poder, tienes que asumir más
escrutinio y más crítica. De hecho, se puede apreciar cómo desde las
elecciones de mayo, cuando tomó fuerza que podía haber un cambio de
Gobierno, el volumen de información y, por tanto, de crítica sobre el PP
fue subiendo.
¿Cuánto te ha sorprendido el resultado de las elecciones?
Ya
hace tiempo que no me sorprende ningún resultado electoral, estoy
curado de espanto. Quizá el único resultado electoral que me ha
sorprendido de verdad en los últimos 10 años fue la victoria de Trump en
Estados Unidos, pero en España ya he vivido y he tenido que contar la
victoria de Felipe González en el 93 cuando se suponía que iba a perder,
la victoria de Aznar por los pelos en el 96 cuando iba a ganar por
mayoría absoluta, la victoria de Zapatero en el 2004 cuando iba a ganar
Rajoy...
Moderaste, junto a Ana Pastor, el único debate entre Sánchez y Feijóo. ¿Es un honor o un marrón?
Te
voy a ser completamente sincero, el único debate de los cinco que he
moderado que me ha hecho ilusión fue el primero, el de 2015, por lo que
suponía de novedad. Disfruté mucho preparándolo y haciéndolo, pero desde
entonces no he tenido especiales ganas de moderar ninguno más. Digamos
que mi expectativa profesional, esa curiosidad que puede tener uno, ya
se cubrió con aquel primer debate. Los demás los he hecho
fundamentalmente porque no he tenido alternativa: o los ha organizado
Antena 3 o, aunque fueron en la Academia, Antena 3 me lo pidió y si mi
casa me pide que lo haga, yo lo hago. Pero no ha sido por un entusiasmo
mío.
Se os criticó mucho, especialmente desde la izquierda, por permitir muchas afirmaciones falsas.
Bueno,
ya llevo cinco debates y siempre pasa lo mismo. Siempre lo haces mal.
El que se considera derrotado en el debate, que esta vez fue Sánchez,
considera que la culpa es del moderador. Que si cortas tarde, que si
cortas pronto, que si tenías que haber dicho algo, que si tenías que
haber callado... Es igual cada vez. Aquí la parte que me ha entretenido
más es la crítica de los compañeros de profesión, esos que no solamente
saben hacer bien su trabajo, sino que también saben cómo tienes que
hacer tú el tuyo. Y te lo dicen, porque no sólo lo saben, sino que se
consideran con el derecho de explicártelo aunque ellos nunca han
moderado un debate y se han limitado a verlos por televisión, que se ve
mucho mejor.
¿Somos una profesión cainita?
Sí, y yo lo
entiendo porque todos lo hacemos, todos tenemos opinión sobre cómo lo
hacen los demás. Otra cosa es que todos nos dediquemos a decirle al otro
cómo tiene que hacerlo, eso es ir un paso más allá. En cualquier caso,
algunas cosas que se han dicho me han resultado muy interesantes y me
han hecho reflexionar. Si veo el debate otra vez, seguro que encuentro
fallos, pero siempre es más fácil a posteriori. Es como cuando en los
toros el que está en la barrera dice que él se arrimaría un metro más al
pitón.
Se os comparó especialmente con la entrevista posterior
de Silvia Intxaurrondo a Feijóo en la que varias veces le corrigió por
mentir. ¿La viste?
Sí. Pero cuando yo estudiaba en la facultad
se nos enseñaban la diferencia entre géneros periodísticos. Una de las
críticas que se nos hizo fue que no hiciéramos fact-checking en directo,
que es algo que yo, y he visto prácticamente todos los debates de
Inglaterra, Estados Unidos o Francia de los últimos 30 años, jamás he
visto hacer a los moderadores. El fact-checking se hace después o lo
hace el candidato rival en directo. Otra cosa es una entrevista en la
que, lógicamente, si tú haces una pregunta a un candidato, crees que no
te ha dicho la verdad y puedes demostrarlo, se lo dices en el momento.
Ese fue el caso de Silvia Intxaurrondo, que hizo lo que debía.
Curiosamente, días después se le criticó a ella por no hacer lo mismo
con Pedro Sánchez, así que estamos en la rueda de siempre.
¿Cuánto te apetece una repetición electoral y otro debatito?
Espero
que no (risas). No es probable, Pedro Sánchez tiene muchas
posibilidades de conformar una mayoría parlamentaria para ser investido.
Otra cosa es el precio que tiene pagar y a quién se lo tiene que pagar,
que eso ya sabrá él si son el precio y las personas adecuadas.
¿Te consideras de centro? ¿Existe acaso?
Yo
creo que sí existe el centro, lo que pasa es que está repartido entre
el PSOE y el PP y cuando ha habido intentos de crear un partido
específicamente de centro, o que se vende a sí mismo como tal, ha tenido
cierto éxito al principio y después han ido fracasando. Le ocurrió a
UCD, que se autodestruyó, el CDS tuvo un impulso inicial y muy poquito
tiempo después desapareció, UPyD también parecía que iba en esa
dirección y también sucumbió ante el impulso de Ciudadanos, que a su vez
desapareció engullido por su propio impulso. Existe el centro, pero no
su partido.
¿Y existe el periodismo de centro?
Nosotros
intentamos hacer una información equilibrada, lo que no significa que
sea absolutamente neutra. Hay una frase que me gusta sobre esto: tenemos
que hablar con rigor, pero que no sea con rigor mortis. Yo soy
periodista y no quiero participar en política, no es mi ámbito, pero aún
así es obvio que se me ha señalado más desde la izquierda. Al final
aceptas que esto es un peaje que te toca asumir por tener una cierta
presencia pública. Me ha ocurrido a mí como les ha ocurrido a muchos más
periodistas, no es una exclusiva ni de mi persona ni de mi medio. Es
parte de que a alguien políticamente le ha interesado involucrar a
determinados periodistas en sus propias campañas políticas, alguien que
luego tampoco ha tenido tanto éxito, eh. Lo tuvo y dejó de tenerlo
porque igual que llega pasa.
Entiendo que te refieres a Pablo Iglesias. ¿Cenarías con él?
Sí.
De hecho, he tenido varias reuniones con él. No una cena estrictamente,
pero sí un picoteo. La última vez fue en las elecciones de noviembre de
2019, cuando entrevistamos a todos los candidatos y después les
invitamos a picar algo aquí en la tele. Y estuvimos bien, sin ningún
problema. Y después en alguna ocasión coincidí con él siendo
vicepresidente del Gobierno y somos personas civilizadas. Cara a cara,
sin problema.
¿Cómo estás llevando el boom de popularidad de los últimos años?
Si
yo pudiera tener media hora de invisibilidad para moverme por la calle
sin que nadie me mire, lo haría, pero la verdad es que no hago otra cosa
que agradecerle a la gente su amabilidad cuando se acercan para pedir
una foto, un autógrafo o simplemente saludarte. Es un gusto ese
reconocimiento así que no me puedo quejar.
Tuviste una infancia muy humilde, ¿te paras a pensar en el camino recorrido?
No
me pongo una medalla, pero tampoco lo olvido. Fíjate, lo llevo más como
un agradecimiento a mi país. Por supuesto también a mis padres, que se
esforzaron muchísimo para que sus hijos pudieran estudiar, pero al mismo
tiempo yo soy fruto en buena medida de la democracia española y del
impulso que supuso para ayudar a todo tipo de familias, también a las
familias más humildes como era la mía. Yo tuve la suerte de poder llegar
a la universidad, cosa que mis padres no pudieron y hubieran querido, y
estoy muy agradecido a ellos y a mi país, que me lo ha permitido.
España es mucho mejor país de lo que muchas veces los españoles
pensamos. Tenemos nuestros defectos, nuestros problemas, hay cosas que
no funcionan, pero más allá de eso somos un país estupendo.
Estaba por hacerte el típico paralelismo demagógico entre la lucha, la humildad y el Atleti, pero me he avergonzado a mí mismo.
(Risas)
Lo que nos gusta esa imagen. Pero, en realidad, si hay algo que se
puede interpretar como una relación paralela con mi vida es ciertamente
la filosofía del Atleti, ¿no? Esto también se lo tengo que agradecer a
mi padre, que es el patriarca de los atléticos de la familia, que somos
todos. La filosofía atlética tiene mucho que ver con el esfuerzo y con
alcanzar metas difíciles que para otros son más sencillas, pero a pesar
de ello nosotros las conseguimos también de vez en cuando.
La futbolización de la política es imparable
El
hooliganismo, sobre todo. Tiene mucho que ver con la polarización que
se ha producido en los últimos años. No sólo en España, sino en medio
mundo occidental y democrático. Estados Unidos, Reino Unido, Francia,
Italia, Grecia antes... Muchas veces se hablaba de que Finlandia es un
lugar del que tenemos que copiar muchas cosas y acaban de formar un
gobierno entre la derecha y la extrema derecha, como también ha ocurrido
en Italia. Veremos qué pasa en Francia sin Macron y en España hemos
estado muy cerca, y aún no es descartable, de pasar de un gobierno de la
izquierda con la extrema izquierda a otro de la derecha con la extrema
derecha. La polarización se extiende por todos los sitios. Y con ella ha
venido, efectivamente, una suerte de hooliganismo político que no es
bueno y que convendría ir eliminando.
¿Hemos normalizado de un modo imprudente el extremismo?
No
creo que lo hayamos normalizado, lo que pasa es que como está siendo
muy difícil eliminarlos tenemos que sobrevivir con ello. Eso es
diferente a darlo por bueno. Creo que la mayoría de la sociedad sabe que
es una realidad que existe y que sería mejor que no existiera. Sería
bueno que tendiéramos a eso. Hemos asistido al crecimiento y caída de
esto que llamaron la 'nueva política' y se demostró que era más política
que nueva porque muy rápidamente han caído en las malas costumbres de
la vieja política y quizá porque la política sea así, porque a lo mejor
no hay otra manera de ejercerla que con determinados tics que no son
agradables, pero quizá sean inevitables.
¿Qué punto de responsabilidad tenemos los medios?
Tenemos
una cierta responsabilidad en todo lo que pasa, lógicamente, pero
muchas veces hay cosas de las que se nos acusa que no tienen mucho
fundamento. Dicen: "La polarización es culpa vuestra porque dais voz a
los partidos que están en los extremos". Bueno, ¿cómo no les vas a dar
voz si tienen millones de votos? No puedes ignorar que eso existe ni
evitar contar las discusiones que provocan o en las que participan sus
dirigentes porque esos partidos existen y la gente los vota. Esa parte
no se nos puede achacar a los medios de comunicación.
¿Desde la Complutense ya pensabas en hacer política o tenías otra idea?
Ya
quería dedicarme a la información política, aunque en la radio. Empecé
haciendo deportes, que me encantan, porque me surgió ahí mi primera
oportunidad profesional más allá de las prácticas y no podía
desaprovecharla, pero me entró un gran temor de quedarme encasillado ahí
y, en cuanto tuve una ocasión para salir de ahí, aproveché para
reiniciar mi carrera en el ámbito de la información política.
Voy con un prejuicio: tienes pinta de empollón.
(Risas)
A medio camino. No era ni el más estudioso ni el más irresponsable.
Hacía mucho fútbol, bastante cafetería y asistir a clase y estudiar lo
justo para ir saliendo adelante, pero lo saqué más o menos bien. Cuando
llegué a la universidad me sorprendió mucho el libertinaje asistencial
para ir a las clases. Me parecía un poquito exagerado, aunque le saqué
algo de partido. Pero he intentado ser un tío responsable casi toda mi
vida. Mi parte irresponsable la tengo cubierta con ser del Atleti, que
es una irresponsabilidad absoluta y, además, hereditaria. Yo la recogí y
ya la he entregado.
¿Has logrado desconectar estas vacaciones o has estado pegado al móvil viendo qué pasaba?
(Risas)
Pues un poco de ambas cosas. No estoy metido en internet cada minuto
del día mirando las noticias, pero he seguido pendiente porque me
interesa y porque es mi trabajo también. Leo los periódicos todos los
días y estoy atento a lo que pasa.
A ver si hay Gobierno y el Atleti ficha un delantero.
Al
revés. Primero, el Atleti y después las cuestiones políticas. Me
preocupa más que fichemos un nueve que la formación del Gobierno. Las
prioridades, en su orden.
TITULO: ¡ Atención obras ! - Cine - 21 Jump Street,.
21 Jump Street,.
foto / La serie narra las aventuras de un escuadrón especial de la policía
integrado por oficiales especializados en investigaciones relacionadas
con jóvenes. Todos ellos habían sido seleccionados por su habilidad para
hacerse pasar por estudiantes, llevar a cabo misiones encubiertas e
infiltrarse donde no podían los policías regulares.
Uno de los miembros de este Comando Especial era el oficial Tom Hanson, interpretado por Johnny Depp, quien tenía solo 24 años cuando entró al show. Dennis Booker, por su parte, estuvo personificado por Richard Grieco.
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