martes, 15 de abril de 2014

EL HORMIGUERO, Lunes de pasión en Maranello,./ REVISTA DON BALON, UNA COPA SECUNDARIOS,.


  1. Cambios, y de los importantes, en Ferrari. Ya no se verá más a Stefano Domenicali en el muro de la escuadra italiana, porque este lunes fue ...-foto,.

    FÓRMULA 1

    Lunes de pasión en Maranello

    Stefano Domenicali dimite como jefe de Ferrari y su sustituto será Marco Mattiacci, hasta ahora presidente de la 'Scuderia' en Norteamérica


    Domenicali en el paddock de Ferrari. / SRDJAN SUKI (foto)
    Cambios, y de los importantes, en Ferrari. Ya no se verá más a Stefano Domenicali en el muro de la escuadra italiana, porque este lunes fue su último día al frente de la 'Scuderia'. El romano no ha podido más con la presión interna y externa a la que le estaban sometiendo y presentó, ante Luca Cordero di Montezemolo, su dimisión como jefe de Ferrari, que fue aceptada de inmediato. Domenicali deja el cargo que ocupó desde el 12 de noviembre de 2007, cuando fue nombrado sucesor de Jean Todt, y con un único campeonato en sus vitrinas, el de constructores de 2008.
    Los 'tifosi' clamaban por su cabeza desde hacía años, sobre todo en las redes sociales y en los foros. Concretamente, desde aquel fatídico Gran Premio de Abu Dabi de 2010, cuando un error de estrategia les costó el título de Fernando Alonso. En aquel momento, Domenicali salvó el cuello, pero no así Chris Dyer, máximo responsable de la planificación en pista de la 'Scuderia', que fue fulminado de manera inmediata. En 2011 los resultados fueron aún peores y, dado que el coche resultó todavía inferior al del año anterior, por la guillotina de Maranello pasaron a Aldo Costa, actual jefe de ingenieros de Mercedes. Después de otras dos decepcionantes campañas en 2012 y 2013, tocó cambio de pilotos y la puerta de salida se abrió para Felipe Massa. Todo pensado para que, en 2014, con las nuevas normas y los nuevos motores, Ferrari se subiera rápidamente a la ola del éxito. Sin embargo, tras las tres primeras carreras del Mundial, la decepción ha caído como una losa en el ferrarismo. Esta vez, no valía una cabeza que no fuera, como mínimo, la de Domenicali.
    El presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, ya avisó en Baréin que se tomarían las decisiones necesarias, fueran lo dolorosas que fueran. Ahora llega la dimisión, voluntaria oficialmente, del hombre que ha dirigido los designios del equipo italiano desde hace algo más de un lustro. «Quiero dar las gracias a Stefano Domenicali no sólo por su constante contribución y compromiso, sino también por el gran sentido de la responsabilidad que ha demostrado hoy al anteponer los intereses de Ferrari a los suyos. Domenicali, al que he visto crecer profesionalmente durante estos 23 años trabajando juntos, seguirá teniendo mi respeto y afecto y le deseo mucho éxito en el futuro», señaló en un comunicado el máximo dirigente del equipo de Fernando Alonso.
    Domenicali, por su parte, se despidió con una carta muy personal a la afición, que no siempre le ha mostrado cariño. «Hay momentos particulares en la vida profesional de cada uno en los cuales hace falta la valentía de tomar decisiones difíciles y sufridas. Es hora de actuar con un cambio importante. Como jefe, asumo la responsabilidad -como siempre he hecho- de la situación que estamos viviendo. Se trata de una elección tomada con la voluntad de hacer cualquier cosa para dar aire nuevo a nuestro ambiente y por el bien de este grupo, al cual estoy muy unido. Doy las gracias de corazón a todas las mujeres y los hombres del equipo, los pilotos y los socios por la magnífica relación de estos años. A todos les deseo que pronto se pueda volver a los niveles que merece Ferrari. También quiero dar mi último agradecimiento a nuestro presidente por haberme apoyado siempre y un saludo a todos los 'tifosi' con el lamento de no haber recogido cuanto duramente hemos sembrado estos años», firma un doliente Domenicali, que se sabe cabeza de turco para mejorar hacia un futuro que con su mando no resultaba nada halagüeño.
    Mattiacci, a «ejecutar»
    A rey muerto... En Ferrari confirmaron el nombre del sustituto de Domenicali a la vez que confirmaban su dimisión. El elegido ha sido Marco Mattiacci, al que sacarán de su cargo de presidente y consejero delegado de Ferrari en Norteamérica para que se ponga al frente del buque insignia de la mítica empresa italiana. Romano, como Domenicali, Mattiacci lleva unido a Ferrari desde finales de los 90, cuando salió de Jaguar en dirección, según sus propias palabras, «a la empresa de su corazón».
    Su nombramiento ya ha despertado las primeras inquietudes. Su perfil es eminentemente ejecutivo. Exresponsable de Ferrari en Asia y Pacífico, su figura creció a la vez que las ventas de los deportivos de la marca italiana en todo el mundo. En 2010 fue nombrado máximo mandatario de Ferrari en Norteamérica y acabó de encumbrarse. En dos años fue nombrado 'Mejor ejecutivo del motor', un galardón que premia a los directivos que mejor demuestran su liderazgo en el sector automovilístico. En su perfil de Linkedin se puede leer una máxima acerca de cómo entiende que debe ser un proyecto exitoso: «Sacar el 120% de cada miembro del equipo. Ejecutar, ejecutar, ejecutar». Bajo esta filosofía, ha conseguido que Ferrari sea la marca de deportivos más vendida en Estados Unidos en 2013, con un crecimiento del 9% con respecto al año anterior.
    Ahora bien, ¿sirve este perfil meramente 'vendedor' para llevar un nido de grillos como es, ahora mismo, la 'Scuderia'? Fernando Alonso y Kimi Räikkönen estrenarán este mismo fin de semana en China un nuevo jefe. Por el bien de Ferrari, que no se cumpla con Domenicali y Mattiacci eso de «otros vendrán que buenos nos harán».

    TÍTULO:  REVISTA DON BALON, UNA COPA SECUNDARIOS,.

    1. Tata Martino y Carlo Ancelotti no van a contar con su mejores armas en la final de la Copa del Rey del miércoles. En el Barça el guardameta ...

      Fútbol | Copa del Rey

      Una Copa de secundarios

      Habituales como Valdés, Piqué y Cristiano se perderán una final a la que Messi llega en un momento poco protagonista


      Cristiano Ronaldo durante el enfrentamiento de Liga de Campeones ante el Borussia de Dortmund. /-foto
      Tata Martino y Carlo Ancelotti no van a contar con su mejores armas en la final de la Copa del Rey del miércoles. En el Barça el guardameta Víctor Valdés se despidió ya de la temporada y el defensa central Piqué se perderá el partido por una lesión de cadera. En el Madrid, el goleador Cristiano Ronaldo cuenta con muy pocas posibilidades de saltar a Mestalla y el regreso de Samir Khedira a los entrenamientos no debería traducirse en un puesto en el equipo titular, ya que el alemán de origen tunecino se ha pasado cinco meses fuera de los terrenos de juego.
      En el caso de los azulgrana, las bajas parecen más decisivas a juzgar por los resultados y las sensaciones del equipo. Desde que Valdés se lesionó de gravedad ha sido suplido por Pinto, un guardameta contratado para ser suplente, aunque ha defendido la portería en cuatro finales coperas. Sus actuaciones han suscitado dudas entre los culés a la hora de avanzar al primer plano de la competición, a pesar de tener unos números muy similares a su predecesor. Con el teórico titular, el Barça encajaba 0,74 goles de media por partido, mientras que la cifra con el veterano de 38 años sólo asciende a 0,75 tantos encajados en cada duelo. Por su parte, Piqué, quien se lesionó en un choque con Diego Costa en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones, se ha ausentado en tres partidos en los que el Barça siempre encajó goles. Especialmente simbólica fue la derrota en Granada, donde Busquets debió ocupar su lugar en una defensa poco habitual que sucumbió en Los Cármenes. En el fondo, el problema con los zagueros (Martino ha elegido hasta 20 formaciones diferentes) se agravó con los recurrentes problemas físicos de Puyol. Ahora, Bartra, Piqué y el capitán azulgrana se preparan para conseguir una rápida recuperación.
      Otra gran preocupación del Barça ha sido la discreta participación de Lionel Messi en los últimos partidos, con especial atención al descenso de sus exigencias físicas (corrió sólo 1,5 kilómetros más que Pinto en el Calderón). «Tenemos que hacer el análisis de manera colectiva. No nos interesaba que Messi tuviera mucha participación en el juego», justificó Martino después del partido de vuelta de la 'Champions League' contra el Atlético de Madrid. «Si de un jugador no podemos dudar es de Leo Messi. Es el mejor jugador de la historia. Nos ha dado mucho y nos dará muchísimo. Nunca podemos descartarlo», le defendió Puyol.
      «Un Madrid protagonista»
      En el bando madridista los focos se concentran en Cristiano Ronaldo, convocado pero con pocas posibilidades para alinearse en Mestalla. Los precedentes son contradictorios. Sin él, el conjunto blanco goleó en Anoeta por 0-4 y contra el Almería se repitió la cifra, pero en Dortmund el equipo sufrió para superar la eliminatoria al perder 2-0 en Alemania. «Es el jugador franquicia y cuando llega el partido más importante de esta competición no puedes contar con él. Es una baja muy sensible, pero no como para pensar que su ausencia debilite las opciones del Real Madrid», analizó este lunes el exjugador del equipo blanco Manolo Sanchís. Del resto de favoritos de Ancelotti sólo faltará Khedira, un centrocampista que empezó como indiscutible en el once del italiano hasta que una lesión le ha apartado durante cinco meses de los entrenamientos.
      En el plano estratégico, Ancelotti avanzó su apuesta por «un Madrid protagonista» y su palabra favorita: equilibrio. En el Barcelona, Martino volverá a repensar sus tácticas, ya que la elección de Cesc, Messi y Neymar se tambaleó en los partidos contra equipos importantes (Atlético de Madrid, Real Madrid y Manchester City). El preparador argentino siempre ha optado de inicio por acumular hombres en el centro del campo y descartar jugadores de banda como Alexis y Pedrito, pero podría cambiar después de haber conseguido sólo un gol en jugada en los últimos cinco partidos. En la faceta anímica el Real Madrid ha recuperado su confianza después de una goleada sin Cristiano liderada por Di María, mientras que el Barça se ha deprimido con una derrota en Granada a pesar de rematar a puerta más veces que en ningún otro partido liguero (22).

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